El Veneciano - 3
La situación entre Sergio y Alba se complica, mientras que el juego con Rocío y sus amigas sube tanto en nivel, así como también en complicaciones
EL VENECIANO - 3
Por la mañana, sobre las once y media me llamo Alba para quedar, por lo que me conto quería ir de compras y me dijo que si me apetecía acompañarla, no creo que haga falta decir que dije que si de forma atropellada, que me pegue una ducha híper rápida para quitarme las legañas que tenia por el exceso de sueño y que salí corriendo como alma que lleva el diablo para encontrarme con ella más contento que unas pascuas.
Cuando llegue donde me dijo que me esperaba, me lleve el susto del siglo, estaba esperándome en una plaza, sentada en un banco, lo malo es que en el banco de su lado, medio cubiertas por un alto alibustre pude ver a Rocío, María y Ana... Menos mal que logre que mi cara no cambiase pese al susto que me lleve al verlas, creo que me dieron los cuarenta males, sobre todo porque me di cuenta en el acto que Rocío me había visto ir hacia ellas y le había cambiado la cara, había puesto una cara de cabreo de escándalo.
Por otra parte vi como en la cara del Alba aparecía una sonrisa de oreja a oreja al verme aparecer, por un instante puso una cara un poco rara y me di cuenta de que miraba de reojo hacia su lado, justo en el momento en que vi como hablaban Rocío, María y Ana entre ellas mientras la primera las indicaba mi presencia. Vi como se levantaban las tres, sin duda para venirse a por mí.
Fue una de las cosas mas increíbles que nunca me han pasado. Para mi sorpresa Alba acelero el paso hasta casi ir a la carrera y al llegar a mi lanzo sus brazos sobre mis hombros pegándome un morreo de escándalo. Me olvide de todo a mi alrededor, ni Rocío, ni María, ni Ana, ni leches, el mundo entero desapareció de mi mente, solo Alba ocupaba todos y cada uno de mis pensamientos. Cuando nos separamos no sé ni cómo pero me di cuenta de que en ese momento estaba dándole la espalda a Rocío, María y Ana. Alba me cogió de la mano y me llevo con ella hacia el centro de la ciudad, en dirección a la tienda donde quería hacer la compra. Llevaba caminados como doscientos metros de la mano con Alba cuando "recordé" la presencia de las otras tres... pero no hice el menor movimiento para volverme a mirar que hacían ellas, entonces Alba me sorprendió...
- Alba : Tranquilo, se han quedado allí las tres, no nos han seguido, además que han puesto una cara de sorpresa cuando han visto como nos besábamos que casi me da la risa...
- Yo : ¿Pero tú como sabes que las conozco?
- Alba : Pues porque cuando has aparecido, una de ellas (por sus indicaciones fue Rocío) dijo "¿Qué coño hace aquí este gilipollas?", y después les dijo a las otras dos por donde venias...
- Yo : Entonces lo del beso...
- Alba : Pues muy simple, no me gusto lo que dijo "esa", (Menudo tono de voz que empleo para decirlo y el modo de recalcar el “esa”) y mucho menos como te miraron las tres... si te digo lo que dijeron estoy segura que... (No la deje seguir)
- Yo : Ya, no te preocupes por ello que me lo imagino... me llamarían de casi todo... sobre todo Rocío
- Alba : ¿Una ex novia?
- Yo : No, que va, se suponía que era mi mejor amiga, pero realmente ahora no sé ni que somos...
- Alba : ¿discutisteis?
- Yo : (Me reí) No, lo que paso es que me declare a ella, en tres ocasiones... y digamos que la ultima fue un poco... agresiva por ambas partes...
- Alba : Lo siento, no quería recordarte... (Le hice un gesto)
- Yo : Tranquila, no hay problema, es más, te lo agradezco, prefiero no tener que hablar con ella, menos todavía tal y como debía de estar de enfadada al verme aquí...
- Alba : ¿Pero no es la primera vez que la ves aquí, no? (Se paro y me miro fijamente)
- Yo : (Le devolví la mirada, entendí que algo debían de haber dicho esas tres para que me hiciese esa pregunta) Pues no, lo cierto es que no, ¿quieres que te cuente dónde y cómo?
