El tutor 3

A Caleb lo persiguen los remordimientos de su primera vez con su tutor... Así que Brandon se los quita a base de golpes... Y buen sexo, claro.

El tutor 3

Me pedirás que te castigue tanto o más que follarte.

Para cuándo su madre llegó en la noche, Caleb había terminado de empacar.

Los sucesos de todo el día. No, los sucesos de toda su vida se repetían una y otra vez en su mente como una extraña película en sepia que se volvía full color cuando llegaba al momento en que tocó la verga de cerámica, era como si toda su vida fuera insignificante comparada a ese simple momento, el instante en que descubrió partes de él que ni siquiera sabía que podía tener.

Y entonces ese hombre, Brandon Mayer, apareció como si hubiese sido convocado por esa polla.

Y tuvo sexo con él, sexo con un hombre.

Y fue la experiencia más extrema y placentera de su vida.

Y eso lo estaba matando.

Porque a Caleb no le gustaban los hombres en lo absoluto, incluso en ese momento podía sentir repulsión al imaginar a un hombre besándolo... Pero si ese hombre resultaba ser Brandon...

Su rabo dio un brinco de felicidad a la vez que su cuerpo le hormigueba de anticipación por solo pensarlo, Caleb se llevó las manos a la cabeza, desesperado.

¿Qué demonios me pasa?, ¿Por qué ansío tanto esto?, ¿Soy maricón? -Los pensamientos lo envolvieron hasta saturar su mente.

Para cuando se dio cuenta, estaba llorando.

Caleb no era de llorar al igual que su madre, habían muy pocas cosas que podían afectarlo de esa manera... Aunque en ese momento no entendiera qué le había puesto tan histérico.

Se sentía partido por la mitad, una parte de él ansiaba ir mientras que la otra sentía miedo de en qué se podría convertir en manos de ese hombre.

-Caleb, ven a comer -Dijo suavemente su madre mientras abría la puerta de su cuarto.

-No tengo hambre -Murmuró mientras cerraba la maleta a espaldas de su madre, no quería que viera sus ojos hinchados.

-Caleb, por favor... -Pidió su madre.

Pero Caleb ya se había encerrado en sí mismo, lo menos que quería en ese momento era escucharla.

-Tranquila madre, ese hombre corregirá a tu malnacido hijo, estoy seguro -Murmuró apoyándose en las petacas.

-Ca...

-Quiero estar solo -Indicó mientras trataba de respirar controladamente.

Luego de unos segundos, la puerta se cerró.

No pudo dormir en toda la noche...

::::::

Al día siguiente Caleb se levantó de su cama solo porque de pronto empezó a sonar el timbre de manera insistente. No se había levantado ni siquiera para comer y ya era poco más de mediodía, lo que le importaba un pepino, solo esperaba angustiado el momento en que ese hombre llegara a buscarlo, seguía sin saber cómo comportarse a su alrededor y tampoco sabía que esperar de él.

El timbre seguía sonando ruidosamente.

Coño ¿Quién podrá ser? -Pensó desorientado mientras se colocaba unos pantaloncillos azules y una camiseta blanca, su mente se sentía sobresaturada y aletargada por el sueño, aún así, simplemente no pudo dormir.

Cuando abrió la puerta, se arrepintió de inmediato.

Brandon Mayer ni siquiera se dignó a verlo, solo observaba su costose reloj de pulsera.

Estaba vestido con un fino y elegante traje de un tono gris claro, una corbata roja, una camisa negra y mocasines marrones, un peinado en raya de lado; un profundo y, para su sorpresa, exquisito perfume con tonos de madera envolvía el ambiente... Ni siquiera parecía el mismo sujeto que encontró el día anterior, estaba realmente guapo.

Además, cargaba con él una gruesa maleta de cuero marrón oscuro, le recordó a las antiguas maletas de los doctores.

-Caleb, ha pasado más de tres horas de la hora de entrada de tu preparatoria -Comunicó mientras lo comenzaba a detallar desde los pies lentamente-. Y tú sigues en estás fachas -Le recriminó cuando lo observó a la cara-. ¿Por qué coño no fuiste a la preparatoria? -Inquirió serio con un tono de molestia.

