El tutor 35

Por favor, no me lo quiten. Por lo que más quieran... No le lo quiten...

El tutor 35

¡No quiero perder a Bryan!, ¡no pueden quitarmelo!, ¡por favor!

Brandon...

El exágono los rodeaba como una firme y perfecta jaula.

Un enorme grupo de chicos y algunas mujeres, observaban desde afuera y animaban a que comenzara la pelea.

—¡Venga, venga! ¿Por quién apostan?, ¿el enano que parece un tanque o el altote con cara de querer matar a alguien? ¡Lancen sus apuestas! —exclamaba Shaun sin parar; controlaba las apuestas justo a su lado por fuera del exágono.

Brandon lo fulminó con la mirada.

—Cuando este show acabe, Shaun; voy a matarte lenta y agonizantemente —espetó frió, ajustando sus guantes de combate. Shaun sonrió pícaramente.

—Tranquilo, querido Brandon, que ustedes también van a sacar tajada de esto. ¡Ahora vé y partele la cara a tu ex! —gritó Shaun, secundado por el grito de ánimo del grupo a su alrededor.

—¡Oye bastardo!, ¡se supone que somos mejores amigos! —exclamó Caleb al otro lado del exágono, indignado.

—Lo siento, querido Caleb, pero Brandon tiene las apuestas ahora mismo; yo solo soy la voz del pueblo —se excusó el pelirrojo, encogiéndose de hombros.

Caleb soltó una sarta de maldiciones.

Brandon lo observó entonces.

Al otro lado del ring, Caleb ajustaba sus guantes sin ver a nadie en lo absoluto, parecía estar molesto, realmente molesto.

Pero eso a Brandon no le importó, lo único que le interesaba, era saciar la ira que lo gobernaba en ese momento; toda esa furia que iba dirigida a su ex... Al antiguo amor de su-

De pronto la campana sonó un par de veces y Shaun entró al ring con un micrófono.

—Bien, señores, ¡es hora de la peleaaaaa! —Los gritos de los espectadores acompañaron sus palabras—. ¡A mi izquierdaaa!, tenemos al, indudablemente, mejor asesor del departamento de policía de New York. Él es frío y cruel como nadie, y, si te portas mal, él definitivamente te va a castigar por ser un niño malo. Él es: ¡Brandoooonnn Mayeeeerrr! —celebró Shaun, mientras los hombres alrededor de ellos, rugían eufóricos.

Brandon hizo un gesto de descontento y fulminó al pelirrojo otra vez con la mirada.

—Shaun, empiezo a creer que estás disfrutando demasiado es-

—¡Y a mi derechaaa!, Tenemos a uno de los mejores ingenieros de toda New York. Él sobrevivó a un asesino serial, a sus traumas mentales, y, al mismísimo Brandon Mayer. Lleno de total colera porque su ex no lo deja en paz. Él es: ¡Caleeeeb Pressscoooott!

Caleb rugió realmente molesto. La tromba de apostadores también gritó junto a él.

Brandon chasqueó la lengua y se puso en posición de combate.

La campana volvió a sonar y Caleb rugió en cólera, viniendo hacia él como todo un tren descarriado.

Brandon solo pudo esperarlo fríamente; recordando brevemente, cómo todo llegó a este asalto entre los dos.

::::::

—¡Querido Caleb!, ¡llegaste! —celebró Shaun mientras abrazaba a Caleb—. ¿Listo para una peleita sin importancia?

Ese fue el saludo de Shaun hacía Caleb, quién lo miró sorprendido para luego observarlo a él.

Algo frío y viscoso se revolvió en el pecho de Brandon, cuando entendió lo que Shaun estás tratado de decir.

—Espera, espera, espera... No te estás refiriendo a que me pelee con Brandon, ¿verdad? —preguntó Caleb, algo alarmado, tragando en seco. Brandon frunció el ceño.

—¿Tienes algún problema con eso, Caleb? —preguntó Brandon, cruzándose de brazos. Su ex lo observó sorprendido unos segundos.

—Yo no quiero pelear contigo —dijo simplemente. Brandon chasqueó la lengua y Shaun soltó a Caleb.

—¡P-pero, Caleb!, yo tengo que dar una presentación y nadie quiere pelear conmigo —dijo Shaun haciendo un puchero—. Y tú no quieres pelear conmigo; y, si te pongo a pelear con alguien más, seguramente lo acabarás en un segundo.

Caleb observó el piso unos segundos antes de darle una mirada de disculpa a Shaun.

—Shaun, perdóname, pero no pienso pe-

—Vamos Shaun, es obvio que tiene miedo —intervino Brandon, soltando una risa sarcástica. Caleb frunció el ceño.

—Vamo Brandon, eso no es lo que quise decir.

—¿No?, ¿entonces qué? —inquirió arqueando una ceja. Caleb suspiró.

—Brando... En verdad lo siento. Sé que por las cosas que pasaron última-

—Ahorrate tu discursito de niño bueno y —señaló a Caleb al pecho— admite de una buena vez, que no quieres hacerlo porque no tienes a tu querido Bryan aquí, para que te diga qué hacer y qué no —se burló fríamente.

Con esas palabras, la mirada de Caleb se aceró abruptamente. Le golpeó el dedo a un lado.

—Repite lo que dijiste —gruñó Caleb, cada vez más molesto. Brandon había tocado la tecla correcta.

—Eh. Chicos —intervino Shaun entomcds—, por favor, bájenle al odio un poco, por fa-

—Dije que NO eres capáz de hacer un coño, sin que mamita Bryan, te tenga agarrado de la mano.

Caleb gruñó molesto, acercándosele. Casi le cae encima de no ser porque Shaun se interpuso y le detuvo.

—¡No te atrevas a meter a Bryan en esto, bastardo! —gritó su ex entonces; llamando la atención de todos con eso—. Todos sabemos que estás ardido porque las cosas NO te salieron exactamente cómo querías, cuando mataste a Jasper, alcohólico de mierda.

La ira hirvió dentro de Brandon aún más fuerte ante esa contesta.

—Oh. Mira quién habla; él que se la pasa llorando todo el día porque lo secuestraron. Pues adivina qué, Prescott, ¡tú nunca fuiste realmente algo importante en mi vida!, ¡solo fuiste la diversión del momento de la que no me dí cuenta qué duró más de lo necesario!

Eso era obviamente una mentira, pero igualmente notó que le dolió a Caleb. Fue un golpe bastante bajo.

—Y espero ver, el momento en que Bryan se de cuenta, de esa gran verdad. Tú solo eres un cobarde, mentiroso de mierda, y, que solo sirve para divertirse un rato. —Escupió al suelo, dándole de lleno a la zapatilla de Caleb.

Pudo notar cómo la vena en la frente de Caleb, palpitó con fuerza.

