El trio con una gordita
Parecía que iba a ser un dia de playa pero terminó en una sesión de sexo muy excitante y caliente.
El verano del año pasado en la costa argentina tuvo una experiencia muy excitante en mi vida sexual. Fue mi comienzo de calientes historias entre dos hombres y una chica, un debut con una mujer muy sedienta de sexo.
Habíamos llegado a Mar del Plata con mi amigo Nicolás para descansar de nuestras rutinas laborales. Nos hospedamos en una linda casa que nos prestó un amigo en común y teníamos dos semanas para despejarnos, ir a la playa y vivir a plena la noche de la ciudad.
Después de tres días en los que el tiempo no nos acompañó, por fin nos levantamos temprano y divisamos entre las cortinas el sol radiante. Mientras empezamos a preparar todo para ir a la playa me acorde de Ana,una amiga que no veía hace tiempo y que vivía en Mar del Plata hacia un año. Pensé que sería una buena oportunidad para verla y compartir el DIA de playa con nosotros
-Dale Maxi en 15 minutos estoy por allá, le voy a avisar a mi amiga Sol a ver si quiere ir si? , dijo ella con sus voz graciosa y sensual que la caracterizaba
Cuando estábamos arreglando todo para ir al mar sonó el timbre. Ana apareció con su robusto cuerpo, con sus tetas que colgaban sin pudor apenas sostenidas por un diminuto biquini. Es una chica bien morocha, con ojos negros bien grandes y unos labios gruesos que son muy sensuales
- Maxiiiiiii como estas amor , tanto tiempo?, exclamó al mismo tiempo que me daba un amistoso abrazo
Mi amigo Nicolás es un muchacho alto, de ojos verdes y todas las chicas mueren por él. En esos momentos estaba algo deprimido por que meses antes había cortado con una novia.
Que rico esta tu amigo amor, me susurró con un tono pícaro.
Viste bombón, es todo tuyo, le conteste en tono de broma. En ese momento no ni se me ocurrió imaginar lo que tenia ella planeado para dentro de un rato.
Nos sentamos a charlar un rato y a tomar una cerveza, disertamos un rato sobre el mal estado del tiempo y por fin decidimos que había que ir a comprar medialunas para llevar a la playa. Chicos, voy yo , terminen la cerveza que después salimos ok?, les dije mientras ellos continuaban sonriéndose.
Yo había bromeado con Anita sobre mi amigo. Sin embargo lo ultimo que podía imaginar era el cuadro que vi cuando volví de realizar las compras . Allá estaban los dos, no precisamente charlando. Las lenguas la tenían ocupadas junto a unos besos muy profundo. Ana ya se había sacado la parte de arriba y las tetas tambaleaban al ritmo de las manos de Nico que las amasaba con exaltación. En tanto, la mano de mi amiga masajeaba el bulto grande que aparecía entre sus short de baño. Yo no podía creer lo que estaba viendo; me quede parado con la bolsa de las compras un par de minutos, fue cuando ella me vio y me invito a la acción.
no te quedes ahí amor, no ves que hay mucha carne para todos...
Un poco mas tiro las bolsas al piso de la sorpresa. A pesar de mi asombro me acerque a disfrutar de su montañas de tetas que me recibían ansiosas. Sus pezones eran bien grandes y ya estaban hechos una roca. Los empecé a comer con ansiedad, alternando un pecho con el otro. Nicolás fue otro que no perdió el tiempo: bajó su short y descubrió un sexo de unas proporciones importantes, muy ancho y de una longitud considerable. Con tranquilidad, se aferró a la cabellera negra de Ana y la metió de un solo golpe en la boca. No podía parar de empujar como con furia y Ana hacía milagros para esconderla. Luego de unos minutos se la saco de la boca y tras respirar profundo abrió su boca como un buzón para proporcionarle una "garganta profunda" que llegó hasta los huevos de mi amigo
Después nos pusimos cómodos en el sillón del living y mientras ella continuaba chupando verga, yo estaba abriendo bien sus piernas para meter mi lengua entre todos los pliegues de rollos que tenía mi gordita. Mi lengua se lleno de jugos rápidamente, mi cara ya estaba empapada de toda la excitación de esa conchita bien depilada y sabrosa. Ya estaba con mi sexo bien duro y sin perder mucho tiempo fui a buscar una caja de preservativos. Cuando volví ella seguía con esa pija grandota en su boca, aunque solo la lamía y le acariciaba los huevos. No quería que acabara. Yo la tome de sus pesadas piernas y las abrí lo mas que pude para empezar a cogerla con fuerza. Su vagina no era para nada estrecha, así que mis 19 cm de pene se perdían casi todos hasta llegar a mis huevos. Los gemidos de Ana ya parecían gritos y aullidos, sumados a los insultos que nos largaba para que la coja con mas fuerza. Apenas pare unos segundos de la penetración y vi a Nico salirse de la boca de mi amiga para meter su verga entre las tetotas - acabame en las tetas bebe, quiero toda tu leche le decía gritando. Quedó acostada como estaba boca arriba y se dejo meter la pija de Nicolás entre los pechos, los movía frenéticamente y parecía que le iba a reventar el miembro de tan fuerte que los frotaba con sus hermosos pechos. Yo por mi parte seguía bombeando y sentía que estaba por acabar. Aproveché y salí a tirarle toda mi leche a su carita. Coincidió que luego de un gemido bestial Nicolás y yo descargamos muchísimo semen en las tetas , la cara y el pelo negro de mi amiguita.
