El umbral (3) Juntas es mejor
Madre e hija de vacaciones, nuevas y excitantes experiencias
Durante ese día hicimos varias cosas, al mediodía almorzamos juntas y durante la tarde hicimos pileta, fuimos a caminar y después nos fuimos al centro de Playa del Carmen. Compramos algunas cosas y decidimos cenar allí y luego tomar algo en uno de los bares que había en la 5ta avenida. Eran casi las 12 de la noche cuando nos subimos al taxi que nos devolvió al hotel. Pasamos por una de las barras y nos tomamos un whisky cada una y nos fuimos a nuestro cuarto
Ya en nuestro cuarto, Antonella se desnudó en la parte superior y se puso encima un camisón corto, yo hice lo mismo y nos acostamos mirándonos
- La estoy pasando muy bien, mami, me dijo Anto
- Yo también Anto, muy bien. Y en parte es gracias a vos. Le dije a mi hija acariciándole la mejilla
- No, mami. No tenes nada que agradecerme. Yo te tengo que agradecer a vos.
- No no, encima me prometiste que no vas a contar nada, así que te debo un montón, le dije
- Mami, por vos vinimos y gracias a vos lo estamos disfutando mucho.
- Mmmm, le dije y le di un beso en la comisura de la boca
- Mmmm, me abrazó Anto y nos quedamos así hasta que nos dormimos hasta el otro día
Durante el día siguiente nos fuimos de excursión a un parque temático durante toda la jornada regresando al hotel muy tarde y muy cansadas. De Cristian seguíamos sin tener noticias. Nos dormimos muertas porque realmente estábamos fusiladas
Al día siguiente decidimos quedarnos en el hotel durante todo el día para descansar y no hacer nada. Lo cumplimos al pie de la letra. Por la noche fuimos a la barra de la recepción a tomar algo y ahí nos encontramos con Cristian
- Hola hermosas, ¿cómo están? Dijo sonriéndonos
- Hola Cristian, ¿cómo estás? Saludamos al unísono
- Más o menos, dijo Cristian con cara de apenado
- ¿Qué pasa? Dijimos
- Que me voy mañana, que me vuelvo, dijo Cristian con una media sonrisa
- Y bueno, todo concluye al fin, dije yo
- Bueno, no importa, disfrutemos las últimas horas, dijo Antonella divertida
- Por supuesto, dijo Cristian ya más animado
- ¡Claro!, dije yo. ¡A tomar algo!
- ¡Pero claro! Dijo Cristian y encargó unas bebidas para los tres
Fue cuando la conversación se empezó a animar y a ponerse más caliente. Anto le contó a Cristian que sabía que habíamos estado juntos. Y empezó a hacer chistes sobre nuestros encuentros íntimos de los últimos días. Cristian no se achicaba y le seguía el juego.
- ¡Que hermosas que son las dos! Decía Cristian mientras nos abrazaba
- Mmmm, decía Anto pegándose a su cuerpo y besándolo en la mejilla
- Mmmm, yo les seguía el juego, pero trataba de controlarme. Sabía que en algún momento Cristian se iba a ir con Antonella, aunque un poco me apenaba, entendía que se lo merecía
- ¿Les hago una propuesta? Dijo Cristian
- ¿Qué propuesta? Pregunté yo
- ¿Me acompañan a mi cuarto que tengo algo de regalo para ustedes? Dijo Cristian
- Mmmm, vos no querrás enfiestarnos a las dos, ¿no? Dijo Anto divertida
- Jaja, dije yo riendo de la ocurrencia de mi hija.
- Nooo, bueno… dijo él, no es que me falten ganas de estar con estas dos bellezas, dijo al tiempo que nos abrazaba a las dos
- Mmmm, vos sos muy zarpado! No sé si creerte, le dijo Anto
- Vengan y van a ver que no les miento, tengo un regalo.
