El tutor 32

Lo que fuera a decir Bryan de quedó en el olvido cuando Caleb se puso bocarriba y flexionó las piernas hacia su pecho, mostrando como su ojete se habría y se cerraba "Q-quiero más, mi señor"

El tutor 32

Joder amor... En verdad eres el mejor.

Caleb...

La música se escuchaba amortiguada dentro de la oscura oficina de Cameron. Mientras que el dueño del antro terminaba algunas llamadas, Caleb detalló el lugar.

Siguiendo la temática del lugar, la oficina tenía suelos de madera oscura y parades negras; en contra parte, toda la inmobiliaria y las decoraciones eran de un pulcro blanco y matices de grises, pero una pared era en su totalidad de vidrio polarizado y mostraba la pista de baile, que ahora estaba en total calma y con la gente bailando tranquilamente.

En el sofá estaban sentados ellos tres: Tim, Shaun y Caleb.

Shaun, aunque su aspecto era bastante diferente con su cabello largo y las raíces teñidas de negro; su tatuaje tribal en el pecho y las perforaciones en las orejas y pezones, era prácticamente el mismo. Con Cameron ocupado en el teléfono, Shaun silbaba despreocupadamente una canción de cuna, como si nada de esto tuviera que ver con él.

Por otra parte, a su lado, Tim parecía bastante tan nervioso, al punto de que no había parado de temblar desde que entraron a ese lugar y eso que llevaban unos quince minutos esperando. Con la mirada cabizbaja y cristalizada, él parecía muy arrepentido. Se veía realmente tierno con ese suéter ajustado gris oscuro tejido a mano que le llegaba hasta un poco más arriba de medio muslo.

Seriamente esperaba que su sobrino cargara algo debajo de esa prenda.

Y por último, Caleb solo estaba ahí, sin saber muy bien que hacer o sentir respecto al hecho de que Shaun estaba ahí, es decir, AHÍ con él.

En ese momento Cameron colgó el teléfono y se sentó frente a ellos; se quitó el sombrero y lo tiró en la mesita de estar; se desabotonó el saco y encendió un puro.

Cuando este soltó una enorme nube de humo, fue que los observó a los tres, fijamente y con las entecejo fruncido.

—Realmente ustedes tres me hicieron la noche, bastardos —espetó fríamente.

A su lado, Caleb notó cómo el temblor de Tim practicamente se quintuplicó, parecía estar a punto de llorar o de estallar... Tal vez las dos cosas a la vez.

Shaun, por su parte, se estiró como un felino y luego aplaudió. Cameron lo observó como una cobra, lista para morder, y dijo:

—Y tú, escoria humana, mierda andante, cucaracha infecta, bastardo retorcido... De todas las basuras que pude haber esperado encontrarme, tenía que encontrarme con la peor.

Shaun en respuesta le lanzó un divertido beso al aire.

—¡Hola camaroncito, cuánto tiempo ¿No? ¿Cómo te va? Yo estoy muy bien, gracias por preguntar! —exclamó Shaun en cambio con una enorme sonrisa—. Por cierto, te queda muy bien ese estilo de mafioso ochentero; muy del padrino, eh, y como ahora eres el dueño del lugar, pues junto al antro, combinas de miedo...

El rostro de Cameron se tornó de un rojo furia mientras comenzaba a temblar, seguramente para evitar lanzarsele a Shaun encima.

Caleb admitió que si Bryan hubiese visto la escena, se hubiese revolcado en la risa. Automáticamente supo que Shaun y su prometido se iban llevar bien.

El pelirrojo le volvió a lanzar un beso a Cameron.

—Vamos camarón, sabes que te quiero con toda el alma.

—Ve a querer a tu abuela, fenómeno de mierda —espetó Cam molesto de vuelta.

Shaun se carcajeó divertido.

—Y tú —continuó Cameron ahora refiriéndose a Tim, sin hacerle caso la risa de su amigo—. Jamás pensé que fueras del tipo de chico que causa problemas, niño —terminó frío.

Tim parecía al borde del llanto.

—L-lo siento, se-señor Mayer, r-realmente no fue mi intención.

Caleb entonces observó a Cameron.

—¿Que está ocurriendo? —preguntó al fin.

Cameron le dió una calada a su puro antes de responder:

—Estuve hablando con los hombres que mandaron al hospital. —Sacó una diminuta guillotina y de pronto cortó lo que había fumado del puro, guardándolo—. Al parecer todos creían que Tim simplemente estaba actuando su incomodidad, que estaba jugando el papel de "sumiso retraído y virginal".

El rostro de Tim se tornó rojo.

—L-lo siento mucho.

—Pero ellos me atacaron cuando me acerqué ¿Eso no vale de algo? —increpó Caleb, incrédulo.

Cameron suspiró.

—Irónicamente, Prescott, tú eres el que menos daño hizo —dijo Cameron sorpresivamente—. Estabas protegiéndote a ti a tu sobrino; por desgracia, todo el contexto de la situación era un desastroso mal entendido.

Si Tim hubiese hablado, ellos no hubiesen actuado así, o, si hubiera aclarado la situación en vez de mantenerse callado, nada de esto habría pasado.

—¿Entonces por qué estoy yo aquí? —preguntó Shaun, sorprendido. Cameron lo observó a punto de notar espuma por la boca.

—¡MANDASTE A DOCE HOMBRES AL HOSPITAL Y AHORA YO TENGO QUE PAGAR LOS SERVICIOS ¿TE PARECE POCO, MALDITO?! —gritó fuera de sí.

—Ta' bueno, ta' bueno. —Shaun levantó las manos arriba y le dió una sonrisa de disculpa... Si es que un gesto como ese siquiera existía—. Si tanto te molesta lo que hice, entonces déjame pagar los servicios médicos de esos pobretones desdichados —comentó como si nada.

Cameron lo fulminó con la mirada unos segundos.

—¿... De verdad puedes pagar eso?

—Tranquilo, camarón, puedo pagarlo tranquilamente con los ojos cerrados. —Shaun le guiñó el ojo.

Caleb notó cómo Cameron se relajó visiblemente.

Pero de pronto, Shaun soltó un suspiro y dijo:

—Ah, que bonitos recuerdos, esto se siente tan nostálgico. —Se estiró lentamente—. Lo recuerdo como si fuera ayer, cuando Caleb y yo te arrinconamos en una oficina como-

—¡Lárgate de aquí, maldita escoria, antes de que te mate!

Shaun soltó una carcajada mientras salió corriendo del lugar.

Caleb suspiró... Shaun definitivamente era el mismo.

—Caleb, necesito hablar a solas con Tim, así que por favor, necesito que salgas —pidió Cameron de pronto y extrañamente de una forma civilizada.

Él no le respondió, sino que observó a Tim.

—¿Vas ha estar bien? —le dijo algo preocupado al chico platinado.

Tim asintió rápidamente, aunque parecía al borde del colapso.

—S-sí tío, v-voy a estar bien.

Caleb no le creyó del todo, pero terminó respetando la decisión de Tim y se marchó, volviendo con eso a las salas VIP.

Al salir, encontró a Bryan y a Roger a un lado; el grandulón estaba extrañamente agachado en una esquina y Bryan parecía hablarle, pero este no reaccionaba.

Caleb automáticamente lo relacionó con Shaun y se acercó a ellos; Bryan notó su presencia y la dio espacio.

—Caleb, qué bueno que apareces —comentó su prometido bastante preocupado—. Acabo de encontrar a Roger aquí y no sé que es lo que tiene; he tratado de hablar con él, pero no reacciona.

Caleb simplemente asintió y se agachó a la altura de Roger.

—Viste a Shaun ¿No? —indicó Caleb rotundamente.

Solo entonces Roger lo observó.

—C-Caleb... Entonces si era él —susurró Roger trémulamente, cabizbajo.

—¿No quieres venir a verlo conmigo? El salvó a Tim de unos sujetos —explicó lentamente.

