El tutor 5
Luego de tantos acontecimientos surtidos en torno a Caleb, Brandon, el lujurioso hombre que comenzó todo, decide hacer algo que marcará un antes y un después... De una gran follada.
El tutor 5
Y-yo creí que usted me quería aquí, señor.
Brandon...
A medida de que la luz empezaba a llenar el cuarto, Brandon comenzó a ser consciente de las cosas.
El como su cama subía y bajaba suavemente, la tersa suavidad en su contacto, la calidez...
Cuando abrió los ojos se dio cuenta que no estaba en su cuarto ni mucho menos en su cama.
Había tenido sexo con su pupilo, más que sexo en realidad, de hecho, habían concebido algo que pocas veces había logrado y se había dejado penetrar, otra vez.
Equivocación tras equivocación, un error garrafal.
Brandon se levantó de golpe sintiendo el vértigo correr por sus venas, observando a su pupilo fijamente, que permaneció dormido.
¿Por qué lo había hecho?, ¿Por qué había aceptado esa absurda petición?, ¿Por qué...?
De repente fue consciente de todas las cosas que había hecho con Caleb, se agarró de los cabellos, desesperado. ¿Por qué le hacía esto a uno de sus mejores amigos?, ¿Por qué no se había detenido en su momento?, ¿Qué estaba mal con él?
Aron siempre supo sobre sus "tutorías" y, aunque al principio no le gustaban sus "métodos" de enseñanza, siempre al ver los buenos resultados que daban, lo terminaba apoyando.
Con él pudo despecharse totalmente cuando la mierda lo cubrió por completo y lo ayudó a salir de ella. Caleb no lo sabía pero su padre ayudó a muchas personas, incluyéndose a sí mismo.
Así que ¿Por qué le hacía esto a la memoria de uno de sus más íntimos amigos?
... En realidad, a Brandon no le faltaron razones cuando lo vio, de hecho.
Habían muchos motivos, pero de por sí fue el conjunto lo que le hizo dar el paso necesario el día en que lo encontró en su casa... Tal vez Caleb no lo recordaba o no quería recordarlo, pero ellos ya se habían conocido, por encima pero lo habían hecho.
Fue una de esas veces en que Aron y él fueron a una de sus competiciones en incógnito para presumirle el formidable hijo que tenía y en las que al final, Aron tenía que irse porque el trabajo lo llamaba, en ese tiempo tenía una semana sabática así que mientras no fuera realmente urgente, estaba bien.
Cuando Caleb salió del agua, Brandon supo que en el futuro el sería un chico único e incomparable, además de inaccesible: con esos brillantes ojos color verde oliva y una sonrisa encantadora y tímida, de fácil sonrojo con un cuerpo delgado por su edad pero armónico producto de la natación, se intuía que sería un cacho de hombre en su momento.
Cuando terminó el campeonato y Caleb quedó de segundo lugar, aunque esté se desanimó, Brandon apreciaba su esfuerzo al igual que Aron ya que la última vez ni siquiera había llegado a las semifinales.
Pero Aron se tuvo que ir y le pidió a Brandon que le diera las flores que le compró de su parte con una pequeña tarjeta de felicidades, el fiscal no estaba a gusto con la idea pero aún así lo hizo.
Así que cuando Caleb salió del complejo y se separó de sus amigos, Brandon lo interceptó.
-Eh, chico, disculpa -Le indicó con un suave toque en su hombro, Cale se volteó sorprendido-. Eh, yo... Eres Caleb Prescott ¿No? -El pequeño chico de gran estatura asintió-. Bien, esto te lo envía tu padre -Le entregó el ramo de flores-. Debe estar muy orgulloso de ti ¿No? -Le brindó una sonrisa.
Pero Caleb solo observó las flores en su poder abstraído, con una mirada llena de algo que Brandon no comprendió en su momento, ni siquiera ahora.
-Eh, he visto la competencia y has estado genial, tu padre debe estar muy feliz de saber que su hijo ganó el segundo lugar, solo te falta un poco más para alcanzar la cima -Le animó, Caleb lo miró confundido.
-¿Lo sabe?, ¿Cómo?
-Eh, grabé el final y se lo envié, tu padre me pidió que hiciera eso -No era cierto del todo. Si bien es cierto que lo hizo, Aron no se lo pidió, y era algo que le molestaba.
Los ojos de Caleb brillaron en ese momento y Brandon no supo con claridad que sintió en ese instante.
-Muchas gracias señor -Se inclinó modestamente un poco para luego abrazarlo de golpe.
Antes de que Brandon pudiera decir algo, Caleb ya estaba desapareciendo por una esquina de la calle.
En ese tiempo, Caleb tenía trece y Brandon veintitres, después de eso las cosas se volvieron turbias en la vida Brandon y no volvió a saber más de él, ni siquiera en el funeral de Aron.
Hasta hace nueve días.
Y ahora Brandon no sabía que hacer, este chico que estaba en los límites de su moralidad, estaba haciéndolo saltarse sus normas y concepciones una a una, poco a poco, lento pero firme y eso no podía ser.
Brandon ya había vivido está historia una vez y ya se sabía el final de sobra, con todo y epílogo y no iba a volver a repetilo, costara lo que costara.
