El vecino de mi ex-esposo
Su cuerpo juvenil... hizo arder en pasión... a una casada y mayor que él...el joven vecino de mi esposo... Manu.
El vecino de mi todavía esposo
Debido a mis celos mi esposo decidió alejarse y coincidió con su nuevo trabajo por lo que ahora esta en otra ciudad, ese día me pidió unos documentos importantes que tenía en mi casa. Pensando en una posible reconciliación no se me ocurrió mejor idea que llevárselos yo misma con la excusa que podían perderse en una encomienda, tuve un viaje de largas horas de avión.
Al llegar me recibió una hermosa ciudad más bella de lo que esperaba, pero lastimosamente la lluvia empañaba el paisaje haciéndola melancólica, no había traído ropa apropiada para ese clima pero esperaba que el tratar de recuperar nuestro matrimonio lo valía. Fui directamente a su oficina no tenia otra dirección, esperándolo en un pasillo, se me acerco unos minutos para recibir los documentos, tenía una reunión muy importante. Pero le dio algunas indicaciones a su secretaria, ella amablemente me ofreció unas tollas para secarme, me invito un café y al ver que su reunión era interminable pensé en buscar un hotel y volver al día siguiente para almorzar juntos; cuando al ingresar un socio retrasado, Marco llamo a su secretaria, entregándole las llaves de su departamento y le pidió que me explique lo de su viaje, partiría en un vuelo esa misma noche y no regresaría hasta en una semana, por lo que me podía quedar ahí y conocer la ciudad los días que viera por conveniente.
Agradecí a su secretaria, totalmente decepcionada pensaba que había hecho un largo viaje y soportado toda la inclemencia del clima para nada. Pero algo me decía que algo bueno tenía que sacar de este lugar, aunque tuviera que recorrerlo sola, o así tuviera que esperar toda la semana para ver a mi esposo.
Al bajar del taxi, con todo el equipaje y algunas cosas que compré en el camino, pensé que no lograría llegar hasta la puerta del edificio, y subir al tercer piso. De pronto de la nada un muchacho joven de complexión delgada, alto y con una mirada picará, se ofreció ayudarme, me llevo hasta la puerta del edificio y una vez cubiertos de la lluvia le agradecí, quien coquetamente sonreía. Muy avispado, me decía que debí informarme sobre el clima antes de viajar, en esta época siempre hay esta lluvia incesante, además se ofreció para ayudarme con las bolsas hasta mi departamento.
Estaba tan cansada y decepcionada por lo que me había pasado, que en realidad no le prestaba mucha atención solo acepte su ayuda. Además que me resultaba bastante atrevido, pero cuando hice el intento de abrir la puerta soltó una risita coqueta. No pude evitar preguntar de que se reía, a lo abiertamente y sin titubeos me dijo Marco, no pierde el tiempo, siempre trae amigas lindas a su casa.
Me dejo sin palabras, mi esposo era todo un casanova y me lo confirmaba un muchacho al que no conocía, entre furiosa y consternada le dije casi inmediatamente, que era su esposa y pensaba quedarme unas semanas aquí. El muchacho un poco asustado por mi reacción y pensando que había cometido una indiscreción, me dijo que el vivía en el edificio que estaba a la vuelta, frente a la piscina, y que solo estaba bromeando, no conocía mucho a Marco.
Entendí que quería salir del aprieto, pero en realidad no me importaba así que le sonreí abiertamente y le dije: que estaba sola y que necesitaba un guía por esa semana, preguntándole su nombre , lo que le devolvió esa miradita coqueta, ofreciéndose él mismo para llevarme a conocer la ciudad. Mientras entraba al departamento, note como posaba su mirada en todo mi cuerpo extrañamente, me sorprendí a mi misma coqueteándole a un muchacho que apenas llegaría a los 20, no podía ser mi hijo pero por lo menos le llevaba varios años, pero su carácter tan galante me provoco hacerlo borre esos pensamientos y seguí en tratar de instalarme.
