El Veneciano - 6

Sergio regresa a su vida normal, manteniendo el contacto con Carla y Luisa, teniendo de ese modo noticias de Alba. Rocío por su parte no parece haber dejado atrás su idea de quién era el enmascarado Veneciano

EL VENECIANO - 6

Lo primero que hice a la mañana siguiente de llegar, fue llevar los disfraces alquilados a la tienda, con especial interés en deshacerme del de Veneciano. Luego estuve haciendo la compra, en todo este tiempo estuve meditando sobre que contar y que no contar a mis amigos. Al final llegue a la conclusión obvia, podía contar casi todo lo que me había pasado, excepto por supuesto lo del Veneciano, si contaba algo y llegaba a oídos de alguna de esas tres me podía dar por muerto con casi total seguridad.

Por la noche me reuní con mis amigos, que según sus propias palabras querían saberlo todo sobre mi estancia en los carnavales, y cuando me dijeron el todo, me dejaron clarísimo que se referían a todo incluyendo todos los datos escabrosos sobre chicas que hubiese por medio.

Les conté sobre Alba, como nos conocimos, como conectamos, como estuve divirtiéndome con ella y sus amigas... el problema es que detectaron que no estaba contando todo y Javi, me mejor amigo me pregunto a bocajarro...

- Javi : ¿No te abras ido a encoñar con la Alba esa, verdad que no?

- Yo : Hombre, yo no lo llamaría encoñar precisamente, la verdad es que...

- Javi : ¡¡La verdad mis narices!!, joder Sergio, no me jodas que te has pillado con esa tía... encima habrá que dar gracias que no estaba "tú" Rocío cerca...

- Yo : Bueno, lo cierto es que si estaba... me la... (No me dio tiempo a más)

Se armo un alboroto con mi afirmación, todos querían saber eso de que Rocío había estado allí también. Por cómo se pusieron los cinco deseche mis dudas sobre si ellos sabían o no que iba a estar, mis leves sospechas de que me dejaron solo para que pudiese estar con ella se fueron por el desagüe. La situación se estaba poniendo un pelín compleja, por decirlo suavemente. Todos ellos sabían de sobra lo mal que lo había pasado y como me había tratado Rocío cuando me declare la tercera vez. Después de ello me apoyaron. Aunque cuando me recupere un poco me pusieron de vuelta y media por ser según ellos un gilipollas, ya que sabía que ella no me correspondía y seguía erre que erre tras de ella, como un idiota.

Me costó un buen rato contarles más o menos "casi todo" lo que había pasado. Dedujeron correctamente que me había pillado en serio con Alba, no les comente nada sobre lo de los tres meses que ella me pidió. Total, para que darles mas munición, si con lo poco que les había dicho ya me estaban dando para el pelo, por ser según ellos un idiota que sale del fuego para meterse en la brasas. Preferí no pensar en lo que podía pasar si se enterasen de mi jueguecito con Rocío y las otras dos, seguro que eran capaces de matarme.

La noche termino más o menos bien, me volví a casa con medio ciego cogido, me había tomado con mis amigos como una treintena de cervezas o más, probablemente fueron más, según la resaca al día siguiente sin duda fueron muchas más, así que imaginad lo alegre y contentillo que iba. Otra cosa que comprobaron es lo fuerte que me había dado con Alba, cuando lo de Rocío me paso igual, mi primera salida después de aquello me bebí media fábrica de cerveza... de modo que por el numero de ellas mis amigos eran capaces de dilucidar perfectamente como de fuerte me había dado... y una treintena o mas de cervezas son muchas cervezas, además en muy poco tiempo.

Todavía me quedaban unos días para volver a trabajar, al día siguiente me levante a medio día con un resacón de muerte. Me metí en la ducha para intentar salir de ella, justo cuando estaba terminado y preparando la toalla para secarme llamaron a la puerta. Me enrolle la toalla a la cintura y salí del baño para abrir la puerta. Vi que al otro lado estaba Rocío, no sé porque pero me apeteció jugar un poquito más con ella. En otras circunstancias le habría dicho que esperara un momento, me hubiese puesto cualquier cosa y después hubiese abierto a quien fuese.

