El Veneciano - 4
A Sergio poco a poco se le van complicando aun mas todas las relaciones, tanto su situación con Alba, como el juego con Rocío y sus amigas
EL VENECIANO - 4
Mi conversación con Alba había sido peliaguda. Lo que ella pretendía era regresar e intentar ver cómo le iba con su novio tras esta separación, vamos ver si la cosa tenia arreglo. Evidentemente no salió la preguntita de marras, evite cuidadosamente hacerla, no quise hurgar en la llaga que empezaban a ser mis celos por la situación que me planteaba, tenía claro que eso de ver si la cosa tenia arreglo incluía follar los dos, Alba y su novio. Deciros que me puse celoso cuando me lo dijo seria mentiros por quedarme muy corto con lo que sentí.
El problema es que cuando le reclame sobre lo de ver un tiempo de arreglar su relación ella me soltó de sopetón lo que yo había estado haciendo al esperar a "esa tal Rocío", y creedme que si yo estaba terriblemente celoso con lo suyo, ella no le iba a la zaga con "mi amiga o algo más", como me dijo un par de veces mezcla de retintín y celos. La situación era de aúpa. Lo malo, lo peor de todo esto, es que esa misma noche no me había costado lo más mínimo irme del lado de Rocío sin follàrmela pese al calentón, sabía que podía haberlo hecho con ella tranquilamente en ese momento, pero me dio igual porque solo pensaba en Alba (aunque os parezca mentira). Sin embargo, sí que me molesto muchísimo el que Alba no quisiese hacérselo conmigo pese a estar deseándolo tanto como yo... puede que os parezca estúpido, pero eso me indicaba claramente quien de las dos era la que de verdad me importaba, habida cuenta además que como ya he dicho antes, Rocío esta mucho, muchísimo más buena que Alba y que no me había acostado nunca con ninguna ambas…
Luego estaba lo del novio de Alba y su ansia por solucionarlo, lo peor es que por mi parte en conciencia no le podía decir nada de nada por querer arreglar una relación con alguien con quien llevaba años de pareja. Yo como bien me había dicho Alba, había estado haciendo el primo con Rocío también durante años, cada vez que rompía con alguien y pese a saber lo que yo sentía por ella sistemáticamente terminaba llorando sobre mi hombro. Adivinad quien era el imbécil que tragaba bilis y la consolaba, para que según se cruzase un nuevo "amor" lo dejasen de lado de nuevo sin consideración... en fin, que me dijo que ella solo estaba haciendo lo mismo con su novio, que yo llevaba haciendo años con alguien que no era ni eso siquiera, y como os digo, me lo dejo además muy clarito. Podréis imaginar lo tensa que había sido la conversación entre los dos.
Creo sinceramente por lo que saque en claro de nuestra charlita, que Alba entendía que si yo me acostaba con Rocío o cualquiera de sus amigas, en cierto modo si al final terminábamos juntos estaríamos iguales, ya que ella al regresar sin duda de ningún tipo por mi parte, se acostaría con su novio. Una especie de los dos tenemos las mismas culpas para si queremos estar luego juntos como pareja, borrón y cuenta nueva ya que ambos tenemos el mismo problema... lo peor es que pese a mi cabreo de espanto con ello, la idea empezaba a hacer mella en mi ánimo, encontrando una cierta razón enfermiza en ello. Por otro lado la parte buena de todo esto es que si algo quedaba claro es que Alba y yo nos atraíamos como la vela atrae a la polilla... lo malo del símil, es que la polilla termina quemándose con la vela y muriendo de un modo la mar de desagradable.
Al día siguiente Alba me llamo, alegando que no podía quedar a comer conmigo porque tenía que trabajar en otro turno ese día. Lo que si me pidió es que por favor no dejara de ir a jugar con mis "amigas" y creedme que por su voz no creo que le hiciese la menor gracia lo que me estaba diciendo tan tranquilamente en apariencia. Puede que muchos y muchas penséis que soy un cerdo, pero tras mucho comerme el coco con todo esto, llegue a la conclusión que lo mejor al final era lo que quería Alba, aquí o todos moros o todos cristianos, si ella pensaba follar con su novio cuando regresara hasta ver qué pasaba con su relación, no veía porque no iba yo a poder follar con otras mujeres... lo que no hacía que el saber que Alba se lo montaría con su novio no me jodiese sobremanera, que no, lo tenía clavado como una espinita de metro y medio envenenada... sinceramente creo que temía también que ese "quien fuese" pudiese quitármela y hacerla recapacitar dejándome a mí de lado, tras mi historia con Rocío no sabía bien si podría aguantar bien un segundo palo tan parecido.