Esto no puede volver a repetirse, no puedo volver a tener sexo con Caleb, nunca más, se acabaron los juegos -Pensó decidido mientras lo tapaba- No importa que tan grandes sean las ganas o que tan increíble sea el sexo o no importa que tan impresionante sea mi nuevo pupilo, él sexo ya cumplió su papel en esto y no va a volver. Tampoco puedo seguir con esta clase de amabilidad hacia el chico, es bastante claro que está débil emocionalmente y si sigo así él creará alguna clase de dependencia emocional hacia mí y eso tampoco sería factible -Pensó en frío mientras salía de su cuarto.
Apenas llegó a su cuarto, entró a la ducha y la encendió en frío, la helada agua al impactar con su piel le dió la claridad y el control que había perdido la noche anterior, permitiéndole pensar clínicamente todo lo que tenía que hacer.
Debía de informar al instituto que Caleb no iba a ir por lo menos lo que quedaba de semana y encontrar a alguien que le pasara las clases, más importante aún, debía de informarle a Helen de lo ocurrido y tratar de calmarla puesto que todo en realidad fue su culpa. No habían cenado la noche anterior, lo cual era inaceptable considerando la grave anemia que tenía Caleb, así que ese día debía cocinar una cuantiosa comida, además tendría que reorganizar la tabla de comidas por ello y como cereza del pastel, debía de lidiar con su trabajo y con el caso que estaban investigando.
La sola idea de todo eso en conjunto lo cansó, pero tampoco sería la primera vez que estuviera tan ocupado, y de cierta forma un día tan cargado le permitiría volver a operar como siempre lo hacía.
Lo primero que tenía que hacer era tratar con su teniente lo más rápido posible.
Una vez terminó de asearse de los sucesos de la noche anterior, Brandon tomó su teléfono y realizó una llamada.
-¿Brandon? -Inquirió una voz somnolienta en la línea.
-Roger, lo siento por llamarte tan temprano pero es urgente -Empezó-. No voy a poder ir a trabajar hoy, se presentó un inconveniente con Caleb y debo de afrontar la situación, me llevará todo el día -Explicó.
La línea se mantuvo en silencio unos segundos.
-¿Qué le pasó al hijo de Aron? -Preguntó directamente, Brandon suspiró.
-Caleb ayer por la tarde casi fue violado por tres de sus compañeros, yo me encar...
-Mierda, voy para allá -Dijo su mejor amigo desde la infancia de pronto-. Voy a moler a golpes a los malditos que se metieron con...
-Ya me encargué de ellos -Indicó imperturbable-. Supongo que habrán ido a un hospital luego de que terminé con ellos, pero no te preocuped, luego de la paliza que les di, la amenaza por escrito que les dejé y la amenaza de que pueda usar el vídeo que estuvieron filmando para incursionar una demanda por violación, es imposible que hagan algo en mi contra o contra Caleb -Indicó recordando los meticulosos pero agresivos pasos que dio en su momento.
Ahora mismo Caleb tranquilamente descansa en ca... En mi casa -Corrigió-. Debo hablar con Helen sobre lo ocurrido e ir a la preparatoria para pedirle el resto de la semana libre -Explicó un poco más-. También cuidaré a Caleb en mi casa así que analizaré la información que no pude revisar ayer respecto al caso y manténme al tanto de como va la investigación -Terminó.
-Espero, espera ¿Qué tan mal está Caleb? -Preguntó Roger.
-Tiene algunos moretones y cardenales que esos malditos le hicieron cuando lo golpearon, un pequeño corte en un costado y una laceración en el ano cuando lo intentaron penetrar, no es nada grave que un par de días no puedan curar, lo que me preocupa es su estado mental -Indicó.
-... Bien, tómate el día libre, pero escúchame bien Brandon, apenas esté curado voy a ir a visitarlo, quiero conocer de una buena vez al hijo de nuestro amigo -Soltó su mejor amigo ahora en plan jefe.
El que Roger dijera eso, precisamente él, hizo que todos sus músculos se pudieran en tensión, alerta.
¿Por qué me siento así? Caleb no es homosexual, para nada, a él solo le interesan... -Sus pensamientos comenzaron a divagar al respecto, por lo que agitó su cabeza un poco y se centró una vez más.
-Bien, hablamos luego -Finalizó.
-De acuerdo Brandon, adiós -El tono indicó que había cortado la llamada.
Brandon observó el teléfono unos segundos antes de realizar la más difícil de las llamadas.
::::::
Apenas le indicó a Helen lo que había ocurrido, ella apareció en su puerta en menos de veinte minutos. Incluso pudo escuchar los cauchos de su auto chillar al frenar de golpe.
Le abrió la puerta antes de que ella siquiera pusiera un pie en la acera.
-¿Dónde está Caleb? -Preguntó preocupada mientras cruzaba el porche.
-Esta durmiendo Helen, debes calmarte -Le indicó Brandon parpadeando lentamente.
-¡Mi hijo casi fue violado por unos malnacidos, no me pidas que me tranquilice! -Exclamó devastada.
-Helen, tu actitud no es lo que necesita Caleb en este momento, si no te serenas puedes asustarlo -Eso pareció despertar a Helen, que secó sus lágrimas y comenzó a respirar profundo-. Solo tiene algunos golpes, ya revisé y limpié sus heridas, no parecía muy afectado pero podría ser una fachada, por ahora lo mejor es no hablar sobre el tema, al menos no de golpe y esperar a que esté dispuesto ha hacerlo, forzarlo solo podría violentar más las cosas -Terminó, Helen solo lo observó.