- Alba : No, no tienes porque, no te preocupes...
- Yo : Alba, no te he preguntado eso, no se trata de si tengo o no tengo que contarte algo, lo que te he preguntado es si te gustaría saberlo, solo eso. Créeme que no me importa explicártelo si quieres.
- Alba : Bueno, lo cierto es que si me gustaría saberlo (Me pareció que lo decía con un poco de reparo)
- Yo : De acuerdo, primero compramos y luego mientras comemos tranquilamente te cuento, ¿Te parece bien hacerlo así?
- Alba : (Con una sonrisa de oreja a oreja) Me parece perfecto, gracias por la confianza (Me dio un besito en la mejilla)
Estuvimos comprando sin volver a mencionar nada de nada sobre Rocío y las otras dos. Después de ello nos fuimos a un pequeño bar restaurante a comer los dos, elegimos la mesa que nos pareció que nos ofrecía mayor tranquilidad y aislamiento. Estuve durante casi toda la comida hablando únicamente yo, le conté todo lo que había pasado con las tres, mi disfraz de Veneciano, lo de las rosas, en fin, todo, todo. Lo cierto es que pese a mis temores, se lo tomo muy bien, se estuvo riendo un buen rato con todo lo que le conté del juego que me traía con ellas, al punto de que casi se atraganto alguna vez por causa de la risa. Creo que por otro lado, eso también era debido a que se dio cuenta de que lo de Rocío y las otras dos solo era un juego, pero que cuando estaba con ella de jugar nada, iba completamente en serio, también me di cuenta que lo del jueguecito con las otras la estaba poniendo.
Al final también se animo y me pregunto por Rocío, por lo que sucedió entre los dos, aunque como podéis suponer lo hizo más o menos de forma indirecta aprovechando lo que le estuve contando del juego que me traía con mi disfraz. Le conté todo lo que pude, o quizá fuese más correcto decir, que no entre tampoco en excesivos detalles de todo por lo que había tenido que pasar, aunque creo que pese a todo Alba entendió perfectamente la situación que tuve con Rocío.
- Alba : Lo que no se es como has aguantado tanto tiempo colado por ella después de lo que me has contado.
- Yo : Pues porque se supone que estaba enamorado de ella Alba, de modo que estuve, bueno he estado hasta hace poco pilladísimo con ella, supongo que nunca perdí del todo las esperanzas de que se diese cuenta por fin de que existía, así pues… aguantaba...
- Alba : Sergio no te enfades, pero sabes lo que es un pagafantas, un pardillo o un pringado ¿verdad?
- Yo : Vale, déjalo anda, ya sé que he sido todo eso y posiblemente más aun. Pero créeme que ya paso.
- Alba : ¿Estas realmente seguro de que ya paso de verdad?
- Yo : Pues dado que ahora me muero por ver a otra persona cada vez que no estoy con ella (la mire fijamente viendo como se ponía un poquito colorada al oírme, dándose perfectamente cuenta de por quién lo había dicho) y que de Rocío ni me acuerdo salvo para reírme un rato como “El Veneciano” (puse una voz como en Off que hizo que Alba se partiera de risa al oírme)... creo que estoy bastante seguro de ello.
- Alba : (Mordiéndose un poco el labio pensativa) ¿Y seguirás jugando con ella cuando yo esté trabajando por las noches como hasta ahora?
- Yo : Sinceramente no tengo intención de volver a seguir con ello, no quiero arriesgarme.
- Alba : ¿Arriesgarte a que, a que te reconozca ahora que sabe que estas aquí?
- Yo : No, a que cierta chica que me gusta mucho y a la que en teoría perderé de vista cuando terminen los carnavales se cabree conmigo. Chica a la que por cierto no tengo la menor intención de perder de vista por mucho que terminen los carnavales, ya que vivimos también en la misma ciudad según me entere hace poquito…
- Alba : (Nuevamente sonriendo) ¿Quizá esa chica este estudiando allí la carrera?
