El Veneciano - 5

Aparece por sorpresa el novio de Alba. Sergio comienza a tomar decisiones guiado por los celos… lo que nunca suele ser bueno.

EL VENECIANO - 5

Cuando deje a Rocío, casi tuve que volver a la carrera a mi hotel, iba con el tiempo justo para poder ducharme, cambiarme e irme a ver a Alba de nuevo. Salí de mi hotel escopetado, con mi disfraz de Brujo puesto. Cuando llegue al local donde Alba trabajaba esta me recibió con una enorme sorpresa... su novio había venido a verla, estaba delante de ella, sentado en la barra. No llegue ni a acercarme, Carla y Luisa me salieron al paso, explicándomelo en voz baja y pidiéndome por favor que me fuese de allí, que no le montase a Alba ningún espectáculo.

Justo cuando iba a salir, me volví para mirar a Alba, quizá por última vez, vi como ella tenía su vista fija en mi, también vi como hacia un gesto de "hasta luego", por lo menos no era uno de "hasta siempre", aunque vano consuelo. Os aseguro que los celos me comían por dentro, solo de pensar en ella y en el pavo ese.

El problema fue que hice la mayor estupidez que se podría hacer en el mundo. Dado que solo existía un disfraz que ella no hubiese visto, aunque si supiese de él, y que este tenía un mascara que impediría que se me viese el rostro, pues salí de estampida a mi hotel para cambiarme, no estaba dispuesto a perderla de vista por ninguna causa. Llegue cuando estaban cerrando, vi desde una esquina como salían los cuatro del local y caminaban calle abajo en dirección al centro, rumbo a los locales de diversión.

Era viernes, punto álgido de los carnavales, la gente estaba por las calles disfrazada, de modo que pasaba totalmente desapercibido. Vi como él una de las veces intento cogerla por la cintura y ella le quito la mano de allí, tuvo un breve intercambio de palabras con gesto serio pero continuaron andando juntos, una al lado del otro. Observe que Carla y Luisa iban pendientes de todo el que estaba cerca de ellas, observando a la gente con lupa, me di cuenta de que estaban buscándome, sin duda pensaban que no me habría quedado tan campante con eso de "por favor vete y no líes ninguna"... Me esmere en procurar que no me descubriesen.

Algo que me llego como un directo al hígado fue cuando ambos se cogieron de las manos para andar, esperaba que Alba se la retirara, pero no fue así, mantuvo su mano cogida de la de él. Los demonios me llevaban al verles de esa guisa, juntitos de la mano, ¡¡¡Dios que mal lo pase!!!.

Por puro azar, o más bien como una jugarreta del destino fueron a entrar a un local donde nunca habíamos estado antes, pero en el que curiosamente me fui a encontrar también con Rocío, Ana, María, el novio de Rocío y sus dos amigos... de nuevo, debían de haber regresado para pasar el último fin de semana de carnaval con ellas, cojonudo de verdad.

El problema es que al no conocer el local, y no saber cómo era, que zonas eran óptimas para poder pasar desapercibido, me localizaron sin tardar mucho, lo malo de esto, es que me localizaron los dos grupos. Nada mas verme Rocío y las otras dos se pusieron tensas, no os digo nada cuando me vio Alba, ella sabia del disfraz porque se lo había descrito con detalle, pero no pensé que me reconociese así de sencillo, vi como se me quedo mirando detenidamente. No sé que se me paso por la cabeza en aquel instante, para hacer lo que hice...

Le hice a Alba una leve reverencia a modo de saludo y reconocimiento, vi que hizo que su cara se pusiese aun más tensa al cerciorarse de ese modo que realmente era yo. Pero ni os digo la cara que puso cuando vio lo siguiente que hice, que fue saludar de forma discreta a Rocío y las demás, la cara de Alba se transfiguro, si a mí no me había hecho la menor gracia lo de su novio, no os digo a ella lo de las otras y delante de sus morros, mas cuando vio con toda claridad como Rocío daba esquinazo a su novio para irse directa, por un sitio oscuro y lleno de gente donde casi no se la podía ver, rumbo a mi encuentro... los ojos de Alba juraría que lanzaban fuego.

