El trío que desea mi amo
Mi amo llevaba tiempo deseando hacer un trío con otra mujer. Al fin se produjo, fue mucho mejor de lo que había imaginado. Su puta le comió el coño a otra mujer y se dejó sodomizar como un buena esclava.
- ¿Dónde me llevas?
- Ahora lo verás cariño pero hazte a la idea de que hoy no dormimos en tu casa.
- Entonces, ¿vamos a Toledo? Porque este no es el camino.
- Frío, frío. No seas impaciente que ya llegamos.
Aparcó entre dos coches en la calle y apagó el motor. Me miró con su sonrisa pícara y me besó dulcemente. Este beso era para despedirme de mi niña, dijo él. Entonces me besó el cuello, por encima del collar de puta que llevaba puesto, el cual hacía saber al mundo que yo le pertenecía. Subió su lengua por mi cuello y se recreó en mi oreja. Su mano bajó a mi pierna, subió por mi muslo, me lo apretó y me tocó el coño. Bienvenida zorra, vamos a pasarlo bien esta noche.
Bajamos del coche y vi que estábamos ante la puerta de un hotel. No de un hotel cualquiera, era bastante lujoso y tenía una bonita fachada. ¿Te gusta puta? Este va a ser un lugar que siempre recordarás después de esta noche… te voy a utilizar a mi antojo y voy a hacer que gimas sin parar.
El nudo de mi estómago me impedía hablar, estaba muy nerviosa y sólo deseaba que empezara a comerme el coño, como sólo él lo sabía hacer.
Me cogió de la mano y entramos al hall del hotel. Espera aquí puta, me susurró al oído y se acercó a recepción donde le dieron una llave. Se acercó a mi lado y me enseño la llave, la 209. Un buen número, terminado en mi preferido.
Me dirigí hacia el ascensor pero él me cogió del brazo y riendo me dijo, dónde vas. Primero habrá que disfrutar de una buena copa, no tengas tanta prisa.
La verdad es que así era. Estaba tan nerviosa que deseaba ser follada, humillada y disfrutar de todo lo que mi amo me tuviera preparado.
Así que fuimos hacia el bar del hotel. Era todo muy lujoso, con una gran barra tras la cual un camarero se veía dispuesto a complacer a los clientes. No había demasiada gente. Una pareja mayor tomaba algo en una mesa apartada y en la barra una chica que hablaba animadamente por el móvil. Nos sentamos en dos asientos que había en la barra y él llamó al camarero. Pónganos dos copas de champán, por favor. Brindamos por aquella noche y finalmente le dijo al camarero que dejara la botella, que al ritmo que íbamos nos la acabábamos.
Me sirvió otra copa y poco a poco mis nervios se fueron pasando. Me sentía más segura y mi coño palpitaba del deseo que sentía por él. Me lo debió de notar en la cara porque me dijo: ¿estás excitada zorra? Yo sonreí. Ahora vas a acercarte a la chica que está sola al final de la barra y le vas a invitar a tomar una copa con nosotros. Pero díselo sensualmente, insinúate y provócala, hazle sentir que la deseas.
Empecé a notar como se me subían los colores. Mi corazón latía a mil y mi mente me decía que no lo hiciera. Pero mi mano acarició el collar, bajé la mirada viendo como su polla le apretaba el pantalón y mirándole a los ojos le dije, haré todo lo que mi amo quiera.
Fui hasta ella con paso decidido, moviendo descaradamente las caderas y poniendo mi mano sobre su hombro le dije, hola espero no molestarte. Pero mi amo y yo te hemos visto aquí sola y tal vez te apetezca unirte a nosotros esta noche. Ella me puso su mano tras mi cuello, y acercando mi cara a la suya me dijo, ¿pero puedo probarte antes? Dios, mi nudo en el estómago iba a explotar. Giré la cabeza para verlo y vi como asentía. Así que guiñándole el ojo me volví hacia ella y le dije que sí. Me besó despacio, saboreando mis labios, jugando con su lengua, mordiéndome el labio inferior. Mientras lo hacía noté como su mano me apretó una teta, y entonces se separó. Muy bien, no hagamos esperar a tu amo.