Aunque era diez centímetros más alto, Caleb se sintió como un pequeño a la vez que retrocedía un paso, los ojos de Brandon se entrecerraron, afilados.

-N-no me siento bien -Indicó, entonces Brandon gruñó levemente, claramente consciente de la mentira.

Aún así Caleb no se dejó intimidar más y le mantuvo la mirada, en respuesta Brandon sonrió sarcástico.

-Con que aún no lo has entendido -Murmuró mientras entraba por sí mismo a la casa y cerraba la puerta.

A Caleb no le pasó desapercibido que le puso el seguro interno de la puerta.

-¿Sabes? Mi padre tenía una fase para cuándo algo como esto pasaba -Comenzó a explicar-. Yo no era un chico rebelde, de hecho, siempre intentaba hacerle caso a mis padres y obedecer sin rechistar, pero los chicos siempre tienen está vena rebelde que de vez en cuando sale y yo no fui la excepción, cuando eso pasaba e iba en contra de lo que me ordenaba, mi padre siempre me decía "ahora resulta que los pájaros le disparan a las escopetas" antes de castigarme e imponer su autoridad. Realmente no entendí la frase hasta que empecé a dar estás tutorías, y comprendí que a los chicos de vez en cuando hay que demostrarle autoridad ya sea por las buenas o por las malas... Y al parecer tú quieres por las malas -Indicó mientras comenzaba a hacercársele sin ninguna prisa, Caleb se hechó para atrás.

-¿Q-qué quiere hacerme? -Preguntó nervioso mientras pensaba rápidamente en cómo escapar de este sujeto que lo miraba cono un deprador asechando a su presa.

-Estamos algo lentos hoy ¿No? -Soltó divertido aunque sus ojos permanecieron fríos-. Obviamente te castigaré por lo malo que has sido niño, es mi deber y mi placer hacerlo, así aprovecharé y te enseñaré mis reglas y que conmigo y lo mío nadie se mete sin llevarse su merecido -Terminó.

-N-no, por favor yo...

-Suplicar no te va ha ayudar, Ca...

Entonces a Caleb se le ocurrió la brillante idea lanzarle un golpe.

-¡ARGTH! -Gritó casi de inmediato.

Había pasado todo tan rápido que no pudo asimilarlo, solo sera consciente de que se golpeó con el piso al caer y que Brandon estaba en su espalda con su mano fuertemente sujetada contra su espalda.

Brandon elevó su brazo y el dolor restalló por toda su extremidad, Caleb gritó en agonía.

-Definitivamente tienes huevos chico, es una pena que se te ocurriera esa brillante idea en mi contra, veo que no eres muy listo -Señaló mientras le subía más el brazo, los gritos de Caleb aumentaron-. Pero no te preocupes, eso se arregla con algunos ejercicios mentales.

-¡Por favor, para, para, vas a romperme el brazo para! -Gritó desconsolado mientras se retorcía en el suelo sin poder bajárselo de encima.

Pero Brandon apretó un poco más, y más y más, muy lentamente, Caleb gritaba sin parar sintiendo como su brazo entraba cada vez más en tensión y sus tendones ardían en llamas.

-¿Qué pasó chico?, ¿La magia de ayer se apagó? Creo que te sobreestimé -Suspiró Brandon decepcionado, aparentemente ajeno a todos sus gritos.

-¡Por favor, por favor señor, mi brazoooo!

Entonces Brandon aflojó su agarré, Caleb cayó desesperado al suelo casi sin fuerzas sosteniéndose el brazo derecho.

Brandon lo tomó de ambos brazos y lo arrastró, Caleb apenas podía gemir por el tironeo de su brazo lastimado, el hombre de traje sacó un par de esposas con una cadena mucho más larga de lo normal de su saco y le esposó boca abajo al barandal de la escalera.

-Bien, empecemos el castigo -Soltó tranquilamente mientras iba por su maleta.