Su ex se agachó hacia él; aunque Shaun lo detuvo, igual Caleb ganó terreno, hasta quedar a su altura.

—Vas a pagar por lo que dijiste, maldito imbécil —murmuró venenosamente, con una mirada de hielo.

Brandon se rió brevemente.

—Y tú vas a pagar por jugar con mis sentimientos, bastardo —espetó de vuelta, escupiéndole esta vez en la cara, directo en la frente.

Caleb soltó un rugido de ira y trató de ir en contra de él de una vez, pero Shaun lo paró.

—¡CALEB, CALEB!, ¡EN EL RING, COÑO, EN EL RING! —gritó desesperado, tratando de detener a Caleb.

Su ex se detuvo y lo señaló.

—He cabiado de opinión... Voy a partirte la cara, bastado Mayer.

Caleb se alejó rápidamente y se paró de golpe en la recepción, asustando a todos con ello cuando pidió un casillero.

Brandon se relamió los labios entonces.

Al fin, se iba a desquitar como era; debido a todas las que su ex le debía... Él le iba a patear el trasero a Caleb Prescott.

::::::

Caleb atravesó todo el exágono a toda velocidad, con una tacleada que prometía clavarlo al poste del exágono.

Justo en el último momento, Brandon rodó en diagonal hacia adelante, dejando que Caleb se golpeara contra el poste.

Acuchillado, volteó, solo para ver cómo Caleb le lanzaba una patada descendente.

Caleb medía más de un metro noventa, mientras que Brandon solo tenía uno metro setenta... Una simple rodada no iba a bastar para salir de su alcance.

Brandon rodó en el suelo nuevamente, evitando el impacto contra el talón de Caleb. Y agachado, lanzó una patada baja a la rodilla de Caleb.

Este lo notó y rápidamente levantó la pierna y le lanzó una patada frontal. Brandon se protegió con los ante brazos, pero aún así, eso no evitó que cayera acostado bocarriba en la lona de lo fuerte que fue.

Auntomáticamente, supo que Prescott no solo era más grande también, sino que también era mucho más fuerte.

Caleb se lanzó sobre él para inmovilizarlo.

Si alguien del tamaño de su ex lo agarraba, sería el fin para Brandon.

Él rodó a la inversa hacia atrás, a la vez que pateó su rodilla. Caleb cayó se cara a la lona y Brandon se estiró con fuerza en el suelo, pateando con sus dos pies la cara de Caleb.

Automáticamente todos al rededor del exágono, hicieron un ruido de dolor y no era para menos. Brandon sintió en las plantas de sus pies, cómo le dobló la nariz a Caleb con el golpe.

Pero contra todo pronósticos, lo que Caleb hizo fue tomarlo de talones y levantarse; antes de que Brandon pudiera reaccionar, ya estaba de cabeza.

—Eh...

Caleb lanzó un rugido bestial y lo alzó con fuerza en el aire, casi a la altura de su rostro. Instintivamente, Brandon se protegió la cabeza de nuevo cuando Caleb tiró hacía abajo

De pronto sintió el impacto contra el suelo.

Aunque Brandon se protegió, el mundo a su alrededor se tiñó de negro unos segundos y le pitaron fuertemente los oídos. Él podía tener una contusión cerebral por esto.

Caleb soltó otro rugido y lo volvió a alzar... Pero está vez, Brandon detuvo el impacto con las manos, aún a costa de que le resintiera fuertemente en las muñecas, y, pateó a su ex el estómago para zafarse.

Brandon se paró de manos aunque le dolió y cayó acuclillado. Volteó a ver a Caleb.

Este no fue tras él, más bien, se revisó la naríz; se la enderezó y exhaló con fuerza, soltando un fuerte chorro de sangre que mancho una de las mallar que rodeaban el exágono, pero su naríz no sangró más.

Brandon se revisó y notó que tenía algunos cortes en los antebrazos y uno en la frente, pero este último no era muy profundo.

—¡Vamos, esas heridas no importan! ¡El que se desmaye primero o se rinda, pierde! —exclamó Shaun.

Con esas palabras, Caleb dió un paso hacia él... Y trastabilló.

Brandon aprovechó y se lanzó hacia adelante, dando un salto a la vez que golpeaba con todas fuerzas la cara de Caleb.

Este se fue hacia atrás, algo atontado, pero se recuperó y le lanzó, desde muy abajo, un upper.

Brandon lo esquivó aunque todo su lado derecho rozó el puño, dejándole esa parte caliente y con ardor. Caleb se impulsó con el movimiento le dió una patada en el centro pecho.

Brandon salió volando, hasta llegar un poco más allá de la mitad del exágono, totalmente sin aliento.

Antes de que pudiera recuperarse un poco, ya tenía a Caleb encima y agarrándolo de los costado y alzándolo nuevamente como a una muñeca.

Justo cuando lo elevó por completo, para hacerle una plancha y que así se aplastara de cara contra la lona, Brandon aprovechó la altura y le abofeteó los oídos con todo lo que tenía.

Caleb lo soltó, totalmente mareado, mientras se protegía la cara y se iba para atrás.

Brandon cayó de pie y no tardó ni un segundo en correr tras de Caleb, cazándolo y pateándole la rodilla derecha, tres veces muy rápidamente.

Caleb cayó arrodillado con un gruñido y Brandon aprovechó ese momento, para usarlo como saco de boxeo, golpeándolo sin parar aunque este se protegió.

La gente a su alrededor estaba eufórica por su aoarente victoria, pero eso a Brandon no le importó.

Él solo quería hacerle dañó a Caleb; quería que sintiera, en sus propias carnes, esos casi siete años que él había sufrido por su culpa; en los que había esperado por él; soñado por él; aguantado por él y hundido en la desesperación por él.

Brandon quería desquitarse, verdaderamente desquitarse, al punto que comenzó a gritar de furia mientras acribillaba sin piedad a Caleb por todos lados. Dónde viera un hueco en la defensa de su ex, ahí colocaba un golpe.

En algún momento, el medio del desenfreno, los brazos de Caleb, no soportaron más y cayeron, con lo que dejó desprotegida su cara.

Brandon le lanzó un aluvión se golpes a la cara, al punto de que bañó la lona, varias veces con salpicaduras de sangre de su ex.

Los espectadores estaban enardecidos por la paliza... Y, Caleb solo estaba ahí, indefenso, respirando con dificultad con el pómulo izquierdo profundamente lacerado; los labios partidos en tres partes; la nariz de nuevo doblada; un ojo totalmente morado; el otro empezaba a incharse y una ceja rota.

Brandon iba a acabar con su sufrimiento, con un derechazo de libro.

Cuando le fue golpear con todas su fuerzas en la mandíbula. Caleb lo miró, con algo de dificultad, a los ojos.

