El tutor 30
Una cena muy extraña, el encuentro de un tutor y su futuro estudiante, la incertidumbre de un hombre y una curiosa fiesta, son el prólogo del verdadero show...
El tutor 30
¿C-cómo puede mostrar su cuerpo lleno de cicatrices tan fácilmente?
Brandon...
El mundo daba mil y una vueltas, mientras sonaban sin parar las voces de muchos hombres apostando y animándolo a lograrlo, o pidiendo que perdiera.
Pero por encima de todo eso, los relinchos furiosos del salvaje caballo debajo de él lo superaba todo.
El mundo subía y bajaba, daba vueltas y se estremecía, incluso cuando su estómago parecía chocar contra sus constillas y su abdomen, y casi podía sentir su cerebro bailar en su cráneo, Brandon apretó los dientes y reforzó su agarre en las crines del caballo, así como también, clavó sus talones en las costillas del semental, lo que de alguna manera volvió más salvaje al hermoso espécimen.
Esto era una pelea por ver quién era el macho alpha. Si lo era Brandon, un hombre que simplemente destilaba dominancia y respeto con su simple presencia, capaz de hacer todo lo que fuera necesario para obtener lo que deseaba... O si lo era el poderoso potro que hasta ahora no había sido domado por ninguno de los trabajadores de la finca, Azabache.
El caballo soltaba potentes bufidos y relinchido que fácilmente eran como de tres caballo normales, mientras se revolvía a una velocidad tal que parecía un tifón negro. Brandon podía sentir la poderosa musculatura del animal moverse como una máquina de último modelo mientras él también gruñía fieramente, imponiéndose ante el potro salvaje al quedarse encima de este.
Entonces de pronto el potro se tiró y rodó sobre el suelo, Brandon sintió como era aplastado sin clemencia por la tonelada que pesaba el animal. Los gritos animados de los vaqueros se detuvieron alarmados al ver la escena.
Pero incluso cuando el caballo se sentó y luego se paró ágilmente, Brandon no se soltó, a pesar de que su cuerpo estaba lleno de raspones y tierra.
—Maldito caballo, ya déjate vencer —Gruñó mientras soltaba la montura y envolvía los brazos alrededor del cuello del animal.
Cuando Azabache notó que no pudo deshacerse de él, soltó un verdadero rugido y se revolvió como loco, pero Brandon ya lo tenía firmemente agarrado y obstruía la respiración del animal lo suficiente como para agotarlo sin asfixiarlo del todo.
Solo un hombre tan preciso cómo Brandon sería capáz de hacer algo así.
El caballo entró en verdadero pánico, sintiéndose realmente amenazado por su persona, aún así, ya era tarde para darse cuenta de ello, Azabache poco a poco empezó a disminuir sus embates y a cansarse, hasta que cayó tirado en el piso, relinchando levemente.
Incluso así, Brandon no se despegó de él.
—Te dije que yo mando aquí, bastardo —gruñó molesto mientas le daba toques en los costados con sus talones—. ¡Vamos, arriba, zo, zo!
El oscuro semental bufó un par de veces... Pero al final se levantó lentamente, todavía exhausto.
Una ola de sorpresa y algarabía entre los vaqueros inundó el corral al ver cómo un citadino había logrado domar a la leyenda.
En sus años de visita a la finca, había aprendido que los primeros momentos entre un jinete y su caballo eran muy importantes, así que aunque los demás desaparecieron poco a poco del lugar, él se dedicó a dar vueltas con animal por el corral, a darle un poco de afecto e incluso alimentarlo, todo sin bajarse del lomo del cordel.
Azabache tenía que entender que quién mandaba en esa relación, era él.
Cuando el sol terminó de desaparecer del horizonte, él consideró que ya era momento de volver, seguramente tendría que escuchar cómo Roger exageraría toda la jornada con sus comentarios, pero en ese momento estaba demasiado cansado como para reprocharle algo, seguramente solo comería, se bañaría, escucharía el pleito que le formaría su hermano menor y luego se acos-
—E-eso fue realmente impresionante —comentó alguien justo cuando pasaba por el portón de la cerca.
Brandon obligó al caballo a detenerse aunque esté no quiso en un principio y tiró del animal hasta llevarlo a la entrada.
Él observó curioso al chico, puesto que no lo había visto ahí en los dos días que ya llevaba en la finca.
Él vestía un ajustado suéter azul marino que mostraba una delgada y ágil figura, poseía un preciosos ojos celestes con ligeros reflejos grises protegidos con unas grandes gafas, una impresionante melena de un rubio platinado, su piel era de un pálido rosa, labios de un imposible rojo y las facciones más hermosas que haya visto jamás, y eso que había follado con innumerables chicos.
Incluso Caleb era inferior ante la delicada belleza de ese chico.
Cuando de acercó más, notó inmediatamente la piel rosácea en su mejilla derecha y que salpicaba su frente y labios, parecía una cicatriz causada por alguna clase de líquido hirviendo.
¿De dónde había salido este chico?
—Re-realmente creí que se iba a caer un par de veces, pe-pero usted rápidamente recuperó el control de la situación y logró abatirlo... I-incluso cuando lo arrastró por el piso, se nota que usted tiene una muy fuerte volutad —Explicó suavemente el chico mientras limpiaba lentamente sus gafas con el borde de su suéter.
