Él tutor 7

Caleb lleva a cabo un plan, para recuperar a su tutor y acaba en desastre... O tal vez no

El tutor 7

¿Por qué me está haciendo lo que me hizo mi padre?

Caleb...

Caleb no supo exactamente porqué se despertó, podría acusarlo al hecho de que en ese justo momento sentía unas intensas ganas de orinar y en ese cuarto no había baño, tal vez podría decirse que fue motivo del destino y que todo provenía de un plan mayor con un fin desconocido..

O simplemente, era algo que tenía que pasar.

Caleb despertó poco antes de la hora que se levantaba normalmente sientiendo unas irrefrenebles ganas de orinar y ciertamente aturdido, al principio no entendió por qué estaba en el cuarto de invitados.

Entonces encontró a su lado una muda de ropa que muy seguramente Roger le había dejado.

Roger...

Rápidamente los hechos de la noche anterior le llegaron a la mente y su polla dio un brinco aún en reposo, el orgasmo había sido tan fuerte que esa mañana no estaba empalmado.

Aún rememorando todo y preguntándose dónde estaba el susodicho, se vistió rápidamente y salió de la habitación. Apenas lo hizo, escuchó las palabras que debía, o no, oír.

-Quiero que me digas ¿Por qué demonios te acostaste con Caleb? -Gruñó su tutor bastante molesto, Caleb se detuvo en una esquina del corredor y escuchó con atención.

-¿Qué pasa Brandon?, ¿Es que los vecinos se quejaron porque no pudieron dormir por escuchar a dos machos follar? -Preguntó divertido Roger, Caleb se revolvió nervioso a la vez que sentía sus mejillas arder sin poder evitarlo-. Qué aburridos -Se ríó.

Escuchó a su tutor murmurar blasfemias rápidamente.

-¡¿Es que eres imbécil, puto de mierda?, ¿Por qué demonios te acostaste con él?, ¿Cómo pudiste...?

-¿Cómo pude hacerte esto? -Inquirió Roger, está vez más serio-. Hago lo que se me da la gana Brandon, no eres mi padre y Caleb mucho menos es tu hijo, él es mayorcito y sabe lo que hace... Y vaya que si lo sabe hacer, tiene un movimien...

De repente se escuchó un golpe, Caleb sintió el impulso de entrar a la sala pero se contuvo, las ganas de orinar se le quitaron.

Todo se llenó de silencio y Caleb decidió dar un paso hacía la...

-R-Roger...

-Supongo que ya te sientes mejor con esto ¿No? Golpearme seguro fue muy medicinal y relajante para ti -Preguntó divertido, pero al igual que en la noche, Caleb notó la misma tristeza-. Caleb. No. Es. Jodidamente. Tuyo. No es un juguete con el que puedas jugar y luego desechar como lo hiciste.

-Yo no hice es...

-¡NO TE ATREVAS A MENTIRME HIJO DE PUTA! -Grito Roger realmente molesto, haciéndolo dar un respingón de la impresión, era la primera vez que oía esa parte de él-. No tienes ni la más jodida idea de lo mal que lo está pasando por tu desprecio ¿Crees que le haces bien?, ¿Qué esto es lo correcto? -Preguntó calmando la voz, pero con un tono igual de molesto.

Seguramente para no despertarlo aunque ya lo estaba.

-... No puedo hacerlo Roger -Dijo de pronto su tutor con la voz algo quebrada-. Simplemente no puedo. Que Dios me ayude, pero no puedo, ya no.

-Bien... Pues un día cualquiera, seguramente más pronto que tarde, Caleb se cansará y se va ha marchar y no te dirigirá la puta palabra el resto de tu vida y la culpa será enteramente tuya -Le abvirtió-. Y para cuando eso pase, no dudes en que yo voy a estar ahí y no voy a titubear en aprovechar la oportunidad. Caleb es uno entre millones y lo vale, absolútamente vale el intento de formar una relación seria con él... Incluso si eso significa no dirigirte la palabra nunca más, es una promesa -Aseguró.

"Si ese hombre no te hace caso, yo me encargaré de que lo olvides. Porque a mí, tú si me gustas de verdad" Recordó Caleb las palabras que le dijo Roger la noche anterior y algo se revolvió en su interior al notar que sus atenciones eran genuinas.

En ese instante Caleb escuchó la puerta de la entrada cerrarse y supo que debía irse a su habitación y fingir que no había escuchado esa conversación.

Pero eso no significa que ahora el hablar con su tutor fuera un poco más fácil o que su cerebro no estuviera revolviendo todo lo que había pasado esas semanas hasta confundirlo totalmente.

Había decidido recuperar a su tutor, pero ¿Y si no fuera la desición correcta?

::::::

El sol brillaba especialmente ese día, dándole un toque bastante lindo al no hacer mucho calor pese a lo radiante que estaba. Aún así, Caleb no estaba de humor como para apreciarlo, su mente estaba sumida en lo que hizo con Roger la noche anterior, en como lo había confundido con Brandon a mitad de la señora follada que le dio; pensaba en como Brandon era cada vez más frío con él y en las cosas que le dijo el mismísimo Roger esa noche, luego de medio declarársele, sobre qué hacer para tener a su tutor.