Y Brandon también lo miró a los ojos.

Y se congeló.

Durante diez segundos, ninguno de los dos se movió, aunque los espectadores se debatían entre, unos diciendo que lo rematará, y los otros diciendo que aprovechara.

Pero ninguno de los dos se movió.

En ese momento, ambos recordaron el primer día en que Brandon le enseñó a pelear a Caleb, el momento en que este no midió su fuerza y noqueó a su pupilo de un golpe.

Los momentos cuando sus lazos comenzaron a estrecharse... Eso fue lo que vieron ambos en sus ojos.

Al menos, así fue, hasta que Caleb terminó perdiendo la conciencia... Y Brandon lo atrapó antes de que se golpeara con la lona.

Los espectadores que apostaron por Brandon gritaron en jubilo, pero eso tampoco lo notó.

Él solo sostenía a su ex entre sus brazos, sintiendo un enorme e infinito vacío en su pecho. Murmurando una sola cosa:

—En verdad lo siento, Caleb.

Caleb...

Cuando Caleb abrió los ojos, sintió como si le hubiesen caído a batazos en la cara.

Aunque, honestamente, él preferiría que la realidad fuera esa. Tal vez, así no sentiría ese terrible sabor amargo en su interior.

A su lado Shaun silbó cuando él intentó sentarse.

—Con ciudado, querido Caleb, mira que Brandon en verdad te dió una buena paliza —advirtió Shaun, ayudándolo a sentarse.

—Eh. ¿Dónde estoy? —preguntó confundido.

Era una sala blanca con un enorme closet gris y unas cuatro camillas con algunos sillones al rededor.

—Ah. Sigues en el gym, esta es la enfermería —indicó Shaun. Caleb miró el suelo— Oye, una pregunta. ¿Tú en verdad te esforzaste en la pelea? —preguntó el pelirrojo con el ceño funcido.

Caleb desvío la mirada.

—¿Por qué dices eso?

—Eh. Bueno, no sé a quién quieres engañar exactamente, pero claramente vi unas tred veces en las que pudiste haber rematado a Brandon sin problemas... Y no lo hiciste; más bien, fue como si jugaras a ser el malo de la historia —explicó Shaun lentamente, recogiendo todo el material y los implementos, que había usado para curar a Caleb.

Este solo pudo suspirar.

Aunque, primordialmente, se había sentido bastante molesto y ofendido con Brandon, por todo lo que había dicho... Él igualmente, siempre supo que solo eran palabras para provocarlo.

Y cuando sonó la campana... Inmediatamente él supo, que no podría dañar a Brandon, al menos no de verdad.

Su derrota fue clara antes de siquiera comenzar la lucha.

... Y aún estaban esas palabras que escuchó antes de desmayarse.

"En verdad lo siento, Caleb"

Shaun chasqueó la lengua entonces, muy posiblemente por sentirse ignorado.

—Oye, realmente no sé que tienes, pero por lo que puedo percibir, debe ser algo bastante grave —prosiguió el pelirrojo—. Creí que si los hacía pelear, de alguna manera, así desfogarían todo el odio que se tienen, pero parece que calculé mal sus emociones —suspiró, sin la más leve pizca de una sonrisa—. En verdad lo siento, por creer que podría arreglar sus problemas, con algo tan estúpido como una pelea.

Entonces al fin observó a Shaun.

—No es tu culpa, Shaun, es toda mía. —volvió a mirar el suelo—. Siempre será culpa mía. Y no, no hay nada que pueda arreglar mi situación con Brandon, no la hay... Ni nunca la habrá.

En ese momento, Caleb ni se dió cuenta de que había comenzado a llorar.

—En verdad... Lo siento, Brandon —susurró algo roto, aunque la persona a quién debía de decirle, probablemente nunca lo escucharía.

Shaun no dijo nada, simplemente lo abrazó. Caleb se aferró al pelirrojo, sintiendo que el abismo entre Brandon y él, era tan grande y tan profundo, que ya no podía ver la silueta de su ex en el horizonte.

—Oye, igualmente creo que deberías intentar hablar con él —continuó Shaun—. Ustedes era una pareja grandiosa; ustedes se IBAN a casar. No pueden quedar como enemigos, cuando antes eran tan unidos, no es justo —dijo lentamente, con la voz monocorde—... Al menos... Al menos deberías tratar de que queden como amigos. Tú te vas a casar, y Brandon ya pertenece a tu círculo social... No puedes dejar, que la relación entre ustedes siga siendo tan tóxica y dañina, y que eso al final, termine siendo una maldición para ustedes dos y para los demás.

Caleb cerró los ojos; sintiendo, cómo las palabras de Shaun se clavaban en lo profundo de su ser.

—Debo ir a bañarme. Apesto a sangre y medicamentos —dijo Caleb en cambio, tratando de sonar como una broma y así salir del tema. Shaun lo observó sin expresión alguna.

—Vale. ¿Puedes caminar? —le preguntó su amigo, ayudándolo a pararse.

Caleb sintió como el piso se movió con cada paso, pero era algo manejable.

—Sí, sí puedo. Traquilo, iré a bañarme y me iré a casa a esperar a Bryan. Tengo que hablar con el sobre Brandon, hoy se lo contaré todo —le reveló a su amigo. Entonces Shaun al fin sonrió.

—Pues eso parece estupendo.

Caleb dejó a Shaun en la recepción y se dirigió a los vestidores, donde abrió su casillero y miró levemente su teléfono.

Estaba repleto de notificaciones de llamadas.

Aún así, no le prestó mucha atención a parte de verlo con curiosidad. Luego lo revisaría.

Sosteniéndose levemente de la pared, llegó hasta las duchas comunales... Solo para ver que todo estaba vacío.

Excepto por una ducha.

Brandon estaba apoyado de las baldosas, dejando que el agua corriera por su cuerpo libremente. No se movía, incluso ni parecía respirar, solo estaba ahí; paralizado en el tiempo.

Las oscuras sensaciones que su ex le provocaba, asaltaron a Caleb de golpe, aún más, luego de la golpiza que le propinó. Aunque él supiera exactamente por qué las sentía, eso no significaba que se detuvieran... Incluso aunque su cuerpo se erizaran ansioso, al ver el desnudo y musculado cuerpo de su ex novio. Y, recordara viejos tiempos que se sentían tan antiguos como si fueran de otra vida.

Caleb atravesó el pasillo y colocó la ducha de una esquina, al fondo de la habitación.

Ninguno de los dos se dijo nada durante mucho, mucho tiempo.

—...Ese tatuaje, el de tu espalda, soy yo, ¿no? Es nuestra historia —dijo Caleb por su parte, muy levemente; mirando la pared de ducha. Creyendo que el agua amortiguaría sus palabras.

