El tutor 42

Y su mano cayó al suelo...

El tutor 42

Y venganza es precisamente lo que tendré...

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La noche en la zona alta del Queens, se mantenía serena y tranquila. En una ciudad que nunca duerme como lo es New York, todavía había una cierta actividad nocturna a horas de la madrugada, pero considerando que esta era una zona de clase media-alta, había una peculiar escasez de personas, que en otras partes de New York sería algo inusual.

Así que era realmente tranquilo cerca del gym Bloody Cross.

Y quizás era demasiado tranquilo...

Los policías que habían sido enviados a custodiar el gym, o mejor dicho, a Caleb Prescott, dormían plácidamente dentro de sus patrullas, pese a que deberían de estar haciendo guardia y vigilando el lugar.

Tal vez podía ser debido a la tranquilidad de la que no estaban para nada acostumbrados.

O tal se debía al somnífero que les había colocado en la comida, la amable chica del puesto de comida más cercano.

Los policías siguieron durmiendo imperturbables, incluso cuando tres personas con pasamontañas, dos hombres y una mujer, pasaron sin inmutarse frente a las patrullas y llegaron a la puerta trasera del edificio.

Ellos ya habían estado vigilando ese lugar mucho antes de que se dieran cuenta de que Caleb Prescott estaba resguardado en ese lugar.

Shaun Cooper tenía un puesto especial entre la lista de víctimas del maestro, y con Caleb en ese lugar, no había mejor oportunidad para asesinar frente a este a su mejor amigo.

Así que el hombre delgado se infiltró entre los empleados del gym y colocó un dispositivo que anularía las alarmas y la cámaras, cuando ellos fueran a entrar.

Es decir, justo en ese momento.

Al hombre fortachón le costó solo cinco minutos, forzar la cerradura magnética e infiltrarse en las instalaciones en total silencio.

Ellos se dirigieron entre la oscuridad y las máquinas del recinto, hasta el hexágono del fondo, donde la chica se escabulló en la base para colocar un paquete de C4.

El plan era simple, el hombre delgado sólo tenía que pasear por el lugar como todos los días, y esperar a que Shaun Cooper subiera, sin Caleb, al hexágono, solo entonces debía de explotarlo en mil pedazos.

El maestro había deseado una venganza más cruel, sangrienta y despiadada contra Cooper, pero considerando que era un hombre extremadamente peligroso, lo mejor era deshacerse de él de la forma más directa e infalible posible.

Ella se dirigió entre los soportes del hexágono al centro de la lona y colocó la bomb-

—¡Clare, sal d-argth!

La chica, Clare, se sobresaltó al escuchar golpes, forcejeos, gruñidos y gemidos de dolor fuera del hexágono; ella se congeló y sacó su pistola en ese momento.

Se escucharon algunos golpes más y unos cuántos crujidos, pero Clare esperó pacientemente, inquieta por lo que había ocurrido repentinamen-

—Oye, cariño, lo mejor será que salgas de ahí sin ning...

Ella automáticamente disparó tres veces hacia donde escuchó la voz.

Porque esa voz no era de ninguno de sus compañeros.

El miedo que había empezado a crecer en ella, fue disminuyendo al notar que la voz no volvió.

"Parece que lo maté" Pensó más calmadamente, comenzando a guardar su ar-

De pronto un fuerte zumbido resonó encima de ella y lo siguiente que supo, fue que tenía una bala incrustada en el hombro.

Ella gritó adolorida y rodó en el suelo, comenzando a disparar hacia arriba y a todos lados, hasta que le quedaron solo unas tres balas.

Adolorida y sangrando profusamente, se dispuso a salir de la zona inferior del hexágono. Debía de volver con el maestro rápidamente, para recibir tratamiento médico y para decirle que Esteban y Dave habían sido capturados.

No es que le importara mucho esto último, eso solo significa que había más del maestro para ella, pero igual debía de entregar el informe de que estaban comprometidos.

Pero cuando estuvo a punto de salir, escuchó pasos justo frente a ella, lo que le hizo disparar hacia allí sus últimas tres balas.

La habitación se envolvió en silencio y eso le dió cierto margen de seguridad para salir al-

Apenas sacó su cabeza de la lona, notó que alguien le apuntaba de frente con una pistola.

—Espero que te divirtieras allá abajo —espetó Caleb, quitándole el seguro al arma que sostenía. Clare Benett lo miró fijamente antes de soltar una psicótica carcajada.

—Eres un estúpido, Caleb Prescott —escupió ella—, no importa que nos hayas atrapado, mi maestro es totalmente inalcanzable, él terminará de ejecutar la venganzñ que merece.

Caleb soltó una leve carcajada.

—¿Atraparlos?, ¿quién dijo algo sobre atraparlos? —inquirió divertido.

Solo entonces, Clare observó cómo a unos metros, Shaun Cooper arrastraba a Esteban y a Dave a la vez que silbaba una alegre melodía.

Uno de ellos tenía un gigantesco cuchillo clavado en el pecho y el otro tenía la cabeza girada en un ángulo antinatural.

Era más que obvio que ambos estaban muertos.

Una gota de sudor frío recorrió la sien de Clare ante esa visión.

—Si creíste que se iban a salvar solo porque lo "correcto", era atraparlos, pues estás equivocada —espetó Caleb fríamente—. Ustedes mataron a mis amigos, así que les voy a devolver el favor.

—¡Esto no se va a quedar así! —exclamó Clare, histérica—, ¡mi maestro nos vengará, a mí, a los chicos y a Jax!, ¡él conseguirá la venganza que merece tener!

—¿La venganza que merece tener? —Caleb frunció el ceño—. Realmente estás dañada; ¿en verdad crees en una mierda como esa?, sé violada y ultrada, día y noche sin parar; drogada, maniatada y golpeada, y, que te hagan además un lavado de cerebro, y entonces veámos cuál de los dos, si tú o tu agresor, es el que merece venganza alguna.

Aquí, la única persona que merece tener una venganza, soy yo. —Caleb acercó el cañón de la pistola hasta que tocó la frente de Clare Benett— Y venganza es precisamente lo que tendré...

Entonces Caleb disparó a sangre fría.

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Brandon...

Ese día, el gimnasio de Shaun se mantuvo cerrado.

La policía había encerrado con cinta amarilla el lugar y se dispusieron a recoger los cadáveres.

La evidencia indicaba, que estas personas se habían infiltrado en las instalaciones, deshabilitado las cámaras y la alarma, e intentado colocar una bomba bajo el hexágono de artes marciales mixtas.

Lo que no se esperaron, es que a esas horas de la madrugada, Shaun y Caleb todavía estaban despiertos, y, más aún, el que estos bajaran a practicar en el hexágono.

Cómo consecuencia de estos hechos, ambos grupos tuvieron un fuerte enfrentamiento, el cual derivó en que los tres agresores murieran.

En pocas palabras, Shaun y Caleb habían sido atacados y terminaron matando a los agresores en defensa propia.

Eso fue lo que deducieron los detectives, cerrando así rápidamente el caso y todo el asunto, enfocándose más en encontrar pistas sobre quiénes eran estos agresores, y, más importante aún, encontrar algún rastro del posible paradero de Howard Cloud.

Pero Brandon, a diferencia de los demás, solo observó en silencio todo el panorama.

