El Vecino Cubano

Nuestra historia con Orlando

El vecino cubano

Hola, me presento, soy Javi y estoy casado con Bea desde hace 2 años, aunque llevamos 12 años juntos.

Yo tengo 37 años, mido 1.73 y peso 75 kilos. Un chico normal de mi edad

Bea tiene 36, mide 1.60 y pesa 55 kilos. Es morena, preciosa de cara, con poco pecho y las caderas un poco anchas, pero sin nada de grasa

Yo trabajo a turnos en una fabrica de mecanizado y mi mujer es administrativa en una gestoria.

La historia que voy a contar comenzó al mes de mudarnos a un piso de la capital de nuestra provincia.

Habíamos decidido dejar el pueblo y comprar un piso en la ciudad ya que a ambos nos venia mejor para el trabajo.

Como comenté antes, todo empezó al mes de mudarnos. Un dia, al volver de la compra, coincidimos con un vecino en el ascensor. Resultó que iba al mismo piso que nosotros y se presentó como Orlando.

-Hola, me llamo Orlando, soy vuestro vecino de rellano. Sois los chicos nuevos, verdad?- preguntó

-Si- respondimos al unísono mi mujer y yo

-Ella es Bea y yo me llamo Javi-

-Un placer conoceros, encantado de tener unos vecinos tan guapos, y sobre todo vecinas- dijo Orlando mientras desnudaba a mi mujer con la mirada

Llegamos a nuestro piso y nos fuimos cada uno a nuestra casa.

Nada mas entrar, mi mujer explotó.

-Pero tu le has visto? Menudo cerdo. Como no les has dicho nada- me dijo medio gritando

-Que quieres que le diga? No te has fijado por el acento que es cubano? Ya sabes como es esta gente- conteste intentando quitarle hierro al asunto.

Despues de este pequeño incidente, estuvimos una temporada sin coincidir con el vecino. Centrados en el trabajo y en salir algun fin de semana cuando mis turnos de trabajo me lo permitian.

Un día, volviendo de trabajar, volvíamos a coincidir con Orlando en el ascensor.

-Hombre, Javi. De recogida- me pregunto

-Si, ya va siendo hora- respondí

Entramos en el ascensor y pulso al 9°, donde viviamos ambos.

El ascensor era bastante lento, por lo que las típicas conversaciones sobre el tiempo se solian alargar. Rápidamente me di cuenta que con Orlando esos problemas no existirían.

-Vaya mujeron Bea, no? Esta buenisima, debes follarla todos los dias verdad- me taladro a quema ropa

-si, bueno, no se- dije yo sin saber que decir

-Tranquiló hombre, estamos entre amigos- me dijo

Gracias a Dios llegamos al 9° y rápidamente me despedí de él

-oye, no te mosquees, vente un dia a tomar una cerveza a casa- me dijo desde su puerta

-si, ya quedaremos- le dije sin la menor intención de aceptar la invitación y me metí a casa.

Al llegar a casa, lógicamente evite comentarla nada a Bea. No queria cabrearla mas y no merecia la pena.

Los dias iban pasando, y yo intentaba evitar a Orlando lo mas posible. Alguna vez me saludaba desde el bar que tenemos al lado del portal, pero yo me metia y subía rápidamente en el ascensor

Un día no lo pude evitar y me pilló en el ascensor. Después de mucho insistir en que me pasase para tomar unas cervezas mientras veíamos un partido acepte aprovechando que Bea había quedado con unas amigas.

Por supuesto, a ella tampoco la diría nada. Esperaba ventilarlo rapido y estar en casa antes de que llegue.

A las 21 me pase por su piso. Me recibió con una cerveza y me hizo pasar al salon. Una tele de 55 pulgadas con un partido puesto presidia la estancia. Nos sentamos en el sofá y empezó a contarme su vida.

Efectivamente, era cubano. Tenia 50 años y llevaba 30 en España. Trabajaba de lo que podia, chapuzas por aquí y por allá . Había tenido alguna novia pero ahora estaba soltero, “me va mucho mejor” dijo riéndose .