Luego de descansar unos diez minutos, fuimos a la heladera a buscar un vino blanco que había quedado del día anterior.
Ana fue l aprimera en agarrar la botella. Mientras tomaba un trago de vino fue dejando caer primero un poco de líquido al suelo, para después terminar de esparcir todo la botella por todo su exuberante cuerpo, desde el pelo hasta sus pies. Con su sonrisa característica nos desafió : no quieren chupar vino de su gordita?
La respuesta no se hizo esperar : nos abalanzamos a besarla y a chuparla toda, empezando por unos besos con mucha lengua y siguiendo por su cuello y sus tetas que seguían duras, ahora con un gustito a un vinito dulce riquísimo.
Mejor vamos para la cama dijo Nicolás y ambos le hicimos caso de inmediato
Cuando llegamos , mi amigo enseguida se acostó boca arriba exponiendo su monumental pija. Anita cuando vio eso hizo brillar sus ojos y se sentó muy gustosa. Empezó a moverse lentamente hasta fue acelerando el ritmo. Yo manoseaba su culote, lo tenia muy transpirado, con olor a alcohol y un agujerito que me estaba esperando. No me costó mucho introducirlo en su culito, parece que Ana lo habia estado usando mucho últimamente por lo que mi pija fue entrando sin hacer mucha presión. Era la primera vez que estaba experimentando un trío y la verdad que era mejor de lo que me podía imaginar. El culote, que apenas tenia una mínima raya blanca, señal de que tomo sol en un hermoso y diminuto cola less. Mi amiguita seguía moviéndose como una perra en celo y sus gemidos eran casi bestiales, las dos vergas la seguían taladrando con exaltación.
ahhh si cojanme duro, gritaba Anita y repetía más y más a cada instante.
Uno de sus gemidos terminó en un aullido y su cuerpo se sacudió por un orgasmo importante.
Estuvimos 15 minutos mas bombeando sin parar y cuando estábamos los dos para acabar le dimos todo nuestro semen en el agujerito dilatado de su culo grandote.
Por fin nos tomamos un mayor descanso. Nos tiramos desnudos, mezclando transpiración, olor a sexo y vahos de alcohol. Nicolás saco de su bolso unos cigarrillos de marihuana y nos pusimos a fumar para relajarnos un poco mas de lo que estábamos. Mas que relajados estábamos extasiados. Yo me dormí diez minutos después y no se cuanto tiempo paso cuando unos ruidos me levantaron abruptamente. En la cama no estaban ya mis amiguitos. Los sonidos eran claros: eran gemidos que provenían del baño. Me dirigí hacia allí y por entre la puerta que estaba entreabierta los vi. En realidad solo divisé a Ana que estaba contra la pileta en cuatro patas. No necesité ver la figura de Nicolás para no darme cuenta quien estaba cogiendo duro a mi amiguita.
"Permiso", dije como si fuera un desconocido que pasaba por ahí; me masajee apenas mi pija para terminar de endurecerla y llevarla a la boca deseosa de Ana. Comenzó a chuparme con un fervor y una pasión increíble, me lamía el glande y los huevos para después tomarla con una de sus manos y meterla hasta la garganta . Para dije- dejame un lugarcito Nico. Así parado como estaba sacó su verga y tomó a Ana desde sus tetas para inclinarla para su lado y dejarme enfrentarla. El empezó a cogerla duro por el culo y yo por delante sin parar un segundo. Mis rodillas ya dolían del peso que soportaban por lo que me senté en el inodoro para seguir con el placentero trabajo de taladrar la conchita de mi amiga.
Un segundo después de exhalar un gemido fuerte, Nicolás saco su sexo de la cola para derramar el resto de leche que le quedaba, que fue a parar a mi pija y a mis huevos que continuaban bombeando como un loco. Segui unos minutos más y ella me pidió gimiendo que quería tomarse toda la leche por lo que accedí sin problemas. Comparó mi pene con un helado y lo saboreó hasta que no quedó ni una gota.
Ese fue solo el comienzo que dos dias después concreté solo con ella y su excitante amiga...