Mientras el equipo comenzaba a recoger sus cosas y los cadáveres, Brandon apretó la mandíbula y se dirigió hacia la enfermería del gimnasio.

Apenas entró, cerró la puerta con seguro y observó a las únicas dos personas que estaban en su interior, frunciendo el ceño al punto de casi unir sus dos cejas.

Caleb y Shaun estaban ciertamente en óptimas condiciones, solo tenían uno que otro corte, algunos raspones y moretones por los golpes.

Caleb se levantó y caminó hacia él.

—¿Qué ocurrió?

—Ya estámos recogiendo los cadáveres y todo lo correspondiente a la escena del crimen, aún no daremos un anuncio oficial... Pero extraoficialmente, todo indica que fue en defensa propia... No tendrán cargo en su contra —indicó Brandon, cruzándose de brazos.

—¡Oh. Genial! —exclamó Shaun alegremente, dando un par de aplausos. Brandon soltó un suave gruñido de advertencia, que congeló al pelirrojo.

—No he terminado —espetó furioso, observando a fijamente a Caleb ahora— ¿Ustedes me creen estúpido y que no me iba a dar cuenta?ñ de lo que hicieron? —inquirió, apretando la mandíbula, casi que moliendo sus dientes— ¡Ustedes mataron a esos sujetos a sangre fría!; soltaron de carnada a Caleb y luego simplemente esperaron pacientemente a que ellos aparecieran y luego fingieron que todo fue en defensa propia —acusó agudamente.

Shaun se levantó y acercó a él, Caleb por su parte, desvío la mirada levemente, eso le bastó para terminar de corroborar su hipótesis.

—¿Le dijiste a alguien sobre esto? —preguntó Shaun.

—¡Claro que no! —exclamó furioso, apretando los puños—, pero aún así —miró a Caleb— jamás creí que fueras capaz de hacer algo así, Caleb.

Su hombre frunció el ceño y lo observó con una fría mirada.

—Estoy harto de ser la víctima, Brandon, de ver a mis amigos morir a mi alrededor. Ellos mataron a Cris, yo solo le devolví el favor.

—¡Caleb, esta no es la forma de hacer las cosas, de solucionar esto!

—¡Pues es la única que hay! —defendió Caleb.

—¡¿Y a qué costo?!, ¿qué no vez las consecuencias de esto? ¡Howard Cloud no se quedará de brazos cruzados cuando se entere de esto!

—¡Pues cuando venga lo estaré esperando!

Brandon lo miró horrorizado unos segundos.

—Caleb, ¿te estás escuchando?, ¡hablas exactamente igual a mí hace un par de años! —A Brandon le entraron ganas de golpear a su hombre—. ¡Esta estúpida venganza que deseas ya fue demasiado lejos!, ¡y lo peor es que no piensas en lo demás! —exclamó frustrado.

Caleb se congeló unos segundos con eso.

—... ¿A qué te refieres?

—¿A qué más va a ser, idiota? —espetó Brandon para luego volverse y abrí la puerta— Creo que no te has dado cuenta, que aquí, quién tiene más cosas que perder, eres tú.

—¡¿Qué?! —espetó Caleb algo sorprendido—, ¿qué demonios quieres decir con eso?... ¿acaso estás terminando conmigo? —preguntó lentamente.

Brandon negó con la cabeza, frustrado.

—Que no seas capaz de verlo, significa que no vale la pena hablar sobre eso —Brandon suspiró profundamente, cansado de la situación—. Interprétalo como quieras.

Antes Caleb pudiera decir algo más, él se fue.

::::::

Brandon no quería volver a la casa para tener que lidiar otra vez con Caleb y sus desiciones, así que vagó por la ciudad lentamente, sin saber a dónde ir exactamente; lo menos que quería, era acabar en algún bar o antro nocturno.

No supo con exactitud cómo llegó ahí, tal vez fue inconscientemente, pero terminó llegando a la floristería de Tim Bradford, de hecho, llegó justo cuando este amablemente despachó a dos clientes.

Brandon condujo lentamente frente al local, lo que hizo que Tim lo notara ahora sí, saludándolo desde lejos; él le correspondió, terminando por estacionarse y entrar al local.

—¡B-Brandon! —exclamó levemente Tim con una liviana sonrisa, ajustando sus lentes. Brandon le correspondió la sonrisa—. Hace un tiempo que no nos vemos, ¿cómo estás?

—Digamos con bien —comentó él, algo incómodo. Tim lo observó unos segundos, asintiendo lentamente.

—E-entiendo, todas las cosas que han estado pasando... —murmuró el rubio platinado con los ojos algo cristalinos, pero parpadeó rápidamente para calmarlos— ¿Sabe, señor Brandon? T-todavía no puedo acostumbrarme a no tener a mi tío aquí —reveló Tim con una amarga somrisa—, tal vez nunca me acostumbre a no tenerlo.

Hay días en los que... Simplemente quiero esconderme entre las sábanas de mi cama, deseando que el mundo explote; hay días en los que solo deseo dejar de existir, porque no tengo fuerzas para seguir.

Pero, al mismo tiempo, puedo imaginar a mi tío regañándome por pensar así, por desear cosas así; diciéndome lo estúpido que soy y que debo de seguir adelante, solo entonces... Solo entonces pienso en que debo dar un paso a la vez, uno a la vez... Con la esperanza de que algún día, note que esta perdida duele un poco menos.

Brandon solo pudo observar a Tim unos segundos, recordando con sus palabras, al hombre que una vez tanto amó y que perdió por su entera culpa.

Suspiró profundamente, viendo con algo de lástima a su estudiante.

—Nunca deja de doler, Tim, de hecho, creo que, o al menos en mi caso, nunca llega a doler menos —reveló con algo de nostalgia—, simplemente... Aprendes a vivir con ello, a no pensar tanto en la persona que se fue para no volver, y con suerte... Solo te quedarán los buenos momentos que dejó atrás.

Tim frunció el ceño y se abrazó a sí mismo, pero Brandon lo atrajo hacia él y le dió un fuerte abrazo, haciendo que el chico apoyara la cabeza en su hombro. Sintió como algo húmedo traspasaba la tela del saco y su camisa, pero no se movió, dejó que Tim se desahogara todo lo que pudiera.

A los diez minutos, empezó a llegar una gran cantidad clientes, lo que hizo que Tim y sus ayudantes realmente se ocuparan, al punto de que la tienda se llenó por completo.

—¿Necesitas una mano extra? —preguntó al ver que tenían serios problemas para tratar con todos.

—¡¿E-en serio me ayudaría?! —preguntó Tim algo avergonzado, pero con ilusión. Brandon asintió.

Para poder escapar de ver a Caleb y pensar claramente en su situación con este, él se quedó a ayudar a Tim, incluso cuando la tienda cerró y sus ayudantes de fueron.

Mientras que su pupilo cerraba la caja y organizaba el lugar, él barría los pétalos desperdigados por el suelo.

En algún momento, Tim apareció y se le quedó viendo.

—S-señor Brandon, ¿ocurre algo?; no es normal que se q-quede tanto tiempo... ¿Pasó algo con mi tío Caleb?

Solo entonces Brandon se detuvo y suspiró.

—Voy a dejar a Caleb —dijo simplemente.

Tim se congeló con la boca abierta, en shock.

—Ah... ¡¿P-pero por qué?!

—... Porque él se está convirtiendo en algo que no me gusta, para nada —gruñó frustrado.