Llevaba prácticamente el toda la conversación, yo simplemente asentía y escuchaba

De momento se limitaba a contarme su vida y no se metía en temas incomodos.

De todos modos, yo estaba deseando que llegase el descaso del partido para despedirme y marchar a casa.

Pero parece que el me vio las intenciones , y cuando llegó el descanso y vió que me levantaba me trajo otra cerveza y me dijo que nos tomáramos la última.

Ahi empezo, por desgracia, de nuevo el cuestionario incomodo.

-que tal con Bea? Lleváis mucho? Ya te dije que es un mujeron. Te la follaras todas las semanas, no?- me soltó de sopetón

A pesar de esperarme de nuevo este tela de conversación, solo pude responderle que si, que lo haciamos todas las semanas (aunque fuera mentira, la rutina es muy peligrosa para el matrimonio y solo lo haciamos una o dos veces al mes)

-pues muy mal joder- me grito

-a esa mujer hay que darla caña todos los dias, desprende sexualidad- comento

Yo estaba totalmente paralizado, no sabia que decir

-Dios, me la he cruzado un par de veces en el ascensor y como huele, me la follaria sin dudarlo- dijo

Ahi si que me quede totalmente en shock

-mira Javi- dijo despues de esperar 30 segundos sin que yo dijera nada

-En todo el tiempo que llevo en España me he follado a muchas casadas, se como funcionan tanto ellas como sus maridos, y puedo decirte que hay 2 tipos de hombres. Unos que me cruzan la cara cuando les digo que me follaria a su mujer, y otros que terminan colaborando para que eso ocurra. Y puedo decirte que tu no eres de los primeros-

-si te sirve de consuelo, te dire que la mayoría son los segundos- añadió

-creo que te estas pasando, Orlando- le dije

-sera mejor que me vaya a casa-

-no te hagas el indignado ahora, se como funcionáis. Ahora te vas a ir a casa y te vas a pajear imaginándote como penetro a tu mujer, y tarde o temprano me llamaras para que eso ocurra-

Me fui a casa sin despedirme y me sente en mi sofa. Bea aun no había llegado. Y empece a darle vueltas a lo que me habia dicho. No podia evitar imaginarmelo y aunque me jodiese se me estaba poniendo dura. A los 5 minutos estaba en el baño corriéndome como un cerdo imaginándome a ese hijo puta follandose a Bea. Después de correrme venia el bajón y subía mi enfado, tanto con el como conmigo.

Decidí acostarme antes de que Bea llegase.

Las siguientes semanas fueron una pesadilla, tenia que tener la mente ocupada. Si no lo hacía me venían los mismos pensamientos y terminaba pajeandome. Y luego el bajón. Siempre el bajón.

El tener un trabajo monótono no me ayudaba mucho, la verdad. Era una auténtica locura.

Había veces que quería comentarlo con Bea, pero desistía por miedo a que me tomase por un enfermo.

Habian pasado casi 2 meses desde que visité la casa de Orlando y las fantasías no cesaban, al reves, iban a mas, asi que armandome de valor, y aprovechando que Bea tenia otra vez cena con las amigas, cogi el movil con la mano temblorosa y escribi a Orlando.

“Buenas Orlando, hoy hay partido, si quieres verle pasate por casa y tomamos unas cervezas”

Tarde 10 minutos en darle a enviar, y nada más hacerlo me arrepentí. Fui a borrar el mensaje pero ya era tarde. Lo había leido y contestado con un breve: “ok llevo birra”

A las 21, media hora después de que se fuese Bea, llamó al timbre.

