El ultimo poema - poema xxv
Ya no me salen los versos. Mi corazón ha enmudecido. Nada más que decir, pues ya sabes demasiado...
El ultimo poema.
Ya no me salen los versos.
Mi corazón ha enmudecido.
Nada más que decir,
pues ya sabes demasiado.
Mi tierna poesía alude mis sentimientos.
Centenares de estrofas llevan tu nombre.
¿Cuántas caricias he dado yo,
con dulces sonidos, a tus oídos sordos...?
La tinta de mi pluma está agotada.
Un millar de palabras y un libro de poemas
para redundantemente expresar
simplemente
¡que te amo!
*¡y que sin ti estoy muerto!*
¡y que renunciaría a todo por que estés conmigo!
Que no soporto tenerte así
tan cerca… y tan distante;
oyendo de mi mismo lo que quisiera que digas;
improvisando cada noche un reencuentro distinto.
¡Basta! – he dicho- .
Para siempre, silente.
Nada más que decir,
pues ya sabes demasiado.
Poema xxv
Medrando alegres
hacia el azur,
trinan las aves
con voz rapsoda.
Su pulcro son
yo, enamorado,
coreando imito
bajo tu alcoba.
Y tú me copias
pero me ignoras;
e igual yo canto
para tus rosas.
Tu orgullo frío,
mis dulces tonos,
a muerte luchan
con sus espadas.
Tú languideces
pues yo soy fuerte;
mas no sucumbes
ni yo me rindo.
¡Amada mía!
oye mi lira,
mi corazón
y mi poesía.
¡Siente, amor
estas caricias!
¿Quién te querrá
con tanta furia?
Tus huesos vibran
con mis acordes.
Ya no resisten
mi seducción…