El Vecino Rafael
Reencuentro con el Amante, con el cual puso los cuernos durante 3 años a su esposo anterior.
Otra vez Rafael.
Quizás, tenía que haber publicado este Relato el primero, donde describo físicamente a mi mujer pero por no encontrarlo, publique el del Zapatero. Subsano el problema ahora,
A Ella la llamaremos Penélope, y a mí me conoceréis por Héctor.
Todos los nombres, están cambiados, para no identificar a los auténticos protagonistas, que nos acompañaron.
Mi mujer Penélope, tiene 45 años. Es de las islas caribeñas. Como toda mujer de estas zonas, son diferentes a las españolas. Primero tienen todas entre nosotros fama de Putillas, ( bastante cierto, como he podido comprobar).
Poseen unos genes, diferentes, pues a pesar de tener 45 años, no parece tener más de 35.
Son muy calientes en cuanto al sexo. Desinhibidas, y nada de tímidas. Miran a los hombres de tu a tu, y más de una, como mi esposa, cuando un hombre la gusta, son ellas las que toman la iniciativa. Penélope, me ha contado que ella, en más de una ocasión, ha abordado al tipo, que la interesaba, por ejemplo con José el Bonguero, al que abordó ella pues le gusto al verle.
Pocas son fieles a sus maridos, y para muestra un botón. Mi mujer, puso los cuernos a su primer marido, con su suegro, su cuñado, un chofer de autobús. Al segundo le puso los cuernos con un medico negro de tremenda polla, que la desfondo totalmente por delante y por detrás. Al tercer marido, le engaño, con el de la Coca Cola que les sirvió en una fiesta, un camionero, y con otro compañero de trabajo. Tuvo otra relación anterior de 9 años, y al 3 año, ya le ponía los cuernos, con el Frutero, con un Sr mayor, creo que de 70 años, y durante más de 5 años, con su vecino Rafael. Un cliente del Bar del Casal donde trabajaba, Empezó haciéndose amigo de su pareja, para robarla, las bragas, y acabo follándosela, haciéndola regalos la mayoría de dinero.
Yo Héctor tengo 50 años. No soy una persona desagradable, pues no me cuesta mucho ligar, y evidentemente, me gustan las chicas espectaculares. Soy elegante y distinguido, y mi nivel cultural es bueno, pues soy universitario y no me quejo de la vida.
No soy superdotado, pero tampoco me considero minipolla, pues veo que la mayoría son como yo, incluso menos. No tengo complejo en esto, y me rio cuando mi mujer me dice Polla chica.
Cuando empecé a salir con ella, me dijo que dejaría a su novio: José el Bonguero, un representante de 55 años de vinos. No solo no le dejo, sino que se lo continuó follando durante casi un año a mis espaldas. ( mas tarde de casados, se encontraron, y volvieron a verse, pero eso será otro relato ).En fin yo sabía que me pondría la cornamenta pues no iba a ser menos.
En fin, quiero que comprendáis que en el sexo, no respetan nada, si el tío las interesa en la cama.
.Estuvo en su país, en Diciembre 2019, y no quiso que la acompañara, para conocer a su familia. Me extraño, y unos días, después de pasar un mes allá, me dijo, que iba a buscar a un ex pretendiente. El de la polla de caballo, pues cuando veo sus fotos, me asombro de que haya hombres con 28 ctms de polla, y tan gruesa como mi antebrazo.
Le llega casi a la rodilla, y menos en la boca, dice que tanto delante como por detrás, se la mete entera. Sin duda este tipo ha sido quien la ha desatascado el culo, bien desatascado.
Yo. Españolito de a pie, casado por 3 vez, y corneado por todas las esposas, incluido por
Tengo 2 traumas desde pequeño, pues me crie en un barrio medio en Córdoba, tenía un vecino, que le ponía los cuernos la mujer, pero lo más extraño, es que el, llevaba a su mujer, a casa de un camionero, para que se la follara. El esperaba en la puerta, a que terminara. Después se iban los 2 a casa. El segundo, lo cogí, cuando me contaron, que había un Bosque en Paris, el Bosque de la Bologne, donde los maridos, llevaban a la tarde-noche a sus esposas para que las follaran los negros, con sus grandes penes.