-Pasa, ponte cómodo- le dije

-No esta Bea?- preguntó

-No, ha salido con las amigas- respondí

-Vaya, vaya, ya veo entonces porque me has llamado, quieres que ocurra verdad?-

-eh, eh, no yo solo... bueno, no se- dije titubeando

-tranquilo, si quieres que pase, solo tienes que hacer una cosa. Durante el próximo polvo que echéis, cuando esté a punto de correrese, dila que se imagine que es otra polla la que se la folla. Cuando lo hagas, me avisas. Por el momento no tenemos que hacer nada mas, así que me voy a mi casa. Lo único, enséñame vuestro dormitorio, no? Igual lo uso en el futuro- dijo descojonandose de risa.

Y yo como un tonto, le enseñe el dormitorio antes de acompañarle a la puerta.

Nada mas irse, me fui al baño a bajarme el calentón, y después, otra vez el bajon.

Las semanas pasaron igual, fantasias y pensamientos paja para bajarme el calenton y bajon.

Los polvos con Bea seguían siendo monótonos y por supuesto no había comentado nada de lo que me había dicho Orlando

Pero un fin de semana, unos 3 meses después de la proposición de Orlando, la cosa cambió.

Ese sábado teníamos el cumpleaños de una amiga de Bea. Los 2 bebimos y llegamos a casa bastante borrachos y nos pusimos a follar. El alcohol hizo que le echase valor y mientras me la follaba en la postura del misionero se lo solte:

-Te gusta cariño?-

-ahhh, ahhh si, si, follame- me dijo

-Imaginate que es otra polla la que te está follando- la dije tal y como me dijo Orlando

Pero la reacción no fue la esperada, Bea se enfado bastante, me pregunto si estaba loco y me quitó de encima dándome la espalda y dando por terminado el polvo.

Al dia siguiente Bea me volvió a preguntar que si estaba loco, que en que estaba pensando. Yo me excusé en el alcohol y lo dejamos pasar.

Pero eso reaccion de Bea hizo que las fantasías desaparecieran y todo volvió poco a poco a la normalidad. Pero un dia, recibi un wassap de Orlando:

“Le dijiste eso a Bea?”

“Si, pero se lo tomo muy mal, creo que es mejor que lo olvidemos”

“Olvidarlo? Jajajaja. Acabas de dar el pistoletazo para que me folle a tú mujer, dame unas semanas, ya hablamos”

Me quede en blanco, pero tampoco le di más importancia. La reacción de Bea habia sido lo bastante contundente.

Al día siguiente de hablar por wassap con Orlando, trabajaba de tarde. Al llegar a casa estaba Bea, mucho mas risueña de lo normal.

-Hola cariño- me recibió dandome un beso

-Vamos a cenar, acabo de terminar una tortilla-

La pregunte que porque estaba tan contenta, y me dijo que había tenido un buen día

-Por cierto, te acuerdas de Orlando, el vecino de al lado, me le encontrado en el portal y me ha ayudado a subir la compra, en el fondo es un buen tio- me dijo

Un escalofrío me recorrió la espalda, esto era una cosa que no me esperaba.

Las palabras de Orlando de que se iba a follar a Bea retumbaron de nuevo en mi cabeza. Intente tranquilizarme un poco y continuamos cenando hablando de temas sin importancia.

Los días seguían pasando, y yo no tenia noticias de Orlando, pero por lo que me contaba Bea, los encontronazos eran cada vez más frecuentes, subidas de compra, invitaciones a cafe... La verdad es que ese acercamiento no me gustaba nada.

Todos los dias Bea me contaba cosas de la vida de Orlando, lo mal que lo pasaban en Cuba, lo mucho que se alegra de vivir en España... -Pero es un poco golfo- me dijo riendose -sabes que se acostó con Maria, la vecina del 2°? Hace falta ser zorron, casada y con 2 hijos- añadió indignada.