Sin embargo, lo que hice fue simplemente abrir la puerta tal y como estaba. Yo sé que no soy un tío guapo, pero no tengo un mal cuerpo ya que acudo regularmente al gimnasio, y por lo que vi en la mirada de Rocío cuando le abrí, esto no le paso desapercibido y conste que ya me había visto así antes alguna vez que fuimos con amigos comunes a la playa, además supongo que mi torso perlado de gotas de agua deslizándose por el también influyo en su mirada de apreciación... Cuando abrí la puerta la invite a entrar haciéndome a un lado para que pasara...

- Yo : Perdona, estaba en la ducha, pasa mientras termino y me pongo algo encima...

- Rocío : De acuerdo, no te preocupes...

Por el reflejo de uno de los cristales de la ventana del salón vi como Rocío se quedaba mirándome el culo mientras me retiraba para terminar de secarme y cambiarme… me di cuenta que su actitud parecía haber cambiado con respecto a mí. Yo vivo en un pequeño apartamento tipo americano, con la cocina integrada. Cuando compre el piso la separe usando pladur, e hice un ventanuco pequeño ante la encimera para poder hablar, pasar la comida o simplemente ver la tele del salón cuando estaba allí. Solo tengo un dormitorio grande y el cuarto de baño que están separados del resto. Me metí en la cocina para preparar café mientras conversaba con ella.

Me puse en guardia con ella nada mas la vi en la puerta, para que no os extrañe os diré que llevaba sin pisar mi casa desde que me declare la ultima vez, unos ocho meses antes, había jurado por lo más sagrado no volver a pisarla mas... De pronto regresamos de los carnavales y a los dos días aparece por mi casa con aparentemente semejante cambio de actitud, como para no estar con cuidado con ella sobre lo que querría. Me estuvo contando cosas de como se lo paso en el carnaval, yo también la conté algunas anécdotas sucedidas con Alba y sus dos amigas, pero en ningún momento le comente nada de nada de lo que sucedió entre Alba y yo, tampoco sobre como habíamos quedado. Ella por su parte no menciono nada tampoco sobre "el Veneciano", además por lo que dijo tuvo que estar todo el tiempo divirtiéndose únicamente con sus dos amigas, ni la mas mínima alusión a nada relacionado conmigo aparte de eso.

Demasiado tarde comprendí que había caído en su trampa, había estado matando el tiempo para que se nos echara la hora de comer encima, por el morro llamo a su compañera de piso para indicarla que se quedaba conmigo a comer tal y como hacía antes de nuestro último encontronazo. La conversación empezó enserio mientras preparábamos juntos la comida, fue entonces cuando "el Veneciano" salió de sus labios a la palestra... La pregunta además fue directa a más no poder...

- Rocío : Sergio, por lo que me he enterado… tú tenias un disfraz de época cuando te fuiste a los carnavales, me lo han dicho Javi y los otros, bueno también llevabas uno de pirata...

- Yo : ¿Y?

- Rocío : Pues eso, que no tiene importancia si me dices si tú eras el del disfraz de Veneciano o no...

Había estado pelando tomates por lo que aproveche el hecho de limpiarme las manos para poder pensar sobre ello y ver que le contestaba para no confirmarla nada de nada.

- Yo : Vuelta a las andadas otra vez... se puede saber que os ha pasado con ese tipo para que estéis tan emperradas en saber quién era... ¿Qué pasa, que os gustaba a alguna de vosotras?