Brandon arqueó una ceja con ello, para luego fruncirlas.
—Sí, bueno, eso no importa mucho, hay cosas para las que solo tener voluntad no basta —Explicó mientras acariciaba el lomo de su nuevo caballo.
El chico parpadeó un par de veces antes de sonreír con un poco de nostalgia.
—L-lamento si le recordé algo malo señor, s-simplemente quería darle mi opinión.
Brandon observó fijamente al chico, este tenía algo que de alguna forma se parecía a la gravedad, atraía todo hacia él.
—¿Darme tu opinión? ¿Has estado ahí parado todo este tiempo?
Él había estado paseando con el caballo por casi tres horas y media.
El chico lo pensó unos segundos antes de, para su sorpesa, asentir.
—C-como tal no he estado solamente aquí, pero he estado pendiente de uste, l-lamento si lo incomodé con ello. —Se inclinó levemente a modo de disculpa.
Brandon no pudo evitar sonreír al ver el rostro sonrojado del chico.
—S-solo creí que merecía a-algún premio. —El chico colocó una jarra de limonada y un vaso frente a él—. E-esto, señor...
—Brandon, mi nombre es Brandon Mayer. —Extendió la mano.
El chico la observó unos segundos antes de tomarla.
—Es un placer señor Mayer, yo soy Tim Bradford.
Brandon frunció el ceño al escucharlo, el sentía que había escuchado ese nombre en algún lado, pero ya lo había olvidado.
—Vamos, no me digas señor Mayer, que me hace sentir más viejo y solo tengo treinta y cuatro, dime mejor simplemente Brandon por favor.
Entonces el rostro de Tim se tornó rojo.
—E-está bien señ... Perdón B-Brandon —aceptó el chico nerviosamente—. Eh, l-la verdad no parece tan v-viejo. Yo tengo dieciocho.
—Oh, pues gracias —sonrió Brandon sin poder evitarlo.
Brandon tomó la limonada y se sirvió un vaso que tomó con gusto. Estaba dulce.
—P-por cierto, discúlpeme la intrusión p-pero ¿No le duele? —Le señaló la mejilla derecha.
Brandon inconscientemente se todo la herida que todavía estaba sanando.
—Ah, solo un poco, la verdad es que es una suerte que no se haya roto en medio del evento —comentó algo avergonzado.
Pero Tim no respondió, simplemente observó su cuerpo desnudo de la cintura para arriba.
Más que observar sus músculos o algo parecido, parecía observar las finas cicatrices que había acumulado con el paso de los años. No era algo tan drástico o traumático e impactante como la maraña de cicatrices y muñones de Cameron, pero él tenía las suyas.
También parecía observar fijamente el tatuaje que cubría su brazo derecho. Notó cómo el chico se tornó todo rojo cuando se volteó para que viera también el tatuaje que cubría toda su espalda.
—¿Te gusta? —indagó divertido, tratando de divertirse un poco.
Pero el chico simplemente lo observó, como si no hubiese dicho nada.
—¿C-cómo puede mostrar su cuerpo lleno de cicatrices tan fácilmente? —preguntó de pronto con un tono lleno de pura sinceridad.
El líbido que había empezado a crecer en él al ver la belleza de ese chico, se apagó de un pisotón.
Brandon observó detalladament a Tim y también notó que llevaba unos guantes azul oscuro.
—Oh, bueno, supongo que no pienso mucho en ello. —Se encogió de hombros—. Pero podría decirse que estoy orgulloso de ellas.
—¿O-orgulloso de ellas?
—Así es. Cada una de las cicatrices que tengo, son de situaciones en la que he estado a punto de morir o en las que he tenido que sacrificar una parte de mí para salvar a alguien, así que pienso que son más como medallas de honor que otra cosa.
—M-medallas de honor... —susurró Tim pensativo mientras inconscientemente se acariciaba las manos—. Perdóneme la intromisión, pero también me gustaría saber sobre los tatuajes. —Tim observó el suelo avergonzado.
Brandon se carcajeó un poco.
—Eh, no haces nada malo, descuida —desestimó Brandon con una sonrisa—. Son el alfabeto rúnico, son runas celtas.
—Oh, comprendo ¿Y qué dicen? —dijo el chico con curiosidad.
Entonces Brandon se congeló otro poco.
Generalmente las personas creían que eran simples garabatos y que eran para verse bonito y malo y ya... Tim era la primera persona que le preguntaba, ni siquiera Caleb lo había hecho, seguramente porque este había supuesto lo que era.
—Son historias —explicó suavemente, elevando el brazo—. Esta se trata del primer amor en mi vida, la de mi espalda es sobre el segundo amor de vida... Ciertamente ninguna de las historias terminó bien —terminó con un leve tono nostálgico.
—Oh, entiendo, lamento haberle recordado algo tan malo —se disculpó Tim con un gesto arrepentido.
—Nah, no importa, son cosas que ya superé —desestimó Brandon con un ligero ademán de manos—. Sé que no se ven del todo bien debido a mis cicatrices, y que cada vez las letras se ven más borrosas, pero realmente no me importa, de hecho, me gusta que se vean así, porque no existen historias perfectas.