Os aseguro que estaba coladísimo por Alba, pero en esos momentos los celos no me dejaban ver más allá de mis narices, solo pensaba en que si ella estaba con él, a ver porque no podía estar yo con Rocío también delante de sus mismos morros, igual que ella conmigo. Cuando vi como Rocío se separaba para venir a mi encuentro todo en lo que podía pensar era en liarme con ella para que Alba sintiese lo que yo estaba sintiendo al verla con él. Para colmo ella debía de estar tan celosa o más que yo, porque hizo algo que no había hecho hasta el momento que yo hubiese visto, que fue pegarle un morreo de escándalo a su novio, además lo hizo sin dejar de mirarme ni un solo instante, con los mismos ojos llameantes de furia.

Confieso que en ese momento solo tenía una idea fija en mente, ser realmente Casanova en toda su extensión, pensaba en follarme a Rocío ante los mismísimos morros de su novio, de Alba y a tomar por culo con las consecuencias de ello, reconozco que tenía unos celos que ni veía. Cuando Rocío llego a mí con una sonrisa de oreja a oreja me soltó nada más llegar un...

- Rocío : Hola Casanova... no me has dado tiempo ni a decidir qué hacer mañana, si ir a verte con ropa interior o sin ella...

- Yo : (La cogí por sorpresa, sujetándola del brazo, haciéndola girar para quedar abrazándola por la espalda, pegándola a mí como una lapa mirando directamente hacia Alba, pero situados de forma que el resto de su grupo no pudiese vernos) Quizá es que no pueda pasar sin probaros bella dama... vuestra belleza ha ido lentamente acrecentado mi insano deseo por vos...

Nos envolví en la capa, pero permitiendo que Alba se diese perfecta cuenta de que una de mis manos empezaba a acariciarla uno de sus perfectos pechos antes de taparnos. Cuando cerré la capa había demorado lo suficiente como para que pudiese ver perfectamente como una de mis manos se cerraba sobre uno de sus pechos acariciándoselo, también de que se diese cuenta de la cara que ponía Rocío al sentir mi mano. Vi como Alba se mordía los labios al ver aquello, hubiese jurado que se hizo incluso sangre, por la reacción de su novio al ofrecerla un pañuelito para que se limpiase. También porque el papelito después de pasárselo por los labios al retirarlo me pareció que dejo ver una mancha de color carmesí.

Rocío mientras no decía nada, parecía que se hubiese abandonado a mis avances. Recostó su cabeza sobre mi hombro mientras mi otra mano bajaba rauda hacia su coño, llegando a él sin excesivos problemas, empezando a acariciárselo sin parar, masturbándola suavemente mientras soltaba algún que otro gemidito. Rocío parecía que seguía empeñada en que el Veneciano debía de ser yo, porque...

- Rocío : Sergio, Sergio... por favor... que me haces... por favor... que me haces...

- Yo : Te voy a hacer el amor mi preciosa Helena... solo espero que ese tal Sergio al que tanto mentáis no aparezca para interrumpirnos...

- Rocío : Ahhhh... no tranquilo... está en la... ahhhh... barra entretenido por mis amigas.... ahhhhh

- Yo : Ahhhh... el famoso Sergio es tu novio en tal caso...

- Rocío : Nooooo... mi novio se... ahhhhhh... llama Álvaro... uhmmmmm... siiiiii.... (Estaba en ese momento usando el pulgar sobre su clítoris a la vez que la follaba con tres dedos) el otro... es una amigooooooo...  eres tuuuuuuuuu... ahhhhhhhhhh...

- Yo : Solo por ver con cuanto cariño lo mentas me gustaría que fuese verdad noble Helena... (Susurrándola al oído) Me gustaría ser el tal Sergio... (Parecía que se me fuese a derretir en los brazos) solo para poder hacerte gemir como ahora hago mientras piensas que mi humilde persona es el...

- Rocío : Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh...  Siiiiiiiii... me corroooooooooooo....

Cuando empezó a elevar el tono abandone sus pechos para taparla la boca introduciéndole dos dedos en ella mientras mis ojos no perdían de vista la cara de Alba, justo en medio de su orgasmo cambie las manos de sitio, metiéndola esta vez los dos dedos que tuve en su coño en el interior de su boca, susurrándola al oído que me los lamiera. Mientras que la mano con que antes le tapaba la boca pasaba a sostener bien sujeta la capa. Levante la cabeza mientras la sostenía firmemente contra mí, restregando mi polla contra su culito buscando a las otras dos amigas de Rocío. Cuando localice al grupo por como su novio miraba en todas direcciones me di cuenta de que no tardaría mucho en salir en su busca con sus amigos. También mire hacia donde estaba Alba, para ver que hacía y vi como seguía fija en nosotros, no nos quitaba ojos de encima... tenía una cara que ya, ya... cuando vio que la estaba mirando de nuevo desvió su cara en otra dirección, como quitándome importancia, aunque no dejo de mirar de reojo en ningún instante… sus celos le podían, y mucho, observe que le podían muchísimo.

