El tutor 28

La felicidad es como una droga... Puede cegarte hasta volverte incapaz de ver el peligro que acecha

El tutor 28

Nunca le importé. Todas las palabras... Todas las promesas, todo eso eran puras mentiras, él solo me uso; él me manipuló y me desechó en cuanto pudo.

Brandon...

A la mañana siguiente el primero en despertar fue Brandon. Lentamente, tomando consciencia de dónde estaba.

La luz del sol se colaba suavemente por la ventana del viejo departamento mientras él se sentaba, permitiendo que inmediatamente notara que estaba desnudo.

Y a su lado, Roger permanecía igual que él, su enorme y músculoso cuerpo moreno apena si cabía en la cama. Estaba roncando muy suavemente, al punto que sonaba más un ronroneo que un ronquido.

Brandon lo observó unos momentos, barajeando la posibilidad de darle al grandulón una follada mañanera y vengarse de lo que le hizo el día anterior, pero al final su estómago decidió por él al gruñir suavemente, así que se puso un boxer rojo y fue a la pequeña cocina a preparar algo.

Una vez había terminado de preparar unas tortillas de huevo con papa, tocino, cebolla y tomate junto con una ración de pan tostado y una ensalada ligera. Apenas fue a probar un bocado cuando tocaron rudamente su puerta.

Brandon frunció el ceño al escuchar los golpes nuevamente, él no esperab-

—Abre la puta puerta Brandon, que la vista de este asqueroso y polvoriento lugar no es para nada bonita —se quejaron de golpe, sorprendiéndolo verdaderamente.

Era Cameron quién había llegado.

—Voy —dijo simplemente antes de cubrir a Roger con una sábana y colocarse un bermudas.

Al abrir la puerta, una copia perfecta de él un poco más baja, delgada y con ojos grises le dio una mirada de reproche antes de pasar el dintel y chocar una bolsa de papel contra su pecho y soltarla. Brandon la atajó algo torpe por la sorpresa antes de que cayera al suelo.

—Le próxima vez que te pase algo, al menos manda un puto mensaje diciendo que no irás a trabajar, bastardo —gruñó Cameron antes de observar unos segundos al grandulón dormido en el fondo.

Entonces su hermano menor siguió de largo a la cocina y abrió el refrigerador para sacar el agua y servirse un vaso.

—L-lo siento, se me pasó —se disculpó con un balbuceó mientras cerraba la puerta—. ¿Ya desayunaste?

Cameron lo observó con el vaso en la boca unos segundos antes de entrecerrar los ojos suspicazmente.

Él estaba vestido con su típico estilo empresarial: un traje gris con finas rayas doradas, seguramente de una marca muy cara, con un sombrero a juego con el traje, una corbata color arena, una camisa de vestir negra y zapatos de vestir marrones.

Cameron terminó de beber y simplemente negó con la cabeza.

—E-está bien, déjame servirte.

Un silencio incómodo llenó el lugar mientras su hermano observaba fijamente la diminuta barra de desayunos y él se disponía a emplatar una segunda ración.

Hace seis años, cuando la vida de Brandon se fracturó en mil pedazos, solo habían dos personas que podían mantenerlo medianamente unido: Roger y Cameron.

Aún así, la forma en que rápidamente cayó en el vacío y en el espiral de alcohol y cigarrillos que acentuaban su depresión, le hizo poner a prueba ambos hombres.

Roger siempre se mantuvo sin importar qué tan deprimido y retorcido se volviera... Y Cameron también.

La única diferencia entre estos dos, fue un golpe.

Un día en el que Brandon había estado tan borracho que no había podido mover ni un músculo, fue Cameron quién había recogido lo que quedaba de él mientras soltaba obsenidades y maldiciones sin parar.

Cameron en ese momento había llegado al límite y había empezado a reclamarle lo patético y estúpido que se había vuelto por culpa del amor y por haberse dejado usar de esa forma tan barata. Brandon simplemente lo había dejado hablar, sabedor de que en algún momento a su hermano se le iba ha pasar la moledti.

Pero luego este comenzó a despotricar sobre Caleb y lo sucio que era... Lo único que Brandon recordaba de ese instante, fue el haber golpeado a Cameron tan duro que lo había tirado al piso con la naríz rota, gritándole que lo iba a matar como siguiera insultando a su ex novio.

La mirada que le dio su hermano, entre sorprendida, adolorida y en shock, se grabó a fuego en su mente y lo perseguía a todos lados desde entonces.

Pero en ese momento, Cameron simplemente se disculpó levemente mientras sacaba un pañuelo y se limpiaba la sangre como podía, entonces se fue y lo dejó solo... Realmente solo.

Luego del incidente, cuando Brandon recuperó la compostura y se le pasó la borrachera y entendió lo que había hecho y las implicaciones de ello, la miseria que sentía hacía si mismo le impedía tener cara para enfrentar a su hermano, no sabía cómo pedirle perdón, considerando que en realidad había tenido toda la razón en sus palabras, visto lo visto.

Cameron en ese tiempo le dió la solución.