Pero no pareció que lo dijo muy bajo, después de todo. Para cuando se dió cuenta... Tenía a Brandon justo al lado.

Caleb se movió rápidamente del susto, demasiado rápido para su estado, por lo que la cabeza le dió vueltas, muy mareado, y se fue de boca al suelo.

Brandon lo atrapó a medio camino.

El contacto de sus pieles desnudas, hizo que su visión se oscureciera. Una fría y asquerosa sonrisa sonó detrás de él; el frío atravesó de lado a lado sus hue-

—¡N-no! ¡Suéltame! —balbuceó mareado, asqueado; soltándose del agarre de Brandon y cayendo en el suelo sentado, temblando.

Su ex se agachó frente a él. Comparado, con Caleb, Brandon estaba practicamente entero y no tenía problemas. Este estiró la mano hacia él y...

—Caleb, ¿te sient-?

—¡No me toques! —gritó Caleb sin poder evitarlo, revolviéndose para alejarse de ese toque, de esa mano. Se sentía todo tan sucio.

Normalmente, él lo controlaba mejor... Pero en ese momento, no estaba en su mejor condición, y, su cabeza se sentía extraña; estába muy mareado.

Brandon apretó los labios, temblando.

—Caleb... Lamento lo que te hice allá afuera, yo... Simplemente no me controlé —dijo Brandon, frustrado. Caleb lo observó unos segundos.

—E-está bien, de todas formas me lo merecía. —Caleb se sostuvo la cabeza—. Y-yo... Nunca he sido justo contigo, así que está bien si quieres golpearme de-

—No digas eso —le reprendió Brandon—. Caleb, terminemos con esto. Yo sé que te pasa algo conmigo, algo malo —soltó de pronto.

Caleb se congeló.

—Por favor, solo dímelo. Yo lo entenderé; sea lo que sea, solo dímelo y todo estará bien —indicó Brandon suavemente, tratando de tocarlo.

Él volvió a rehuir de ese toque. Brandon recogió su mano y entrelazó sus dedos con fuerza.

—No puedo, lo siento, no puedo contartelo.

—Caleb, claro que puedes, solo debes de decírmelo y ya.

—Y-yo no puedo, Brandon, por favor; no insistas. Es complicado.

—¿Complicado? Caleb, no es complicado, solo tienes que soltarlo.

—Brandon, no puedo, yo-no-puedo.

—Pero, ¡¿por qué no puedes?!

—¡Porque tengo miedo!

Ambos se congelaron ante las palabras que Caleb soltó.

—Tengo miedo, tengo miedo de que sientas lástima por mí; tengo miedo de que no te alejes si te lo digo; tengo miedo de que estos sentimientos que hay entre los dos vuelvan si lo hago; tengo miedo de perder lo que he construído con Bryan por ello y tengo miedo de hacerte más daño del que ya te he hecho, Brandon... Yo solo... Tengo miedo.

Brandon lo miró unos segundos, antes de observar el suelo.

—El tatuaje en mi espalda, si eres tú. Es nuestra historia; desde el principio... Hasta el final.

Brandon se levantó y tomó sus cosas, para luego marcharse.

Caleb se mantuvo un buen rato en la esquina de ese enorme baño, llorando bajo la ducha abierta, y, dejando que sus lágrimas se diluyeran con el agua.

::::::

Caleb no se levantó de dónde estuvo tirado, hasta que un chico entró en el baño y corrió hacia él, ayudándolo a pararse.

Con el cuerpo, ahora frío por la ducha, él notó que apenas si l reaccionaba a sus órdenes, por lo que tuvo que esperar hasta sentirse un poco mejor, aunque alguien lo ayudó al final.

Se bañó como pudo; y, para cuando comenzó a vestirse, ya se sentía mucho mejor. Se colocó una camiseta gris; unos vaqueros ajustados oscuros y unos tenis marrones.

Una vez estuvo listo, recogió su bolso del casillero y salió de los vestidores; se despidió de Shaun y le prometió empezar a ir al ese gym. En parte, porque eso le permitiría pasar más tiempo con su mejor amigo, y también, para mejorar su cuerpo correctamente y también entrenar las artes marciales mixtas de nuevo.

Se subió a su auto en el estacionamiento y dejó pegadas las llaves al auto, sin encenderlo.

En ese instante, fue que se tomó el tiempo para revisar el teléfono. Necesitaba escuchar la voz de su hombre para sentirse mejor, en verdad lo necesitaba.

Pero antes...

Él frunció el ceño al que ver, cómo notificaciones habían pasado de ser veinte llamadas perdidas, a ser unas cincuenta.

Al revisar, notó que prácticamente todos sus conocidos lo habían estado llamando poco antes y durante la pelea hasta hace unos veinte minutos. Entre las llamadas, la gran mayoría provenían de Bryan Klein, su prometido. Caleb lo llamó.

—¿Hola? Bryan, no creerás lo que acabo de ve-

Caleb se congeló, al escuchar la voz al otro lado de la línea... La voz de alguien que no era su prometido.

Y se mantuvo estático miemtras esa voz le habló y le explicó lentamente el transcurso de los hechos.

Caleb no notó que era la voz del capitán Summers, el superior de Bryan.

Llegó un momento en que el teléfono se le cayó, pero Caleb se mantuvo en la misma posición, como si todavía estuviera hablando por teléfono.

Allí se quedó, por segundos, por minutos... Por casi cuarenta y cinco minutos, con su cerebro en shock; sin poder digerir lo que el hombre al otro lado de la línea, le había dicho.

Entonces se encogió dentro del auto, tomándose de los cabellos hasta casi arrancárselos.

Y gritó, gritó duro y sin control, gritó hasta quedarse afónico.

El mundo se volvió una mancha borrosa ante sus ojos y el aire no le entraba a los pulmones, por más que trataba de respirar.

Su primer instinto fue salir del auto, aunque su cerebro no podía procesar la simple idea de abrir la puerta, no recordaba cómo.

Entró en pánico.

Caleb gritó desesperado, empujando con fuerza la puerta, mirando sin mirar, respirando sin respirar.

Escuchó gritos a su alrededor y uno que pareció como el de Shaun, pero no lo supo con claridad.

De pronto, la puerta del auto se abrió y Caleb cayó al asfalto del estacionamiento.

—Bry... An... Bry... An... Bry... An...

Caleb balbuceó esto sin parar, aunque lo revolvieron para que recuperara la cordura o incluso lo abofetearon, pero nada.

Nadie tuvo que administrarle nada para calmarlo... Caleb por sí solo se desmayó, al faltarle el aire por completo.

::::::

Cuando volvió a despertar, Caleb notó que esta vez estaba en otro lado.