Roger tragó pesadamente.

—Cariño ¿Qué pasó con Tim? —preguntó Bryan rápidamente y alarmado.

—Eh, Tim estaba siendo acosado por unos sujetos y Shaun, un viejo amigo, se deshizo de ellos... Ahora mismo están en el hospital.

Bryan parpadeó unos segundos para luego asentir. Caleb volvió a dirigirse a Roger.

—¿Roger?

El grandulón observó a Caleb unos segundos... Para luego apretar los ojos con un gesto de frustración.

—L-lo siento Caleb, pero no puedo hacerlo, no puedo ver a Shaun a la cara... No después de lo último que pasó entre nosotros —susurró cohibido.

Caleb suspiró. No creyó que Roger todavía estuviera afectado por esa vez.

"No puedes quejarte, tú estás peor" Le recordó una parte de él. Caleb apretó los dientes con ese pensamiento.

Bryan, por su parte, se sentó al lado de Roger.

—Yo voy ha esperar a Tim, que tengo que cantarle las cuarentas... Así que voy ha acompañar a Roger; si quieres, ve ha ver a tu amigo; yo te busco luego.

Caleb asistió a las palabras de su prometido.

—De acuerdo, nos vemos antes del evento.

Caleb se levantó, mientras que su hombre se quedó al lado del detective; así que se dirigió por el pasillo hasta llegar a la esquina.

Apenas llegó, escuchó la risa estridentes de Shaun, encontrándose de golpe con que este estaba con Brandon.

—¡Jajajajaja, sí, mi vida ha sido muy divertida durante estos años! —exclamó el pelirrojo mientras colocaba las manos en jarras y se carcajeaba sin parar.

Brandon se ajustó los lentes y con una liviana sonrisa fue a decir algo... Hasta que observó que él estaba ahí, perderdiéndo el buen humor en el acto.

—Parece que tardó menos de lo que calculé —dijo Brandon fríamente, con el ceño fruncido—. Hablamos cuando te desocupes, tengo que ir a buscar a mi estudiante y matarlo.

Brandon pasó a su lado sin siquiera verlo, a la vez que Shaun lo observó con una enorme sonrisa.

—¡Caleb, sobreviviste! —Sonrió Shaun divertido—. Ese Cameron está peor que nunca, no recuerdo que haya sido tan agrio hace siete años.

Caleb fue a responder a eso, pero terminó suspirando al notar que Shaun no sacaría por sí solo el tema.

—Shaun... Tenemos que hablar, tengo decir-

—Oye, Caleb ¿Tienes sed? —inrervinó Shaun con un gesto pensativo antes sonreír ligeramente—. Yo estoy sediento luego de haber pateado tantos traseros ¿Qué te parece si tomamos algo y hablamos de lo que quieras en el bar?

Caleb solo pudo asentir ante sus palabras.

::::::

Cuando el camarero le sirvió a Caleb un martini y a Shaun una margarita; Caleb tomó lentamente un sorbo, tratando de encontrar las pala-

—¿Sabes? Durante todo este tiempo, he estado en la milicia —dijo Shaun de pronto, pasando su dedo distraídamente por el borde de su copa.

—¿Eh? —balbuceó Caleb al no esperárselo. Shaun asintió con su siempre indeleble sonrisa.

—Soy un Seal de la marina... Oh bueno, fuí uno hasta hace poco. —Se encogió de hombros como si no significara nada—. La verdad tenía bastante talento y el potencial para llega a un cargo muy alto antes de los cuarentas... Pero puedo afirmar que en realidad fue por ti que escalé tan rápidamente. —Shaun sonrió con dulzura de pronto.

—¿Q-qué? Shaun, n-no entiendo a dónde... —Caleb se cayó cuando Shaun levantó la mano.

—Por favor, déjame terminar. —Aunque Shaun sonrió levemente, sus ojos no tenían expresión alguna—. Cada vez que estaba en una misión, una prueba o un entrenamiento; cuando llegaba a un punto donde debía evaluar las cosas más emocional que cerebralmente, siempre me pregunté qué harías tú en esas situaciones y actuaba en consecuencia a esa evaluación.

Y Los resultados fueron increíbles. Siendo el análisis psicológico que tenía sobre ti mi marco de moralidad, gané muchos méritos y elogios, y rápidamente fui recomendado para ser capitán de un escuadrón; aún así, yo sentía que todos esos méritos en realidad eran tuyos. —Shaun se tocó los labios uno segundos, como si meditara algo—. Mmm... A lo que quiero llegar, es que no tienes que pedirme perdón por nada. —Se encogió de hombros una vez más—. Supongo que en el momento, evalué la situación erróneamente y subestimé tu potencial al juzgar antes de haber visto los resultados de tus acciones... Sin contar que si lo analizó desde otra perspectiva, fácilmente yo pude haber sido yo el asesino, así que todo está bien. —Shaun sonrió abiertamente.

Caleb tensó la mandíbula cuando el pelirrojo terminó su monólogo.

—Shaun, voy ha goloearte —espetó molesto.

—¿Eh?

—¿En serio crees que eso bastará para calmarlo todo? Te fuiste porque yo no pude reaccionar como debía y-

—En realidad, pensaba irme de toda formas —acotó Shaun.

—Como sea, esto de todas formas lo tengo que decir. —Caleb frunció el ceño—. Shaun, realmente lamento haber desconfiado de ti; sin importar qué tan sopechoso o extraño fuiste en su momento, siempre me demostraste tu lealtad, así que no tenía por qué dudar de ti, por lo que... Si deseas dejar de hablarne, otra vez, yo lo entenderé. —Agachó la cabeza, algo triste.

Él permeneció así unos segundos, esperando el juicio de Shaun.

Pero este lo que hizo fue reírse a carcajadas de pronto.

—¡Oh Dios, tú realmente eres una caja de sorpresas! —exclamó Shaun rápidamente—... Al parecer nunca sabré exactamente lo que harás, eh. —Cerró los ojos con una liviana sonrisa—. No sé si eso es bueno o malo, y tampoco es que me importe mucho, así que supongo que podemos ser amigos por un poco más de tiempo... A parte de que siempre pasan cosa divertidas a tu alrededor.

Caleb hizo una mueca de horror.

—Dios no, lo dices como si fuera realmente divertido que me pasen tantas cosas malas.

—¿Y que tiene de malo que te pasen cosas malas? —Shaun ladeó la cabeza, curioso y confundido—. Se supone que los peores momentos existen para darle un mayor valor a los mejores momentos ¿Sabes qué si es malo? Que nunca pase nada... Una existencia así nunca cambiará, permanecerá inherte y muerta, siendo carente de todo sentido.

Caleb no supo que decir a eso... En especial porque en realidad, Shaun fácilmente podría calificarse como esa existencia inherte.

—¿Y bueno? ¿Qué ha pasado entre ustedes? —indagó Shaun de pronto—. Veo que muchas cosas han cabiado: Brandon parece haber perdido un cincuenta por ciento de su genealidad; camarón se ha vuelto más bien una especie de calamar podrido; no he visto al grandulón fastidioso por ningún lado en toda la noche y tú pareces como si hubieses dado un paseo por el infierno y hubieses regrasado... Sin contar que por lo visto, Brandon y tú ya no son nada.

Caleb abrió la boca para responder y...

—¿C-Caleb?

El mencionado dió un respingón al escuchar la voz de Cris detrás de él.

Y cuando giró a verlo... Dio las gracias al cielo de haber estado tomando nada en ese momento.

Los ojos ambarinos de Cris lo observaba algo sorprendido con su cabello rubio dorado cortado muy bajo; su piel más morena de lo normal y remarcando sus poderosos músculos brillantemente con alguna clase de aceite. Solo vestía una pajarita roja y una tanga como la que usaban los camareros, solo que también llevaba un discreto lazo rojo ahí.

Marcaba un grueso y poderoso paquete.

Shaun silbó sorprendido.