Rocío se mordió un poco el labio, después de eso empezó a explicarme como conocieron a esa persona. Me estuvo contando casi todo el cachondeo que me traje con ellas, todo excepto evidentemente que me había follado a dos de ellas y masturbado hasta hacerla correr a la tercera. Tampoco que si a esa tercera, que era ella, no me la había follado no había sido porque me lo impidiesen, sino porque yo no había querido.

Me estuvo contando todo lo que paso, incluido lo de los colgantes, las rosas, lo que la dije sobre al agua que había en su Rosa y como lo llame. También lo de los mensajes que les mande a las tres a sus móviles. Después de esto se me quedo mirando fijamente, esperando que le contestase... la mire fijamente también y solté un suspiro. Deje lo que estaba haciendo y salí al salón, por el ventanuco le tendí mi móvil...

- Yo : Toma, revisa mi agenda de contactos, así veras quien esta y quien no...

- Rocío : No hace falta, si me dices que no te creo...

- Yo : Claro que sí hace falta, prefiero que mires tu misma que no te escondo nada extraño, toma mi móvil por favor, venga, cógelo... compruébalo tú misma, a ver si de ese modo dejas tus sospechas de lado de una vez…

Vi que se mostraba muy reacia a ello, aunque al final hizo lo que le pedí, pensé para mí que de ese modo no la estaba engañando, simplemente no le había contestado a su pregunta, seria ella misma quien se contestase. Yo sabía que en el móvil encontraría el teléfono de Ana, pero no el de María. Por costumbre, algo que poca gente sabía de mí, yo tenía dos listas, una en la memoria de la tarjeta Sim, y otra en la memoria del teléfono móvil, las actualizaba periódicamente para evitarme tonterías, esto lo hacia así porque tenía dos terminales que intercambiaba según me daba la vena. En la tarjeta no tenía el teléfono de María, pero en la memoria del móvil sí ya que del otro sitio lo borre en previsión de que pasase algo como esto y solo tenía activa la lista de la tarjeta Sim. Esperaba que de no darse cuenta del detalle alejase de forma más o menos definitiva sus sospechas sobre mí… aunque por otro lado conociéndola como la conocía, sabía que si estaba muy emperrada en ello no lo soltaría tan simplemente.

Efectivamente comprobó mis contactos sin fijarse de donde estaba leyendo la lista el teléfono igual que hacemos todos, la jugada me salió bien, creo que eso redujo muchísimos enteros sus sospechas sobre mí. Poco a poco se fue confiando y contándome cosas sobre "el Veneciano"... sobre cómo había sido de divertido estar con él esas noches, lo que habían hecho, el juego de seducción que se habían traído con él, pero siempre sin indicar que hubiese pasado algo mas con el... eso sí, me di cuenta de que no había soltado el bocado aun pese a lo del teléfono, ya que note que metía leves modificaciones en lo que contaba, sin duda esperando a que en alguna de ellas la corrigiese, algo que desde luego ni se me ocurrió, pero que si me llevo a estar muy pendiente de todo.

- Yo : Vamos, resumiendo, que las tres os estabais muriendo de ganas por tirároslo pero se os escapo vivito y coleando, ¿no?

- Rocío : ¡Pero qué dices tío...!

- Yo : Pues lo que tú me has contado con tantos rodeos, que el pavo os ponía como las motos pero se os escapo... además, te recuerdo que tienes novio y eso de ponerle los cuernos no está muy bien visto, aunque a nivel personal me di igual, ya sabes que desde siempre me ha caído como una patada en el culo...

- Rocío : Venga, ya, que yo no he dicho que se nos escapase... y... (Le interrumpí)

- Yo : O sea, que os lo calzasteis... (Me eche a reír) ¡¡¡Joder que fuerte!!!, ¿No te lo follarìas delante de las narices de tu novio, verdad?, vamos que como me digas que si me da algo de la risa...

- Rocío : Joder tío que no, que yo no me lo follé...