Su hermano simplemente nunca más se dirigió a él, al menos no de frente, aún Brandon seguía trabajando en la empresa, pero ahora era la secretaria de Cameron la que se contactaba con él... En realidad llevaba años sin verle la cara en vivo y directo, más que todo porque su hermano así lo había querido.

Y ahora en el presente, Brandon apretó los puños al darse cuenta una vez más de lo estúpido que había sido por haber esperado entre la desesperación y el dolor, algo que nunca llegaría.

Una vez sirvió el plato de su hermano menor, lo vió a los ojos.

—Cameron y-yo-

—Ahorrate tu patético discurso sentimentalista de reconciliación —espetó su hermano, interrumpiéndolo—. Quiero ver esa herida —ordenó con un gruñido mientras le daba un bocado a la ensalada.

Brandon asintió algo culpable pero a la vez aliviado. Eso en el idioma de su hermano era básicamente que lo perdonaba.

Él se quitó con cuidado la gasa para mostrarle la reparación de su herida. Cameron frunció el ceño.

—Esto es un desastre —se quejó este mientras le pasaba suavemente los dedos por la herida.

—Se rompió la costura que me hicieron en el hospital y tuve que improvisar sin los lentes. Está bien cómo está —Brandon fue a cubrirla cuando Cameron lo detuvo.

—Voy a reparar esa mierda que te hiciste —le indicó mientras le quitaba la gasa de las manos y la tiraba a la basura—, si te la dejas así va ha ser una cicatriz espantosa.

Brandon esbozó una pequeña sonrisa.

—¿Te preocupas por mí? —dijo divertido.

Pero Cameron gruñó levemente en advertencia.

—No te lo tengas muy creído, Brandon Mayer. —Cameron se levantó a buscar la bolsa y vertió todo el contenido en la barra—. Tu imagen es la imagen de la empresa también, y si la gente te ve como un arqueroso adefesio arrastrado, que en realidad es lo que eres, arruinarás parte de la reputación de mi empresa y en consecuencia decaeran las acciones de mi empresa, así que tómalo como un arreglo a tu carota de inepto. —Comenzó a preparar la cosas para reparar las puntadas

Brandon no pudo evitar pensar que sin importar qué tan enrevesado lo pusiera su hermano, en realidad se procupaba por él.

—No sabía que pudieras hacer esto —susurró Brandon antes de que Cameron lo tomara de la mejilla y pasara un bisturí por los puntos, cortándolos limpiamente sin prácticamente hacerle daño.

—Nuestro padre me dio material de sobra para trabajar con las innumerables heridas y cortes que me dejaba. —Cameron se encogió de hombros con si hablara del clima—. Considerando que la mayoría de las veces cuando me herida no me llevaba a un hospital, y alguien tenía que curarme o podrían infectarse... Si nadie me iba a curar entonces tenía que hacerlo yo... Aunque ciertamente era casi imposible cerrar las heridas en mi espalda alta.

Luego de esa escalofriante explicación de Cameron, ninguno de los dos volvió ha habar hasta que un nuevo y perfecto parche de gasa fue puesto en la mejilla de Brandon.

—Listo, debes de untar esta crema en la herida antes de dormir y después de bañarte —le explicó antes de darle cuatro cajas de crema—, ayudarán a qué cicatrice rápido y la cicatriz sea diminuta. El hilo que use para cocerte es biodegradables y se deshace con el tiempo, así que no necesitaras romper las puntadas, además de que debes cambiar la gasa religiosamente. Con el tiempo será solo una fina línea que con suerte apenas se verá.

Brandon asintió levemente sin saber qué decir. A los minutos Cameron suspiró y dijo de pronto:

—Brandon ¿A qué estás esperando? Quiero mi disculpa.

—Creí que no la querías —murmuró Brandon algo nervioso.

—Cambié de opinión, merezco una de esas disculpa ñoñas —espetó Cameron antes de seguir comiendo.

Brandon se detuvo unos segundos, observando el suelo.

—... Tenías razón, Caleb nunca valió la pena.

Cameron se congeló unos segundos con el tenedor en la boca y los ojos realmente abriertos, sorprendido.

—Nunca le importé. Todas las palabras... Todas las promesas, todo eso eran puras mentiras, él solo me uso, él me manipuló y me desechó en cuanto pudo. —Brandon apretó el tenedor entre sus dedos—. Realmente lo siento Cameron, yo te fallé, preferí a alguien falso que a t-

De repente su hermano lo abrazó con fuerza.

Los ojos de Brandon se llenaron de lágrimas unos segundos antes de recuperar el control.

—¿Qué piensas hacer ahora? —Preguntó su hermano casualmente para luego seguir comiendo como si nada pasara.

Brandon negó con la cabeza levemente. Su hermano nunca cambiaría.

—Voy ha salir de este chiquero —señaló a su alrededor—. Para eso hoy pensaba salir con Roger al medio día a la finca del señor Daniel para hablar con él.

—Jo —dijo Cameron distraído—... Casualmente yo también pensaba ir a dónde Daniel para realizarle una revisión administrativa que me pidió hace un par de semanas.