(Maria era la mujer de Pedro, un matrimonio también cercano a los 40. Ella era también morena, aunque con mas pecho que mi mujer y un culo mucho mas trabajado en el gimnasio)

-Pues no, no lo sabía- respondí -Pero tampoco le hagas mucho caso, ya sabes como son los cubanos, les gusta mucho alardear y luego la mitad de las veces es mentira- añadi

Esa noche Bea tenia ganas de “fiesta” pero yo estaba cansado y caí rendido enseguida. Note como ella se dio la vuelta en la cama cabreada quedandose con las ganas

Unos días después por fin recibí un wassap Orlando: “Buenas vecino, tu mujer ademas de estar tremenda es muy maja. El proximo día que te la folles vuelve a comentarla lo de la otra polla, a ver que pasa”

Le conteste con un breve “Ni lo sueñes”

Pero esa misma noche, Bea queria otra ves jaleo, como casi siempre desde que quedaba con Orlando. Asi que en mitad del polvo, no lo pude evitar y la volví a repetir: -Imaginate que es otra polla la que te está follando-

Y para mi sorpresa, Bea agarrando el culo y apretando hacia ella respondió: -si cariño, una bien grande, siiiiii, ohhhh, siiii- y se corrio de inmediato

Después de esperar a que me corriese yo ella se levantó y fue al baño a limpiarse, el momento que aproveche para escribir a Orlando y contarle lo que había pasado.

No contestó hasta el día siguiente: “jajaja, lo sabía, pásate un día por casa y te cuento”

Por temas de turnos en el trabajo hasta la semana siguiente no pude quedar con el.

Aproveche una mañana que no trabajaba y me fui para su casa.

Nada mas abrirme le pregunte -a ver, cuentame-

-Tranquilo, ponte comodo y te cuento-

-ya te habra dicho tu mujer que somos amiguitos, verdad?- preguntó

-Bueno, me ha comentado que quedais a tomar café de vez en cuando- respondí

-si, bueno, pero hemos cogido mucha confianza. Como te dije, conozco muchos matrimonios de este tipo y si tu le das mucha confianza a la mujer, ella te la devuelve contándote incluso sus intimidades. Ya me ha dicho lo poco que la follas, que siempre con el misionero...-

Yo abría los ojos sorprendido por lo que mi mujer le había desvelado.

-pero claro, yo también le he contado mis aventurillas. Te ha comentado lo de Maria- preguntó

-Si, algo me dijo, pero no creo que fuera verdad- respondí

-Claro que es verdad, incluso me la sigo follando de vez en cuando. Y contarle eso es una de las claves. Las mujeres en general son muy envidiosas. Si una se casa, la otra se casará también. Si una tiene un hijo, la otra se quedará embarazada al poco tiempo. Si una se folla al vecino, la otra tarde o temprano querra probar esa polla-

Yo estaba alucinando con lo que me decía, la verdad que no podía creerme nada de todo lo que contaba, ni las intimidades que mi mujer le habia contado ni que se hubiera tirado a María.

Maria y Pedro eran 2 de los vecinos con los que mas confianza teniamos, aunque sin ser amigos, y la verdad que me parecía increíble que Maria le hubiera puesto los cuernos.

-Creo que debemos dejar esto aquí, Orlando- le dije

-Deja de molestarnos a mi mujer y a mi-

-Molestar? Jajaja. No me hagas reir. Tu mujer esta encantada. Como te dije, ya diste el pistoletazo, ahora ya no depende de ti. Tu mujer ha descubierto que necesita ser follada, sentir otra polla. No se cuando será, si en 2 semanas o en 6 meses, pero a tu mujer se la van a follar. De ti depende que se la tire un cualquiera en un coche en un descampado después de salir con las amigas o que me la folle yo. Y como conozco como funcionáis los tíos como tu, vas a querer que me la folle yo.

El próximo día que quiera hacer el amor, la vas a relacionar esa otra polla que quieres que se la folle, con mi cara, y si no, al tiempo-

Todo esto que me soltó Orlando hizo que otra vez volvieran los pensamientos a mi cabeza, asi que me fui a casa a hacerme una paja.