—Eso es cierto —concedió Tim asintiendo con la cabeza.
Y como si recordara algo, el chico dió un respingón.
—E-eh me tengo que ir, lamento mucho si le incomodaron mis preguntas. —Tim se inclinó profundamente.
—Oh, para nada, tranquilo, hablamos luego —se despidió Brandon mientras sacaba al semental del corral y lo llevaba a su establo.
Tim asintió y agitó su mano a modo de despedida antes de irse.
Mientras el misterioso chico se marchó, Brandon solo pudo pensar en que le gustaría hablar más entretenidamente con el llamado Tim Bradford.
Caleb...
El suave toque en la puerta de su habitación, hizo despertar a Caleb se sus ensoñaciones.
Había estado sentado en su cama por horas, pensando en la cosas que sus padres le habían dicho. Por una parte, ellos tenían razón sobre contarle las cosas a Bryan, aún así, una parte de él tenía mucho miedo.
Porque si él le contaba la verdad a Bryan, tal vez este podría dejarlo, o tal vez no, suponer las cosas que podría hacer su chico era casi imposible. Si habia alguien que igualaba a Shaun en cuanto a explosividad y volatilidad, era su Bryan.
Pero aún así tenía varias cosas que hacer, como arregla su situación con Cris, y tratar de localizar a Shaun otra vez, recupera las cosas que dejó en el pasado, empezar a acudir a un psicólogo por ayuda... Habían tantas cosas que hacer.
Si Caleb quería seguir adelante, debía de hacer las cosas bien... Empezando ir disculparse con Brandon aunque no pudiera especificar por qué.
El toque de la puerta volvió a despertarlo.
—¿D-diga?
—Señorito, la cena ya está servida —respondió amablemente la voz. Era un mujer.
—Okey, gracias Ann, en un momento voy.
Escuchó los pasos alejarse y entonces observó el objeto con el que jugaba entre sus dedos.
Era el anillo de compromiso que le había dado Brandon en su momento.
Por alguna extraña razón que no entendía, desde que le dieron esas semanas libres, no había podido despegarse de la joya, teniéndola siempre en un bolsillo o entre su cartera... Simplemente no podía soltarla.
Probablemente era la materialización de su culpa por todas las cosas que le había hecho a Brandon sin un verdadero sentido justo, pero aún así él no haría nada al respecto, no realmente.
Por ahora, a parte de la sincera disculpa que le daría, Brandon se mantendría en su lista de pendientes... Y probablemente se mantendría ahí para siempre.
Con esa resolución, Caleb volvió a guardar el anillo y salió de la habitación.
Apenas lo hizo, se topó de frente directamente con Cameron.
—Ah... —dijeron los dos al mismo tiempo al reconocerse.
La copia de Brandon, más delgada, pequeña y con ojos grises, vestía una camisa manga larga blanca, unos vaqueros negros, botas marrones y un sombrero de vaquero gris. Con esas pintas, pareciera que había vivido toda su vida en esa finca.
Entonces de pronto Cameron chasqueó la lengua con fastidio para luego darsd la vuelta e irse por dónde venía.
—C-Cam —le llamó Caleb con un balbuceó, pero este siguió su camino—, C-Cameron por favor espera...
Caleb le agarró del brazo, pero apenas lo hizo, este se revolvió fuertemente.
—Ni siquiera se te ocurra volver ha tocarme, bastardo —exclamó Cameron con un peligroso gruñido—. De todas las personas con las que esperé toparme hoy, tú estás en el top uno de "NO debo encontrarme con ese maldito", así que si no quieres que te rompa la naríz y me echen de aquí por ello, déjame en paz.
—Espera Cameron, necesito hablar contigo, por favor. —A Caleb no le importó suplicar con tal de mantener al hermano de Brandon ahí.
Cameron lo observó unos segundos antes de suspirar.
—Cinco minutos, Prescott, tienes cinco malditos minutos antes de que se agote mi poca paciencia —concedió Cameron con un bufido—. ¿De qué coño quieres hablar?
Caleb apretó los labios y meditó sobre cóm-
—Tic, toc, Caleb, se te acab-
—Quiero saber sobre Brandon —soltó al fin.
Casi pudo apreciar como Cameron se volvió en una estatua, este se quitó el sombre y se masajeó el puente de la naríz.
—En serio necesito paciencia —murmuró mientras se masajeaba la cara—. Creo que es un poco tarde para hablar sobre mi hermano ¿No crees? —Le sonrió sarcásticamente antes de deformar su rostro en una mueca de ira—. Deja en paz a Brandon, bastardo egoísta, me tienes harto con tus lloriqueos y toda esa patética parafernalia de "puedo lloriquear porque me secuestraron y me violaron, he visto el infierno, déjenme en paz" —se burló imitando su voz—, solo eres un cobarde, te gusta creerte la gran cosa, pero solo eres un llorica que prefiere esconderse que dar la talla, así que hazme el favor y déjalo en paz, que Brandon ya ha sufrido mucho por tu maldita culpa.
Caleb sintió la frustración crecer dentro de él mientras que Cameron volvía a irse.