- Yo : Para ser más claro contigo Alba, te lo diré directamente, esa chica eres tú. No quiero perderte de vista bajo ningún concepto cuando regresemos.
Me di cuenta enseguida de que había metido la pata, había ido demasiado rápido con ella. Vi que se puso seria y esquivo mis ojos con los suyos. Se volvió a morder los labios de nuevo, quedando unos instantes pensativa mirando hacia el plato mientras jugaba con su cubierto pasando la comida de un lado del plato al otro ensimismada. Pareció que tomaba algún tipo de decisión porque cuando levanto la cabeza vi en sus ojos una mirada de resolución...
- Alba : ¿Si yo te lo pidiese seguirías con este jueguecito que te traes con ellas lo harías?
- Yo : Si, desde luego que si, al fin y al cabo solo es un juego, pero no entiendo por qué quieres que haga eso, sabes de sobra que te he dicho que quien me gustas realmente eres tú.
- Alba : Lo sé, te entendí perfectamente, has sido de lo más claro, pero me gustaría que siguieses haciéndolo, es más, quisiera que no te cortaras con ellas, que intentases conseguir de ellas el máximo posible... ya me entiendes.
- Yo : Hablando en plata, que si puedo quieres que me las folle, que no deje pasar la oportunidad, ¿es eso lo que quieres decir o lo entendí mal?
- Alba : (Volvió a arrugar el gesto otra vez) Sinceramente no me gustaría que llegaras a esos extremos, pero si, básicamente si pudieses me gustaría que aprovecharas la ocasión, si, es justo eso Sergio.
- Yo : ¿Por qué?
- Alba : Realmente es por mis propios motivos, preferiría no tener que decírtelos ahora mismo, no me siento nada segura, así que te pediría que no me los preguntases y simplemente hicieses lo que te pido... que confiases en mí…
- Yo : ¿En esta petición también entran Carla y Luisa?
- Alba : ¿Hablas en serio? (Dios que seria que se puso, su tono se hizo frio como el hielo)
- Yo : No "cariño" (endurecí mi tono al decirle lo de “cariño”, todo esto que no entendía me estaba enfadando de verdad), hablo en broma si te parece. Entenderás que lo que me has pedido es muy extraño y quiera cerciorarme de que se supone que si puedo hacer o no en caso de que decida consentir con la locura que me estas pidiendo.
- Alba : (Visiblemente mosqueada también) Mis amigas no, solo me refería a las otras tres, con cualquiera de ellas, eso me da igual, pero a mis amigas ni tocarlas...
Su actitud me descoloco del todo, con sus amigas lo que veía en sus ojos eran celos, puros celos, sin embargo eso no se veía casi por ningún sitio cuando hablaba de las otras tres, quizá un leve destello, pero solo quizá... pero si os digo que entendía algo os mentiría. Acepte lo que le dije, cuando salimos de nuevo a la calle nos fuimos andando camino de su casa, por el camino me fue contando el motivo de su pregunta sobre Rocío y las otras dos. Tal y como yo había supuesto que seria, al verme de forma automática las tres pensaron que yo era el "simpático Veneciano", aunque desde luego me llamaron de todo y me pusieron de todos los colores. También me dijo que cuando nos estuvimos besando al hacerme dar la vuelta y quedar de espaldas pudo verles las caras, y según me comento las tres se habían quedado literalmente con la boca abierta al ver el besazo que nos dimos. También me conto que se metieron hacia la parte de las plantas de la plaza para que si me volvía hacia ellas otra vez no las pudiese ver. Alba opinaba que ese beso las descoloco y que quizá ya no estuviesen tan seguras de que el enmascarado realmente fuese yo.
Estábamos despidiéndonos cuando fui a darla un beso antes de irme, al principio me correspondió, pero luego se hecho para atrás, apartándome de ella con cierta brusquedad, jadeante y con los ojos brillando. Cuando le pregunte si pasaba algo me dijo que sí, que no quería besarse así conmigo porque para serme sincera como yo lo había sido con ella, esos besos la calentaban mucho y la cosa podía llegar a terminar de un modo que ella en esos momento no podía permitir que sucediese. Nuevamente me dijo planchado por completo, no insistí para no fastidiarla, entendí lo que me dijo como un intento de devolverme parte de la sinceridad que había tenido yo con ella, aunque no entendiese nada de nada y me marchase para mi hotel con un calentón de narices.
