El trenecito con 2 mujeres

Las vecinas curiosas me sorprenden y acabamos haciendo el trenecito con migo en medio.

Hola, soy Alejandro, este relato ocurrió hace un par de años cuando vivía en un chalet a las afueras de mi ciudad, era un bonito chalet, con una piscina de diseño al final de la parcela, ésta no era muy grande y se podía ver desde la calle. Vivía solo por aquel entonces y un día de verano super caluroso, llegue de trabajar a casa sobre las 7 de la tarde y directamente me quité toda la ropa en el comedor, quedando en pelotas y me fui hacia la piscina a darme un baño.

De repente me entró mucha sed y me levanté a la cocina a por una cerveza cuando volvía hacia la piscina pude ver como a través de la valla se asomaban dos cabezas y no hice caso, como si no me diera cuenta, me volvía a meter en la piscina y de la relajación y el saber que me estaban viendo se me empezó a poner la polla enorme y sin pensarlo me levanté, me giré hacia la valla con la polla tiesa y escuché una exclamación, ¡joder que grande!, por el tono de voz supe que eran chicas, me acerqué y no se iban, con lo que les invité a pasar.

Cuando les abrí la puerta, vi que eran las 2 hermanas vecinas del chalet de al lado, una de ellas 23 años, morena, pelo rizado, 1,65 con unas tetas que se notaba su pezon erecto y la otra mas bajita, de 26 años, morena pelo corto a lo chico y con unas tetitas pequeñas pero de punta, a través de la camiseta se veían peritas dulces.

Entraron y me dijeron que habian escuchado ruido y salieron a ver quien era, ellas ya me habian puesto el ojo y les invité a la piscina, se quitaron la ropa y se chapuzaron en pelotas cuando entre ellas se empezaron a acariciar y besar, uff me puse a mil, me metí dentro y entre las dos me cogieron haciendome de todo, besandome en el cuello, bajando hacia a bajo y saboreando mi polla, se la pasaban de una a otra, juntando sus lenguas, me hicieron una mamada que no pude aguantar mas y me corri en la cara de ambas.

Se salieron de la piscina y me dijeron, vamos dentro. Nos metimos dentro de la casa y fuimos a la habitación, la cama es de 2 x 2 y empezamos a los jueguecitos otra vez, esta vez yo me puse a la faena y con los dos coñitos en mi cara chupaba y absorbia todos los jugos que manaban mientras ellas se besaban y acariciaban sus pezones, una de las chicas se agachó y empezó a ponerme la poya dura otra vez haciendome otra mamadita.

Mientras yo le chupaba en clítoris a una la otra se levantó y fue a por su bolso que estaba en la entrada, yo no me daba cuenta de nada y de repente se me puso por detrás y con un dedo untado en vaselina, me lo introdujo por el ano, abriendose sin problemas ya me encanta aunque nunca lo he hecho con un tio pero ella me dijo que no me preocupara y que me relajara, se incorporó y cuando me giré llevaba puesto una poya de plastico a través de su cintura, me introdujo la punta y empujó hacia dentro, yo creia que estaba en el septimo cielo, me encantó, tenia una erección descomunal, mi polla estaba loca de alegría necesitaba caricias, la otra chica se dio cuenta y me la empezó a mamar.

De repente se incorporó y me pidió que se la metiera por el culo, ella tambien quería así hicimos el trenecito y yo en medio, cogimos el mismo ritmo y nos damos placer todos ya que la chica que tenia la polla puesta por la otra parte tenia una pequeña polla que se la metia por su coño a la vez que empujaba, empezaron a tener orgasmos multiples y yo no pude aguantar más, me corrí dentro del culo de ella, había sido una experiencia espectacular.

Las chicas se despidieron y me dijeron que nos volveríamos a ver, pero en otras circustancias, ya me sorprenderían la proxima vez.

Hasta entonces, me despido y ya contare la siguiente historia.