-¿... Qué pasó con los chicos que le hicieron esto? -Preguntó unos segundos después.
-Créeme, no quieres saber que les hice exactamente -Comentó trémulo mientras observaba el piso, tratando de controlar la fría y feroz irá que recorría sus fibras al recordar el sucedo-. Sólo confórmate con saber que no se atreverán a acercarse a Caleb una vez más -Explicó críptico, Helen asintió lentamente.
-Bien...
Por unos momentos ninguno de los dos se movió, pensativos.
Aunque Aron era un gran amigo, en realidad fue por medio de Helen que lo conoció. A pesar de su corta edad, Brandon siempre ha sido extremadamente maduro, siendo capáz de hablar con cualquier estrato y generación de la sociedad.
Cuando su padre aún vivía, este planeaba hacerlo entrar en el mundo de los negocios, por lo que lo llevó a su empresa y ahí conoció a Helen, ella estaba encargada por su padre de enseñarle todos los procesos del lugar, aunque a él no le importaba nada de eso obedeció, terminando por volver muy buen amigo de la mujer aunque al final no tomó la carrera de empresariales, una de las cosas que rompió completamente la frágil relación que poseía con su padre.
Cuando él se mudó a Nueva York retomaron el contacto y al poco descubrió que era la esposa de uno de los tenientes con los que más trabajaba, ella fue el clavo principal que afianzó su amistad con Aron.
Pero ahora mismo no sabía si quererla u odiarla.
-Helen, si estás aquí, entonces piensas hacer lo que imagino ¿No? -Inquirió observándola otra vez, ella no le devolvió la mirada está vez.
-Agradezco que hayas tratado de ayudar a mi hijo, pero no pienso dejártelo ni un día más -Explicó simplemente y Brandon sintió que le dolía algo que hace años no usaba.
-Helen, tu hijo necesita estás tutorías, está demasiado mal tanto física como sentimentalmente y...
-No pienso cambiar de opinión Brandon, lo siento -Indicó Helen-. Lo que necesita Caleb es a mí compartiendo más tiempo con él, pienso dejar algunas cosas y...
-¿Qué ocurre? -Preguntó Caleb pareciendo de pronto en el corredor de la entrada, recién bañado y vestido con una camiseta ligera y unas lycras deportivas.
-¡Oh Dios mío, Caleb, mira con te dejaron! -Exclamó Helen mientras lo tomaba de las mejillas y analizaba sus heridas, Caleb hizo una mueca-. ¿Te duele?
-Mmm, solo sí tocas así, madre -Helen lo soltó rápidamente, entonces lo observó a él-... Se lo dijo -Comentó su pupilo, y no se le pasó desapercibido el ligero tono molestia.
-Tenía que decírselo, es tu madre, merece saberlo -Comunicó sin pestañear, Caleb frunció el ceño y suspiró.
-Vamos, Caleb, recojamos tus cosas, hora de volver a casa -Indicó Helen mientras lo abrazaba.
-¿Qué? No, no me pienso ir -Soltó de pronto a la vez que se soltaba de su madre suavemente. Tanto ella como él lo observaron sorprendidos.
¿No quería irse?
-Caleb, cariño, sé que no estamos en nuestra mejor situación pero ya tengo todo listo, disminuiré el trabajo y ahora tendré los fines de semanas libres y...
-Me quiero quedar madre, y me voy a quedar -Soltó mientras se cruzaba de brazos.
Algo estalló en jubiló en su pecho al escucharlo, no obstante...
-Caleb, el respeto -Gruñó escuetamente, Caleb dio un respingón y se descruzó los brazos.
-Perdóneme tutor Brandon -Se disculpó cabizbajo sinceramente, Helen los observaba del uno al otro totalmente asombrada, como si les hubiera salido otra cabeza de pronto.
La forma sumisa pero a la vez rebelde de Caleb, esa mezcla tan extraña le hacía sentir como si catara el mejor vino, Brandon tuvo que concentrarse para que no tuviera una erección, aunque por fuera parecía impermeable.
Realmente Brandon esperaba que decidiera irse luego de todos los sucesos que ocurrieron y la forma que usó para atarlo a su persona, que no había sido para nada suave, además que le era obvio el miedo que le tenía, así que el que tomara está desición era algo que lo descolocaba un poco.
-Madre, estoy bien aquí, gracias por tomarme en consideración después de... -Caleb se cayó por unos segundos y Brandon frunció el ceño, dándose cuánta de que se había topado con algo-. Pero gustaría quedarme con el tutor Brandon, él me está ayudando mucho y creo que lo mejor es terminar este periodo bajo su tutoría. Estoy bien, no estoy tan mal como parece -Terminó.
Helen lo observaba asombrada.
-Y-yo, e-eh...
-Helen, al final es tu desición si él se queda o se va -Indicó sin poder evitarlo ya que debía de hacerlo.
Pero en cambio se ganó una disimulada mirada adolorida de Caleb que no se esperó.
Él cree que no lo quiero aquí -Pensó frustrado sin saber porqué se sentía así.