—¿Y qué planeas hacer entonces? —Preguntó mientras recogía los platos y se disponía a fregar.

Cameron se mantuvo pensativo unos segundos.

—Mmm, puedo posponer algunas reuniones que tengo pautadas y tendría libre una semana a partir de hoy, así podré ir con us-

De pronto se escuchó un fuerte golpe en el dormitorio. Ambos hermanos fueron rápidamente a ver qué había ocurrido.

La cama estaba revuelta y vacía. Roger no estaba en ningún lado.

Antes de que Brandon pudiera decir algo, el grandulón apareció del otro lado de la cama, sentado en el suelo.

—¿Eh? ¿Qué hago en suelo? —Preguntó Roger con la voz ronca mañanera.

Brandon y Cameron se observaron unos segundos antes de soltar una leve carcajada.

Con eso, Brandon supo que dejar a Caleb atrás, al final, era definitivamente lo mejor.

::::::

El cielo estaba teñido con los colores del atardecer para cuando ellos llegaron a las puertas de la infinitas rejas negra envueltas en alambres de púas y alambrado electrificado que delimitada la finca de Daniel Carter.

Los tres habían ido en la camioneta de Roger con alguna maletas algo ligeras debido a que ya tenían algo de ropa guarda en aquel lugar debido a anteriores visitas.

Mientras se bajaban para confirmar su presencia en el puesto de seguridad que había en la entrada, Brandon no pudo evitar pensar en que esta sería la séptima vez que venía a este lugar, comprobando con ello que pronto cumpliría siete años desde que Caleb se había escapado de su vida.

Durante todo esos años, una vez al año, él se había permitido ir a este lugar a dónde el señor Daniel se había refugiado, comprobando cada vez lo más y más desarrollada que se iba volviendo la finca.

Las seis veces anteriores, lo habían terminado corriendo de la finca por haberse peleado con el dueño, con Daniel, a causa de Caleb.

Pero está vez... Bueno, esta vez iba a ser un poco diferente.

Probablemente Daniel sería quien correría cuando sacara el tema que quería hablar con él.

Una vez les dieron permiso de entrar, el grandulón, que estaba al mando del volante desde que salieron, dirigió la camioneta hasta dar con un conjunto de enormes casas.

La del centro era la casa principal, era la más pequeña y era dónde Daniel y Helen de mantenían cómodamente, a la derecha estaba la enorme residencia de los peones, quienes en su mayoría eran policías y algunos militares retirados, y a la izquierda estaba la residencia para los invitados.

La finca que en un principio había sido una pequeña granja, ahora era una pequeña pero poderosa industria productora de carne, huevo y pollos, todo ecológico; sin hormonas, siendo una pequeña empresa que proveía gran parte de estos rubros a New York y parte del país.

Aparte de que tenía su propio invernadero donde se cosechaba la mayoría de los vegetales que se consumía en el lugar, haciéndola prácticamente autosuficiente.

Ciertamente Daniel se lo había montado grande a base de puro esfuerzo y dedicación, de eso Brandon no tenía duda alguna.

Cuando llegaron al porche de la casa principal, el señor Daniel ya los esperaba con una brillante sonrisa y las manos en jarras en las caderas.

Los años habían sido misericordiosos con el ex capitán del departamento de New York, no había perdido nada de su masa muscular, de hecho, se veía hasta un poco más grande, sus rubios cabellos ahora tenía que una que otra cama y apenas se le notaban las arrugas alrededor de sus grises ojos.

E incluso, se podría decir que el imponente aura que había tenido en sus años como capitán se había intensificado, era un hombre que generaba respeto y hasta miedo con solo verlo a pesar de que siempre cargaba una sonrisa y que era muy amable y caballeroso.

Estaba vestido con la típica camisa de leñador de color rojo, un sombrero y vaqueros oscuros y unas botas de cuero color crema.

—¡Señores! —El señor Daniel abrió los brazos—. ¡Hombre que gusto verlos! —Los abrazó cariñosamente a cada uno.

—Es un placer verlo tan bien, capitán —comentó Roger cuando lo abrazó—. ¿Que tal le va?

Daniel negó con la cabeza y suspiró, Brandon sonrió al ver el gesto cansado.

Daniel estaba más que harto de decirle al grandulón que ya no era el capitán y por lo tanto, ya no tenía que llamarle así, sin embargo, Roger siempre terminaba volviendo al viejo título, así que Daniel con los años se había rendido en ese frente.

—Bien, no me puedo quejar. —Se encogió de hombros—. Últimamente he estado haciendo los preparativos para montar una cochinera de setecientos cerdos e incursionar en esa parte, así que ya ves... Supongo que me va bien.

Estaba hablando de setecientos cerdos como si no fueran la gran cosa... Roger quedó con la boca abierta.

Cameron entonces negó con la cabeza.

—Usted es incorregible —suspiró su hermano menor, haciendo carcajear al ex capitán—, deje la falsa modestia y admita de una buena vez que tiene dinero.