-¿P-por qué me hace esto?, ¿Q-qué le he hecho yo a usted? -Preguntó Caleb en medio de su dolor-. Lo lamento ¿Sí? Lamento haber entrado a su casa y tratado de robarle su escultura, no lo volveré a hacer, siquiera sabrá de mí, solo...

Caleb se cayó cuando una fusta de cuero negro apareció frente a sus ojos.

-Todavía no lo entiendes -Murmuró El hombre de traje mientras pasaba la punta por su cara, Caleb respiraba entre cortadamente, miedoso-. Quiero ser tu tutor, Caleb, tienes potencial, puedo verlo claramente -Comenzó a pasarla por su cuello y espalda-. No hace falta que me digan que eres un chico brillante, inteligente, atlético, sociable, talentoso... Y con otras cualidades, porque lo puedo intuir -Susurró mientras acariciaba su trasero-. Pero te fuiste por el mal camino y te juntaste con idiotas, así que es mi deber el corregir tu ineptitud y tu rebeldía y volverte un hombre de bien, ese será mi mayor placer -Lo azotó en la nalga derecha.

Caleb se aguantó el gemido de dolor, escuchó a Brandon reír un poco.

-Bien, eso está mejor -Le celebró a la vez que sentía como acariciaba su trasero por encima de la ropa-. Ahora, jugaremos un juego, yo te azotaré esas hermosas nalgas que tienes y por cada azote dirás un número y a cambio yo te diré una regla, si llegas a chillar o siquiera gemir de dolor, te daré veinte azotes extras por cada vez, no te quejes ni una vez y serás recompensado ¿Qué dices? -Le preguntó mientras amasaba sus nalgas.

Aguantando la enorme humillación que sentía, Caleb tragó en seco y dijo:

-Uno.

Brandon se carcajeó.

-Lo captaste a la primera, bien hecho chaval -Celebró-. Primera regla, te dirigirás a tus mayores y a los que poseen alguna discapacidad con respecto, en mi caso, a solas me puedes llamar tutor, señor o maestro, en público, me llamarás señor o tutor seguido de mi nombre, ahora...

Le rompió los pantaloncillos con todo y bóxer, dejando sus nalgas al aire libre y parte de su perineo al aire libre, hizo lo mismo con su camiseta, dejándosela solo agarrada de los hombros.

Y otro fustigazo, solo que diez veces más fuerte que el primero, impactó en su nalga izquierda, las lágrimas le saltaron del dolor y la humillación a la vez que mordió su labio inferior y gruñó levemente.

-D-dos.

-Sí se te da una órden, debes seguirla.

Otro golpe igual de endemoniado que el anterior le asaltó la espalda baja, su cuerpo sufrió un espasmo de dolor y está vez se rompió el labio.

-T-tres -Dijo con la voz algo rota.

-Te vestirás de manera adecuada y estilizada, sin llegar a lo vulgar o extravagante.

Y así empezaron a lloverle golpes seguidos de una cuenta y una regla, los golpes que peor llevaba eran los que se superponían con otros, aún así, Caleb se dejó la boca en carne viva para no gemir de dolor, no le podía dar el gusto de seguir azotándolo.

Algunas de las reglas fueron:

-Hablarás de manera correcta y sin groserías de algún tipo.

-No consumirás estupefacientes ni nicotina y serás moderado con las bebidas alcohólicas.

-Tu cuerpo es un templo, por lo que deberás cuidarlo con una dieta sana y ejercicio.

-Serás aplicado en la escuela y obtendrás buenas notas sin importar qué.

-No robar.

-No atentar en contra de la vida ajena.

-No mentir.

-Elegir buenos amigos y no juntarse con malas compañías.

-Aprederás a realizar los quehaceres del hogar y los harás sin rechistar.

-No arruinar la vida ajena.

-Avisar de antemano a dónde irás, con quién y la hora en que llegarás a la casa, llegando siempre temprano...

Y así las reglas se extendieron hasta veinte reglas.

-Esta es la última -Anunció Brandon serio.