- Yo : Entonces fueron las otras dos... joder con Anita y María, luego parecen dos santitas, jajajajajajajajaja... joder con las que nunca han roto un plato... jajajajajajaja

- Rocío : Joder Sergio, que yo no estoy diciendo nada de eso, que...

- Yo : Pero vamos a ver Rocío, el tío os gusto, lo pillasteis por banda y os lo follasteis, ¿qué más da?... a mí me importa un pimiento tía, tampoco voy a ir diciéndolo por ahí. Me alegro que os divirtieseis... (Rocío me corto de forma brusca con una pregunta que me sorprendió)

- Rocío : (Se puso muy seria y torció la cara un pelín) ¿Te da igual si me lo folle o no?

- Yo : (La mire perplejo por su salida de tono) Vamos a ver Rocío, ¿se puede saber de qué coño hablas ahora...?, estas empezando a enfadarme en serio con todo esto, ¿sabes?. Llevas ocho meses pasando de mí, llevas años restregándome en los morros todos los tíos que te follabas o con los que sales. Eso sí, cuando te daban la patada te venias a llorar en mi hombro sin pensar ni por un instante si yo lo estaba pasando bien o no... ¿Me puedes por favor explicar ahora, a estas alturas, a qué coño vienes con esta pregunta?

- Rocío : (Reculo como nunca le había visto hacerlo) No sé, pienso que quizá te molestase y no querría hacerte daño otra vez Sergio, solo es eso...

- Yo : ¡¡Ahhhhh!!, vale, entiendo. Pues mira no, me da igual. Si te lo follaste y lo disfrutaste ole tus huevos, eso que abras salido ganando.

- Rocío : (De nuevo otra vez se puso seria y su voz me sonó rara) ¿Es por esa chica verdad? ¿En ella sí que te preocuparía?

- Yo : ¿Cómo? ¿De qué chica hablas ahora?

Era plenamente consciente de que estaba refiriéndose a Alba, pero no pensaba entrar en temas de ningún tipo referente a ella, y muchísimo menos con Rocío. No obstante pareció enfadarse aun mas cuando la conteste a su pregunta con otras.

- Rocío : Deja ya de hacerte el tonto, vale. Sabes de sobra que me refiero a esa tal Alba con la que te estuviste besando por cualquier lado...

- Yo : Vamos a ver Rocío, ¿se puede saber qué coño te pasa?. (Fingí sulfurarme un poco) Me besare con quien me dé la gana, creo que la última vez que nos juntamos para hablar de algo así que fue cuando me declare a ti. Y de lo que hablamos me quedo muy claro que yo debía de olvidarme por completo de ti como mujer, incluso casi de que existías. Pues bien, eso creo que ya lo he conseguido, y no creo que el que me guste otra sea un tema sobre el que tenga de darte a ti explicaciones de ningún tipo, ¡estamos!

Vi como pegaba un respingo ante mi aseveración y el tono de mala ostia que había empleado con ella. Con eso acababa de confirmarla que Alba me gustaba, y que con ella por fin había pasado pagina. Mi problema es que Rocío parecía ir de un tema a otro constantemente, pasaba del Veneciano a Alba de una pregunta para otra, creo que intentando pillarme en algún renuncio por despiste en uno u otro tema, ya que con el de Alba también estaba de lo mas esquivo. Volvió a empezar de nuevo con el tío disfrazado, al final me di cuenta de que no podía seguir así, antes o después terminaría cometiendo algún error delante de ella descubriéndome, de modo que cambie la táctica.

- Yo : Vale, supongamos que ese que tú dices hubiese sido yo... nos divertimos, jugamos con cachondeos, por lo que me dices incluso un poco subidos de tono... os lo pasasteis bien... ¿Qué problema habría en ello?

- Rocío : Pues que nos habrías mentido, y...

- Yo : Vamos a ver, que no me aclaro... os divertisteis con él, os lo pasasteis bien, pues ya está. Hazte a la idea de que fui yo quien estaba bajo la máscara y tan contentos todos... así le pones una cara de alguien simpático y arreglado...