Y también pensaba en que si no era mejor alejarse de todo y guardar los recuerdos de esas semanas en lo más profundo de su mente y simplemente olvidarlo todo.

-¿Sucede algo cariño? Te noto bastante distraído -Le indicó su madre mientras tomaba algo de agua.

Helen Prescott de verdad se estaba esforzando en crear desde cero los lazos que tenía con su hijo y que desparecieron en algún momento de su cumpleaños número ocho, cuando sus padres simplemente se alejaron de él hasta volverlo en solo un trofeo de buenas notas, comportamiento intachable y reconocimientos deportivos-académicos, empezaba a ser más su madre y menos su representante o algo por el estilo.

El día anterior, cuando Brandon lo llevó en su ahora típico mutismo en el auto, aunque incluso intentará sacarle conversación, apenas se bajó de ese vehículo cargado de tensión indeseada, su madre saltó sobre él para abrazarlo con efusividad, mientras su madre lo llevaba a su casa y le hablaba de mil cosas a la vez, no pudo evitar girarse unos segundos para ver cómo su tutor, que no se despidió, se iba en silencio.

Helen ese día lo mantuvo en la casa, contándole con lujo de detalles lo que le había ocurrido en el trabajo en la semana y los chisme que se vivían ahí. En el pasado, su madre jamás le había contado absolutamente nada de su mundo, y decírselo ahora le hizo sentir que formaba parte de él ahora. Su madre también le pidió que le contara de su vida y él trató de hacerlo lo mejor que podía.

No era como si pudiera decirle que había sido desvirgado por su depravado tutor, que sentía que se estaba enamorando de él pero que ya era como un cero a la izquierda para este y que luego folló con un colega de su padre que estaba más que dispuesto a ser su novio, sin duda alguna la cara que hubiese puesto su madre al enterarse de esas cosas hubiera valido un millón de dólares.

El resto del día se lo pasaron comiendo helado y viendo viejas series de televisión que pasaban cuando era niño, había sido maravilloso el cambió que había entre ellos, como si los días tristes y su rebeldía nunca hubieran pasado.

Y el hecho de que al cambiar de conducta se produjera este cambio en su relación, que para bien o para mal, sin importar cómo lo hizo, fuera obra de Brandon, lo hacía sentir consternado.

Caleb volvió al presente cuando su madre le llamó otra vez.

-Eh, lo siento, solo... Pienso en todas las tareas que tengo que hacer y eso -Comentó para salir del paso.

Esa mañana de domingo estaban trotando en un parque que estaba cerca de su casa, los ciclistas y corredores pasaban cerca de ellos mientras que los niños jugaban en el césped y las parejas se recostaban bajo la sombra de los árboles.

Era un día perfecto para todos menos para Caleb, aunque estuviera entrenando un poco con su madre, no podía evitar pensar cada tanto en su situación actual y en cómo remediarlo sin salir mal librado, independientemente de lo que decidiera hacer.

Aunque hasta ahora no sabía cómo proceder todavía.

-¿Está bien que estemos aquí? Si quieres podemos...

-Madre, prefiero estar aquí contigo que hacer tarea -Explicó mientras trataba de imprimirle a cada palabra la importancia de esto.

Al menos me haces pasar el rato más tranquilo -Pensó nervioso sin volver a tocar los dilemas que le perseguían.

Su madre lo observó atenta para luego bajar la cabeza.

-¿Sabes? Tu padre, él...

-Por favor no hablemos sobre Aron -Soltó antes de siquiera pensarlo, lo menos que quería era empeorar ese día.

Helen lo observó sorprendida unos segundos.

-Bien -Dijo algunos segundos después-. V-vamos a correr pues -Su madre le soltó una sonrisa a la vez que comenzaba a acelerar sus pasos.

Normalmente Caleb se hubiera quedado tranquilo con eso... De no ser porque esa sonrisa que le había brindado su madre era más que falsa.

Cale se tragó una maldición, para luego suspirar en busca de calma para luego alcanzarla.

-Aun no estoy listo para hablar sobre él, madre, es todo, perdón si te incomodé -Comentó a modo de disculpa, ella asintió.

-Yo lo entiendo Caleb, se que tu padre a veces no estuvo para...

-Madre, él jamás estuvo para mí -Se detuvo, porque sentía como la furia, mezclado con sus problemas, comenzaban ha ser un cóctel para los problemas-. Nunca lo estuvo, él prefirió estar para sus compañeros y ayudar a sus subordinados y buscar a los malos, él prefirió a todo el mundo por encima de a mí, siempre fue así... Al igual que tú también lo hiciste -Le soltó ya cansado de todo, Helen lo miró sorprendida-. Así que perdóname si no quiero ni puedo hablar sobre el sujeto que decía ser mi padre pero que jamás tuvo los pantalones para serlo... Me voy a la casa, perdón por decir esas cosas, no pude controlarme -Terminó al final lleno de rencor pero conteniéndose como podía, yéndose del lugar.

Sí, este era absolutamente un día malo.

Caleb llegó a su casa maldiciendo el cómo el día se había terminado de dañar. Lleno de sudor, decidió irse a bañar a ver si lograba lavarse ese humor del cuerpo.