Los siguientes días era un continuo de pajas. No podia quitarme la imagen de ellos follando. Pero luego me venia el bajón y el miedo a que la fantasía se volviera realidad

Por su parte, ellos seguian quedando. Bea había decidido apuntarse al mismo gimnasio al que iban Pedro y Maria, porque segun ella, Orlando la había dicho “que tenia que endurecer un poco ese culo”.

Mas tarde me enteraría que no era mas que una estratagema de Orlando para estar mas tiempo con ella, pues el también iba a ese gimnasio.

Bea insistió en que me apuntase con ella, pero entre que no me gustan mucho los gimnasios y mis turnos de trabajo, desistí de hacerlo.

Un dia al salir del trabajo, me encontré a Maria y Bea tomando un vino en la terraza  del bar de debajo de casa.

Me senté con ellas y pregunté por Pedro. Maria me dijo que se había quedado un rato mas en el gimnasio y siguieron hablando de sus cosas. Yo saque el movil y me puse a echar un vistazo a Twitter, Fabebook y demás para pasar el rato. De repente me sobresaltó la voz de Orlando.

-Vecino, despierta hombre!!! Anda, deja el movil y vente a la barra a tomar una cerveza, que estás chicas querrán hablar de sus cosas-

Aunque no me apetecía mucho le hice caso y me fui con Orlando

Al llegar a la barra ya tenia preparada la cerveza y Orlando empezó a hablar

-Vaya dos mujerones eh?-

-Mira la cara de sorpresa que pone tu mujer. Fijo que Maria la está contando el polvazo que la metí ayer. Tenias que oirla gemir. Vaya gritos. Y su marido jugando un partido con sus amigos-

-Mira como se rien, y mira tu mujer que sofoco tiene, jajaja-

La verdad es que no se de que estarían hablando pero si era verdad que mi mujer estaba roja como un tomate, incluso me pareció ver como se movia las bragas como si la molestasen.

Orlando siguió contándome como se había follado a Maria y aunque me daba pena por Pedro, me estaba poniendo muy cachondo. De repente se cayó y me aviso que venían para donde estábamos nosotros

-vamonos para casa, cariño- dijo Bea

Yo obedeci dejando a Maria con Orlando

Nada mas entrar a casa, Bea se puso de rodillas y me bajo los pantalones y se puso a chuparme la polla

-que te pasa, cielo?- pregunte

-Estoy muy cachonda, follame ya, follame aquí en el suelo-

Eso me puso a mil y la tumbe en la alfombra, la desnude y se la meti de un golpe. Yo estaba fuera de si, como ella, asi que no lo pude evitar y la dije al oido: -te gustaría que te follase otra polla, verdad?-

-Siiii-

-Una polla bien grande verdad?-

-Si, una mas grande que la tuya

Yo no podia parar, estaba a punto de correrme, y la dije algo de lo que a día de hoy aun me arrepiento

-Una polla como la de Orlando?- la dije

-Si, fijo que la tiene gordísima- respondió

-Te gustaría que te follase Orlando, guarra?- añadi

-Siiii joder, que me folle como a Mariaaaaaaaahhhh-

Y nos corrimos a la vez

Al día siguiente ninguno de los 2 trabajábamos. Primero se levantó ella y se fue a dar una ducha. Yo me quedé en la cama pensando en lo de la noche anterior. Una vez pasado el calenton, me arrepentía mucho de haber dicho nada, pero tenia no sabia como plantearle el tema a Bea.

Gracias a Dios fue ella la que lo saco

-Cariño, lo de anoche..-

-Si, fue una locura- interrumpí

-Si, estábamos muy calientes y se nos fue de las manos, pero yo no soy de esas- dijo ella refiriéndose a Maria

-Ok, terminamos con ello- agregué

Y así, después de la locura de la noche parecía que todo volvía a la tranquilidad

Los pensamientos de ellos follando ya no eran tan habituales, parecía que poco a poco volvía la rutina. Pero esa rutina tenia su lado malo, los polvos eran escasos y castos, un misionero de 5 minutos y ya.