Pero eso no importaba; no importaba dónde estaba; no importaba cuánto tiempo había pasado; no importaba su condición actual; ni si quiera le importó que al levantarse, se desgarró el brazo al sacarse la intravenosa con ello.

A Caleb solo le importaba una cosa: Bryan.

Las enfermeras que lo tenían vigilado, se asustaron, al ver que salió de pronto de la habitación. Caleb se arrastraba contra la pared, sintiéndose cada vez más mareado, debido a la perdida de sangre en su brazo.

Las enfermeras, trataron de sujetarlo entre todas, pero no podían. Caleb había levantado por los aires y azotado a Brandon, que era un mastodonte; un grupo de enfermeras era nada.

Tuvieron que buscar a los enfermeros más fuertes de todo el hospital, para que lo contuviera y lo sedaran de nuevo.

Incluso mientras Caleb volvía a quedar inconsciente, no podía parar de repetir el nombre de su amado Bryan, sin parar.

::::::

La tercera vez que Caleb despertó, fue cuando realmente volvió en sí, aunque sus extremidades, su torso y su cabeza, estaban atadas con gruesas correas a la cama.

Sintiendo, cómo su corazón era un simple pedazo de carbón, justo como en ese momento lo era Bryan.

Caleb no se movió, ni habló, incluso trató de respirar lo menos posible; no supo cuánto tiempo estuvo así, ni si era de día o de noche.

Nada le importaba ya... Sin Bryan, ya nada le importaba.

Brandon...

El pasillo del hospital estaba totalmente lleno de personas.

Aunque se suponía que solo los familiares deberían de estar ahí; las enfermeras y los doctores, habían hecho una excepción, y, ahí estaban toda clase de personas.

Brandon podía ver que todo el equipo de bomberos, incluyendo a los familiares de estos, estaban ahí; también habían varias decenas de personas que no podía calificar quienes eran; también estaba Cameron, Roger, y él; así como también estaban Daniel, Helen... Monic y Tim.

La única persona que no estaba ahí, que era quien más debía de estar ahí, y por ende, quien estaba más afectado, era Caleb.

Bryan estaba vivo; sorprendentemente, estaba vivo... O eso era lo que ellos esperaban.

Cuando él vio la noticia de lo sucedido en la televisión, Brandon lo primero que hizo fue sentarse y mantener se estático, viendo sin realmente ver la televisión... Maldiciéndose sin parar, por haber llevado a Caleb tan al borde en un momento como ese; con una estúpida venganza, que ya debería de haber superado; en una pelea sin sentido alguno.

Lo segundo que hizo, fue llegar salir corriendo al hospital donde estaba ingresado Bryan, para saber más sobre lo sucedido.

Lo que ocurrió fue esto.

Cuando la segunda explosión azotó el edificio, y, Bryan empujó a todos fuera de la zona del piso que se empezaba a derrumbar, él cayó en el infierno que había en el piso de abajo, producto de la explosión.

Sus compañeros, apenas habían tenido tiempo de gritar su nombre, pero no de llorar su muerte. Ellos, tenían que escapar junto con las víctimas de esa marea de fuego que estaba, casi literalmente, derritiendo el piso.

Cuando ellos salieron, a los dos o tres minutos, nadie lo sabía con claridad, una bola de fuego rompió una de las ventanas del tercer piso y se lanzó al vacío, cayendo en el parabrisas de uno de los camiones.

Los bomberos automáticamente lo bañaron con un extintor... Solo para descubrir que era un Bryan totalmente irreconocible, con la ropa y la máscara, totalmente derretidas y pegadas a su cuerpo quemado.

Bryan había sufrido quemaduras de tercer grado en la totalidad de su cuerpo. Tenía los ojos, boca, pulmones y estómago, terriblemente dañados; tuvieron que retirar gran parte de su piel, de por sí ya dañada, al tener la ropa y la máscara derretida, totalmente pegadas.

Bryan en ese momento estaba en estado crítico en la UCI... Los doctores les habían indicado que las posibilidades de supervivencia eran extremadamente bajas.

Caleb estaba en shock en una de las habitaciones del hospital, totalmente roto y ausente. Los médico estaban pensando seriamente en llevarlo al ala de psiquiatría, pero entre Daniel y él, lograron evitar que lo movieran.

Brandon estaba seguro de que Caleb reaccionaria en algún momento, él tenía fé en ello... Debía de tenerla.

::::::

Pasó una semana... Y las personas que habitaron la sala de esperas del hospital, fue mermando hasta que solo estaban Tim, Monic, Cameron, Roger y él. Aunque Shaun, Cris, Daniel y Helen, iban y venían en cuánto podían, así como también los compañeros de Bryan, que le daban a este, un vistazo a diario.

Roger ya le había advertido con un gesto de disculpa, que el capitán ya le pedía volver al deber y que trataría de estar la mayor cantidad de tiempo posible... Brandon tuvo que conformarse con mantener entre él y Cameron barco, él solo junto a Cameron...

Esa mañana, las noticias empeoraron.

Los doctores les explicaron que Bryan, había contraído una infección en la pierna derecha debido a sus masivas heridas y la ropa derrida; y, explicaron que los antibióticos no estaban haciendo efecto.

Sin piel que lo protegiera de las enfermedades, Bryan era extremadamente susceptible a contariarse hasta de la más inofensiva bacteria o virus que flotara en el aire... Y al final pasó en una de las peores forma.

Durante la semana, por más que los doctores trataron de detener la infección, esta no fue suprimida... Por lo que tuvieron que tomar medidas drásticas y cortarle la pierna derecha a la altura de la rodilla, antes de que la infección provocara una septicemia y lo matara.

Los pronósticos de vida para Bryan, eran cada vez más bajos.

Brandon, pocas veces se había sentido tan impotente. La situación era realmente desoladora y desesperante. Aunque trataba de mantener a Monic y a Tim a flote; no conocía lo suficientemente a la mujer, como para que su apoyo fuera realmente efectivo. A pesar de que ella trataba de mostrarse fuerte, no era difícil verla llorar en las esquinas, cuando nadie la veía.

Por otro lado, aunque su relación con Tim era más estable y fuerte; en esos momentos, debido al maldito beso que se le había ocurrido estúpidamente darle, esta se había tambaleando... Y Tim practicamente ni lo escucha, ni a él ni a nadie.

Y Cameron ya de por sí hacía demasiado estando ahí para ellos, su hermano no era de palabras amables y compasivas. Él ya estaba haciendo todo lo posible, cubriendo todas las necesidades de los que seguían en la sala de espera y pagando todo lo que Bryan necesitaba. Pedirle más, probablemente haría colapsar a Cameron.

Pero aún así, todo se derrumbaba en esa situación.