—¡Oh, jodido Dios... Estás que ardes Cristopher Stone! —exclamó Shaun sin parar de silvar, llamando la atención de los demás con ello.

Sin prestarle atención al alboroto que formó el pelirrojo, Cris abrió los ojos sorpendido y boqueó un par de veces, en shock. Shaun bufó divertido.

—Que sí tontito, soy yo, Shaun, no el fantasma de la ópera o algo así ¡Ahora siéntate ha tomar algo con nosotros! —Sonrió brillantemente antes de alzar la mano— ¡Camarero, venga aquí que quiero pedir algo para mí candente amigo!

Cris simplemente obedeció, algo nervioso y con el rostro totalmente avergonzado, mientras que Caleb solo pudo reír, muy incómodo

Shaun se dió cuenta de sus reacciones al instante y entrecerró los ojos.

—¿Qué demonios pasa entre ustedes dos? No me diga que tuvieron sexo o algo así...

—¡Dios no! —exclamaron los dos al mismo tiempo.

Entonces Caleb y Cris se miraron unos segundos, hasta que Cristopher bajó la mirada y él suspiró.

—Es una larga historia —indicó Cristopher simplemente.

—Oh, bueno, no importa... ¡Tenemos toda la noche, chicos! —Shaun alzó los brazos, animado.

—... De hecho, no —refutó Cris, revisando su discreto reloj de muñeca—, dentro de una hora y media, tengo que ir a la sala de eventos. Soy uno de los sumisos que van ha ser subastados.

Entonces Caleb ahora sí que se atragantó con la bebida y comenzó a toser.

Shaun fue a decir algo, pero se mantuvo callado al verlo toser, como si considerara que lo que fuera a decir, iba a empeorar su condición.

Cris suspiró.

—Sí, lo sé, déjenlo así —balbuceó el rubio arquitecto a la vez que el camarero llegó. Pidió un par de tequilas—. Solo diré... Que bueno, a veces me gusta jugar.

Shaun se carcajeó.

—Demonios, de haber imaginado que harías algo así, hubiese traído dinero para la subasta ¡Sin duda alguna te hubiese comprado! —exclamó Shaun ansioso, relamiéndose los labios.

Cris hizo una mueca de asco y dijo:

—Habrías gastado tu dinero en vano. En cuanto supiera que mi amo serías tú, hubiera preferido cortarme la verga ha tener que servirte. —Y remató frunciendo el ceño y la boca.

Shaun hizo un gesto dolido.

—Vamos querido Cris, no seas tan malo, sabes que te amo con todo mi corazón.

—¡¿Qué coño sabes tú del amor?! —espetó el rubio arqueando la ceja.

—¡Estás hiriendo mis sentimientos!

—¡Más sentimientos tiene la mesa, jodido y retrasado anormal!

Sus amigos de pronto comenzaron a pelear entre ellos como si el tiempo no hubiera pasado... Y Caleb casi los podía ver a los tres en el salón de clases, con Shaun abalanzándose sobre Cris mientras este se quejaba sin parar y lo golpeaba.

Una dolorosa y nostálgica sensación se instaló en su pecho. Aquellos tiempos habían sido tan hermosos... Y tan fugaces.

—Pareciera como si él tiempo se hubiese revertido —susurró sin darse cuenta.

Cris y Shaun se detuvieron en su dinámica unos segundos y lo observaron.

—C-Caleb... —comenzó Cris nerviosamente.

Ellos todavía no habían hablado sobre el pequeño gran inconveniente que tenían entre los dos y se notaba en la atmósfera, Shaun así lo había señalado.

Pero por ahora...

—Dejémoslo así Cris; al menos por esta noche, simplemente disfrutemos de este reencuentro —recomendó lentamente antes de tomar de su bebida.

Cris lo miró dubitativo unos segundos antes de simplemente asentir.

Shaun entonces suspiró.

—¿Están seguros de que no follaron? Porque pareciera que-

—¡YA TE DIJIMOS QUE NO!

Shaun se carcajeó sin parar unos segundos.

—Creanme chicos, si pudiera sentir algo, diría entonces que estoy feliz de volver ha verlos. —Shaun elevó la copa en un gesto de salud. Ellos le imitaron—. Mis últimos meses han sido tan aburridos... Se nota que fue una buena idea el volver a casa.

Cris bufó y negó con la cabeza.

—Pero no entiendo algo —indocó Caleb—. Si te iba tan bien en los Seals ¿Por qué lo dejaste?

Shaun suspiró y observó su copa mientras la revolvía lentamente, parecería algo molesto o melancólico... Claro, sería así si no tuviera su brillante sonrisa puesta.

—Mi equipo consideró que yo era un estorbo para todos ellos. Esos sujetos... No eran muy buenos que digamos, y, considerando que yo era un prodigio en todo lo que hiciera y que era absolutamente correcto, ellos me vieron como un obstáculo en sus sucios planes —Shaun se sostuvo el cuello inconcientemente, como si estuviera recordando algo—. La última misión a la que fuimos, ellos sabotearon mi rendimiento e hicieron parecer que yo había estado haciendo cosas no muy buenas que digamos... Así que para evitar levantar sospechas y cerrar el ciclo, ellos trataron de matarme. —Shaun se tomó toda su copa de golpe—. Y en respuesta, yo los asesiné tranquilamente ¡Camarero! —exclamó al final, llamando a uno de los chicos que pasaban con bandejas a su lado.

Mientras Shaun pedía otra margarita, Caleb y Cris digerieron lo que Shaun había explicado tan ligeramente.

La mesa se mantuvo en silencio hasta que el camarero trajo rápidamente la bebida, solo entonces Shaun siguió:

—Al final la misión no fue comprometida porque la terminé yo solo, pero al final, obviamente tuve que explicarle al teniente y al capitán que había matado a todo mi equipo en defensa propia, eso acarreó a que me llevaran a juicio marcial; no me fue muy difícil salir ileso de la corte, especialmente porque había reunido prueba de los múltiples fraudes y trabajos ilegales de mis difuntos compañeros, así que salí libre.

Al final metí una demanda en la corte marcial para salir de los Seals debido a que nadie, absolutamente nadie, trabajaría conmigo con ese bonito historial de asesino de compañeros a mis espaldas; el teniente que le había reclutado se quejó sin parar, pero no le hice mucho caso, mi decisión fue la correcta.

—Lo era, quedarte con los Seals hubiese sido muy peligroso —comentó Cris con un gesto sombrío. Shaun asintió lentamente.

—Sí; probablemente, tarde o temprano sufriría otro atentado y no es como si fuera ha quedarme sentado, esperando a que me maten. —Shaun se carcajeó.

—... Entonces ¿Qué planeas hacer? —indagó Caleb.

—Oh, bueno... La verdad es que ya tenía un plan para cuando saliera de la marina. —Shaun sonrió brillantemente—. Mis padres me han estado dejando un fondo guardado en el banco, aparte de que he ahorrado todas mis pagas y que el señor Daniel me habia mandado una jugosa suma de dinero debido a que fue gracias a mí que lograron eliminar a Jax. Se puede decir que tengo una pequeña fortuna guardada que planeo invertir en gimnasios —terminó divertido, guiñando un ojo.

Cris y Caleb parpadearon unos segundos.

—¿G-gimnasios? ¿Hablas en serio? —dijo Caleb sorprendido. Sahun asintió.

—Aprendí bastantes cosas en la marina, como unas mil formas de matar a alguien con mis manos, aparte de judo, kung fu, aikido, jujitsu, ninjutsu, boxeo, capoeira, esgrima, lucha grecorromana... —Shaun comenzó a contar todas los estilos de pelea que conocía.

Al final sumó unos sesenta estilos de pelea; algunos ni siquiera sabía que existían.

Y considerando que acabó con doce sujetos en menos de cinco minutos, fácilmente podría estar diciendo la verdad.