—Sé que soy todo eso ¿Vale? Sé que soy toda esa mierda y más —exclamó frustrado, haciendo que Cameron se detuviera—. Sé que no merezco nada y que soy patético y muchas cosas más y que debería de alejarme de Brandon y seguir con mi vida, pero yo... Yo...
En ese momento Caleb se cayó, confundido por sus sentimientos.
¿Qué quería hacer exactamente con Brandon? ¿Por qué preguntaba estás cosas si solo se iba ha disculpar?
Antes de que Caleb rápidamente llegará a alguna conclusión, Cameron se volteó y suspiró.
—Tú realmente eres despreciable, Caleb Prescott, realmente despreciable. —Cameron soltó una risita sin gracia—. Sabes, aún recuerdo claramente el día en que te apareciste en mi oficina intentando chantajearme con la basura de Shaun Cooper con tal de ayudar a Brandon, estabas estado tan dispuesto ha hacer lo que fuese necesario para ayudarlo que realmente me había sentido celoso, incluso llegué a pensar que realmente te podría interesar mi hermano y por eso respeté la relación que tenían.
Pero esto que estoy viendo. —Lo señaló entero—. Me da tanta risa, pareciera que es chico fue cambiado por una versión barata y de bajo presupuesto de sí mismo. No me importa si eres más alto, fuerte y capáz que el viejo Caleb, tú solo eres un desastre que no sabe lo que quiere ni lo que busca, y las personas que son así están destinadas ha fracasar.
Porque existen dos clase de personas, Caleb: los que al ver el infierno y se vuelven más fuertes con ello... Y los que ven el infierno y se vuelven más débiles por ello, y por suerte, creo que ya sabemos cuál clase eres tú —Cameron sonrió con fiereza antes verlo seriamente—. No sé porqué quieres saber sobre lo duro que han sido estos seis años para Brandon y lo mucho que le has hecho daño, haciéndolo esperar por algo que nunca va ha llegar y haciéndolo hundirse en la miseria por ello, solo diré, que sea lo que sea que quieras hacer, nunca alcanzará a mi hermano... Él te odia lo suficientemente como para no importarle si incluso te mueres.
Ahora, con tu permiso me voy, que como vuelvas a intentar detenerme no voy a responder por mis actos.
Caleb observó cómo Cameron desapareció en la esquina, sintiendo cómo esas palabras lo habían atravesado de par en par.
Porque Cameron simplemente había visto a través de él por completo.
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Cuando Caleb al fin llegó a al comedor, prácticamente estaban todos, a excepción de dos personas sin contarlo a él.
Uno de ellos era Brandon.
Apenas notaron su presencia, todos en el salón, menos Cameron, quién siguió hablando como si nada con Daniel, Helen y Monic, lo saludaron.
—Oh cariño, estábamos esperándote —comentó Bryan apenas se sentó a su lado y le dio un suave beso—. Aquí Roger me ha estado contando algo que me tiene consternado —indicó mientras negaba lentamente con la cabeza, como si todavía no lo creyera.
—¿Eh? ¿Y qué es? —preguntó Caleb sin estar realmente interesado, comenzando a comer.
—Oh, bueno, me acaba de decir que ya no está saliendo con Brandon.
Caleb se detuvo en seco, interesado en la información y preparándose mentalmente para tener que ver a Brandon una vez más.
—¿Qué? —dijo simplemente, observando esta vez a Roger.
El grandulón, que estaba sentado frente a ellos, se rascó la mejilla algo nervioso.
—E-eh, bu-bueno, es que... Al final no fue lo que esperábamos —explicó vagamente.
—Pero no lo entiendo, cuando fueron a nuestra casa ustedes tenían mucha química, no entiendo cómo pudieron terminar tan rápido —dijo Bryan lentamente, como si le pareciera insólito el suceso.
Y para Caleb ciertamente también lo era.
Entonces el rostro de Roger se tornó nostálgico.
—Es que... Hay cosas que no se pueden olvidar, sin importar qué —murmuró levemente, mientras jugueteaba con los cubiertos.
Esas palabras se clavaron profundamente en el corazón de Caleb hasta hacerlo sangrar.
—Diablos, entonces supongo que fue algo bastante complicado eso que no pueden olvidar —dijo Bryan algo triste por Roger. Este asintió.
—Lo es. —Rogen asintió levemente, mirándolo a él por una milésima de segundo.
Caleb desvío la mirada, incómodo.
—P-pero ya pasó, Brandon y yo lo hablamos profundamente y al final quedamos como amigos otra vez, no hay malos rollos al respecto —terminó Roger con una ligera sonrisa que Bryan imitó.
—Oh vamos, no seas penoso, es obvio que quedaron como follamigos —comentó jocoso su prometido.
Roger soltó una carcajada mientras su rostro se teñía ligeramente de rojo.
Caleb sintió ganas de vomitar por unos segundos.
—Eres un desvergonzado —se quejó Roger con una pícara sonrisa—, pero me voy a guardar eso detalles.
Bryan hizo un puchero.
—Mmm... Eres un aburrido, no estoy pidiendo mucho so-
Entonces Caleb pellizcó la mejilla de su prometido.
—¡Auauaua... ¿Y-y ahola ke ishe?! —se quejó Bryan sin soltarse del agarre.