Y un fustigazo más fuerte que cualquiera de los anteriores le dio de lleno entre las nalgas, justo en el ojete.

Caleb apretó los dientes tan duro que los escuchó crujir a la vez que su boca se llenaba de sangre un poco más al morderse inconscientemente las mejillas.

-V-vein... ti... Uno -Murmuró con la voz apagada, aguantando como podía el gemido que tenía en la punta de la lengua.

-Desobedece alguna de las reglas anteriores o decepciona a tu tutor de alguna manera y serás castigado cómo, cuándo y dónde sé me dé la gana -Terminó frío-... ¿Entendió joven Caleb?

A Caleb le faltaba el aliento, haber aguantado los gritos y tragarse el dolor, había mermado sus fuerzas incluso más que los golpes en sí.

-Sí, señor -Dijo lo más duro que pudo sin que soltara un graznido.

El silencio envolvió a Caleb mientras se recuperaba, de repente escuchó algunos aplausos, parpadeó confundido.

-Ciertamente estoy sorprendido pequeño Caleb, eres el primero que aguanta tan bien este castigo, sientete orgulloso de ello, todos siempre terminan gritando o suplicando y no me queda de otra que enseñarles que un hombre debe tener un temple fuerte, los cobardes mueren estúpidamente en esta vida -Sintió una suave palmada en sus nalgas que le picó un poco-. Última regla, la última de verdad, si te portas bien y no rompes alguna regla, serás recompensado y, en el mejor de los casos, tendrás derecho a pedirme cualquier cosa, así como yo tengo derecho a castigarte en el buen sentido -Terminó jocoso.

Caleb se concentró en sus palabras mientras trataba de regular su respiración y recuperarse del dolor que todavía no lo dejaba.

-¿Cómo, señor? -Murmuró trémulamente.

-Habla más duro Caleb, no te escucho -Ordenó.

-¿Cómo se puede castigar en el buen sentido, señor? -Inquirió está vez con una voz más alta.

-¿Oh? Interesante -Soltó en cambio Brandon-. Déjame mostrártelo entonces chaval. Levanta el culo y abre las piernas.

Caleb se arrodilló dejando la cara y los hombros en el suelo y abrió las piernas, siendo consciente plenamente de que esa posición debía de dejar su trasero más expuesto junto a sus huevos.

No tenía más opción que obedecer... Pero Caleb no se dió cuenta en ese instante que el obecer esa orden tan sumisamente fue el inicio de su cambio.

-Así... -Murmuraron en su oído mientras sentía su mano presionar su espalda baja, Caleb se dejó hacer y en consecuencia quedó su trasero en pompa y con el ojete visible en su totalidad, sus huevos se salieron por el agujero y quedaron colgando a la vista.

Sintió las manos masajear sus nalgas y eso le dolió.

-Tienes permiso de gemir y chillar todo lo que quieras -Le dijo el hombre.

Entonces sintió la lengua pasar desde el final de su nalga derecha hasta la espalda baja, la sensación de la saliva alivió el escozor de su piel, Caleb gimió levemente por ello.

-Mmm, que rico culo -Alabó Brandon.

Poco a poco, su tutor pasó de manera perfecta y prolija su lengua por todo su culo, cubriendo bien sus nalgas de saliva y mordiéndolas y dándoles chupones de vez en cuando, o arañandolas al restregar su cara contra estas, la piel de Caleb hormigueaba con cada toque, haciéndolo jadear a la vez que le temblaban las piernas, sintiendo como el dolor se desaparecía y solo quedaba una piel muy sensible al tacto.

-Cuenta para mí, pequeño Caleb -Ordenó Brandon de pronto.

Una palmada golpeó sus sensibles nalgas, no fue tan fuerte como lo hizo con la fusta pero igual dolió, Caleb aguantó el gemido.

-U-u...

En ese momento Brandon lamió lentamente la zona lastimada para luego meter su lengua en su ojal.

-U-uno -Gimió el número sin poder evitarlo al sentir esa lengua gruesa y caliente tocar su lugar más íntimo y comenzar a entrar en él.