-Está bien, te dejaré aquí -Concluyó Helen, ninguno de los dos mostró algo por su desición, pero Brandon exhaló un poco más fuerte de lo normal-. Pero espero que este tipo de cosas no vuelvan a pasar ¿Quedó claro? -Ambos asintieron-. Y te quiero en casa el fin de semana señorito -Señaló a Caleb con el dedo de manera recriminatoria-. Y veremos si salimos por ahí ¿Vale?
Entonces Brandon lo vio una vez más, los ojos de su pupilo brillaron levemente como años atrás a la vez que asentía rápidamente, Helen lo abrazó para luego volver al portal.
-Estaremos en contacto Brandon -Indicó su amiga con una sonrisa, él solo asintió.
Pero cuando pasó a su lado...
-Y ni se te ocurra tocar a mi hijo de alguna manera sospechosa ¿Comprendes? -Murmuró levemente, Brandon sintió otro golpe, este mucho más profundo que los anteriores que le habían dado.
... Aron le había contado...
-Sí... -Murmuró sin poder verla a la cara, sabiendo que esa promesa ya estaba rota antes de siquiera hacerla.
Si le contaba que ya se había acostado con Caleb, ella lo mataría sin dudarlo.
Helen se fue y Brandon sintió que ya había corrido una maratón, aún así mantuvo el tipo y la expresión pétrea, él no era fácil de romper, ya no luego de tanto.
Una vez que vio al carro marcharse, se giró hacia su pupilo, que lo observaba nervioso.
-¿Por qué no te fuiste con tu madre? Creí que aprovecharlas la primera oportunidad que se te apareciera para soltarte de mí -Indicó algo confundió con un la esperanza de escuchar algo de su parte.
¿Qué era eso que deseaba escuchar? Él no lo sabía con claridad.
Pero Caleb solo observó el suelo.
-Y-yo creí que usted me quería aquí, señor -Murmuró mientras se abrazaba a sí mismo-. Recuerda lo que me dijo luego de convencer a mi madre ¿No? Usted me quería aquí -Razonó, o más bien, prácticamente acusó suavemente.
La sensación que le causaron esas palabras...
Brandon frunció el ceño y reforzó su control a la vez que aceraba su expresión.
-No sé qué clase de película te estás montando en la cabeza, chaval, pero la realidad dista mucho de eso -Una extraña furia lo embargó-. Y como veo que ya estás bien, irás al instituto -Soltó sin pensar.
Vió algo más de dolor en los ojos de Caleb pero él ya no era el hombre de la noche anterior, ya no era el Brandon que lo había salvado de esos cabrones ni mucho menos el hombre que le hizo el amor la noche anterior de esa forma tan intensa y salvajemente pasional, ni siquiera el hombre de hace unos minutos que solo pensaba en hacerlo sentir bien.
Ahora era Brandon, el frío y despiadado tutor, nada más.
-¿Quedó claro Caleb? -Preguntó mientras sentía su pecho arder en contra de su desición, su pupilo asintió vacío.
-Muy claro señor, voy, yo voy... Voy a la cocina -Indicó algo frágil mientras volvía por dónde vino.
Al ver a Caleb por el pasillo cojeando levemente, Brandon apretó los puños fuertemente, tratando de controlar la rabia que no sabía muy bien hacia quién iba dirigida.
Sin darse cuenta golpeó la pared...
::::::
Cuando Caleb se bajó del auto, frente a la preparatoria, notó claramente como todas las miradas se dirigieron a la cara lastimada de Caleb y su ligera cojera que lo hacía aún más llamativo, aún así, Caleb siguió su camino como si nadie lo estuviera observando o cuchicheando al respecto.
A Brandon le dieron ganas de reventar el volante.
¿Qué demonios te pasa? Está claro que necesita descansar, está muy mal ¿Por qué lo trajiste para acá? -Preguntó una parte de él bastante molesta.
Brandon solo bufó y condujo hacia su trabajo.
Cuando entró a la estacionamiento del departamento de policías, al mismo tiempo que estacionó, Roger salía caminaba hacia su auto, que estaba justo al lado del suyo.
Mierda, ahora debo de tratar con este -Pensó molesto mientras recogía su maleta y salía.
Si bien Brandon era bajo con su metro setenta de puro músculo, Roger era toda una sorpresa.
Él era un imponente hombre de facciones muy rudas con dos metros treinta, sus musculos, aunque eran proporcionales a su tamaño, a simple vista parecían tan grandes que lo hacían parecer un armario tamaño familiar, su cabello de un tono más oscuro que el rubio platinado y ojos que un claro gris con motas de color verdoso, enormes y callosas manos y pies tan grandes que necesitaba zapatos a medida; con una piel sorprendentemente bronceada, era un toque exótico y anticlimatico que lo hacía más irresistible.
Vestido con un saco negro, una camisa blanca, unos vaqueros y botas negras, parecía más un modelo de catálogo de ropa que un policía, sus compañeros siempre se burlaban de él por eso... Aunque nadie podía quejarse o negar sus habilidades de combate así como de su fino razonamiento y de su impecable manejo y conocimiento de armas de fuego.
Este lo miró sorprendido unos segundos.
-¿Brandon?, ¿Pero qué coño haces aquí, no ibas a estar con Caleb todo el día? -Indagó confundido por unos segundos.
