El vecindario revuelto II
Continuación de mi primer relato. Recomendado leer antes la primera parte.
Tras aquella primera experiencia sexual, Estela me despacho de su casa. Yo tenia ganas de mas, ya que solo habia visto sexo en videos porno de paginas gratuitas que todos los chicos jovenes de mi edad visitaban. Pasaban los días y los días y yo no los veía, a ninguno de mis vecinos de enfrente. No sabia que paasaba si ella se lo habia contado a su marido Abel, o él no sabia nada, o.... en mis pensamientos habia muchos de esas dudas.
Un día por fin, Abel llamo a mi puerta.
- Buenas tardes.
-Buenas.
*¿Estas solo?
-Si.
*Me dijo Estela lo bien que habias cuidado de nuestros hijos el otro día, solo fue un rato, pero si te atreves... ¿podrias hacerlo un día entero?
-No lo se, es mucha responsabilidad.
*No saldremos de la ciudad. Nos puedes llamar si pasa cualquier cosa.
-Vale. ¿Cuando seria?
*El sabado.
-¿A que hora debo estar?
*A las 8.
-Perfecto.
*Muchas gracias.
-A ti.
*No de verdad me haces un gran favor.
El sabado me sono el despertador a las 7, me queria morir, lo que mas odio en esta vida es despertarme pronto, adoro dormir. Me arrastre al baño, me meti como pude en la ducha, y hay me despeje. Tras vestirme, fui a la cocina me prepare un té negro con leche, ya se que parece muy britanico, pero lo adoro. Me puse dos tostadas con aceite de oliva y queso y me termine de arreglar. Vi que todavia tenia media hora, por lo que me puse a estudiar un poco, para matar el tiempo.
Cuando quedaban menos de 5 minutos para mi cita de ese dia, me puse los zapatos corriendo y pase a su casa. Llame a la puerta, y oi a Abel decir coje las llaves y abre. Pero las habia dejado en mi casa tuve que ir para abrir la casa de mis vecinos. al entrar me encontre a ambos pequeñajos en el salon en sus respectivas cunas durmiendo. Al poco aparecio Estela.
Me hizo un gesto para que me callara. Ella lucia un vestido rojo con unos labios pintados a juego, estaba preciosa.
- Los hemos sacado con las ruedas. Si los quieres mover lo puedes hacer así sin que se despierten.
Solamente asenti.
En ese momento por el umbral de la puerta, vi una sombra debia ser Abel. Asi era.
*Buenos dias, gracias por venir. Si tienes hambre hay comida en la nevera tanto para ti como para lo peques. Si necesitas cualquier cosa nos llamas hay estan nuestros telefonos y los de emergencias y datos de los niños. Yo voy a por el coche y te recojo en la puerta cariño. Bueno... hasta luego.
Nada mas cerrar la puerta, escuchamos como se abria y cerraba la puerta del ascensor. Por fin empezamos a hablar.
*Tenemos que hablar, le dije.
- No hay nada de que hablar, estaras dispuesto cuando yo te lo digua y como yo te lo diga. Ahhh, por cierto, he puesto camaras, depende de lo que hagas me enterare.
*¿Pero eso no me deja como un pelele?
-A partir de ahora yo te mandare todo lo que debes hacer siempre que nadie se entere.
Me estaba conviertiendo en un esclavo. Era solo una suposicion o era una realidad.
- Bueno cuando estes libre, limpias los baños, el suelo y la cocina, y que brille, para cuando regresemos. Delante de mi marido ni una palabra o le contare todo y tus padres lo sabran y ya sabes lo que haran.
Ella cerro la puerta y me quede a solas, no sabia que hacer, si hacer caso a lo que me habia ordenado o ir a ver esa preciosidad de ropa interior.
Decidi hacer caso, me puse a limpiar los baños, en el lavabo me encontre una nota, ¨ Tienes un regalo en la ducha , que te aproveche¨ ahi estaba la ropa del gym de ella unos leggins sucios y un sujetador deportivo, en los leggins se veia la marca de la corrida. No sabia que hacer si lamerlos, olerlos, o ponermelos para que mi polla que ya estaba al 1000% sintiera la corrida.
¿Vosotros que hubierais hecho?