Caleb negó con la cabeza.
—El que no te des cuenta de tu error, me hace estirar más tus mejillas de descarado —espetó Caleb con un tono de molestia—. Voy a tener que castigarte.
Roger se rió divertido al verle estirarle las mejillas a su prometido.
—Je, je, je, se nota que lo tienes en régimen —comentó el grandulón, divertido.
—Se lo merece, últimamente ha sido más descarado de lo normal —indicó mientras le estiraba cada vez más las mejillas a su prometido, que prácticamente chillaba de dolor pero sin hacer nada.
Y tampoco es que Caleb les fuera ha decir que en realidad había descubierto que a Bryan le encantaba que le hiciera eso.
En ese momento notó que Tim había aparecido.
—E-eh, buena noches, buen provecho a todos, l-lamento la demora —se excusó el pequeño platinado con una profunda reverencia.
—¡Tim, llevas toda la tarde perdido ¿En dónde andabas?! —exclamó Monic levantándose un momento.
—E-eh, estuve viendo como domaban un caballo y luego me entretuve en los establos. —Ajustó sus enormes lentes—. D-disculpenme si los preocupé.
—No nos preocupaste, Monic estuvo todo el día hablando con nosotros —intervino Helen con una sonrisa—, pero lo mejor es que no andes paseando solo por ahí Tim, la propiedad es gigante y está en constante cambio, te pudiste haber perdido.
Las mejillas de Tim se tornaron rosadas con ello.
—E-eh, l-lamento el agravio, s-señorita Helen —se disculpó profundamente de nuevo.
—Vamos, vamos Tim, tranquilo, solo era una recomendación, no te pongas nervioso —comentó Daniel por su parte—. Ven, siéntate tranquilo, que no dejaré que ellas te asesinen ¡Ja, ja, ja...! —Daniel soltó una carcajada mientras que Monic y Helen lo golpeaban en broma.
Al final el chico se sentó en el asiento que quedaba al lado de Bryan y Caleb.
—Ah, Tim, te presento a Roger Maxwell y Cameron Mayer, ellos son amigos de Caleb y el señor Daniel —les presentó Bryan rápidamente.
—A-ah, mucho gusto —Tim se inclinó levemente. Roger en respuesta de carcajeó.
—Ah, ja, ja, ja... Eres un chico muy formal ¿No? —Roger sonrió pícaramente—. Pero por favor, tratanos con familiaridad, que todos estámos entre conocidos, así que estoy seguro de que nos llevaremos bien.
Tim se sonrojó rápidamente con la brillante sonrisa del grandulón y solo asintió.
—Y por cierto, bombero de quinta —espetó Cameron de pronto, dirigiéndose a ellos—, será mejor que no me metas en el paquete de "amiguitos de Caleb" porque si n-
De pronto Roger se carcajeó mientras tomaba a Cameron por la corona de la cabeza y lo hacía inclinarse.
—¡O-oye, bastardo, sueltame ¿Cómo te atreves ha-?!
—Disculpen al idiota este —interrumpió Roger rápidamente mientras zarandeada a Cameron—, a este de pequeño lo alimentaban con ácido muriático aceite de motor.
Caleb se rió algo incómodo mientras que Bryan por su parte se carcajeó sarcásticamente.
—Tranquilo Roger, lo entiendo perfectamente. —Bryan sonrió brillantemente mientras negaba con la cabeza despreocupadamente—. Después de todo, no tengo porqué hacerle caso a los desvaríos de un administrador fraudulento.
Cameron se zafó del agarre de Roger y se alzó por encima de la mesa.
—¡¿Cómo me llamaste, inútil de mierda?!
Bryan se rió despectivamente y también se levantó.
—¿Qué? ¿No es escuchaste? ¿Tan malas tienes las orejas, eh, enano frustrado?
La mesa estaba a punto de ser un campo de batalla.
Daniel suspiró en la cabecera de la mesa.
—Me gustan las cenas animadas... Pero a veces me pregunto seriamente por qué les traigo a mi casa —murmuró algo decepcionado, mientras Helen se reía verdaderamente divertida y Monic negaba con la cabeza.
Apenas dijo eso, Roger envolvió su brazo en el cuello de Cameron y lo sentó mientras esté se revolvía y se quejaba, y Caleb le atizó una mejilla a Bryan y tiró de ella hasta que lo hizo sentarse.
Fueron a quejarse cuando Tim carraspeó levemente.
—E-eh, perdón, pero u-usted es Mayer ¿No? —comentó Tim algo nervioso.
Cameron dejó de revolverse contra Roger y observó al chico con los ojos entrecerrados y decir:
—Sí ¿Qué hay con eso?
—E-este, d-de por casualidad ¿U-usted no será Cameron Mayer, e-ese Cameron Mayer, el p-presidente de la t-transnacional de bienes raíces "OneMore" y u-uno de los mejores e-economistas e inversionistas d-de la bolsa de valores? —indagó Tim con la voz algo débil.
Ciertamente Caleb nunca había visto a su pseudo sobrino actuar así.
—¿Oh? —dijo Bryan de pronto a su lado.
Cameron lo observó unos segundos, casi un minuto antes de asentir.