Estaba sentado en un restaurante comiendo cuando me tope con una sorpresita un poco… para que mentir, lo cierto es que fue bastante desagradable. Estaba terminando ya mientras cavilaba en todo lo que había hablado con Alba, cuando por sorpresa aparecieron ante mi Rocío, María y Ana, que sin encomendarse ni a dios ni al diablo tuvieron el morro de simplemente sentarse a mi mesa autoinvitandose.
Supongo que debería de haber dado muestras de sorpresa por verlas, de haberme sobresaltado cuando se presentaron ante mi o algo de ese estilo, pero simplemente me limite a mirarlas a las tres y seguir con lo que estaba haciendo tranquilamente... mientras por dentro se me llevaban los diablos, era sin duda el peor momento para tener que aguantar estupideces de cualquiera de esas tres… estaba muy, pero que muy irritado con el tema de Alba, y temía seriamente explotar si estas empezaban a tocarme las narices, lo que mandaría sin duda todos mis plausibles y futuros planes para follàrmelas al garete… Irónicamente pensé que por fortuna no sabían quién era el Veneciano… si me pasaba quizá eso salvase mis oportunidades…
- Ana : ¿Parece como si no te sorprendieras mucho de vernos aquí?
- María : Si, que cosa más extraña ¿no?
- Rocío : Puede que porque ya nos haya visto antes mientras estaba disfrazado con alguna mascara (Sus ojos despedían fuego, y lo de las otras dos un serio enfado por lo que ellas pensaban haber descubierto seguro)
- Yo : No se qué narices estáis haciendo las tres aquí, y la verdad es que tampoco me importa dos pimientos, de modo Rocío, que te sugiero que tú y tus amigas os levantéis de aquí antes de que me venga tu novio con problemas... Ahora mismo no estoy como para aguantar gilipolleces de nadie y mucho menos de vosotras... (Mi mirada era dura, y mi voz se endureció por momentos) de modo que largo de mi mesa, las tres, que nadie os ha invitado.
Para terminar de arreglarlo aparecieron en ese momento Carla y Luisa, entraron quedándose en la puerta, moviendo la cabeza como si buscasen a alguien, al verme empezaron a avanzar hacia donde yo estaba. En sus caras vi claramente que no les hacia ni la más mínima gracia ver a las otras tres sentadas en mi misma mesa. No dudaba de que para lo que fuese que me estaban buscando tendría relación con Alba... Cuando llegaron a la mesa me saludaron las dos, mirando a Rocío y las otras con curiosidad, esperando a que las presentase... y se llevaron las cinco una sorpresa morrocotuda.
- Yo : Rocío, por si no os habéis dado cuenta ninguna de las tres todavía, aquí estáis molestando, de modo que buscaros otra mesa que no sea la mia...
- Rocío : Veo que has perdido tus modales... no te reconozco...
- Yo : Pues que pena, porque sigo siendo el mismo, solo que ahora no pierdo el culo contigo cada vez que dices la mas mínima... ahora largo las tres, que tengo que hablar con mis dos amigas y aquí no pintáis nada... venga, zumbando de aquí, largo, pero ya mismo.