Lo malo es que había masturbado a Rocío, había hecho que se corriera en dos ocasiones en el mismo día, la tenía totalmente entregada, aunque estaba muy claro que sigua pensando que yo era quien estaba bajo el disfraz del Veneciano. Era muy peligrosa, me di cuenta de que espiaba el menor de mis gestos o vocabulario pese al estado de excitación en que se encontraba, intentando encontrar algo que la diese la prueba necesaria de que el Veneciano era yo. Seguro que estáis pensando que con quitarme la máscara estaba arreglado, pero pienso que tenia cierto miedo a equivocarse, que con ello llegase al final de este juego de seducción y misterio que tenían conmigo... también estaba más que seguro que lo de quitarme la máscara lo intentarían llevar a cabo el ultimo día de carnaval, antes de volver para sus casas... algo que desde luego no pensaba permitirlas.

Cuando vi que por fin su novio se ponía en marcha la mande de camino a interceptarlo para evitar que la descubriese en situación comprometida, algo que vi que hizo con cierta desgana. Le recordé que al día siguiente quería que fuese sin ropa interior... no la vi excesivamente convencida de ello, le remarque que si quería que nos amaramos antes de terminar los carnavales así debería de ir, de lo contrario no sucedería nada entre ambos, le dije que era una especie de prueba para ver hasta donde llegaba su deseo por mí. Cuando se dio la vuelta para irse aproveche para moverme rápido con intención de escabullirme. Paradójicamente Alba con su afán de que no me diese cuenta de que estaba pendiente de mi atraves del espejo de la barra mientras estaba con mi amiga, llego un momento en que me había vuelto la espalda por completo, algo que no me gusto… es más, extrañamente me enfado bastante.

Me dirigí hacia donde estaban ellos, con cuidado y educación solicite permiso para poder pedir en la barra, situándome entre Alba, su novio y los demás, mientras ella no me perdía de vista por el espejo. Alba iba disfrazada de Amazona, con una faldita tableteada, con altas botas y medias que hacían aun más excitantes de ver sus perfectamente torneadas piernas. Pedí un refresco con una pajita, vi como el novio de Alba al oírme tubo que girar la cara para no reírse, momento que aproveche para meterle mano a Alba en el culo por todo el morro. Levante un poco su faldita y metí mi mano por debajo, estirando dos dedos que puse en su entrepierna, haciéndolos llegar a su rajita por encima del la fina tela de su tanga… vi en el espejo como se mordió los labios para no emitir ruido ninguno al sentir mis dedos.

Mientras el novio hacia esfuerzos por no reírse de mi petición, yo estaba acariciando la rajita de alba escudado en mi capa, nadie podría haber visto nada de nada debido a eso. Cuando comprobé que era un tanguita lo que llevaba, volví hacia su culo, sujetando su hilo, tirando hacia atrás para que la tela se fuese poco a poco introduciendo en su coñito, acariciándola el clítoris al moverse... estuve demorándome un poco hablando con el camarero, poniendo voz nasal, lo que vi que hacia aun más gracia al novio. Mientras ni ella ni yo nos perdíamos de vista atraves del espejo… No podía evitar sonreír irónico bajo mi mascara pensando en el novio, mientras él se reía de mi voz yo metía mano y masturbaba a su novia en sus mismísimos morros sin que se diese cuenta.

Me di cuenta tanto por su cara como por el resto de su cuerpo cuando Alba alcanzo el orgasmo, se mordió con más fuerza para evitar gemir de placer, se sujeto con todas sus fuerzas a la barra y le temblaron un poco las piernas. Solté el hilo trasero de su tanga y metí la mano hacia su coño estirando mis dedos, embadurnándomelos con su flujo... con la otra cogí mi bebida para irme, al darme la vuelta me agache un poco y en susurros le dije al oído...