—Ni aunque me pongas una pistola en la sien, voy ha admitir tal cosa —refutó Daniel jocosamente.

Cameron volvió a negar con la cabeza, más divertido que molesto

—¿Dónde está la señora Helen? —intervino Brandon entonces.

Y sin saber por qué, el señor Daniel se carcajeó.

Entonces lo observó más denetidamente y notó que parecía extremadamente feliz... Irracionalmente demasiado feliz.

—Está durmiendo, últimamente ha estado muy cansada —comentó, aunque en ningún momento perdió la sonrisa, de hecho, esta le creció un poco más.

Brandon con esa información solo tuvo que sumar dos mas dos...

—Está embarazada —dijo entonces, sorprendiendose aún más al notar que le había atinado cuando el señor Daniel se carcajeó más duro.

—Mierda ¡¿En serio?! —exclamó Roger realmente sorprendido. Daniel solo pudo asentir con una enorme sonrisa— ¡Felicidades hombre, en verdad se merecen esa felicidad! —el grandulón abrazó efusivamente al ex capitán.

Brandon realmente se sintió feliz por el hombre... Incluso cuando una pequeña parte de él se sintió envidiosa.

Aunque el señor Daniel realmente merecía un final feliz, igualmente no podía evitar sentirse así.

—¿Cuántos meses lleva? —indagó Cameron cuando el ex capitán le abrazó.

—Tiene cinco meses, el embarazo va perfecto y sin ninguna complicación. —Daniel incluso dió un pequeño brinco con ello e hizo un gesto de Victoria.

En vez de parecer un hombre maduro y sensato, parecía un veinteañero.

—¿Saben? No esperé poder ser en algún momento padre, mucho menos cuando paso... Bueno, ya saben qué.

Brandon simplemente asintió al igual que lo hizo su hermano y el grandulón.

En ese lugar era un tabú hablar sobre lo ocurrido hace casi siete años.

—Mis deseos y esperanzas de ser padre ser habían muerto hace mucho tiempo, no negaré que estoy contento con mi puesto de padrastro, pero ser padre... Es otro nivel ¿Entienden? —Daniel suspiró revozante de felicidad—. Por eso fue una grata sorpresa cuando nos dimos cuenta que Helen estaba en cinta... El embarazo ha sido terapéutico para ella, su mente ya no se pierde tanto y ahora puede conversar tranquilamente sin tener algún lapsus —comentó algo más suave, aunque seguía igualmente feliz.

—Me alegro por ustedes, en verdad —dijo Brandon mientras recogía su maleta del suelo—. ¿Y Caleb qué dijo al respecto?

En ese momento Daniel detuvo su desenfreno de felicidad unos segundos y observó mejor a Brandon.

Él ciertamente se había esperado una reacción así. Todas las veces que Brandon había ido a esa finca, había sido alguien patético y estúpido y nadie podía hablar sobre Caleb a su alrededor porque se volvía loco... En pocas palabras había sido un desastre.

Cada vez que iba, Daniel siempre que iba decir algo sobre Caleb, pomposamente cambiaba el nombre de su ex por la frase "el chico este"

Pero ahora las cosas eran muy diferentes, y el señor Daniel pareció darse cuenta de ello.

—Eh, no le hemos dicho, de hecho esperábamos darle la sorpresa cuando viniera...

—Mmm, okey —dijo simplemente—. Oye ¿Podemos hablar de una vez? Me gustaría terminar con esto antes de terminar el día, quiero disfrutar tranquilamente mi estadía aquí.

Daniel parpadeó unos segundos, sorprendido por su despreocupada actitud.

—Eh, claro, claro, pasen y sientanse cómodos. Ustedes merece quedarse en mi casa—Todos entraron en ese momento—. Les enseñaré sus habitaciones y luego podremos hablar tranquilamente, Brandon.

Este solo asintió ante sus palabras.

Luego de instalarse en una habitación de la segunda planta, bañarse y vestirse una camisa gris de rayas cuadriculadas negras, un sombrero y vaqueros marrones junto a unas botas negras, se disputó a ir a donde recordaba que estaba la oficina principal de Daniel. Tocó unos segundos y luego abrió.

Una pequeña habitación con las paredes repretas de libreros y un par de archivadores, con un escritorio negro y una computadora lo saludó. Daniel estaba de espaldas a él, revisando uno de archivos en físico.

—Daniel —dijo suavemente y el susodicho se volteó a verlo.

—Ah, Brandon, justo estaba pensando en ti, siéntate por favor —le pidió amablemente mientras él también se sentaba.

Pero en vez de hablar directamente, ambos se observaron unos segundos, al final Daniel asintió levemente como si viera en él algo que le satisfacía.

—Te noto cambiado, honestamente estás enbmucho mejor estado que en mucho, mucho tiempo —indicó el ex capitán con una suave sonrisa.

—Se nota que no has perdido tu visión de los detalles. —Brandon se sonrió divertido.

—Um vez detective, siempre serás detective. —Daniel agitó su mano suavemente en el aire—. Y dime ¿De qué querías hablar conmigo.