—Soy maestro en todas y cada unas de ellas, sin contar que sé gimnasia ritmica y manejo con facilidad la mayoría de los deportes olímpicos... Es fácil cuando manejas tan bien todo tu cuerpo y memorizas sin problema alguno lo que sea con tan solo verlo una vez. —Shaun se encogió de hombros al ver el gesto incrédulo de ambos—. Así que mi plan es crear una cadena de gym's que lleven al mercado a los mejores atletas, luchadores y fisicoculturistas que el mundo haya visto... Aunque para eso primero debo de encontrar a los entrenadores adecuados, o en su defecto, entrenarlos yo mismo... Así que por ahora comenzaré con un modesto gimnasio que ya arreglé y que pienso abrir en una semana. Les digo de una que tienen un subscripción grastis, eh, por si quieren apuntarse.

Al final Cris suspiró mientras se recostaba en su asiento.

—Tu plan es tan ridículamente absurdo, que es posible que lo logres, solo porque lo haces tú —dijo mientras negaba la cabeza.

Shaun se carcajeó un poco.

—A mí me parece bien —indicó Caleb por su parte—. Seguramente decidiste hacer algo así de absurdo para no "aburrirte" ¿No?

—¡Oh no, fui atrapado! —exclamó Shaun fingiendo sorpresa. Caleb se rió.

—Avísame cuando habras el gimnasio para apuntarme.

—¡Oh, por supuesto que lo haré, querido Caleb!

Cris entonces revisó su reloj para luego levantarse y decir:

—Tengo que irme chicos, la subasta comienza en quince minutos y tengo que ir a prepararme.

Shaun se levantó de golpe.

—¡Yo también tengo que ir! ¡Tengo que ver quién te va ha comprar... Y matarlo! —dijo Shaun con el ceño fruncido—. Nadie va ha tenerte a parte mí, mi amado Cris.

Cristopher simplemente observó a Shaun con un gesto neutro.

—Aléjate de mí, asesino de la "C" —espetó fríamente, dando un paso atrás.

Shaun se tiró al piso.

—¡Oh Cris, has roto mi corazón de nuevo, de nuevo... De nuevo!

—Eres un enfermo. —Cris observó nuevamente su reloj—. Tengo que irme.

—Bien, te veremos en el evento.

Caleb observó cómo Cristopher se marchó mientras todos volteaban a ver como sus grandes y musculosos glúteos bailar al caminar. Shaun se mantuvo tirado en el piso, fingiendo de lloraba.

Cuando el rubio desapareció, Shaun se levantó y se sacudió los pantalones un poco.

—Querido Caleb, sea lo que sea que te hizo Cris, él parece muy arrepentido de haberlo, realmente arrepentido.

—¿En serio lo crees?

Shaun lo pensó un poco más y asintió firmemente.

—Indudablemente, parecía que quería reconciliarse contigo, pero no encontraba las palabaras. Creo que deberías de hablar con él lo más rápido posible —recomendó para luego beberse lo que Cris dejó—. Supongo que esa mamada que te hizo en verdad fue decepcionante. Tienes que perdonarlo Caleb, el pobre era muy virgen todavía.

Caleb suspiró cansado, empezando a recordar por qué a veces era un poco cansador estar con Shaun.

::::::

A la media hora, los camareros comenzaron a invitar a las personas al gran salón de eventos para dar inicio a las subastas.

Caleb y Shaun se dirigieron al evento, cuando Caleb se detuvo.

—Espera, tengo que encontrar a mi... Bueno, mi prometido —dijo avergonzado al darse cuenta que no le contó ese insignificante detallito a Shaun.

El pelirrojo se detuvo y arqueó las cejas, sorprendido.

—¡O-M-G! —exclamó Shaun mientras se tapaba la boca— ¿Te vas a casar con alguien y no es Brandon? ¡Yo tengo que conocer a ese hombre! —Le tomó de la mano—. Pero es mejor que vayamos al escenario, seguramente debe de estar ahí.

Caleb negó con la cabeza mientras se dejaba llevar hasta al salón de eventos.

Frente a la tarima iluminada con luces rojas, estaban sentándose los Doms que participarían en la subasta, que era alrededor de doscientos; alrededor de ellos estaban los asientos de los espectadores.

Cerca del borde derecho de la tarima, Caleb observó a Brandon y a Tim sentados junto a Bryan, todos hablando animadamente.

—Oye, pues está muy bien el guapo, eh. Se nota que los sabes elegir —comentó Shaun mientras se acercaban al trío sin que estos se dieran cuenta— ¿Y él sabe sobre tú y...?

—No, no lo sabe, al menos no por ahora —negó suavemente, algo frustrado—, así que te agradeceré de que te asegures de que no se te vaya la lengua, por favor.

Shaun río levemente mientras levantaba señorialmente la mano derecha.

—Lo prometo, no seré un idiota esta vez. Palabrita de Seal —juramentó con con picardía. Caleb volvió a suspirar.

Entonces el ex Seal salió corriendo hacia los chicos.

—¡Niñas, ya llegó quien faltaba! —exclamó mientras se sentaba al lado de Tim y se aferraban al platinado—. ¡Ah, Timmy-chan, eres tan lindo! —soltó mientras frotaba su rostro con el del pequeño Tim.

Este solo pudo soltar un pequeño gritito, sosteniendo sus lentes mientras se ponía rojo.

—E-eh, t-tú... —balbuceó Tim.

—Oye, oye ¿Quién diablos eres tú y por qué le pones tus manos encima a mi hermoso Tim? —inquiró Bryan ceñudo, montándose sobre Brandon para picar con su índice el hombro del pelirrojo.

Brandon solo ajustó sus lentes, como si él no estuviera ahí o nada de lo que ocurría fuera con él.

—Ah ¡Hola! Soy Shaun, el mejor amigo de Caleb —se presentó mientras le lanzaba un beso al pequeño bombero sin dejar de manosear a Tim.

Bryan quedó con la boca abierta.

—Ex amigo, cariño, en realidad es un ex amigo —recalcó Caleb al llegar y sentarse al lado de Bryan.

Shaun soltó un grito de horror:

—¡Soy tu mejor amigo, hipócrita!

Caleb lo observó de lado y dijo:

—Lo serás cuando sueltes a Tim.

Shaun suspiró y soltó al pobre chico mientras hacía un puchero y se cruzas de brazos, farfullando cosas sin sentido.

—G-gracias tío —dijo Tim algo cohibido. Caleb asistió.

Bryan miró algo conternado al pelirrojo.

—Eehhh... Él parece una cosita rara ¿No creen?

Brandon suspiró y miró a Bryan de reojo.

—De todos aquí, eres el que menos motivos tiene para decir eso, cosita rara.

Bryan lo miró con horror.

—¡Brandon, dime que no insinuaste lo que estoy creyendo! —Brandon no respondió, solo se rió. Bryan lo observó a él— ¡Caleb, dime que es no es cierto!

Él tragó incómodo al notarse en apuros.

—E-eh, bueno, a-amor, eh, y-yo...

Bryan hizo un puchero y se cruzó de brazos mientras balbuceaba algunas maldiciones.

Brandon se carcajeó y Caleb solo pudo suspirar otra vez, esta vez abochornado.

Una suave música sonó mientras las luces de la tarima cambiaron a azul. Los espectadores, todos esos hombres vestidos con cuero, cadenas y metal, observaron ansiosos el escenario mientras salía Cameron con un micrófono.

—Oigan, aún no puedo creer que camarón sea el nuevo dueño del lugar —comentó Shaun con una sonrisa sorprendida.

—¿Camarón? —comentaron Tim y Bryan al mismo tiempo, curiosos..

—La verdad lo hizo más que todo por estrategia —respondió Brandon entonces, sin hacerle caso al par—. Hunter había empezado a administrar mal el lugar y poco a poco fue decayendo el servicio, y por ende, las personas empezaron a dejar de venir. Cuando Hunter estuvo a punto de quedar en bancarrota, Cameron se ofreció a comprar el local ya que le veía potencial; él aceptó y ahora trabaja para Cameron; supervisa todo bajo sus estrechas ordenes mientras mi hermano no está.