Apenas se metió en la ducha, no pudo evitar recordar la única vez que había follado con Brandon en un lugar así. La irá fue sustituida por un desazón e incertudumbre que no lo abandonó ni siquiera cuando preparó el almuerzo a la vez que alistaba su maleta.

Tenía que estar en donde su tutor a las cinco de la tarde a más tardar.

Pero Caleb tenía otros planes...

Su madre llegó al poco de haber terminado la comida y mientras emplataba el arroz con abichuelas, ensalada de frutas y albóndigas de cerdo, su madre entró a la cocina.

-Ah... Caleb, no tenías que hacerlo -Le dijo su madre al notar que el almuerzo ya estaba hecho.

-No hay ningun problema, me gusta cocinar -Desestimó mientras cargaba los platos hacia la mesa. Pero su madre lo sostuvo del hombro.

-Caleb... Lamento que creyeras eso de nosotros, solo...

-Madre, en verdad no quiero hablar sobre eso, no todavía -Susurró con un suspiro-. Hoy hace un bonito día y no hay porqué arruinarlo. Hagamos como que no dije nada ¿Vale? -Preguntó, deseando que su madre lo dejara así.

Helen dudó unos segundos pero al final asintió.

-Bien, vamos a comer. Ven prueba está receta que aprendí en internet, es la primera vez que la hago así que tú serás mi conejillo de indias -Le explicó con una media sonrisa.

Su madre lo observó unos segundos para luego respirar profundo y devolverle la sonrisa, está vez mucho más real.

-Espero no morir con esto ¿Eh? Mira que soy muy joven todavía -Bromeó siguiéndole el juego, Caleb soltó una risita.

Mientras volvían a recuperar el ritmo de la conversación durante el almuerzo, Caleb se forzó a creer que este era un buen augurio de que al final, no terminaría siendo un mal día después de todo.

::::::

-Bueno, madre, me tengo que ir -Le indicó a su madre mientras cruzaba las escaleras con el bolso en mano y la sensación de pesadez y soledad en su estómago.

Helen se paró del sofá cuando lo vió, ni siquiera se lo pensó cuando se le tiró encima y lo abrazó, Caleb tardó un poco pero le correspondió, aún no estaba costumbrsdo a estos arrebatos de su parte.

-Portare bien ¿Vale? -Él asintió-. Entonces nos vemos el próximo fin de semana... ¿De verdad no quieres que te lleve? -Le preguntó de pronto.

-No, tranquila, puedo manejármelas solo, tú disfruta de tu día libre que te lo mereces -Comentó medio verdad, medio mentira.

Porque primero, antes de ir a la casa de su tutor, debía de preparar el primer golpe que debía asestarle a Brandon. Y segundo, en verdad su madre necesitaba más tiempo para ella que para el trabajo.

-Está bien hijo, adiós -Su madre le besó la mejilla y lo vio marcharse atentamente.

Cuando Caleb cruzó la esquina para ir a la parada y quedó fuera de la vista de su madre, marcó un número en su teléfono y llamó mientras caminaba.

-¿Hola?, ¿Caleb? -Le preguntó Shaun extrañado al otro ado de la línea-. Je, esto es raro ¿Para qué me llamas?

Caleb tardó unos segundos en contestar, tratando de mentalizarse para lo que iba a hacer.

Era hora de jugar con su tutor.

"Debes de provocarle, sácale de sus casillas, debes ser provocativo pero ruin, debes mostrarle que estás dispuesto a todo y no dejarte intimidar no importa que tan molesto ó furioso esté, deber ser flexible pero afilado, devuélvele cualquier cosa que te pregunte, y especialmente has que te castigue, si lo consigues, lo tendrás en tus manos" esos fueron los principales consejos que le dio Roger.

Y él le iba a hacer caso... Aunque no como esperaba el teniente.

-¿Conoces algún sex shop al que pueda ir? -Preguntó al fin con algo de vergüenza.

La línea se mantuvo en silencio tres segundos exactos.

-Vaya, vaya, querido Caleb, así que al fin te harás un hombre ¿Eh?, ¿Quién es el afortunado? -Preguntó al final Shaun con esa naturalidad que lo caracterizaba.

-¿Quién te dijo que era un hombre? -Inquirió, notando como apenas sintió vergüenza de que había sido descubierto.

Esos días estaba perdiendo muchas cosas que antes lo caracterizaban, y no sabía si era bueno o malo.

-Vamos Caleb, no soy estúpido, tengo doscientos cincuenta puntos de coeficiente intelectual y tú no eres alguna clase de dilema físico -Comentó Shaun mientras bostezaba-. Tú nunca te has acercado a las chicas de esa forma al menos, y tampoco es que hables sobre ellas, y no te importó mucho que casi te besara, sé sumar -Terminó con una ligera risa.

Caleb suspiró.

-Empiezo a creer que media ciudad ya sabe que soy como que gay -Comentó.

-No existe algo "como que gay", Caleb, eres o no eres, no existen como que suposiciones... Pero está bien, te ayudaré pero voy contigo, tengo que comprar algo de lubricante y un par de cajas de condones, hoy me voy a divettir de lo lindo -Comentó su amigo con una facilidad que envidió.

-Realmente no quiero saber que harás -Comentó sincero, Shaun se carcajeó.

-Espérame cerca del instituto.

-Bien, te veo ahí -Colgó.