—¿Qué hay con eso? —repitió.
Tim de pronto pareció que ni siquiera respiraba.
Toda la mesa estaba en total silencio, atenta al intercambio entre esos dos.
—Ah, t-tengo que admitir, que su c-carrera es una de los mejores —dijo Tim con un pequeño hilo de voz mientras jugaba con sus dedos muy nerviosamente— D-dentro de poco voy a estudiar economía y... U-usted fue una de mis inspiraciones para elegir esa profesión.
Caleb observó intrigado como Cameron mantenía un rostro total y completamente neutro, como si no se esperara algo así.
Bueno, él sabía que Tim iba ha estudiar economía y administración, en parte para controlar por completo la floristería que manejaban él y su madre, pero no se esperó que Cameron fuera parte de sus motivos para elegir esa carrera.
Y el susodicho solo pudo observar a Tim, como si no supiera que decir... Y eso solo empezaba pone nervioso al pequeño platinado.
—Diablos Cameron, jamás pensé que pudieras hacer algo tan bueno como inspirar a alguien —comenró Roger de pronto, salvando el momento.
Entonces Cameron suspiró mientras le daba un pisotón al grandulón, que se quejó aunque mantuvo su sonrisa.
—Tim Bradford ¿No? —comentó Cameron entonces. Tim asintió rápidamente, casi ansioso—. Bueno, Tim, Realmente me halaga que sea tu inspiración para elegir la profesión de economist. Si deseas saber más sobre la carrera o sobre el ejercerla, o conseguir un trabajo decente rápidamente, no dudes en acudir a mi despacho.
—¡Sí, muchas gracias! —Sonrió Tim esplendorosamente.
Caleb casi pudo ver como el rostro de Cameron se sonrojaba levemente.
—Oye, oye. Enano ¿No estás siendo repentinamente muy amable con mi sobrino? —Bryan señaló acusadoramente con el tenedor a Cameron—Te advierto que si estás tratando de ir a por mi sobrino, voy a cortar tus ricachonas pelotas porque él ya tiene novio y se llama Carl.
—¡T-tío! —exclamó Tim incrédulo, con el rostro más rojo que nunca.
Cameron suspiró cansadamente.
—Para que te quede claro, bomberucho de mierda, en primer lugar yo soy asexual, y en segundo lugar, no tengo por qué hacerle caso a las estupidas calumnias de la prole —espetó Cam antes de devorar un pedazo de ternero.
—¿Prole? ¡¿Me acabas de llamar prole?! —A Bryan le saltó una vena en la frente y en el cuello— ¡VOY A MATARTE BASTARDO CREÍDO!
Bryan intentó saltar por encima de la mesa, de no ser porque Caleb lo atrapó en el aire y lo sostuvo en su silla, hubiese intentado clavarle a Cameron el tenedor de mesa.
—Hmph, es lo que se esperaba de un cerdo como tú —espetó Cameron con una sonrisa de suficiencia.
—¡VOY HA HACERTE UNA MALDITA VASECTOMÍA CON UN CORTAUÑAS, CRETINO! —gritó Bryan totalmente fuera de sí.
De pronto rezonó una carcajada justo detrás de ellos. Caleb sintió como se le erizaba la piel.
Todos en la habitación se callaron excepto Monic, Tim y Bryan, que observaron confusos como los demás se pusieron algo tensos, incluyendo a Caleb.
—Cameron, deja de meterte con Bryan o voy a tener que sacar tus trapos sucios al aire —ese fue el saludo de Brandon, justo antes de sentarse.
—Tal clase de cosas como "trapos sucios", no existen en mi historial —espetó Cameron tomando algo un poco del vino que fue servido.
—Ja, no me tientes hermanito, no me tientes —advirtio Brandon con una ligera sonrisa.
Caleb no pudo evitar notar que cargaba descubierta la herida en su mejilla, y que esta estaba mucho más curada.
Cameron chasqueó la lengua, molesto.
En ese momento Brandon observó a Tim con algo de sorpresa.
—Tú... —dijo Brandon simplemente. Tim asintió algo sorprendido también.
—A-ah, señor Brandon.
—¿Oh, ustedes se conocen? —inquirió Bryan bastante curioso.
—E-eh sí, en el corral de los caballos, l-lo vi domar a un semental —explicó Tim algo cabizbajo.
—Sí, al final Tim me dio un poco de limonada ¿No Tim? —dijo Brandon suavemente. Tim solo asintió algo nervioso.
—Oh, pues genial, entonces puedo ahorrarme las presentaciones —aplaudió Bryan bastante feliz—. Oye Tim, Brandon es casualmente el tutor que te dije que te iba ha encontrar.
—¿Oh, en serio? —Tim observó a Brandon algo sorprendido—. Las vueltas que da la vida ¿No? —Sonrió suavemente.
Brandon asintió con otra sonrisa.
—Sí, es curioso el cómo nos conocimos.
El ambiente en la habitación se fue calmando al ver cómo Brandon conversaba tranquilamente con todos con su típica y sorprendente habilidad conversacional.
Brandon diañogaba con todos... Menos con Caleb.
Y este no supo si alegrarse o enfurecerse por ese hecho, tampoco le pasó desapercibido como los ojos de su ex novio brillaban cada vez que observaba a Tim.
