El tutor 16

Un día para festejar un cumpleaños número diecinueve; un día para sembrar las calles de cadáveres... Hoy Caleb cumpleaños años, y será festejado por todo lo alto... Justo antes de la tormenta.

El tutor 16

Feliz cumpleaños, querido y amado Caleb.

Caleb...

Aunque apenas ni siquiera había amanecido y no habían colocado ninguna clase alarma ni nada por el estilo. Caleb se despertó.

Para él se había vuelto una costumbre el levantarse tan temprano ese día en específico. No era por alguna clase de influencia de alguien, ni siquiera de su tutor, sino porque hoy era el aniversario de la muerte de su padre.

Más específicamente el número doce, por lo que ya llevaba con ello un año de fallecido.

Así que sí, era su cumpleaños de Caleb.

Él no podía olvidar como ese día Aron, su padre, se había excusado en la tarde de su reunión de cumpleaños para ir al operativo donde terminó muerto. De hecho, nunca le dijo a nadie como en cada animersario mensual, todos los diez del mes se despertaba más temprano de lo normal, mucho más temprano, y dejaba salir esa ira que tenía acumulada en contra de su padre en forma de maldiciones y lágrimas.

Pero para cuando se mudó con Brandon, el cambio fue súbito, solo el primer mes lloró, a los siguientes solo se despertaba y miraba a la nada.

Y este último mes despertó con una sonrisa, sintiéndo la verga de su hombre en lo más profundo de su ser latir totalmente erecta.

Desde la noche anterior, Brandon había querido empezar ha celebrar su cumpleaños. Desde que hicieron el amor en el capó del auto, hace poco menos de mes y medio, ya no habían límites para la cantidad de veces que podían copular, a veces cumplían las dos rondas, otras veces podían llegar ha hacerlo hasta cinco o incluso siete veces. Caleb no podía parar de reírse cada vez que Brandon aparecía frente a él con un bote de lubricante y el rostro todo rojo y con ojos de cachorro... Eso por lo general significaba la petición de una larga e intensa sesión de hacer el amor que Brandon no podía pedir con palabras.

Porque si otra cosa había cambiado en su relación, es que ya pocas veces tenían sexo duro y desenfrenado, ahora era maratónicamente más pasional, íntimo, al punto que muchas veces duraban horas y horas, perdiendo la noción de dónde comenzaba Caleb y dónde terminaba Brandon, mientras se enredaban en las sábanas y se frotaban sin parar lentamente, fuertemente. Aunque Caleb agradecía el sexo duro sucio y hardcore, estas interminables horas de pasión las prefería.

Han pasado cinco meses y medio desde que Caleb Prescott se mudó con Brandon Mayer, su tutor.

Y podía decir que imposiblemente, en contra de cualquier estadística y posibilidad, se estaba enamorando cada vez más y más de este hombre.

Caleb despertó de su ensoñación al sentir como un par de fuertes brazos, uno totalmente tatuado y el otro de una suave tez morena, lo envolvieron a la vez que su hombre gruñía suavemente.

-Que madrugador te me has vuelto -Gruñó Brandon detrás de él. Arrancándole con ello una sonrisa a Caleb.

-Bueno, hoy es un día especial, después de todo -Comentó Caleb algo divertido. Brandon soltó un gruñido pensativo mientras se clavaba un poco más en su interior y rotaba las caderas lentamente.

Caleb gimió de placer al sentir como el pollón de su tutor se frotaban contra sus entrañas.

-Lo siento, no lo recuerdo ¿Podrías recordármelo cariño? -Pidió malvadamente Brandon mientras salía lentamente de su interior para luego golpear con un fuerza diabólica y totalmente certera, su próstata.

Caleb gimió con fuerza de placer y un poco de dolor... El cabrón de Brandon ya hasta lo había vuelto adicto a ese puntazo dolor que sentía al penetrarlo tan duro. Brandon besaba lentamente todo su hombro y cuello.

Así, de cucharita, Brandon lo hizo suyo por enésima vez.

Caleb se contorcionó como pudo y besó a su hombre en los labios mientras apretaba su interior fuertemente y le hacía tragar sus gemidos. Brandon gruñó de placer mientras se movía un poco más rápido, solo un poco, barrenando su interior con su inmensa cabeza y sus potentes veinticinco centímetros.

Brandon comenzó ha acariciar su vientre con una mano mientras que con la otra pellizcaba sus pezones, Caleb solo podía tomar de la nuca a su hombre y profundizar su beso mientras la verga su hombre se metía rítmicamente en su interior, con el compás perfecto para hacerlo sentir que se iba a venir pero sin llegar ha hacerlo realmente, era algo diabólico.

-Te amo -Murmuró Caleb entre sus labios mientras trataba de acompañar sus movimientos con los de su hombre y abrír sus piernas para profundizar la penetración lo más que podía.

-Te amo -Murmuró Brandon poco después para sujetarlo fuerte a la vez que le penetraba rápidamente unos segundos. Caleb surgió de placer a la vez que Brandon le dejaba un enorme chupón en el cuello.

Brandon volvió a su lento y fuerte ritmo mientras no paraba de acariciar todo su cuerpo desesperadamente. Caleb giró su pierna que estaba arriba, hacia atrás, y espoleó como pudo a su hombre.

-Ah... ¿No te acuerdas?... S-si anoche lo hicimos como conejos por eso -Murmuró Caleb con voz temblorosa mientras se concentraba en apretar su culo lo más que podía, aumentando con ello sus sensaciones-. Ya ni recuerdo cuántas veces lo hici...

-Once, ayer lo hicimos once veces -Jadeó Brandon mientras aceleraba otro poco-. Joder siento los huevos secos... Pero si fuera por mí, moriría haciéndolo contigo -Jadeó Brandon para luego gruñir mientras lo penetraba de golpe. Caleb gimió extasiado mientras sentía cómo el pollón casi le salía por vientre en ese ángulo.

-Entonces si te acuerdas, eh cabrón -Murmuró Caleb antes de cerrar los ojos con fuerza-. Coño, me vengo.

Entonces Brandon paró de golpe, solo acariciando su cuerpo lentamente mientras rotaba ligeramente las caderas, Caleb se sentía a punto de ebullición.

-Ah, quiero correrme -Murmuró Caleb antes de besar brevemente a Brandon-. Aunque probablemente ya no me quede semen, esto es tu culpa, fue tu ideaaaa... -Gimió sorprendido al sentir una penetración trapera que le maltrató deliciosamente la próstata.

-A mí tampoco -Admitió Brandon-. Pero como duremos así, seguro que sale algo.

Caleb solo levantó el rostro mientras gemía lastimeramente, ya llevarían casi una hora fornicando de esa forma. El sol comenzó a salir.

-Ah, te amo, jodidamente te amo -Murmuró Brandon en su oído mientras aceleraba otro poco. Caleb gimió dejándose llevar por el placer.

-Te-a-mo-Bran-don-Ma-yer -Dijo Caleb entrecortado entre cada metida, llevaban tanto tiempo haciéndolo que sentía su interior irritado y muy sensible-. Me duele... Pero no pares -Siseó mientras apretaba rítmicamente su interior. Brandon soltó un alarido.

-¡Me corro! -Soltó su hombre apretando los dientes para evitarlo.

-¿Te corres?

-¡Me corro, ya no aguanto!

-Entonces córrete -Ordenó Caleb entre gemidos.

Entonces Brandon le penetró velozmente mientras rugía sin control. Caleb sintió en su interior un par de chorros de un hirviente semen y eso bastó, gritó extasiado mientras que de su glande solo salían unas pocas gotas de semen.

Ambos quedaron desfallecidos en la camada, respirando agitadamente.

-¿... Quién necesita un gim cuando lo entrenamos todo de está forma? -Preguntó Caleb con resuello.

Ambos comenzaron a reírse sin parar en la cama.

-Ah, estoy molido, me duele cada músculo, esto fue un buen entrenamiento matutino -Terminó Caleb entre las risas, entonces Brandon besó su hombro para luego girar su rostro.

-Solo tú me harías reír en una situación así, y no sabes cuánto te amo por eso -Admitió Brandon con una brillante sonrisa que hizo brincar al corazón de Caleb-... Feliz cumpleaños, cariño.

::::::

La alarma del tiempo de receso sonó por todo el instituto, haciendo que todos lo profesores detuvieran en ese instante sus clases, no obstante, el profesor de química de Caleb no se detuvo hasta que terminó completamente la clase. Lo que tenía a todos los estudiantes muertos de aburrición porque perdían tiempo libre.

Todos estaban desesperados por salir, excepto Caleb. A él no le importaba la clase en sí ni el tiempo de receso ni nada parecido, a él lo que le interesaba era terminar de una maldita vez todo lo que tenía que hacer en el instituto.