- Rocío : Vaya, (irónica) y yo que pensaba que te alegrarías de verme aquí…
- Yo : (La voz fue gélida) Si, me alegra muchísimo en estos momentos, lo mismo que si tú y tus amigas fueseis un dolor de muelas… así de contento…
Carla y Luisa estaban alucinando en colores, no se atrevían a mirar a las otras tres chicas después de ver como las estaba tratando. Y qué decir de Rocío, Ana y María, apenas se podían creer que les estuviese hablando como lo estaba haciendo. Sinceramente estaba un poco sorprendido de que ninguna de las tres me hubiese intentado poner en mi sitio todavía, algo para lo que estaba preparado y esperando a que lo intentasen, ahora puedo confesar que después de lo de Alba, lo que quería era guerra, y sin duda esas tres serian perfectas, sobre todo Rocío… por suerte no pasó. Al final nada más levantarse Rocío no pudo evitarlo, se veía claramente que no estaba acostumbrada a que yo le hablase de ese modo.
- Rocío : Veo que has cambiado bastante...
- Yo : Pues sinceramente no recuerdo haber cambiado en lo más mínimo, solo me estoy limitando a lo que me dijiste la última vez que hablamos como amigos, que creo recordar que fue cuando te dije por tercera vez que estaba enamorado de ti y quería que lo intentásemos... Recuerdas lo que me dijiste, ¿verdad?
Todos los presentes nos dimos perfecta cuenta de que acusaba el golpe. En esa conversación me dijo bastantes cosas desagradables y por lo que vi debía de acordarse de todo lo que me soltó por su boquita. No dijo ni media, simplemente me dijo adiós y se fue a otra mesa cercana seguida por sus amigas. También me di cuenta de que se habían puesto relativamente cerca, no tanto como para que pudiese llamarlas la atención, pero si lo suficiente como para que pudiesen oír con cierta claridad lo que hablaba con esas dos.
Estuvieron preguntándome las dos por lo que pasaba entre Alba y yo, ya que según ambas esta estaba de lo más raro. La pregunta obvia fue que si habíamos estado juntos... mi respuesta fue afirmativa, aunque les aclare que no de la forma en que estaba pensando. Les explique que la noche anterior estuvimos hablando los dos aunque no les dije ni media de sobre que era nuestra conversación, y eso que lo intentaron. Carla me hizo una pregunta que le conteste...
- Carla : ¿Estas interesado en serio en Alba? ¿O solo es un rollo para el carnaval?
- Yo : Estoy interesado muy enserio en Alba... y no sigáis por ahí porque no responderé a nada, si queréis saber más le preguntáis a ella, no a mí.
Otra cosa de la que me di cuenta es que a Rocío esta pequeña confesión mia le había tocado algo, porque sufrió un leve sobresalto, lo que me dio exactamente igual. Toda mi atención estaba puesta completamente en Alba, no había sito para ninguna otra en mis preocupaciones reales, lo de jugar era otro asunto distinto a esto. Cada vez tenía más claro que había pasado página con Rocío, lo que me alegraba, pero también tenía muy claro que cada vez más, me estaba pillando con Alba. No sé si Carla y Luisa se dieron cuenta del gesto de fastidio de Rocío o no, pero en todo caso no lo pareció.
Les dije a ambas chicas de irnos fuera, a otro local a tomar café y estar más tranquilos, aunque lo cierto es que lo que dije fue algo como...
- Yo : Vámonos a otro sitio a tomar un café mientras hablamos… con suerte encontraremos alguno donde no haya cotillas cerca…
No tenía ganas de que Rocío y las otras dos escuchasen nada de nada con respecto a Alba, algo que pareció molestar a las tres ya que como podréis comprender tras mi frasecita se dieron perfecta cuenta del motivo por el que lo había hecho así, tan descarado... mandándoles un mensajito alto y claro. Carla, Luisa y yo estuvimos hablando tranquilamente durante casi dos horas, de todo ese tiempo solo hablamos algo interesante menos de cinco minutos, ninguno de los tres teníamos la menor intención de dar datos sobre Alba, ni yo, ni ellas. Pese a todo saque alguna pequeña información, por ejemplo que la relación de Alba llevaba mal algún tiempo, aunque eran la típica pareja que se enfadaba, medio rompía y regresaban con cierto esfuerzo solo para volver a las andadas poco después.
