El vecino de gudy 3

Penetra la carne de su joven vecino...

EL VECINO DE GUDY 3

Gudy iba y venía chapuceando en su pileta. Escuchaba los gritos en lo del vecino. Eran unas cuantas voces que se cruzaban y mostraban algarabía y descontrol.

El día estaba muy cálido y el había decidido meterse un rato al agua. Mojado como estaba salió de la piscina,  mientras seguía escuchando los gritos.

De pronto voló la pelota como solía hacerlo. Apareció Pilín por sobre el tapial, como solía hacerlo también.

__¡Perdón Gudy!

__¡La pelota!__ dijo el hombre sonriendo.

__¡Sí…estuviste en la pile!__ exclamó el joven

__¡Sí esta muy linda el agua!

__¡Que suerte tienen algunos!__ dijo pícaramente el chico sabiendo lo que diría el hombre maduro.

__¡Tu sabes que puedes usarla cuando quieras!

__¿De verás Gudy?

__¡Tu sabes que si!!__ mientras decía esto el hombre tiro la pelota por sobre la pared. El chico desapareció de su vista. El agua chorreaba por su cuerpo que brillaba al sol.

El hombre se encaminó hasta la huerta. Tomó la manguera, y se puso a regar las hortalizas frescas y coloridas.

Esperaba que en cualquier momento llegará Pilín porque seguro se había quedado con las ganas de venir, no solo a meterse en la piscina, sino para tener la ración de leche.

Hacía ya unos días que no  podían encontrarse por diversos motivos.

Al rato sintió la presencia del joven que saltaba como a veces lo hacía por el tapial.

En un instante se tiro de una a la pileta haciendo un estruendo y salpicando todo alrededor.

__¡Hola Gudy, vine!

__¡Si ya me di cuenta!

__¡El agua esta re linda!

__¡Gudyyyyy, Pilín esta ahí!!__ grito la madre a través de la pared y a Gudy le atacó una risa descomunal

__Si está acá!

__¡Si molesta sácalo corriendo de ahí!!__ gritó otra vez la mujer.

__¡Está bien mujer!__ gritó el hombre manguareando todo alrededor, incluso la cabellera del chico que se hundía en la piscina de agua fresca y clara.

Su virilidad empezaba a conmoverse y a despertarse. Sabía que el joven andaba buscándolo para algo mas que pegarse un chapuzón inocente.

__¿Estamos solos?__ preguntó Pilín apoyado en el borde azul de  la pileta

__¡Si!__ dijo el maduro cachondo.

__Me imagine, así que hice bien en venir!

__¿Tu dices?

__¡Vamos no quieres darme la ración de leche!__ exclamó divertido y sensual.

Las tetillas de Gudy se hincharon velozmente al escuchar aquella propuesta que le hacía aquel endemoniado joven. Se alzó de inmediato. Sintió veloz el cosquilleo en su entrepierna desnuda.

El chico salió de la piscina. Gudy seguía mojando y humedeciendo los almácigos verdes, rojos, amarillos, colores vivos y frescos.

Pilín se colocó al lado del hombre y acarició las nalgas de este. Vibró y sus pezones se endurecieron mucho más. Alzados, locos, con vida propia como su miembro que ya buscaba levantarse solo con la presencia de aquel joven a su lado.

Con la otra mano, Gudy también bajo a la cola del chico y le propino algunas caricias y pellizcos.

En tanto seguía regando las verduras, el hombre, levanto su mano, atrapó la cintura del chico y buscando su carita joven alcanzó los labios rojos y afiebrados de Pilín y se fundieron en un beso profundo, húmedo, salvaje.

Así parados como se encontraban, la mano del chico alcanzó el pomo grueso por sobre la tela del short de aquel caliente macho. Sobaba la manguera, mientras las lenguas se sacaban chispas. Llevaba la mano al pecho, pellizcaba las tetillas gordas y bajaba otra vez a la manguera. Arrancando los primeros gruñidos de aquel sabroso macho maduro.

Respiraban largando sus bocas hambrientas, mojadas, chorreando saliva.

__¡Me vuelves loco cariño!!__ gimoteó Gudy

__¡Y tu a mi….Eres un macho hermoso…Cuando no te veo te extraño mucho…Quiero estar siempre contigo…!!!__ las lenguas seguían entrelazándose. Chocando. Vibrando al compás de los círculos y las figuras que armaban.

__¡Necesito ir al baño!__ dijo el joven en un momento.

__¡Vamos te acompaño!__ le respondió Gudy llevándolo por los hombros. Los dos estaban húmedos y duros. Gudy ya chorreaba un poco de sudor.

__¡Nunca he estado en tu baño!__ comentó como al pasar Pilín

__¡No es gran cosa!

__¡No importa!¿Tienes máquina de afeitar?__ preguntó y Gudy lo miro extrañado y desconcertado

__¡Sí claro, de vez en cuando me afeito!

__¡Sabes haremos algo que te encantará!

__¿Qué sería eso?

__¡Ya veras!__ dijo el muchachito y entraron en la casa. Gudy indicó a Pilín y este entró al baño solo. Orinó con gran gusto y alivio. El hombre sentía caer el chorro. Imaginó al chico desnudo y su verga potencialmente se levantaba ardiendo en fuego.