Todavía resonaban vívidamente en su mente, las palabras de Brandon cuando desayunaban.

"Ah, cariño, casi se me olvida decírtelo" Así comenzó Brandon apenas se sentaron a comer "Lleva ropa de salir en una bolsa al instituto y póntela cuando salgas de natación, tengo un par de sorpresas para ti esta tarde" Terminó con una misteriosa sonrisa.

Y cómo era costumbre, por más que quería sacarle las cosas a Brandon, cuando esté no quería hacerlo era un muro de silencio, así que le tocaba aguantarse hasta que lo fuera a recoger.

Era una dulce pesadilla.

-Bueno, chicos, esto fue el... -Ni siquiera el enclenque profesor había de decir "el final", cuando ya más de la mitad del salón se había ido corriendo a la cafetería.

Caleb suspiró cansado cuando...

-¡Feliz cumpleaños! -Exclamó Shaun saltando de su asiento de al lado hasta caerle encima-. Maldito llegaste demasiado tarde como para decírtelo antes de clases.

-¡Ah, Shaun, bájate! -Se carcajeó Caleb un poco.

-¡No, no, feliz cumpleaños cabrón, feliz cumpleaños...! -Exclamaba el pelirrojo sin parar de zarandearlo, Caleb se rió un poco.

-Vaya, parece que se están divirtiendo -Comunicó alguien al lado de ellos.

Shaun se detuvo en el acto y se le lanzó al chico encima.

-¡Cristopher! -Exclamó Shaun saltándole encima a Cris Stone, este no se lo esperaba, por lo que cayeron al suelo.

-¡Shaun deja de llamarme así, coño! -Exclamó Cris mientras trataba de quitárselo encima, sin tener verdadero éxito, en realidad.

-Pero es tu verdadero nombre -Comentó Shaun con un puchero

-¡Pe-pero yo lo odio! -Exclamó Cris mientras trataba de despegarse al loco pelirrojo que hacía amagos de darle un besito.

-¡Y por eso me gusta! -Afirmó Shaun divertido.

-¡Caleb, ayúdame! -Exclamó Cris cuando Shaun se soltó y le dió un beso directamente en la boca-. ¡Puagh, que asco, nooooo... Auxiliooo... ! -Exclamó Cris indefenso mientras Shaun comenzaba a violarlo.

Caleb no podía hacer nada, él estaba revolcándose de la risa en su asiento.

En realidad, para sorpresa de Caleb, la molestia de Shaun hacia Cris solo había durado unos tres días, luego de eso, Shaun no desperdiciaba ninguna oportunidad para burlarse de Cris, ya fuera por su nombre, o manoseando su increíble cuerpo y incluso robándole besos en frente de todo el mundo.

Cris lo odiaba a muerte, por lo que más de una vez esos dos terminaban peleándose y revolcándose, aunque en realidad Shaun no hacía nada por golpear a Cris, solo esquivaba y bloqueaba todo con una impresionante habilidad.

Esos dos se odiaban a muerte.

-Te dije ¡Que me sueltes! -Gritó Cris de pronto, entonces Caleb notó como Shaun salía volando por los aires y se quejaba un poco al caer. Cris se levantó con el rostro todo rojo y respirando con dificultad.

Solo entonces Caleb se medio calmó.

-¿Dime qué nadie vio está vergonzosa escena? -Le preguntó Cris mientras se limpiaba como podía. Al otro lado del salón Shaun se masajeaba el trasero.

-Tu vergonzoso secreto está a salvo conmigo -Prometió Caleb solemnemente. Cris le fulminó con la mirada aunque su rostro se tornó un poco más rojo.

-Auch, Cris querido, me lastimaste en verdad -Sé quejó Shaun con lágrimas de cocodrilo.

-¡Pues te lo mereces por bastardo! -Señaló Cris molesto-. Tú no eres quién para tocarme o besarme, retrasado -Hizo una mueca de asco a la vez que temblaba de repulsión.

-Vamos, vamos, no peleen más y vayamos a comer -Intervino Caleb mientras los recogía del suelo y se mantenía en el medio de los dos.

-Si no quieres que pelee entonces dile a este idiota que deje de acosarme -Sé quejó Cris.

-Shaun... -Comenzó Caleb observando al pelirrojo, quien hizo un puchero.

-Pe-pero...

-Nada, ya molestaste suficiente a Cris, déjalo en paz -Ordenó Caleb. Shaun soltó un suspiro-. Porque así mañana será todo tuyo -Terminó con una sonrisa.

-¡¿Qué?! -Exclamó Cris sorprendido. El rostro de Shaun se iluminó-. ¡Eres un traidor, Caleb Prescott! -Exclamó el rubio indignado.

Caleb y Shaun se rieron ante su cara, que no tenía precio.

-Tranquilo Cris, yo te haré sentir muy bien, no te preocupes -Soltó Shaun con un guiño, Cris tembló visiblemente asqueado.

Caleb se rió un poco más.

Entonces llegaron al comedor. Luego de conseguir la comida, los tres se sentaron en la mesa de siempre.

-Oh, por cierto -Soltó Cris apenas se sentaron-. Feliz cumpleaños, Caleb -Comentó Cristopher rojo mientras le entregaba una pequeña cajita rectangular de terciopelo rojo. Caleb la observó sorprendido.

-¿C-cómo lo sa...?

-Shaun me lo contó -Indicó Cris sin poder verlo a lo ojos.

Entonces las palabras de Brandon de hace un mes resonaron en su mente.

"Tú le gustas a ese chico, mucho"

Caleb le dió una sonrisa nerviosa algo incómoda.

Desde que Brandon le había dicho eso, con el pasar de los días, Caleb notaba más y más señales de que eso era verdad, lo que siempre lo dejaba algo incómodo y sin saber qué hacer al respecto. Por lo que en esos momentos sus interacciones de volvía algo torpes, justo como en ese momento.

Lo que si tenía claro Caleb, era que jamás podría corresponderle.

-G-gracias, no tenías que hacelo, en verdad -Agradeció Caleb algo incómodo, entonces Cris lo observó.

-Claro que sí, tú te mereces esto y más -Aseguró Cris mientas asentía.

-Interesante Cristopher, esas palabras son casi una declaración -Comentó el pelirrojo algo jocoso.

-¡N-no seas idiota, Shaun, solo somos amigos! -Exclamó Cris rápidamente-. Yo regalo cosas todo el tiempo -Terminó con un bufido.

-A mí no me has regalado nada -Refutó Shaun confundido. Cris lo observó molesto.

-Yo ni te considero un conocido -Espetó el rubio con rencor. Shaun lo observó indignado.

-¡Ah, mi corazón se rompe! -Exclamó Shaun dramáticamente.

Sin prestarle atención a ese par, Caleb abrió la cajita.

Adentro estaba una delicada pulsera dorada con una pequeña gema en forma de gota de un cristalino color verde asombrosamente parecido al color de sus ojos.

-E-es una esmeralda -Indicó Cris. Shaun silbó sorprendido mientras que Caleb quedaba sin aliento.

-Es... Es realmente hermosa, muchas gracias Cris -Aceptó Caleb mientras la sacaba de la cajita.

Shaun le arrebató la pulsera.

-Y no solo eso, querido Caleb -Interrumpió Shaun mientras la observaba fijamente-. Esta piedra es bastante pura, algo con está calidad de pureza, incluso de este tamaño, debió costar un dineral -Explicó mientras la gota destellaba como un cristal verde a contra luz, como si con ello lo afirmara. Caleb observó a Cris, que miraba apenado el suelo-. Aunque no entiendo porqué te la está dando ahora mismo si se supone que...

Entonces Cris le clavó un codo en la costillas a Shaun, quién quedó sin aire y soltaba la pulsera en el aire, el rubio la atajó.

-¡Idiota ¿Quieres morir? se supone que no debemos hablar de...! -Entonces Cris se calló al notar su error. Caleb les regaló una afilada mirada.

-¿De que no deben de hablar? -Preguntó suspicazmente Caleb, empezando a sospechar sobre todo.

Shaun se rascó la nuca con una sonrisa nerviosa.

-E-eh, lo siento Cris, se me olvidó -Sé disculpó Shaun pobremente. El susodicho lo mató con la mirada-. Lo siento Caleb querido, pero si te decimos algo más, Brandon nos arrancará las pelotas con las manos -Suspiró. Caleb los observó sorprendido.

Y es que con ello, no podía evitar sentirse más ansioso ¿Qué había planeado Brandon para ese día que incluso llegó al punto de amenazar a sus amigos casi de muerte para que no se lo contaran?