Ya mas cómodos y sin las bolsas, le invite un refresco de cola, Manu un joven apuesto y muy pícaro , se sentó en el salón y encendió la tele, por lo visto conocía el lugar mejor que yo, por mi parte me puse a ordenar un poco mis compras y me fue al dormitorio para cambiarme la ropa que estaba algo húmeda al salir estaba con pantalón corto y un polo sin mangas, como suelo estar en casa
Conversando largo rato, siempre con esa mirada picara y sus insinuaciones aunque muy calculadas, no me quedaba atrás le sonreía abiertamente, coqueteándole, me hacía reír con su carácter, esas jergas tan propias de su edad pero cada vez sus palabras eran más halagadoras, le gustaba mucho mi cabello, largo, lacio y ese color caoba además que repetía que podía leer mi mente a través de mis ojos color miel por momentos lograba sonrojarme, y plantaba la cabeza mirando al suelo, pero en esta última vez, levanto mi barbilla y con su dedo pulgar recorrió mis labios, en ese instante sentí como si la sangre subiera desde los pies hasta mi cabeza, en un estado de ebullición por dentro la sangre hervía y por fuera tiritaba como si del mas gélido invierno se tratará fue una extraña sensación unos segundos mágicos eternos, en los que dude como reaccionar mis instintos seductores querían seguir con ese flirteo, pero era un jovencito que me podría causar muchos problemas
No respondí a su insinuación, solo huí del momento para traer más refresco pero Manu me detuvo pidiéndome una cerveza me reí y le dije que no había traído cervezas fue tras mío brincando encima del mueble y abrió la congeladora para mi sorpresa había una heladera completa de cervezas y otros tragos por lo visto - mi esposo era el señor de las juergas- fue todo mi comentario Manu acercándose descaradamente por detrás deslizando la cerveza helada por unos de mis brazos descubiertos sin ningún temor me hizo una seña para abrir otra lata de cerveza quise negarme, pero la destapo frente a mi y la acerco a mi boca sin quitarme la mirada .
No podía creer lo que estaba pasando un jovencito unos 10 años menor que yo, estaba haciendo de seductor y lo peor de todo es que lo estaba consiguiendo tenía ganas de seguir su juego sin pestañear cogí la cerveza y tome un trago largo retire la lata de mis labios y suavemente recorrí mi lengua por mi labio superior eso fue demasiado pero Manu entendió perfectamente mi insinuación dejo su lata a un lado se sentó a un lado mío y fue acercándose lentamente como contando lo segundos con una de sus manos hizo a un lado mis cabellos y con la otra rodeo mi cintura sin darme tiempo a pensarlo me atrajo hacia él se fue acercando, aún permanecía sin reacción, mis músculos no respondían solo atine a dejar la lata a un lado e involuntariamente cerré mis ojos, cuando sus labios estaban a menos de un centímetro de mi boca
Esos segundos duraron una eternidad de pronto sus labios rozaron los míos, su mano presiono en mi cintura acercándome a él, sus labios carnosos y húmedos me provocaron más, me olvide de todo su lengua invadió mi boca, jugando con la mía una de sus manos recorrían toda mi espalda, siguiendo la línea del polo fue metiéndose tocando mi piel, mientras su otra mano estaba en mi cuello, jugando con mis cabellos, deslizándose suavemente una vez mas siguió las tiras del polo hasta llegar a mi pecho con uno de sus dedos retiraba el polo mientras con los otros tocaban la suave piel de mis pechos mi respiración se hizo mas densa, sus besos salieron de mi boca para mordisquear mi ojera, juguetear en mi cuello e resbalándose por mi pecho, mientras con ambas manos una dentro del polo y la otra encima envolvieron mis senos, mientras ansiosamente su lengua rozaba por el borde del polo como queriendo mas
Era suficiente pero lo había dejado avanzar ya era tarde para escapatorias pero algo en mi se resistía pero esos besos, su vigor, ese fuego juvenil me embriagaban, pero aún así me solté y en segundos de cordura me aleje de él pidiéndole que se retirará ya que estaba cansada por el viaje. Las palabras brotaron tan rápido que no se si me entendió, pero me dio tiempo a huir, tome la lata de cerveza y me dirigí al comedor, lo que me devolvió algo de aire y de lucidez.
