El vagabundo del metro parte 3

Finalmente me atreví a hacer una locura

Hola de nuevo, y perdonadme por la tardanza, he estadode vacaciones y hasta ahora no he podido conectarme.

Bueno, os cuento como terminó esta aventura. Como os conté, tenía la poya de esa persona apuntándome, a medio empalmar, yo me moría de verguenza y le pedí que por favor siguiese hablando. De momento yo no hacía nada, solo miraba como esa poya palpitaba y finalmente pensé, bueno, para esto hemos venido así que la agarre delicadamente. Él se calló y solo con tocarla emitió un pequeño gemido, asi que nada, me quedé mirando esa poya mientras que muy lentamente la fui desencapuchando viendo como poco a poco iba asomando un capullo que realmente me sorprendió. Esra enorme, y rosado parecía que nunca iba a terminar de quitar pellejo, cosa que este hombre tenía una barbaridad, mas que con ningún otro chico con los que había estado yo antes. y finalmente ahí estaba, todo el capullo al descubierto.

No quería pensar ni mirarle a la cara, así que en ese momento me limité a hacer lo único que estaba en mi mano, nunca mejor dicho, empecé a subir y bajar ese pellejazo subiéndolo rápido y bajándololo lentamente. He hecho muchas pajas en mi vida, pero lo que me sorprendía de este hombre era la facilidad con la que el pellejo subía y bajaba, era como la mantequilla de resbaladizo, y me encantaba!!

Recuerdo que el olor era muy fuerte, se notaba que no se había duchado por lo menos en unas semanas, pero no me importaba, yo estaba ahí jugando como cuando era pequeña y jugaba con las muñecas... Todo era muy silencioso, solo le oía respirar y gemir tímidamente. Yo estaba muy excitada viendo como ese rabo iba hinchándosey agrandándose en mi mano hasta que llegó a su límite. Era un buen rabo, y bastante grandeciro, pero lo que mas me llamaba la atención sin dudaera el tamaó del capullo que daba la sensación de que estaba un poco desproporcionado, pero era bonito.

Me incomodaba unpoco el pantalón suyo que aún llevaba puesto así que le pedi que se pusiera de pie, y se los baje y madre miá!! que huevazos!!! Eso era algo increible, tenía muchopelo, pero debajo de él se podía apreciar unas pelotas enormes. Le volví a sentar y nopude resistirlo, con la otra mano se los toqué. Estaban bien duros, eran muy grandes y se notaba que llevaba mucho tiempo sin descargar...

Empece a masajearlos mientras continuaba con la suave paja. El hombre gemía cada vez más fuerte hasta que me dijo que iba a correrse. Estaba tan cachonda que no me  importaba que me lo echase encima asi que puse mi cara en su dirección y a pajear mas rápido, y comenzó a correrse, peeeeeeeeeeeeerooooooo, cual fue sorpresa la mía, cuando yo esperaba chorrazos que llenasen mi cara, y lo que sucedió es que efectivamente, salieron unas gotillas disparadas, pero la lefa empezó a salir de su poya como si fuera lava de un volcan, era como cuando descorchas una botella de campan y empieza a salir por los lados, así que su semen comenzó a salir a borbotones, resbalando por todo su rabo, inundándome la mano, literalmente, de calentita leche y no paraba de salir. Otra cosa que recuerdo de ese momento es como su poya daba esos espasmos mientras soltaba la leche, que sensación tener un rabo corriéndose en tu mano. Sientes que estás haciendo algo bueno, sientes que estas dando un montón de placer a otra persona y yo aún más cachonda perdida...

El hombre daba peuqueños gamidos mientras que se corría, uno con cada brotede semen, en ese moneto pensé, que guayyyyyy. y finalmente, terminó

Paré de menear y contemple la situacion. Jose Javier estaba recobrando el aliento, y su poya palpitaba al ritmo de su corazón acelerado. Su rabo estaba completamente empapado de leche. Lo solté y me miré la mano, no había ni un solo centímetro que no estuviera lleno de lefa y de repente, mirándolo detenidamente aluciné, pedazo de grumazos había echado. Dejé de mirarme la mano porque ya empezaba a chorrearme por el brazo. Y sus huevos, toda esa pelambrera estaba también llena de leche. Le miré a la cara y le dije, bueno, a limpliarnos... Como chica que soy y precabida, tenía un paquete de clinex en el bolso para quitar lo gordo y otro paquetilo de toallitas humedas,así que me limpié y empecé a limpiarle la poya y los huevos. Queráis que no, ahora su rabo olía de otra manera, jeje, ya no era ese olor fuerte, ahora estaba perfumado...

jose Javier seguía empalmado, le miré y sonreí, el con complicidad me dijo, que quieres que te diga hija, llevaba mucho tiempo sin na de na, de todas formas muchas gracias. Pero yo no quería dejarlo ahí,me había costado mucho tomar esta decisión y ahora no quería dejar pasar  la oportunidad, así que le miré y se lo pregunté, directamente, Jose, quieres hacer algo más??

Espero que os esté gustando, falta solo una parte mas y lo termino. Tengo que dejaros que tengo cosas que hacer.

Espero algun comentario vuestro porfa, un besazo a todos