Brandon...

Brandon cruzó una vez más en esa semana, incluso en ese mismo día, la cinta amarilla de una escena del crimen.

Mientras que los peatones y los periodistas comenzaban a taponar todas las salidas de la cinta, curiosos por ver lo que estaba pasando, Brandon respiró profundamente antes de volver a entrar a ese infierno.

En el fondo estaban, como siempre pasaba en estos casos, Roger y alguno de los forenses de turno.

Sin embargo, antes de terminar de entrar, Brandon se congeló al ver la escena. Roger al notar su presencia lo llamó, y él no pudo evitar notar lo pálido que estaba.

Y no era para más, considerando la cara de está víctima estaba totalmente calcinada, al punto que en algunos lados se notaba el hueso lleno de sangre tostada y ollín.

-Roger, esto es... -Murmuró Brandon, observando las condiciones en las que estaba está vez la víctima.

-Es horrible -Completó Roger, dándole voz a lo que no quería decir-. Este sujeto está en un verdadero frenesí, todas las víctimas que hemos encontrado está semana... -Murmuró Roger pensativo. Brandon no podía evitar estar de acuerdo con él.

Hasta la semana pasada, se habían encontrado encontrado otros dos cadáveres en condiciones algo similares a los anteriores: Uno al que le terminaron de reventar el cráneo y otro al que asfixiaron también aunque lo hicieron atragantándolo con un pedazo de tela... Para sumar con ello un total de cuatro víctimas a la lista del asesino de la "C".

Pero durante esta semana, hasta ese mismo viernes, aquel asesino había forrado las calles con víctimas y más víctimas, encontrando de dos a tres cuerpos por día con las firmas de ese horrendo depredador en sus cuerpos.

-¿También fue trasladado del lugar del homicidio como ocurrió con los demás? -Preguntó Brandon.

-Así es, no hay señal alguna en el lugar que indique que aquí fue en donde lo asesinaron-Indicó el forense-. Sin duda alguna ese cabrón malnacido consiguió un lugar donde divertirse -Gruñó con malestar-. Su cuerpo tiene señales de hambruna al igual que los demás de esta semana, aparte de que sus manos atadas con cinta adhesiva, también tiene marcas y ampollas bajo la cinta, lo que indica que fue apresado con grilletes, seguramente de hierro, esta víctima estuvo cautiva... Como los demás de esta semana.

-Su cuerpo, al igual que los otros, está totalmente aseado y su ropa recién lavada, todo con materiales bastante corrientes, no hay fibras ni epiteriales sospechosas, el sujeto eliminó todo rastro de que estuvo en él excepto por los golpes, las marcas que tiene por todo el cuerpo y los restos de semen en su interior -Comentó Roger con un gruñido.

-Este chico sufrió mucho antes de que lo dejaran aquí -Comentó el forense, observando el cadáver con un aire triste-. El rigor mortis me indica que murió a la misma hora que las demás víctimas que se encontraron hoy, seguramente los mató al mismo tiempo a todos.

-Son chicos cautivos, chicos que desaparecieron -Comentó Brandon, Roger y el forense asistieron.

Desde que el asesino había comenzado ha actuar, se había notado un curioso aumento en las personas que desaparecían o eran consideradas fugadas. Para Brandon y Roger no era difícil de suponer cuál era el paradero de aquellos que tenían los rasgos buscados por el asesino.

Por ello, durante ese mes se empezaron a tomar medidas drásticas, como un toque de queda que comenzaba a las veintidós horas y terminaba a las seis, además de que las patrullas vigilaban la ciudad de manera constante, sin contar que se le pidió a los hombres con las características buscadas por el asesino que jamás salieran solos bajo ningún concepto, que salieran preferiblemente en grupos de tres o más personas.

Aún así, actualmente habían casi treinta chicos de piel clara, cabellos castaños y ojos verdes, desaparecidos.

-No tiene identificación por lo que tardaré en decirte quién era exactamente la víctima, pero lo más probable es que está entre lo chicos que han desaparecido el mes anterior -Aseveró el forense-. Por lo demás, es igual a los demás, el sujeto probablemente llevaba tiempo violándolo y golpeándolo como a los otros... Lo poco que queda del cuello de la víctima, muestra una infinidad de hematomas con forma de dedos, por lo que el asesino, al igual que hacía con los demás lo ahorcava en repetidas veces hasta casi matarlo, seguramente mientras lo violaba en reiteradas ocasiones.

-Entonces cuando se aburrió, le hechó gasolina en la cabeza y le prendió fuego -Comentó Brandon viendo lo obvio.

-Sí, probablemente murió ya fuera por el shock o por ahogarse al respirar las llamas, no tendré una confirmación exacta del cómo murió hasta que lo analice a fondo en la morgue -Indicó el forense-. Pero sí, fue básicamente eso, aunque seguramente le sacó los ojos mientras estaba vivo -Gruñó al final con un gesto sombrío.

-Y por último, escribió la firma en su pecho -Terminó Roger, el hombretón no pudo evitarlo y golpeó una de las paredes del callejón en un arranque de enfado e impotencia-. ¡Esto es una mierda! -Exclamó furioso-. ¡Es la décimo séptima víctima en menos de tres meses y aún no tenemos nada! -Profirió mientras volvía a golpear la pared con fuerza, peleándose profundamente los nudillos con ello y salpicando sangre por todo el lugar.

Cuando Roger fue a darle una tercera vez a la pared, Brandon intervino y le sostuvo en brazo.

-¡ROGER CONTRÓLATE! -Exclamó Brandon, llamando la atención de todos los policías. Roger lo observó desesperado.

-¡¿Cómo quieres que me calme? Este maldito se burla de nosotros! -Exclamó Roger rabioso-. ¡No para de burlar todo lo que hacemos, no importa cuán temprano pongamos el toque de queda o si patrullamos toda la puta ciudad sin parar para atraparlo in fraganti, NO PODREMOS DETENERLO! -Gritó molesto-. ¡NUNCA PODREMOS...!

Entonces Brandon le pegó una cachetada a su mejor amigo.

-Ya para Roger, eres el teniente a cargo de este caso, así que despabila, deja de hacer el tonto y date tu lugar, que le estás bajando la moral a los hombres y dándole tela que cortar a los periodistas -Soltó Brandon frío. Roger lo observó sorprendido y algo confundido, en shock

-No puedo entenderlo ¿Cómo puedes ser tan frío? -Preguntó el hombretón, confundido-. ¡¿Cómo puedes ser tan calculador cuando este chico...?! -Brandon lo interrumpió jalándo a Roger de las solapas de su saco para dejarlo a su altura.

-¿En serio me crees tan inumano como para no estar afectado por esto? -Preguntó está vez Brandon realmente molesto por sus palabras-. ¡El hombre al que amo es exactamente igual a todas las víctimas ¿Cómo crees que me siento cada vez que encontramos a una?! -Rugió en los oídos de Roger sin importarle quién podría escucharlo.

Para Brandon, las apariencias hacia tiempo que le habían dejado de interesar.

Roger pareció entrar en sí con eso.

-Yo... Lo siento Brandon, yo... -Pero Brandon dejó de escucharlo y lo tiró con fuerza hacia la pared.

-Vete a que te curen esa mano y luego hablamos cuando pienses en frío, yo termino con esto -Espetó Brandon sin ver a su mejor amigo.

Roger no pudo decir nada más y, seguramente avergonzado de su comportamiento, se marchó. El forense estaba un poco asustado por la escena.

-¿... Está bien el teniente? -Preguntó el chico algo preocupado. Brandon observó la identificación del chico, su nombre era Max Strange.

-Sí, tranquilo, solo se ha puesto algo nervioso porque conoce a algunos chicos con el perfil físico de las víctimas -Indicó Brandon, pero el forense, Max, se le quedó viendo.

-... ¿Es cierto lo que dijo el teniente Maxwell? -Preguntó Max. Brandon lo observó unos segundos evaluándolo antes de asentir-. Entonces eso explica su mirada.

-¿Cuál mirada? -Preguntó Brandon sin entender. El forense bajó el rostro hacia el cadáver de la víctima.

-Miedo -Soltó el chico-. Usted señor Mayer, ciertamebte parece en bloque de piedra en todas las escenas en las que nos encontramos sin importar en qué condiciones esté la víctima -Reconoció Max-. Pero, todas las veces que nos hemos encontrado en una de estas escenas, usted parece totalmente lleno de miedo.

Brandon no supo cómo contestarle a eso.

Una vez que terminó junto con Max el informe preliminar de la escena, fue hacia la ambulancia que había llegado para llevarse al cuerpo.

Allí estaba Roger, que estába terminando de ser suturado por el paramédico.