Un segundo golpe cayó en su otra nalga, solo que está vez se sintió extraño, el dolor y el placer se confundían y se maximisaban entre ambos.

Justo como cuando lo folló.

-¡D-dos!

Cada vez que contaba el golpe, Brandon lamía la zona lastimada, además que ahora metía hasta tres dedos en su interior y lo follaba con ellos.

-¡Veintidos! -Gimió la final a la vez que sentía la punta de cuatro dedos, dos de cada mano, entrar en su agujero.

Brandon hizo palanca con ambos y lo abrió un poco, Caleb gimió como poseído cuando sintió esa lengua recorrer todo el borde de su entrada para luego follarlo un poco.

Hace rato que los jirones de ropa que lo cubrían estaban bañados de presemen.

-¿Ves?, ¿Qué te pareció este castigo? -Murmuró mientras le daba lengüetazos de vez en cuando-. Ya verás, con el tiempo me pedirás que te castigue tanto o más que follarte -Susurró mientras giraba sus dedos en su interior y le daba otra nalgada, mucho más suave que las anteriores-. Pídemelo Caleb, vamos, sabes que lo deseas -Murmuró Brandon con voz ronca-. Este culito necesita verga ¿No crees?

A Caleb le temblaban las piernas... Y hacía rato que su racionalidad se había desconectado.

-... Métame su pollón, señor, por favor, lo quiero en el fondo de mi culo, lo necesito en mi interior -Jamás había pensado que alguna vez pediría algo así, pero aquí estábamos...

Sintió como Brandon aspiraba profundamente el olor de su ojete.

-Joder niño, tú me vas a enloquecer -Anunció el otro mientras sentía que se montaba sobre él.

Para sorpresa de Caleb, se dió cuenta que Brandon estaba desnudo al sentir la piel de sus piernas, caderas y torso, ni siquiera se había dado cuenta de cuando se había quitado la ropa.

Sintió como el ex fiscal restregaba su enorme glande por toda su raja para terminar colocándolo en su entrada, mojándolo a consciencia con su resbaladizo precum y solo presionó un poco, solo un poco y se detuvo.

-Por favor, señor... Mi culo lo necesita -Suplicó con la voz cada vez más ronca.

-Sí tanto lo necesitas, dale tú mismo, follate mi verga -Escuchó su voz de cabronazo y a Caleb no le fue muy difícil imaginar esa sonrisa junto a sus ojos fríos.

En ese momento, esa petición fue demasiado para Caleb. Él podía obedecer, lo podía castigar, lo podía humillar o incluso lo podia hacer decir guarradas y suplicar por más, pero pedirle que aceptara esta parte de él de está forma, demostrar como una parte de él disfrutaba demasiado con esto.

Hacer eso le era imposible.

Su cuerpo comenzó a temblar y sintió mucho miedo de lo que ese hombre le podría hacer en cuanto se diera cuenta.

Lo cuál pasó de inmediato.

-¿Qué sucede?, ¿No quieres? -Parecía tranquilo, pero Caleb podría jurar que escuchó una nota de sorpresa y decepción en su voz.

-P-por favor, s-señor...

-Entonces hazlo, es simple pequeño Caleb, solo tienes que...

-N-no puedo -Dijo al fin, preparándose para el golpe que recibiría.

-¿Qué?

-L-lo siento, señor, pe-pero no puedo, yo... No me gustan los hombres, nunca lo han hecho, jamás, pero usted, s-solo usted... -Caleb no podía completar la frase.

"Solo usted me hace sentir así" pensó cada vez más desesperado, porque pensar eso le hacía tocar una verdad tan insólita como extraña.

-... Explicate que a qué te refieres -Pidió de pronto Brandon con una voz neutra.

Caleb ya veía venir los golpes pero aún así lo hizo:

-Una vez, hubo una vez que me besé con un chico -Reveló luego de unos segundos-. Unos viejos amigos hace un par de años me llevaron a una fiesta, mi primera fiesta, hubo mucho alcohol y baile y todos lo disfrutaban, llegó un punto en el que yo estaba muy borracho y con ganas de ir al baño, cuando llegué, había otro chico en uno de los urinales.