Tras nuestra charla salimos del bar y nos separamos, ya muchísimo más tranquilo tras mi charla con ambas, yo me dirigí a la zona central de la ciudad con la sana intención de ver tiendas e intentar localizar algún nuevo disfraz para variar un poco cuando estuviese con Alba. Carla y Luisa me indicaron la ubicación de un par de tiendas de disfraces cuando les pregunte por ello, incluso me dieron alguna que otra indicación de lo que le podía gustar a Alba. Iba pensando en nuestra conversación, por ella de lo poco que pude obtener aparte de cierta tranquilidad, es que deduje que yo a Alba le interesaba de verdad, otro indicativo mas en ese sentido fue la total ausencia de los habituales tonteos y tonterías por parte de ellas dos conmigo cada vez que estábamos juntos…, en ese sentido saque en claro que todo el tonteo que se quiera entre los tres mientras estuviese presente Alba, pero que sin estar ella delante... nada de nada, lo que me resulto también de lo más significativo.
Estaba mirando el escaparate de la primera de las tiendas de disfraces que me habían indicado cuando alguien se puso a mi lado, no hice ni caso, seguí a lo mío, mirando disfraces. No me di cuenta de que era Rocío hasta el momento en que hablo...
- Rocío : ¿Cual te gusta más de todos estos?
- Yo : (La mire extrañado, no pensé que volviese después de la escena del restaurante) Estaba pensando en el de Brujo.
- Rocío : Creo que te quedaría bien, desde luego es el que parece más interesante para ti... (Me miro especulativa) Si, sin duda te quedaría bien... (Parecía venir en son de paz o a hacer las paces)
- Yo : Ya vale Rocío, no te molestes, ¿dime qué quieres, anda? (Del bolso de Rocío empezó a salir el sonido del móvil)
- Rocío : ¿Sabías que estaba aquí cuando viniste? (No hizo el menor caso a la llamada)
- Yo : No, creí que estarías en otro lugar (le dije el nombre) por lo menos eso es lo que se comentó, motivo por el que yo acepte venir aquí a divertirnos con el carnaval…
- Rocío : No estás solo entonces, (pareció algo defraudada)
- Yo : Si que estoy solo, ninguno pudo venir conmigo al final, aunque para no perder de forma tonta el dinero de la fianza me convencieron para que lo hiciese yo solo.... Pero créeme que de haber sabido que tú estabas por aquí no hubiese venido... (Me quede pensando en Alba y en que no la hubiese conocido de no haber venido convencido por mis amigos, aunque sospechaba que ellos quizá si supiesen que Rocío estaba también aquí, aunque en verdad lo dudaba no las tenía todas conmigo en esos momentos)
- Rocío : Tampoco es para tanto, no hubiese pasado nada, sabes que somos amigos.
- Yo : Si, ya lo sé, me quedo muy claro que siempre seriamos amigos, pero mientras estuviese a mil kilómetros de distancia o cuando me fuese al infierno, fuiste de lo más específica al respecto…
- Rocío : ¿No piensas olvidarte de aquello? Lo siento Sergio, me pillaste otra vez por sorpresa, creí que lo habías superado ya, y me lo soltaste una vez mas de sopetón y en el peor momento… créeme por favor que lamento todo lo que te dije…
- Yo : Tranquila, que no me preocupa aquello, ¿quieres que sigamos siendo amigos?, perfecto, no hay ningún problema… empezaremos en cuanto regresemos a casa…
- Rocío : ¿Y porque no ahora?
- Yo : Porque hay algunos asuntos que quiero tratar, algunas cosas que quiero hacer, también algunas cosas de las que quiero hablar, y ahora mismo tener al lado una presunta amiga que se esté metiendo en mi vida para curiosear no me apetece para nada… De modo que si te vale de esa forma perfecto, sino lo siento pero seguiremos como estábamos.
- Rocío : ¿Presunta?
- Yo : Mira Rocío, déjalo… cuando regresemos serás amiga, en estos momento no pasarías de presunta, te guste o no… de modo que si de verdad quieres hacer las paces déjalo estar… (Me di cuenta que trago aun no estando conforme con lo que dije)
- Rocío : Ayer te vi con una chica en la calle, os disteis un besazo y después os marchasteis cogidos de la mano (sonrió de oreja a oreja como si estuviese de buen rollo) ¿Es tu novia? ¿Por fin el inalcanzable Sergio se ha echado novia?