-Él consideraba que estaba bien así que lo envié a la preparatoria -Explicó brevemente, pasando por su lado.
Pero Roger lo agarró del brazo.
-Espera un momento ¿Él consideró que estaba bien y lo dejaste ir?, ¿Y desde cuándo tomas en cuenta esas mierdas? El chico necesitaba un respiro y lo sabes -Brandon pestañeó suavemente.
-Soy su tutor Roger, sé lo que hago -Soltó.
Mentira -Dijo una voz en su interior que cayó de inmediato.
Roger no lo soltó y se le quedó viendo, serio, Brandon le devolvió la mirada sin inmutarse.
-Es el hijo de Aron, Brandon, el hijo de Aron, no es un niño cualquiera -Soltó Roger con un gruñido-. Y que yo recuerde, Aron era para ti...
-Roger, suéltame -Susurró Brandon mientras tensaba su cuerpo, harto de escucharlo.
Pero él afianzó si agarre, Brandon gruñó en advertencia pero no safó.
Este era el problema entre los dos, que ambos eran extremadamente dominantes incluso si en la cama pudieran resultar ser versátiles con sus amantes, jamás habían tenido relaciones porque, más que por miedo a dañar la amistad, el motivo era que sus personalidades chocaban demasiado fuerte cuando no estaban de acuerdo en algo y saltaban a la más mínima.
Y Caleb era un terreno bastante escabroso, considerando que en su tiempo, ambos estuvieron enamorados por un breve período de su amable y distraído padre, ninguno intentó nada conscientes de las más que claras circunstancias pero los resultados de eso estaban todavía ahí, de nuevo dolorosamente frescos a causa de su muerte.
Ambos se miraron por lo que se sintió minutos aunque fueron solo segundos.
Entonces de pronto Roger sonrió enormemente y Brandon suspiró.
-No me digas que... -Soltó jocoso.
-Vete a la mierda, idiota -Espetó en una rara muestra de un vocabulario sucio.
Generalmente no lo hacía, al menos fuera del sexo, pero Roger siempre lograba sacar su peor lado.
-Pero si está más que claro, a ti te gus...
Brandon le lanzó una patada que Roger bloqueó sin problemas, carcajeándose sin parar.
-Así que como con el padre no pudiste, vas por el hijo ¿Eh? -Le dijo mientras Brandon bajaba su pie elegantemente.
-Definitivamente se te safó un tornillo -Negó con la cabeza-. Solo soy su tutor, eso es todo, nada más -Zanjó.
-Oh, claro, su tutor -Roger hizo una mueca como si oliera algo feo-. Y dime tutor ¿Ya le diste la lección de "mamadas uno-cero-uno"? -Brandon suspiró en respuesta mientras esté se carcajeaba sin parar.
-Ya deja el payaso que no te queda nada -Profirió mientras comenzaba a caminar hacia el edificio.
-Oh, vamos Brandon, no te molestes hombre, que es la verdad -Se encogió de hombros-. Además, se nota que te gusta -Soltó ahora sí en serio, aunque una leve sonrisa adornaba su rostro.
Brandon se detuvo.
-¿Por qué lo crees? -Preguntó sin imutarse aunque por dentro se sentía inquieto.
-Está claro. Me parece que estás siendo un poco, no, bastante irracional con el pobre de Caleb -Señaló mientras caminaba a su alrededor-. Generalmente, mi querido Brandon, no te importa lo que piense o diga tu estudiante, de hecho, te he visto una y otra vez usar la misma táctica.
Fijas tu objetivo en algún chico bonito que sea un descarriado, consigues alguna forma de mantenerlo bajo tu control y comienzas tu "tutoría", utilizas el sexo para profundizar tu conexión con el susodicho a la vez que comienzas a deducir y automáticamente suplir cualquier carencia que posea el chico hasta que te lo metes en el bolsillo, una vez logrado eso, el resto es coser y cantar.
Manipulas su psique hasta reformarlos en nuevos sujetos a tu antojo, una vez logrado eso, pierdes todo el interés en ellos y les despachas y todo el proceso vuelve a empezar -Terminó de explicar parándose frente a él.
-No entiendo a dónde quieres llegar con esto -Expresó algo confundido, en respuesta Roger sonrió ampliamente.
-No estás supliendo sus carencias o por lo menos esta vez no, Caleb sufrió algo bastante grave y aún así lo mandaste a clases sin importarte un pimiento que estuviera -Se agachó hasta su altura-. Dime ¿Te pareció divertido verlo cojear hasta la entrada de...?
-¡MALDITO! -Rugió mientras lo agarraba del saco fuertemente, toda muestra de frialdad cayó como un dique con sus palabras.
-¿Eh?, ¿Qué pasa con esa expresión? Jamás habías perdido lo estribos por algo que dijeran de uno de tus chiquillos -La sonrisa de Roger se ensanchaba por momentos y Brandon quiso arrancársela de un golpe-. ¿Y cuántas veces te has dejado follar? Más de una sí, de eso estoy segurísimo, algo que te tienes simplemente prohibido bajo cualquier circunstancia por respeto a cierta persona... -Soltó.
Esas palabras hicieron a Brandon despertar. Soltó a Roger y respiró profundo, eso bastó para recomponerse.