- Rocío : Joder Sergio, que no es tan simple, en serio, ¿quiero saber si eras tú o no? por favor...

- Yo : Pero que más da tía... Joder Rocío ni que hubieseis follado las tres con él y quisieseis que os siguiera follando... jajajajajajaja (Me eche a reír aparentando no darme cuenta de que se había puesto repentinamente un poco pálida)

- Rocío : Jajajajaja... sabes, tienes razón... es solo que nos pica la curiosidad sobre él, créeme que es un tío que merecería la pena conocer...

- Yo : (Fingí una sonrisa maliciosa) Oye, que si es para intimar con él me apunto a serlo, ¡¡eh!!

- Rocío : Jajajajaja, si claro, y parecías tonto, no te fastidias ahora.

Después de esto Rocío pareció pasar de largo sobre el misterioso enmascarado de los carnavales, aunque por la forma de mirarme, de una forma totalmente especulativa, dude que se hubiese quedado conforme del todo con esta conversación. Entonces empezó a contarme cosas sobre esos días que paso en el carnaval, pero esta vez dejo de lado completamente al Veneciano, se limito a hablar sobre ella y lo bien que nos lo habíamos pasado viendo espectáculos, bailando, estando disfrazados... intento pillarme por el tema de los disfraces, y creedme que casi, casi, casi se me escapa el alquiler del disfraz de Veneciano... me salve por tablas, pero me di cuenta de que si hablaba con mis amigos terminaría por descubrir cómo era ese disfraz con todo detalle... Tuve claro que en cuanto Rocío saliera les llamaría uno por uno a los cinco para que no mentaran ni lo más mínimo sobre él, que si querían dijeran que era de época pero que no entrasen en detalle ninguno sobre el… aunque sabía que eso me supondría una batería completa de preguntas por su parte del motivo para pedirles eso.

Estaba a punto de irse de mi casa cuando me llamaron al teléfono, encontrándome con que era Carla, la amiga de Alba. Estuve hablando un buen rato con ella de broma, todo esto delante de Rocío que estaba casi para irse y tras esta llamada se quedo quieta sin mover un musculo para irse, atenta a toda mi parte de la conversación. Carla me llamaba para darme ánimos y asegurarme que esperara por Alba, que estaba casi convencida de que lo de su actual pareja no tenia solución, que confiase... en estos dos días que llevaban juntos por lo que me conto, el pollo la había cagado de lo lindo en ambos días… Eso me dejo claro que Alba no quería que perdiese mi interés por ella, si estas no tuviesen su consentimiento dudaba que Carla o Luisa fuesen a ponerse en contacto conmigo. Cuando colgué sonriente, fue cuando Rocío con una sonrisa forzada, muy forzada de hecho, me dijo que se retiraba, que ya hablaríamos mas adelante.

Durante todo el primer mes tanto Carla como Luisa me estuvieron llamando de vez en cuando para animarme a confiar en Alba, asegurándome que me estaba extrañando muchísimo y que cada vez su relación iba a peor, lo que no es que me sirviese de mucho que digamos, no es que viese algún final cercano por ello, se me estaba haciendo eterna la espera. Evidentemente pasábamos por encima de los temas escabrosos obvios... ella follando con su novio y posiblemente yo quizá echando una canita al aire por ahí. Entre Carla y Luisa supongo que porque no me debieron de ver muy bien cuando hablaban conmigo, me contaron una cosa sobre Alba. Me hicieron prometer que nunca le diría bajo ninguna circunstancia si lo nuestro salía adelante que me lo habían contado sin su permiso, además que se pusieron muy serias con ello. En gran parte fue por eso que pude aguantar manteniendo el tipo pese a mis rayaduras de coco, me hizo verlo todo con nuevas esperanzas.