Ni tampoco se le escapó la conversación prácticamente privada que tenían ambos.
Y no es que debiera sorprenderle. Ambos eran bastante educados y sabían de todo un poco, Tim planeaba estudiar algo con lo que Brandon prácticamente crecido y eran futuro tutor y estudiante, tenían que empezar a conocerse.
Pero aún así, a Caleb se le retorcieron las viseras cada vez que veía como Brandon acariciaba levemente a Tim, casi inconscientemente, o cuando Tim se reía melodiosamente por algo que su ex decía, o lo sorprendentemente cercanos que parecía ser en cuestiones de minutos.
Y llegó un punto en la noche en que prácticamente solo los podía ver a ellos, no entendía porqué, ya había visto una cercanía más intensa y romántica entre Roger y Brandon antes y no se había sentido así de violentado, por lo que no tenía por qué sentirse de esta forma.
Tal vez tenía que ver con el hecho de que él ya sabía de primera mano, de qué iban las tutorías de Brandon.
O tal vez era porque a Brandon le brillaban los ojos cuando hablaba con Tim... Le brillaban casi igual que como le brillaron cuando ellos se empezaron a conocer de verdad.
Fuera lo que fuera el motivo de su incomodidad, esa noche no lo pudo aguantar más y se tuvo que excusar.
Brandon ni siquiera parpadeó hacia él.
Y mientras Caleb salía de la habitación, recordó las palabras de Cameron durante prácticamente toda la noche y el resto de su estadía en la finca de sus padres.
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—Bien, sé que es un poco violento y que probablemente le interrumpa algunas fiestas que ya tiene preparadas, pero en verdad estoy dispuesto a pagar más con tal de mantener la reserva de nuestro alquiler. Es mi boda, y si es necesario, voy a pagar otros cientos de miles de dólares —terminó Caleb con desición.
"Y no es como que esté falto de dinero en este momento" Pensó mientras recordaba como su jefe, Darren Clarkson, el presidente de la constructora, le había dado una "pequeña" indemnización por el trauma de ser apresado en medio de la investigación por la muerte de su ex jefe, Michael Cromwell.
Había pasado poco más de una semana desde que habían vuelto de la finca de sus padres.
Y aunque la rutina de Caleb volvió a ser el estar encerrado hasta que a su jefe le diera por volverlo a incorporar, agradecía eso muchísimo más que el tener que ver a Brandon en sus andanzas sin prestarle la más mínima atención, prácticamente haciéndole la ley del hielo.
Él realmente quería borrar esos momentos de sus recuerdos, especialmente las veces en las que había tenido que decirle obligatoriamente algo a su ex, y este había hecho como si él no existiera.
En esas condiciones, Caleb obviamente no se disculpó.
Volviendo al presente, al otro lado del teléfono le dieron la respuesta que quería, lo cual le hizo sacar una sonrisa y olvidar el regusto amargo que tenía.
—Bien, sabía que entendería, fue un placer hacer negocios con usted, señor Vaunghman.
Caleb cortó y dió un pequeño brinco de felicidad mientras iba a contarle a su hombre sobre su victoria con la reservación del lugar donde se iban a casar.
Ya faltaba solamente un mes, y prácticamente tenían casi todo listo, solo faltaba organizar la cena de práctica, las despedida de soltero y comprobar las invitaciones una vez más y la lista de platillos.
Caleb llegó a la habitación con eso en mente y dijo:
—Oye, cariño ¿Adivina quién consiguió mantener reservado el hotel cinco estrellas con esa vista al mar que tanto te ena-? —se calló de golpe al entrar en la habitación.
En ese momento, Bryan notó su entrada y se dió la vuelta con una lujuriosa sonrisa.
—Hey, cariño ¿Qué tal me veo? —dijo mientras le daba una vuelta de muestra.
Caleb apretó los dientes y negó rotundamente:
—Tú no vas ha ir a esa dichosa fiesta con eso puesto.
Bryan hizo un puchero.
—¿Por qué no? Si vas a presumir ante todos al hermoso chico que tienes a tu disposición —dijo su prometido a la vez que hizo una pose de modelo mientras apretaba todos los músculos—. No haré nada malo con nadie a parte de ti. —sonrió divertido.
Se veía realmente hermoso.
Pero Caleb solo pudo bufar molesto.
—Sí, yo voy a presumir el manífico hombre con el que me voy a casar... Solo si dicho hombre se cubre el culo con algo, de lo contrario él se va ha quedar encerrado en casa —amenazó Caleb seriamente.
Bryan hundió los hombros mientras lo miraba con ojos de borrego degollado.
—Por fa Caleb, por fa... Quiero lucirme esta noche, es la primera vez que voy a una fiesta así, por favor, por fa —suplicó Bryan a punto de llorar mientras juntaba firmemente las manos... Para luego darle una mirada de reproche—... Mira que tú cuando fuiste a una, mostraste mucho más que el culo —acusó mientras se daba una nalga a sí mismo.
Caleb suspiró molesto y maldijo mentalmente a Roger por haber soltado esa pieza de información.
"Maldita sea Roger, te voy a despedazar vivo" Pensó molesto mientras Bryan casi estaba al borde del llanto.