Esa noche regrese al local donde me había encontrado con Rocío y las otras dos en las noches anteriores, solo que esta vez entre más tarde que antes. Tuve muchísimo cuidado en entrar aprovechando un momento de aglomeración de gente, los use como escudo para poder adentrarme en el local sin que me viesen, y creedme que estaban las tres ojo avisos para ver si entraba. Me desplace a un punto donde no podían verme ellas desde su posición, aproveche para estudiar el modo de acercarme a ellas para sorprenderlas. Otra cosa que también llevaba en mente, era el andarme con cuidado con lo que hacía, debía de evitar a toda costa parecerme en nada a “Sergio”, porque estaba seguro de que estarían pendientes de cualquier detalle que pudiese decirlas si era yo o no.
Aunque parezca mentira al estar más pendientes de la puerta que de otra cosa no me vieron acercarme a ellas. Las tres llevaban el mismo disfraz, o por lo menos muy similar al del primer día, iban de diosas Griegas, pero con la diferencia de que todas iban bastante más provocativas que el primer día que me encontré con ellas llevando ese mismo disfraz. Dado que me habían visto, sabían que estaba en la ciudad y estaba seguro de que sospechaban de quien estaba realmente bajo la máscara pese a la opinión de Alba, decidí ir con muchísimo tiento con ellas. Se acerco el camarero para ver si querían tomar algo mas cuando intervine desde su espalda, pidiendo bebida para los cuatro... las tres se volvieron en el acto, mirándome de forma especulativa de arriba a abajo. Hice mi habitual presentación, saludándolas a las tres de forma pomposa, pero ideal para romper un poco el hielo... las salude como "mis bellas y adorables diosas Griegas".
Durante al menos cinco minutos estuvimos intercambiando saludos y frases ingeniosas en las que de vez en cuando me metían alguna trampilla en la que por su puesto no caía, iba alerta por completo con sus comentarios, los repasaban las tres con lupa, intentando ver quien estaba bajo la máscara veneciana que llevaba puesta. Me preocupo algo mas el repentino silencio de Rocío los siguientes diez minutos, me miraba fijamente como intentando recordar algo, en algún momento me pareció que estaba incluso perdida en sus pensamientos. Pero pese a todo esto, al final fue para mi sorpresa la propia Rocío, la que entro como un elefante en una cacharrería... arrasando a su paso toda la diplomacia que habían empleado sus amigas intentando sacar algo en claro con su pregunta...
- Rocío : ¿Por qué no te quitas la máscara?
- Yo : ¡¡Ahhhhhh!!, eso es fácil de responder bella Dama, porque si me quito la máscara se rompería la magia...
- María : ¿Como que la magia?
- Yo : (Abriendo los brazos con un teatral gesto, señalando al resto de la gente que también estaba disfrazada) Querida amiga, lindísima dama, mi adorable diosa. Esto es la magia del carnaval, la magia es la alegría, la felicidad y por supuesto el misterio... Los disfraces pero sobre todo las mascaras, mi adorada Dama, son el más puro y genuino misterio de los carnavales.
- Rocío : ¿Es decir, que...? (Miraba muy seria)
- Yo : Es decir que... con vuestro permiso, (lleve mi mano a la máscara tocándola con la yema de los dedos mientras seguía hablando) seguiré llevando esta humilde mascara... (Vi como Ana me miraba especulativa dudando sobre preguntarme)
- Ana : ¿Y si le pregunto el nombre a tan ilustre veneciano?
- Yo : Entonces me vería obligado a daros mi nombre bella Dama.