- Yo : El inalcanzable Sergio como tú dices, no piensa hacer ningún comentario al respecto… y te advierto ya, procura no meterte donde no te llaman... y en eso nadie te ha llamado… (Para mi sorpresa vi que lo dejo pasar también sin darse por enterada de la obvia bordería)
- Rocío : ¿Y por dónde has estado estas noches?
- Yo : Pues lo cierto es que no lo tengo muy claro, ya que eran ellas quienes guiaban de un local a otro, de modo que... (Me encogí de hombros), lo siento si no te puedo dar más detalles
- Rocío : ¿Ellas?, vaya, de modo que te has estado moviendo con distintas chicas por la ciudad, ¿no?
- Yo : Lo cierto es que si, concretamente con tres chicas para más datos...
- Rocío : ¿Y entre esas chicas esta...? (La corte, recordándola mi advertencia… vi que reculaba una vez más… estaba claro que era lo que le interesaba a Rocío al acercarse a mi)
- Yo : Y cambiando de tema, hace como diez minutos que te está sonando el móvil en el bolso, esta debe de ser la decima vez al menos que llaman… te sugiero... que salgas fuera, respondas y hables tranquila… venga… tira…
Vi como me miraba fijamente, pero opto por hacer lo que le había dicho, durante casi toda nuestra conversación no había parado de sonar el móvil. Me quede pensativo, sabia de la manía de Rocío de ponerle una musiquita distinta a su teléfono para cada contacto, según quien fuese, lo que quisiese hablar con él o si era de su familia ponía una u otra, si no había cambiado de hábitos y gustos musicales, quien le debía de haber estado llamando era su novio, sin embargo había estado pasando de él olímpicamente, solo le había cogido la llamada porque se lo dije como se lo dije, que curioso… También estaba el hecho de que tragara con todo lo que le dije sin saltarme por nada… no me estaba gustando la situación.
Idiota no soy y desde luego Rocío parecía repentinamente muy interesada en mí, lo que no tenía tan claro ya, es si estaba interesada en Sergio únicamente como tal, o en Sergio como medio de descubrir si era yo quien estaba bajo la máscara del Veneciano. Tenía mis dudas al respecto, y ciertamente ambas me preocupaban bien poco en esos instantes, como ya he dicho, toda mi atención estaba centrada en esos momentos en el problema con Alba. Estuve como quince minutos mirando hasta que me decidí por un disfraz de brujo compuesto por una larga túnica y el típico sombrero de pico alto redondo, parecía una mago de los libros de cuentos, el disfraz incluía un libro de plástico que me hizo menos gracia, ya que llevarlo supondría tener que tendría que ir cargado con él.
Rocío volvió a entrar justo a tiempo de ver como era el disfraz, estuvo muy pendiente de cada uno de los detalles del mismo por lo que vi. Cuando salimos de la tienda se empeño en que fuésemos a tomar algo en algún bar cercano, aproveche para ir a uno por donde sabía que cuando saliese Alba, no podría por menos que vernos a los dos allí sentados, juntitos, pedí dos jarras enormes y frías de cerveza con un par de tapitas, total cinco eurillos de nada. Tal y como sospeche fue lo que sucedió, Alba pasaba por la calle y nos vio, dado que estaba atento en cuanto apareció la vi, también vi la cara tan chunga que puso cuando me vio sentado con Rocío de forma tan amigable.
Aproveche que me miro fijamente para hacerle dos gestos, uno de saludo y otro de que me esperase. Me levante dejando un billete de cinco euros en la mesa para pagar nuestra consumición, me bebí el resto de mi cerveza de un trago y me despedí de Rocío con un besito en la mejilla que vi que la sorprendió. Cuando llegue a la calle me aproveche de Alba, sabia de sobra que no se quejaría porque la metiera un morreo de escándalo al encontrarnos, y más todavía si como en este caso era delante de Rocío y en esta situación en que nos había visto a los dos. Estuvimos besándonos como dos minutos sin parar, lo dejamos por estar casi sin resuello, mirándonos a los ojos fijamente, jadeantes, colorados, con los ojos brillantes y juraría que ambos con un calentón impresionante.