Yo iba a mi bola e hice lo que tenía que hacer... Hasta que noté como ese chico agarraba mi rabo, fui a protestar cuando me besó, estaba muy borracho y mareado y débil así que poco podía hacer, no podía quitármelo de encima y estaba confuso... Me sentía tan asqueado. Yo en ese tiempo estaba tratando de conseguir que la chica que me gustaba se fijarán en mí. Me atraen las mujeres, me atraen mucho, pero ese chico sin importar que hiciera, no conseguía que se me levantará, así que se fue... Y yo vomité del asco en uno de los retretes -Terminó-. No me gustan los hombres, no me atraen para nada, pe-pero usted, pero usted... No puedo hacerlo, hacerlo me haría admitir algo que no soy -Murmuró al final y cerró los ojos con fuerza, esperando el golpe.

Pero de pronto lo que escuchó fue una fuerte carcajada.

-¿Eso es lo que te pasa?, ¿Tienes miedo de que esto te guste demasiado? -Inquirió Brandon.

-¿No me...?

-Pero yo te gustó ¿No es así Caleb? Yo te enciendo -Sintió su aliento en su oído.

Caleb sintió su cuerpo estremecer.

-Sí, señor -Admitió al fin.

-Dí mi nombre -Le ordenó, Caleb no entendió porqué está vez se sintió más íntimo el pedirle eso.

-S-sí, Brandon -Susurró suavemente.

-¿Entonces cuál es el problema? -Interrogó divertido mientras le daba una nalgada-. Escucha bien Caleb, si algo te gusta y no le hace daño ni mal ni a ti ni a nadie ¿Cuál es el problema? La vida es demasiado compleja como para arruinártela tú mismo. En vez de pelear por tontos complejos, solo deberias disfrutar de lo que te traiga el momento, dejarte llevar...

Caleb sintió como metía nuevamente sus dedos en su interior, gimió cuando notó como rozaban sus paredes.

-Entonces Caleb ¿Qué harás?, ¿Te dejarás llevar ó seguirás con tus banales conflictos? -Le preguntó mientras sentía como sacaba sus dedos para amasar sus nalgas y fotar la cabeza de su polla en su hueco.

Brandon en ningún momento había perdido la erección.

Una tormenta de pensamientos, complejos y contradicciones golpearon la mente de Caleb contra la simple idea de dejarse llevar, de dejar de comerse la cabeza y simplemente disfrutar del placer.

... Y de pronto el culo de Caleb comenzó a empujar contra la majestuosa polla de su tutor, hasta que empezó a entrar él.

Ambos gimieron por la intromisión.

-Eso es Caleb, déjate llevar, toma de lo que te doy -Gimió fuertemente Brandon mientras solo sostenía sus caderas.

La base de la polla chocó con su glúteos y Caleb se sintió en el cielo, solo sentía algo de dolor pero poco le importaba, comenzó a mover sus caderas poco a poco, sacando y metiendo ese falo lentamente, sintiendo con parsimonia cada vena, surco y el gruesos de ese glande barrenarle por dentro, tocar ese punto que daba olas y olas de placer, su verga soltó un chorro de precio más abundante de lo normal en respuesta.

Caleb siguió su consejo y se dejó llevar, gimiendo fuertemente mientras ese glande se restregaba contra su próstata una vez más.

-Ah, no pares niño, vamos, sigue -Ordenó su tutor mientras sostenía posesivamente sus nalgas y las abría para que entrara más.

Los gemidos comenzaron a hacerse más audibles mientras Caleb no podía evitar acelerar su vaivén.

-Dios que culo -Le dijo mientras le daba una nalga y comenzaba a moverse también.

-Otra señor, deme otra -Pidió mientras giraba sus caderas, sintiendo como chocaba con todas sus paredes, amando la sensación.

-¿Sí, te gustaron? -Le preguntó su tutor mientras le daba otra, Caleb gimió más fuerte-. Demonios ¿Cómo negarle algo a mi buen pupilo? -Le dijo mientras comenzaba a darle más golpes y amasar esas nalgas mientras embestía más duro.