- Yo : Cuando salga de aquí lameré el néctar que impregna mis dedos a tu salud... te saboreare como al buen vino... te quiero Alba…

Me perdí en dirección a la puerta. Cuando llegue a ella me volví para mirar que hacían unas y otras. Me encontré con que todas parecían haberse puesto de acuerdo para mirarme, con muchísimo cuidado, sin dirigirme a ningún lado en particular hice una profunda reverencia de despedida... Lo mejor es que mucha gente lo vio y entre el cachondeo se pusieron a vitorearme y aplaudirme. Me largue de allí tranquilamente hasta la primera esquina, después me pegue una buena carrera, lo último que quería es que alguna de ellas me siguiera esa noche... lo cierto es que no estaba nada bien, por muy divertido que os pueda parecer lo que había sucedido hasta el momento.

Necesitaba pensar detenidamente, había masturbado a Rocío delante de Alba solo para darla en los morros, porque ella estaba con su novio, lo que no es que fuese lo más inteligente del mundo si lo piensas detenidamente. Por otro lado después había masturbado a Alba también sin contar con haberme declarado en ese mismo momento pese a todo lo que me dijo de que le diese tiempo... mis pensamientos eran un caos completo. Mi móvil en ese momento recibió un mensaje, era de Alba, y decía textualmente... "eres un hijo de puta"... lo que no es que me dejase mejor que antes precisamente. Para terminar de arreglarlo estaba aun mas celoso que antes de que ella estuviese con su novio, cosa legitima. La cosa en cierto modo no dejaba de tener su miga, porque que supiese el único que se había follado a alguien había sido precisamente yo, a María concretamente... sin contar con las masturbaciones varias tanto a Rocío como a la propia Alba, era genial, estaba tirándolo todo por la basura como un gilipollas.

Esa noche decidí largarme a la cama para no terminar de joderla más aun. Al día siguiente me arme de valor y llame a Alba para quedar con ella sin conseguir que me contestase, decidí llamar a Carla, y esta medio el mazazo, Alba se había ido por la mañana con su novio, no sabían ni ella ni Luisa el porqué de tan repentina decisión, estaban perplejas por completo. Debo confesar que se me cayó el mundo a los pies, estuve llorando un buen rato, con el corazón hecho trizas, la había cagado pero bien cagada con ella... yo sí que podía imaginarme porque se había ido de un modo tan brusco.

Estuve mirando de adelantar también mi regreso pero no pude, no encontré nada de nada. Me resigne a quedarme los dos días que me quedaban, o mejor dicho, el presente día, la noche e irme al día siguiente. Lo primero que pensé es no salir esa noche a ningún sitio, pensaba quedarme en el hotel... entonces fue cuando el cielo se abrió y los ángeles aparecieron tocando sus arpas... o lo que es lo mismo, recibí un mensaje de Alba en el móvil.

Me decía que su abuela se había puesto mala y se había tenido que ir corriendo (lo que me sonó a falso) que recordara lo que habíamos hablado, que quería que saliera esa noche e intentara llegar al máximo posible con mis amigas. Me pidió por favor que no la llamara o la mandara ningún mensaje, que la diese tiempo, que lo necesitaba para aclararse y si seguía en contacto conmigo no podría, pero que tanto Carla como Luisa no entraban en eso, que si quería podía hablar con ellas. Le mande un mensaje preguntándola cuanto tiempo necesitaba exactamente. Ella fue muy precisa con su respuesta, tres meses, tiempo de sobra para aclararse, pasado ese margen ella misma me llamaría para decirme si quería intentarlo conmigo, en el caso de que yo todavía estuviese interesado en ella y mis preferencias no hubiesen cambiado... No lo tenía claro, pero por lo que dijo deduje que si no recibía su llamada en esos tres meses seria porque no le interesaba intentarlo y que seguiría con su novio de siempre... Me quede con la duda sobre ello, pero por algún motivo no me atreví a perderle que me lo aclarara… estaba despistado con lo de sus dos amigas, eso era tanto como mantenerme al corriente de todo… ¿o no?

Saque de nuevo de la maleta mi traje de Veneciano, sería la última noche... estuve pensando en cómo dar la campanada con Rocío y las otras dos… y se me ocurrió una brillante idea para desconcertarlas aun mas a las tres. Estuve buscando hasta que lo conseguí encontrar... me costo, pero conseguí lo que me propuse. Yo sabía que días eran el cumpleaños de las tres, el de Rocío evidentemente era normal que lo supiese, pero no así el de las otras dos... yo lo sabía porque Rocío siempre me contaba lo que las regalaba o me metía en la búsqueda de regalos para sus dos mejores amigas, pero dudaba que pensara que yo con lo dejado que era para todas esas cosas me fuese a acordar de ello. Lo cierto es que era muy dejado con esos detalles salvo que Rocío estuviese por medio, motivo por el que lo recordaba perfectamente.