Rocío por su parte también vio perfectamente el besazo que nos dimos, y desde luego sería solo por darla en los morros y todo lo que Alba quisiese después el que me siguiese el juego, pero ciertamente conocía bien a Rocío y por su mirada estaba claro que el beso que ella había presenciado opinaba que de fingido tenía muy poquito. Su cara de vinagre me dejo muy claro que quisiese saber o no si yo era el Veneciano, indudablemente estaba repentinamente interesada en mí, en Sergio, y parecía que no como amigo únicamente. El problema es que esto mismo también me había dado esa misma impresión las veces anteriores que me declare, rompiéndome los dientes contra sus negativas, sobre todo la ultima, que fue brutal.
Nos fuimos de allí los dos cogiditos de la cintura como una pareja mas, muy, muy juntitos...
- Alba : Sergio, esto se nos está yendo de las manos....
- Yo : ¿Lo dices por el beso?, solo fue para que lo viese mi amiga Rocío y tuviese claras las cosas, seguro que tu colaboraste también por eso…
- Alba : Ya te veo yo, ya... ¿Me tomas por tonta o qué? Nos hemos besado en serio Sergio, en serio, de verdad... eso no era por nadie, era porque quisimos hacerlo y además lo hicimos bien... joder tío, que me encanto y me ha fastidiado no poder seguir... esto va mas rápido de lo que pensaba...
- Yo : Y que Alba, que importa... Tú me gustas, ya te lo he dicho, me gustas muchísimo, y yo se que también te gusto a ti... no lo puedes negar...
- Alba : Ya te dije que no, también te explique el porqué no quería que esto fuese a mas...
- Yo : Pero Alba...
- Alba : Sin peros... No quiero engañar a mi chico, llevamos mucho tiempo y al menos esto se lo debo. No podemos seguir así, es un peligro, estoy a punto de caer Sergio, necesito que me ayudes de verdad, si al final rompemos quiero hacerlo sin que me puedan reprochar nada. Además, si tengo que empezar algo contigo quiero que sea sin cuernos de por medio...
- Yo : No digas eso Alba, sabes que...
- Alba : Mira Sergio te lo voy a poner más claro, si yo ahora sucumbo a tus cantos de sirena, follamos como queremos los dos y terminamos juntos, ¿como podrías asegurar que no volvería a pasar algo similar con otro tío en cuanto discutamos y yo tuviese que venir aquí ahora o algo por ejemplo?... seguro que lo tendrías en mente aunque no quisieses...
- Yo : Venga ya Alba, yo nunca pens... (Me cortó)
- Alba : Asunto terminado, solo somos amigos y entre nosotros no volverá a suceder nada hasta que yo me aclare con mi relación... y tú me tienes que ayudar a ello, por favor.
Me cogió por la pechera, me pego un beso de tornillo y me dijo con voz dura... Si me decido a cortar para estar contigo prepárate, porque voy a querer que recuperemos el tiempo perdido follando. Por cierto Sergio, creo que mejor es que te avise de una cosita ahora que todavía estas a tiempo de salir corriendo, como estando conmigo de pareja vuelvas a mirar a otra tía del modo en que le has mirado el culo a esa tal Rocío cuando se ha ido, te corto los huevos... (La forma en que lo dijo me los puso de corbata) ¿Te ha quedado claro… “amor”? Procura follarte todo lo que puedas a esa guarra ahora que todavía no somos nada, aunque no me guste y me muera de celos solo de pensarlo. Pero hazlo si puedes Sergio, aprovecha si te da la ocasión, porque después de que empecemos a salir te juegas el pellejo conmigo solo con que la mires como has hecho antes.
Tras separarnos, cada uno nos fuimos a nuestras casas, o más bien ella a su casa y yo a mi hotel, iba pensando en lo que me había dicho Alba sobre Rocío, no me parecía algo que diría quien tiene muchas dudas sobre su pareja. La impresión fue de que ella estaba prácticamente convencida de que pese a su intento para su relación íbamos a terminar juntos de todos modos… o eso, o es que me estaba haciendo unas pajas mentales alucinantes cada vez que Alba decía algo que me parecía favorable para mí. Después de cenar y darme una buena ducha volví a ponerme mi disfraz de caballero Veneciano. Tras ello marche en dirección a donde sabia de sobra que Rocío, Ana y María esperaban encontrarse de nuevo con su misterioso admirador. Al entrar tuve buen cuidado de no mostrarme abiertamente, espere a que entrara un grupo amplio de gente con el que poder camuflarme, me encogí para estar más bajo que ellos y que no me pudiesen divisar.