Los estímulos fueron demasiado para Caleb y sus piernas terminaron de ceder y cayó al suelo, Brandon se posó sobre él y le daba besos en la espalda, mientras apuraba sus embestidas.

-Ah, así, ah, deme más, así... -Murmuraba ido mientras sentía como el placer se extendía desde su culo a todo su cuerpo.

-Ven acá -Le dijo Brandon sacando su pene de su culo para luego soltarle las esposas y sentarse en las escaleras-. Cabálgame, demuéstrame lo mucho que quieres esto -Le ordenó mientras se masturbaba suavemente.

-Sí señor -Indicó Caleb mientras observaba fijamente el movimiento de esa mano sobre ese pollón que se gastaba su tutor.

Caleb se colocó a horcadas sobre él y sin previo aviso se clavó esa verga de golpe, Brandon resopló de placer a la vez que Caleb se movía sin parar, clavándosela más duro, buscando su placer y el de su tutor cada vez más rápido y duro, su culo soltaba espasmos cada cierto tiempo y Caleb supo que se iba a correr en cualquier momento.

Brandon mordió su pezón derecho y pellizcó el izquierdo y eso bastó.

-¡Me corróooooo! -Gimió a la vez sentía su cuerpo convulsionar a la vez que soltaba chorros y chorros de semen sobre Brandon.

-Mierda niño -Murmuró Brandon cuando sintió su pollote ser ahorcado por el culo de Caleb, este sintió como se corría en lo profundo de su interior.

Pero Caleb no dejó de brincar y batir sus caderas y Brandon ahora rugía a la vez que causaba estragos en sus pezones, él sabía que su tutor no se conforbama con poco.

Y estaba descubriendo que él tampoco.

Brandon de pronto lo levantó a punto pulso y lo puso contra la pared todavía dentro de él.

-¿Te gusta la verga de tutor, la polla de tu maestro? -Le preguntó mientras se movía lentamente.

-Sí señor, me encanta -Admitió mientras se movía como podía.

-¿Ve obecerás? -Preguntó otra vez.

-Sí señor.

-¡¿Y me darás placer?! -Preguntó mientras comenzaba a taladrarlo más duro y apuñalar su próstata.

-¡Sí, sí, sí...! -Dijo sin parar al sentir el placer electrificar su piel, arañando la espalda de su amante.

Brandon soltó una de sus piernas y comenzó a empotrarlo en verdad, al punto de que su pie se mantenía más en el aire que en el suelo.

-Vamos chaval, correte para mí -Le ordenó mientras le apretaba el glande.

Fue todo.

Brandon gritó enloquecido a la vez que sintió como sus bolas se pegaban a su polla y soltaba trallazos de semen una vez más. Brandon rugió llenándole el recto con su simiente.

Caleb cayó al piso y solo se reincorporó un poco para limpiar la polla de Brandon con su boca.

-Uff, buena intuición Caleb, eres una buena perra -Murmuró Brandon mientras sus piernas temblaban del placer que le propinaba esa mamada post coito.

Una vez la dejó bien limpia, Brandon cayó sobre él y comenzó a besarlo lentamente.

-Bueno, vamos a bañarnos y a recoger tus cosas -Indicó luego de unos momentos-. Pero cada quién en un baño, que sino no salimos de aquí -Una pequeña sonrisita adornó sus labios y Caleb sintió como su rostro se tornaba rojo.

Una vez recogieron todo, al salir Caleb se encontró con la camioneta de Brandon.

-No llevas mucho así que entrará todo en el maletero, vamos -Le indicó mientras comenzaba a llenar el maletero.

Ambos entraron en la camioneta.

-¿Has comido? -Indagó Brandon al arrancar el auto.

Caleb sabía que lo iba a descubrir si intentaba mentir, así que simemente dijo:

-No, no he comido señor -Indicó, Brandon frunció el ceño.

-¿Y qué desayunaste? -Preguntó está vez, Brandon observó la tapicería del auto.