-No sé de qué demonios hablas, déjame en paz -Soltó escueto mientras terminaba de entrar.
-Oh vamos Brandon ¡No te molestes! Solo estaba jugando contigo -Le dijo Roger pero no le prestó atención.
Ambos sabían que Roger había agarrado un clavo ardiendo y había abusado totalmente de ello, también sabía que su amigo no le iba a pedir perdón, nunca lo hacía, al menos no con palabras, estaba seguro de trataría de compensarle de alguna manera su falta pero no iba a aceptar limosnas de su parte.
... Aunque eso no significaba que sus palabras carecieran de sentido alguno.
Aunque avanzaron en el caso y obtuvieron algunos sospechos que muy probablemente cometieron el asesinsto, Brandon no pudo rendir como le hubiese gustado. Las palabras de Rogen habían hecho una brecha en su mente, y no paraba de pensar en ello.
Brandon no era de los que tapaba el sol con un dedo, estaba cada vez más seguro de que sentía "algo" por eso chico, pero ¿Cómo podía ser posible? Solo conocía al chico poco más de nueve días, era un completo extraño, así que ¿Cómo era posible?
Por qué ese chico te ha mostrado más de lo que nadie lo ha hecho en este corto tiempo -Soltó una parte de él tan fría como lujuriosa- Eso chico te lo da todo y más, obedece al punto de la obsesión y aún así, deja espacio para ese toque de rebeldía y dominación pasiva que tanto te gusta y te encabrona, es la encarnación de tu prototipo de hombre.
Pero es un niño, nos llevamos poco más de una década y es el hijo de dos de mis amigos más cercanos y mi pupilo, es terreno absolutamente prohibido -Razonó otra parte de él.
Pero aún así lo deseas, lo deseas cada hora, cada minuto, cada segundo, solo han pasado nueve días y mírate ¿Cómo sobrevivirás seis meses? -Se burló su mente.
Lo que sea que estuviera haciendo Brandon se vio interrumpido por ese pensamiento.
Seis meses... Definitivamente iba a morir antes de terminar esa fecha.
-¿Brandon? -Intervino de repente el capitán Daniel, despertándolo.
Él estaba en medio de una exposición de evidencias cruciales para el caso.
-L-lo siento... -Murmuró torpemente mientras el pensamiento reverbera en su cerebro con fuerza.
No iba ha resistir tanto tiempo, debía de hacer algo al respecto o muy probablemente terminaría violando a Caleb hasta quedarse sin polla...
::::::
Luego de terminar su jornada de manera satisfactoria para todos menos para él, fue al gimnasio que usaban los policías para mantenerse en forma. Él tenía su propio gim, más sin embargo, no lo tocaba por el simple hecho de que lo estaba usando Caleb.
Al principio no supo si fue buena idea no ejercitarse junto a Caleb por si tenía que corregir algún error en sus posturas, pero renunció a ella la primera vez que vio las cámaras de seguridad.
No solo los hacia a la perfección, sino que por alguna razón que escapaba de su comprensión, Caleb le parecía extremadamente sexual a la hora de ejercitarse.
Era todo el conjunto en sí de la escena lo que le atraía. El como su sudor recorría su cuerpo, los suaves movimientos de su cuerpo, sus gestos tanto de esfuerzo como de placer al terminar los ejercicios, y cuando se echaba agua para enfriar su cuerpo...
Todas las veces que revisaba los videos terminaba masturbándose. Y posteriormente terminó sintiendo que el ático era una especie de santuario en honor a Caleb al cuál no merecía entrar.
Porque si lo hacía seguramente lo buscaría hasta debajo de las piedras para follarlo ahí dentro hasta secarse los huesos.
Una hora y media después, estaba regresando a su casa, preparándose mentalmente para tener que lidiar con Caleb en sus horas de tutoría que eran más alguna clase de tortura china que otra cosa.
Pero nada lo preparó para, una vez estacionado el auto en su puesto de afuera, al bajarse y cruzar el porche, ver cómo el agua salía por debajo de la entrada de la casa hasta simplemente mojarlo todo.
Atravesó rápidamente la zona que parecía un lago artificial en miniatura sin importarle mojarse y abrió la puerta.
El humo lo bombardeó de golpe y comenzó a toser a la vez que reconoció el olor a salsa quemada. Todo estaba inundado. La casa era un desastre.
Una persona normal hubiese pegado el gritó en el cielo o se hubiese desmayado, Brandon solo se limitó a seguir el flujo del agua sin hacerle caso al pitido de las alarmas de humo, lo que le llevó a la lavandería al lado del salón principal.
La pequeña habitación estaba llena de rastros de espuma y jabón que parecían haber sido recogidos y limpiados desesperadamente. Una cascada de agua salía de la lavadora y lo inundaba todo. El chico se había olvidado de cerrar el agua de la máquina.
Rápidamente cerró el agua y revisó la chifón bajo la lavadora, descubriendo que estaba tapado y apenas recogía agua, tranquilamente fue hasta el garaje cerrado y buscó un destornillador, destapó la alcantarilla y se dirigió a la cocina, sin prestarle atención al agua que ya empezaba a disminuir por lo menos en la habitación.
Al llegar a la cocina se encontró un desastre de ollas, suciedad y salsa tirada por todos lados y a un Caleb de espaldas a él tratando de despegar lo que alguna vez pareció lazaña de una enorme bandeja metálica.