Poco más de una hora y media después, Caleb entró junto a Shaun en un local escondido discretamente en una avenida, el cual parecía tener cierta afluencia tanto de hombres como de mujeres.

-¿Qué piensas comprar, pillín? -Le preguntó Shaun antes de entrar.

-Cosas... -Comentó sintiendo su rostro arder un poco-. Es todo lo que te voy a decir -Shaun se rió dándole ligero codazos mientras entraban.

Apenas cruzaron la puerta, Caleb supo que aquel lugar era más de lo que aparentaba.

Las luces rosadas le daban un ambiente extraño y psicodélico al lugar donde los estantes estaban repletos de una enorme variedad de objetos y artilugios, así como prendas, dildos y demás, habían tantas cosas que Caleb solo reconoció para qué servía la mitad de lo que había ahí.

El lugar estaba medianamente lleno, parecía ser popular, porque habían tres chicos que ayudaban a las personas a encontrar lo que pedían.

Aún así, a pesar de todo la extravagancia del lugar, eso no era lo que más llamaba su atención.

Era el olor.

Había un permanente aroma a sexo, sudor y semen, era increíblemente concentrado, casi insoportable... Y muy excitante a la vez.

-¿Hueles eso? -Le preguntó a Shaun, este frunció el ceño.

-¿Eh, qué cosa? -Le devolvió su amigo-. Voy a buscar lo que necesito ¿Quieres ayuda? -Le preguntó, Caleb negó con la cabeza-. Bueno... Nos vemos en la caja registradora.

Shaun se alejó rápidamente casi dando saltitos de felicidad, Caleb negó sonreído mientras entraba a la pequeña pero abarrotada sección de ropa.

Apenas observó el lugar, supo que estaba perdido, había tantas cosas que se sentía mareado... Y el olor que parecía ser de una orgía no ayudaba.

-¿Necesitas ayuda? -Le preguntaron detrás de él. Encontrándose con uno de los ayudantes al voltear.

Él dudó por unos segundos, pero después se rindió, al paso en que iba llegaría en la noche y eso sería malo.

-Eh, eh, necesito ayuda con esto -Le entregó un papel con las cosas que había anotado que iba a necesitar.

El dependiente, que era ciertamente guapo, leyó con una expresión indecifrable en su rostro, Caleb se puso nervioso.

-¿Estas cosas son para tú usarlas? -Caleb tardó un poco pero asintió.

Entonces notó como el chico le daba un repaso esta vez más detenido a todo su cuerpo, su mirada le causó escalofríos y no pudo evitar compararla a la que le dio Roger.

Pues va resultar que de verdad si soy gay -Pensó mientras el chico le soltaba una sonrisa con matices lujurioso.

-Creo que sé lo que necesitas, te va ha quedar precioso -Aseveró suavemente con la voz algo ronca, Caleb sentía hasta las orejas rojas.

-G-gracias -Le dijo al chico que pasó por su lado, rozando a consciencia se paquete, gesto que no le dio asco como pensó que lo haría.

Roger ¿Qué carajos me hiciste? -Pensó afiebrado cuando se detuvo.

Y entendió lo que Roger dijo, de verdad lo entendió. Si su tutor no le hacía caso, no significaría el fin del mundo, él podría enamorarse de alguien más, algún otro tutor...

Solo esperaba, que no tuviera que ser así.

::::::

Cuando Caleb entró al porche de la casa de su tutor, se sentía incómodo y a la vez caliente, había tenido la polla a media asta por todo el camino y le empezaban a doler los huevos.

-Joder ¿Cómo demonios la gente lleva esto puesto todo el día? Solo lo llevo dos horas y ya no aguanto más -Se quejó mientras se balanceaba entre sus pies, sin querer soltó un gemido.

Repasó sus planes mentalmente mientras trataba de serenarse y superar el miedo a que todo fuera mal. El sol acababa de ponerse, lo cual le indicaba que llegaba tarde pero no muy tarde.

Era simple, estaba seguro de que su tutor pediría explicaciones y comenzaría a quejarse, entonces el escucharía atentamente todo para luego soltar una sonrisa, quitarse los pantalones y mostrarle su "indumentaria" mientras decía cuanta obsenidad pasara por su cabeza para calentarle. Simple pero efectivo.

Hora del show...

Caleb abrió la puerta y...

-¿Por qué estás llegando a esta hora? -Brandon estaba parado justo frente a la puerta, ni si quiera le daba espacio para entrar.

Caleb dio un respingón, sorprendido. Su tutor entrecerró los ojos.

-¿... Puedo entrar? -Preguntó mientras se recolocaba el bolso, sentía claramente como su libido caía hasta el subsuelo, solo sintiendo incomodidad.

-Responde mí pregunta ¿Por qué...?

-¿Puedo. Entrar? -Preguntó está vez con un tono más fuerte, y por qué no, con un toque de irá, Brandon abrió los ojos levemente.

Se suponía que debía fingir, pero fue tener está escena y sentir que la irá en verdad lo llenaba, estába harto de todo.

Brandon no dijo nada, pero a los segundos se movió a un lado.

-Gracias... -Dijo mientras entraba a esa casa una vez más, solo que ya no le prestó atención al dueño y siguió directo a su cuarto.

Brandon le atrapó el brazo antes de que fuera más lejos.