Él sabía que Bryan era muy importante para su pupilo, tanto o se podría decir que más que su madre; y por ello, el chico platinado llevaba todo el asunto fatal: No hablaba con nadie; apenas si se movía de su silla; siempre tenía la mirada perdida y vidriosa... Brandon no podía calcular, en qué momento su estudiante quedaría en un estado parecido al de Caleb, solo sabía que era pronto, tal vez demasiado pronto.

Y Brandon también estaba al borde del colapso. Aunque Bryan hubiese tenido lo que por años, él había deseado; el bombero, era un hombre que se hacía querer; con una personalidad explosiva y brillante, capáz de animar a cualquiera y hacerlo sentir cómodo... Era un buen hombre al que le había pasado algo que no merecía, y Brandon estaba conmovido por ello, aparte de que practicamente, él podía considerarlo como su amigo.

Así que el día en que le habían amputado la pierna a Bryan, ese día, él fue a visitar a Caleb.

En un principio, Brandon no había querido ir, para no tener que ver el terrible estado en que Caleb estaba.

Pero ese día fue a verlo, tenía que hacerlo. Los doctores le pronosticaban a Bryan, menos de un cinco por ciento de probabilidades de sobrevivir y Tim se había desmayado, luego de les explicaran esto.

Monic y Tim, necesitaban a alguien cercano que los ayudara a superar, la terrible crisis en la que estaban... Y en caso de que Bryan realmente muriera, Caleb tenía el derecho y el deber, de ir a ver a su prometido aunque fuese una última vez.

Brandon solo pudo sentarse al lado de Caleb, que se mantenía acostado en la cámara, mirando al techo fijamente; tardando tanto en parpadear, que tenía los ojos rojos y llorosos.

Brandon lo observó unos segundos, tomándolo al final, firmemente de la mano. Caleb no mostró reacción alguna.

El estado de Caleb era en parte su culpa; así que él, iba a darlo todo para tratar de traerlo de vuelta. Daniel lo habías logrado con Helen, así que él tenía la esperanza de traerlo de regreso.

Brandon observó unos segundos a su ex, antes de hablar:

—Caleb... No tengo buenas noticias para ti —susurró suavemente—. Bryan está muy grave; los doctores creen que será un milagro si supera la semana. Sus órganos internos están terriblemente dañados... Quemados.

Y también tuvo una infección en un pierna, que no pudieron curar, así que tuvieron que amputarsela antes de que le causara una gangrena o la infección llegara a la sangre... Tim y Monic están al borde del colapso, y, temo que pronto terminen como tú o hasta peor.

Y sé que te duele. Bryan lo es todo para ti, no hay nada más importante para ti que él... Pero los demás te necesitan para seguir a flote. Tim y Monic te necesitan... Yo te necesito. —Brandon se detuvo, sintiendo que iba a perder la voz; apretó la mano de Caleb, con fuerza—. Tienes que levantarte, tienes que luchar... No puedes dejar que la posible partida de Bryan, te impida verlo una vez más... Él necesita tu apoyo más que nadie, tienes que estar ahí... Tienes que estarlo Caleb. Debes de tener fé.

Brandon observó unos segundos a Caleb, esperando alguna reacción, algún milagro o que Dios mismo de pronto apareciera, e hiciera que su ex se levantara.

Nada de eso pasó, y Brandon tuvo que irse, sintiendo que pronto todo terminaría en devastación.

Al día siguiente... Caleb apareció en el pasillo con un pijama blanco, siendo llevado por un enfermero; tenía el rostro totalmente descompuesta y con los ojos vacíos.

Pero estaba ahí, al fin.

Cuando se percataron de su presencia. Por primera vez en la semana, Tim reaccionó a algo y se levantó.

—Tío —murmuró el platinado, para sorpresa de todos.

Caleb no respondió, solo se soltó del enfermero y caminó con cuidado hacia ellos, abriendo los brazos.

Tim corrió hacia él y se refugió en sus brazos, y, apenas lo hizo, se hecho a llorar. Caleb lo abrazó.

—Todo... Va a estar... Bien —murmuró Caleb con la voz rota y ronca. Llevaba una semana sin hablar.

Monic se acercó a ellos en silencio y abrazó a Caleb, llorando desconsolada también.

La imágen de esos tres juntos, como una familia, hizo Brandon soltara algunas lágrimas por unos segundos. Cameron le puso una mano en su hombro.

—Todo va a estar bien —fue lo primero que dijo su hermano, desde que había llegado al hospital. Brandon también lo creyó.

Todo iba a estar bien.

::::::

Cuatro días después, los doctores le indicaron que Bryan había contraído otra infección a causa de sus quemaduras, esta vez en su mano izquierda.

Durante esos días, Caleb había permanecido junto a ellos, cada vez más tiempo. Los psicólogos le hicieron una evaluación y decidieron que Caleb, ya estaba lo suficientemente estable como para estar ahí; así que al cuarto día, estuvo todo el día con ellos.

La tensión en el ambiente debido a la noticia, era terrible. Asfixiante.

Aún así, curiosamente nadie entró en pánico como cuando Bryan sufrió la infección en la pierna. Aunque Brandon y Cameron, sabían que muy seguramente, a Bryan le terminarían amputando la mano también... La familia no entró en crisis.

Caleb se notaba que todavía estaba mentalmente inestable, pero a pesar de todo por lo que estaba pasando, siempre mantuvo una pequeña sonrisa en sus labios y permaneció en calma, contagiando con ello a Tim y Monic; incluso tonteaban un poco, imaginando las cosas que diría Bryan y los chistes estúpidos sobre quemaduras que haría cuando recuperara la consciencia.

Brandon, no quiso pensar en lo que esas escenas le hacían a su corazón; lo que le hacía el ver una vez más, después de tanto tiempo, al terriblemente y maravillosamente fuerte hombre del que una vez se enamoró.

Esa noche, cuando todos volvieron a dormir en la ya más que conocida sala de espera, y Caleb se fue a su habitación; en algún punto de la noche, Brandon tuvo ganas de ir al baño.

El hospital estaba en total silencio y las enfermeras apenas se paseaban por los pasillos, seguramente porque la mayoría de ellas, estaban pendientes de la condición de Bryan.

Al llegar al baño, escuchó unos leves sollozos. Brandon tragó en seco y entró.

El llanto no tardó ni un segundo en reconocerlo, era Caleb. Él siguió su ruido hasta llegar al baño de los discapacitados.

Al abrir la puerta del apartado, se encontró a Caleb sentado sobre la tapa del retrete, llorando mientras ser cubría la cara con las manos. Brandon se agachó a su altura, extendió sus mano para tocar a Caleb... Pero se detuvo al final, sintiendo una fuerte impotencia y desazón en su corazón.