—¿Qué fue lo que hizo?

—Él mató a quienes asesinaron a Cris y que ayudaron a Howard Cloud a asesinar a Bryan también —explicó brevemente—; les tendió una trampa y luego los asesinó fríamente.

Él no pensó sobre los efectos colaterales sobre sus acciones, o sobre las implicaciones de lo que hacía, él simplemente consumó su venganza... Y lo seguirá haciendo; ni siquiera le importa en lo más mínimo lo que yo pienso al respecto.

Así que, antes de que el Caleb que amo desaparezca, sin que yo pueda hacer algo al respecto, me iré.

Tim se mantuvo en silencio unos segundos.

—Yo... Yo también lo haría —dijo lentamente.

—¿Qué? —Brandon se detuvo en lo que estaba haciendo. Tim se revolvió, incómodo.

—S-si yo también tuviera los medios, me vengaría —indicó lentamente—. O al menos, eso es lo que me gustaría decir. —Ajustó sus lentes—. C-creo, que en realidad nunca lo haría porque me dan mucho miedo las implicaciones del hecho. Creo que eso significa ser humano, ¿no? El tenerle miedo a ese tipo de cosas.

P-pero, supongo que luego de todo lo que le pasó en ese lugar, mi tío Caleb perdió esa clase de miedo... Y-y ahora necesita otra clase de razón para no cruzar esa línea.

Creo que, que ese es el verdadero objetivo de ese sujeto, hacer que mi tío pierda lo más importante en su vida... Su humanidad —terminó al final.

Brandon frunció el ceño.

—Otra clase de razón... —masculló lentamente—. ¿Me estás pidiendo que yo sea esa razón?

—Oh. P-para nada, señor Brandon —indicó el rubio platinado—, en realidad, usted tiene todo el derecho de hacer lo que quiera, y-ya sea irse o quedarse con mi tío —explicó—, al final, todos tienen derecho a hacer lo desean, a-aunque luego puedan llegar a lamentar su desición; es cuestión de cada persona. —Se encogió de hombros.

Brandon lo miró gratamente sorprendido.

—Jooo... Has crecido bastante, Tim.

El rubio platinado se sonrojó violentamente.

—Ah, ah... N-no es la g-gran cosa, señor, solo es m-mi opinión personal —comentó excesivamente nervioso, jugando con sus dedos y las arrugas invisibles de su ropa.

Cualquiera pensaría que Tim sentía algo por él, e incluso el propio Brandon lo había malinterpretado en el pasado, pero ahora él sabia perfectamente, que su pupilo sólo tenía esa actitud con él, debido a que era prácticamente igual a la persona que realmente le gustaba.

Brandon sonrió levemente y terminó de recoger los pétalos del suelo.

—Bueno, ya terminé de lim-

De pronto una fuerte explosión sonó afuera, haciendo que ambos cayeran al suelo por inercia.

Los oídos le pitaban a Brandon, pero eso no le importó, él se dirigió a Tim, que estaba realmente aturdido.

—¡Ti-!

Otras tres explosiones estallaron en sucesión, pese a eso, Brandon no se detuvo por nada; recogió a Tim y lo arrastró hacia el interior de la tienda.

—¡Vamos hacia la salida trasera!

Timñ asintió rápidamente, todavía confundid-

De pronto la fachada y el mostrador explotaron también, arrastrándolos con el impacto hacia el interior.

Brandon cayó al suelo, desmayado.

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Lo siguiente que supo, fue cuando abruptamente algo le cayó encima. Brandon gritó del dolor cuando sintió que la enorme estantería, llena de flores, que había en la trastienda, le cayó encima.

Él trató de arrastrarse fuera de esta, pero no podía, estaba totalmente aplastado, apenas si podía respirar.

Observó cómo una par de botas se detuvieron frente a él.

—Espero que la estés pasando muy bien allá abajo, Brandon Mayer.

Él supo automáticamente que el dueño de esa voz, era Howard Cloud.

Del golpe de furia que sufrió, él se forzó a levantarse, levantando también la entantería con ello.

Entonces sintió como el asesino serial le hizo presión hacia abajo y lo mantuvo en el suelo, su fuerza se apagó de golpe.

—Vamos, señor Mayer, quédese ahí un ratico más —canturreó divertido—, usted y yo ajustaremos cuentas pronto; por ahora, primero tengo asuntos que arreglar con el niño quemado.

—¡Deja a Tim en paz! —exclamó como pudo.

—Lo siento, pero tengo asuntos que ajustar con él. Caleb asesinó a mis chicos, así que yo me divertiré aún más con su familia en su cara... Él debe de entender quién es el que manda en este juego, en MÍ juego...

Nos vemos luego, señor asesor de la policía.

—No, no Tim —jadeó él, tratando de moverse, cosa que no pudo—. Tim, ¡Tim!

Brandon gritó como pudo, desesperado, tratando de moverse, tratando de zafarse e ir a ayudar al chico por el que tenía profundos sentimientos.

Tratando de hacer todo lo posible... Pero sin lograr nada.

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Al final la policía y los bomberos aparecieron en la escena del crimen unos quince minutos después.

Brandon no sufrió graves heridas, solo tenía algunos golpes y contusiones leves, y un fuerte esguince en el tobillo derecho que le imposibilitaría moverse bien un par de semanas.

Todas las patrullas policiales que lo custodiaban a él y a Tim, fueron explotadas... Todos los policías que los vigilaban, murieron en el ataque.

Brandon se mantuvo estático, sentado en su auto, pensando en toda la situación y en nada a la vez; con el teléfono en mano, observado la pantalla.

Solo esperaba a que Howard Cloud diera inicio a la siguiente parte de su plan.

Una enorme sombra se paró frente a él y se agachó; Roger lo observó algo angustiado.

—¿Alguna noticia? —preguntó este algo inquieto, él simplemente lo observó y negó con la cabeza.

—Ese bastardo no llamará la atención por ahora, seguramente sabremos sus intenciones en las próximas veinticuatro o cuarenta y ocho horas —explicó brevemente.

Roger observó el suelo unos segundos; tragó algo nervioso.

—... Brandon, sí Howard Cloud le hace a Tim algo parecido a lo que sufrió Ca-

—Ni se te ocurra terminar de decir eso —espetó de inmediato, apretando el teléfono tan duro que a este le salieron un par de grietas a la pantalla—. Tim no sufrirá lo mismo. No. Va. A. Pasar —zanjó con desición.

... Pero aún así, esa idea era lo que le había paralizado en su carro, sin hacer absolutamente nada.

Caleb había sobrevivido a todas esas torturas porque era alguien muy fuerte, y aun así, este no volvió entero.

Si Tim sufría algo parecido... El chico no lo iba a soportar.

De repente hubo un revuelo en el lugar; Brandon se mantuvo cabizbajo, pero Roger se medio levantó.

—Oh. Mierda —espetó Roger, paralizado— Molly ya llegó... Caleb le acompaña.

Solo entonces Brandon se levantó, incluso cuando su tobillo protestó fuertemente por el esfuerzo.

—Hey. Brandon, ¿qué-?

Con un suave gruñido, Brandon trotó levemente por el lugar, esquivando el desastre y a los policías, pasó la cinta amarilla y se acercó a donde Molly hablaba con el capitán, con Caleb al lado. Ambos estaban de espaldas.

—¡Brandon, detente!