Por un momento se quedo quieto termino su cerveza, abrió otra lata y con otra sin abrir fue acercándose, sus pasos calculados , se detuvo detrás de mí y con la lata de cerveza helada sin abrir rozaba mi brazo y sin decir palabra alguna empezó a besar mi cuello soltó la lata y descaradamente sin titubear metió su mano tocando unos de mis senos, me hizo sobresaltar no solo por el hecho de tocarme así de improviso si no por su mano helada en mi pecho, siguió acariciando mis senos y deslizo una de las tiras de mi polo, mientras su boca recorría desde mi cuello hasta mis hombros, su lengua húmeda la calidez de sus besos nuevamente olvide el escape y esta vez no había retorno
Disfrutaba lo que hacía, era un jovencito que conocía muy bien las artes de la seducción y había logrado hacerme perder entre sus caricias, con los ojos cerrados dejaba que sus manos recorrieran mi cuerpo, de un brinco estuvo frente a mi, enredándonos nuevamente en un beso apasionado, mis latidos elevaban mi pecho, sus manos inquietas nunca dejaban de recorren mi cuerpo, como un astuto zorro atrapando a su presa
Con la cordura muy lejos olvide mi recato de estar aún casada y di rienda suelta a una tarde indescriptible
Manu parecía un pulpo, sus besos recorrían mi cuerpo incesantemente, no dejaba de obnubilar mis sentidos. Mientras me acariciaba y besaba, a pasos lentos retrocedía, dirigiéndose a la habitación en el camino y como si supiera exactamente donde estaban tomó unas llaves abrió el dormitorio continuo , y sintiendo el borde de la cama rozar mis rodillas, me reclinó suavemente quedé totalmente asombrada había en la habitación una cama de agua redonda, la habitación estaba pintada totalmente de rojo, el piso de color claro hacia resaltar su color, las pequeñas lamparitas alrededor de la habitación eran el escenario perfecto para seducir a cualquiera , pero entre el fuego de sus besos y caricias olvide el lugar
Sus besos por momentos dejaban mi boca, para recorrer mi cuello, juguetear con el lóbulo de mi oreja para luego deslizarse por mi cuello llegando suavemente a mi pecho, mi respiración cada vez se hacia mas pesada mientras hacía esos juegos con su boca sus manos no perdía un segundo recorriendo mi vientre, para deslizarse por mi costado hasta llegar a mis piernas, la idea de estar con un chiquillo menor que yo me enloquecía, no podía evitarlo
Me sentía como una jovencita sin experiencia y lo dejaba hacer, pero para ser jovencito, no era impaciente se tomaba el tiempo exacto para cada caricia sus dedos deslizaron suavemente las tiras de mi polerita, y con ellas las tiras del sujetador dejando al descubierto mis senos jugueteando con las yemas de los dedos haciendo un espiral desde la base hasta llegar delicadamente hasta mis pezones, los masajeo aprestándolos entre sus dedos soltando y amasando todo mi seno con la palma de la mano pequeños gemidos -uhm uhm escapaban de mis labios, con los ojos ligeramente abiertos podía observar como miraba mis reacciones como midiendo cada caricia al tener la polerita enrollada en la cintura quería sentir su cuerpo juvenil rozando el mío , así deslice mis manos que acariciaban una sus cabellos y la otra su espalda para sacar su camisa con algo de ansias logre sacarla desabrochando solo algunos botones terminó rápidamente en el suelo, con su ayuda echados nuevamente rodábamos por la cama, encendiendo nuestros cuerpos, pude ver como unos segundos se detuvo, cogiendo el control puso algo de música apropiada para el momento, haciéndolo más intenso sus besos se deslizaron mas osadamente por los costados de mis pechos su lengua se acercaba recorriendo sin perder detalle de mis senos hasta que como un bebe tomando del pecho de su madre bebía el elixir que envenenaba sus labios y me enloquecía, sabía hasta donde llegar para luego soltarlos .