__¡Entra ya por favor!!__ gritó de forma imperativa el joven Pilín. Gudy entró al baño que en verdad era bastante amplio. El chico estaba desnudo por completo y con su pija semi levantada.

En las manos tenía una crema de afeitar, o sea la crema del hombre y la maquinita de afeitar que usaba aquel hombre. Este sonrió, no entendiendo demasiado donde iba aquello.

__¡Quítate ese short!__ dijo el chico. El hombre se lo saco rápidamente y su poronga gruesa e imponente saltó enloquecida hacia adelante. El chico se acercó y se aferró a la morcilla palpitante. La masajeó firmemente unos momentos arrancando gemidos de parte del maduro hombre.

Gudy haciendo lo mismo se agarró de la pija endurecida del chico y comenzó un lento masaje, acariciando con el pulgar la cabecita brillante, bella, fuerte, delicada y joven. Pilín tragaba saliva, y lloriqueaba de placer.

__¡Ohh cariño que bella mano tienes!!__ decía el hombre maduro. El chico apuraba las embestidas y las masajeadas. Apurando y ralentando. Suspirando. Gimiendo.

__¡Vine a tomar mi ración de leche, no te olvides papi, ahhh!!!¡¡Pero tengo una idea, ohh, ahh, ven, sobre el borde de la bañera, quieres!!__ Gudy se acercó e inclinándose en el borde de la bañera blanca, Pilín acarició la cintura y las nalgas del hombre maduro.

__¿Qué te propones?__ preguntó moviendo las nalgas el macho caliente.

__¡Ya veras, ahh, ohh, espera que busco…!!__ el chico tomó otra vez el frasco de la crema de afeitar y accionando el spray lo roció dentro de las nalgas, provocando un choque de sensaciones increíble en aquel hombre maduro deseoso de experiencias que no había vivido nunca.

Con las manos desparramó la crema, hundiendo al pasar y como no queriendo un dedo y luego dos en el ojete abierto del hombre que bramó y su garrote se enervó un poco más firmemente.

Las bolas de toro fueron arremetidas también por aquel endiablado joven que las manoseó un tanto.

__¡Ayúdame Gudy y ábrete un poco mas las nalgas hermosas que tienes!!__ pidió el chico y Gudy abrió su canal. No tardó en sentir como el chico le pasaba de abajo a arriba y de arriba a abajo con la maquinita de afeitar, quitando la pelambre que rodeaba el ojete del macho que gemía goteando de su miembro el líquido seminal que se hacía espumoso en el ojo de su garrote.

__¡Ahhh me vuelves loco, ahhh, Siiii!!__ bramaba el macho enloquecido. Sufriendo los embates de la máquina de afeitar que estaba dejando suavecito y sin un solo vello la cola de aquel hombre. Mientras el macho bramaba de placer, luego de que  se terminará de afeitar, Pilín agachándose empezó a comer el ojete del hombre, para dejarlo completamente limpito. Pilín se terminó de comer todo el resto de crema. Lamió las bolas que tanto le encantaban, en tanto Gudy se retorcía de placer y encanto.

Cuando terminó aquella operación, se colocó al lado del macho

__¡Ahora hazlo tu!__ dijo y se colocó con el culo en pompa para que Gudy afeitará su trasero joven, fibroso, firme. El hombre repitió la acción, colocando la crema y luego pasando por los finos vellos rubios la máquina de color verde, enjuagándolo y volviendo a pasarla así hasta dejar el culito brillante. Luego se arrodilló y perdió su lengua en el agujerito dilatado. Era sabroso, rico, chupó y beso hasta el hartazgo aquel ojete que brillaba en pulcritud, había hecho esto  masajeando su viril espada, así es que cuando llegaba su leche, se poso en la entrada y llenó de su propia crema el orificio del chico que gritaba de placer, sintiendo como su macho le llenaba de leche la entrada.

Estaba tan dura la poronga de Gudy que sin pensarlo y sin dejarlo respirar avanzó hacia lo profundo. Pilín se apoyo en la pared sacando aún más su colita caliente y receptiva y el macho de un empujón fue dentro del chico. Lo fue penetrando de forma natural. Aullaba de placer Pilín, en tanto Gudy lo había taladrado hasta el fondo. Yendo y viniendo. Entrando y saliendo. Un momento y luego lo volvía a clavar.

__¡Te daré mas leche precioso!!__ jadeaba en la oreja del chico

__¡Si papi, dame mas leche, quiero toda tu leche!!__ Gudy bramaba y mordía las orejas y la nuca del muchachito que movía su cola como animal herido. El macho pellizcaba las tetillas y cuando se aferró a la pija de este empezó a largar sus fluidos golpeando hasta la pared del baño.

__¡Ohh papito, me sacaste la leche, ohh siii!!!__ aquello fue tan electrizante y ardiente para Gudy que apurando sus embestidas, gritando y empujando llenó esta vez en lo profundo del canal rebalsándolo con su semen al joven que pataleaba y temblaba fuertemente al ser inundado por las cataratas de jugos pegajosos y calientes.

Ahogados, cansados, buscando alientos, estuvieron unos momentos así.

A Gudy le temblaban las piernas como siempre que daba su leche a aquel ser perverso. Su vecino.-