Ya de mayor, en mi viaje de Boda con mi primera esposa, pude comprobar la certeza de ello. Por supuesto nadie se follo entonces a mi reciente esposa. Cuando volvimos 5 años después, si que disfrutamos de esta experiencia, pué se follaron a Maika, 3 negros. Uno de ellos la reventó el culo, salvajemente. Nunca me lo perdonó.
En fin hecho un pequeño resumen, os cuento una de las experiencias vividas últimamente.
Si os gustan, iré contaros alguna mas, ya que las que os cuente, son autenticas y no tienen nada de fantasía, salvo el cambio de nombres.
Anteriormente, habíamos ido por este pueblo cercano a Barcelona, que omitiré, pues tuvo que realizar unos asuntos en el INEM de allí, donde tenía un conocido. A la vuelta, quiso enseñarme donde vivía el Vecino Rafael, con el que pusiera los cuernos al Eloy.
Mi mujer vestía un liviano vestido, abierto de arriba abajo, y la tanga, unas sandalias, adornaban su veraniego atuendo, sus pechos saltaban al andar, por la ausencia de sostenes.
Aparque la moto en una parada de Autobús, y fuimos enfrente a una casa con un jardín delante, mientras nos acercábamos, íbamos hablando. Con lo alto que habla Penélope, el tío la oyó desde dentro de la casa, pues según ella siempre está pendiente de lo que pasa. De momento salió al porche, y abrió la puerta. Nos dijo que nos acercáramos, y nos indicó que entráramos. Así lo hicimos.
La mujer ( Florentina ), no tardo en salir, nos presentamos y ellos. La mujer del Rafael, enseguida la dijo a Penélope, que había ganado con el cambio, pues a mí se me veía más majo, formal, y nada de porretas. Yo la mire, era gorda, con gafas y nada de atractiva, en cambio a él, se le veía majote, con sus pantalones cortos.
La mujer, nos explicó, que estaban haciendo una piscina, y alguna obra en la casa.
Con total descaro como si yo no estuviese o no me diera cuenta.
Rafael, invito a Penélope a que pasara detrás de la casa, donde estaban haciendo la piscina.
.- ¡ Pasa, pasa y mira que piscina estamos haciendo ¡ A ver si te gusta.- La dijo.
Mientras yo hablaba con la Florentina. Mi mujer se fue con el tío, quedando ocultos a nuestras miradas.
Me contó mi esposa, que nada más doblar la esquina de la casa, Rafael, la cogió por detrás, y abrazándola, la apretó las tetas, mientras rozaba su bragueta contra el culo de ella.
Penélope se volvió de cara a él, y se besaron, metiéndose la lengua. Mi mujer le echó de inmediato mano a la bragueta, apretando su polla por encima del pantalón, que no tardo en ponérsela como una piedra.
El tío no desaprovecho el tiempo, y también la dio un puñado en su coño, subiéndola el vestido.
Estuvieron morreándose y acariciándose por encima de la ropa, durante unos 10 minutos, tiempo que la mujer ya les llamaba, diciendo que se les iba a enfriar la comida.
En ese tiempo, el tío, la dio el teléfono, para que le llamara y quedar en verse.
Mi mujer le dijo que de acuerdo. Rafael, se agachó y cogiendo a mi mujer por la cintura, alzo su vestido. La cogió las bragas, tiró para abajo y se las sacó, besando su coño semipelado del día anterior.
.- ¡ Déjamelas, para masturbarme, que las que te quite, hace tiempo, ya se me han roto de tantas pajas que me he hecho con ellas ¡.- La decía oliéndolas y guardándolas deprisa en el bolsillo de su pantalón.
Regresaron y nos despedimos, diciéndoles que si querían venir enfrente a tomar una cerveza. Nos indicaron que iban a comer, que otro día.
Nos marchamos, despidiéndonos amablemente con unos besos en la cara, los 4.
Estuvimos enfrente, tomando una cerveza, y como el bar, está en alto, viendo como Rafael, sin recato alguno salía y la decía por señas a mi mujer que la llamaría por teléfono.