Bryan se hechó a reír cuando cayó en cuenta.

—Jejejeje, camarón... Buen sobrenombre, Shaun —comentó Bryan levemente.

Shaun se sonrió mientras se abrazaba a Tim de pronto.

—¡Gracias!

Tim dió un respingón mientras Bryan gruñía en advertencia.

—E-eh, señor Shaun....

—¡Oh, vamos Timmy-chan, dime simplemente Shaun! —dijo Shaun divertí—... aunque "Mi amo y señor", también serviría.

Tim parecía estar a punto de hacer corto.

Bryan explotó.

—¡Suelta a mi amado Tim!

Mientras esos tres se peleaban en voz baja, de pronto Bryan se levantó y miró a Brandon.

—Tú, aquí. —Señaló el asiento al lado de Caleb—. No voy a permitir que ese bastardo manosee a mi amado sobrino.

Brandon observó a Bryan sin palabras, para luego suspirar.

—Okey, okey... —suspiró el ex de Caleb, cansado.

Brandon frunció el ceño mientras se arrimaba. Shaun y Bryan comenzaron a forcejear por Tim mientras se gruñían el uno al otro.

Caleb no detuvo a su prometido, él estaba muy ocupado sintiéndose incómodo con Brandon a su lado.

—E-eh, Bran...

—Disculpa, estoy escuchando la subasta —zanjó Brandon categóricamente mientras se limpiaba los lentes—. Roger va ha comprar a alguien y quiero saber quién es, así que por favor, déjalo para después.

Caleb se calló de golpe y agachó la cabeza, frustrado.

En el escenario, Cameron ya había dado inicio a la subasta; los Sums que iban a ser subastados entraron en escena, vestidos con una pajarita y una tanga exactamente igual a la que cargaba Bryan.

Los espectadores empezaron ha aplaudir y a silbarle a los treinta chicos que iban ha firmar un contrato temporal.

—Por favor, recordemos antes que nada, que todo el dinero obtenido en esta subasta, así como la mitad de lo obtenido por las entradas, será entregado a la ONG "Un abrazo Infantil"; a algunos comedores comunitarios y una docena de orfanatos —comentó Cameron brevemente—. Una vez dicho esto, podemos dar inicio a la subasta semestral de Sums. —Los hombres comenzaron ha aplaudir e incluso algunos silbaron y rugieron en júbilo—. Por favor caballeros, calmen sus deseos y que pase el sumiso número uno.

Así la subasta comenzó.

—Oigan, parece que Cameron es bastante famoso entre los hombres de aquí —señaló Bryan de pronto.

—Eso es porque Cameron en todo este tiempo, no ha mostrado ni una sola vez, señal alguna de interesarse por alguien. Normalmente pasa su tiempo en su oficina porque al salir, siempre lo bombardean invitaciones tanto de sumisos como de Dominantes —respondió Brandon brevemente.

La subasta pasó rápidamente, incluso parecía que los Doms ya tenían decidido a quienes querían. Necesitaron pasar unos veinte chicos antes de que Bryan pasará a escena.

—¡Oh, ya va ha pasar mi querido Cris! —exclamó Shaun.

Cameron dió una breve introducción indicando qué clase de contrato buscaba Cris. Al parecer, era un contrato de una semana dispuesto a cualquier cosa, menos algo que amenazara su integridad social y laboral, así como juegos que incluyeran sangre y excremento.

—Entonces señores, comenzamos con cién dólares —comenzó Cameron con la cifra inicial de todos los sumisos.

Caleb notó que de alguna manera, el acuerdo de los Doms restantes parecía romperse. Todos se observaban amenazadoramente.

Todos querían a Cris.

La puja entre los Doms pasó y llegó, en menos de tres minutos, de cién dólares a mil dólares.

De pronto una figura se alzó por encima de todos. Con sus dos metros treinta, Roger levantó su paleta aún más alto.

—Diez mil dólares.

El salón se mantuvo en silencio unos segundos, incluso Caleb estaba sorprendido.

De pronto otros cinco Doms se levantaron; uno de ellos alzó su paleta.

—Diez mil ci-

—Veinte mil —espetó Roger sin inmutarse.

El Dom que fue ha hablar gruñó frustrado y volvió a alzar la paleta.

—Vein-

—Treinta mil dólares —volvió Roger a la carga con un bostezar.

—P-pe-

—Cincuenta mil dólares —zanjó el grandulón con una sonrisa de suficiencia mientras se abanicaba con su paleta.

El Dom que fue interrumpido, soltó un violento gruñido a la vez que su rostro se tornó rojo de la ira y se sentó.

Los demás ya se habían sentado.

Cameron golpeó el martillo.

—¡Vendido! —Exclamó Cameron golpeando el martillo de nuevo—. Por cincuenta mil dólares, el sumiso número veintiuno será entregado al señor del número treinta y nueve —terminó profesionalmente, como si no conociera a los implicados.

Shaun silbó levemente.

—¡¿Cincuenta mil? ¿Solo por cincuenta mil? Yo hubiese dado cien mil dólares de una! —exclamó indignado.

Tim sonrió algo incómodo a su lado.

—E-eh, bueno, creo que esa cantidad es un poco-

—¡Lo sé Timmy-chan! —espetó Shaun con el ceño fruncido—... Ese bastardo de Roger es un suertudo; cuando le vea, me las vas ha pagar —murmuró por lo bajo.

Tim y lo demás solo suspiraron.

Al final el evento terminó y los Doms se dispusieron ha recibir a sus sumisos temporales.

La sala se fue vaciando mientras que todos salían del lugar.

—Bueno chicos, me tengo que ir —dijo Shaun de pronto.

—¿Qué, tan pronto? —inquirió Caleb. El pelirrojo asintió.

—Necesito levantame temprano mañana; tengo mucho que hacer. —se encogió de hombros con su eterna sonrisa—. Por favor, habla con Cris y dile a Roger que me comeré sus pelotas asadas como lo vea por ahí.

Caleb se rió.

—Se lo diré en cuanto pueda.

—Bien. —entonces Shaun alborotó el pelo de Tim—. Bueno Timmy-chan, portate bien y no te metas en más problemas. O, y Bryan, puedes usas el título de "camarón" cuando quieras; verás como ese tonto bota espuma por la boca cuando lo escuche.

Entonces Shaun se fue entre la gente mientras daba saltitos y silbaba. Los demás lo observaban como si viniera de la luna.

Y probablemente así era.

Bryan puso las manos en jarras y asintió.

—Es oficial. Ese chico es súper raro... Y me parece genial.

Caleb se carcajeó a su lado.

—E-eh, tíos —dijo Tim de pronto—. E-él señor Cameron me pidió que fuera ha verlo cuando terminara la subasta, eh; Brandon decidió llevarme con él para no meterme en problemas —suspiró agotado. Brandon ajustó sus lentes entonces.

—Traquilo Bryan, nadie tocará a tu sobrino... Ellos morirán antes de ponerle un dedo encima. —Y para darle más enfasis a su aseveración, el ex novio de Caleb tronó sus nudillos—. Yo me ocuparé de Tim, ustedes pueden marcharse tranquilos ¿Verdad Tim? —terminó Brandon con una aguda mirada hacía el pequeño platinado.

Tim dió un respingón y agachó la cabeza, intimidado.

—Sí, señor...

Ambos se mancharon luego de que Bryan le dió un par de besos a cada uno.

—Jejeje; Brandon tiene a mi sobrino en la línea. Cuando salió de la oficina del camarón, hizo que Tim hiciera cincuenta sentadillas diciendo: "No debo de abusar de la confianza de mi profesor". —Bryan se carcajeó sin poder evitarlo.

Con esas palabras de su prometido, una extraña sensación creció en el pecho de Caleb, pero así como apareció, él la despedazó antes de que le hiciera algo.

Su noche era de su chico, no de Brandon, quien ni siquiera le hablaba.

