El trailero p2

Llegamos a donde tiene que descargar el trailer y yo me pongo a montar

Pasé por detrás de la cortina, del otro lado de esta había una pequeña cama, con una cobija gris, en las pequeñas paredes unas repisitas con diversos objetos personales, pero en la pared de la cama el mendigo tenía fotos de mujeres, como 6 chicas, fotos de su cara hasta arriba y abajo dos o tres fotos de ellas cada una desnudas en distintas poses, algunas dentro del tráiler y otras en camas supongo que de algún hotel, pero esto no me molestó ni me incomodó sino todo lo contrario, me excito jeje, me senté sobre la pequeña cama, a esperar, sentía el movimiento del tráiler, como se acomodaba y finalmente cómo se estacionaba, después una de las puertas se abrió, supongo el tráilero bajó y cerró la puerta, solamente estaba a la expectativa de los ruidos, lejanas conversaciones, puestas abriéndose, el mecer del tráiler, etc.

Pasaron creo unos 10 minutos cuando nuevamente se escuchó el abrir y cerrar de una puerta de la cabina, mi nuevo amante aparecía bajo la cortina, mientras se recostaba en la pequeña cama me decía.

-       Les dije que me iba a dormir, me avisarán cuando acaben de descargar reina, ahorita quiero que te montes sobre mí, para que te acostumbres a mi tamaño, no hagas ruido, cuando nos vallamos te follaré enserio pero primero quiero que tu sola te ensartes y te des gusto hermosa.

Se recostó por completo sobre la cama, subió sus pies y desabrochó su pantalón – Quítamelo reina –.

Sus jeans estaban todos húmedos del frente por tanta saliva supongo jaja, pero lo cubría su playera, baje su pantalón a los tobillos, al igual que su bóxer, su pene en reposo descansaba sobre su estómago, desabroché sus botas y con algo de dificultad las saque de sus pies para después terminar de sacar su pantalón y bóxer, dejándole sus calcetas… -Ahí está bien reinita ahora clávatela…no te quites el calzón- Me subí a gatas por sus piernas, tomé con ambas manos su pene y lo frote un poco, me acerqué más y besé la cabeza de su pene, a pesar de que aún estaba algo dormido, era tan grueso que creí me lo podía meter así, pasé una de mis manos por mi vagina… húmeda… no lo pensé más, me di la vuelta quedando de espaldas a él, y arrodillada tome su verga y la puse en la entrada de mi vagina, y en efecto, me lo pude meter, lentamente lo fui introduciendo, mi vagina lo recibía gustosa abrazándolo y aprontándose a cada centímetro de su cálida piel, con mis manos me sujete de sus piernas y baje lo más que pude, sentí como se abrió paso a mi útero, y aún no entraba todo y lo mejor aún es que seguía creciendo y palpitando dentro de mí, de tan solo sentirlo dentro estaba llevándome a las nubes, empecé con un lento sube y baja, sus manos se colocaron en mi cintura, desabroché mi blusa liberando mis senos, que se bamboleaban con el lento subir y bajar por su tronco, sus manos se alternaban acariciando mis nalgas y mi espalda, a veces volvía a sujetarme de la cintura, me incliné un poco hacia adelante para tomar más velocidad, y lentamente fui aumentando el ritmo, sin darme cuenta jugueteaba con mis manos en mis pechos, y estaba empezando a gemir, era delicioso.

T - Mas bajito reina, o nos van a descubrir-

-       Es que no puedo, la tienes riquísima-

T – Si reina pero espera un poco más para gritar.

-       Trataré…

Estuve así un buen rato, por momentos el tráilero me detenía, supongo que porque estaba cerca de correrse, y aun que yo quería que me llenara de su semen no quería se terminara, quería terlo dentro de mi más tiempo, hasta que de pronto tocaron a la puerta y un grito fuerte – ya estuvo carnal, acabamos-

T – Tranquila reina, pero que manera de follar la tuya mujer, eres una diosa, casi me haces terminar.

-       Tú también casi me haces terminar.

T – Ahorita nos desquitamos y hasta vas a aullar reina, ahorita te aviso cuando salgas y te pasas para enfrente está bien.

Rápidamente se vistió, y salió del camarote, yo me quedé acostada recobrando el aliento, me moría por un trago de agua pero no había traído, medio acomodé mi cabello y mi ropa cerrando mi blusa, escuche que subió nuevamente a la cabina, arrancó el camión y nuevamente se movía, un par de minutos después me dijo que me pasara para enfrente, me senté nuevamente en el lugar del copiloto.

-       Te la puedo chupar???

T – No reina, capaz de que ahora si me hacer terminar, además quiero llenarte la panochita con mis hijos, así como te gusta.

Tomamos la carretera a la cdmx, platicamos de todo un poco, hasta llegar a la marquesa, estacionó el camnión cerca de unos locales de comida, apagó el trailer y nos pasamos nuevamente al camarote.

T – Ahora si reina vamos a desquitarnos sin límites.