Roger gritó detrás de él, justo cuando Caleb se volteó.

Pero eso no importaba, Brandon ya había alcanzado a Caleb.

Así que no le tembló la mano, cuando le dió un golpe en la boca del estómago a su hombre. Caleb se encogió, sorprendido, así que Brandon pudo darle un derechazo en la mejilla.

Entonces Roger lo sostuvo. Caleb solo lo observó, sorprendido y aturdido.

—¡Brandon, basta!

—¡¿Esto es lo que querías?!, ¡¿esto es lo que buscabas lograr?! —exclamó furioso, tratando de soltarse—. ¡¡Tim desapareció por tu culpa, Caleb, por tu maldita culpa!! ¡Como le pase algo al chico, nunca te lo voy a perdonar!, ¡¿me oíste?! ¡NUNCA!

Brandon gruñó, peleó y pataleó mientras Roger se lo llevaba a una zona apartada.

—¡Brandon, por favor ya cálmate! —exclamó Roger cuando lo sentó de nuevo en su auto.

Brandon respiró entrecortadamente, le dió un golpe al volante que casi lo dobló y se recostó en este, totalmente superado por la situación.

Frustrado con todo el mundo en general.

En ese momento tomó una desición.

Era hora de jugar el juego Howard Cloud.

Caleb...

Él acompañó a Molly a su casa y se quedó con ella. La pobre mujer no sabía ni qué decir; parecía estar bien, pero era obvio lo que estaba pensando...

Un loco asesino desquiciado tenía a su hijo, a Tim.

Caleb no sabía cómo hacía ella para mantenerse estable... Ni siquiera sabía cómo se mantenía estable él.

Después de todo, Brandon tenía razón, Tim había sido secuestrado por su culpa, por su entera culpa.

Ahora sí entendía claramente las palabras de Brandon...

Ambos cenaron en total silenció y Molly le dió las buenas noches y se dispuso a irse.

—Espera, Molly —indicó Caleb en ese momento—, ¿estás bien?

Ella solo lo observó unos segundos y luego observó el suelo.

—No lo sé —admitió ella algo nerviosa—, no lo sé, creo que sigo en shock. El hecho que mi Tim...

Caleb no dijo nada más, simplemente la abrazó. Ella se dejó hacer.

En ese momento sonó el timbre, él fue a abrir para encontrarse a un Shaun anormalmente serio, junto a un Roger con el ceño fruncido.

Caleb no supo qué decir al respecto.

—Tenemos que hablar —espetó el grandulón.

Caleb asintió y los dejó pasar, presentándole Shaun a Molly.

—No se preocupe, salvaremos a su chico, ya verá —dijo este con una gran sonrisa. Molly simplemente asintió, algo afectada.

—Señora Klein, debemos de hablar sobre Tim, por favor siéntese, tenemos algunas noticias al respecto.

Molly sonrió algo incómoda y negó con la cabeza.

—Mejor mañana... Necesito pensar sobre lo que pasó con Tim —murmuró Molly, yéndose sin decir nada más.

Solo entonces Caleb notó algo...

—Eh. ¿Y Brandon? —preguntó sin darse cuenta.

Shaun y Roger se observaron unos segundos. El pelirrojo miró el suelo, con algo que él identificó algo parecido a la vergüenza.

—Brandon no quiso venir —explicó Roger—, aunque igual no podría hacerlo. Él estuvo con Tim cuando Howard Cloud apareció, en la explosión, quedó inconsciente y Howard Cloud le tiró el estante encima, tiene algunas contusiones y un esguince en el tobillo.

El doctor le recomendó reposo, pero luego de lo de esta tarde... Su tobillo empeoró un poco más y ahora está recluido en el departamento de policía.

—Mejor dicho, se encerró —agregó Shaun—. Dijo que no saldría de ahí hasta que atrapara a Howard... Debe de sentirse responsable por no haber podido impedir el secuestro de Tim.

Caleb se quedó sin aire unos segundos.

"Por mi culpa, yo..."

Él apretó los puños lo más fuerte que pudo.

—Igualmente, Brandon ya nos indicó algunos pasos que debemos dar.

Entonces Shaun sacó de un pequeño bolso, un teléfono.

—Apaga tu teléfono y usa este. —Se lo entregó—. Este tiene tu línea clonada. En cuanto Howard Cloud se contacte contigo, podremos rastrear su ubicación.

—¿Qué?, ¿por qué creen que me llamará? —preguntó confundido.

—Él quiere hacerte sufrir, así que Brandon y yo estamos seguros de que aprovechará esta situación para restregarte en la cara que tiene a Tim —explicó Shaun—. Ya no tiene ayudantes, así que seguramente hará todo lo más rápido y eficientemente posible, antes de que lo atrapemos.

—En pocas palabras, comenzará a atacar más directamente, ¿no? —preguntó él. Roger asintió.

—No sabemos que hará con exactitud a continuación... Pero sí sabemos con seguridad, que Cloud te llamará hoy o mañana; algo debe de estar tramando —explicó el grandulón.

—Y seguramente será un golpe lo más rápido y eficiente que pueda —agregó Shaun—. Le hemos sacado del nido, así que ahora debemos lidiar con el perro enloquecido.

Roger gruñó levemente ante las palabras del pelirrojo y dijo:

—Por eso mismo no debieron de hacer lo que hicieron, había muchos flancos que proteger; era más que obvio, que por algún lado alguien iba a sufrir las consecuencias —espetó el grandulón, molesto. Shaun se cruzó de brazos y suspiró.

—Eso de todos modos, era algo obvio que se tenía que hacer si queríamos detener a este asesino —indicó Shaun—, ¿o qué querían que hiciéramos, Roger?; ¿esperar que nos cazara uno a uno y dejarnos hacer?

—¡No estoy diciendo eso, Shaun! —exclamó molesto, casi levantándose del sofá—, pero igual, quien sufrió con las consecuencias de tus planes, ¡fue Tim!, ¡de todos los que pudimos ser afectados por esto, fue Tim!

Solo entonces Shaun agachó la mirada y frunció el ceño.

—Sabes bien qué significa eso, Shaun; ya Brandon habló contigo al respecto —espetó para luego observar fijamente a Caleb—. Que tengas los medios y las posibilidades para hacer lo que te plazca, no significa que eso tenga que hacerse; existen límites precisamente porque toda acción tiene su consecuencia... Especialmente las cosas malas, ¿no es así, Caleb?

Él no respondió, solo pudo apretar la mandíbula, desesperado.

—Espero que estés satisfecho con lo que provocaste, Caleb. Así como puedes cargar con el asesinato de alguien, espero que también puedas cargar con lo que le pase a Tim y —en ese momento, Roger se levantó y acomodó su saco— que también soportes que Brandon tal vez te deje al final de este camino que elegiste.

Caleb se congeló unos segundos.

—... ¿Qué te ha dicho Brandon? —preguntó con incertidumbre.

—Nada, no me ha dicho nada aún —replicó el grandulón—, pero no necesito que me diga algo, para saber lo que piensa.

Así Roger se marchó.

Caleb observó a Shaun, que se rascaba la nuca algo incómodo.

—Sí, por si te lo preguntas, Brandon me regañó por haberte incentivado y dado las herramientas para eliminar a esos asesinos —suspiró—. Al parecer, movió sus hilos y ahora fui diagnósticado clínicamente como alguien desequilibrado, con una profunda psicopatía, temperamento impulsivo e inestable y totalmente faltó de empatía hacia los demás.

