El trato era sencillo
Marta alquila una habitación a Javier, estudiante. Un día Javier regresa pronto a casa...
El trato era sencillo, Marta dejaba a Javier quedarse en la habitación de su hijo, y Javier cumplía las normas de la casa. No eran complicadas, lo básico para mantener una convivencia tranquila y respetuosa. Le había costado un poquito convencerse de que no pasaba nada, Javier necesitaba alojamiento unos días en la ciudad, para un curso en la facultad y hacía tiempo que se hablaban por internet, parecía un buen chico. Además la diferencia de edad era importante, así que, en realidad, se sentía tranquila aún teniendo a un extraño en casa. Las normas con respecto al baño eran estrictas: intimidad y un "pobre de ti que no recojas después de ducharte"
Aquella tarde Javier entró en el piso y oyó la ducha.. era Marta. No había hecho más que entornar la puerta un poco, se suponía que él llegaba más tarde de la facultad. Su curiosidad le pudo....desde que llegó no podía apartar de su pensamient a su casera, no tenia un cuerpo jove, pero sus ojos, castaños , su mirada limpia, siempre miraba a los ojos cuando hablaban, y sobre todo sus pechos, grandes, provocativos, siempre escondidos bajo un generoso escote, fruto no tanto del exhibicionismo de ella como del peso de los mismos, que convertía cualquier camiseta normal en un balcón inmenso a sus enormes tetas, le resultaban extremadamente morbosos.
Javier se atrevió a arriesgarse, si le pillaba le echaría ... pero seguramente se podría buscar la vida por otro lado... el riesgo mereció la pena cuando vió el cuerpo de Marta, desnudo, ligeramente de lado, ante él. Miró embobado su trasero, grande, generoso, y sus pechos, aquellos pechos que tanto habia imaginado, desnudos, inmensos, balanceándose con el mover de su respiración y mojados con el agua de la ducha. Enseguida notó que se ponía duro. Y decidió arriesgar más. Desabrochó su pantalón y empezó a acariciar su miembro mientras miraba. De repente Marta le vió, estaba desnuda y él la miraba a escondidas. Desde que llegó se había imaginado el cuerpo de Javier, desnudo sobre ella, joven y fuerte. Hizo ver que no le veía, y continuó duchándose. Javier paró en seco, un segundo, agrrandose fuerte, sin soltar la mano de su verga, dudando si lehabía pillado... pero cuando vió que ella seguía con su ducha, bajó su mano por toda su polla, la subió... y continuó pajeándose con los ojos como platos. "joder.. gírate, bufff.. déjame ver ese par de melones que tienes...." pensaba mientras no paraba de meneársela.
Y ella, como si hubiera leido su pensamiento, se empezó a girar despacito, cerrando los ojos, y notando como caía el agua por todo su cuerpo desnudo ante él. De repente, a Javier le dió igual si le veía o no, estaba prácticamente enfrente suyo, de pie, con la polla tiesa mirando al techo, y pajeándose sin dejar de contemplar el espectáculo...Marta acarició sus pechos, despacio, entreteniendose en sus pezones, erguidos por la excitación de sentirse observada. y poco a poco, los dejó libres, colgando por su propio peso y desplazó sus manos por su abdomen, hacia su entrepierna, y empezó a acariciar su clítoris, delante de la atenta mirada de Javier. De repente, abrió los ojos, y le miró descaradamente, mientras se masturbaba frente a sus narices "ufff.. joder" masculló Javier. Ella le frenó en seco con la mirada.. "ni te acerques". Sin mediar palabra se miraron, y al cruzarse las miradas la polla de Javier dió un latigazo que ella percibió. Javier paró un segundo, pero rápido recuperó el ritmo, pajeándose fuerte y rápido, dejando ver su capullo brillante cada vez que bajaba la mano por el cuerpo de su miembro erecto y duro. Sus ojos seguían clavados en los inmensos melones de su casera. Ella empezó a respirar más rápido, y empezó a gemir, con gemidos suaves, dulces, excitados. Él se aceleró, su respiración iba cada vez más rápida, y al escuchar los primeros gemidos de ella, se le escapó un "joder..." apretando los dientes. Ella se echó un poquito adelante, dejando colgar sus pechos más, para que él pudiera ver claramente el agua caer sobre ellos. Javier pensaba tantas guarradas mientras la miraba que se le escapó alguna entre dientes... sólo oía casi susurros "vaya pedazo de melones que tienes, joder... " " ves mi polla totalmente tiesa? .. parece que va a estallar..." Volvió a subir la mirada y a posarla en sus ojos, mientras recorría su polla desde la base hasta la punta con la mano. De repente otra vez bajó la mirada hacia las tetas de ella y en ese momento, se sintió desprotegida, sus defensas caían.. la mirada del "ni te acerques" se estaba ablandando. Pero el juego era ése.. y no se tocaron, "quiero ver cómo te corres delante de mi" susurró él... parecía que ella no le veía, que no le oia, pero sin dejar de mirarle fijamente, acariciaba su clítoris cada vez más fuerte, más duro... "cuando se lo cuente a mis colegas no se lo van a creer".. y de repente ella cambió la expresión.. más excitada.. y rompió el silencio "ni te atrevas"... Javier, al ver la reacción de su casera, se creció... "que me pajee delante de la tetona de la casera, mientras me dejaba ver sus melones..mm... me echarás del cuarto si se lo digo? " al descaro del estudiante, que no dejaba de masturbarse mientras la miraba de manera lujuriosa, ella respondió con un pequeño grito de excitación.. se iba a correr.. " si sigues así me corro, Javier... " Él se acercó más a la ducha, meneándosela fuerte, mientras ella se retorcia de placer, excitada por la situación, y por el cuerpo de aquel joven hermoso y fuerte. Javier aumentó el ritmo dispuesto a correrse y, parado delante de ella, siguió con su paja mientras su casera se corría agachándose, de manera que sus tetas colgaban ante Javier , que sin esperar más aprovechó la oportunidad para correrse, disparando un chorro contra los pechos que se postraban ante él.
Se miraron, sonriendo, recuperando la respiración.... Javier dijo entre susurros "otro día no te libras".. ella se dio la vuelta y continuó con su ducha. Dios.. que monísimo era.. no se libraría otro día, ni tenia ninguna intención de librarse.