De esta manera, acabamos la visita.
Nueva visita a Rafael.
Regresamos otro día, tras de haber planeado, durante nuestras relaciones en la cama, si yo estaba de acuerdo que ella se viera con él. Nada más que de pensarlo, me ponía excitado a tope. Lo deseaba. Mas cuando ella me explicaba, que como era un tío muy limpio, y sin ir de putas, ni otra relación que no fuera su Filomena, no la importaría follárselo a pelo, es más la excitaba, pues aparte de mí y de una vez con A.Aparicio, al que llamábamos su novio, nunca había sentido la leche de otro. Lejos quedaban los polvos del Binguero que también se lo follaba sin condón.
Con la minifalda vaquera, que la llegaba a medio muslo, y que se abría por delante, una blusa de tirantes, que dejaba ver y moverse sus pechos, y unas sandalias veraniegas, nos dispusimos a ver otra vez a Rafael, con el ánimo de calentarle y quedar para otro día.
Nada más llegar, antes de bajar de la moto, ya le vimos, barriendo el porche. No le hicimos caso, y subimos al bar de enfrente.
Una vez arriba, mientras tomábamos una cerveza, mi mujer salió a la terraza del bar. Rafael, la hacía señas de que fuese para su casa.
Así lo hizo ella, me dejo con la cerveza, y corrió a verse con el tío.
Me contó:
- Cuando llegué, tenía el portón abierto, y me hizo pasar, indicándome que no hablara.
Me paso al otro lado de la casa, diciéndome que su mujer estaba en el ordenador chateando con alguien. Alguna amiga.
Me llevo al garaje, donde tenía una persiana a medio subir. Me empujo dentro, y nos fuimos a un rincón.
Se lanzó como un loco sobre mí, besándome la boca y cogiendo mis tetas por debajo de la camiseta. Me las saco y me las chupo como un loco.
Yo, le eche mano a la bragueta. Tenía la polla dura. Se la saque. Tiene una buena polla, más gorda y larga que la tuya.
El, me había echado las bragas para abajo, y me cogía el chocho desesperadamente.
Me acariciaba la pipa, nervioso, metiéndome los dedos dentro del coño. Me puse tan caliente, que empecé a gemir.
El me tapo la boca, para que no gritara, besándomela.
Yo con su polla fuera del pantalón, me la acerque a la raja. Me di brochita. La pipa se me había puesto como una nuez. Dura, roja, mojada.
Tenía el coño tan deseoso, que los flujos me caían por los muslos. Se oía sus dedos chapotear en mi sexo, mientras él me masturbaba, yo también se lo hacía a él.
Rafael, se corrió entonces, echándome toda la leche encima del coño.
Exploté. Tuve un orgasmo inimaginable. Me corrí como una loca, al sentir su leche caliente, inundarme la entrada de mi concha y mi pipa.
Empuje, para que me la metiera, pero en esto oímos a la Florentina, llamarle.
.¡ Rafael ¡. ¿ Dónde andas ?.- Oí.
Le aparte, y me subí las bragas, apresando su leche contra mi coño. Se empaparon.
Salí corriendo, huyendo mientras él decía, que haber si iba al Caprabo, lugar donde antes quedábamos para follar, cuando estaba con el Eloy. Solíamos vernos los lunes a las 10 de la mañana, en una tienda de Chinos de ropa.
Le dije que sí, y me marché atravesando la calle, viniendo para aquí.
.- ¿ Se te ha corrido en el coño ?.- La dije.
Ella, allí, pegada al mostrador, se abrió los botones de la falda vaquera, y me mostró, sus bragas chorreando la leche del Rafael.
.- Tenia, el tío tantas ganas, que fue tocársela, ya la tenía hecha un palo, de dura. Me la restregué un poco por la pipa, pues me había puesto tan caliente, metiéndome los dedos, que me quise dar brochita. ( Refregar el capullo contra su clítoris ), Se corrió como un pato, hemos dejado un charco de leche en el suelo del garaje. ¡ Como lo vea su mujer ¡.- Se echó a reír. Mojándose sus dedos en el semen, y metiéndolos en mi boca.
Se los chupe.