Suspiró pesadamente.
—Bien, puedes ir así... Pero como alguien se te insinúe de alguna forma, nos devolvemos —amenazó rápidamente.
Pero pareció que Bryan ya ni le escuchaba, solo brincaba de un lado a otro mientras saltaba grititos de felicidad.
—¡Aaaahhhh! sabía que ibas a aceptar, no tienes fuerza de voluntad alguna en mi contra —dijo Bryan muy feliz antes de hacerle agachar para besarle suavemente—. ¿Te había dicho que eres simplemente el hombre perfecto?
Caleb entrecerró los ojos mientras su prometido le sacó la lengua, divertido.
—Vámonos antes de que arrepienta —espetó Caleb dirigiéndose al garaje. Bryan le siguió atrás mientras hacía una especie de baile de la victoria que fácilmente podría ser confundido con las ganas de ir al baño.
Aunque Caleb no quería admitirlo y odiaba los motivos por los cuales Bryan estaba así, le agradaba mucho ver a su hombre tan feliz y ansioso.
Antes de entrar al auto, Caleb le pasó una discreta gabardina a Bryan que le permitió ocultar el hecho de que no llevaba nada de la cintura para arriba salvo un collar de cuero trenzado y una chaquetilla de cuero, mientras que de la cintura para abajo vestía unas gruesas y super apretadas mallas que le llegaban hasta casi las rodillas y que dejaban al descubierto su culo totalmente levantado por la tela. Y que tapaba su raja con una delgada tira de tela.
Caleb por su parte se cubrió con una gabardina también, ocultando así la malla negra a modo de camiseta sin mangas que cubría su torso, unos slips oscuros de cintas gruesas que se conectaba con unos tirantes a unas perderás tipo vaquero de piel de imitación de serpiente negra y unas botas vaqueras oscuras.
Durante todo el camino, Caleb pudo notar cómo Bryan andaba tan ansioso como un perrito al que sacan a pasear, lo que le hizo sacar una sonrisa y a la vez estar nervioso, puesto que no sabía cómo ese mundo afectaría a su relación.
Ya sabía que estos díasque habían pasado desde que volvieron de la finca de su padrastro, habían sido muy tranquilas para ser ciertas... Y la prueba de ello era el lugar a dónde iban.
Cuando Caleb bajó la velocidad, detuvo un momento el auto en la acera, contemplando aquel local.
Se veía exactamente igual a aquella vez en la Brandon y él habían ido... El día en Brandon se había abierto completamente para él... Y el día que había marcado el hecho de que Caleb le terminaría fallando al ex amor de su vida.
—Caleb ¿Es aquí? —dijo Bryan en ese momento, sacándolo con ello de sus pensamientos.
—Eh, sí —respondió algo sorprendido—, déjame meter el auto en el estacionamiento del local... Ni de coña vamos a salir así a la calle. —Caleb dio marcha al auto mientras que Bryan se carcajeaba.
—No debería de molestarte cariñito... De todas formas un montón de gente meqq verá el culo allá dentro —comentó su prometido jocosamente.
—Ja-ja-ja, mira lo feliz que estoy por eso —dijo Caleb sarcástico.
Y mientras su prometido no para de pincharle por ello, ambos entraron al antro de BDMS, bar-restaurant-discoteca, llamado "The Hunter".
Continuará...
Bueno señores y señorita!!! Aquí está, el siguiente capítulo de la serie, no contiene nada de sexo, pero si es bastante movido XD
Cómo verán, aunque Caleb desea hacer las cosas bien, no significa exactamente qué las esté haciendo bien, años de autobloqueo y de reprimir sus emociones le están pisando los talones y pasándole factura, aún así, está dispuesto a casarse con Bryan y hacerlo feliz, pronto veremos qué tan bien le va con eso, por ahora, sean pelices con el show que se acerca.
Por otro lado, era obvio que Cameron no se llevaría bien con Bryan, considerando que es el hombre por el cuál Caleb cambió a Brandon, aún así, recordemos que realmente nunca sabremos con exactitud que piensa nuestro camaroncito, es un hombre demasiado tsundere XD... Aunque igual no pudo contra la suave y dulce personalidad de Tim, aunque realmente, es imposible que alguien como ese chico pueda caer mal, si alguno de ustedes ha tenido contacto con un deredere, entonces sabrá sobre el terrorífico poder de dulzura y amabilidad que poseen, odiarlos es virtualmente imposible.
Y si no saben qué significan estos términos, pregúntele a San Google, el patrono de la sabiduría uwu
Ahora, espero que todos recuerden el antro BDMS "the Hunter" un lugar super icónico en el final del primer arco de está serie, habemos fiesta sadomasoquista señores!!!!! Y aunque no va ha ver un numerito como el que Caleb y Brandon dieron, si van a ver unas sorpresitas.
Cómo por ejemplo, todos nuestros queridos chicos candentemente vestidos, la aparición super esperada por todo de Shaun D: y la gran sorpresa de la noche!!! No quiero dar muchos spoilers, pero por ahí vi a Brandon, Roger y a Cris entrar en una sala de juegos juntos 😏
Hasta el próximo cap señores y señorita!!!!!!