En este mes otra cosa curiosa es que Rocío y sus dos amiguitas, María y Ana, se me acercaron muchísimo más que nunca. En Rocío podía entenderlo, podía achacarlo a que quisiese recuperar nuestra antigua relación de amigos íntimos, pero en las otras dos no. Ellas siempre me habían ignorado aunque Rocío hablase conmigo o quedase conmigo... para ellas solo parecía ser un mueble mas. Por si os lo estáis preguntando os diré que Rocío seguía con su novio, y los amigos de este seguían detrás de María y Ana para intentar llevárselas al huerto. Un fin de semana que mis amigos y yo coincidimos con ellas en una discoteca, se nos colocaron al lado, uniéndose a nosotros por la regla del "porque me da la gana". Tanto al novio de Rocío como a los otros dos no les hizo la menor gracia... pero las tres fueron de lo más claritas con ellos, o se unían o se iban por su cuenta, pero no pensaban dejarnos solos ese día.

Creo que me había confiado bastante tras este periodo de un mes en el que tanto Rocío como sus dos amigas parecía que habían perdido su interés por el Veneciano, pero no, no lo había echo. Solo los seis que originariamente pensábamos ir a los carnavales sabíamos que yo había llevado un disfraz con mascara, lo que no sabía ni había pensado siquiera en esos momentos, es que algún otro amigo y amiga, también tuviese conocimiento de que yo llevaba un disfraz de época cuando me fui a los carnavales porque estos cinco se lo habían contado mientras que yo estuve allí, y lo peor, de cómo era este disfraz exactamente.

Aprovechando que el novio de Rocío se había ido enfadado junto con sus dos amigos, empezaron a contar cosas de los carnavales, sacando al enmascarado a colación, aunque lo pintaron como un tío gracioso que se estuvo riendo de ellas cuanto quiso, pero muy majo. El problema vino cuando tras las risas de todo el mundo hicieron más o menos una descripción de su ropa, fue cuando se jodío la cosa… una de mis amigas metió la pata…

- Amiga : Anda, casi como el traje de época que llevo Sergio cuando fue allí…

- Ana : No me digas que Sergio llevo un disfraz de época además del de pirata

La sonrisita de Rocío al oír esto me dio grima, ya que suponía que solo sabía que era un disfraz de época, pero ahora acababan de medio detallárselo, capa y mascara incluidas… casi, casi me habían dejado al descubierto como el Veneciano.

- Amigo : Ya te digo, por lo que nos dijo Jaime (Uno de mis cinco “amigos” al que quise matar en ese mismo momento) debía ser más o menos de la época del que has descrito… Jajajajaja, anda que si llega a ser el… jajajajajajaja…

- Amiga : Entonces hubiese sido otro Sergio distinto del que conocemos… no te ofendas tío (me lanzo una sonrisa de buen rollo) pero no puedes ser tu, porque si fueses como el tío que han descrito ligarías muchísimo más de lo que lo haces ahora… aunque creo que si podías tomar nota… jajajajajaja…

- Yo : Gracias, eres todo un cielo de amiga… no hay nadie como tú para dar ánimos… Procurare no estar cerca cuando quieras deprimirme…

Las risas de todos fueron escandalosas, la de mi amiga la que mas por la contestación, me dio las gracias y todo la muy cabrona. A mi desde luego la conversación no me estaba haciendo la mas mínima gracia, sobre todo cuando vi la cara con que me miraba Rocío. No me hacía falta pensar mucho para saber que estaba pensando, en esos momentos estaba segurísima de que por fin me había pillado en un renuncio. Por otra parte sus dos amigas me miraban de una forma también un tanto curiosa… no tenía muy claro si era cara de “te vas a acordar como seas tú”, o bien cara de “pienso seguir desde donde lo dejamos en el carnaval”. Aunque por la cara que puso Rocío al mirar a ambas creo que era más probable lo segundo que lo primero, no las miro muy bien que digamos, y por como ellas le apartaron la vista… en fin, que ya me vi metido en un lio.