Fuimos hacia él de la mano, yo pensaba que iba a desmallarme. Estábamos los tres solos en el bar, junto con el camarero que nos miraba sin ningún disimulo. Hola, tú debes ser Amo1969. Sí, encantado telaquierochupar33. Se dieron un fugaz beso y yo los miré sorprendida. ¿Esto estaba preparado? Yes it is. ¿No recuerdas su nick? Ella fue una de las que nos comentó el relato, que le había encantado. Después se puso en contacto a través de nuestro email pero yo lo borré antes de que lo vieras. Le di el mío y hemos estado preparando esta noche, para tratarte como a la más puta.
Jodeer, no me lo puedo creer. Pues créetelo niña, porque después te tocarte una teta y probar tus labios no voy a dejar que te vayas.
Está bien, pero ten claro que yo obedezco a mi amo, haré todo lo que él me diga. Por mucho que te gusten mis labios, sólo los besarás si él lo permite.
Ya conozco las reglas, y el significado de ese collar también.
Bueno ya veo que os conocéis, jeje. Pero antes de subir a la habitación creo que el camarero quiere que le enseñemos algo más. Me abrazó por detrás apretando su polla contra mi culo y me susurró al oído, bésala. Alargué mis brazos hacia sus caderas y la atraje hacia mí. Y así, los tres cuerpos sintiéndonos, la besé con pasión. Abrí un ojo para observar lo que hacía el camarero. Se lo notaba nervioso, excitado y no dejaba de tocarse el paquete con la mano.
Nos separamos y mi amo me miró. Zorra has visto como hemos puesto al camarero, no? Pues vas a ir hacia él, vas a coger su mano y se la vas a llevar a tu coño, bajo tu falda. Y cuando note bien tu mojada le vas a decir que ese coño te lo vamos a follar nosotros dos, con los que vas a subir a la habitación. Y luego vuelve aquí.
La cabeza me daba vueltas, estaba loca de excitación, me veía capaz de todo por mi amo. Así que fui con el camarero, y como me había ordenado llevé su mano a mi sexo, hice que me lo apretara, que notara como estaba preparado para esa noche, y acercando mi boca a su oreja le susurré: ¿Te excita mi coño? Seguro que has notado el deseo que me provocan ellos dos, ¿verdad? Pues ahora vamos a ir a la habitación, voy a dejar que me desnuden y me aten, que me coman el coño, este coño. Vamos a gemir durante toda la noche. Así que espero que tengas esa imagen cuando te pajees en tu casa. ¿O lo harás aquí mismo? Le aparté su mano, le di la espalda y volví con mi amo.
Muy bien esclava, subamos a la habitación.
Nos metimos los tres en el ascensor coincidiendo con otro hombre. Ascendíamos mientras los tres reíamos de la tensión que había y el hombre nos miraba sin entender qué pasaba. Segundo piso. Paró el ascensor y nos dirigimos a la habitación. Él abrió la puerta y dijo, las zorras primero, y entramos Carla y yo de la mano.
Voy al baño, esperadme en la cama.
Estaba muy nerviosa, no sabía si sería capaz de hacer todo lo que iba a suceder. Escuché la voz de mi amo cómo me llamaba desde el baño. Ven aquí esclava. Entré y cerré la puerta quedándonos los dos solos. Me atrajo hacia él, me abrazó y me preguntó si estaba bien. Le guiñé un ojo y le dije que muy bien, que esa noche su puta haría todo lo que su amo le pidiese.
Muy bien zorra, ahora cuando salgamos vas a desnudar a Carla para mí, pero hazlo como una guarra, saboréala y acostúmbrate a su cuerpo.