—B-Bryan, es zurdo —murmuró su ex sin parar de llorar, tratando de serenar su voz. Brandon observó, impotente, el suelo—... Él es zurdo. ¿Qué hará si pierde la mano?... ¿Acaso si quiera volverá a despertar? —Caleb se abrazó a sí mismo—... Yo sé que él va ha morir, lo sé muy bien, lo sé por completo... Pero al mismo tiempo, tengo está maldita esperanza que me carcome; este sueño de que él va ha despertar, de que no pueden quitarmelo así... E-es estúpido

—No es estúpido desear que esté a tu lado, Caleb; tú lo amas —murmuró Brandon levemente—. De verdad lo amas, así que no te sientas avergonzado por querer que esté bien, ¿de acuerdo?

Caleb lo observó unos segundos, recuperando un poco el aire y estabilizando su respiración, asintió.

—E-está bien que quiera que él esté a mi lado —afirmó su ex lentamente. Brandon asintió.

—Así es.

—Está bien que sea egoísta con mi prometido. —Caleb se frotó el rostro—. Está bien que lo quiera a mi lado... P-pero aún así, m-me lo van a quitar y-y no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo... Y-y n-no quiero que muera, Brandon, no quiero que muera Bryan, ¡no por favor! —suplicó, cubriéndose el rostro—. ¡No quiero perder a Bryan!, ¡no pueden quitarmelo!, ¡por favor! —suplicó sin parar—. ¡Por lo que más quieran, por favor!

Brandon no pudo soportar más el ver el dolor de Caleb y lo abrazó, tratando de consolar con su cuerpo, lo que no podía con las palabras. Este se aferró a él como si fuera su tabla de salvación, sin poder parar de llorar.

—P-por favor, no me lo quiten por favor, no, no me lo quiten...

Brandon lo sostuvo con todas su fuerzas, con todo su corazón.

Lo sostuvo hasta que Caleb se durmió entre sus brazos.

Caleb...

Si había algo que Caleb había aprendido en esas tres semanas, era que no había algo más dañino y estresante que el azar. Él aprendió, que el azar es uno de los infiernos que existen en la tierra.

Él no saber que pasará, simplemente saber, que algo ocurrirá y que solo podrían ser cosas malas, le estaba minando y le estaba costando caro; a él y a todos.

Esas tres semanas en el hospital, luego de que se recuperó del estado en el que quedó, se sentían como siglos. Caleb físicamente podía decir que había perdido unos diez kilos y envejecido como unos quince años... Ya ni se reconocía de antes de que esa pesadilla empezara.

Las sensaciones que le invadían en esta ocasión, eran exactamente iguales a qué sintió cuando fue atrapado y múltiples veces violado, por el asesino de la "C" y Howard Cloud; por eso él sabía que era un infierno, no era el mismo infierno, pero al fin y al cabo, un infierno.

Hasta que ese oscuro túnel empezó a mostrar la luz al final...

A cinco días después de que se les indicó, que Bryan tenían una infección en la mano izquierda, los doctores anunciaron, que habían logrado controlar exitosamente esta infección y esta, comenzaba a desaparecer al fin.

Bryan conservaría la mano.

Luego de eso, poco a poco empezaron a llegarles más y más buenas noticias. La inflamación en los órganos ya estaba bajando al fin y la piel ya se está recuperando a paso veloz.

A las tres semanas de que Caleb recuperó un poco de cordura, los doctores revelaron que Bryan ya estaba estable, aunque seguía en coma.

A pesar de esto último que se les notificó, el que Bryan estuviera al fin estable, era una gran noticia, un gran paso.

Fue la primera vez en todo ese tiempo, que Caleb sonrió de verdad y no fue solo una fachada, para mantener estable a los demás.

Luego de que Brandon lo sostuvo aquella noche en el baño, cuando lo sintió tan cerca como hacía años no lo había sentido, su ex se mantenía practicamente todo el tiempo a su lado; no lo volvió a tocar o abrazar, pero Brandon si se mantuvo a su lado serena y firmemente.

Durante ese tiempo, aunque Caleb sentía esas oscuras sensaciones que lo poseían cuando estaba junto a él, también era cierto, que eran totalmente opacadas por el alivio de sentir a su ex a su lado. A Brandon a su lado.

Caleb terminó siendo dado de alta a las dos semanas de que estuvo en el hospital.

Las cosas se tranquilizaron un poco, aunque ni Caleb, ni Brandon, se movieron de la sala de espera, siempre con una silla de por medio, alejados; pero, al mismo tiempo, siempre juntos. Esperando alguna señal de que Bryan despertara.

Eso ocurrió a los tres días de que llegaron las buenas noticias.

Cuando él doctor les indicó que Bryan había abierto los ojos, Caleb se sintió muy feliz, al punto de que por un momento había abrazado a Brandon, quién lo miró asombrado, aunque también feliz... Y a la vez, él no pudo evitar sentiese muy nervioso.

Durante toda esa pesadilla, nunca los habían dejado entrar a ver a Bryan, por seguridad hasta que su piel estuviera realmente firme, o por lo menos las capaz más profundas de esta.

Pero los doctores al fin dieron el permiso de ver a Bryan al día siguiente, luego de que le hicieran una evaluación general.

Todos estaban felices; y, obviamente, todos acordaron que él tenía que ver a su prometido primero.

Eso, sin sabe por qué, asustó a Caleb.

Esa noche, él puso un pié en su casa, por primera vez en más de un mes, y se dió una ducha a fondo y en condiciones, nada que ver con las salpicaduras de agua que se daba en los lavamanos del baño del hospital.

A primera hora del día siguiente, fue a ver a Bryan.

Pero apenas dijo que iba a ver su prometido... Le negaron el acceso.

—¿Qué?, ¿por qué no puedo ver a Bryan? —preguntó confundido.

Las enfermeras, se miraron ente ellas unos segundos.

—Eh. Bueno, ocurre que el paciente, nos pidió explícitamente que nadie lo viera, bajo ninguna circunstancia —explicaron—, tratamos de que cambiará de parecer, pero realmente no quiere. Y los psicólogos evaluaron que probablemente está en shock por el estado de su cuerpo, así que prohibieron la entrada también. Lo siento.

Caleb quedó petrificado unos segundos, sin saber qué decir al respecto. No tuvo que pensar mucho para entender lo que ocurría.

Bryan había sufrido quemaduras en todo su cuerpo, en TODO su cuerpo; quemaduras muy graves, a parte de que habían tenido que practicamente arrancarle la ropa del cuerpo y el plástico de la cara.. Su prometido debía de estar irreconocible.

El alivio se convirtió en certidumbre, cuando Bryan se negó a verlo a él y a todos durante los siguientes tres días. Los doctores le explicaron que varias veces trataron de convercerlo para que los dejara entrar, pero Bryan se negó rotundo cada vez.

Al octavo día, por la noche, Caleb se hartó de la situación y tomó cartas en el asunto.