- Rocío : Entonces dinos tu nombre agradable caballero (Sonreí ante la contestación que pensaba darle y la cara que pondría por no ser la que se esperaba ella)
Hice una amplísima reverencia, según me incorporaba de nuevo, lentamente deje salir un nombre por mi boca.... Les dije…
- Veneciano : Mi nombre, mis adoradas, mis mas divina bellezas, es… "Giacomo Girolano Casanova", y estoy aquí para servir a tan bellísimo trió de damas en lo que sea menester...
Tras esta presentación un tanto teatral, hice de nuevo otra profunda reverencia estaba vez también usando mi sombrero con sumo cuidado al despegarlo levemente de mi cabeza, haciendo una inclinación con el cuerpo, pero interponiendo en parte mi capa por delante para disimular cualquier rasgo que se pudiese ver en mi cabeza para terminar mi presentación “oficial”...
Vi como las tres me miraban sorprendidas y casi, casi podríamos decir que con la boca abierta de par en par, creo que fui a elegir la forma más adecuada para darlas la sorpresa, o al menos para dejarlas a las tres momentáneamente fuera de juego con semejante saludo y presentación del más puro teatro. Pero también observe como se reponían con cierta rapidez de la… sorpresa.
- Ana : ¿Así que según dices, tú eres el célebre Casanova?
- Yo : (Acerque mi boca a su oído, asegurándome de poder echar el aliento por la rendija de la boca) Efectivamente graciosa dama, mi mas bellísima vestal (Sentí como se estremeció cuando sople suavemente en su oído atraves de la máscara, también note perfectamente su escalofrió).
Fue en ese momento cuando me di cuenta de una cosa, sospecharan lo que sospecharan las tres de mi, debido precisamente a no saberlo de cierto, en cierto modo se veían aun mas subyugadas por el juego a que estábamos jugando. También posiblemente se veían fuera de juego hasta cierto punto debido a mi avasalladora actitud con ellas cada vez que nos veíamos, nada parecido ni por asomo al comportamiento que tendría el Sergio que ellas conocían. Pero precisamente debido a lo sucedido por la mañana, en este caso aun fui un pelín más agresivo con ellas que en los días anteriores, quería evitar que pudiesen buscar la forma de lograr descubrirme y de paso desconcertarlas más aun. Por eso no pare de actuar ante ellas poniendo mucho cuidado en evitar movimientos, palabras o tics habituales en mi forma de ser diaria... Pese a todo lo que os pueda parecer ahora, creedme que me estaba costando horrores estar allí disimulando como si nada ocurriese y haciendo todo lo opuesto a mi forma habitual de ser, creedme que sí.
Estaba casi preparando el terreno ya para mi desaparición cuando Rocío dijo que tenía que ir al lavabo, esperando sin duda que alguna de sus amigas, o las dos, se ofreciesen para acompañarla, pero ninguna de las dos movió un solo musculo con esa intención, no tenía ninguna de las dos la menor intención de separarse de mi ni medio metro. Al final se tuvo que marchar sola, y por lo que vi se iba un poco mosqueada con ellas... Conocía muy bien a Rocío, sabía perfectamente como era y que tras esto de que sus amigas no quisiesen ir con ella para estar conmigo, también que estaba en una especie de juego competitivo con sus dos amigas conmigo como… digamos que “premio”. Era consciente de que si lograba pillarla a solas, lejos del alcance de las otras dos y podía presionarla un poquito, estaría mucho más receptiva a mis posibles juegos… puede que incluso llegando más allá de lo que en ella seria habitual.
Era consciente de que tenía apenas unos tres o cuatro minutos para desembarazarme de Ana y María antes de que Rocío regresara del servicio, ese era el tiempo de que disponía para poder interceptarla antes de llegar donde ahora estábamos. Les indique a ambas que debía de retirarme ya, que al siguiente día volveríamos a encontrarnos, pero no querían dejarme ir de ningún modo. Al final lo logre por los pelos mediante una estratagema aprovechando un momento de aglomeración a nuestro alrededor. Me fui de forma que mi vieran salir en dirección a la puerta, que fue hacia donde ellas se dirigieron tras mis pasos en el acto.