—Shaun, en realidad, sí eres todo eso y más —recalcó Caleb sin inmutarse.

—Aaahhh... Pero antes era visto como algo bueno —señaló el pelirrojo antes de encogerse de hombros— y ahora soy considerado una amenaza pública, así que me quitaron todo mi armamento e indumentaria y se me prohibió participar activamente en este asunto o de lo contrario, iré a un psiquiátrico o, en el peor de los casos, a la cárcel.

Caleb quedó con la boca abierta.

—No solo eso, también tomó medidas en tu contra —advirtió ligeramente incómodo, si es que Shaun podía sentir algo así—... Me pidió que te dijera que, como vuelvas a meterte en el asunto, hará hasta lo imposible para que no vuelvas a ejercer tu carrera.

Caleb solo pudo cerrar los ojos.

Esto era lo que se merecía.

Ahora solo podía esperar bailar en la palma de la mano de Brandon, para atrapar así a Howard Cloud.

Y orarle a Dios para que Tim no pasara lo mismo que pasó él.

::::::

Pasaron dos angustiosos y estresantes días, para que Howard Cloud se contactara con él.

Precisamente fue en la mañana, durante su horario de trabajo. Caleb necesitaba preparar algunos informes y permisos para continuar la construcción de los pisos superiores de la Torre Magnus; aún así, le era prácticamente imposible concentrarse del todo en su trabajo.

El motivo era precisamente el pensar en Tim y en lo que debería de estar sufriendo a manos de ese asesino serial. Brandon había pronosticado que Howard Cloud se iba a contactar con él, pero ya iban tres días y no sabía nada sobre el chico y su situación.

Caleb no podía evitar pensar, que Tim en ese momento debía de estar sufriendo lo mismo que él sufrió.

Y la otra cosa que no lo dejaba concentrarse, era precisamente Brandon... Tenía esos tres días sin saber nada él; en la casa no había pasado, porque sus cosas seguían intactas; lo más seguro, era que se estaba quedando en casa de Roger.

Él no sabía que pensar al respecto. Honestamente, por más que él lo tratara, no sentía arrepentimiento o remordimiento alguno por lo que había hecho junto a Shaun, demasiado había sufrido a manos de Howard Cloud, como para sentir algo.

Pero aún así, no sabía cómo reaccionar ante el hecho de que Tim estaba en peligro y de que Brandon se alejaba cada vez más de él, era como si estuviera en un largo e interminable shock.

Caleb detuvo su tren de pensamientos y se miró las manos.

Tal vez su anterior yo, habría sentido repulsión o culpa por lo que había hecho, seguramente horrorizado al ver en lo que se había convertido, pero yo de ahora... Bueno, Caleb no podía sentir nada sobre lo que había hecho.

"¿Soy alguna clase de frío asesino?" Caleb suspiró algo incómodo.

—Creo que... Ya llegué a mi límite —pensó distraídamente.

En ese momento sonó su teléfono. Contestó sin pensar.

—¿Diga?

Pero al otro lado no contestaron. Él frunció el ceño.

Entonces todo su cuerpo se tenso cuando escucho una profunda inhalación.

—Hola, Caleb —susurró Howard Cloud—, desde aquí puedo oler tu nerviosismo, huele delicioso.

Caleb tardó un par de segundos en contestar. En ese momento, la policía debía de estar tratando de localizar al asesino, así que necesitaba alargar la llamada lo más que pudiera.

—... ¿Donde está Tim?

—¿Qué sentiste cuando mataste a mis chicos?

Caleb apretó el teléfono con fuerza.

—¡Bastardo!

Howard se carcajeó unos segundos.

—Vamos, Caleb, estoy seguro de que te sentiste muy satisfecho, pero para tu desgracia, todavía eres muy novato en esto de asesinar a otros.

—No soy un asesino desalmado como tú —increpó fríamente—, pero si le tocaste un solo cabello a Tim, voy a despellejarte vivo, maldito desgraciado, y créeme que lo disfrutaré más que nadie —profirió casi fuera de sí. La línea se mantuvo en silencio unos segundos.

—... Eso sonó francamente interesante, Caleb, casi me dieron ganas de entregarme a ti, solo para ver si eres capaz de hacerlo —murmuró divertido el asesino—. Tranquilo, pequeño Prescott, no le he tocado ni un solo pelo indebidamente a tu niño bonito, aunque admito que sus cicatrices y su aspecto de niño, son por completo de mi tipo, no le he dado la educación que te di a ti.

Caleb esta vez no respondió, el alivio le llenó por completo.

Contra todo pronóstico, Tim estaba a salvo de las manos de ese degenerado.

—... Pero puede que tu lindo Tim Bradford, termine dando un paseo con los peces.

Caleb se congeló unos segundos.

—¿Qué demo-?

—Escucha bien, Prescott, este juego es mío, entiendes, mío y de nadie más, y si crees que matando a unos simples idiotas, me vas a acorralar, pues entonces estás muy equivocado.

Así que por tus acciones, Tim Bradford va morir, y no de una manera muy linda que digamos.

Caleb se levantó, apretó el teléfono tan duro que este se agrietó por varias partes.

—... ¿Qué le hiciste a Tim?

—Yo, nada, solo dejaré que el mar haga el trabajo por mí.

He encarcelado a su niño lindo en una bonita prisión cerca de la costa, por ahora le estoy cuidando con un servicio cinco estrellas... Pero puede que cuando la marea suba... Deje que el agua haga su trabajo con el chico.

Suerte en conseguirlo, Prescott, luego ajustaremos cuentas tú y yo. Adiós.

—¡Espera!

Pero Howard Cloud colgó.

Caleb se mantuvo congelado en su escritorio, sin saber qué hacer. De pronto sonó su teléfono de nuevo. Contestó.

—Dime que lo tienes, por favor, por favor dime qué tienes su ubicación.

Al otro lado, tardaron en contestar unos segundos.

—... No logramos hacerlo; lo siento, Caleb —susurró Shaun lentamente—, el bastardo tenía un aparato de encripta-

Caleb no escuchó más, el tiró el teléfono al suelo, rompiéndolo en mil pedazos.

Cayó sentado en su asiento, sin poder hacer nada... Impotente.

::::::

A la hora y media de haber sido llamado por Howard Cloud, Caleb salió de la constructora y se dirigió a toda velocidad al departamento de policía.

Había necesitado tiempo para prepararse mentalmente y no romperse frente a los demás; él había provocado esto, así que solo debía de soportar lo que viniera y salvar a Tim.

Eso era todo lo que tenía que hacer.

Una vez llegó, notó que había una gran cantidad autos estacionados en las cercanías de la estación.

Al entrar al estacionamiento, un guardia lo guió al puesto de estacionamiento que tenían reservadao para él. El estacionamiento también estaba lleno al máximo.

Así le llevaron hasta un enorme sala que estaba repleta de personas.

En frente de toda esta gente, estaba Brandon.

—No sabemos con exactitud en dónde está Tim Bradford, pero, de lo que si estamos seguros, es que está en alguno de estos lugares. —Señaló algunas residencia con muelles, también los muelles y algunos puertos abandonados o en malas condiciones—. Howard Cloud no pudo haber dejado a Tim a la interperie, ya que alguien podría descubrirlo accidentalmente, así que debió de ser un lugar que preparó y arregló con anticipación para esto.