-¿Está listo? -Preguntó Brandon al paramédico apenas al llegar, este asintió.

-Sí señor, está listo ¿Ya es hora de llevarnos el cuerpo? -Preguntó el paramédico en cambio. Brandon asintió algo trémulo.

-Así es... Pero tengo que advertirle que no es bonito -Explicó Brandon cabizbajo. El paramédico asintió sombrío.

-Nunca es bonito, solo sin más llevaderas algunas veces que otras -Comentó el sujeto antes de llamar a su compañero e irse.

Solo entonces Brandon observó a Roger.

-¿Qué te ocurre? -Preguntó Brandon directamente. Roger bufó cansado.

-Se supone que nuestro deber es atrapar a los asesinos, se supone que debemos darles justicia, se supone, pero con este... -Roger gruñó molesto-. Siento que lo único que hacemos es recogerle los cadáveres, no podemos hacer nada para detenerlo excepto esperar, esperar y más esperar, es...

-Frustrante -Completó Brandon, sentándose al lado de Roger-. El forense me acaba de decir amablemente que a sus ojos parezco cagado de miedo en todas las escenas -Bufó cansado, su mejor amigo se le quedó mirando.

-Lo ocultas muy bien, yo ni lo había notado hasta hace unos momentos -Admitió el hombretón encogiéndose de hombros-. Su pongo que forense lo notó porque tiene buen ojo para los detalles -Sé le quedó mirando a Brandon-. Brandon en verdad lamento lo que dije, no tomé en cuenta tus sentimientos por Caleb para na... -Brandon le interrumpió con un aspavientos.

-No importa ya -Desestimó Brandon rápidamente-. Además que me gusta no parecer débil, no quiero que vean la yugular -Señaló. Roger asintió lentamente.

-¿Cómo lleva Caleb lo de estos caso de toda la semana? -Preguntó el hombretón al cabo de unos segundos.

-No lo sabe -Respondió Brandon mirando el suelo-. He hecho hasta lo imposible para que no logre ver las noticias ni se entere de nada. Es su semana de cumpleaños y no voy ha arruinarla diciéndole que un sádico está llenando las calles con cadáveres que tienen sus rasgos justo su semana de su cumpleaños -Terminó. Roger asintió en respuesta-. Pienso decírselo pero no será ni hoy, ni mañana, quiero que al menos disfrute de su cumpleaños porque estos casos lo afectan mucho

-Lo entiendo, lo entiendo bien... Aunque igualmente Caleb te va ha matar porque no se lo dijiste en su momento -Acotó el teniente.

Ambos se hecharon a reír un poco, logrando así quitarse un poco de la espesa nube que los envolvía.

-¿Y el plan que tienes en marcha? -Preguntó Roger, seguramente recordando el plan que le había contado para darle a Caleb su regalo decumpleaños.

-Va perfectamente sobre ruedas -Comunicó Brandon con cierta tranquilidad-. Espero que también hagas tu parte esta noche -Comentó al final. Roger asintió más animado.

-Cuenta con ello -Aseveró Roger-... Oye Brandon.

-Dime...

-En la estación escuché una conversación ayer, era de los altos mandos -Indicó Roger-. Piensan despedir al capitán como no consiga el arresto del asesino serial en un par de meses -Reveló. Brandon lo observó sorprendido-. Van a desarmar a todo el equipo encargado del caso y nos van a mandar a otros sectores y a ti, bueno, por ser solamente un asesor, simplemente te vetaran de el caso del asesino serial y de todas sus implicaciones -Terminó.

Brandon se mantuvo callado unos segundos.

-Santa mierda -Fue lo único que Brandon pudo decir. Roger asintió un par de veces-. Debemos hacer algo, no podemos ser vencidos de está manera tan absurda.

-Bueno, sin evidencias, o alguna pista, o un milagro, eso es lo que nos espera -Refutó Roger observando como los paramédicos y el forense se acercan con el cuerpo-. No quiero irme de ciudad, me gusta dónde estoy -Indicó algo triste.

-¿Qué pasó?, ¿Conseguiste a alguien? -Preguntó Brandon, recordando una vieja conversación que ambos tuvieron hace muchos años.

-Tal vez... Aún no lo sé, primero tengo que confirmar algo y luego tal vez te responda -Indicó Roger. Brandon lo observó con sospecha.

-Roger ¿Acaso tú...?

Pero tuvieron que cortar la conversación cuando los paramédicos al fin llegaron con el cuerpo. Luego de eso, ambos siguieron la rutina del día sin volver ha hablar del tema, esperando ansiosamente descubrir algún fallo en el procedimiento del asesino.

Lo único que podían hacer era esperar.

Caleb...

Sentía cómo se deslizaba por el agua como un cuchillo caliente por la mantequilla mientras que sus piernas se propulsaban con una enorme potencia y eficacia, al punto de que se sentía como un pez en el agua.

Cuando Caleb tocó el borde de la piscina, supo que era el primero.

Un pito sonó automáticamente dando por fin la carrera y Caleb salió del agua, pudiendo al fin rellenar sus pulmones con más calma y observando como los demás terminaban la rutina. El entrenador se le acercó en ese instante.

-Has superado a los demás en un margen de poco más de tres segundos, hiciste el mejor tiempo que he visto en mucho tiempo -Comentó el entrenador mientras terminaban de salir sus compañeros y los siguientes se preparaban para saltar al agua.

-Gracias... -Comentó Caleb respirando profundamente-. ¿Qué tan bueno fue mi tiempo? -Preguntó. Él entrenador lo observó de reojo a la vez que se preparaba para comenzar el siguiente circuito.

-Lo suficiente como para como mínimo, asegurarte el primer lugar en la competencia que habrá dentro de dos semanas, si mal no cálculo. Felicidades Caleb -Indicó el entrenador, dejándolo sin aliento-. Por fin has alcanzado ha desarrollar todo tu potencial, ahora sí puedo decir que te has convertido en todo un atleta en potencia, si seguimos trabajando duro en entrenar tu cuerpo y afinar tu habilidad, podrás llegar muy lejos, porque lo que has hecho en el agua ha sido espectacular -Le alabó al final.

Caleb no sabía que hacer con eso, era la primera vez que recibía tantos elogios por parte del entrenador.

-Tengo otras cosas que decirte pero lo hablaremos luego del entrenamiento -Terminó el entrenador para luego concentrarse en la piscina otra vez y tocar el silbato.

Para cuando Caleb salió de las instalaciones, bien podría andar con saltitos de lo feliz que se sentía.

Esto lo tiene que saber Brandon, seguramente se sentirá muy orgulloso y ansioso por esto -Pensó Caleb nervioso mientras recordaba lo que habló con su entrenador antes de salir- Pero no debo dejarme llevar por esto, solo tengo que entrenar como siempre. No, debo de entrenar más duro -Sé aseguró mientras se palmeaba las mejillas para deshacerse del nerviosismo y el terror que le llenaba su actual situación.

Caleb había tardado un poco con el entrenador mientras este le explicaba en qué consistía la competencia que se aproximaba, por lo que era prácticamente el último alumno que quedaba en el instituto.

Iba vestido con lo que Brandon le había pedido: Llevaba una camiseta roja con patrones abstractos blancos, unos jeans negros que se adherían a sus piernas como una segunda piel, unas botas marrones y una liviano suéter naranja de cremallera con capucha y mangas tres cuarto.

-Espero que Brandon no esté molesto por esperarme tanto -Sé dijo en voz baja a sí mismo mientras se acercaba a la salida-. Si lo está, podré calmarlo con esta no...

Pero las palabras de Caleb murieron al ver a un hombre apoyado en la puerta de la camioneta de Brandon mirando su teléfono, por unos segundos Caleb creyó que estaba confundido y su tutor todavía no había llegado.

Hasta que el hombre lo notó y levantó la mano... Aún así, Caleb no podía creer que era Brandon, estaba tan... Distinto.

Brandon vestía una camiseta marrón oscuro manga larga de cuello en "V", una chaquetilla de jean oscura y corta que solo le llegaba a medio torso, unos jean agujereados de color beige que le hacía una santa justicia a sus impactantes piernas y culo al ir súper ajustados y sus botas militares negras.

Y en vez de llevar su típico peinado super prolijo de lado, por primera vez lo veía llevar un peinado desenfadado, desordenado. Su hombre también cargaba unas gafas de aviador mientras le regalaba una brillante sonrisa.

-¿Cómo me veo? -Le preguntó Brandon a la vez que se quitaba los lentes.

Caleb no tenía palabras. Su hombre siempre se veía imponente y hermoso en sus trajes y en su estilo formal, pero así de informal y urbano con un toque roquero, se veía endemoniadamente sexy y encantador, al punto de parecer un montón de años más joven, casi de veintiuno.