Salimos al dormitorio y me fui para ella. Él se sentó en la cama mientras nos miraba. Carla llevaba una blusa la cual fui desabrochando despacio, a cada botón que le quitaba le lamía una parte de su cara. Pasé la lengua por su mejilla derecha, un botón, por su cuello, otro botón, por su oreja izquierda, otro botón, por sus labios, otro y con el último botón le mordí el labio inferior tirando de él. Le saqué la camisa por sus brazos y cayó al suelo dejando sus tetas tapadas sólo con el sujetador. Me puse tras ella, y mirándolo a él con cara de zorra le sobé las tetas comiéndole el cuello. Carla respiraba agitadamente y él nos miraba con cara de deseo. Le desabroché el sujetador y lo dejé caer al igual que había hecho con la camisa.
Le cogí fuerte las tetas enseñándoselas a él, se las sobé, las apreté y pellizqué sus pezones mientras ella no paraba de gemir y temblar. Así detrás de ella le desabroché el pantalón y a medida que se lo bajaba le mordí el culo, se lo besé y recorrí sus piernas con mi lengua. Al sacarle el pantalón volví a subir por sus piernas y le lamí el interior de sus muslos. Le separé las piernas con mis manos y con mi boca le bajé el tanga, poco a poco. Le mordía de un lado y lo bajaba, pasando mi lengua por su coño le bajaba el otro lado y cuando ya lo tenía a media pierna se lo quité con mi mano mientras la otra jugaba con su clítoris. Carla se estremecía y al ver tu cara me excita mucho más. Una vez le hube quitado los calcetines me levanté y llamaste a Carla con la mano, para que se sentara sobre tus piernas dándote la espalda. Ahora zorra desnúdate para nosotros. Mientras hago que Carla se corra quiero que tú me enseñes ese cuerpo de puta del que voy a abusar después.
Como quieras mi amo. Empezó a apretarle fuertes las tetas, ella gemía sin parar. Él se quitó la camiseta y siguió tocándola. Me quité el vestido por la cabeza, mostrando mi cuerpo. Llevaba un liguero negro alrededor de mis caderas dejando al descubierto mi coño. Las medias a la altura de mis muslos con unos tacones negros. Esa era toda mi vestimenta. Empecé a tocarme las tetas como él estaba haciendo con ella. Me las apreté, las acaricié y me pellizqué los pezones. Zorra termina de desnudarte. Desaté el liguero y me deshice de él. Pasé mi mano por mi coño, gemí al sentir el clítoris excitado y me quité una media, volví a acariciarme revolviéndome de placer y finalmente me quité la otra media quedando completamente desnuda. Mastúrbate como se lo hago a Carla. Le estaba acariciando el clítoris con una mano y la otra seguía en sus tetas. Me metí dos dedos en la boca, los chupé imaginándome su polla y haciéndoselo saber con mi mirada, y los bajé a mi clítoris para masturbarme como mi amo deseaba. Él la follaba con dos dedos así que yo hice lo mismo. Los movía sin parar, gemía y notaba como mi corrida me venía. Ahhhhhhhhhh, joderrrrrrr, me corro. Gritamos casi a la vez, ambas nos corrimos con dos dedos dentro follándonos. Pero yo lo hice mirándolo a él a los ojos, diciéndole que lo deseaba.
Puta ven aquí. Carla se retiró y yo fui hacia él que seguía sentado en la cama. Sácame la polla y cómemela que tengo la leche apunto para mi zorra. Le abrí el pantalón y cogí su polla dura con mi mano. Me la metí en la boca, él me apretó con sus manos metiéndomela hasta el fondo. Subía y bajaba al ritmo que mi amo me indicaba y al poco llegó su corrida, zorra bébetelo todo, saborea la leche de tu amo. Ahhhhhhhhhh. Me invadió su semen, toda mi boca. Lo saboreé y me lo tragué. Me la saqué de la boca y me levantó la cara escupiéndome. Eres una guarra. Límpiaselo. Carla vino hacia mí y pasó su dedo por la saliva que resbalaba por mi mejilla. La recogía al mismo tiempo que me acariciaba la cara. Se llevó el dedo a la boca y lo chupó como yo acababa de hacer con su polla. El resto de saliva que me quedaba me la quitó con su lengua, mientras su mano acariciaba mi coño. Uffffffffff.