-¿A donde crees que vas? Estoy hablando contigo -Señaló fríamente su tutor, Caleb soltó una carcajada sarcástica.

-Lo cuál es una sorpresa, considerando los hechos de está semana -Soltó sin más. Sintió la mano de Brandon sujetarlo más duro-. Y a la pregunta que me hizo... Bueno, salí un rato con Shaun y nos ditrajimos -Comentó con una fría sonrisa.

El ceño de su profesor se profundizó y tensó la mandíbula, incluso pudo apreciar como una vena le saltaba en la sien izquierda.

-¿Por qué no avisaste que llegarías tarde y que te habías ido con ese chico? -Indagó con un leve gruñido en su voz.

-¿Y por qué tendría que hacerlo? -Preguntó cada vez más molesto, girándose para encarar por completo a su tutor.

-Soy tu tu...

-No se atreva a decirlo -Susurró cada vez más molesto.

De repente sintió una abofetada en la cara que le hizo girarla.

-Soy tu tutor, merezco respeto y no permitiré que me hables así un niñato de mierda -Bramó Brandon muy molesto.

-¿Tutor? Aquí lo único que hago es cuidar la casa, soy más bien el sirviente que otra cosa -Exclamó mientras se sobaba un poco la mejilla-. Me pide respeto pero usted me trata como si fuera una mierda ¿Por qué demonios tengo que dárselo?

-¡Porque soy tu tutor! -Gritó está vez Brandon, apretando cada vez más duro su brazo hasta hacerle daño, Caleb no se permitió mostrárselo.

-¡Tú no eres mi jodido...!

-¡Maldita zorra! -Le gritó Brandon mientras lo empujaba tan duro que cayó al suelo a un par de metros-. ¡Yo mando aquí y no permitiré que una zorra como tú se atreva ha hablarme así! -Expresó mientras todo su cuerpo crecía y se encogía con cada respiración de lo molesto que estaba.

-¡Tú no me mandas, yo puedo hacer lo que quiera con quién quiera cuando quiera y tú no puedes evitarlo! -Gritó mientras trataba de incorporarse.

-¡¿Hacer lo que quieras?, ¿Cómo qué?, ¿Cómo follar con Roger o coger con el amiguito ese tuyo como una maldita golfa, una puta barata?, ¿Eso es lo que quieres hacer?, ¿Que te peten el culo?! -Preguntó exaltado con una cara de asco.

-¡Sí, eso haré, con ellos y con quién sea y tú no eres nadie para detenerlo! -Se levantó de golpe, sintiendo sus ojos arderles de pronto-. ¡Solo eres el maldito bastado que me apuntó con una pistola, me amenazó, me violó, me extorsionó, me enam...! -Se calló de golpe, dándose cuenta de lo que estuvo a punto de decir, sintiéndose realmente expuesto, como si estuviera desnudo en medio de la calle.

De repente sintió que golpeaban contra la pared. Brandon lo tenía arrinconado en una esquina, lo miraba desde abajo, pero la intensidad de esos ojos lo hacían sentir pequeño, diminuto.

El silencio los envolvió mientras sentía las lágrimas caer, su plan se había arruinado y no sabía qué carajos estaba haciendo ahí y por qué pensó que podría tener lo que sea que quisiera con ese sujeto que era más un muro de hielo que otra cosa.

-¿...Qué es lo que ibas a decir? -Preguntó de pronto Brandon con un susurro, como si tuviera miedo de que alguien lo escuchara aunque esa casa era suya y estaban a solas.

-N-no importa lo que fuera a decir, fue solo un error -Indicó mientras trataba de salir de la esquina, Brandon lo colocó otras vez ahí, solo que no lo golpeó está vez.

-Quiero oírlo.

-No.

-¿Qué ibas a decir?

-No lo diré.

-Caleb...

-¡No te lo mereces! -Explotó para luego mirar hacia arriba y luego volver a ver esos ojos oscuros-. ¿Por qué me está haciendo lo que me hizo mi padre? -Preguntó está vez, casi suplicando. Brandon se congeló.

-¿... A qué te refieres? -Preguntó ahora Brandon cabizbajo.

-Me tiene aquí, sin hablarme, sin tratarme, usándome cómo un puto trofeo de exposición, como si tuviera pegado en la cara un maldito cartel que dice: "mírenlo, hice un buen trabajo ¿No?" -Despotricó asqueado de la idea y la sensación que le causaba-. ¿Por qué coño me tiene aquí? Lo que hace conmigo fácilmente lo puede hacer solo, no hay ninguna diferencia, así que ¿Por qué coño me tiene...?

-Porque no puedo alejarme de ti -Murmuró su tutor sin mirarlo, está vez fue turno de Caleb para congelarse-. No puedo alejarme de ti, no importa lo mucho que lo intente o cuánto me niegue ha aceptarte, no puedo alejarte de mí, no del todo, no puedo -Entonces lo observó.

Caleb perdió la respiración mientras observaba como el frío rostro de su tutor mostraba un ceño fruncido a la vez que un par de agrinas caían de su rostro.