-Sabía que te iba a encantar -Se carcajeó Brandon por su silencio mientras se colocaba los lentes de nuevo. Caleb estaba a punto de babear-. Vámonos rápido, que vamos algo tarde a la presentación.

Caleb siguió a su hombre casi que corriendo, montándose rápidamente en la camioneta. Brandon se carcajeó al notar su ansiedad.

-¿Presentación?, ¿A dónde iremos?, ¿Qué tienes planeado? -Inquirió rápidamente Caleb. Su hombre negó con la cabeza, divertido.

-Bueno, antes pensaba en que podíamos ir a comer helado, pero como estás saliendo a esta hora, iremos primero a ver una película que comienza dentro de media hora, después iremos a cenar y luego a una discoteca y por último, la noche terminará conmigo bañado en chocolate y totalmente dispuesto a lo que quieras hacer con mi cuerpo -Le explicó Brandon mientras lo observaba lujuriosamente. Caleb parpadeó unos segundos.

-¿Podemos saltarnos todo eso e ir de una vez a la parte en qué te bañas en chocolate? Me interesa mucho ese regalo -Señaló Caleb, haciendo reír un poco a Brandon con ello.

-¿Y perdernos de nuestra primera cita? No lo creo, tendrás que esperar pacientemente -Señaló Brandon con un falso puchero.

La primera cita...

Algo dentro de Caleb se infló tanto de emoción que hasta dolió, sintió sus ojos cristalizarse por unos segundos.

-Sé que es difícil tener una relación solo dentro de cuatro paredes y según en qué lugar estemos, no me lo dices pero sé que te agobia un poco -Prosiguió Brandon mientras conducía. Observó a Caleb de reojo un momento-. Pero también sé que te incomodaría tener la miradas de todos sobre ti por andar con un anciano vestido de traje casi diez años mayor que tú -Caleb se carcajeó ante las palabras de su tutor-. Así que decidí probar vestirme así y me sorprendió lo juvenil que me veo.

-Pareces casi de mi edad, sí -Concedió Caleb observando fijamente el escultural cuerpo de su hombre, tuvo que seriamente controlarse para no lanzarsele encima y provocar un accidente con ello.

-Exacto, así como estoy vestido, podremos ir tranquilamente a cualquier lado sin llamar la atención demás -Terminó Brandon asintiendo.

-Pues dudo mucho que no llames la atención, porque estás que me haces saltarte encima y follarte en el auto -Comentó Caleb mientras se relamía los labios sin poder evitarlo. Brandon se carcajeó una vez más.

-Por cierto ¿Por qué tardaste tanto? Poco más y entraba al instituto preguntando por ti cómo loco, me estaba preocupando tu tardanza -Comentó Brandon, apagándose su sonrisa un poco.

-Eh, lamento haberte preocupado pero, tengo buenos motivos para hablar tardado tanto -Sé disculpó Caleb-. El Entrenador me estaba indicando que dentro de dos semanas habrá una competencia y no solo me dio un puesto en el equipo, sino que cree que puedo ganar -Comentó emocionado-. Además de que será una competición bastante importante, así que habrá cazatalentos de algunas universidades, por lo que me ayudará ha conseguir una beca -Terminó. Brandon lo observó ligeramente un momento, sorpendido.

-Oh, Dios Caleb, eso es fantástico -Celebró Brandon-. Estoy seguro de que ganarás alguna beca, sé que es pronto pero... ¿Ya pensaste en alguna carrera que quieras estudiar? -Preguntó curioso. Caleb lo pensó algunos segundos.

-Me gustaría estudiar ingeniería civil -Admitió Caleb algo tímido-. Sé que te gustaría que entrara a la policía por mis habilidades con las armas pero...

-Tranquilo Caleb, por mí está bien cariño -Interrumpió Brandon con cuidado-. Lamento si te pareció que te presionaba con ello pero, nada me haría más feliz si trabajas en lo que quieras de verdad -Expresó-. Además, con respecto a la competencia, te aseguro que estaré ahí, quiero verte patearle el trasero a todos -Terminó mientras entraban en el estacionamiento de un centro comercial.

Brandon apagó el auto y mientras se giraba a la puerta...

-Espera... -Le llamó Caleb.

Y antes de que Brandon pudiera decir algo, Caleb se inclinó hacia su asiento y, acariciando su mejilla, le dió un suave beso. Brandon gruñó levemente de placer ante su gesto.

-Gracias por todo lo que estás haciendo por mí, este es el mejor regalo que cualquier otro que me puedas dar -Agradeció Caleb con lágrimas en los ojos que Brandon limpió con suavidad.

-La noche es joven Caleb, no digas eso antes de tiempo -Indicó crípticamente su hombre antes de darle un pico y salir del auto.

Caleb siguió a su hombre sin replicar, seguro de que si él se lo decía, entonces era verdad.

::::::

Antes de que su padre muriera, Caleb ya había tenido algunas citas con algunas chicas que no fueron nada impresionante: Ir a parque, al cine, a comer, incluso una vez había ido a patinar sobre el hielo. Pero solamente eso, ir a lugares, Caleb honestamente jamás le había visto algo impresionante a la citas.

O eso fue hasta que entró al centro comercial agarrado de la mano de Brandon sin ningún complejo o problema.

Para Caleb, el concepto de libertad había obtenido un nuevo significado cuando pudo besarse con Brandon frente a todo el mundo, reír junto a su hombre más allá de su hogar, poder pasear tranquilamente y comentar sobre cosas que veían o sucedían a su alrededor, poder explotar esa complicidad que ambos tenían, ahora en el exterior.

Podían divertirse tranquilamente, y por qué no, también presumir sobre el hermoso espécimen de hombre del que estaba enamorado.

Caleb podía notar como la mirada de prácticamente todas las chicas y la de algunos chicos se posaban en Brandon, y es que no era para menos. Su hombre estaba literalmente cañón con ese aspecto de malo que cargaba y esa fresca sonrisa que en sus labios. Brandon no solía sonreír mucho, menos en frente de la gente, pero ese día no había parado de sonreír desde que lo había buscado.

Y es que lo entendía, se sentía realmente bien pudieran quererse con total tranquilidad frente a todos.

Así que cuando llegaron al piso donde estaba el cine, Caleb no pudo soportar más y descaradamente le agarró una nalga a su hombre. Brandon la dió una mirada entre divertida y lujuriosa.

-Calma campeón, no presumas mucho -Le murmuró en el oído antes de besarlo suavemente y mordisquear un poco su cuello y hombro... Caleb se sentía en una nube.

Dentro de la película y durante la cena, ambos no podían dejar de tocarse o acariciarse, la necesidad de demostrarse lo mucho que se deseaban y se querían en público los consumían. Tantos días teniendo que disimular para todo el mundo, los tenía al borde de follarse en medio de la calle.

Por eso ambos se prometían con las miradas que esa noche, apenas cruzaran la puerta de la casa, se follarían como animales en celo.

Esa noche tocaba hacerlo violentamente.

Con ese silencioso y sinuoso baile, Caleb fue conducido por Brandon hasta un antro llamado "The Lady Night".

-¿Y aquí qué haremos, una orgía? -Preguntó Caleb, recordando al antro de BDSM al que lo llevó la última vez, mientras llegaban a la puerta y se saltaban toda la cola que había.

-Eh, no, créeme, este lugar no sirve para eso -Sé rió Brandon mientras entregaba una ficha al portero, que al verla los dejó pasar inmediatamente.

Atravesaron un largo pasillo algo frío y nebuloso hasta que Caleb visualizó un enorme recinto.

Apenas cruzaron el umbral, un sofocante calor le golpeó el rostro junto a la música explosiva.

Los bajos reverberaban violentamente hasta hacerle vibrar los oídos, mientras las personas bailaban salvajemente a la vez que las luces cambiaban de color cada quince segundos y láseres se disparaban por aquí y por allá aleatoriamente.

Todo el lugar apestaba a alcohol, sudor y desenfreno.

-Wow -Fue lo único que pudo decir Caleb al ver el danzante caos en aquel lugar, fue a dar un paso hacia ese mar de personas cuando Brandon lo jaló hacia un lado.

-No, hoy no, tal vez otro día pero hoy no -Le corrigió Brandon suavemente mientras lo conducía por el borde de ese mar de gente hacia unas escaleras cuidadas también por un portero.

-Pero creí que íbamos a bailar y a beber -Comentó Caleb extrañado mientras el portero los dejaba pasar y subían hasta el último nivel de esos pasillos.