Todavía estamos analizando la información que nos proporcionó bienes raíces sobre las propiedades aisladas registradas que hay en las costas en más de dos décadas lo más rápido posible; pero por ahora, todos y cada uno de ustedes, tiene un dosier de lugares que revisar, investiguen en grupos y peinen las zonas rápidamente. Absolutamente, no deben dejar ningún rincón sin revisar... Sería fatal para el chico.

Eso es todo por ahora, así que vayan...

Las aproximadamente cien personas que habían en la habitación, salieron a toda marchar, dejando solo en ella a Brandon, Roger, Shaun, Cameron, y para su sorpresa, también Daniel.

—Ah. Daniel —fue todo lo que pudo decir al verlo, este lo miró.

Antes de que su padrastro pudiera decir algo, Cameron se le acercó y le puso un dedo en el pecho a Caleb, clavándoselo con fuerza.

—Si no encontramos a Tim para esta noche, tú tampoco sobrevivirás, Caleb Prescott, de eso me encargaré personalmente —dijo este lentamente.

Caleb solo pudo tragar al ver la mirada asesina de Cameron, que luego salió de la habitación. Él solo pudo ver el suelo, incómodo.

—Caleb, ¿cómo te encuentras? —preguntó Daniel lentamente. Caleb desvío la mirada.

—Digamos que bien —espetó para zanjar el tema, entonces miró a Brandon—. ¿Qué tienes para mí? —inquirió, en referencia a las zonas de búsqueda. Brandon bufó molesto.

—Nada, tú te quedas aquí —indicó con un gruñido—. Es peligroso que salgas; es muy probable que ese asesino nos esté vigilando de alguna manera, si es así, él podría cazarte si sacas un pie de la estación.

—Eso no me importa, tengo que buscar a Tim, Brandon —replicó. Brandon se cruzó de brazos.

—Ya dije que no, es muy peligroso —impuso sin inmutarse.

—Hijo, Brandon tiene razón, no puedes salir de aquí, seguramente es lo que ese bastardo espera —indicó Daniel, colocando una mano en su hombro para controlarlo.

—En todo caso, tenemos mucha gente revisando los puntos de búsqueda —señaló Shaun mientras destapada un montón de cajas y sacaba documentos sin parar—. El departamento de policías obviamente está apoyando esto, tengo a algunos amigos también buscando, Cameron trajo una absurda cantidad de investigadores privados y Daniel trajo a una buena cantidad de sus trabajadores; aproximadamente unas seiscientas personas están buscándolo.

Solo es cuestión de tiempo de que encontremos a Tim, aparte de que, con tanta gente buscando, que vayas o no, no hace mucha diferencia. —Se encogió de hombros y comenzó a leer a una abrumadora velocidad cada carpeta y a anotar cosas, seguramente posibles lugares de búsqueda.

—Shaun tiene razón, así que lo mejor es que te quedes aquí esperando —indicó Roger también.

Caleb apretó la mandíbula pero al final asintió.

—Bien, nosotros también saldremos a buscar, así que quédate quieto —indicó Daniel, para luego salir de ahí con Brandon y Roger.

Su hombre ni siquiera le dió una mirada más allá de lo que se limitó a decir.

Caleb se sentó y miró el techo por unos segundos.

—Si quieres hablar, podemos hacerlo, no es como que me sea difícil analizar esto y hablar al mismo tiempo —indicó su mejor amigo mientras terminaba de leer unos documentos y anotaba todo en su teléfono.

—¿Qué tal vas con esos documentos?, ¿necesitas ayuda? —preguntó Caleb, algo ansioso por hacer algo.

—Oh. Voy bien, no es muy díficil leer esto, dentro de tres horas habré terminado de analizar todo, no necesito tu ayuda, si eso a lo que quieres llegar —señaló Shaun, leyendo el siguiente documento y escribiendo al mismo tiempo.

Caleb solo asintió de mala gana y suspiró.

—Oye, no tienes que seguir pensando sobre lo que hicimos; lo creas o no, fue lo mejor, esas personas serían una patada en el trasero todavía, al si no lo hubieses hecho.

—Pudimos haberlos atrapado y dejarlo así —contrapuso Caleb, lentamente.

—Y entonces ese asesino hubiese raptado a Tim o a quién sabe a quién o a cuántas personas más y nos hubiera chantajeado con eso para liberar a sus chicos. —Shaun se detuvo unos segundos y lo miró—. ¿Por qué crees que nadie nos dice nada realmente, Caleb?, ¿Por qué crees que no estámos en la cárcel ahora mismo? Puede que estén enojados con nosotros y todo lo demás, y que sea realmente correcto haberlos atrapado y todo lo demás.

Pero todos aquí saben que esta clase de cosas, solo terminan realmente, cuando el problema es eliminado desde la raíz.

Ahora mismo, pese a que Tim está en medio de todo esto, es la primera vez que tenemos un verdadero seguimiento de lo que hace ese sujeto. Solo es cuestión de tiempo el atraparlo.

Caleb bajó la mirada.

—Aún así, el que Tim este apunto de...

Shaun asintió ante las palabras que él no pudo decir.

—Lo sé, lo sabemos todos, por eso simplemente debemos salvarlo y así evitar este potencial daño colateral.

Caleb también asintió.

Entonces se congeló.

"Eliminar el problema desde la raíz" Pensó lentamente.

Una siniestra idea pasó por su mente. Se levantó de golpe.

—Shaun, dijiste que Daniel trajo una buena cantidad de sus trabajadores, ¿no?; ¿cuánto es "una buena cantidad"?

Shaun se detuvo en su revisión y lo observó unos segundos.

—Mmm, no sé, unos doscientos cincuenta, más o menos —analizó pensativo—, sí, más o menos, tal vez un poco más, ¿por qué preguntas?

Pero Caleb no respondió, él salió corriendo de ahí.

Esos eran aproximadamente tres cuartos de los trabajadores de la finca.

—¡Hey. Caleb! ¡¿A dónde vas?! ¡Mierda!

++++++++++

Él observó entre la espesura del lugar, la cantidad de trabajadores que mantenían vigilado el lugar y los que seguían en sus trabajos.

Eran sustancialmente menos de lo que habitualmente había.

—¿Jo? Así que realmente sí fue como pensé —se dijo a sí mismo, mientras abría el maletero de su auto y comenzaba a sacar, literalmente un arsenal de armas—. Ese estúpido excapitán, realmente tiene menos cerebro del que creí, pero bueno, creo que eso me hace las cosas más fáciles.

¿Quién diría que ese niño sería la llave que me permitiría matar a Helen Prescott?

En ese momento, Howard Cloud, comenzó su verdadera cacería...

++++++++++

Caleb...

Él condujo tan rápido como el tráfico se lo permitió, dirigiéndose a toda prisa a la finca.

Ese siempre había sido el plan de Howard Cloud, él había planeado secuestrar a alguien y usarlo de señuelo, poniéndolo en una situación de vida o muerte, alguien lo suficientemente importante y frágil, como para que Daniel bajara la guardia y disminuyera las defensas de su finca.

Desde un principio, ese asesino había pensado ir tras su madre.

Una vez llegó a la autopista y el tráfico era algo ligero, Caleb abrió el compartimento del copiloto, y tiró sobre el asiento su arma así como las municiones y los dos cargadores que mantenía con él.