—¿Recuerdas esa recompensa que te pedí que me guardaras? —Acomodó sus nuevos lentes levemente—. Bueno, la necesito de vuelta. Voy a salir del chiquero en el vivo y a retomar mi vida. —No pudo evitar sentirse realmente mejor al decir esas palabras.

Cuando los cuatro habían arriesgado su vida para atrapar al asesino de la "C" y a Howard Cloud, el ayuntamiento les había dado un recompensa monetaria por haber logrado eliminar al asesino, y mientras que todos habían asumido sus ganancias, Brandon le había cedido la suya a Daniel al sentir que ese dinero era asquerosamente cercano a su corazón roto.

Al final, luego de mucho tira y afloja, Daniel había accedido a cambio de regresárcelo cuando Brandon quisiera.

Justo como ese momento.

Daniel asintió comprendiendo todo y se cruzó de brazos.

—... No lo tengo, lo siento —dijo de pronto.

Brandon abrió la boca, sorprendido.

—Lo que actualmente tengo, es esto. —Y le pasó la carpeta que había estado revisando. Brandon la tomó con algo de renuencia.

Pero cuando leyó lo que había en su interior, quedó sin aliento.

—Cuando comencé a expandir la granja que había heredado, necesitaba capital urgentemente —explicó Daniel mientras señalaba la carpeta—. Nunca me preguntaron de dónde venía el dinero, pero ahí está, había pensado en un principio recuperar la cantidad cuando creciera, pero lo pensé mejor y usé el dinero recuperado para comprar parte de las acciones adquisitivas de la finca y ponerte a nombre de ellas.

Así que básicamente eres dueño del quince por ciento de mis bienes. Ahí en esa carpeta está la cuenta a donde fueron a parar tus ingresos correspondientes todos estos años y también están las escrituras de la casa que compré para ti. Sabía que en algún momento saldrías de ese hoyo en el que estabas, así que me tomé la molestia de hacerlo, ya está amueblado y todo y hasta tiene parte de las cosas que vendiste, no lo recuperé todo pero casi, también tienes un nuevo auto e incluso si quisieras ya no tendrías que trabajar y solo vivir de estos ingresos, claro, trabajando a mi lado si lo deseas, por supuesto.

Cuando Daniel terminó, Brandon abrió y cerró un par de veces la boca, sin saber qué decir.

—No sé tengo palabras... Debo de admitir que no me esperaba esto cuando vine —susurró al final, sosteniendo la carpeta firmemente.

—No tienes que decir nada, amigo mío. —Daniel hizo un ademán aireado—. Solo toma lo que te corresponde y ya.

—N-no, yo debo de agradecerte de alguna manera. —Brandon negó con la cabeza, todavía sorprendido—. Por supuesto que voy a trabajar contigo, me encantará ayudarte, no sé mucho sobre ganadería y cosas por el estilo, pero si se trata de dinero entonces aprenderé rápido. —Observó el suelo, apenado—. Realmente estoy en deuda contigo.

—No me debes nada —dijo Daniel rápidamente—, tú salvaste a Helen y a Caleb, estámos a mano.

Pero luego de esas palabras, ambos se envolvieron por unos minutos en un tenso e incómodo silencio.

—... Brandon... ¿Ustedes tienen alguna información sobre ese sujeto? —Daniel susurró lentamente al final.

Brandon por su parte solo pudo quitarse los lentes y limpiarlos lenta y concienzudamente, era eso o estrellarlos contra el suelo.

—Estuve hablando con el capitán y con Cameron... Todavía no hay información conclusa sobre el paradero del maldito de Howard Cloud. —Apretó la carpeta entre sus dedos.

Daniel se pasó las manos por el cabello y las dejó ahí.

Incluso luego de casi siete años... Howard Cloud seguía desaparecido, al punto que estaba en el top cinco de la lista de los más buscados del país.

Ellos también usaban sus propios medios para buscarlo. Entre Daniel y Cameron gastaban poco menos de cientos de miles de dólares en cazarecompensas y detectives privados distribuídos en todo el país para encontrar a ese sujeto.

Aún así, pese a la pacífica vida que ahora tenían... Esa sombra todavía se cernía sobre ellos.

—A estas alturas, es más que probable que esté muerto —comentó Brandon entonces muy suavemente—, aunque me hubiese gustado haberlo matado yo.

—Yo también opino lo mismo, ese sujeto debe de estar muerto. —Asintió Daniel algo dudoso.

Aunque ambos querían creer eso... Aún existía la diminuta posibila de que esa escoria volviera para vengarse.

Al final Daniel se estrujó la cara con los dedos, tratando de deshacerse de esa pesadez, que también había invadido a Brandon, y recuperar la brillante sonrisa de embarazado que cargaba cuando él lo vió en el porche de la casa.

—Bueno, dejemos eso de lado que no va a traer nada bueno —zanjó positivamente. Brandon no pudo evitar asentir en acuerdo a esas palabras—. Si quieres podemos ir a ver a Helen, ya debe de estar despierta, a parte de que me gustaría darles el tour por el lugar.