-Lo haremos, pero antes he preparado algo especial -Indicó Brandon mientras se detenía frente a una de las puerta del pasillo-. Algo que te va ha alegrar.

Antes de que Caleb pudiera preguntar por tanto secretismo, Brandon lo condujo hacia el interior del salón. Estaba todo oscuro.

Entonces Caleb entendió.

-¡Sorpresa! -Exclamaron de golpe a la vez que la luz se encendía y le caía encima confetín y serpentinas. Caleb gimoteó de sorpresa.

El salón era relativamente grande, lleno de sofás y sillones oscuros pegados a las paredes de colores púrpura, una enorme y hermosa araña de cristal colgaba del oscuro techo e iluminaba la estancia elegantemente.

En el centro del lugar había una mesa en forma de "U" llena de postres dulces y salados, algunos bocadillos y una fuente de chocolate y  una de queso al lado de un mol de frutas.

En el centro de la U, había un sobrio pastel con el número diecinueve plasmado.

Antes de que Caleb pudiera reaccionar, Shaun le saltó encima. El pelirrojo estaba vestido con una camiseta de tirantes de color gris, una chaqueta de jean negra, unos jeans celestes y tenis negros con apliques de metal.

-¡Feliz cumpleaños, Calebcito! -Exclamó Shaun mientras literalmente se le colgaba.

Caleb se echó a reír mientras Brandon gruñía una advertencia detrás de él. Shaun obviamente ni se inmutó.

-Idiota, me felicitaste esta mañana ¿Recuerdas? -Profirió Caleb divertido. Shaun le soltó y bufó.

-Es que aquella felicitación era la extraoficial, porfavor finge que te lo estoy diciendo por primera vez -Murmuró Shaun sospechosamente mientras miraba hacia los lados. Caleb se carcajeó.

-Espero que te guste la habitación que he preparado para usted, Caleb Prescott -Indicó Cameron Mayer con un carraspeo mientras entraba en la habitación, sorprendiéndole con ello.

Cameron llevaba un sombrero negro con rayas blancas, una camisa gris ajustada a su estilizado y musculado cuerpo, una chaquetilla negra con una corbata en rojo al igual que su pantalón de vestir junto a unos mocasines marrones.

Caleb no pudo evitar comparar lo mucho que se parecían los hermanos al vestir.

-¿Tú preparaste esto? -Preguntó Caleb aún sin creérlo. Cameron le dio una vanidosa sonrisa.

-Por supuesto que lo hice ¿Quién más pudo haberlo hecho? El asquerosamente inutil sueldo de Brandon no alcanzaría para todo lo que han hecho hoy sin dejarlo en bancarrota con ello. Además, esto me costó prácticamente nada, después de todo soy el dueño del local -Cameron se encogió de hombros para luego señalarlo con el índice en un gesto serio-. Disfrútalo bien niñito, porque es lo único que haré por una esocria como...

Pero Caleb no le dejó terminar de hablar al hermano menor de su hombre, simplemente se acercó y le dio un beso en la mejilla. Cameron dio un respingón hacia atrás mientras se tocaba la cara, sorprendido.

-¡¿P-porque demonios hiciste algo así?! -Exclamó Cameron asqueado mientras se restregaba la mejilla.

-Puedes decir todo lo que quieras, Cameron, pero sé que eres un buen tipo, gracias por este regalo -Agradeció Caleb con una sonrisa. El rostro de Cameron se tornó rojo y se giró a la vez que chasqueba la lengua.

-Sí, camaroncito se lo trabajó duro ¡Pero no tanto como yo! -Exclamó Shaun sacando un paquete de un brillante rojo de la nada.

De pronto Caleb sintió un enorme brazo posarse en su hombro.

-O yo -Soltó Roger colocando en sus manos una cajita negra-. Feliz cumpleaños, Caleb -Le dijo con un sonrisa a la vez que beasaba su mejilla

-¡Roger! -Exclamó Caleb a la vez que abrazaba al hombretón. Shaun soltó un quejido-. Hombre cuánto tiempo, hace mucho que no nos vemos ¿Cómo estás? -Le preguntó.

-Bien, bien, ocupado con los casos pero poco más -Comentó Roger ligeramente.

Roger estaba vestido con una de sus camisas de leñador, esta vez en tonos morados y amarillos, tenía unos jeans negros y calzaba unas botas vaqueras de cuero marrón rojizo.

-¡Mi regalo, toma mi regalo! -Exclamó Shaun llamando la atención de Caleb mientras bailaba frente a él con la bolsa y un puchero. Roger se carcajeó.

-Shaun, tú nunca cambias -Comentó Roger mientras Caleb tomaba la bolsa con un suspiro de vergüenza-. Aunque debo admitir que eso me gusta de ti.

Shaun bufó.

-¿Es que nunca te cansarás de intentarlo conmigo, gigantón? -Preguntó Shaun torciendo el gesto a una mueca de fastidio.

-A mí me gustan los desafíos, para que sepas -Comentó Roger agachándose hasta la altura de Shaun. El pelirrojo viró los ojos en respuesta para luego darle una misteriosa sonrisa.

-Deberían de comportarse, me están esqueando con la burda actitud que cargan, niños -Espetó Cameron de pronto, ganándose el ceño fruncido de Shaun y Roger.

-Amargado -Espetaron los dos.

Mientras esos tres peleaban, solo entonces Caleb notó que incluso Cris estaba ahí, sentado en una esquina, este le saludó con la mano mientras se tomaba algo. Caleb se acercó a él.

Cris estaba vestido con un simple suéter vinotinto con cuello de tortuga que no dejaba ningún músculo a la imaginación, unos jeans y unas deportivas grises. Simple, pero elegante.

-¿Qué haces aquí tan solo? -Indagó Caleb. Cris bajó la cabeza-. Los demás me cayeron de inmediato, pero tú no lo hiciste ¿Por qué? -Concluyó. El rubio carraspeó incómodo.

-Eh, tu novio me invitó a la reunión bajo la literal amenaza de que si me acercaba a ti más de tres metros, me abriría en canal con un cuchillo de mesa -Explicó el capitán del equipo de fútbol con un leve sonrojo de vergüenza. Caleb suspiró.

-No me sorprende. Brandon te odia, creo que incluso más que a Shaun -Explicó Caleb algo incómodo. Cris lo observó sorprendido.

-¿Pero por qué? Ni siquiera nos conocemos -Señaló Cris confundido. Caleb le dió una mirada aprensiva.

-Bueno, lo que sucede es que Brandon está seguro de que yo te gustó, pero como eres mi amigo, supongo que te dejó pasar solo por eso -Explicó Caleb al fin. Cris solo observó el piso para luego tomarse su bebida de golpe y levantarse.

-Creo que no fue buena idea que viniera y...

-No seas tonto, eres uno de mis amigos, si te vas te golpearé -Amenazó Caleb con una sonrisa que Cris imitó al verlo a los ojos.

-Je, está bien, supongo que puedo quedarme hasta que tú novio me mate -Concebió Cris. Caleb se carcajeó un poco.

Entonces Caleb se dio cuenta de algo.

-¿Dónde está Brandon? -Se preguntó Caleb en voz alta, mirando por todo el lugar-. Me dejó con todos ustedes y se fue ¿Que rayos estará haciendo?

-Creo que es obvio -Señaló Cris de pronto.

-¿Eh?

-Fue a buscar tu regalo de cumpleaños -Señaló el rubio misteriosamente.

Caleb fue a replicar cuando la puerta del salón se abrió. Todos giraron hacia ella.

Brandon apareció con una pequeña sonrisa.

-Este es mi verdadero regalo, Caleb, feliz cumpleaños -Celebró Brandon y terminó de entrar.

Y de tras de él apareció alguien más.

Vestida con un hermoso vestido oscuro de cóctel con un cinturón púrpura y zapatos violetas, Helen Prescott entró escoltada por el capitán Daniel que llevaba un traje gris oscuro, con una camisa azul oscuro, una corbata dorada y zapatos casuales negros.

Cuando madre e hijo se vieron, fue como si el salón desapareciera. A medida que los ojos de Caleb se humedecieron sin parar, los de su madre sufrieron el mismo efecto.

Hacia mucho que él ya no sabía nada de ella, Caleb no lo decía ni tampoco lo mostraba, pero él pensaba mucho en su madre, preguntándose constantemente si algún día su madre lo aceptaría o si tan siquiera la volvería a ver.

Y ahora estaba justamente frente a él.

Caleb apenas si fue consciente de cómo Brandon se acercó con su madre y el capitán Daniel, de cómo Cris se había alejado para ir a dónde los demás estaban, apenas si notó cómo el capitán le felicitaba y le daba una pequeña caja envuelta en papel azul.