Esa noche cuando nos fuimos Rocío se pego a mí como una lapa, al final terminamos por quedarnos los dos solos de camino a casa, ya que como dije anteriormente, termino discutiendo con su novio y este se largo antes. La verdad es que ella vivía cerca mío, por lo que en cierto modo era lógico que se fuese conmigo ya que su casa pillaba de camino hacia la mia. Cuando iba a girar con el coche para dejarla allí me dijo que no lo hiciese, que siguiese hasta mi casa, que teníamos que hablar…

No dije ni media, seguí de camino a mi casa. Espere a que estuvimos dentro para dirigirme a ella, antes no quise hablar por no discutir en medio de la calle…

- Yo : Ahora que pasa…

- Rocío : No se, dímelo tu, curioso eso del disfraz, ¿no crees?, no has dicho nada sobre el… su máscara o su capa negra…

- Yo : Para que voy a decir nada Rocío, para que hagas lo que ahora, para que ya das las cosas por sentadas

- Rocío : Y que quieres que haga, mira Sergio, te voy a ser muy clarita… desde el primer día que te vi, aunque te fueses con tu amiguita comiéndoos a besos… he sospechado que ese enmascarado eras tú…

- Yo : Vale, ¿y porque tengo que ser yo según tu?

- Rocío : Porque se movía como tú, porque tenía muchos gestos tuyos, porque algunas de sus expresiones se parecían a las tuyas como gotas de agua y porque sus maneras, pese a que trataste de disimularlo, se parecían en cierto modo a las tuyas.

Sabía que precisamente había tenido muchísimo cuidado en evitar hacer todo eso que ella decía de forma acusatoria, no obstante es posible que en algún momento me olvidase de fingir y simplemente fuese yo, también era posible que ciertamente Rocío se diese cuenta de ello ya que me conocía perfectamente. Pero por su forma atropellada de hablarme me di cuenta de que solo eran sospechas, no tenía todavía ninguna certeza, aunque eso del disfraz ahora la tenía casi convencida… Estuvimos hablando casi durante hora y media sobre el asunto, intente hacerla desistir de sus sospechas sin el menor éxito…

Estaba por irse ya cuando me di cuenta de un detalle que me había pasado por alto antes, estaba tan enfrascado en mi discusión, en evitar que me pudiese poner alguna trampa que no me había fijado bien en ella. Cuando nos levantamos y estábamos a punto de darnos un abrazo con un beso a modo de despedida me di cuenta de un detalle, sus pezones parecían querer perforar la finísima blusa que llevaba. Mis ojos se posaron fijos en sus afilados pezones marcándose en la blusa. Vi como ella siguió mis ojos y al ver lo que pasaba se ruborizaba, intento taparse pero se lo impedí abrazándola... en algún momento de la noche en una de las que fue al servicio se había quitado el sostén…

Hice lo que jamás de los jamases habría intentado hacer con ella, lo que nunca hice cuando de verdad estuve pillado por ella, abrazarla, pasar un brazo por su cintura atrayéndola hacia mí, mientras el otro acudía a su nuca, sujetándola para evitar que pudiese rehuir mi beso. Mi boca se aplasto contra la suya, penetrando mi lengua rápidamente en busca de la suya. Intento rechazarme pero no rebaje mi fuerza en lo más mínimo, ni me inmute para nada.

Sus manos se posaron sobre mis hombros haciendo fuerza para apartarme… no cedí terreno, poco a poco ella fue quien cedió, poco a poco su lengua empezó a enredarse con la mia. Llego el momento en que su lengua colaboro plenamente con la mia, entonces afloje su cintura para acudir con la mano sobre su culo, apretándola con fuerza contra mí, aplastando su pubis contra mi endurecida polla. Por entre sus labios salió un leve gemidito al sentir contra ella mi dureza.