La eché mano entre las bragas, impregnándome de leche mis dedos.
Con mi polla, tan dura como la del Rafael, y mis cuernos chorreando de deseo, nos marchamos a casa.
No llegamos a entrar. Me la folle en la escalera, a riesgo que nos vieran los vecinos. Pero….No podía aguantar más, mis deseos.
Fue un polvo, encima de otro polvo, donde note aun sus flujos y los de Rafa aun dentro.
No tengo dudas. Estoy hecho un buen cornudo, que le lleva a su mujer a su amante, para que se la folle.
Prometimos repetirlo otro día, aunque no sabíamos como.
Puta de Pago.
Ha pasado un año, y no ha tenido ocasión, de verse con el RAFA. Perdió el número de teléfono, y no tenemos manera de contactar. Solo nos queda la de siempre, ir a su casa. Aunque estamos en Semana Santa. Es posible que estén fuera.
Como era Jueves, pues vamos a ir al Mercadillo que ponen en ese pueblo.
Era un día, sin frio ni calor, por lo que se puso un abrigo. Unas medias negras, las botas de media caña, y un vestido abierto, por si surgía la ocasión de tocarse algo.
Se había lavado el pelo y teñido. Yo el día anterior la prepare su coñito, quitando todo su pelo, menos el flequillo. Con la crema, aquello estaba para comérselo.
No la quise follar por la mañana, ni se lo quise comer para no estropeárselo. Se lo deje todo estupendo para el Rafael. Con cremita que la dejaba la piel sedosa, y bien hidratada.
Mi mujer tenía unas ganas de campeonato. Ya estando en el mercadillo, quiso ligarse a un viejillo, para jugar con él, pues decía que no estarían en casa, posiblemente estarian de vacaciones, pues eran dos jubilados. Íbamos a perder el tiempo, mi mujer estaba calentita hoy. Yo así lo había preparado.
Estuve empalmado todo el camino.
El cabrón, llevaba a su mujer para que se la follara su antiguo Amante. Me daba un morbo infinito.
Tras el paseo, fuimos a casa del tío. Aparcamos la moto, como siempre detrás de la parada del autobús. Parecía no haber nadie en la casa. Ella dijo que estarían de vacaciones, pues se veían las ventanas cerradas.
No me di por vencido, y subimos al bar a tomar una cerveza. Estaban haciendo una paella, por lo que pedí si podíamos comer. Nos afirmaron la posibilidad, y como faltaban diez minutos, con una cerveza en la mano, nos sentamos en la terraza.
Mirando su casa, le vi en una de las ventanas. Se lo dije a ella. Mi mujer se puso de pie, mirando hacia la casa.
De inmediato, Rafael la vio. Se hicieron señas. Ella me dejó en el bar, y se acercó a la casa.
El tío la estaba esperando en el portal.
Se saludaron, dándose un beso y él lo primero que la dijo, es que hacía mucho tiempo que no se veían, que se estaba matando a pajas, pensando en ella.
.- Me gustaría follarte, no duermo pensando en volverlo hacer contigo, aunque estoy tomando unas pastillas, y no se me pone dura la polla.- La dijo.
.- Tu, no te preocupes, que yo te la voy a poner dura, ya lo veras.- Respondió.
.- ¿ Cuánto me vas a cobrar ?.- La pregunto Rafa.
.- ¡ Oye ¡ Que a mí no me tienes que pagar, yo follo contigo porque me gustas, y tienes buena polla, o al menos antes la tenías.-
Él la respondió que tenía un dinerito para darla, para que se comprara alguna cosita.
Ella quedo conforme, y le dio su móvil, pues el tío quería quedar con ella, pero ahora se iban de vacaciones, y la llamaría para cuando volviera.
La indico que debería de ser un lunes.
Con mucho miedo, pues la mujer estaba cocinando, se despidieron, tras apuntar el número, con un beso con lengua.
Regreso mi mujer, muy contenta y alegre, diciéndome que cuando volviera, quedarían en el Caprabo.
Me comí la paella, con una brutal erección, sabiendo que la iba a pagar por follársela.
Regresamos a casa y follamos como locos en el sofá, pensando en el día.