Apenas llegó al arco que daba hacia la finca, él se estacionó momentáneamente y cargó el arma, el otro cargador se lo metió en los bolsillos.

Y con arma en mano, entró al camino de la finca.

Cuando llegó a la entrada como tal y vió a lo vigilantes muertos en la entrada, supo que Howard Cloud ya estaba ahí.

Caleb se bajó del auto y entró a paso ligero a la enorme propiedad.

"Mamá, debo de encontrarla primero que ese asesino" Pensó rápidamente, corriendo entre los autos del estacionamiento.

"Si es que él no la ha encontrado todavía" susurró su mente lentamente, llenándolo de terror.

Eso hizo que dejara de ser cuidadoso y corriera directamente a la casa principal.

Apenas abrió la puerta, se encontró con los cuerpos de los guardias y la casa hecha un desastre.

—Mierda —murmuró, revisando rápidamente el lugar, para luego darse cuenta de que no había nadie por ahí, nadie vivo, al menos.

Debía de encontrar a su madre pronto, debía de hacerlo antes de que Howard Cloud lo hiciera.

Salió de la casa y fue a la residencia de los trabajadores.

Al llegar, se congeló al ver como todo el pasillo principal del lugar, estaba lleno cadáveres.

Hombres, mujeres, niños, ancianos... Todos estaban muertos y tirados en el pasillo.

A ese sujeto no le importó matar a quien sea para encontrar a su madre.

Caleb se tapó la nariz ante el inicio del hedor de los muertos y cerró la puerta. Su madre no debía de estar ahí.

Entonces se dirigió hacia el enorme establo.

Justo cuando pasó la esquina de la casa, una ráfaga de disparos le hicieron cubrirse.

—¡BUENO, BUENO, ASÍ QUE VINISTE, CALEB! —gritó Howard con una risa loca.

—¡C-Caleb!

Se congeló al escuchar la voz de su madre.

—¡Así es, Caleb, la tengo!

—¡Caleb, no vengas!

—¡Mamá!

Cuando fue salir, cuando otra ráfaga de disparos le detuvo.

—¡Será mejor que no te acerques, Caleb!, podría darle al gatillo sin querer mientras le apunto a tu madre querida —amenazó Howard.

Caleb se congeló al escucharlo, tenía que pensar en algo rápidamente, no podía dejar que se llevara a su madre.

—¡Déjala en paz, Howard, y llévame a mí! —gritó en ese momento.

—¡No, Caleb, no!

—... ¡¿Y por qué haría algo así?! —exclamó Howard con curiosidad—. ¡Tengo a tu madre, chico, sería más divertido atormentarte con ella!

—¡¿No quieres tú venganza?!, ¡pues aquí estoy!, ¡soy yo el que mató a sus seguidores, no mi madre!

Howard Cloud no habló por unos minutos.

—¡De acuerdo, es algo antes de lo planeado, pero acabemos con el jueguito! —dijo este al fin— ¡Tira las armas que tienes a donde pueda verlo y ven hacia mí!

Caleb inhaló profundamente y tiró la pistola los cargadores hacia el camino al establo, entonces salió con las manos en alto.

Al mismo tiempo, Howard Cloud salió con Helen agarrada por el cuello, apuntándole con su pistola hacia el vientre... Hacia su hermano no nato.

La respiración de Caleb se detuvo y su sangre se heló al verlo.

Tan alto y músculoso como lo recordaba, no tenía cabello y su barba gris era larga.

Pero esos fríos e implacables ojos grises...

No había duda, ese hombre era Howard Cloud.

El cuerpo de Caleb entró en tensión. Howard Cloud, dejó de apuntar a su madre y le apuntó a él.

—Cuánto tiempo sin vernos, Caleb —expresó Howard con alegría.

—Corta el rollo, bastardo, y suelta a mi mamá, ya estoy aquí, ¿no es eso lo que querías? —gruñó él.

Howard tardó en responder, pero al final asintió.

—Así es, al fin te tengo de nuevo —dijo muy lentamente, saboreando el momento.

Entonces soltó a su madre y la empujó a un lado. Helen trastabilló y se congeló.

—H-hijo...

—Mamá, sal de aquí, corre —dijo rápidamente, notando que Howard no dejaba de verlo a él, como si nadie más existiera.

—No... —susurró Helen al borde del colapso.

—Yo que usted le haría caso, señora, después de todo quién tiene el arma, soy yo —indicó Howard, agintando el arma un poco.

—¡Mamá, corre! —gritó Caleb, desesperado.

Helen dió un respingón y salió corriendo, asustada.

—Estás muchísimo más buenos que antes, Caleb, me sorprende lo bien que te vez de cerca —susurró Howard lleno de excitación. Caleb hizo una mueca de asco.

—Púdrete, bastardo —espetó escupiendo al suelo.

Howard solo parpadeó unos segundos.

Entonces giró el arma un poco, y le apuntó a Helen, que todavía estaba algo cerca.

Y le disparó.

—¡NO! —gritó Caleb, corriendo hacia él.

Antes de que Howard pudiera dispararle a él, Caleb lo tacleó y ambos rodaron por el suelo unos metros.

Él quedó sobre el asesino, así que se sentó sobre su torso y comenzó a golpearlo con todas su fuerzas, Howard se protegía el rostro como podía.

Entonces de pronto, Howard Cloud metió las manos debajo de él y lo lanzó por el aire. Caleb cayó al suelo, sin aire.

Aunque era casi de la misma estatura que ese sujeto y pesaba más de cien kilos, Howard Cloud lo había tirado por el aire casi sin problemas.

Ese sujeto era mucho más fuerte que él.

Caleb se levantó rápidamente, solo para ver cómo Howard se había lanzado por el arma.

Él corrió hacia el establo, mientras las balas le rozaban, escondiéndose detrás de la puerta y tomó una paca de paja.

Apenas Howard apareció en la puerta, le embistió con la paca, haciendo que Howard cayera al suelo de nuevo y el arma se perdiera por el lugar.

Cuando fue a aplastarlo con esta, Howard metió los pies y lo empujó con todas sus fuerzas. Caleb salió disparado hacia atrás y se dió con un poste en la espalda.

Howard sacó un cuchillo de caza y se fue en su contra. Caleb le lanzó la paca de paja y este la tiró a un lado.

El asesino le lanzó unos cuantos cuchillazos en el aire, haciendo que Caleb retrocediera rápidamente. Howard se metió de golpe y le lanzó una puñalada, él le detuvo justo cuando se le clavó ligeramente en la piel, al agarrarlo por la muñeca.

Howard tiró hacia atrás y rápidamente le lanzó una puñalada desde arriba, pero Caleb ya se lo esperaba, así que la detuvo a la vez que lo desarmó e hizo volar el cuchillo por la aire hasta perderse en uno de los establos.

El asesino lo tomó de los hombros y él se sostuvo de los costados de este, ambos tiraron hacia sus lados, tratando de tirar al otro al suelo.

Caleb perdió en la pelea de fuerza, siendo proyectado peligrosamente en el suelo, perdiendo todo el aire que tenía.

Howard comenzó a golpearlo en la cara, y el se protegía como podía, entonces el asesino le agarró uno de los brazos y rápidamente le hizo una llave, haciéndole palanca para sacarle el brazo.

Caleb gritó de dolor a la vez que trataba de evitarlo al tensionar su brazo tanto como podía.