Mi amo se terminó de quitar los pantalones y se quedó desnudo. Ya estábamos los tres preparados.
Carla túmbate boca arriba en la cama. Él le sujetó los brazos arriba y sujetándola dijo, esclava cómele el coño. Pero mientras lo haces no dejes de mirarme. Lo miré nerviosa, no sabía cómo empezar, jamás lo había hecho. Él me miraba sin decir nada deseando ver cómo lo hacía.
Puse mis dedos en su clítoris y se lo acaricié con cuidado. Mientras mi lengua le recorría sus muslos, se los mordía. Le lamí el coño por arriba mientras él sin soltar sus brazos bajaba a sus pezones y empezaba a chuparlos. Eso me puso muy caliente y llevé mi lengua a su clítoris. Estaba duro y mojado a la vez, y mi lengua jugaba con él como si fuera natural. Me sentía tranquila, excitada. Aceleré el movimiento mientras mi amo le mordía los pezones y ella se agitaba sin parar. Bajé la lengua a su coño y empecé a follárselo jugando mi dedo con su clítoris. Empezó a gemir fuerte y le metí dos dedos, penetrándola. Él me miró satisfecho y le metió la polla en su boca. Yo estaba muy cachonda y la follaba fuerte, rápidos mis dedos. Mi lengua no dejaba de excitar su clítoris. Mi mano libre bajó a mi coño y empecé a masturbarme. Estaba cachonda, Carla gemía mientras no dejaba de chupar la polla. Su cuerpo convulsionó y se corrió con mi lengua dentro. Noté como su corrida llenaba mi lengua, mis labios y lo lamí mientras no dejaba de masturbarme. No podía más, aquello era demasiado, me corro, me corro…
Me incorporé a la vez que él sacaba su polla de la boca de Carla. Uffffffff, esto es una pasada.
Ahora besaros mientras recibís mi premio zorras. Nos pusimos de rodillas en el colchón, una frente a otra, y nos besamos. Nuestras lenguas se enredaban en la boca mientras mi amo se tocaba la polla bajándole la corrida. Muy bien putas no dejéis de desearos. Ahora vais a recibir mi leche, siiiii, me corro, siiiiii, tomar mi corrida zorras. Nos llenó la cara de semen, el pelo, la boca. Me sentí suya, que le pertenecía, tenía su leche en mi cuerpo, le había comido el coño a otra mujer porque él me lo había ordenado. Me sentía una zorra, su zorra, su pertenencia.
Iros a lavaros y volver que aún no he acabado con vosotras. Regresamos junto a él ya limpias pero con ganas de más.
Ahora esclava te vas a sentar en ese sillón y vas a mirar cómo me la follo. No quiero que te muevas, no hagas nada hasta que yo te lo diga. ¿Lo has entendido puta?
Yo no salía de mi asombro. No quería aquello pero aquella voz tenía algo que hacía que le obedeciera sin pensar. Además su collar no me lo había quitado y debía hacerlo. Así que me senté desnuda sobre el sillón y los miré.
Él ya la había puesto a cuatro patas y cuando vio que yo le observaba le metió la polla en el coño, hasta el fondo. Ella gimió, la cogió de las caderas y empezó a meter y sacar la polla de ese coño. Yo miraba de reojo pero mi coño empezó a palpitar. No podía tocarme, no debía gustarme aquello. Crucé las piernas fuertes para calmar mi excitación pero él seguía follándosela, despacio, no tenía prisa.
La levantó mientras su polla estaba dentro y le acarició las tetas. Siguieron así un rato mientras yo me volvía loca por querer entrar. Le soltó las tetas y la empujó suave hacia abajo, poniéndola de nuevo a cuatro patas. Se escuchaban las respiraciones de los dos, agitadas. Puta, ven aquí. Ponte a cuatro patas para darle tu culo a Carla. Quiero que mientras me la follo te prepare ese culo. Que te lo lama, que te meta la lengua en ese culo.
