El vecino de mi novio

Una visita a la casa de mi novio, hace que me convierta en una puta...

Hola a todos. Este es mi segundo relato, en esta ocacion les contaré cómo un día de visita a la casa de mi novio, se convirtió en una deliciosa experiencia.

Por si no me conocen me presento, soy Belén de 24 años, 1.62 delgada de piel blanca, cabello negro largo y ojos un poco rasgados, mi pecho no es mi fuerte, pero lo son mis piernas torneadas por el ejército y mi cuerpo.

Mi novio vive a 50 kilómetros de mi casa por cuestiones de trabajo, lo visito a menudo ya que el vive solo y siempre hace falta una que otra travesura.

Hace unas semanas lo visité para coger, la intención fue visitarlo el viernes y quedarme un día para disfrutar de su alberca comunal y su compañía al día siguiente, el plan fracasó cuando recibió una llamada que le indicaba tenía que presentarse a trabajar el día siguiente.

Yo me moleste un poco pero decidí disfrutar la estadía por mi cuenta, tome una toalla y me dirigí a la alberca con un traje de baño negro de dos piezas. Nade por al rededor de 30 minutos, hasta que apareció un señor, el tipo de unos 55 años poco cabello y unos toques blancos que dejaban ver su cabeza prácticamente calva.

Al principio no me había dado cuenta de las miradas que seguramente recibí, hasta que mi celular sonó y tuve que salir a responder, no tarde más de 5 minutos hablando y decidí entrar al agua de nuevo.

Para esto el señor ya estaba en el agua y me saludó amablemente, yo respondí con una sonrisa y el ve acercó.

  • hola belleza no te había visto en el fraccionamiento, ¿eres nueva?- Yo le conté que estaba de visita y que solo disfrutaba la mañana.

El salió de la alberca y me ofreció un trago a lo que respondí que si. Charlamos un par de minutos y por beber salí y entre de la alberca un par de ocaciones al igual que el. Me sentí un tanto cansada y relajada por los tragos, pero noté que algo no estaba normal, sobretodo bajo su traje de baño, se veía algo abultado y comencé a excitarme un poco.

Pasadas las 2 pm yo ya no estaba en mis 5 sentidos, pero me sentía contenta y un poco caliente, ya que me excitaba el morbo de poder tirarme a un señor mayor, para ser exactos 31 años mayor que yo.

Salí del agua y me despedí, pero con la intención de hacerlo seguirme y no fue necesario ya que el ofreció acompañarme a la casa.

Ya de camino el me comento que estaba solo, ya que se había divorciado hace 8 años y sus hijos ya eran independientes.

La platica se prolongó y lo invite a pasar, le ofrecí una toalla y un vaso de jugo para seguir platicando, no sentamos en la sala y el comenzó a decirme que era hermosa, y que le excitaba mucho tener a una muchachita sola en la casa, yo me sentí halagada y mojada al mismo tiempo.

Me levante y me senté en sus piernas, lo tomé del cuello y lo besé, podía sentir sus manos tomando mi cintura y su estómago prominente rodando mis piernas, yo seguía con el traje de baño puesto y creo que no noto lo mojada que estaba.

Le saqué la playera y lo recosté en el sofá, me monte en el y lo bese, solo nos separaban ambos trajes de baño, pero podía sentir su verga crecer por debajo de la ropa, decidí sacársela, no era muy grande, 12 cm aproximadamente pero era muy gruesa y no tenía circuncision y era bastante peluda, ya con unas cuantas canas, eso me encantó ya que, aunque a mi no me gusta tener bello púbico, me gusta sentirlo en la entrada de mi vagina depilada.

Comenzar a masturbarlo con una mano, mientras me detenia se su barriga con la otra, yo estaba demasiado caliente, ya quería meterme ese trozo de carne, esa verga gorda en mi interior, pero resistí y pase a hacerle una mamada hasta que noté su cabeza a todo su esplendor, roja y brillante, invitándome a perderla dentro de mi, pero no podía dejar pasar sentir su barba también un poco cana en mi vagina por lo cual me senté al revés, para que me hiciera sexo oral en un delicioso 69.

El me tomo de la cintura y retiro mi traje de baño, comenzó a mamar mi vagina, yo estaba el doble de mojada, sentía como si me orinara de tanto líquido que me escurría en su boca, barba y bigote, así tuve mi primer orgasmo de ese día.

Ambos nos quitamos la ropa por completo y fuimos al cuarto principal, allí me recosté boca arriba y coloqué mis piernas abiertas sujetadas con mis manos para invitarlo a chupármela pero el tomo una mejor decisión, escupió su verga y comenzó a metérmela poco a poco, yo escurría demasiado, estaba muy lubricaba y gemía mucho, lo llamaba papi y el me decía puta, pero en ese momento eso me prendía más, justo cuando estaba apunto de venir el me la saco y se recostó boca arriba para que me montara, yo accedí y me monte en esa verga gorda, sus venas parecían explotar, podía sentirlas dentro y me hacían gozar bastante.

Cambiamos una vez más de posición, ahora me puse de perrito mi posición favorita, puse mis manos y mi mejilla pegadas a la cama, para lucir más mi culo y el tuviera mi vagina muy a la vista, sentí un golpe muy fuerte, me penetro sin piedad por algunos minutos, sus embestidas eran brutales, como si no cogiera en años, yo comencé a tener otro orgazmo y por sus gemidos noté que el también estaba teniendo uno, el gritaba bastante y eso me excitó más, yo sabía que no estaba bien que se viniera dentro pero mi excitacion me hizo dejar de pensar.

Llego el orgazmo y justo en la parte más alta del climax, sentí sun chorro de su leche llenándome la vagina, sentía sus disparos, uno a uno dentro de mi, podía sentir lo espeso que era, todo en segundos, pero sentía un orgazmo interminable, ya que me excitaba sentir que no dejaba de venirse dentro de mi, podía sentir como si semen estaba llenándome e incluso comenzaba a salirse y escurrir por mis piernas.

Terminamos agotados, el saco su verga ya menos erecta, y calló un chorro de leche, y unos cuantos más al pujar un poco escurrieron por mis piernas, no supe cuánto fue pero puje más y más y salí mucho, como si me orinara.

El confesó que tenía años sin hacerlo y yo tuve que tomar una píldora.

Tomo su ropa y se fue, después de darme una de las mejores cogidas de mi vida.

Espero les guste mi historia y me comenten que les provoco este relato.

Besos.

Belén