- Bueno, vamos, dijo Anto divertida mientras me miraba
- Cualquier cosa me voy, le digo a Anto al oído
- Vamos, Nos volvió a abrazar y tomó de la mano a Anto, que a su vez me tomó de la mano a mí
- Ok vamos dije yo muy tranquila
Llegamos a la habitación y abrió la valija y sacó un pareo de mujer hermoso y un vestido de playa blanco muy lindo también.
- Esto es para ustedes, dijo Cristian
- ¿Como? ¡Gracias! Dijimos las dos y nos lo poníamos por encima de la ropa para ver cómo nos quedaba
- Como tienen dos cuerpos espectaculares y muy parecidos los dos regalos son para las dos, dijo Cristian como buen caballero y seductor que es
- Ayyy Gracias dijo Anto y le plantó un beso en la boca
- Gracias dije yo, pero el beso se lo da en la mejilla
- Bueno, ¿tomamos algo? Dijo Cristian
- ¡Dale! Dijo Anto y fue al frigo bar donde sacó unas cervezas Corona
- Brindemos, dijo Cristian levantando su botella y chocándola contra las nuestras
- Chin chin, dije yo
La habitación tenía dos camas y estábamos sentados enfrentados en una cama Antonella y Cristian y yo enfrente.
- ¡Que hermosas que son! ¡Por Dios!, decía Cristian
- Ayyy gracias Cris! Decía Anto
- Gracias, decía yo, un poco ruborizada y con el efecto de todo lo bebida hasta ese momento
- Gracias por compartir este momento conmigo dijo Cristian mientras nos miró y le acomodó el pelo detrás de la oreja a Anto
- ¡Gracias vos por todo lo que nos diste! Dice Anto mirándolo a la boca
- Mmmmm, Cristian adelantó la cara buscando la boca de Anto
- Mmmmm, Antonella adelantó su cara y sus bocas se unieron
- MMmmm, Cristian le rodeó la cintura mientras la besaba y le acariciaba la espalda
- Mmmmm, Antonella ya lo besaba como una poseída
A todo esto, yo los miraba y no podía moverme
- Me voy a buscar otra cerveza dijo Anto y se paró agarró una cerveza y se metió en el baño
- Gracias, me dijo Cristian y se sentó a mi lado
- Gracias a vos le dije mirándolo a la boca. ¿Pero qué estaba haciendo?
- Me encanta tu boca, me dijo mirándome los labios y acercándose peligrosamente
- No… dije, pero ya era tarde. Nos estábamos besando
Nos empezamos a besar como dos adolescentes sin importarnos que del otro lado de la puerta estaba mi hija. El sonido del picaporte nos volvió a la realidad. Antonella entendió la situación y pudo verlo en la cara de ambos. Se sentó enfrente de nosotros y ahora era ella la que nos miraba.
- Queres dijo Anto pasándole la cerveza a Cristian
- Claro dijo Cristian timando un sorbo
- Dale un poco a mi mamá, dijo Anto y le quiso sacar la botella justo cuando estaba tomando, provocando que se le derramara por toda la barbilla y el cuello
- Uhhhh, dije yo pasándole un dedo por la cara y llevándomelo a la boca
- No hay que desperdiciar nada, dijo Anto y se levantó y le empezó a chupar el cuello
- Mmmm, dijo Cristian mientras me miraba y me agarraba de la cintura
- Bueno, mejor, digo yo haciendo ademan de levantarme
- Quedate, me agarró Cristian de la mano
- Queate mami, me agarró Antonella
- Es que, no sé, dije excitada y confundida
- No te vayas, dijo Cristian y volvió a tomar, pero ahora a propósito se dejó caer cerveza en su cuello
- Ayudame me dijo Antonella y le empezó a besar el cuello
- Mmmmm si, dije yo y empecé a besarle el otro costado del cuello