Antes de llegar a la puerta aprovechando otro amontonamiento de gente que en ese momento entraba y salía de la pista de baile me escondí tras una columna, para cuando pasaran a mi lado persiguiéndome, meterme en medio de la pista de baile un poco encorvado para no ser tan visible. Sabía que la zona de los servicios era una zona oscura. Es una zona desde la que se puede ir hacia la barra por varios lugares, unos más escondidos que otros, pero sabia cual era el más probable que siguiese Rocío al regresar donde estábamos anteriormente.
Llegue al sitio preciso con el tiempo justo de ver como Rocío salía del baño. Me desplace de forma que pude sorprenderla por la espalda al pasar ante mi sin verme, ya que iba ciega a donde estábamos antes. Justo cuando entraba en la pista de baile para cruzarla la intercepte, sujetándola por la espalda, solo que emplee para ello mi capa, extendiéndola y rodeándola con ella, abrazándola contra mí y cubriendo nuestros cuerpos de este modo... Puse entonces mi cabeza junto a la suya para poder susurrarla al oído, mientras nos empezábamos a mover despacio, siguiendo el ritmo de la música lenta que sonaba en ese momento. Decidí arriesgar con ella, esperando no pasarme y que aceptase mi juego…
- Yo : Sois sin duda una diosa, mi bella Helena... (Arriesgando un poco la apreté contra mí, haciéndola sentir mi erección)
- Rocío : (Tragando saliva y acompasándose para mi sorpresa a mi movimiento pélvico al pegar mi pene a su culo) Tu que me miras con buenos ojos... (Empezó a frotar lentamente su culito contra mi pene, acompañándome con el juego)
- Yo : Querréis decir que os miro con ojos golosos... vos sois como la miel que atrae a la abeja... la luz de la vela que abrasa a la inocente mariposa… (Escuche perfectamente como tragaba saliva)
Mientras manteníamos esta conversación mis manos empezaron a moverse acariciándole el cuerpo con delicadeza y suavidad, primero de nada el estomago para no asustarla, pero para mi sorpresa entro al trapo de las caricias, con lo que me volví mas atrevido con ella. Puso sus manos sobre las mías mientras su cabeza se echaba para atrás, dejándome su cuello expuesto, lamentablemente no tenía la menor intención de quitarme la máscara para besárselo… sonriendo pensé que era algo demasiado obvio.
Mis manos empezaron a vagar inquietas por su cuerpo, alcanzando por fin el primero de mis objetivos, sus pechos... estuve un buen ratito acariciándoselos, mientras de sus labios escapaban leves gemiditos... Aun en ese estado hizo un último intento de pillarme con la guardia baja... dado que dejarme el cuello franco no le funciono…
- Rocío : Así, Sergio, así...
- Yo : (Sonreí al oír el nombre, le di una nueva vuelta de tuerca al juego) El tal Sergio debe de ser alguien muy importante para vos dado que lo recordáis en tan especial momento con otro amante... ¿Quizá deba de sentirme celoso?... ¿Quizá se trate de un amor frustrado?... ¿Quizá un amante no conseguido pero si deseado?... Creedme que siento celos de tal caballero que provoca vuestros recuerdos… Noble Helena…
- Rocío : (Aproveche un sobresalto inicial que tubo al oírme para bajar una de mis manos a su entrepierna, acariciándole su sexo por encima de su braguita) Ahhhhhhhhh... ahhhhhhh... siiiiiiii....
Sus pezones los sentía en mi mano súper duros, su sexo en mi otra mano muy húmedo... y sus labios emitiendo leves jadeítos o gemiditos casi inaudibles. Todo esto pasaba envueltos por la enorme capa de mago que llevaba con mi disfraz, añadiéndole el morbo de estar acariciándonos sin que nadie se diese cuenta o viese nada de los que estaban a nuestro alrededor... Esta aparente capacidad para ocultarnos tan bien que me ofrecía mi capa era algo que sinceramente no me esperaba que pasara de este modo pese a su enorme amplitud cuando estaba totalmente extendida. Visto como nos estábamos moviendo de libres bajo ella, pensé con emoción por sus posibilidades obvias, que incluso podríamos estar follando sin que nadie se diese cuenta, evidentemente eso siempre mientras que estuviésemos en las zonas de sombras.