Por su parte Bea, seguía quedando de vez en cuando con Orlando y Maria, pero cada vez me contaba menos cosas

Orlando tampoco daba muchas señales de vida, algún wassap diciéndome lo buena que estaba mi mujer, o el culazo que se le estaba poniendo y poco mas. Yo directamente pasaba de el.

Una noche, estaba en casa esperando a que Bea llegara del gimnasio. De repente la escuche entrar y meterse al baño directamente. Asustado me acerqué a preguntar si estaba bien

-Si, tranquilo , me ducho y salgo- respondió

Me quedé con la oreja pegada a la puerta y escuché como abría la ducha y después.... ¿gemidos?

No daba crédito, Bea se estaba masturbando en la ducha. Me volví al salon y espere a que saliera.

Cuando terminó y vino al salon la pregunte si estaba bien.

-Si, tranquilo, no me dio tiempo a ducharme en el gimnasio y venia muy sudada- respondió

Cenamos y nos acostamos.

Al despertarme vi que tenia un wassap de Orlando:

“Que? Espero que te la follases anoche. Menudo calenton llevaba. Dios, que dedazo la hice en el rellano de la escalera. Hasta 3 dedos la metí. Madre de Dios, como chapoteaba. Si no llega a ser porque un vecino encendió la luz me la follo allí mismo”

No daba crédito a lo que leía. No me lo quería creer, Bea no era así. Pero tampoco la podia decir nada porque podría descubrir que en el fondo esto lo empecé yo. Asi, que una vez mas, lo deje pasar. Pero tenia que hablar con Orlando

Me plante en su casa y en cuanto abrio le dije: -ya esta bien, por favor déjanos en paz. No se si será cierto lo de anoche, pero yo no te creo, Bea no es asi-

-Hola , Javi , pasa, siéntate- dijo

-Siento decirte que si, Bea es como casi todas, y la que no quiere dejarlo es ella. Ya te dije que no puedes hacer nada, si ella quiere, me la voy a follar, y me da que si quiere- se explico

-que no!!! Que no!!!- le grite

-Tranquilizate, hombre. Ya me ha dicho que en un mes es su cumpleaños y que quiere que sea un día especial- dijo

-Si, quiero celebrarlo con ella- le dije

-ya, ya me ha comentado que ese día estas de noche- dijo riéndose

-imbecil, déjanos en paz- le volvi a gritar y me fui dando un portazo

Efectivamente, en un mes, el 30 de Septiembre era su 37 cumpleaños y la tenía preparada una comida en su restaurante favorito. Y si, ese dia trabajaba de noche, pero no entendía como Bea se lo podía haber dicho.

A 15 días del cumpleaños me llamó Maria, también quería hacerle una fiesta sorpresa a Bea. Le conte mis intenciones y quedamos en que después de la comida nos pasaríamos por el bar de debajo y le harían una fiesta sorpresa.

Al menos así, pensé que no estaría sola con Orlando y se vendrían abajo sus intenciones

Finalmente llegó el 30 de septiembre y la desperté con el desayuno en la cama. Estaba radiante. La di los regalos, un vestido cortito rojo que le llegaba por encima de las rodillas y unos zapatos de tacón también rojos a juego. Le encantaron.

Después de darse una ducha se puso el vestido y los zapatos nuevos y nos fuimos a comer. La veía feliz. En su restaurante favorito y disfrutando de mi compañía.

A las 17 salimos para el bar pues alli estarían preparados los de la fiesta sorpresa.

Llegamos y estaba todo apagado, al entrar todos gritaron !!!SORPRESA!!! Y realmente ella se sorprendió. Pero yo también. Realmente en la fiesta solo estaban Maria, Pedro, Orlando y Raul.

A Raul yo no le conocía, parece ser que era un amigo de Orlando que también jugaba las pachangas con Pedro.