Mi otra mano abandono su nuca yendo también sobre su culo, la sujete con fuerza por él, cada mano en un cachete, haciendo que sus piernas rodeasen mi cintura y de ese modo me la lleve hasta mi habitación. Por el camino sentí como su cintura hacia leves movimientos de frotamiento contra mí pelvis, escapándose algún que otro gemido de su boca. Cuando llegue al a cama la tumbe sobre ella, situándome entre sus piernas, alzando un poco mi pelvis para permitir que mi mano alcanzara su tanga y se lo arrancara de un tirón… sus manos me desabrocho el pantalón sacándome la polla. La cabeza de esta se situó sobre la entrada de su sexo, penetrándola en medio de gemidos de ambos.

Estábamos besándonos mientras me movía encima suyo, mis caderas se movían sin parar, embistiéndola con fuerza, mientras las suyas se acompasaban perfectamente a mis movimientos, entregándose plenamente a la follada. Yo sabía que ella tomaba la píldora para regular su menstruación, por lo que no me preocupe por no haberme puesto preservativo. Estuve empujando cada vez mas fuerte mientras ella seguía gimiendo como loca, yo bufaba por el esfuerzo que hacia al embestirla mientras que con una de mis manos le acariciaba uno de sus descubiertos pezones, mientras sentía como mis bolas se iban llenando cada vez mas de leche y esta empezaba a amenazar con asomar por la punta de mi pene y explotar.

Estaba a punto de correrme cuando sentí como Rocío se tensaba debajo de mí, dando un grito al correrse, acelere rápidamente para alcanzar mi orgasmo también. Cuando mi leche empezó a salir dentro de su coño también yo solté un bufido al sentir el placer del orgasmo, y el morbo de haberme follado por fin a la musa de mis sueños de los últimos años. Confieso que en lo único que pensé es en que me acababa de follar a Rocío, que habíamos echado un polvazo y había sido una autentica pasada.

Me incorpore sacando de su interior la pija, chorreando mezcla de sus jugos y mi leche… rodé hasta quedar tumbado jadeante junto a ella. Ninguno de los dos dijo nada de nada, de repente cuando se hubo recuperado un poco se levanto bajándose la falda que llevaba y saliendo medio a la carrera hacia el salón conmigo detrás…

- Yo : Rocío se puede saber que pasa…

- Rocío : Nada, solo que esto no debía de haber pasado…

- Yo : Bueno pues ha pasado, no te rayes ahora, quédate a dormir y mañana lo hablamos si quieres…

- Rocío : No… debo de irme a casa… no puedo quedarme, de verdad…

- Yo : Espero que me termino de vestir y te acompaño por lo menos…

- Rocío : No déjalo, no te preocupes… adiós…

Vi como salía por la puerta a todo correr con rumbo a su casa… me quede pensativo mirando la puerta cerrada. Me asome a la ventana y vi como Rocío desaparecía calle abajo a la carrera casi. Estaba claro que se arrepentía de haber follado conmigo, no sabía si por su novio, simplemente por haber follado conmigo o era por alguna otra cosa, en todo caso me sorprendí pensando que me daba absolutamente igual. No me arrepentía de habérmela follado, es más, me había encantado hacerlo… tampoco tenía dudas de que desde luego me habría gustado poder follàrmela durante toda la noche y por todos sitios, no solamente ese polvo rápido que habíamos echado y que me estaba empezando a saber a muy poco.

Un poco después me dio un el bajón al pensar en Alba, en lo que pudiese decir ella si se enteraba, si aceptaba estar conmigo, aunque no fue por mucho tiempo al recordar su situación. Luego sufrí un pequeño ataque de celos al pensar en lo que estaría haciendo ella en esos momentos, empecé a pensar en que sin duda esa misma noche de sábado, con seguridad habría estado follando con su novio en su casita… Me fui a dormir a la cama un tanto jodido… y no lo digo precisamente por el polvo con Roció.

CONTINUARA