Brandon sonrió ligeramente.

—Siempre que venimos nos das el tour cabrón ¿Tanto te gusta regodearte sobre nosotros? —comentó jocoso. Daniel se encogió de hombros.

—Quién sabe, este lugar cambia mucho en un año hombre, que no es para hecharles en cara lo cómodo que vivo y lo feliz que soy ni nada parecido —terminó su ex jefe divertido.

Ambos se carcajearon unos segundos, hasta que Daniel se levantó y se dirigió a la sa-

—De hecho —dijo Brandon de pronto, deteniendo al otro con ello—, si tengo algo de qué hablar contigo, o vas bien, es una especie de exigencia.

Daniel volvió al escritorio y lo observó algo confundido y balbuceó:

—Eh ¿De qué quieres hablar?

Brandon lo observó fijamente por unos segundos.

—Lo sé todo.

—¿Eh? —Daniel incluso dejó de respirar unos segundos.

—Lo sé todo —repitió esta vez más suave, observando el suelo—, sé qué le pasó a Caleb mientras estuvo capturado por el asesino de la "C" y Howard Cloud, sé los verdaderos motivos por los que me dejó y sé qué trastornos ha estado padeciendo todos estos años.

Brandon no dijo nada más, sino que se dispuso ha analizar a Daniel.

Este estaba pálido y sin palabras, respirando entrecortadamente y con la boca encrispada en una fina línea.

—¿Él te lo contó todo? —susurró el señor de la finca levemente.

—Nop, él aún no me lo ha dicho. —Brandon se levantó y caminó lentamente por la oficina, sintiendo que no podía quedarse quieto—. De hecho, todo no es más que una hipótesis, una deducción de mis últimos encuentros con él.

Brandon se detuvo en un librero y ojeó la colección de libros. Escuchó a Daniel suspirar.

—Brandon, no sé que decirte realmente.

—La verdad, quiero toda la verdad —demandó, observando a su amigo que tenía un semblante alicaído—. Quiero saber si mi hipótesis es correcta, no, en realidad ya se que es verdad, así que se podría decirse que lo que quiero saber es que tan peor es comparado a lo que llegué a imaginar.

Daniel le dió una mirada aprensiva.

—No esto asegurando ni negando nada, pero ¿Qué harás si te digo que todo verdaderamente es mucho peor de lo que crees?

Brandon lo pensó unos segundos.

—No importa que tan horrible sea, nada podrá calmar el odio que siento por él —gruñó levemente, volviéndose a sentar—. Todo nuestro futuro tirado a la basura, todos mis sentimientos destrozados, todo el daño que me causó... No me importa que tan espantosa es la realidad, jamás podré perdonarlo por ello... Así que supongo que no haré nada aparte de terminar de pasar la página.

Daniel suspiró profundamente unos segundos.

—Brandon... Realmente lo siento por ti. De todos, tú eres el que menos debería de pagar las consecuencias de lo que ocurrió... Pero está bien, si pareces tan seguro y entero, entonces te lo contaré todo.

En la siguiente hora, mientras Daniel le explicó detalladamente la situación de Caleb, Brandon sintió tanta rabia que incluso tiró la mitad de la biblioteca al suelo.

Era algo injusto.

Que le hayan arrebatado la felicidad de esa forma.

Era algo injusto.

Caleb...

Caleb se sentía tan cansado como si hubiese tenido una jornada sin descanso por más de cuatro días seguidos, aunque en realidad le habían dado un mes libre debido al incidente del homicidio.

Estaba solo, tendido en su cama, observando el techo de su habitación sin hacer nada excepto pensar.

Pensar, pensar y pensar.

Su cerebro se requemaban en el recuerdo que se repetía sin parar... el momento en que estuvo a punto de besar a Brandon de no se porque Bryan había llegado por él.

La familiar e intoxicante sensación que lo abrazó en el momento en que sus labios se rozaron con los de su ex le estuvo persiguiendo todos esos días.

Bryan había tenido que quedarse en la estación de bomberos debido a que tenía algunas prácticas de simulacros y procedimientos, por lo que al estar solo, no había podido evitar comerse la cabeza con ello.

"¡Basta, por favor, basta...!" Pensó desesperado mientras se revolvía un poco en la cama, intentado suprimir sus pensamientos.

Pero era imposible, su mente se empeñaba en volver una y otra vez al instante en que reconoció en lo ojos de Brandon la pasión con la brillaron hacía años, mientras sus respiraciones se aceleraban a velocidad luz, listos para besarse...

Caleb se negaba ha admitir que realmente necesitaba a Brandon... Incluso cuando en el fondo, muy en el fondo, sabía que indiscutiblemente era así.

Caleb llevaba poco más de cuatro días tratando de escapar de ello, pero simplemente era un suceso mayor a él.

Casi había besado a Brandon.

Casi.

Y lo había deseado con una intensidad que hacía palidecer completamente a lo que sentía por Bryan.