Prepare una pequeña sorpresita para las tres... una rosa de color rojo intenso semicerrada para cada una de ellas, en su interior guarde unos colgantes con sus signos del zodiaco. Lo cierto es que los colgantes los compre en unos chinos, de modo que me salieron a menos de diez euros los tres, no os penséis que me deje una pasta, que no se trataba de eso, solo era el detalle. Hice alguna que otra cosita mas para ellas, quería sorprenderlas y de paso dejarlas sin tener tan claro quién era el que estaba bajo la máscara de Veneciano… también por qué negarlo, por joder a los tres maromos con los detallitos.

Salí del hotel directo a buscarlas por los locales, sabia sin género de dudas a qué hora estarían en el local de siempre, pero quería intentar sorprenderlas antes de que llegasen allí. Me costó pero lo conseguí, las vi entrando con los tres tipos en una discoteca, una de las más "in" de la ciudad. Entre cinco minutos después de entrar ellos en su interior... con mucho cuidado fui buscando donde estaban hasta lograr localizarlos. Vi cierta tensión entre ellos y ellas, cosa que me alegro porque era algo que podía aprovechar para acercarme a ellas y que los otros no se diesen cuenta tampoco esta vez. Había decidido aprovecharme todo lo posible de mi “extraño” acuerdo con Alba, antes de que aquello se solucionase pensaba follarme a esas tres a poco que pudiese… aunque con cuidado de no pillarme los dedos con lo del disfraz.

Me moví en su dirección cuando me pare en seco al darme cuenta de un detalle, Rocío llevaba una blusa que medio se transparentaba, dejando ver su sostén... no me había hecho caso y había acudido con ropa interior... me retire para replantearme el plan que me había trazado, después de esto, no pensaba intentar nada con Rocío... otro cantar eran las otras dos, concretamente Ana, ya que a María ya me la había follado y me interesaba menos que su amiga. Por otro lado pensé que realmente el follarme a Rocío como Veneciano podría suponer un autentico problema… la creía muy capaz de hacer algo del estilo de soltarme algún arañazo para poder después reconocerme y así saber si el que estaba bajo la máscara era yo de verdad o no aprovechándose cuando regresáramos de nuestra… aun supuesta amistad. Si me descubría se podía poner muy difícil mi futura relación personal con ella, y tampoco era plan de romper del todo esa leve amistad que todavía parecía unirnos lo suficiente como para recuperar lo que tuvimos en su momento… que conste que pese a esto tenía intención de follàrmela de todas formas, pero pensé que el hacerlo como Veneciano no fuese lo más inteligente del mundo, ya la había cagado bastante hasta el momento.

No dejaba de asombrarme mi capacidad de análisis con esas tres ahora que no estaba mortalmente colado por Rocío, posiblemente ahora mismo el problema de no dar pie con bola lo tenía con Alba… y creedme que lo estaba pasando mal al respecto, sin saber que decidiría o que estaría haciendo en esos momentos con su novio. Decidí dejar de pensar en Alba ya que lo que fuese no estaba en mi mano, empecé a prepararme para esta última noche con Rocío y las otras dos.

Me acerque a la barra, en una posición en la que las tres pudiesen verme perfectamente. Pedí lo de siempre, un refresco con pajita, me lo empecé a beber tranquilamente con mi cara hacia ellas, las tres se dieron perfecta cuenta de que no cesaba de mirarlas ni un solo instante. Vi como María se separaba disimuladamente para dirigirse al servicio, al segundo las otras dos se movieron con ella con la clara intención de acompañarla... algo que en su cara se vio que molesto a María.

Tras esto cambiaron varias veces de local a lo largo de la noche, yo seguía sin acercarme a ellas hasta que llegaron a una enorme discoteca, unas de las principales de la ciudad. Allí mas o menos siguió como en los anteriores, las tres marcándose unas a otras para evitar que alguna pudiese acercarse a mí. Pero sin embargo en esta ocasión me vino genial que fuesen las tres al servicio, ya que ocurrió algo que me permitió actuar.