Hice lo que me ordenaba. Notaba la lengua de ella en mi culo, abriéndomelo. Me lo estaba excitando, una pasada. Noté como él dejó de follarla y se apartó. Retiró a Carla de mi culo. Me palmeó fuerte el culo tres veces, ahhhhhhh, yo grité. Mi zorra, ponte boca arriba que quiero ver ese coño. Me acosté en la cama y él pasó su lengua por mi sexo, me estremecí. Ummmmmmmm, lo tienes mojadito. Carla, sigue preparando el culo a mi puta que me la voy a follar. Ella me abrió las piernas con sus manos, y su lengua volvió a mi culo, esta vez entrando dentro. Mientras mis tetas eran palmeadas por mi amo. Gemía de dolor, gemía de placer. Carla me metió un dedo y lo movió con cuidado, haciendo círculos. Mis pezones eran mordidos, lamidos. Mis tetas me las apretaba fuerte mi amo. Ya tenía dos dedos follándome el culo, entraban perfectamente y mi cuerpo empezaba a excitarse nuevamente. Se me escapaban los gemidos y mi amo me palmeaba cada vez más fuertes mis tetas.
El culo de tu puta está listo para que se lo folles.
Muy bien. Zorra, ponte como a mí me gusta que voy a romperte ese precioso culo. Me puse a cuatro patas y me metió la polla hasta el fondo. Ahhhhh, grité. Lo hizo sin cuidado. Soy tu amo y te follo como quiero. Te humillo, te follo y te provoco dolor. Movía su polla dentro de mi culo el cual se empezó a excitar. Carla estaba en el sillón, mirándonos mientras se masturbaba. Él me la metía y sacaba, fuerte. No podía dejar de gemir, la cabeza me daba vueltas. Zorra muy bien, joder, eres una guarra. Plas, plas. Me palmeaba el culo, me lo follaba. Quiero que te corras sólo con mi polla en tu culo. No te toques el coño. No voy a parar hasta que te corras mientras te penetro por detrás. Eres una puta y sé que te vas a correr con tu amo dándote por el culo. No paraba de hablar y mi excitación iba en aumento. Me sentía humillada, sodomizada. Veía la mano de Carla masturbándose y eso me calentaba aún más. Era una puta esclava, una zorra y eso me ponía. Estaba a punto de correrme. Ahhhhhhhhh, joderrrrr, me corro mi amo, me corro…. Mi cuerpo se agitó bruscamente, mis gemidos se convirtieron en gritos. Ahhhh, no me lo puedo creer. Vaya corrida, joder.
Mi amo no paró, seguía follándome. Aguanta puta que tu amo está a punto. Mientras continuaba sodomizándome escuchamos unos fuertes gemidos y ambos vimos como Carla se estremecía, se corría.
Me sacó su polla del culo. Date la vuelta guarra, me voy a correr en tu cara. Me puse frente a él y cubrió toda mi cara con su semen. Esta vez era mucho, me llenó toda la cara, bajaba por mi cuello y recorría mis tetas. Ahhhhhhh, cerda, mira lo que me has provocado. Joder.
Acabamos los tres tirados en la cama, exhaustos de placer. Carla se levantó y se dio una ducha mientras mi amo y yo descansábamos tirados en la cama, cogidos de la mano.
Has sido una buena puta, estoy orgulloso de ti, mucho. Me encanta todo lo que has hecho.
Carla salió del baño ya vestida. Gracias por todo, ha sido increíble. Llamadme cuando queráis repetir. Nos dio un beso a cada uno en la boca y se marchó.
Fuimos juntos a la ducha, él me ayudó a quitarme su leche de mi cuerpo. Ya limpios nos metimos en la cama, quedándonos dormidos.
Esperamos que os haya gustado nuestro relato, somos nuevos en este juego de la dominación y sumisión. Nuestros relatos son la expresión de nuestras fantasías que esperamos hacer algún día realidad. Os mandamos nuestra dirección por si queréis poneros en contacto con nosotros para comentarnos cualquier cosa o hacer cualquier tipo de proposición: amoyesclava4228@hotmail.com