-No puedo, Caleb, no puedo alejarme pero no puedo estar cerca de ti, yo quiero... Yo quiero tanto... Pero no puedo, eres el hijo de dos de mis mejores amigos, eres muchísimo más joven que la gran mayoría de mis estudiantes y hombres con los que he estado, nos llevamos una década, sin importar lo que digas me tienes miedo y yo hice una promesa que no puedo romper, aún así... Aún así, no puedo alejarme y no sé qué hacer, por primera vez en toda mi vida, no sé qué hacer para sacarte de mi mente... Y cuando, y cuando te acostaste con Roger, yo, yo... -Brandon cerró los ojos con una mueca de furia, tratando de calmarse-. Caleb yo...

-Estoy enamorado de usted -Soltó Caleb antes de arrepentirse.

Brandon gimió como si hubiese tenido un orgasmo con solo esas palabras a la vez que bajaba la cabeza, perdido, aún así lo observó después con un gesto de dolor.

-No puedo, Caleb, no puedo...

Pero Caleb dejó de escucharlo y se agachó un poco, conectando sus labios, Brandon cerró los ojos todavía arrinconándolo, el estudiante abrió la boca mientras posaba sus manos en sus mejillas y el tutor sin pensarlo la invadió con su lengua rápidamente, ansioso, como un drogadicto con síndrome de abstinencia, tomándolo todo con fuerza, Caleb dejó como siempre que hiciera lo que quisiera con él.

Porque para Brandon siempre estaría dispuesto.

El beso se volvió cada vez más y más necesitado, Caleb no sabía porqué, pero la saliva de su tutor se le antojaba más dulce y deliciosa de lo que recordaba, comenzó a gemir mientras succionaba con fuerza, su tutor soltó un gruñido que no supo si fue de rabia o placer a la vez que frotaba sus lenguas como si estuviera follando su boca, entonces sintió como la arrinconaba con más fuerza a la vez que le tomaba de la nuca y profundizaba el beso más si cabe, Caleb se sintió en el paraíso, en su hogar.

De pronto Brandon gruñó más duro y se separó de pronto, tenía la mirada turbia y confundida.

-No, no... No -Murmuró mientras daba varios pasos hacia atras-. Caleb, es demasiado para mí, yo...

Pero el estudiante cerró el espacio que dejó su tutor, no sabía porqué, pero no solo quería follar con él, quería el paquete completo y no iba a permitir que las dudas y miedos que Brandon tuviera lo detuvieran.

-Pero lo está haciendo, señor... -Murmuró mientras acercaba su rostro, notó claramente como Brandon no pudo resistir y volvió a besarlo como poseso por unos segundos, pero pronto se volvió a separar. Caleb decidió actuar al fin.

-Dios, Caleb ¿Que me estás haciendo? -Murmuró su tutor cabizbajo-. No puedo hacerlo Caleb, no puedo darte lo que me pides, no, yo... -Pero Brandon se cayó cuando lo vió.

Caleb se había quitado la ropa entera rápidamente, dejando expuesta su vestimenta.

Llevaba puesto un jockstrap de cintas negras con costuras doradas, con un enorme paquete de color negro con franjas doradas que cubría su sexo con comodidad, también llevaba un par de muñequeras de cuero trenzado con argollas al igual que en sus pies.

Sin decir nada se volteó mientras pegaba el pecho a la pared y mostraba su culo levantando las caderas lo más que podía.

Un tapón de un rojo brillante con negro se mostró donde debía estar su impecable ojete. Lentamente, bajo la atenta mirada de su tutor, haló el tapón, mordiéndose el labio inferior para aguantar los gemidos mientras se lo sacaba lentamente, con cuidado, la base del plug era muy gruesa, casi tanto como su propio pollón en erección.

Y no pudo evitar gemir cuando su ojal superó la base y se cerró fuertemente en el segundo nudo un poco menos ancho, el plug era de dos niveles pero hecho de una suave silicona y eso lo hacía bastante flexible, pero igual era difícil sacarlo.

Cuando superó el segundo tope, su culo soltó un jugoso sonido mientras salía con fuerza el resto del plug, Caleb gimió mientras volvía a metérselo con la misma desquiciante lentitud, comenzó a jadear.

-¿Q-qué estás haciendo? -Preguntó Brandon con la voz bastante afectada.

-¿No ve? Mostrarle lo que me hizo tardar, necesitaba comprar esto -Gimió mientras pasaba el tope del segundo nivel.

-¿P-por qué? -Preguntó su tutor cada vez más nervioso, respirando con dificultad-. ¿Por qué necesitabas esto?

-Juegue conmigo señor.

-Oh demonios -Gimió Brandon dando un par de pasos hacia él-. E-esto es...

-Esto es para usted, quiero volver a como estábamos antes, señor -Gimió llegando al final del plug, lo retorció un poco y sus piernas temblaron.

-¿Antes? -Preguntó el hombre de la casa algo estúpidamente.

-Antes -Gimió alto mientras volvía a sacarlo-. No aguanto más señor ¿Lo hará, o tengo que llamar a Roger? -Preguntó.

El efecto fue inmediato.

Sintió como lo abrazaban posesivamente por atrás a la vez que sentía como presionaba el plug hacia adentro con sus caderas, Caleb gimió de placer y dolor cuando su tutor le mordió el hombro.

