El vagabundo del metro
Le veo todos los días al entrar en el metro, pero no se que hacer...
Saludos a todos
Me llamo Leticia y soy de Madrid. Esto más bien que un relato es una fantasía de la cual espero comentarios, os comento lo que me sucede.
Soy una joven madrileña de 19 años. Hija de una familia normal, trabajadora, y como tal, todos los días a las 7 de la mañana cojo el metro para ir al trabajo. La cuestión es que todos los días me encuentro al mismo vagabundo a la puerta del metro. y siempre diciendome lo mismo, que si tengo 50 centimos para un bocadillo. Al principio me sobresaltaba que los mendigos pidiesen exactamente ese dinero y pasaba de el, pero con el tiempo me fui acostumbrando. La cuestion es que día a día fui fijándome en este personaje, de unos 40 y muchos años , sin afeitar, sin arreglar y sucio...
A veces me planteo si tengo un problema, como una chica como yo, joven, de buen cuerpo y buenas tetas puede fijarse en esta persona. Despide un olor ciertamente fuerte, se nota que no se ha duchado en tiempo, siempre con la misma ropa. No se si será por su amabilidad o por ese olor tan fuerte que desprende y que se me queda grabado... Admito que antes de bajar miro que no haya nadie, solo él y yo y que cuando bajo, respiro profundamente... da un poco de asco... pero pasado unos segundos resulta excitante... No se, nunca me ha pasado con nadie, no se si esto es una fantasía o no pero día a día cada vez que veo a esta persona me acerco más a él pasando a su lado... Y siento que me mira porque, bajando las escaleras sola, porque me acerco tanto pudiendo estar tan alejada...
Desde hace un par de semanas he empezado a fantasear un poco con este hombre...bajo las escaleras con la cabeza baja, esperando ver el bulto de su pantalon de pana que aunque no está excitado me pregunto una y otra vez que tamaño tendrá...
Parece un buen hombre, nada de drogas, sino de esos que han perdido todo lo que tenían, sea por el alcohol o porque no han tenido suerte en esta vida... Pero me pone mucho...
La semana pasada empece a salir unos minutillos antes de casa y me paraba en las escaleras del metro para fingir que hablaba por teléfono solo para observarle e imaginar lo que tiene que ser, ser poseida por un sin techo y admito que la situación me calentó mucho, hasta tal extremo que el miercoles de esa misma semana me atrevi a ir a trabajar en falda corta, cuando yo soy de faldas largas y pararme a su lado para darle esos 50 centimos que él pedia, así que me pare a su lado y me puse a rebuscar en el bolso, muy tranquilamente el monedero. Pude sentir como me observaba, no se si era con deseo pero me miraba y no pude desaprovechar esa oportunidad asi que coloqúe una pierna en una escalera y la otra un escalon mas arriba, quería que ese mendigo me viese con las piernas abiertas mientras buscaba el monedero y que pudiese verme un poquito la parte de alante del tanga. Si lo llego a saber me hubiese puesto tanga transparente, pero fue todo muy expontáneo, jaja. pero bueno, conseguí ver que echó una pequeña vista a mi tanga. Le di el dinero y me fuí, bastante excitada pensando en el qué pensara....
Esa misma noché, muy excitada, pensé en qué hacer al día siguiente, no se como me armé de valor para que me viese el tanga, pero quería hacer algo más, así que pensando y pensando se me ocurrió una alocada idea...
Al día siguiente, jueves, me vestí como un día normal, con falda larga pero una camiseta de esas anchas que dejan muchiiiisimo escote y que si no llevas sujetador se te ve todo. Obviamente, me puse sujetador para que mi madre no dijese nada y me marche, pero me lo quité en el ascensor. Iba con mis tetas casi al descubierto así que me tapaba bien por la calle, y una vez que llegué a las escaleras, ahí estaba mi mendigo... Esperé que no hubiese nadie subiendo o bajando como siempre fingiendo por el teléfono, y empece a bajar las escaleras... el corazón me iba a mil por lo que iba a hacer así que, armandome de valor y muy disimuladamente, volqué parte del bolso en las escaleras dejando caer unos boligrafos y unos papelillos sin importancia, con cara de sorpresa, y una vez echo esto, me agaché a recogerlos cara al mendigo ahuecandome bien la camiseta. Quería que esta persona me viese bien las tetas, quería que me dijese algo guarro, algo caliente, que hiciera algo. Mis tetas estaban practicamente casi colgando fuera de la camiseta, se podían ver los pezones de ambos pechos sin problemas, así que rápidamente, levanté la mirada y ahí estaba el, mirándolos sin decir nada, tenía una talla 95 colgando para el y no dijo nada. recogi lo que quedaba y baje con la cabeza baja, muerta de verguenza por lo que había hecho, pero eso sí, me llevé una gran sorpresa, porque al bajar, pude por fin apreciar un bulto en esos viejos pantalones. Se notaba que ese hombre llebaba mucho tiempo sin ver unos pechos y yo le había excitado con los míos... me fui cachondísima al trabajo, y en los baños me volví a poner el sujetador que había guardado en el bolso.
Me tiré toda la noche pensando en ello, y yo quería algo más, quería que ese hombre me dijese algo porque yo no soy de decir nada y preparé mi última jugada para el viernes...
Me volví a poner minifalda muy muy cortita, de echo, la mas cortita que tengo y camiseta normal, pero en el ascensor, me quité el tanga, la noche anterior me había ido al baño para recortarme el coño y dejar solo una fina linea de pelo. Pues bien, llegué al metro y la misma historia de siempre, fingir llamar y cuando no había nadie bajar, él estaba ahí y me pidió el dinero, muy simpaticamente le dije que no llevaba naday pase a su lado, y me decidí a hacer lo que llevaba toda la noche planeando, miré para atras, para ver que nadie bajaba, y fingí tropezarme dando un fuerte grito para que el mendigo se diese la vuelta y una vez en el suelo con una caida preparada de rodillas pude dejarle a la vista mi coño depiladito y mi culo. él vino enseguida a ayudarme, me puso de pie,y me bajó la falda por el muslo... yo esperaba que aprobechase la situación y me metiese mano o algo o que tocase, pero nada. mientras que hacía que me limpiaba esta vez si que pude apreciar de primera plana, su paquetón abultado. Le di las gracias por ayudarme y me fui... y así hasta hoy.... para mañana no tengo nada preparado, me da muchíisima verguenza, pero tengo muchas ganas de verle, mañana no haré nada poruqe ya son unos cuantos días seguidos.
Necesito algún consejo y que me digais que os ha parecido.
Muchas gracias.
Leti.