El trailero p3

De regreso hacemos una parada para coger a rienda suelta en el camarote del trailer

El tráilero se sentó sobre el camarote y yo frente a él de pie, lentamente desabrochó mi blusa liberando mis pechos que se encontraban muy duros con los pezones rígidos como si hiciera mucho frío pero era la excitación, me terminé de sacar la blusa, al momento que me incliné hacia enfrente, nos besamos en la boca, intercambiando jugueteando con nuestras lenguas, le acariciaba el rostro mientras el acariciaba mis piernas, sus manos subieron hasta mi entrepierna y frotaba con su mano mi húmeda vagina, mientras nos seguíamos besando desabrochó mi falda y cayó solita al piso, lentamente también fue bajando mi pantaleta quedando desnuda frente a él, bueno solo con mis calcetas y zapatos.

Le saqué la playera y acaricie su fuerte abdomen y pecho mientras el sobaba muy suavemente mis pechos, me abrazó jalándome hacia él cayendo ambos sobre la cama, mientras me abrazaba y nos besábamos nos dimos la vuelta quedando yo recostada sobre la pequeña cama, él bajo a mi cuello uuuuuuffff eso me vuelve loca, lentamente sus besos y manos bajaron a mis pechos mordiendo un poco mis duros pezones y jugueteando con su lengua en ellos, continuó bajando sus besos y mordiditas por mi abdomen hasta llegar a mi cintura, separó mis piernas metiéndose entre ellas y a duras penas apretándose contra la pared colocó su cara en mi entrepierna su lengua se metió hábilmente en mis labios vaginales, un dedo se coló dentro de mi vagina y su lengua jugueteaba con mi clítoris, prácticamente en menos de un minuto tuve un orgasmo delicioso, y él lo notó – valla reina, estas que te urge que te la meta ya… están deliciosos tus jugos -.

Se puso de rodillas y bajó su pantalón y bóxer hasta sus rodillas, tomo su pene y yo con mis manos abrí mi vagina, puso la cabeza su pene en mi clítoris, un delicioso cosquilleo recorrió todo mi cuerpo, empujó hacia adelante y todo el tronco de su pene pasó por mi botoncito haciéndome estallar en otro rico orgasmo – Jajajaja reinita, aun ni te la meta y ya te corriste dos veces – mientras seguía tallando mi clítoris con su pene y yo gemía y me retorcía del placer hasta que por fin sentí como su pene se abría paso lentamente dentro de mí, era un calor tremendo, por reflejo cerraba las piernas y todos los músculos de mi vagina se apretaron provocando que lo sintiera más, podía sentir su textura, cada borde de sus venas lo sentía cuando entraba, y seguía entrando y entrando, con mis manos me apoyaba en la cama intentado subirme pero ya no había a donde hacerme estaba hasta la pared del camarote y su pene seguía entrando me sentía llena, sentí como trono la entrada a mi útero, y como llegó hasta el fondo y seguía empujando, hasta que por fin dijo acariciándome la cabeza – Ya la tienes toda dentro reina… ¿Te gusta?- -Siiii… me gusta… me siento muy llena… te siento dentro… quemas… estas enorme…-

Nos quedamos así unos segundos, yo tenía los ojos cerrados y cuando los abría solo me perdía en sus ojos cafés, sentía como su pene palpitaba dentro de mí, es como su tuviese dentro un barra de acero caliente y palpitante…(En este momento de recordarlo tengo las piernas cruzadas de la excitación y las siento mojadas… mucho) lentamente empezó a salir, cuando sentí que nuevamente tronó la entrada de mi útero lo volvió a meter supongo él también lo sentía, sus embestidas eran lentas y profundas y me mataban de placer, sus grandes testículos los sentía chocar en mí, yo gemía y gemía y me quejaba ya que me provocaba un pequeño dolor cuando lo tenía todo dentro, pero no quería que se detuviera, fueron unos minutos deliciosos que me arrancaron otro orgasmo largo y placentero que me nublo la mente, sus embestidas aceleraron el paso, pero teniendo otro orgasmo más, sentía mi cuerpo convulsionarse, cuando se detuvo.