Encontré a mis tres ninfas en la barra, despachando moscones y pendientes en todo momento posible de la puerta como buenamente podían, esperando la entrada de alguien que ahora mismo, ya estaba dentro. Vi como María hablaba con las otras dos y se separaba de ella en dirección al servicio... debía de pasar obligatoriamente por una zona muy oscura del local, la más oscura de todo el local de hecho, allí ya se encontraban varias parejas sentadas en sofás intercambiando besos y lo que no eran besos, incluso había dos chicas metiéndose mano una a la otra. Deje que María pasase de largo a los servicios, estuve esperando a su regreso para actuar con ella.
Cuando la vi regresar me puse apoyado una columna con cuidado de que las otras dos no me viesen, por suerte estaban únicamente pendientes de la puerta. Al pasar María por mi lado rodee la columna para quedar en la parte opuesta a donde estaban Rocío y Ana, me acerque por detrás a María y la abrace por los hombros, hablándola de inmediato al oído para que no reaccionase mal al verse así sujeta.
- Yo : Buenas noches mi adorable vestal...
- María : (Su voz denoto alegría) Vaya, me ha asaltado un osado Veneciano...
- Yo : No bella dama, no os he asaltado, simplemente os estoy cubriendo de miradas lujuriosas (Nos rodee a ambos con la capa mientras nos escondía tras la columna para que las otras dos no nos pudiesen ver)
- María : Uhmmmmm... qué bien se siente una tan protegida... aunque podíamos sentirnos mejor, ¿no crees caballero?
Por lo que vi, María iba directa al grano sin ganas de pérdidas de tiempo, según me dijo eso incrusto su culo contra mi polla, al sentir como esta se alzaba lista para jugar con ella, empezó a frotarse lentamente, a usar sus cachetes para presionar y hacer que mi polla se moviese hacia ella.
Según sentí lo que hacía una de mis manos acudió a su mini por debajo de la cual se metió, alcanzando su tesoro. Me fui a encontrar con un tanguita que a duras penas podía cubrirle el sexo y que además estaba ya casi completamente empapado de flujos. Al notar eso arrecie contra ella, estaba claro que María tenía muy clarito que hacer si lograba disponer de mi a solas.
Dos de mis dedos se enterraron en su coño, moviéndose con rapidez en su interior mientras que un gemidito escapaba de la garganta de María. Antes de que ella llegara ya sabía cómo maniobrar con ella, tal y como estábamos, sin despegarnos, hice que nos fuésemos desplazando hacia el final de la zona oscura, en una esquina había un pequeño sofá vacio y aislado del resto de asientos, motivo más que probable por el que no estaba ocupado. Cuando llegue a él, me saque la polla mientras que hacía que la mini de María se alzara y le quitaba de un tirón su tanga, guardándomelo en un bolsillo interior de la capa de mago.
Estábamos así cuando poco a poco la hice sentarse sobre mí, clavándose mi polla en su coño. Una vez que la tubo totalmente dentro de ella empezó a moverse suavemente, con una de mis manos le tapaba la boca para evitar que pudiese gritar o hacer algún ruido en plan escandaloso, con la otra le acariciaba sin cesar el estomago o le frotaba suavemente el clítoris, alternándome en ello. Estuvimos así más de cinco minutos hasta que ambos nos corrimos, tuve mucho cuidado con no mancharme cuando alcanzamos el orgasmo, su coño empezó a desbordar una mezcla de su flujo y mi leche. Tras el polvo nos arreglamos, aunque me negué a darle el tanga, argumente que iba a quedármelo como un trofeo digno de los dioses y dulce recuerdo de la más bella vestal...