—Bueno amor —continuó Bryan con una voz algo nostálgica—, esta noche fue realmente divertida, no esperé divertirme tanto, y, de hecho estaba algo preocupado, pero al final todo fue bien. —Sonrió aliviado—. Así que esta noche podré dormir traq-

—¿Quién dice que la noche terminó? —interrumpió Caleb con una misteriosa sonrisa.

—¿Eh? —Bryan se congeló unos segundos—. P-pero...

Caleb no dijo nada más, sino que se dispuso a salir de la sala de eventos. Bryan simplemente lo siguió, aún con las palabras en su boca.

La pareja se dirigió hacía el pasillo que daba hacia el hotel.

—Caleb Prescott —dijo él simplemente mientras le daba su identificación a la recepcionista, está tecleó la identificación y le pasó sus llaves.

—Que disfrute su estancia señor.

—Por supuesto que lo haré, señorita. —Sonrió Caleb amablemente.

La recepcionista se quedó sonrojada al no esperarse una respuesta, mientras que ambos entraron el acensor.

Él los dirigió a la habitación "1034".

Cuando Caleb abrió la puerta, se sonrió al ver cómo su hombre se sonrojó y tragó en seco.

Era una espaciosa habitación de paredes oscuras y una fucsia; pisos de un lustrosos gris oscuro y techo blanco; la cama, hubicada en la pared fucsia, era de un armasón oscuro, con altos postes llenos de elegantes detalles que tenían discretas argollas aquí y allá, diseñados para atar y enganchar a alguien.

En el fondo había un estante lleno de toda clase de juguetes sexuales, había desde fustas hasta paletas y látigos; desde mordazas hasta esposas de felpa; pasando por distinto dildos de dintintas formas y tamaños y plugs con todo tipo de variaciones, había de todo, junto con un par de discretos surtidores de lubricante y condones.

Ellos por lo menos no usarían los condones.

En la pared frente a la cama, había un par de sillones de cuero oscuro con algunas cuerdas de distintas texturas y tamaños, acomodadas en ganchos sobre estos.

Y en el centro de la sala, coronando todo ese nido de la lujuria y la depravación, estaba colgado un balancín hecho con tiras enfundadas en terciopelo, con anclajes para las manos, piernas, pies, cuello, torso y caderas.

Bryan se cubrió la boca, sorprendido, a la vez que entraba y le daba vueltas al lugar.

—Virgen santísima... Voy a morir quemado por solo nombrarla en medio de este lugar —espetó su prometido, cohibido.

Caleb se carcajeó mientras cerraba la puerta.

—No creo que debas de morir de combustión espontánea todavía amor, primero debes de experimentar esta noche —comentó Caleb, cerrando con seguro.

Bryan fue a decir algo pero se calló al verlo.

Cale desdobló las gruesas bandas de su slip, mostrando que la tela estaba sujeta por una hilera de pequeños botone; soltó lentamente cada uno, sintiendo su gruesa polla crecer hasta volverse en el pollón de veinte centímetros que era, para cuando se terminó de quitar la tela.

Él le mostró su erguido pollón, llevando solamente las perneras, los tirantes que las sostenían y las botas, quitándose estas últimas también.

—Bryan, hazme tuyo —pidió Caleb con la voz ronca mientras se ponía de frente a la pared y arqueaba la espalda, poniendo el culo en pompa, mostrando su ojete con ello.

Escuchó como Bryan volvió ha tragar duro.

—¿M-mío?

—Tu-yo —remarcó Caleb en un leve susurro ronco, girándose levanté hacia su prometido—. Hazme lo que quieras, como quieras, dónde quieras, usando lo que quieras; lo que sea, pero házm-

Caleb se calló y gimió sonoramente cuando Bryan rápidamente se agachó metió la cara entre sus nalgas, lamiendo desesperadamente su ojal mientras respiraba hondo, como un drogadicto esnifando una línea.

Bryan le tomó de las manos y tiró de ellas hacía atrás, haciendo que Caleb gimiera levemente de dolor mientras le forzaba ha arquearse hasta que sus articulaciones se quejaron un poco; haciéndolo sacar aún más el culo.

—Tu ano boquea; tú realmente quieres esto ¿No? —dijo Bryan brevemente mientras rozaba su ojete con la punta de los dedos. Caleb sufrió un escalofrío.

—Bryan, por-

Su prometido le metió la lengua todo lo que pudo en su interior, haciendo que Caleb gimiera duro.

Todo era placer; por extraño que pareciera, no había ni rastro del sabor amargo que siempre le acompañaba a la hora de tener sexo... Aunque no era como si Bryan le diera tiempo para pensar en otra cosa.

Algo había despertado en su chico, algo que había borrado su divertida sonrisa y ahora era más un animal que otra cosa.

De pronto Bryan le dió una fuerte palma mientras lamía el borde de su ojal abierto. Caleb gimió levemente de placer y dolor. Bryan amasó su nalga lentamente antes de darle un palmada duro. El ojete de Caleb boqueó a la vez que su pollón dió un brinco y comenzó chorrear, vibrando levemente.

—Ah, sí, así... —murmuraba Caleb con los ojos cerrados, sintiéndose cada vez más en los viejos tiempos.

—Tu interior está muy, muy caliente y —Bryan le metió un dedo duramente— muy, muy dilatado.

Caleb apretó las manos y sus piernas temblaron al sentir cómo Bryan metió tres dedo de golpe y todos fueron directo a su próstata. Hacía tiempo que no era tan sensible ahí y no sabía qué era lo que le hacía sentir todo tan nítidamente. Su pollón soltó un un largo chorro de precum y sus huevos de movían solos de la excitación que cargaba..

Caleb comenzó a penetrarse él mismo con los dedos de Bryan. Escuchó una risita lujuriosa a sus espaldas.

—Realmente estás como una perra ¿No será porque te sientes en tu ambiente natural?

Antes de Caleb pudiera contestar, sintió una palmada tan dura en su nalga derecha, que hubiese protestado si Bryan no hubiese revuelto furiosamente sus dedos en su glándula, aplastándola sin piedad.

El placer y el dolor se mezclaron en un peligroso cóctel que le hizo dar un alarido y caer desfallecido, sintiéndose al borde del orgasmo. Su cuerpo estaba a flor de piel.

Bryan chasqueó la lengua.

—Has sido un chico malo, Caleb, así que voy ha tener que castigarte.

Bryan sin darse cuenta, había despertado los viejos recuerdos de Caleb de hace tanto tiempo, cuando Brandon lo castigaba por ser un niño malo.

—De pie —ordenó Bryan con una voz autoritaria.

—Sí... Señor —susurró Caleb, volviendo a su anterior posición.

Como fue alguna vez con Brandon, Caleb sintió como Bryan se movió por toda la habitación, incluso podría fácilmente adivinar dónde estaba. Sintiéndose tan ansioso como hace tiempo que no lo estaba.

Lo siguiente que supo, fue la escalofriante sensación de un solplido en su abierto ojal, que lo hizo cerrarlo inconscientemente, y la húmeda sensación del lubricante.

—Pega la cara a la pared y ábrete el culo para mí.

Caleb obedeció al instante, sintiendo cada vez más, que su chico estaba tomando esto con demasiada naturalidad para ser un primer contacto con-

Los pensamientos de Caleb hicieron cortocircuito cuando sintió cómo algo largo, muy largo, un poco más grueso que un lápiz y bastante blando, entró lenta pero contundentemente en su interior; sintiéndolo cada vez más hondo, más profundo, tanto que llegó a zonas que nadie había tocado, ni siquiera Roger en su momento.

Soltó suave gemido hasta que sintió cómo algo quedaba colgando afuera, seguramente una cuerda para sacarlo. Bryan le colocó de pronto cinta adhesiva.

—Joder, te has tragado toda esa cosa y ni te has quejado. Este culo es de primera categoría. —sintió una fuerte nalga, justo en su ojete tapado, que lo hizo gemir y contornearse.