Caleb se sintió muy sucio al darse cuenta de que en cierta forma estaba engañando a su prometido, que le estaba siendo infiel a Bryan.

Él ya había superado a Brandon, ya lo había superado... Ya.

"Yo estoy con Bryan, tengo a Bryan... Y no necesito nada más" se repitió mentalmente sin parar.

Y era así, porque después de todo no podía estar con Brandon, la sola idea de ello era un cóctel para el desastre.

Porque de haber seguido con Brandon cuando estaban juntos, en cualquier momento él hubiese tenido un ataque o una crisis... Y todo se hubiese ido al infierno con ello.

En ese momento, Caleb ni siquiera respiró unos segundos, congelado sobre la cama. Sus ojos se cristalizaron un poco.

Ellos le habían arrebatado a Brandon, así que todo era culpa de ellos; ellos lo habían roto de formas que nadie hasta ahora había logrado entender y lo habían convertido en lo que era ahora.

Ellos habían torturado al viejo Caleb hasta volverlo trizas... Para luego matarlo y convertirlo en lo que era ahora.

Todo era culpa de ellos, no de Brandon, era de ellos... Y aún así, subconscientemente le habían hecho creer que sí.

Era algo injusto.

—Br-Brandon —murmuró en la soledad de su habitación antes de hacerse un ovillo—, lo siento tanto, tanto, perdóname, lo siento, por favor, per-

De pronto se escuchó el abrir y cerrar de la puerta de la casa.

Y como si hubiese despertado de una horrible pesadilla, Caleb se levantó sintiendo la mente muchisimo más clara que hace días, necesitando urgentemente anclarse a su mundo entre los brazos de su prometido.

Necesitaba tener a Bryan a su lado, necesitaba sentirse aferrado a algo más que esa incertidumbre que le embargaba.

—¡Ya llegué cariño! —exclamó su prometido en ese momento, como si hubiese leído sus pensamientos.

Él salió a recibir a su prometido con una camiseta y unas bermudas muy cortas que se atascaban entre sus grandes muslos.

—¡C-cariño, volvistes! —exclamó Caleb aliviado de ver su prometido.

Pero se detuvo algo sorprendido al ver a su futuro esposo en el uniforme de bombero dejar las compras del mes en la mesa.

—Bryan, no tenías por qué hacerlo, debes de estar muerto del cansancio por la jornada que tuviste y se suponía que me toca a mí hacer las compras mañana —le reprendió suavemente.

Y aunque ciertamente Bryan tenía un gesto cansado y unas leves ojeras en sus grises ojos por la dura y larga guardia que pasó, este le sonrió cariñosamente.

—No te molestes conmigo cariño, simplemente me provocó hacerlo y ya está. —Le dio un beso en la mejilla—. Ya sé, si quieres puedes ir los próximos dos meses.

—Diablos, por su puesto que lo haré —dijo rápidamente.

Bryan asistió antes de bostezar profundamente. Caleb observó el gesto atentamente.

—Oye, en el refrigerador tengo una comida especial reservada solo para ti ¿Por qué no la calientas, comes, te bañas y te vas a dormir mientras yo preparo los suministros? —Le ofreció Caleb mientras acariciaba la mejilla de su chico.

En respuesta Bryan se estiró todo lo que pudo, mientras él se agachaba para su amado, y besó suavemente sus labios.

—Mmmm, me parece una idea estuoenda. Eres el mejor—susurró agradecido su chico antes de irse a la cocina.

Caleb se quedó parado unos segundos, sintiéndose cada vez un poco más sucio y tonto por haber arriesgado todo lo que tenía solo porque le había dado por intentar besar a su ex.

—No soy el mejor, Bryan, no lo soy... —susurró frustrado, sintiéndose patético.

Era hora de al fin superar sus traumas; con tal de hacer feliz a Bryan, él lo haría.

Durante la próxima hora, Caleb recogió, preparó y administró toda la comida, guardándola en porciones dentro de bandejas Tupperware y bolsas de cierre fácil.

Luego limpió por enésima vez la cocina, y fue al cuarto.

Cuando llegó, se encontró con la dulce imagen de Bryan dormido plácidamente.

Su muy fibroso cuerpo mostraba algunos cardenales, cortes y raspones por aquí y por allá como marcas que probaban que el entrenamiento había sido duro.

Vestía unas diminutas pantalonetas que parecían más un bóxer que otra cosa, normalmente se las ponía cuando estaba realmente cansado... Justo como en ese momento.

Caleb lo observó por largo rato, guardando en su memoria cada gesto y detalle de su chico.

Tratando desesperadamente de borrar con ellos los recuerdos de Brandon.

Haciendo eso, Caleb sintió como un chispa de calor creció dentro de él... Al igual que su pollón.

Él se lamió los labios levemente antes de posarse a los pies de su dormido novio. Caleb paseó la punta de sus dedos lentamente por los duros músculos de su chico, amando la sensación suave y dura que le daban.

Lentamente, él elevó sus dedos hasta posarlos en el borde de los elásticos y bajar la prenda de vestir.