Mientras una de mis manos jugaba con sus pezones la otra se puso a jugar en su sexo tras apartar a un lado la tela de la braguita. Mis dedos jugaron por su raja, acariciándola, así como introduciéndoselos después entre sus labios para pasárselos después al interior de su boca cubiertos de su propio néctar para que lo saborease. Rocío para mi sorpresa ya que no me esperaba eso lo lamio con gula y una cara de vicio que me impresiono, lo de los dedos lo había hecho siguiendo simplemente mi instinto. Seguí haciéndole caricias, mientras mi miembro se tallaba contra su culito, yo me movía en círculos restregándome contra ella, mientras ella movía a su vez el culo frotándolo también contra mí. En unos pocos minutos la tuve al borde del orgasmo... Al final, logre arrancarla un orgasmo en mis manos, jugando con mis dedos sobre su clítoris… Lo sucedido con Rocío había sido mucho más de lo que yo había podido siquiera imaginar cuando se me ocurrió la idea de sorprenderla a solas.
Me di cuenta cuando se agito corriéndose y me pude parar un instante a pensar en todo lo que acababa de vivir con ella. Llegue a la conclusión de que todo esto había sido propiciado por un intento de pillarme con la guardia baja para comprobar si de verdad era quien sospechaba, solo que esta vez se había pillado ella misma las manos al excitarse con mis juegos y la situación del modo que lo hizo. También me di cuenta de que Roció lo había disfrutado enserio y que posiblemente, ahora para irme con Alba también tendría que escaparme de ella como había hecho antes de sus dos Amigas, ya que dudaba que después de lo sucedido y conociéndola, se conformase solo con eso. Porque una cosa tenia clara, y es que si en ese momento, un poco antes de que Rocío alcanzase su orgasmo, hubiese presionado solo un poco mas estando en un sitio más discreto, mas metidos hacia la pared y menos en el interior de la pista de baile, Rocío y yo más que posiblemente hubiésemos terminado follando bajo la capa, dado lo calientes que ambos estábamos.
Lamentablemente no pude seguir con el juego, tuve que irme para ir a recoger del trabajo a Alba, aunque me las vi y me las desee para lograr salir de allí sin que me viese ninguna de las tres y me pudiesen seguir para ver donde me alojaba, parecían sabuesos buscándome por el local, me costó lo mío escaquearme de allí. Y creedme que por como las vi actuar, estaba más que seguro que lo de seguirme para ver donde me alojaba era algo que ya se debían de haber planteado a estas alturas. Tras cambiarme en mi hotel y darme la consabida ducha más en este caso hacerme un señor pajote en su honor por el calentón… aunque al final otra chica distinta fue quien ocupo mis lascivos pensamientos y no Rocío, me fui a buscar a Alba al local, esperándola a la salida, aunque me sorprendió que todavía no hubiesen llegado Carla y Luisa. Cuando Alba salió lo primero que hizo nada mas verme fue abrazarse a mí dándome un beso en los labios. No habíamos andado ni cien metros cuando ya me estaba preguntando por lo sucedido con mis "amigas" antes de ir a buscarla. Le conté todo lo que paso y como paso, no la oculte nada de nada, incluido lo de la ducha y quien fue la persona que termino ocupando mis pensamientos… su sonrisita al oírme esa última parte más el beso que me dio después, me indico más que cualquier cosa que hubiese podido decirme.
Confieso que cuando se lo conté pensé que se enfadaría bastante por lo que sucedió entre Rocío y yo, pero no lo hizo en exceso para mi sorpresa. Evidentemente tal y como yo suponía, y pese a lo que me dijo, no le gusto. Aunque también es cierto que por su reacción, más pareció que fuese al contrario, ya que se excito de lo lindo con lo que le conté, al punto de que al pasar mientras hablábamos ante un portal entre abierto, no aguanto más y de un empujón me metió en su interior. En un abrir y cerrar de ojos me había bajado la cremallera y tenía mi polla en sus manos, mirándola con ojos de gula y pasándose la lengua por los labios humedeciéndoselos... Pero pese a lo que pensé al ver su reacción y lo que hizo, no se la metió en la boca, solo me estuvo haciendo una paja, apuntando con mi polla al suelo cuando me empecé a correr de forma abundante en sus manos.