Ahí atravesamos el umbral, Cristian me empezó a besar en la boca mientras Antonella le desprendía la camisa. Él se volvió hacia Antonella y empezó a besarla mientras me acariciaba el cuello a mí. Yo continué desabrochando la camisa de Cristian que se tiró en la cama cuando la tuvo completamente desabrochada. Antonella y yo nos miramos, las dos sabíamos que hacer. Antonella se prendió de su boca mientras intentaba junto con mi ayuda desabrocharle el pantalón a Cristian. Yo le besaba las tetillas a Cristian mientras con mis manos iba desnudándolo completamente. Bajé a chuparle la pija a Cristian y miré para arriba para ver cómo se besaba con mi hija y me impactó ver que los dos me miraban como estaba con la pija en la boca. Les sonreí y seguí con mi labor, mientras sentía que la mano de Cristian me acariciaba la cabeza. Antonella bajó conmigo a ayudarme con la chupada y yo bajé a comerme los huevos de Cristian dejándole a ella cabeza y tronco a su disposición. Luego de un rato subí y le empezamos a pasar la lengua por la cabeza de la pija y en determinados momentos nos besábamos entre nosotras. Juro que eso me calentaba al extremo. Cristian nos miraba como no pudiendo creer lo que estaba viviendo. Nuevamente, y esta vez juntas, Antonella y yo nos disponíamos a una nueva aventura sexual hasta entonces impensada. En un momento nos empezamos a besar con Antonella olvidando la pija de Cristian, quien se incorporó y empezó a acariciarnos las cabezas mientras nos miraba y ayudaba a desnudarnos. Estábamos los tres arrodillados en la cama y desnudos y se produjo algo que jamás imaginé y que me pareció de lo más excitante. Unimos nuestras cabezas y empezamos a besarnos, ¡de a tres! Si, las lenguas se movían de una manera descontrolada y parecía que iba a ser un beso y un momento infinitos. Lo que pasó de ahí en más fue sumamente excitante y por no haber participado jamás de un trío ninguno de los tres nos complementamos realmente muy bien. Después de ese beso entre los tres volvimos a chuparle la pija a Cristian que se paró y nos dejó a nosotras arrodilladas en la cama y jugando con su erecto miembro. Las cosas que le hicimos con Antonella fueron hermosas. Después de chuparle con mucho brío la verga, la dejé a Anto chupándole la pija y me fui detrás de él para besarle las nalgas primero y luego abrirle y chuparle el culo directamente. Ah, suspiró Cristian, no hagas eso porque puedo acabar muy rápido.
- Queres acabarnos a las dos? Le dijo Anto
- En donde queres acabarnos? Le pregunté yo totalmente entregada
- En la cara, dijo Cristian, a esta altura al borde del orgasmo
- Dale, dijo Anto y volvió a metérsela en la boca
- Dale, dije yo y me volví a chuparle los huevos
- ¡Acábanos, dale! Decía Anto arrodillada a mi lado, pegando su mejilla a la mía y mirándolo a los ojos
- Queremos tu leche en la cara! Le dije yo y me pegué más a la cara de mi hija
- Ahí acabo! Dijo Cristian agarrando su verga con la mano y apuntándola a nuestras bocas
- Aghhhh, abrió la boca Anto
- Mmmmm, saqué mi lengua yo
- Aghhhh, Ahhhhhh, Cristian estaba acabando
El primer chorro cayó dentro de la boca de Antonella, el segundo apuntó a mi mejilla y acertó, el tercero en la boca ya cerrada de Anto, el cuarto en mi nariz. Los restantes fueron menores y ya todos dentro de mi boca. Le di varias chupadas y se la ofrecí a Antonella. Ella me miró toda la cara llena de semen y me sonrió. Ella estaba igual, pero con semen en la boca. La tomé de la cintura y comencé a besarla por toda la cara chupándole toda la leche que tenía. Ella correspondió haciendo lo mismo hasta que al final terminamos besándonos con mucha lengua, mientras jugábamos con la leche de nuestro macho, que ahora nos miraba incrédulo de lo que estaba viendo.
Lo tiramos a Cristian en la cama y alternadamente nos fuimos besando los tres. Cristian acostado en el medio nos abrazaba.
(continuará…)
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