El tren

Estamos en la estación de un pueblo cualquiera, esperando que llegue nuestro tren

Estamos en la estación de un pueblo cualquiera, esperando que llegue nuestro tren, el que nos llevará a recorrer el mundo en un viaje tranquilo y anhelado por los dos…es el atardecer y a lo lejos podemos ver como el cielo se tiñe con hilachas de carmín, que parece el rubor virginal de una doncella…..al fondo, donde la línea férrea se pierde por debajo del horizonte, podemos ver una columna de humo , que nos indica que pronto llegará la locomotora que ansiamos…..

Tomados de la mano recorremos todo el anden, buscando el vagón para el que hemos comprado boletos, los cuales son del tipo económico…..al fin damos con el mismo y subimos al tren, nos ubicamos en un compartimiento de cuatro asientos, el cual está vacío hasta los momentos; guardamos nuestras mochilas en los porta equipaje superiores y nos ubicamos en una de las butacas, dispuestos a disfrutar de nuestra aventura…..no sabemos con precisión a donde vamos, lo que queremos es recorrer el mundo, ver nuevos paisajes, disfrutar de nuestra mutua compañía….

Poco a poco los pasajeros van subiendo al tren, hasta que podemos oír un silbato que anuncia la salida, extrañamente somos los únicos pasajeros de este vagón….. con lentitud este vehículo inicia su movimiento , abandonando la estación; poco a poco va acelerando hasta que alcanza una velocidad constante; la cual nos permite contemplar la belleza de la campiña a lo lejos, mientras que la noche va cubriendo con su negro manto el paisaje que nos rodea…..

Hay luna llena y el cielo está estrellado, por lo que podemos observar un fantasmal paisaje por las ventanas…..estoy cansada y me recuesto en tu pecho, buscando una cómoda posición, me estrechas entre tus  brazos y tu grato calor hace que me sienta somnolienta,  hasta que al fin alcanzo a quedarme dormida……muy avanzada la noche me despierto sobresaltada, en un primer momento desconozco el sitio donde me encuentro, hasta que alcanzo a ver que duermes, pareces un niño inocente y confiado; pero al observarte detenidamente puedo sentir la gran sensualidad que se desborda por los poros de tu piel…..los deseos se me alborotan y no puedo evitar el tocarte suavemente, de recorrer lentamente tu rostro dulce y amado, para ir bajando con lentitud por tu velludo pecho, en donde puedo sentir y detallar cada músculo, tu piel que al inicio está fresca, poco a poco va aumentado su temperatura, tu respiración se agita pero permaneces con los ojos cerrados…..

Muy quedo susurro tu nombre hasta que me miras y en tus verdes ojos puedo observar una luz de pasión  y sin palabras nuestros rostros se van acercando, en búsqueda de un beso anhelado…..cuando los labios se alcanzan, inician una dulce caricia, en donde nuestras lenguas golosas se buscan, se ansían, se encuentran, se desean…..con una mano acaricio tus cortos cabellos, mientras que la otra traza un ardiente camino en tu espalda; a su vez me sostienes con una de tus extremidades , mientras que con la otra vas desabrochado mi camisa, hasta que liberas mi seno de su prisión de seda…..al hacerlo, una palma cálida y tersa cubre con suavidad uno de ellos, acariciándolo con tanta dulzura que haces que una corriente de placer recorra toda mi espina dorsal….no puedo evitar arquearme de deseo  y  gemir  suavemente….lo que  hace  que tu  excitación  aumente,  puedo sentir la palpitación de tu entrepierna,  que desea liberarse de todo lo que lo aprisiona.

Esta fogosidad hace que te desnude y te observe detenidamente: puedo ver como vibras, como palpitas de deseo, como ansias estar en tu suave prisión…….rápidamente me despojo de mis ropas y me siento a hojarasca sobre ti, haciendo que me penetres  suavemente; estoy tan húmeda que entras en mi sin ninguna dificultad ….coloco mis brazos alrededor de tu cuello  y lentamente comienzo a moverme, a recorrer tu erguida virilidad, de apretarte delicadamente ansiando que me llenes completamente con tus fluidos…..estas besando mi cuello y puedo sentir como tu lengua ardiente recorre mi oído, produciendo corrientazos de placer que recorren mi espina dorsal, haciendo que me estremezca en tus brazos…

Con tus manos en mi cintura, aceleras nuestro movimiento de vaivén, haciendo que el placer vaya aumentando progresivamente, produciendo en nosotros una sensación de que nos disolvemos en un mar de goce pleno, el cual produce grandes olas que nos llevan a la deriva, podemos sentir como alcanzamos la cima de una gran ola y durante un pequeño instante permanecemos en ella, hasta que caemos en forma abrupta y violenta, alcanzando de forma simultánea un orgasmo perfecto….es tan dulce esta sensación de lasitud, que permanecemos estrechamente abrazados, deseando que este momento sea eterno, que el tiempo se detenga para nosotros…..descansa tu cabeza en mi hombro, mientras acaricio tus cabellos y deposito un beso en tu frente….

Ambos miramos simultáneamente por la ventana, viendo como el paisaje se borra por la velocidad ante nuestros ojos y sintiendo como el traqueteo del tren hace que nuestros ojos  se cierren, envolviéndonos en una grata sensación de paz……