Lo que sí hizo como distraída fue recoger la última gota de semen que había sobre mi capullo con un dedo y llevárselo a la boca, como saboreándolo. Sorprendiéndola la hice levantarse y la aplaste contra la pared, metiendo mi mano bajo la faldita de su disfraz, encontrándome su sexo completamente encharcado... para mi sorpresa no llevaba ropa interior. Me puse a besarla mientras restregaba mi pija contra su rajita, acariciándola mientras mi miembro empezaba a dar muestras de recuperar rápidamente de nuevo su vigor.
Una Alba totalmente entregada se frotaba también contra mí, parecía una gata en celo, me devoraba mas que besarme... De repente su actitud cambio, dio un giro de ciento ochenta grados, intento apartarme casi sin fuerzas, con lagrimas en los ojos me empezó a suplicar que por favor no lo hiciese, que la respetara, que no podíamos... Fui tan consciente como cuando Rocío del hecho de que me la podría follar sin que ella fuese capaz de oponerse casi, una vez que la penetrara no tendría resistencia, que tal y como estaba en esos momentos se entregaría en cuanto me sintiera dentro. Pero también sabía que eso seria jugármela con ella de mala manera, además de que sería en cierto modo obligarla a algo que no quería, me costó dios y ayuda, pero me controle y me separe de ella. Eso si, como podréis comprender, me separe de ella bastante más que enfadado, la verdad...
- Yo : ¿A qué coño jugas Alba?
- Alba : Lo siento Sergio... es que no puedo hacerlo contigo, no ahora al menos... por favor créeme, tengo mis motivos... no pretendía...
- Yo : No lo entiendo Alba, está claro que lo deseabas tanto como yo... no te atrevas a negarlo joder... (Estaba muy confundido, y sin duda mi voz era como debía de sonar)
- Alba : Si, claro que lo deseaba, tenía unas ganas locas de hacerlo contigo, pero es que... Perdóname Sergio, pero lo cierto es que estoy con alguien y no quiero engañarlo...
- Yo : ¿Como que estas con alguien y no quieres engañarlo? Pero...
- Alba : Tú me gustas muchísimo Sergio, de verdad... pero no puedo estar contigo como tú quieres... o como yo quiero también hasta que no lo haya arreglado, y no podre hasta después de las fiestas, cuando regrese a mi casa... por favor, dame tiempo...
- Yo : Alba, no sé si te abras dado cuenta, pero me gustas mucho, muchísimo de hecho... pero no te entiendo, de verdad... primero lo de Rocío... ahora esto de hacerme un paja diciéndome además que estas con otro, joder Alba... ¿estás jugando conmigo, no?
- Alba : No joder, no digas eso. Estoy hecha un lio con mi relación desde antes de conocerte y esto no ha servido precisamente para que me aclare. Además no creo que tu tampoco lo tengas tan claro como aparentas con respecto a lo de esa chica (me pareció detectar algo serio de celos, lo que en el estado que yo estaba...), por eso quiero que sigas este juego con ella durante lo que queda de carnaval y que ocurra lo que tenga que ocurrir ahora... Quiero saber, quiero estar segura de que cuando regresemos a casa, si decidimos hacer algo al respecto de nosotros dos, ambos estemos igual de seguros con todo esto antes de pasar pagina... no quiero salir de la sartén para ir a caer en el fuego... por favor Sergio...
Esa noche llamo a Carla y a Luisa para decirlas que no iría con ellas, que se iba a dormir. La verdad es que estuvimos los dos en su casa hablando más de tres horas, poniendo las cosas claras entre los dos, y no diré que salí de su casa muy contento que digamos, aunque tampoco puedo decir que no lo entendiera en cierto modo... por mucho que no me gustase, que desde luego no me gustaba en absoluto.
CONTINUARA