Lo gracioso es que sin pretenderlo me lo pusieron a huevo al ir las tres juntitas, se separaron de los chicos sin que estos sospecharan nada de nada o pretendieran ir con ninguna. Me fui tras de ellas, las vi entrar en el servicio de señoras. Me fije detenidamente en el, lamentablemente como era natural había cola para entrar, no paraban de pasar chicas por su puerta, entrando o saliendo. Pero vi una cosa que me dio una idea suicida por completo, se me acababa el tiempo y decidí arriesgarme con ello. En una de las que se abrió las puerta cuando entraron, pude ver en que baño entraba cada una de ellas, y en la siguiente vez que la puerta se abrió, vi como dos chicas entraban juntas en otro de los cubículos de los servicios. Algunas de las chicas llevaban disfraces de chico, o disfraces que le cubrían por completo el cuerpo, solo se sabía que eran chicas por la cara y sus gestos, de modo que me retire un instante, lo justo para ponerme los finos guantes que llevaba como parte del disfraz y así disimular lo más posible mis manos de hombre.

Le eche todo el morro del mundo y me metí en el baño de señoras aprovechándome de mi disfraz, algunas me miraron raro pero nadie dijo nada de nada... Amanere un poco los gestos al entrar, pero mi capa completamente cerrada sobre mi disimulaba perfectamente mis formas. Ninguna pareció darse cuenta real de que yo era un hombre... afortunadamente la primera en salir del baño fue Ana... cuando se encontró conmigo de frente al abrir la puerta pego un respingo de cuidado. Yo cogiéndola por la cintura me metí con ella otra vez dentro. Una vez allí le puse un dedo en los labios a modo de indicación de que estuviese callada. Me di la vuelta y cerré la puerta del baño con el pestillo.

Cuando me di la vuelta no me dio tiempo a casi nada, la propia Ana se apresuro a bajarme la bragueta metiendo su mano hasta alcanzar mi polla. Al oído me dijo que me sentase en la taza, que estaba deseando que fóllaramos... hice lo que me dije, me senté con los pantalones y los bóxer en los tobillos, entonces ella se sentó sobre mi empalándose lentamente, usando mi hombro para ahogar los gemidos que empezaban a escapársele mientras se enterraba mi miembro. Una vez lo tubo dentro de ella por completo, empezó a moverse despacio, sin brusquedad, con suavidad, pero estrujándome la polla por completo con su vagina.

Mientras ella cabalgaba yo movía mi cintura acompañándola en su movimiento para hacer las penetraciones lo más intensas posibles. Llego un momento en que Ana se alzo, se quedo sentada sobre mí con los brazos estirados en cruz, con las palmas haciendo fuerza sobre los laterales del cuartito del baño mientras que me cabalgaba... con los ojos brillantes, la boca entre abierta, aguantando como podía los jadeos y gemidos. La sujete por la cintura ayudándola a subir y bajar sobre mi polla, ayudándola a acelerar sus movimientos... Hubo un momento en que parecía que estuviese ida por completo... puso los ojos en blanco y se soltó de una de sus manos para meterse el puño en la boca, aunque aun así no pudo evitar soltar una largo gemido de placer... mientras se corría.

Cuando se levanto le vi las intenciones de hacerme una mamada para que me corriese, cosa que impedí, hice que se diese la vuelta, metí mi mano hasta llegar a su coño, pasándole dos dedos por su rajita, empapándolos en sus jugos. Hice que se diese la vuelta. Hice que se situase medio inclinada con las piernas separadas, me situé tras de ella, poniendo mi polla en la entrada de su coño de nuevo, metiéndosela hasta el mango de un solo golpe. A la vez puse en sus labios los dos dedos impregnados de sus flujos, dedos que lamio con gula mientras mi otra mano le acariciaba los pechos suavemente.

Empecé a embestirla con fuerza, mientras ella se apoyaba en sus brazos contra la pared para evitar que la pudiese incrustar contra ella. Dejo de lado todo disimulo, gimiendo y jadeando sin cortarse ni un pelo. En cuestión de cuatro o cinco minutos nos corrimos ambos casi a la vez, le llene el coño de leche. Tras esto nos vestimos y salimos fuera, vi como algunas de las chicas que allí había nos miraban sorprendidas, también vi como nos miraban María y Rocío, pero sobre todo Rocío... que carita de mala ostia que tenia la niña, daba grima verla mirarte así.