Mientras todos dormían nuevamente en la sala de espera, y las enfermeras atendían a otros pacientes, que recientemente habían llegado a urgencias. Caleb se coló, silenciosamente, en el nuevo cuarto de Bryan.

Al entrar, notó que la cama estaba rodeaba con un manto, seguramente era una protección para el todavía delicado, estado de Bryan.

Caleb se puso rápidamente toda la indumentaria necesaria, escuchando sin poder evitar el monitor que leía las pulsaciones de su prometido y la máquina que le ayudaba a respirar.

Caleb aspiró todo el aire que pudo, preparándose para lo que fuera a ver... Y cruzó el plástico.

Todo el aire que había acumulado, lo perdió.

Debido a que la piel de su prometido aún no se recontituído lo suficiente, él estaba vendado.

Completamente vendado.

Brazos, piernas... No. La pierna... Caleb no pudo evitar mantener su vista fija en la completa falta de su pierna derecha hasta la altura de la rodilla.

Bryan no tenía ni un solo pelo de su abundante hermosa cabellera... Su cabeza estaba totalmente vendada, solo con espacio para sus ojos nariz, por dónde entraba el oxígeno con diminutos tubos, y boca.

Y lo que podía ver era de un profundo rojo oscuro muy cuarteado, muestra de que su piel apenas si empezaba a recuperarse; estaba totalmente seca y agrietada, con agua y algo de sangre, escapando por las grietas en cada leve momimiento que hacia. No tenía pestañas.

Caleb suspiró realmente afectado, sin saber cómo reaccionar ante la apariencia de su hombre.

Antes de que él pudiera irse y pensar sobre el estado de Bryan, escuchó un ligero y casi afónico, gemido de dolor.

Bryan abrió levemente los ojos y lo vió.

Él no se había preparado para ver los ojos de su prometido abiertos; Caleb había esperado el poder verlo dormido, no despierto.

No sabía que decirle a Bryan.

Pero este, por su parte, como siempre respondió a esa incógnita.

Bryan suspiró ronco, gimiendo de dolor trémulamente al final, para luego darle una liviana sonrisa a Caleb, aunque eso derivó en que sus resecos labios se rompieran en dos partes y sangrara levemente.

—S-supongo... Q-que me... V-veo fatal... ¿No? —dijo Bryan con dificultad, su voz se escuchaba como si se hubiese tragado un kilo de tierra o como si sus cuerdas vocales fueran papel de lija; no sonaba a su voz en lo más mínimo.

El diabólico fuego de aquél edificio, solo lo había tocado unos tres minutos a lo mucho... Y eso había bastado para que se llevara todo lo que Bryan fue alguna vez.

Caleb solo pudo sostener su boca, sintiendo como iba a empezar a llorar en cualquier momento. El que Bryan le hablara, de alguna manera, hacía que toda la situación se sintiera mucho más... Real. Pesada.

Bryan cerró los ojos, despellejándose ligeramente los párpado con ello, y suspiró.

—P-por esto... No quería... Que me vieran. —Los ojos de Bryan se mostraron atormentados unos segundos, antes de soltar una risa que sonó más a un perro con tos—. Creo que ya... Puedo decirle a Tim... Que entiendo lo... Que sintió cuando... Lo quemaron... Soy un pollo asado, pasado de coción.

El tristeza de Caleb pasó a ser enfado.

—No digas esas cosas, Bryan; no es divertido.

—Jo... Y-yo que estuve... Quemando mis neuronas... Por eso.

Incluso en esa horrible situación, Bryan seguía bromeando... Caleb no sabía si golpearlo o besarlo.

—Tú no tienes remedio —suspiró. Bryan se carcajeó levemente, aunque rápidamente comenzó toser. Caleb se alarmó—. ¡¿Bryan?!

—A-a... G-gua —murmuró su prometido, señalando con la mirada el vaso que estaba al lado.

Caleb rápidamente lo tomó y le dió de beber con la pajita. Los resecos y costrosos labios, se humedecieron rápidamente, notando así, el alivio inmediato en Bryan.

—... Gracias —susurró Bryan, acomodándose levemente en la cama, gimiendo de dolor por ello—. Lamento no... Haberlos dejado entrar... P-pero y-yo...

Caleb lo calló, alzando la mano.

—Esta bien, Bryan. No tienes que explicar nada... Lo importante es que estás bien y estás aquí, conmigo —dijo con la voz algo rota, sintiendo alivio de ver qué Bryan, aunque se había quemado hasta quedar irreconocible, su personalidad no se había vuelto cenizas.

Él en verdad estaba ahí, con Caleb.

Bryan solo pudo observarlo, algo afectado por el dolor que los analgésicos y la anestesia, no podían apagar ni a la mitad, y también, por las palabras que Caleb había dicho.

—... C-Caleb, yo-

—Yo te amo, Bryan, te amo en verdad —murmuró Caleb rápidamente. Los ojos de Bryan se cristalizaron con ello—, y no me importa que tan mal estés, o si vas a tener que usar muletas y cremas especiales toda la vida, incluso si ya ni podremos tener sexo o salir por ahí, yo-

—C-Caleb, escúchame... Por favor —le interrumpió Bryan, lentamente—... Yo, ya no me... Quiero casar contigo... No quiero más ser tu novio.

Continuará...

Bueno chicos, sé que no les gustará Loque voy a decir, pero este es el último cap que publicaré en el año. Lo siento uwu

Es broma XD

Pero sí va a ser el último de está tanda, tendrán que esperar a que publique la tanda de lo demás, para volver a ver, qué va ha pasar a continuación.

Debo decir, que cando me planteé esta parte de la historia, supe que iba a doler, y la verdad me afectó un poco, incluso lloré algo cando me imaginé todo el asunto y lo que va ha pasar a continuación.

En la conversación que viene, entre Caleb y Bryan, verán el verdadero núcleo de Bryan, algunos me dijeron que no les gustaba porque él parecía demasiado perfecto... Bueno, en el cap 36 verán las emociones más profundas del hombre, perdón, ex hombre risueño de Caleb.

Ahora, entramos en una vorágine, donde Caleb va a enfrentar realmente sus miedos y verá a Brandon cara a cara.

Las cosas empiezan a ponerse tensas señores, en especial, porque Howard Cloud no ha aparecido todavía, cómo afectará su aparición a la historia? Es secreto uwu

Estamos llegando al final señores, aunque soy malísimo pronosticando caps, puedo decir, casi sin margen de error, que quedan solo diez o doce caps.

Acompáñenme a ver el final de está historia, nos estamos leyendo y gracias por todo.

Si quieren o desean comentar algo, pueden comentar o pueden escribirme a adeth.maldito@gmail.com yo siempre respondo.

Gracias.