—¡Será muy divertido, sacarte gramo a gramo, todos los gritos de dolor que tengas, Caleb! —exclamó el asesino, realmente divertido.

Caleb trataba con odas sus fuerzas de soltarse, pero el agarre de ese sujeto era férreo, sentía cómo su hombro comenzaba a-

De pronto saltaron un montón de astillas de madera por el aire a la vez que Howard lo soltó rápidamente.

Caleb giró en el suelo, zafándose del agarre, solo para ver a Brandon partirle un madero encima a Howard Cloud, quién se protegió con los brazos.

—Jodido maldito psicópata —murmuró Brandon apuntándole a Howard con su arma.

Pero el asesino le agarró del talón y la jaló, haciando que Brandon cayera y el disparo fuera al techo.

Howard Cloud se montó encima de Brandon, antes de que pudiera hacer algo, Caleb se abalanzó detrás de él y le envolvió el cuello en el brazo, comenzando a ahorcarlo.

Howard Cloud deshizo la llave fácilmente debido a su brazo dañado, hizo palanca y lo lanzó hacia adelante.

Brandon aprovechó esa distracción y salió debajo Howard para lanzarle una patada a la cara, este cayó al suelo, sosteniéndose la nariz.

Intentó dispararle, pero el arma de pronto se atoró. Él maldijo y tiró el arma a un lado.

Brandon se acercó a él y lo levantó. Caleb se sostuvo el brazo pero se preparó para pelea, su hombre también se preparó, aunque este apenas podía apoyar el pie derecho al piso.

Howard Cloud se levantó y enderezó su nariz con brusco movimiento.

—Ustedes son una maldita patada en el culo —se quejó el asesino—, y van a pagar caro por eso —terminó, exhalando con fuerza para destapar su nariz de la sangre que expulsaba.

—Vete a la mierda —espetó Brandon.

Caleb se lanzó primero, lanzando un derechazo; Howard le detuvo el brazo y le dió un golpe con el revés de la mano.

Pero eso evitó que el asesino evadiera la patada que le dió Brandon en la rodilla. Howard gruñó a la vez que cayó arrodilló, Brandon le lanzó una lluvía de golpe, pero Howard, aparentemente inmune, lo agarró por el torso y se lo lanzó a Caleb.

Brandon golpeó a Caleb en el pecho y ambos rodaron por el suelo.

Antes de que Brandon pudiera levantarse de encima de Caleb, ya tenían a Howard encima, que lo por los aires otra vez y lo lanzó contra la puerta de un establo, que se destruyó cuando impactó con este.

Caleb se medio levantó y le dió un golpe en las pelotas a Howard, lo que le hizo caer arrodillado con un grito de dolor; le dió un par de golpe en la mandíbula y luego le lanzó una patada frontal a la cara. Howard se protegió, pero igual sufrió daño.

Cuando Caleb se le acercó, este se levantó de golpe y lo tacleó hasta chocarlo contra otro poste. Él comenzó a darle golpes en los costados, pero Howard rápidamente le dió la vuelta hasta que ambos cayeron al suelo.

Caleb se golpeó le frente contra el piso y cayó bocabajo, aturdido, lo que Howard Cloud aprovechó y montársele encima y tomarlo de la cabeza.

—Muere de una vez, basura —escupió el asesino.

Caleb no tenía fuerza alguna para evitar que le rompiera el cuello.

Cuando Howard Cloud fue a asesinarlo...

Brandon le clavó el cuchillo de caza en los riñones a Howard Cloud, este gritó de dolor.

—Mira lo que encontré, mal-

Howard Cloud se giró y le dió un codazos en la sien, haciendo que Brandon cayera aturdido en el suelo. El asesino se levantó de encima de Caleb y este siguió en el piso, casi noqueado.

Brandon se levantó algo mareado del suelo, pero Howard lo volvió a alzar y lo estampó contra el piso; Brandon gimió de dolor.

—Quédate en el piso, plaga —gruñó Howard— A las plagas como tú. —Se sacó cuchillo del costado—. Hay que matarlas a apuñaladas.

Entonces le lanzó una puñalada al estómago. Brandon lo detuvo como pudo, al agarrar la hoja del cuchillo con sus manos, aunque igual se clavó un poco en su piel.

Brandon trataba de evitar la apuñalada con todas sus fuerzas, pero Howard Cloud le molió la cara a golpes.

Eso ocasionó que el agarre de Brandon se aflojara.

Y así el cuchillo le atravesó.

Brandon gimió de dolor mientras que Howard Cloud se reía como loco.

El asesino sacó el cuchillo, y lo volvió a clavar.

Y otra vez.

Y otra vez.

Y con cada apuñalada, la resistencia de Brandon para evitar la siguiente apuñalada, era menor.

—¡Muere, puto policia! —lo volvió a apuñalar. Brandon gruñó de dolor—. ¡Mi venganza está comple-!

Howard cayó repentinamente encima de Brandon. Muerto.

Caleb le había clavado un hacha en la cabeza, él empujó al asesino a un lado. Brandon respiraba con difícultad.

—¡B-Brandon! —gimió Caleb en shock, al ver la sangre salir sin control del cuerpo de su hombre.

—C-Ca-

Brandon escupió de pronto una bocanada de sangre. Caleb se quitó rápidamente la camisa y presionó las heridas en su abdomen.

—E-eso no servirá de nada... Ese bastardo me apuñaló muchas... Veces —dijo con dificultad.

—N-no, Brandon, t-tú...

De pronto se empezó a escuchar el sonido de las sirenas en la lejanía.

—A-al fin llegaron los refuerzos —murmuró Brandon, cada vez más pálido—... Es una suerte... Que Shaun me hubiera llamado... Cuando te fuiste...

—¡Brandon, por favor resiste, te llevaré a un hospit-!

Brandon comenzó a toser, soltando sangre sin parar; un charco de sangre comenzaba a crecer bajo ellos.

—¡Resiste cariño, resiste! —murmuraba Caleb sin parar, presionando cuanto podía, tratando de controlar sus lágrimas. Brandon le dió una suave sonrisa.

—Esta vez sí pude... Al fin pude... protegerte... Yo... Cumplí mi promesa... Caleb.

—Sí, sí pudiste, sí pudiste —dijo Caleb, ya llorando.

—Bien, bien... —murmuró Brandon distraídamente—... Tú mamá está bien, Caleb... Solo tiene un rasguño... En un costado... Ella está en la casa principal.

—Okey —asintió Caleb, aliviado solo mínimamente.

Las sirenas se escuchan cada vez más cerca, pero a la vez desesperantemente lentas.

Brandon estaba muriendo en sus brazos y ellos no terminaban de llegar.

—Caleb... Escúchame —pidió Brandon entre jadeos, acariciando su mejilla. Caleb asintió—... Sé feliz... Has una familia... Encuentra el amor... Olvida todo... Esto...

—¡No digas tontería!, ¡ya te tengo a ti! —gritó desesperado— ¡¿por qué demonios tardan tanto en llegar?!

—Caleb... Tienes que ser feliz.

—¡Brandon, no por favor, no me dejes!

—Ca... Leb.

—¡No por favor, resiste, por favor aguanta!

—No... Puedo... —murmuró Brandon con los ojos cerrados ya—. No dejes... Que él gane... Te amo... Ca-

La voz de Brandon se apagó.

Y su mano cayó al suelo.