Salimos los cuatro del servicio, yo con mucho cuidado con ella, no fuese que tratasen entre las tres de quitarme la máscara. Me di cuenta en seguida de que me llevaban a un lugar "apartado" del local, amén de oscuro... Cuando llegamos donde ellas querían no las deje prácticamente hablar... hice mi movimiento final con las tres.

Con gesto teatral saque de mi capa tres brillantes y coloridas Rosas Rojas... cuando las cogieron se dieron cuenta de que de entre sus pétalos salía un cordoncito, al tirar de él salió un collarcito con el signo del zodiaco de cada una de ellas... Vi como sus ojos se abrían asombrados al verlos, eso las descoloco. Acto seguido y sin dejar que se recuperaran saque otra rosa mas, esta vez una rosa negra perlada de gotas... delicadamente puse una en manos de cada una de ellas...

- Yo : Mis queridas damas, aceptar por favor como gesto de despedida estas rosas de negra tristeza en cuyos pétalos ya brotan las lágrimas del amanecer...

- Rocío : ¿Lagrimas del amanecer?

- Yo : Si bella dama... esa lagrimas de las que vos tomáis el nombre... el Rocío, las lagrimas del amanecer...

Vi como las tres se quedaban con la boca abierta, ya que en ningún momento mientras habían estado conmigo todas estas noches, ninguna de ellas se había referido a Rocío por su nombre... y yo la acababa de llamar por él. Aprovechando que todavía estaban con la boca abierta mirándose mutuamente sin saber bien que hacer, me largue a toda prisa de allí, metiéndome en el medio de la pista de baile entre todo el mundo, cuando llegue al centro me encorvé para permanecer por debajo de los de mi alrededor y que no pudiesen verme ni aun poniéndose de puntillas. Cuando quisieron reaccionar fue demasiado tarde como para poder encontrarme en el local, había aprovechado para esconderme de ellas. Cuando me asegure que se daban por vencidas me moví de mi escondite, abandonándolo y regresando a mi hotel a toda velocidad. No creía que supiesen cual era, pero una llamada a mis amigos o a alguna amiga común y podrían obtener la información, las creía muy capaces a las tres de presentarse allí para comprobar si el que se escondía tras la máscara era yo o no. Afortunadamente no paso nada de eso.

Al día siguiente para hacer aun mas "intenso" el juego, acudí a un ciber nada más que abrió. Desde una página Web de internet mande un mensaje a cada uno de sus tres móviles despidiéndome de ellas, asegurándolas que disfrute mucho con las tres, aunque en el mensaje de Rocío hacia hincapié en que fue una lástima que no hubiese hecho lo que le pedí de la ropa interior. No pude menos que reírme al imaginar las caras de las tres al darse cuenta de que tenía sus números de teléfono, además cuando se diesen cuenta de que tal y como se había mandado no podrían saber tampoco de quien procedía. Sin duda sospecharían de mi, aunque había un dato que las dejaría perplejas, supuestamente yo no tenía los números de Ana y María, ni ellas el mío ya que al no caernos especialmente bien comprenderéis que no nos los diéramos, ¿verdad?. De modo que las dejaba en una posición un tanto curiosa sobre sus sospechas. Obviamente siendo ambos muy amigos de Rocío era fácil que en cualquier momento ella misma hubiese llamado a los otros desde nuestros móviles, de hecho por eso tenía yo sus teléfonos, pero dudaba que se les ocurriera esa posibilidad, aunque en previsión manipule mi móvil por si acaso, moviendo sus teléfonos entre las listas del mismo. Tras eso me volví al hotel, de donde salí a las doce del medio día con destino a mi casa, tras pasar esos días de carnaval... Unos días increíbles de verdad.

Al día siguiente de llegar a casa estaba duchándome mientras pensaba en los últimos días, en cómo me habían ido las cosas de bien, o de mal, según se mirara. Había estado en una ciudad del Sur viviendo los carnavales, o más bien el inicio de los carnavales. Habían sido casi diez días de juerga para mí, el problema es que había estado solo, ya que los cinco amigos que en un principio iban a acompañarme no habían podido hacerlo al final... Ahora esos cinco me estaban esperando muertos de curiosidad para que les contara con pelos y señales todo lo que me había sucedido... lo malo es que según lo que contase podían llegar matarme por ser tan idiota, se iban a enfadar de lo lindo… por ello no dejaba de pesar... ¿Y ahora qué coño les cuento yo a estos?

CONTINUARA