-¡Tú eres mío! -Rugió Brandon con una voz extremadamente ronca, sonando como alguna especie de bestia primitiva-. ¡Mío y de nadie más, yo te descubrí, yo te enseñé, soy tu tutor! -Exclamó mientras comenzaba a retorcer y rotar con fuerza el plug, Caleb gimió desaforado por la sensación.

-¡Soy suyo, para lo que quiera! -Exclamó mientras se sostenía como podía, sus piernas cedieron y tuvo que sostenerse de Brandon, este apenas se movió cuando se agarró de su cuello todavía de espaldas.

Ahora sí era más pequeño que él.

Ninguno hablaba, Caleb solo se sostuvo y gemía sin parar. Brandon lamía suavemente su oreja mientras giraba el plug.

Entonces Caleb se dió cuenta de que estas sensaciónes que le causaba su tutor erar más profunda que cuando estuvo con Roger, incluso que cuando creyó que era Brandon, era más intensas.

Perfectas.

-Brandon, te extrañé -Gimió mientras trataba de levantarse.

-Cállate y disfruta... Y soy tu señor, que no se te olvide -Gruñó mientras le daba una fuerte nalgada. Caleb gimió sin saber si era de placer o dolor.

-Pero quiero a Brandon, no al tutor, quiero al real -Gimió soltándose, Brandon trató de atraparlo pero su estudiante se tiró al suelo.

Caleb se puso en cuatro patas mientras sacaba el plug, está vez más rápido para luego sustituirlo por tres de sus dedos, Brandon tragó duro.

-Brandon, señor... -Gimió mientras movía la tela del jockstrap a un lado y comenzó a marturbar su vergón lleno completamente de precum.

A la velocidad del sonido, Brandon se desvistió, al punto de que se arrancó la camisa, haciendo saltar todos sus botones, Caleb se acostó en el suelo bocarriba y lo observó desvertise, necesitado.

-Niño, Caleb... -Susurró su tutor, su hombre. Se arrancó el boxer oscuro sacándoselo a pedazos, desesperado, para luego arrodillarse entre sus piernas y encajar su pollón en su ojete.

Duro y firme, con un solo golpe lo sintió llenar sus entrañas. Ambos gimieron.

-Joder Caleb, tu culo me exprime -Gimió Brandon. Mientras se estiraba para besarlo, está vez con algo más de calma, Caleb lo abrazó con sus piernas.

-No me vuelva ha tratar así, señor, por favor -Pidió mientras sentía sus ojos llenarse de lágrimas, mientras su lengua bailaba efervecida y sus entrañas y su ojete pulsaban sobre la verga de su tutor.

-No, no, no lo haré, lo siento, he sido un estúpido, no lo haré, no más, al diablo todo -Susurró Brandon desesperado mientras su rostro reflejaba perturbación, comenzó a rotar sus caderas.

-Sí, así, lo quiero señor, lo quiero, soy suyo, solo suyo -Gimió entre susurros mientras arañaba la espalda de su tutor, Brandon chupaba y mordía su cuello mientras comenzaba a penetrarlo.

Con una puntería impecable, Caleb sintió como el enorme glande de su tutor apuñalaba su próstata, fuerte y claro y luego presionaba todo su eje sobre este, su cuerpo se llenó de placenteros calambres, sus pies se encogieron y sus dedos se clavaron en la espalda de su hombre, al punto de que le sacó algo de sangre.

Brandon rugía como loco sobre su boca mientras lamía sus labios y pellizcaba sus pezones, sus caderas sonaban como explosiones húmedas mientras le barrenaba el interior.

-Te quiero, Brandon, señor, lo amo, soy suyo -Decía entrecortado, el placer era tan fuerte que la voz no le daba para gritar, sentía su verga restregarse conta el torso de su amante y supo que no iba a aguantar mucho, se mordió su mejilla hasta sacarse sangre para evitar su orgasmo.

-¡Eres mío, sólo mío! -Gimió con fuerza su tutor fuera de sí, agarrándole del pelo hasta casi arrancárselo, lo comenzó a penetrarle a una velocidad impensable. El ojete le comenzó a arder.

Ambos bufaban y gemía, rugían en sus bocas mientras se lamían sin control.

-¿Me quiere? -Preguntó de pronto, tanto por querer saber como por la necesidad de distraerse y aguantar un poco más, alargar el placer.

Brandon no respondió.

-¿Señor, usted me quiere? -Preguntó de nuevo, sintiendo que en cualquier momento iba a explotar.

Brandon le jaló los testículos de golpe, gritó de dolor y de placer mientras su macho le arrasaba el interior con su pollote.

-¡¿ME QUIERE?!

-¡SÍ, SÍ, JODER, SÍ TE QUIEROOOO...! -Brandon se enterró de golpe en su interior a la vez que hacía palanca con su polla hacia arriba.

Aplastando su próstata sin piedad, Caleb gritó desesperado mientras se arqueaba sin control, sintiendo como si le hubiera golpeado un rayo, gritó mientras sentía sus entrañas bañarse con el caliente semen de Brandon a la vez que se corría.

Cuando cayó al suelo, acostado, Brandon recogió concienzudamente cada chorro de semen con sus dedos y se los dió en la boca, Caleb lamió lentamente sus dedos mientras sus ojos estaban conectados, Brandon a permanecía serio pero sus ojos brillaban con júbilo.