-No he comido señor -Dijo simplemente.

-Dime qué es una mentira, por favor -Retrucó Brandon-. Ahora solo me falta que me digas que no has cenado tampoco -Soltó sorprendido.

Pero Caleb no pudo decir nada al respecto.

-No me jodas chaval ¿Qué es lo que comes en el día entonces? -Preguntó casa vez más molesto.

-Yo... Cuando tengo hambre solo como un sandwich de jamón -Explicó brevemente.

-Y ya ¿Eso es todo? Venga, no me jodas ¿Es en serio? -Caleb asintió levemente-. ¿Y Helen no te deja comida hecha?

-La dejo en la nevera -Explicó brevemente.

De golpe Brandon soltó un frenazo que si Caleb no se hubiera puesto el cinturón, hubiese pegado la frente contra el parabrisas.

-Caleb, mirame a los ojos -Le ordenó Brandon, Caleb no quería, tenía miedo pero le hizo caso-. Había notado que eras delgado pero no dije nada creyendo que era tu contextura normal, me cago en todo lo cagable ahora... ¿Por qué no comes?

-No me da hambre -Indicó suavemente, por algún motivo que no entendía, odiaba hacer molestar a este hombre.

-No me da hambre y un cuerno, las personas no sobreviven solo de pan, jamón y aire -Increpó su tutor con un gruñido.

-Pero es la verdad señor, últimamente no tengo mucha hambre.

-¿Desde cuándo? -Preguntó Brandon, pero Caleb no contesto-. Niño, quedamos en que me obedecerías, te hice una pregunta y espero una res...

-Desde la muerte de mi padre -Indicó bajando la mirada a la vez que sentía la furia subir por sus venas, esperando una recriminación de algún tipo sobre su fallecido progenitor.

Brandon guardó silencio por unos segundos.

-Que le den a tu padre -Caleb lo miró sorprendido unos segundos-. Que se haya muerto no es excusa para que no comas, mañana mismo iremos a un nutriólogo para ver en qué tan mal estado te encuentras y comenzarte una dieta, tu cumplirás mis reglas como si fueran los jodidos mandamientos de Dios o sufrirás mi irá ¿Quedó claro? -Caleb asintió rápidamente y titubeó...

-S-sí señor, pero, su trabajo...

-Mi trabajo en este momento es tu salud y ya está, además, solo soy un asesor y tengo un montón de dias hábiles acumulados que puedo gastar cuando se me de la jodida gana -Soltó rápidamente-. Tú y yo tenemos mucho de que hablar Caleb, pero por el momento, me dedicaré a organizar este desastre que tienes por vida joder.

Caleb no tenía palabras ante la singular sensación que le causaba que este extraño hombre, que hacía lo que quisiera con él, se estuviera preocupando genuinamente por su vida.

-Ya te lo dije Caleb, cumpliré mi promesa y me encargaré de ti -Lo miró de soslayo mientras conducía-. Así que no más faltas en la prepa, no más comidas saltadas, no más drogas y no más amistades asquerosas.

-Sí señor -Afirmó Caleb sin saber si tenía que decir algo o solo escuchar, notó que le atinó porque parte de la tensión en el cuerpo de su tutor desapareció.

Y mientras llegaban a la casa en la que el día anterior, Caleb había entrado para robarse una polla de cerámica, Caleb no tenía ni la más remota idea de lo ciertas y literales que eran esas palabras.

Continuará...

Hola chicos!! Lamento la tardanza, por motivos que no vienen al caso, me quedé sin saldo en el teléfono y sin ningún wifi al alcance no pude publicar antes, perdonen cualquier falta de ortografía o léxico que a veces se me pasan... Bueno, se me pasan bastante jajaja!... Siguiendo con la serie, creo que Brandon sería el tutor perfecto para muchos de nosotros, no? Es un hombre bastante misterioso, veamos cómo se desarrolla junto a Caleb, un saludo y los espero en el próximo que saldrá más tardar pasado mañana porque solo le falta la corrección final! Feliz pajazo!!