María regreso donde sus amigas conmigo detrás, según llegaba las hizo señas de que miraran a quien traía. Tanto Ana como Rocío estuvieron de lo más pegajoso conmigo. Ambas estaban intentando llevarme al huerto, por un instante me dio la impresión de que habían cejado en su empeño de saber quien había bajo la máscara, pero como digo solo fue un instante, justo lo que tardo Ana en soltar un pregunta con trampa, de haberla contestado habría quedado bastante claro quién era yo, pero no lo hice, me hice el tonto como si no hubiese pasado nada.
Vi que media hora después ambas estaban un poco moscas porque no les entraba al trapo, y eso que sus intenciones, eran la mar claras por parte de ambas, querían follarme vivo las dos. Cuando mas arreciaba vi como a María le bajaba un pequeño hilillo de semen y flujo por la pierna, disimuladamente estaba intentando limpiárselo sin que las otras dos se diesen cuenta, entonces aproveche. Me incline sobre María, metiendo de modo bien visible mi mano bajo su mini, mis dedos llegaron donde estaba su tesoro, empezando a pasarlos por su raja, recogiendo la mezcla de su flujo y mi leche. Después parsimoniosamente saque de debajo de su mini la mano, en mis dedos se apreciaba claramente lo que había, entonces le metí ambos en la boca, ella empezó a chuparlos con gula...
Me fije que la que peor lo llevo de ambas fue Rocío, os aseguro que ganas no le faltaron de llamar guarra, puta o zorra a su querida amiga María por haberse adelantado a ella conmigo. Cuando me despedí de las tres, Ana se quedo hablando con María sin duda para que la contase, pero Rocío se despisto de ella y corrió tras de mi... cogiéndome en la calle por un brazo para que me diese la vuelta...
- Rocío : Porque Sergio, ¿por qué te has tenido que follar a María...?
- Yo : Mí querida Helena... no sé a quién te refieres cuando dices eso, mi nombre no es Sergio, sino Giacomo...
- Rocío : Déjate de gilipolleces, se bien quién eres, aunque lleves esa ridícula mascara... a mí no me vas a engañar, se bien como actúas y la forma de moverte que tienes...
- Yo : Estaba viendo que de verdad posiblemente me hubiese pillado, de modo que intente algo que nunca jamás de los jamases se me hubiese ocurrido hacer y eso sin duda ella lo sabía, esperaba poder desconcertarla lo suficiente...
La empuje, pegándola a la pared, en la oscura esquina que hacia un portal, metí mi mano bajo sus faldas del disfraz de pastorcita... mi mano llego sorprendentemente a su coño sin que opusiese resistencia, en su cara vi una sorpresa absoluta. Cuando quiso reaccionar yo ya tenía mi mano sobándola el coño por debajo de su braguita, una braguita totalmente empapada también... empezó a frotarle con suavidad el clítoris buscando que se corriera a mis manos... al final se abrazo con fuerza a mí, lo cierto es que debía de estar muy, muy caliente de antes para haberse corrido de fácil como se corrió.
Puse mi cara pegada a su oreja, y la dije que al día siguiente quería que fuese sin ropa interior bajo su disfraz, porque si la llevaba entonces me follarìa a su amiga Ana en lugar de a ella... Según me retiraba de hablar lanzo su mano con intención de arrebatarme la máscara, se la cogí al vuelo, haciendo que se diese la vuelta, dejándola de espaldas a mí, me pegue a ella como una lapa, pasando mi otra vez endurecido pene por su culo... diciéndola al oído que si era buena y hacia lo que le había dicho, "Casanova" se encargaría de que gozase igual que lo había hecho su amiga poco antes. Confieso que de estar así, de tener de este modo a Rocío, restregarme contra su culo mientras ella lo metía contra mi todo lo que podía, hizo que casi me viniese en seco... estuve a un pelo de volver a correrme, esta vez en los pantalones.
Tras esto la deje allí jadeante, tuve buen cuidado en comprobar que ninguna de ellas pudiese seguirme, me quedaban dos noches de carnaval nada más, y había decidido aprovecharlas a fondo, incluido en ello el follarme tambien a Rocío.
CONTINUARA