-Caleb...
Este dió un salto a la vez que soltaba un gritito sorprendentemente varonil, las ollas y sartenes saltaron por el lugar, Brandon solo parpadeó.
-¿Qué pasó aquí? -Se cruzó de brazos y lo observó fijamente, Caleb no paraba de temblar, muy probablemente de terror por lo que le podría hacer.
Y motivos no le faltaban.
Mientras Brandon calibrada clínicamente el apropiado castigo que merecía su pupilo, Caleb abrió y cerró la boca atónito varias veces.
-Espero una explicación... -Dijo luego de unos minutos de silencio.
Caleb bajó la cabeza derrotado.
-Y-yo... No sabía que hacer, señor, usted estaba enojado conmigo y y-yo quería que las cosas volvieran a la normalidad entre los dos, mostrarle mi valía, así que decidí darle una sorpresa y me puse a limpiar y lavar la ropa y a cocinar una comida especial.
-... Yo no te enseñé nada de eso -Señaló con algo de fuerza en su voz-. No te enseñé a lavar la ropa, ni ha cocinar lasaña.
-E-en realidad... Sí sé lavar la ropa e intentaba cocinar pasticho, ya lo había hecho con mi madre anteriormente un par de veces pero... N-no esperé que la lavadora fuera tan... Compleja de usar o que el detergente fuera tan fuerte. Una vez metí el pasticho al horno, descubrí que la lavandería estaba repleta de espuma, lo recogí todo lo más rápido que pude... Pero me olvidé de la comida y para cuando me acordé, las alarmas sonaban y todo estába lleno de humo y... En verdad lo siento -Se disculpó con la voz rota, Brandon podía ver claramente que estaba llorando-. Soy un inútil y un estúpido y lo he arruinado todo. Si desea que me vaya con mi madre, lo haré -Terminó.
El niño había hecho ese desastre de proporciones apocalípticas solo por él, para subsanar la distancia que el propio Brandon estaba creando.
-Caleb, se te olvidó la llave del agua de la lavadora cuando estabas limpiando y ahora la mitad de la casa es una mini piscina -Su pupilo lo miró a los ojos, sorprendido, y notó como la sangre se iba de su rostro.
-¡Yo...! Merezco un castigo señor, uno de verdad, uno malo -Admitió tembloroso.
-Sí, te lo mereces...
Entonces Brandon atravesó la habitación, lo agarró del pelo y tironeó hacia abajo, Caleb gimió levemente de dolor mientras era jalado para quedar a su altura.
Y lo besó, Caleb gimió sorprendido a la vez que abrió la boca rápidamente, Brandon gruñió satisfecho a la vez que le violentaba la boca con su lengua.
Amaba como Caleb se dejaba hacer sin problema alguno, disponiendo toda su boca para que la usará a su antojo, solo quedándose ahí, dándolo todo mientras solo bebía como loco su saliva.
Ese era su premio.
Su lengua raspó dura y fuertemente la lengua del chico mientras colocaba su otra mano en su nuca y lo apretó contra su boca como si quisiera fusionarlas.
-Has sido muy malo y por eso te voy a dar tu merecido, chaval -Dijo separando sus bocas levemente, al punto de que su aliento se metía entre los labios entreabiertos de su pupilo que gimió en respuesta.
Eso lo encendió más.
Empujó a Caleb contra la isla de la cocina mientras se desabrochaba el cinturón.
-Pantalones, fuera -Soltó ronco mientras colocaba el cinturón en el mesón. Mientras Caleb se quitaba algo tope la prenda, él sistemáticamente se quitó los sapatos, calcetines y pantalón, quedándose en bóxer.
Caleb no llevaba ropa interior.
-Que puto estás hecho niño, toda una perra integral -Murmuró mientras tocaba suavemente entre sus nalgas hasta llegar a su ojete-. ¿Te duele? -Preguntó suavemente mientras introducía un dedo levemente.
-Un poco -Admitió-. Pero no es grave, puedo soportarlo.
-Bien. Cuenta para mí pequeño, serán diez azotes por cada desastre, para un total de cuarenta, no quiero chillidos ni gemido ¿Cómo se declara el acusado? -Preguntó mientras pasaba el cinturón por sus nalgas.
-Culpable, señor -Admitió su pupilo mientras lo miraba de soslayo, mordiendo ligeramente su labio inferior-. Espero su castigo -Exclamó ansioso.
Su verga soltó un chorro de precum que mojó totalmente su boxer.
Soltó el primer latigazo, la punta golpeó la carne de su estudiante que aguantó en un silencio tan perfecto que aún le impresionaba, tanto o más que la primera vez que lo azotó. Caleb solo hizo una leve mueca de dolor.
-Uno... -Susurró trémulo, esperando por más.
Y vaya que se lo dió.
Cuando terminó el último golpe, todo el culo de Caleb estaba de intenso y hermoso rojo, el mejor tono que había conseguido de alguien jamás.
-Cu-cuarenta -Mumuró Caleb ido, temblando ligeramente.
Brandon ya llevaba rato con la polla afuera y masturbándose, no quería tocarse el cabezón porque sabía que se iba a correr apenas lo hiciera.
