El trio

El padre encuentra a su esposa e hija haciendo el amor...

NOS DESCUBRIO

Cuando se dirigen a mí, me dicen Patricia, cariño o nena. Mis padres me llaman nena, y algunas veces cariño, las demás personas me llaman Patricia. Soy según dicen una persona con cara angelical un cuerpo diminuto similar a la de una niña de 12 años con unos pechos pequeños pero muy apetecibles y una vagina totalmente depilada que se parece a la de una niña, los labios vaginales apenas los tengo desarrollados, por ese motivo mi vulva es como la de una niña. No me extiendo más si quieres saber de que va esta historia tienes que leer los capítulos anteriores llamados: "Mujer meando y sus fotografías", "Tetas de niñas y sus fotos" y "Vulva de niña y sus fotos". Sigo con la historia: Mi padre no podía aguantar más la excitación de ver a su hija y a su esposa haciendo el amor, él también quería participar de la fiesta. Tiene el pantalón del traje totalmente mojado provocado por las eyaculaciones que ha tenido. Le digo: -Papá. Desnúdate y ponte cómodo, tu pene está pidiendo a grito salir de su habitual prisión ¡Venga, no seas tímido! Échale un buen polvo a mamá. -Es muy buena idea nena ¡Prepárate Ana! No lo puedo aguantar más ¡Verás que corrida! Estoy deseando que mi padre me folle, pero al tiempo tengo mucho miedo de que me penetre esa enorme polla. El incesto está prohibido y penado por la ley, pero la ley no lo puede saber si yo no se lo digo y es evidente de que no lo voy a hacer. Si lo llegamos a practicar será un incesto padre hija consentido, en ningún momento será abuso o violación. Mi padre nada más desnudarse por completo se ha liado con mi madre, no le ha hecho ni una sola caricia, le ha introducido su erecto pene hasta el fondo y se ha corrido al instante. Sigue: -Papá no te corras, quiero hacerte unas fotos eyaculando en la boca de mamá ¡Lo siento, ya lo he hecho! Me he corrido en el interior de su vagina. -Nena pon atención y fotografía lo que tu padre y yo vamos a hacer ahora. Tomé la cámara en mis manos, y me dispuse para fotografiar lo que mis padres querían enseñarme. Mi madre se tumbo en el sofá y abrió sus piernas, mi padre se acercó y puso su boca cerca de la entrada de la vagina, mi madre empezó a realizar contracciones y a expulsar todo el semen de la eyaculación de mi padre mezclado con sus mucosas vaginales, mi padre los recogió en su boca. Dice mi madre: -¿Has tomado fotos en primer plano hija? -Sí mamá las he tomado ¡Es sensacional! ¡Me gusta lo que hacéis! -Atenta, prepara la cámara que ahora viene lo mejor. Mi padre abandona la posición de succión sobre la vagina y se dirige hacia la boca de mi madre, que abre en su totalidad y saca la lengua y la verte toda la mezcla de semen, mucosa y saliva, ella lo saborea, lo mezcla con su saliva y se lo vuelve a pasar a mi padre. Me dice: -Nena ¿Te atreves a saborear tan deliciosa mezcla? -Sí mamá ¡Lo estoy deseando! Tan excitada estaba que no me daba asco lo que estaba apunto de hacer, mi padre acercó su boca a la mía y me dejó caer poco a poco la mezcla, mi madre tomo fotos como de todo lo que estábamos haciendo. Ya con el jugo en mi boca, no lo pude remediar y tuve un orgasmos con corrida que mi padre aprovechó, se lo pude indicar con la mano señalando hacia mi vagina ¡No podía hablar! La boca la tenía llena de tan sabroso manjar, esperé y mi padre agregó mi mucosa mezclada con su saliva en mi boca, a penas me cabía, se la pase nuevamente a mi padre, este a mi madre y ella me puso una cantidad en mi boca, otra en la boca de mi padre y otra se la quedó, los tres juntos al tiempo nos tragamos tan sabroso líquido. Dice mi madre: -¿Te ha gustado Patricia? -Me ha encantado ¡Qué sabor! ¡Qué excitación! ¡Qué placer! Sin darnos cuenta se han pasado tres horas, la comida que han preparado mis padres está más que fría, pero en comida es en lo único que no pensamos, solamente pensamos en pasarlo bien. Pero como dice el dicho "no hay que vivir para comer, pero si hay que comer para vivir" Hicimos un alto en el camino y en pelota picada como vinimos al mundo estuvimos comiendo y bebiendo. Mi padre no perdía ocasión para sobar mis tetas cuando podía o meter sus dedos en mi estrecha vagina, estaba deseando penetrarme. Eran las tres de la mañana les dije tenéis sueno: -Un poco nena. ¿Nos vamos a la cama? –Dijo mi madre- Los tres decidimos ir a descansar, ellos a su cama y yo a la mía. Pero antes de abandonar el salón comedor dije: -Papá ¿Quieres follarme? -Lo estoy deseando ¡Será un placer! -¿Ya sabes que lo que vas a hacer ahora es ilegal? -Si nena, es ilegal. ¿Tú lo deseas? -Sí papá, lo deseo con todo mi corazón. Quiero que cometas el incesto de padre a hija, pero en ningún caso quiero quedar embarazada ¿Tienes preservativos? -Si hija, tu madre y yo siempre tenemos preservativos preparados para ocasiones como estas. -¡Vale, ten cuidado! Recuerda que eres el primer hombre que entra en mis entrañas, que tengo la vagina estrecha y soy frágil como una niña de 12 años. Mi madre participó en los juegos de calentamiento que por otra parte no necesitaba, mi vagina chorreaba grandes cantidades de mucosa. Mi madre se puso con la espalda encima de la moqueta, abrió las piernas y me ofreció su coño excitado para que lo lamiera. Yo de rodillas y apoyada sobre los codos empecé a lamerle, en esa posición mi padre podía ver mi vagina por la parte trasera, la visión debía ser de la que hacen época, mi padre, ¡Mi incestuoso padre! Antes de penetrar a su incestuosa hija se corrió cuando estaba a punto de colocarse el preservativo, se tuvo que ir a lavar para poderse colocar otro. Al fin lo consiguió me penetró muy lenta y suavemente, estaba tan dilatada que no me dolió en absoluto. Soy pequeña, parezco una niña pero mi vagina es elástica como la que más. Disfruté mucho, mi padre tuvo la corrida más copiosa de su historia sexual. Dijeron: -Nena, ¡Eres un amor! Mira que cantidad de semen hay en preservativo. Reímos como posesos, nos besamos en la boca, nos duchamos y nos fuimos a dormir plácidamente cada uno a su cama, el reportaje de fotos será digno de ver.

AUTOR; PATRICIA