—S-señor, déjeme mirarle a la c-cara por favor —pidió Caleb desesperado.

—No —zanjó Bryan contundentemente—. Ahora, quiero que por nada del mundo te muevas, sin importar qué, no-te-mue-vas —ordenó Bryan firmemente.

Caleb estaba desesperado, sintiendo cosas que no debería sentir, pero que eran tan deliciosas que no podía luchar en contra de ellas.

Necesitaba ver a Bryan; necesitaba verlo a la cara; necesitaba saber que era él quién tenía el control y no Brand...

De pronto la cosa en su interior comenzó a zumbar con una fuerza demoledora.

La verga de Caleb soltó chorros de semen sin parar mientras estre gritaba incontrolablemente de placer. Cayó sentado entre espasmo y retorciendo las manos y los pies, aun sintiendo ese largo y delgado plug moviéndose sin parar. Tenía los ojos en blanco y seguía gritando sin poder evitarlo.

Bryan volvió ha chasquear la lengua.

—Caleb... En verdad eres un niño malo y desobediente —La vibración paró y Caleb solo pudo jadear con la voz rota—. Vamos, vuelve a la posición que te orden.

Caleb volvió a levantarse, esta vez con mucha más dificultad; apoyó la cara a la pared y abrió sus nalgas.

Aguantó un gruñido de placer-dolor cuando sintió el golpe de una fusta en su ojal cubierto.

El gusano en su interior empezó a vibrar de nuevo, esta vez mucho más lento y soportable, lo que le hizo apretar los labios con fuerza.

—Veo que tienes buenos instintos, cariño, se nota que te entrenaron bien —se rió Bryan con una leve nota de orgullo y celos en su voz—. No quiero que de esa boca salga nada más que una cuenta; contarás desde setenta a cero; de siete en siete, por cada fustigazo que te dé.

Entonces le propinó un brutal golpe en el ojal que le hizo dar un leve saltó de dolor y placer; su pene, aún en reposo, comenzó a soltar un hilo de precum.

—Vamos, Caleb —le animó su prometido, con un fustigazo por cada palabra—Quiero, que, cuentes, ya.

—¡Setenta! —gritó él aunque estaba en blanco.

El golpe de la fusta; la vibración de gusano en su interior; el ardor en su ojete por los golpes; la voz de mando de Bryan; la mezcla de memorias de Brandon... Era demasiado para su cerebro.

Y aún así.

—S-sesenta y tres...

Fustigazo en su ojal.

—C-ci-cincuenta y s-s-seis...

Otro fustigazo en su ojal.

Mientras contaba, Caleb podía sentir cómo bajo sus pies se formaba un charco cada vez más grande de sus fluídos. Su cuerpo estaba en total tensión, lleno a rebozar de dolor y placer.

—S-siete... Cero.

La vibración se paró en su interior y Caleb casi vuelve a caerse, pero se sostuvo.

—Buen trabajo, ese es mi chico, al final lo aguantaste. —Le recompensó masajeando su ojete por encima de la cinta.

—G-gracias, mi señor... —murmuró Caleb entre jadeos.

—Aun no hemos terminado Caleb, todavía te espera mucho —le advirtió mientras retiraba con cuidado la cinta de su ojete y sacaba el endemoniado gusano de su interior—. Esta cosa es bastante impresionante y aterradora... Tenemos que comprar una —comentó divertido Bryan... Antes poner sus brazos hacia atrás y atarle los brazos con una suave cuerda de seda.

—S-señor... Usted sabe más de lo que me hizo creer —susurró Caleb aún cansado. Bryan se carcajeó.

—Ah, pequeño Caleb, en realidad no sé mucho sobre esto... Pero me está gustando más de lo que imaginaba. Todo lo que he hecho solo lo he imaginado, nada más.

"Dios, si esto solo es un juego, no quiero ni pensar lo que hará cuando tenga experiencia de verdad..." La sola idea hizo que las piernas le temblaran y su polla chorrera un poco más

Cuando lo volteó al fin, Caleb pudo notar cómo lo ojos grises de Bryan brillaban con lujuria. Su polla palpitaba con fuerza, ladeada hacia la derecha dentro de las mallas, parecía haber ganado un par de centímetros más de lo normal y se movía como si de un corazón se tratase... Incluso había una mediana mancha de precum en su ropa, y, considerando que Bryan no era de los que soltaba precum, eso ya era mucho.

Bryan lo ayudó a subirse al columpio, atandole las piernas a los soportes y luego fijando su torso y caderas; Caleb se mantuvo suspendido y totalmente abierto.

—Mmm, tu ojete está totalmente rojo... Déjame calmarlo un poco.

Caleb comenzó a jadear cuan su prometido besó castamente su entrada... Para luego violarla con su lengua a una velocidad demencial; sus gemidos no se hicieron esperar, haciéndolo arquear su cuello al no poder mover mucho su cuerpo.

Entonces sintió un chorro de lubricante en su entrada, para luego sentír como tres dedos entraban tranquilamente.

Y luego cuatro.

Caleb aguantó la respiración, sintiendo su cuerpo vibrar violentamente.

—Amor... Pienso tomarlo todo —murmuró Bryan con un gruñido—, todo, con o sin tu permiso y luego tomar mucho más ¿Estás seguro de que lo aguantarás?

Caleb se esforzó ha enderezarse y mirar al rostro de hombre aún cuando esté no paraba de jugar con sus dedos en su próstata una vez más.

—S-soy todo tuyo, señor, ha-hazme lo que quieras.

Ante sus palabras, el frío rostro que Bryan le daba en ese momento, brilló con una sonrisa.

Entonces su prometido hizo vibrar sus dedos violentamente. Caleb se sacudió enloquecido por el placer, sintiendo algo de dolor cuando Bryan empezó ha hacer más presión.

Y más, y más, y más...

Caleb gruñó como animal herido cuando sintió como el quinto dedo comenzó a colarse con dificultad en su interior. Hacía mucho que no le hacían un fisting, así que sintió que se partía en dos y le iban desgarrando los cinco dedos que comenzaba a entrar.

Pero en ningún momento le dijo a Bryan que se deruviera.

—Ya casi amor, ya casi, aguanta un poco más —susurraba Bryan lentamente mientras hacía rotar sus dedos y presionaba más, hechando de vez en cuando más lubricante.

Caleb comenzó a respirar erráticamente cuando pujó realmente duro junto con un alarido.

Entonces los nudillos pasaron y sintió como sus entrañas succionaron el antebrazo de su chico hasta casi la mitad.

Su polla, totalmente en reposo a consecuencia del dolo, soltó un chorro de precum mientras crecía a toda velocidad. El grito de Caleb se ahogó.

—Jo-der amor, en verdad te entró mi mano, incluso hasta te comiste parte de mi antebrazo. —Bryan movió su brazo lentamente. Con cada vaivén, Caleb gritó como si lo estuvieran matando— Me pregunto qué pasaría sí...

Bryan comenzó ha hacer vibrar su brazo dentro de su interior. Caleb gritó a pleno pulmón mientras su pollón soltaba chorros de precum y se movía solo.

—Wow —dijo Bryan simplemente, sorprendido.

Entonces de pronto Caleb sintió como su prometido lamió todo precum que lo bañaba para luego, meterse su glande en la boca y mamar como un ternero.

Al mismo tiempo, hiper consciente de su interior, sintió como la mano de Bryan envolvía su próstata y literalmente la masajeó de lleno.

Los ojos de Caleb se pusieron blanco, soltando un grito mudo cuando comenzó a soltar semen sin parar en un interminable flujo. Todo su cuerpo explotaba por la interminable marea de sensaciones que era rematada por Bryan masticando con el paladar su glande; bebiendo todo lo que le salía.

El cuerpo de Caleb convulsionaba sin parar; sus dedos se aquearon y todo su cuerpo entró en tensión al punto de que casi rompió todos los amarres.