-Bien hecho Caleb -Alabó mientras acariciaba suavemente sus nalgas, para su continua sorpresa, Caleb se rió.
-Es que no me ha dado muy duro señor, creo que hasta lo disfruté -Soltó pícaro, Brandon sintió que sus venas se llenaban de fuego y su polla se endurecía más por esa respuesta.
-¿Así? Pues te vas a enterar mocoso -Le soltó mientras agarraba el bote de aceite vegetal.
Como si lo hiciera todo el tiempo, a una gran velocidad, Brandon enterró el pico del bote en el ojete de su estudiante y lo apretó, Caleb gimió al sentir el aceite bañar su interior.
Sin hacerle caso, Brandon tiró el bote al piso, enrrolló la correa en su cuello apretándola ligeramente fuerte y le penetró sin contemplaciones.
Caleb gimió entrecortado de dolor y placer a la vez que se sujetaba del borde de la encimera, Brandon tiró levemente sus caderas para comenzar profanarle sin piedad, sentía claramente como el hirviente interior de su estudiante pulsaba alrededor de pollote rítmicamente, como si quisiera ordeñarlo debidamente a la vez que masajeaba su glande contra sus paredes internas.
Caleb gemía ahogadamente y Brandon solo podía bufar, bufar y sentir que sus piernas flaqueaban de tanto placer, sus caderas sonaban como aplausos humedos al chocar contra el culo de Caleb, sintiendo como poco a poco se acercaba al clímax.
Entonces Caleb gimió más duro y sintió como sus entrañas retorcían su polla y la ahorcaban desesperadamente, eso le dio el subidón necesario para correrse con un grito mientras sentía como hasta la visión se le iba junto a lo que tenía en sus bolas como una fuente de leche.
Caleb cayó desmadejado en la mesa, totalmente a su merced, Brandon le quitó el cinturón del cuello y, aún con la polla dura, le siguió follando duramente, Caleb trató de seguir sus movimientos mientras gemía y presionaba su interior cada vez más duro.
-Maldito mocoso ¿Me quieres ordeñar, es lo que es? -Preguntó mientras lo penetraba cada vez más duro, al punto de que Caleb se movía por la isla, gimiendo sin parar.
-¡Sí, sí... Noche y día, sí, señor! -Gimió desaforado mientras salivaba.
-¿Es así, quieres mi leche perra?, ¿La quieres? -Le preguntó mientras se posaba cada vez más en él y le penetraba más duro, más contundente, golpeando su próstata con todo lo que tenía.
-¡Sí, preñeme, otra vez, sí, ah, me corroooo otra...! -Terminó con los ojos en blanco y un grito ahogado, Brandon se sostuvo fuertemente de sus caderas porque ese culo lo apretaba tan fuerte que lo sintió como un guante, si le estuviese dando más rápido, estaba seguro que se lo hubiese partido. El mejor culo que había probado jamás.
Brandon sintió que desgarraba su voz cuando gritó de placer al correrse una vez más dentro de Caleb, sin duda alguna toda la manzana sabría ya lo que había hecho.
Cayó cansado sobre su pupilo. Aunque tenía una titánica resistencia, Caleb siempre sabía cómo dejarlo sin fuerzas.
-Oh, Dios mío, niño, eso fue increíble... -Murmuró sin salirse de su interior, si fuera por él, jamás dejaría ese culito, era la gloria. Brandon cerró los ojos y suspiró sobre su espalda.
-¿Señor? -Dijo Caleb luego de unos momentos.
Brandon abrió los ojos.
Caleb estaba frente a él, con el rostro lleno de preocupación y miedo, vestido.
Brandon estaba en la entrada de la cocina.
-¿Eh? -Dijo confuso, realmente confuso, no entendía que...
-¿Se encuentra bien señor? De repente se quedó mirando a la nada un buen rato -Explicó Caleb, dando un paso hacia él-. Le dije que me merez...
-No te muevas -Ordenó con la voz ronca.
Caleb se detuvo en seco, con el rostro rojo, avergonzado... Y Brandon supo que si daba el paso, podría hacer todo lo que ocurrió en la fantasía que acababa de tener al pie de la letras, o incluso mejor, porque Caleb siempre tenía un truco bajo la manga que no esperaba.
La verdad, estaba seguro de que sería mejor que su fantasía.
Apretó los puños hasta hacerse daño...
-Recoge este desastre y deja la casa como nueva -Ordenó simplemente mientras se iba a su cuarto a cambiarse la ropa porque se había corrido y empezaba a notarse.
Indudablemente iba a morir.
Continuará...
Hola chicos, espero que les guste este cap en el que, como verán, me he inspirado más en desarrollar a Brandon que otra cosa. Realmente agradezco la aceptación que tiene está serie, no contesto a los comentarios porque me es un poco difícil, así que agradezco a todos los que han comentado y valorado, empecé a escribrir porque deseaba hacerlo y ahora lo hago también por ustedes.
Bien...
Qué les parece nuestro querido Brandon? Es un hombre bastante frío a la vez que turbulento, marcado por pasado que todavía no están listos para leer. El punto es, que ha decidido cortar sus lazos con Caleb... Y solo puedo decir que el pequeño estudiante no se quedará quieto, qué hará? Ahora es cuando el vicio, el sexo y el morbo empiezan!! No se lo pierdan!! Feliz pajazo!!!