Estaba en un éxtasis total, quería que en ese mismo momento me tomará, ya no resistía mas juegos, por mi entrepierna se deslizaba la humedad que provocaban sus caricias, sus manos nuevamente inquietas, deslizaban mis pantalones cortos hasta llegar a las rodillas como logrando que aprisionen y no pueda abrir del todo mis piernas uno de sus dedos delicadamente presionaba mi clítoris, mientras que su boca no dejaba mis senos, luego se deslizó por mi vientre recorriendo suavemente luego su lengua como si estuviera penetrando mi ombligo me hacia enredar mis piernas en el pantalón luego pude sentir su lengua húmeda que recorría mi monte de Venus y jugueteaba con su barbilla y su nariz.
Terminando de sacar mi ropa, continuo con su juego, abriendo con su lengua los labios de mi vágina recorriendo desde el clítoris hasta introducirse en ella una de sus manos permanecía en mi pecho amasándolo suavemente presionándolo su lengua y sus caricias hacían que mis gemidos aumentaran a punto de terminar en un orgasmo increíble se detuvo saco sus pantalones y deslizando su slip, su miembro duro, babeante lo introdujo sin mas preámbulos en mi vagina, sus embestidas suaves al principio luego frenéticas, me hicieron estallar en un orgasmo increíble casi sin fuerza, pero su vigor no había mellado , iba por más dispuesto a todo . Me hizo rodar y poniéndome en posición de perrito su lengua me hizo dar un pequeño saltito, un llamado beso negro lo provoco mordisqueando mis nalgas y dilatando mi esfínter luego con un dedo me hacia tiritar, entre dolor y excitación, mi esposo que se jactaba de casanova jamás lo hizo conmigo, en cambio este jovencito esta noche iba desvirgar mi culito aún virgen
El temor por el dolor me hacia querer retroceder, y evitar que continuará, por lo que suavemente logre voltearme, deslizándome por la cama para terminar arrodillada con su pene apuntando directo a mi boca, acariciándolo suavemente, pude sentir las pulsaciones de sus venas marcadas, su erección estaba al máximo, lo cual hizo fácil la tarea de introducirlo entre mis labios, pero solo logre meter la cabeza rosada, porque tenía un pene de buen tamaño y grosor recorrí con mi lengua como si se tratara de un helado succionando suavemente por todo el largo, deslizando el prepucio para darle mas placer entre mis labios, apretaba rodeaba con mi lengua, ayudándome con las manos, tomaba sus testículos, luego también los introduje en mi boca, y notando como su excitación aumentaba por sus jadeos intensos aceleraba mis caricias, cada vez más hasta lograr hacerle perder el control, tomo mi cabeza como follándome la boca, hasta ver como su semen caliente entraba en mi boca derramándose por las comisuras de los labios, quise retirarme, la verdad no me agrada sentir el semen caliente en mi boca, pero la excitación del momento hizo que lo saboreara, y esparciera con mis labios por todo su miembro hasta lograr que terminará con ultima gota
Extasiado por un momento se desplomo en la cama, echada junto a él, fueron unos minutos en silencio, recuperando fuerzas me dio un beso en los labios acariciando mi cuerpo luego se paró trajo unas cervezas al terminarla se vistió indicando que ya era tarde antes de salir me susurró al oído dándome una palmada en el trasero, ese culito va ser mió mañana antes de ir a conocer la ciudad un beso y partió
Este relato va dedicado para mi lector Manu disculpa por la demora