Despues nos dieron una copa a cada uno y empezaron a darle los regalos. Maria y Pedro le regalaron un juego de lencería negro precioso

-Fijo que al marido tambien le gusta- dijo Maria riendose

Raul la dio un colgante, bastante sencillo para mi gusto

-Mi regalo aun no ha llegado, se lo daré luego. Pero fijo que al marido también le gusta- dijo Orlando

Bea, al escuchar eso, se puso roja como un tomate.

La tarde paso entretenida, con musica y copas, yo alguna menos porque tenia aue trabajar

A las 21 las chicas ya iban algo contentillas y yo me tenía que marchar a trabajar. Me despedí de todo el mundo y Raul y Pedro se vinieron conmigo ya que tenían un partido.

-marchad tranquilos, ya cuido yo a las chicas- dijo riéndose

Cuando marchaba , Bea vino a darme un beso de despedida y me dijo que enseguida se subía a casa que estaba muy cansada

Me fui a casa, me puse la ropa de trabajo y me dispuse a pasar una “maravillosa” noche laboral

Gracias a Dios no había mucho curro y podria alargar un poco el descanso de las 2am

A esa hora me fui a las taquillas para coger algo de comer y el movil.

Sorprendido vi que tenia un mensaje de Maria. Abri el wassap y vi que era un video de casi 20 minutos. Me imaginé que seria un video de la fiesta, asi que lo descargue y le di al play.

El video comenzaba con un primer plano de Maria, totalmente sofocada, parecía que se grababa ella misma sujetando el movil con una mano.

Estaba emitiendo unos leves gemidos. De pronto, enfocó a su entrepierna y vi que se estaba metiendo la otra mano dentro de las bragas masturbándose suavemente.

De nuevo se apuntó a la cara con el movil y dijo: “joder, la está reventando, me han puesto cachondisima”

No entendía a que se refería, pero no tardaría mucho en comprenderlo.

Maria enfocó hacia delante y alli estaba Bea, tumbada en la cama, con las piernas apuntando al techo, totalmente desnudas excepto los zapatos de tacón que yo la había regalado esa misma mañana. Y encima de ella, Orlando penetrandola lentamente. El vestido de Bea estaba enroscado en la cintura y Orlando le comia las tetas desnudas

-si, si, si, dame, dame- decía Bea entre gemido y gemido

Entonces Maria se levantó y me ofreció un primer plano del coño de Bea siendo penetrado por la polla de Orlando. Era una polla enorme, y sobre todo, muy gorda y venosa. Incluso con el condon que llevaba puesto se notaban las venas.

Al estar tan cerca de ellos los gemidos de mi mujer se oían muchísimo. Pero la sorpresa fue que incluso cuando Maria volvió a separarse se seguían escuchando, cada vez mas alto.

Tanto que tuve que bajar el sonido del móvil hasta casi apagarlo.

Cuando Maria abrio el plano, vi que de uno de los tacones de Bea colgaban las bragas que le habian regalado

Estaba totalmente fuera de si, y agarrando el culo de Orlando, le apretó hacia ella para sentir mas su polla

-Mas fuerte joder, dame mas, ahhhhh-

-Dios, que ganas te tenia, dame, dame-

-Bufff, bufff, Dios, me coooorroooo, me corro-

-Ahhhhhhhhhhhhhhhh-

Y se corrio como una cerda. Orlando tardó unos segundos mas. Y al levantarse y salirse de ella, Bea vió que Maria estaba con el movil.

-No me estarás grabando, verdad?- preguntó

-No no, tranquila, estaba viendo unas fotos- respondió Maria

-A ver, déjame ver el movil- insistió Bea

-Pero tu que te crees? Te he dicho que no te he grabado

Maria recogió sus cosas y se fue dando un portazo

Entonces Orlando cogió el movil y sacándose un primer plano me dijo:

“hola vecino, te dije que me la iba a follar. Ella ha querido y me la he follado....Cornudo. Venga, ya hablaremos que Maria también quiere lo suyo”

Y el video se terminó.

Y así, en la noche del 30 de Septiembre, cumpleaños de mi esposa, cambió nuestro matrimonio para siempre