Solo fue consciente de cómo Brandon lo llevó junto a su madre al fondo de la habitación.

-Aquí podrán hablar tranquilamente -Comentó Brandon brevemente antes de besar su mejilla. Su madre carraspeó un poco incómoda pero su hombre ni se inmutó-. Nos vemos en un rato, cariño -Caleb asintió algo torpe mientras que su hombre se marchaba.

Los siguientes cinco minutos fueron algo incómodos para Caleb, mientras calibraba que decirle a sus madre. Cuando se decidió...

-Eh, yo -Dijeron Madre e hijo a la vez, provocando que ambos se sonrojaran levemente.

-Eh, tú primero -Dijo Caleb rápidamente mientras sonreía levemente de alegría, de incomodidad y nerviosismo. Su madre apretó los labios algo incómoda.

-C-Caleb, yo... -Su madre quedó en silencio unos segundos-. En verdad lamento haberte dejado en la posición en qué lo hice, lamento tanto haberte tratado tan mal, es solo que... Tu padre y yo siempre te imaginamos casado con alguna mujer, teniendo hijos y una carrera exitosa y...

-Madre, no es por ofenderte -Intervino Caleb sin poder evitarlo-. Pero puedo tener todas esas cosas sin la necesidad de tener una esposa. Entiendo que haya roto tus ilusiones de tener a una mujer en mi vida, pero... Aún puedo tener hijos -Afirmó algo avetgonzado-. Ya sea por adopción o alquiler de vientre, puedo tener hijos, tan bien me puedo casar y mucho más tener una carrera exitosa, pero aún así sé que te decepcioné y que no cumplí tus espectitavias porque me consideras defectuoso -Terminó Caleb frunciendo el ceño, triste. Su madre lo observó sorprendida.

-Yo... No te considero defectuoso Caleb, es solo que yo te imaginaba otra vida ¿Sabes? Nunca estuve preparada para que me dijeras que te gustaban los hombres, más si ese hombre era Brandon Mayer, me fue difícil de asimilarlo y mucho más entender que él es tu felicidad, que él hizo lo que tú padre y yo nunca pudimos por no estar a la altura -Concluyó cabizbaja.

-Madre, hicieron lo que pudieron y...

-No bastó -Interrumpió Helen-. Cuando empezaste a salir con esos chicos y a drogarte y a volverte un delincuente... Yo siempre me quejaba de porqué me pasaba esto, porqué había perdido a mi esposo y ahora a mi hijo... No entendía que era mi culpa que fueras así, que nunca entendí que lo que necesitabas era una madre que estuviera ahí para ti, no una trabajadora más y...

-Es culpa de los ¿Vale? No tenemos que volver a ello, yo ya te perdoné hace mucho por eso madre -Intervino Caleb, entonces su madre comenzó a llorar desconsolada.

-A eso quería llegar. Si tú perdonaste mis faltas ¿Por qué yo no podía aceptarte?, ¿Por qué me costaba tanto entender que seguías siendo mi hijo sin importar con quién estuvieras? Debería importarme más tu felicidad que sentirme ofendida porque no te gustan las mujeres -Su madre se cubrió la cara con las manos-. Lo siento tanto Caleb, por favor, perdóname otra vez, por favor...

Caleb no pudo aguantar más y comenzó a llorar también, junto a su madre.

-Está bien madre, yo ya te perdoné esto también hace mucho -Murmuró Caleb con la voz rota mientras la abrazaba.

Así, madre e hijo se consolaron entre ellos hasta que las lágrimas se secaron.

-Espero que estén llorando de felicidad, sería muy incómodo que estuvieran tristes en medio de una fiesta -Caleb despertó de su abrazo con su madre cuando Brandon se paró frente a ellos-. ¿Está todo bien? -Preguntó su hombre con el ceño ligeramente fruncido.

-Sí, sí, ahora está todo bien ¿No es así madre? -Preguntó Caleb mientras se separaba de su madre. Helen solo asintió.

-Bien, me alegro de que al fin hayan arreglado el problema, Caleb ha estado muy triste desde que le contamos lo de nosotros -Comunicó Brandon con simpleza, sin ningun tono de malicia o reproche. Helen asintió levemente al entenderlo con un incipiente sonrisa.

Helen de pronto tomó la mano de Caleb y la de Brandon y las entrelazó. Caleb sintió anonadado el firme agarre de su hombre y no pudo evitar correspondérselo, en respuesta Brandon le acarició con el pulgar.

Helen observó seria a Brandon.

-Cuida de mi hijo, Brandon Mayer, o de lo contrario te haré vivir un infierno -Amenazó seria su madre. Caleb la observó sorprendida mientras que Brandon simplemente asintió.

-Lo haré, si le pasara algo a Caleb, yo mismo le daré el arma -Comentó Brandon serio, muy serio, mientras besaba el dorso de su mano. Helen asintió levemente.

-Caleb, siéntete agradecido y está siempre a la altura, muy pocas personas tienen la dicha de encontrar hombres como Brandon -Le dijo su madre a él. Caleb asintió.

-Yo siempre me lo recuerdo, la suerte que tuve de conocer a Brandon -Aseguró Caleb levemente sonrojado. Helen sonrió un poco más.

-Bien, entonces tienen mi bendición -Indicó Helen simplemente.

-Y la mía también -Indicó el capitán Daniel apareciendo de pronto-. Soy un hombre de ley, y ciertamente he estado haciendo de la vista gorda a su relación desde que Helen me contó sobre ella, pero si ella ya los aceptó, entonces yo también -Explicó el capitán observando sus manos entrelazadas para luego verlo a él y a Brandon con un gesto neutro en el rostro.

-Solo una cosa -Cotinuó el señor Daniel-. Brabdon Mayer, Caleb es el hijo de uno de mis más grandes amigos y de una increíble mujer, como la cagues con él, te voy a meter una patada en el culo directo a la prisión ¿Quedó claro? -Espetó serio. Caleb se sonrojó al escuchar la amenaza a la vez que Helen negaba con una radiante sonrisa.

Por primera vez Caleb vio a Brandon tragar duro y asentir incómodo, lo que lo sorprendió.

-Sí señor, no pienso fallar -Aseguró su hombre mientras apretaba su mano.

-Bien, con eso creo que esto terminó, sugiero que nos divirtamos un poco para calmar los ánimos, que esto es un cumpleaños -Indicó Daniel con una leve sonrisa ahora mientras observaba brevemente a Brandon, Caleb notó que se comunicaban con las miradas algo pero lo dejó estar.

Cameron los llamó desde la mesa mientras sostenía por la chaqueta a un Shaun que cargaba un enorme puchero de molestia y una bandeja llena de bebidas. El pelirrojo las repartió a regañadientes.

-Oye mamá -Llamó Caleb a su madre mientras ella tomaba su bebida y le daba un sorbo.

-Dime cariño -Dijo su madre mientras tomaba otro sorbo.

-¿Tendré que llamar al capitán Daniel padre pronto? -Preguntó de golpe, su madre escupió lo que tenía en la boca y todos los observaron inquietos.

Su madre tosió un poco y él la ayudó como pudo.

-Eh, eh... -Decía su madre algo ansiosa, sin saber qué decir-... ¿Tanto se nota? -Preguntó nerviosa. Caleb le dió una brillante sonrisa.

-Tranquila, tu vergonzoso secreto está a salvo conmigo -Indicó Caleb picarón, el rostro de su madre se tornó rojo.

-Luego hablaremos de esto, sin vergüenza -Espetó su madre simulando mirarlo mal. Caleb se encogió de hombros.

La noche pasó entre risas y juegos, cortar el pastel, devorar lo que había en la mesa, que Caleb abriera los regalos y algunos bailes... Aunque considerando que era una fiesta en donde casi todos los invitados eran hombres y que sus personalidades chocaban entre sí, las únicas personas que bailaron fueron Helen y Daniel junto a Caleb y Brandon.

Por otra parte Roger bailaba con Shaun... Cargando al pelirrojo en el hombro como un saco de papas mientras este no paraba de quejarse y golpear la espalda del hombretón rubio, así que no contaban.

Mientras que Caleb se encorvaba un poco para chocar su frente con la de su hombre mientras giraban lentamente al ritmo de la música. Caleb se sintió como el hombre más feliz del planeta.

-¿Te gustó mi regalo? -Preguntó Brandon inocentemente-. Apuesto a que fue el mejor regalo de la noche -Comentó con suficiencia. Caleb hizo un puchero.

-Espera, mi mamá es súper cabezota, como yo, así que ¿Cómo le hiciste para convercer a mi mamá de venir? -Le preguntó francamente interesado.