-Caleb... -Murmuró Brandon mientras se agachaba hasta estar a su altura, comenzó a besarlo y Caleb roneoneó en respuesta-. Caleb, niño ¿Que me estás haciendo? Dímelo porque no lo entiendo -Suspiró cansado, aun enterrado en su interior, sin perder la erección-. Caleb...

-Aun no está listo para un compromiso de algún tipo -Murmuró interrumpiendole, cerrando los ojos, Brandon a asintió levemente.

-Seré honesto, para variar -Suspiró otra vez-. Estoy hecho una mierda, pequeño Caleb, yo no te merezco, no así, no de la forma en que lo pides -Murmuró.

-Yo decido que merezco, no usted, no tú, Brandon -Espetó decidido con un gruñido.

Automáticamente Caleb se dió cuenta de que había cruzado una línea, rápidamente fue a disculparse cuando Brandon sonrió con nostalgia, con mucha tristeza.

-¿... Sucede algo? Lo siento por lo que dije, no debí...

-No importa -Le restó importancia Brandon, acariciando su mejilla con suavidad, como si tocará alguna pieza exquisita y venerable-. Es solo que... Me recordaste a alguien que conocí hace mucho tiempo -Explicó-. Prosigue, quiero escuchar lo que deseas decir.

Caleb titubeó un poco.

-Yo decido  que merezco, Brandon, y lo que decido merecer es a ti, te quiero a ti... Y tú me quieres, pero... ¿Es tan malo que sea así? -Preguntó trémulo-. ¿Es tan malo que sea yo? -Inquirió con miedo, deseando y a la vez no, saber la respuesta.

-No, no eso... No quiero que pienses eso, es solo que... -Brandon meditó unos segundos-. Tengo miedo de alejarte -Reconoció mirándolo a los ojos-. Aceptarte como quieres que lo haga, significa mostrarte todo de mí, incluyendo el darte partes y cosas que sé que no te gustarán y tengo miedo de alejarte con eso, tengo miedo... -Cerró los ojos, avergonzado de mostrar su debilidad.

Caleb lo miró inexpresivo unos segundos, en ningún momento se habían separado ni habían perdido la erección.

-Eres un idiota -Exclamó frunciendo el ceño, Brandon lo observó asombrado-. ¿Cómo sabes que no voy a aceptar tus sucios secretos? ¡Me apuntaste con una pistola, me extorcionaste y pensabas demandarme, me forzaste a tener sexo contigo, casi me sacaste un brazo y me dejaste el culo en carne viva con una fusta!, ¡Y aún así estoy enamorado de ti ¿Cómo no me van ha gustar tus defectos?! -Exclamó indignado-. Definitivamente se me zafó un tornillo por tu culpa -Murmuró sonrojado.

Brandon lo observó con los ojos muy abiertos, sorprendido, para luego comenzar a carcajearse, reírse de verdad, sin alguna clase de filtro, el corazón de Caleb dió un brinco de satisfacción.

-¡No es gracioso! -Se quejó mientras golpeaba levemente su hombro.

-Lo siento, lo siento, no pude evitarlo -Se disculpó cuando se le pasó la risa.

Entonces lo besó, Caleb gimió levemente mientras acariciaba sus pezones.

-Dame tiempo, necesito tiempo -Susurró su hombre en sus labios-. Sé que no es justo, pero necesito tiempo para perder mis miedos, para asegurarme de que me querrás incluso con mis secretos, con mis defectos -Murmuró entre besos-. Para saber cómo hacer funcionar esto sin que exploté todo a nuestro alrededor.

-Ya te quiero con todo y defectos, solo espero que te des cuenta de ello en algún momento -Indicó para luego morder su labio inferior, Brandon gruñó con los ojos cerrados.

-Y nada de Roger -Gruñó Brandon molesto de pronto, él asintió-. Nada de otros, eres mío, sólo mío -Comenzó a moverse otra vez, lentamente.

-Mmm, sí señor, lo que quiera, solo muévase más duro por favor -Suplicó mientras lamía sus clavículas, Brandon gimió.

-Eres el demonio ¿Lo sabías? No paras de tentarme -Gimió mientras acariciaba sus piernas, aumentó su velocidad de penetración y en respuesta Caleb apretó su ojal con fuerza.

-Tu demonio -Indicó suavemente-. Solo tuyo...

Y Caleb se entregó a su tutor una vez más.

Continuará...

Bueno señores, quiero decirles primeramente que espero que les guste como siempre este cap y perdónen los errores que pude haber dejado en alguna parte... Dejando eso de lado, puedo decir que con este cap finalizo el primer arco de está serie.

Él tutor estará compuesto por tres arcos, el primero, como habrán visto, trató de la aceptación de sus sentimientos, el segundo arco constituirá el tiempo restante de las tutorías, y el arco final será después de las tutorías, cuan el tutor deje de serlo, es todo lo que diré, no daré spoilers, solo diré que el anuncio de esto significa que tengo toda la trama base de la historia terminada y que no se quedarán sin final, primero muerto que hacer esa gracia.

Ahora bien... Ambos aceptaron lo que deseaban, que eran ellos mismo, cómo afectará esto la convivencia?? Y qué será eso tan malo que Brandon trata de ocultar?? Feliz pajazo!!