Me senté sobre la cama y su pene estaba lleno de espumita blanca, lo tome con mis manos y le lo llevé a la boca, un rico sabor ácido de mus jugos mesclado con el sabor dulce de su pene era delicioso, lo masturbaba con ambas manos mientras su glande permanecía en mo boca.

Me alejo lentamente, se agacho para darme un beso nuevamente en la boca y me dio la vuelta poniéndome en 4.

Pase una mano por mis piernas, mi vagina se sentía abierta y con los labios internos colgando jiji, me sujeto de la cadera era el aviso para que me preparara, me apoye bien con ambas manos en la cama y su pene entro sin problemas hasta el fondo de mi vagina, sentí su cadera chocar con mis piernas, y empezó con ese bombeo lento y letal que me saco otro orgasmo, apoyé mi cabeza en la cama, literalmente mordiendo la cobija, con el culo levantado y cada embestida le producía un placer exquisito.

Duramos poco en esa posición, después me pidió que lo montara, me puse de pie para que él se pudiera acostar, me subí arrodillada en él y tomando su pene con ambas manos me lo metí en la vagina, y baje hasta enterrarme todo su pedazo de carne, una vez dentro moví mi cadera adelante y atrás sin dejar salir un centímetro, me encantaba tenerlo dentro y no quería dejarlo salir, disfrute tanto teniéndolo dentro, él jugaba con mis pechos apretándolos y pellizcando mis pezones.

Finalmente de nuevo me recosté en la cama, se colocó entre mis piernas y las puso sobre sus hombros, me enterró de un golpe su tremendo monstro y me hizo gritar, esta vez no se contuvo desde el principio me bombeo fuerte y rápido estaba decidido a acabarme, la velocidad y sobre todo la fuerzas de sus embestidas era muy potente yo fritaba y gemía del placer al igual que él, no paso mucho tiempo la verdad, pues en pocos segundos estalló en un orgasmo que llenó mis entrañas de su semen al momento también tuve un orgasmo delicioso, y el calló sobre mí aplastándome con su cuerpo mientras su pene seguía bombeando y llenado mi vagina con su semilla, por mi mente paso el pensamiento fugas de dejarme embarazar por él, me encantaría tener un hijo suyo… fue lo que pensé.

Estuvo unos minutos descansando sobre mí, ambos agitados y con nuestros cuerpos sudados, yo lo abracé y acariciaba su cabello, encantada de sentir cómo su pene reducía su tamaño dentro de mí pero aún grande.

Cuando se recuperó aún podía sentir su pene de un gran tamaño dentro de mí, se levantó y cuando salió de mi vagina su pene, ya en reposo aun medía fácil unos 16 cm. Lleno de jugos blancos y unido a mi vagina por hilos de semen.

Tomando un poco de papel de las repisas se limpió mientras yo lo observaba hipnotizada, se agacho para besarnos nuevamente y se comenzó a vestir.

T – Es hora de regresar reina, quédate un rato si gustas te aviso cuando lleguemos.

Acabo de vestirse y puso en marcha el camión, yo permanecí recostada un rato más y después me vestí, arreglé mi cabello y un poco mi maquillaje, cuando estuve lista me pasé de nuevo al frente de la cabina.

T – Justo iba a llamarte, ya casi llegamos, te dejo donde te recogí? Reina?

-       Por favor.

T – Te gusto?

-       Me encanto.

T – Que te pareció mi verga?

-       Me encanto, la quiero otra vez dentro de mí.

T – Pues cuando quieras es tuya reinita, sabes quiero que vallas conmigo en un viaje largo.

-       Sabes que no puedo por mis niños, pero ya nos ponemos de acuerdo para vernos otra ocasión.

Seguimos platicando de lo rico que estuvo en lo que llegábamos, al llegar a donde tenía que bajar nos besamos nuevamente y me despedí de su pene con una caricia sobre su pantalón, baje del tráiler y el continuó su camino, subí nuevamente al primer taxi que pasará y me dirigí a mi departamento para cambiarme y después ir con mis padres.

Espero les haya gustado y a los que aguardaban este relato espero les haya complacido y que haya valido la pena tanta tiempo de espera, recuerden dejar sus comentarios besitos.