-Fue algo simple, he estado en contacto con ella desde el día en que se lo contamos -Reveló Brandon, dejándolo sin palabras-. He estado cambiando su parecer y explicándole sobre nosotros y luego tratando de que volviera a contactarse contigo hasta que cedió, al final parecerá que los Prescott no pueden contra mi encanto natural -Comentó Brandon divertido.

Caleb no pudo evitar besarlo desenfrenado ahí, en medio de todos sus conocidos. Brandon gimió satisfecho mientras sus lenguas frotaban con brío por unos segundos.

-Es el mejor regalo de toda mi vida -Admitió Caleb mientras trataba de recuperar el aliento-. Va ha estar difícil superarlo cuando cumplas años -Terminó. Brandon acarició su cuello lentamente mientras giraban al ritmo de la canción.

-Caleb, ya me diste el mejor regalo de mi vida, con eso me basta -Increpó Brandon.

-¿Y ese cuál fue?

-Tenerte en mi vida -Susurró Brandon antes de apoyarse en su pecho-. Y corresponderme.

Caleb asintió con algunas lágrimas retenidas en sus ojos, prometiéndose que, aunque las cosas se pusieran difíciles en algunos momentos, o si la ruina los golpeara sin clemencia, o si incluso la muerte los separara en su momento, él no dejaría de amar a este maravilloso hombre y no se iría de su lado jamás, sin importar qué.

++++++++

En medio del bosque, en una casa de tres pisos bastante aislada, a simple vista la tranquilidad y belleza del lugar haría creer a cualquiera que estaba desocupada y a la espera de la venta.

Pero la cruer realidad era que en su interior se escuchaban los horribles gritos y súplicas de aquellos que eran torturados y asesinados sin piedad. El olor a sangre, suciedad y cadáveres se habían impregnado en las paredes del lugar al punto que parecía una capa de pintura, vistiendo el lugar de tonos mortecinos y cadavéricos.

En ese lugar, donde todo estaba decorado con ojos resguardados en botellas de formol con números inscritos en sus bases, él se sentía en su hogar dulce hogar. No siempre podía estar ahí todo el día o todos los días, aún así, se había esmerado en cumplir con su meta.

Esa semana era el cumpleaños de sus "Calebs", lo que significaba que debía regalarles algo ¿Y qué más que las muestras de su amor?

Aquella casa estaba llena de sus Calebs, por lo que a Caleb, solo podía regalarle partes de él.

Por donde pasara, podía notar a sus Calebs temblar en sus habitaciones, él sabía de antemano que ellos eran muy escurridizos, por lo que debía de someterlos con grilletes, lo cuál ellos agradecían con súplicas y llantos.

Él siempre les recordaba que no había nada qué agradecer, después de todos, ellos lo hacían sentir demasiado bien.

Gracias a su entrenador, por el cuál no sabría que habría sido de él, había podido no solo atrapar a cada Caleb que habitaba esa magnífica casa, sino que también le había ayudado a limpiar los cadáveres y ha esquivar las patrullas y el toque de queda, lo que le pudo permitir dejar sus regalos por toda la ciudad.

A veces se había preocupado un poco por como su reserva de Calebs se vacíaba tan rápido y por la absoluta euforia y sed de más que le causaban sus muertes, pero su entrenador lo calmó un poco.

"Seres como tú y como yo tenemos fuertes necesidades" Le explicó su entrenador cuando le expuso su inquietud "Tú has descubierto recientemente tu necesidad que al ser suolida, te convierte en un hombre modelo y que te hace rendir muchísimo más que antes, lo que sientes ahora es la juvenil novedad, créeme yo también lo sentí en su momento, cuando llegue el momento comenzará a disminuir y madurar, comenzarás a cazar Calebs de manera más selectiva, por ahora, no dejes que el miedo oxide tu habilidad como cazador" le explicó.

Él ciertamente aprendía mucho de su entrenador y era algo que tenía que agradecerle a sus padres, después de todo, fueron ellos quienes le presentaron a este hombre que tenía necesidades un poco parecidas a las suyas, pero una naturaleza totalmente igual.

Gracias a él sentía que crecía, tanto como un buen sujeto a la luz de la sociedad, como un predador en las tinieblas.

Por lo que no le tembló la mano para darle sus regalos a sus Calebs, para que vieran que debían de estar agradecidos si él los cosechaba en su momento.

Y por esos mismos regalos, él estaba muy acupado en ese momento.

Esa habitación de la casa olía especialmente a sangre, sudor, sexo, semen y sufrimiento, los chicos totalmente inmovilizados y dispuestos para él, no paraban de gritar y suplicar mientras él se divertía con sus cuerpos, experimentando con ellos sin parar una y otra vez.

Una y otra vez.

El poder que sentía, la satisfacción, nada en el mundo superaba eso, ni siquiera mantenerse con vida lo superaba.

O al menos hasta que encontrará a su Caleb perfecto.

Así que, para ese Caleb que algún momento encontraría, tenía un regalo especial para él por su cumpleaños, tardaría un poco en prepararlo, pero su entrenador siempre le decía que lo más importante de todo, eran los detalles.

Así que mientras terminaba de preparar con mucho gusto cada uno de esos detalles.

Él observó por la ventana a la oscura noche llena de silencio, a diferencia de esa habitación llena de gemidos de dolor y el gorgoteo de la sangre...

Y susurró:

-Feliz cumpleaños, querido y amado Caleb.

Continuará...

Hola chicos!!! Aquí estoy trayendoles la sig parte de el tutor, antes de comentar nada, quiero pedir disculpas por algún error ortográfico o de dicción, lo siento pero es que es mi compulsión hablando, hasta que no haga el curso pendiente que tengo de escritura, redacción y ortografía, no me quedaré quieto XD y aún así puede que siga dando la lata porque soy bastante distraído.

Ahora sí.

Debo confesarles algo, este es el último cap super rosa que verán por ahora, porque a partir del prox. Cap me querrán matar, lo digo en serio, si hay algo que deben de saber de mí, es que deben de preocuparse si salen muchos capítulos felices... Porque probablemente vendrá algo muy chungo.

Por ahora, notarán que la relación cris-caleb va a tropizones por los sentimientos que tiene Cris hacia Caleb, además de que Cameron a dado un extraño giro muy Tsundere (si no sabeis lo que significa, busquenlo) y Caleb por fin ha hecho las paces con su madre, descubriendo que Brandon no solo puede armas planes malvados, sino muy buenos también... Pero no todo es color de rosa.

El asesino a encontrado a un entrenador, un "tutor" por si alguien no se ha dado cuenta, otro asesino serial mucho mayor y más experimentado. Así mismo, a partir del próximo cap las cosas comenzarán a estallar una tras otra, trayendo así el final del arco.

Por cierto, en los comentarios noté que algunos están un poco confundidos con lo de final de arco y final de temporada. Verán, ambos son lo mismo. Elfinal del arco, que lo he rectificado porque creí que tenía más cap listos (no sé porqué lo pensé XD) saldrá en la cap 18-19 a lo mucho si se me ocurre alguna loquera, en el 20, ese sería el final del arco y temporada del asesino serial, lo digo porque ya llevo casi trescientas páginas escritas en word, lo que significan tranquilamente dos novelas ligeras, aún faltan por lo menos otros quince caps del tutor para llegar al delicioso final de esta historia.

Con eso explicado, solo debo agradecer a todos los que me leen la historia, incluyendo estos pié de páginas tochos, porque es la única forma de comunicarme con ustedes, no sé por qué, pero no puedo comentar en mis historias, solo salió un solo comentario de un montón de intentos y fue en un capítulo que tenía comentarios previos. Con esto dicho, quiero disculparme con PasBotm porque como público en la madrugada, a esa hora tengo el cerebro atontado por el sueño y se me olvidaba responderle en los pies de página, entonces cuando lo intentaba en los comentarios pues nada de nada, así que perdóname tío por tardar tanto.

Dejando eso de lado, PasBotm, si quieres todavía entrar en contacto conmigo, puedes dejarme un link de tu face en los comentarios y escribirme a este email adeth.maldito@gmail.com (no preguntes por lo de maldito XD) que adeth (AD) es el pseudónimo que uso normalmente, para que estéis todos pendientes, así que PasBotm, puedes dejarme ahí el link de face o número de WhatsApp, como prefieras. E igual va para cualquiera de mis lectores, si tienen algún buen motivo para contactarme, ya sea por ayuda para inventar alguna historia algo por el estilo o qué se yo, pueden usar ese email, que es auténtico XD y yo les responderé cuando pueda.

Eso fue todo señores!!! Hasta la próxima y feliz pajazo!!!

P.d: PasBotm, si de por causalidad eres de Carabobo pues mejor que mejor XD