En reposo, aparecio ante su vista la polla de Bryan girada hacia la izquierda, bajó un poco más el short y aparecieron los suaves huevos.

Brandon bajó hasta abrazar con su nariz el escroto y aspiró profundamente.

El aroma embriagado atravesó su nariz directo hasta su cerebro, Caleb gimió extasiado a la vez que aspiraba cada vez más duro y rápido.

Entonces tomó la polla y la aspiró como si fuera droga desde la base hasta la punta, donde abrió la uretra suavemente y metió la punta de su lengua.

Sintió la verga palpitar entre sus dedos levemente, así que Caleb la sorbió fuertemente hasta dejarla en su interior y sentirla crecer hasta rozar su garganta.

Bryan gimió en ese instante mientras Caleb hacía vibrar su garganta con un gruñido.

—Ah, Caleb —gimió su chico mientras lo tomaba de los cabellos—. Joder, está es la primera vez que-

Bryan se interrumpió con un gemido cuando Caleb se folló fuertemente la garganta con la verga, Bryan apretó los dedos en sus mechones pero le dejó chupar tranquilamente.

Caleb se la sacó de la boca con un fuerte chasquido de succión para luego lamer lentamente uno a uno los huevos de Bryan y luego meterlos en su boca juntos y masajearlos. Las piernas de Bryan temblaban levemente entre sus gemidos.

Caleb soltó las bolas para luego comenzar a frotar su lengua contra el borde del glande y mordisquearlo levemente. Bryan comenzó a boquear mientras soltaba gemidos ahogados.

comenzó a lamer la verga con parsimonía desde la base hasta la punta, siempre observando los ojos de su chico que estaban casi en blanco.

Cada vez que Caleb sentía que el orgasmo se aproximaba, él se detenía a solo lamer la base de la polla de Bryan mientras lo rozaba con los dedos levemente.

—C-Caleb, n-no seas m-maalo, déj-déjame correr... Meee —balbuceó Bryan entre gemidos.

Pero Caleb simplemente hacía de oídos sordos.

Entonces volvió a devorar la polla entera para luego autofollarse la boca con fuerza, cada vez que sentía que la verga de Bryan palpitaba locamente, se detenía y la sacaba, evitando que se corriera.

Llevaba más de media hora jugando con el orgasmo de Bryan y la polla ya estaba al rojo vivo, con Bryan practicamente al borde con cualquier roce.

—¡C-Caleb! —gritaba Bryan a pleno pulmón.

Solo entonces Caleb se sentó ahorcada sobre Bryan y lo observó fijamente.

Su novio le devolvió la mirada con dificultad. Tenía la respiración acelerada como un caballo de carreras aunque trataba de controlarse lo mejor que podía.

—¿C-Caleb? ¿Qué-?

—Bryan, quiero que me folles —dijo simplemente con una trémula sonrisa.

Bryan lo observó en shock unos segundos.

Continuará...

Hola chicos!!!! Aquí está el primero de los seis caps que voy a publicar seguidos de el tutor, qué tal eh? Muy esclarecedor para aquellos que saben sumas dos más dos XD y para los que todavía no han logrado entender lo que le pasa a Caleb, tranquilos, en el próximo cap veremos de primera mano qué fue lo que le hizo alejarse de Brandon así.

A partir de aquí veremos más a Caleb que a Brandon, puesto que esté ya eligió el camino que iba a seguir, tenemos una boda que planear, así que por eso Brandon solo saldrá en su perspectiva en pequeños cortos donde interactuará con su nuevo estudiante, así como también, le daremos una visita al viejo antro the hunter... Tal vez aparezca alguien por ahí, alguien pelirrojo XD

Entonces supongo que piensan "ficción dame más, vas muy lento, quiero saberlo todo ya" bueno, chicos y señorita, lamento no haber publicado antes, es un coñazo a veces vivir en Venezuela, por lo que hay días en los que, no es que no quiero escribir, sino es q simplemente no puedo porque tengo que derivar mi tlf a otras funciones, así que, con esto digo que trataré de recuperari publicación de cada tres-cuatro días, pero no prometo nada.

En otras noticias... Creo que ya saben de qué va todo esto, no? Howard Cloud sigue prófugo y es más que obvio que no está precisamente muerto, él volverá y traerá desgracias, esto no es un spoiler, si eres un buen, lector, ya te lo habrás imaginado apenas leíste esa parte, por ahora, disfrutemos ver cómo Caleb poco a poco empieza a salir del agujero en el que está, y como empieza a notar que no siquiera Bryan puede borrar la pasión, la necesidad y especialmente, el amor que siente por nuestro querido tutor.

Mmm, la verdad es que no tengo mucho que decir puesto que en teoría está es la mitad de un capítulo, las verdaderas conclusiones estarán en el siguiente.

Ah y por cierto, se que muchos estaban ansiosos por sabe sobre Daniel y Helen, espero que les haya robado el corazón este pedacito del final feliz que les espera a esos dos... Muestras no salga Howard, claro.

Nos vemos en el prox CAP señores!!!