Y Bryan mantenía el bombeo de su mano sobre su próstata.

Llevaría dos minutos en ese prolongado orgasmo cuando Bryan se detuvo.

—Ah, estoy lleno amor, realmente lo soltarse todo, mira, incluso ahora solo sale precum —comentó Bryan como si no fuera la gran cosa, golpeando su pollón ahora flácido.

Caleb no pudo responder, apenas si podía mantener su respiración. Le dolía todo el cuerpo.

—Bien amor, el último round. Vamos, ve hacia la cama y colócate en cuatro, vamos —le ordenó Bryan mientras le soltaba las manos.

Caleb solo jadeó un leve "s-sí, señor" para después prácticamente arrastrarse hasta la cama y ponerse a merced de Bryan.

Apoyó cara a las manos; abrió las piernas y levantó el culo, abriéndose las nalgas para mostrarle a su nuevo señor su ojal totalmente abierto sin poder cerrarse todavía.

—Mmm, eso se ve delicioso —comentó Bryan antes de que pudiera sentirlo moverse por la habitación. Caleb agradeció mentalmente el descanso.

Estaba a punto de desmayarse por agotamiento.

Bryan de pronto volvió a soplar dentro de su ojete, estremeciéndolo con ello... Aunque esta vez su ojal no terminó de cerrarse del todo.

—Esto parece la boca del túnel del metro... O el coño de una chica —comentó divertido antes de volver a meterle la mano entera de nuevo.

Esta vez pasó con mayor facilidad y Caleb solo pudo cerrar los ojos con fuerza y gruñir brevemente, pero Bryan siguió empujando, metiendo más y más en su interior... Caleb gritó desaforado cuando hizo topé con el fibrado codo de su hombre. Sintió como todo se movían todas sus entrañas con ello.

—Joder, va ha resultar que si lo intento, voy a poder meter todo el brazo —susurró Bryan con verdadero asombro, haciendo un breve mete-saca y agitándolo, antes de sacar el brazo de su interior—, pero no es lo que quiero... Lo que busco es esto.

Caleb sintió cómo Bryan volvió a meterle su mano dentro de su culo, solo que el puño más o menos grande; gimió adolorido sintiendo como su anillo se expandía cada vez más y más.

Una vez lo metió, dejó algo en el fondo de su cuerpo y volvió a sacar la mano. Podía sentir las finas cuerdas colgar de su ojal.

Entonces Bryan le agarró de los brazos y los colocó en la cama, entrelazando sus dedos, mientras metía su polla de un tirón. Caleb susurró un gemido.

—Mierda, así se debe de sentir el follar a una mujer —susurró Bryan mientras le penetraba cada vez más duro, Caleb sentía cómo su cuerpo lo aceptaba sin problemas—; es algo soso... Hagámoslo más divertido.

Entonces sintió cómo lo que estaba en el fondo de su cuerpo, comenzó a vibrar y retorcerse. Automáticamente todo su cuerpo entró en tensión, exprimiendo así la polla de su hombre, que la sintió más grande y gruesa que nunca.

Bryan se sostuvo duro de él.

—M-mierda, me aprietas tanto que me duele... Y tus entrañas vibras. Coño, no voy ha guantar mucho, estoy muy cachondo —dijo Bryan con un hilo de voz.

Caleb gemía lastimeramente a la vez que su verga empezaba a chorrear de nuevo.

—D-deme duro... Señor, n-no a-aguanto más —gimió Caleb prolongadamente mientras comenzaba a moverse él, sintiendo la necesidad de correrse otra vez.

Bryan se carcajeó.

—En verdad eres una perra insaciable, pero eres MÍ perra insaciable ¿No? —jadeó Bryan mientras lo embestía con todas sus fuerzas, al punto que lo aplastó contra la cama.

Caleb sentía su cuerpo entero vibrar de placer, especialmente cuando su próstata era violada por el glande de Bryan.

—¡Vamos, dilo!

—S-soy tuyo...

—¡Más duro coño!

—¡Soy tuyo!

—¿De quién eres?

—¡TUYO, SOY DE BRYAN, SOY TU PERRAAAA...!

Caleb gritó mientras volvía ha ser arrollado por un violento orgasmo; al mismo tiempo, Bryan rugió mientras se corría dentro de él como nunca lo había hecho.

La vibración en su interior se apagó y Bryan cayó encima de él; ambos jadeando y sudorosos.

—M-mierda, el mejor orgasmo que he tenido en mucho, mucho tiempo —jadeó Bryan a sus espaldas.

Caleb no podía decir nada. Fácilmente, esta ocasión podía ponerse como el mejor sexo que había tenido nunca, especialmente porque de alguna manera, Bryan lo había mantenido conscienciente durante todo este tiempo.

Ellos se mantuvieron en esa posición, conectados por la polla de Bryan que se negaba a caer del todo.

—B-Bryan, c-cariño —jadeó Caleb a los minutos.

—Dime.

—L-las cosas en mi interior...

Entonces Bryan se levantó de golpe.

—Ah, lo siento, debes de sentirte muy incómodo. —Su prometido tomó los cordones y tiró.

Solo en ese momento Caleb notó que eran cinco balas de metal juntas. Gimió levemente hasta que Bryan las sacó.

—Bien, déjame colocar esto en su lugar y...

Lo que fuera que estaba Bryan a punto de decir, se acabó cuando Caleb se puso bocarriba y elevó sus piernas hasta su pecho. Abriendo y cerrando con ello su ojete muy lentamente.

—S-señor, deseo mucho más —murmuró cansado y con el rostro sonrojado.

A Bryan se le cayó el paquete de balas de la impresión.

—Joder amor... En verdad eres el mejor.

Continuará...

Bueno señores, aquí está el siguiente cap del tutor, como verán, la noche aún sigue y hay cosas que deben pasar... La verdad es que no tengo mucho de que decir, especialmente porque he estado analizando algunas cosas y he notado que los lectores se están cansando de que primera cosas que no pasan en el momento. Así que para curarme de males, a partir de ahora las bombas caerán y ni las verán venir uwu solo diré que está es la última tanda de "el tutor" por ahora, la próxima publicación constará de la nueva serie, que será en los próximos días y luego vendrá por fin "el caballero de los cuervos" con un par pde capitulos otra vez y luego vendrán el par de capítulos que serán el principio del fin de está historia.

Sé que muchos están decepcionados por el cómo van los acontecimientos, quiero decir, Brandon y Caleb no están juntos, Caleb es una bazofia miedosa y Brandon un amargado y Shaun por lo visto no hace casi nada. XD

Solo diré, que está historia aún no ha terminado, apena si empieza lo mejor.

Tenía pautada terminar la historia para mediados de diciembre, pero por manejar las otras historias, y por problemas que ni vale la pena mencionar, probablemente sea mi regalo del día de los enamorados, y le doy tanta fecha porque como ven, soy malísimo con las predicciones.

Por último, quiero decir algo muy seriamente, si alguien. Tiene comentarios positivos y votaciones positivas, pues genial, bienvenido sean, pero si tiene una crítica mala y una votación horrible, pues si puede votar, pues también puede comentar, se supone que los comentarios están para que el autor escuche los motivos de las valoraciones. Valorar un pésimo sin motivo aparente, la verdad me la suda, peroe gusta ver qué errores me ven los otros para ver si puedo mejorar. Ya varias veces me han comentado mis errores ortográficos y de puntuación, uno de mis mayores fallos y está bien , lo acepto, es una de la cosas por las que me lanzaría de la azotea de un edificio, pero ya un amigo mío, que es editor, me dijo que ya de por sí lo hago bien,que corregir esos errores es deber d un editor, aunque igual no quita el hecho de que  debo mejorar, si alivió un poco la arrechera que cargaba ese día XD

Así que para resumir, FELIZ PAJAZO CABRONES!!! MIREN QUE ME ESTA JORNADA TOCA DOBME ESCENA DE SEXO!!! AJAJAJAJAJA...