El trabajo de mi mujer
Mis sospechas de que mi mujer era infiel resultaron ciertas. Pero no era solo con uno.
Hola me llamo José, tengo 37 años y estoy en paro, por lo que hago de amo de casa y la que trae el dinero a casa es mi mujer Aurora, 35 años, estamos casados desde hace 8 años y trabaja como abogada en un bufete. Tiene un cuerpo impresionante, 1,60, 48 Kg., pelo negro, 98 de pecho, el culo respingón y unas piernas largas y bien proporcionadas. Siempre nos había ido bastante bien en el sexo, aunque nunca hacíamos cosas como llama ella raras, nada de sexo oral ni anal, pero lo hacíamos bastante a menudo y yo ya tenia bastante. Desde hace medio año, mi mujer empezó a llegar mas tarde a casa por la noche, a vestirse de forma provocadora, ya no venia a cenar la mayoría de los días, incluso algunos no venia a dormir, cosas del trabajo me decía, además el sexo se fue reduciendo progresivamente hasta llegar casi al nivel 0. Empecé a sospechar que llevaba unos cuernos como la giralda de altos, y decidí seguirla cuando tuviese ocasión. Esta se presento cuando una tarde me llamo para decir que se quedaba a cenar en un burguer con los compañeros del trabajo, que luego seguirían trabando y que no sabia cuando llegaría. Salí y cuando llegué al burguer me quede observando desde el cristal de fuera. Vi que todos los compañeros de mi mujer estaban allí, Pedro, Juan, Victoria, Tomas y el jefe del bufete Benjamín. Eran todos mas o menos de la misma edad. Juan y Victoria parecían los más tímidos, llevaban gafas y no charlaban tanto como los otros. Aurora estaba sentada entre Pedro y Tomas, en un ambiente desenfadado, sus compañeros se mostraban muy amables y la miraban de una manera especial, noté como por debajo de la mesa la mano de Pedro estaba en el muslo de Aurora; al principio creí que no se había dado cuenta pero él la acariciaba y ella no decía nada. Tomas tocó su otro muslo bajo la mesa intentó subir más arriba, ella separo muy despacio las rodillas. Los tres sin embargo seguían hablando como si no pasase nada. Además Benjamín también estaba metiéndole mano a Victoria por de bajo de la mesa. Mi mujer ya estaba tan abierta de piernas como el disimulo lo permitía y las abría y cerraba muy despacio. Vi por su cara que estaba teniendo un orgasmo y me supuse que esto no acabaría así. Acabaron de cenar y salieron del burger para dirigirse al bufete que estaba justo enfrente, todos excepto Juan que se fue con su coche, entre detrás de ellos en el edificio y después de que se fuesen a sus oficinas entre en el bufete. El primer despacho es el de Benjamín, comprobé que Victoria, no estaba en su puesto y al seguir avanzando descubrí su puerta entreabierta. Me asome con curiosidad y vi como Benjamín estaba sentado en un sillón con los pantalones bajados hasta los tobillos y Victoria le chupaba la polla con gran avidez. La verdad es que no estaba mal armado por los menos le media un palmo. Me quede a admirar aquella mamada y casi sin darme cuenta tenia mi polla en la mano y empezaba a cascasmerla, olvidándome de lo que me había traído al bufete. Ella dejo de chupársela y se apoyo en la mesa ofreciéndole una maravillosa visión de su espalda y culo, Benjamín se levanto y le puso la punta de su polla en la entrada de ese fantástico culo, ella exclamo que no que le haría daño pero él le dijo - cállate si te va a gustar, además quiero petartelo desde hace bastante tiempo y de hoy no pasa. - , ella replico - vale jefe, pero por lo menos lubrícala - así que se echo saliva en la polla la cogió por las caderas y de un golpe le metió el glande, ella chillo - sácala, sácala que me duele - pero el no hizo caso - ¿Quieres que la saque? ¿Me dices que si y ahora me vas a dejar así? - ella refunfuñando le dijo que siguiese y se la metió entera. Pego un grito que pense que el resto del personal iba a salir de sus oficinas, pero no fue así. Fue un mete saca continuo, Victoria paso de quejarse a marcar ella el ritmo con sus movimientos, - Como se nota que eres el jefe que bastón de mando tienes - y meneaba su precioso culo mientras le seguía gritando otra serie de barbaridades, ella estallo en un profundo orgasmo. - Ahora me toca a mí - dijo él, sacándole la polla del culo la giro y se la puso entre las tetas. Victoria le hacia una cubana y al mismo tiempo se la chupaba. Benjamín se corrió dejándole sus tetas, boca y gafas llenas de semen. Yo también me corrí. Después de ese espectáculo me fui a ver el resto de despachos, el siguiente estaba vacío así que pase a ver el que estaba enfrente. La puerta estaba abierta mire furtivamente y vi que esa oficina era una sala de espera con dos puertas una enfrente de la otra. Las dos estaban abiertas pero solo había luz en la de la izquierda, además en esta se oía hablar a varias personas. Me asome y allí estaba Aurora con Pedro y Tomas, no podía creerme lo que estaba viendo, ella estaba con la falda remangada hasta las ingles y con las tetas al aire, mientras que ellos estaban con la cremallera bajada y sus pollas al aire, Aurora tenia una en cada mano y las miraba con cara golosa. Así que lo del bar era el aperitivo, lo fuerte venia ahora. He de reconocer que la visión me enfureció y me excito al mismo tiempo. Sin saber bien lo que hacia decidí esconderme y mirar el espectáculo. Tomas la tenía mas o menos como yo aunque algo mas muy gorda, Pedro la tenía más larga, no tanto como Benjamin pero estaba bastante bien dotado. Ellos acabaron de remangarle la falda. - Hoy no las tenéis en forma chicos tendré que hacer algo - dijo ella mientras miraba a los miembros de los dos hombres. ¿Hoy? Eso quería decir que mis sospechas eran ciertas, lo que hacían era habitual, ¡Con razón yo no me comía una rosca!. Era la primera vez que la veía tocando una polla distinta a la mía y debí contenerme para no salir y liarme a ostias, pero que iba a conseguir con eso. - Qué par de tetas - dijo Pedro - ¿Estas segura de que tu marido no te la mete? ¿Porque ya sabes que la dedicación a este bufete es exclusiva? - dijo Tomas, ella afirmo y contesto - Ese no me pega un polvo ni en sueños -, mi ira iba creciendo al mismo tiempo que mi polla. - Esta noche te vamos a dar ración doble de leche -. - ¿Así que tu marido no sabe lo puta que eres cuando vienes a trabajar? -. - ¿Qué diría si viese a su mujer dejándose follar por dos tíos? -. Aquellas palabras, al contrario de lo que hubiese podido pensar, en vez de ofenderme, me excitaron aún más, saque mi polla y empece a hacerme una paja. Se giro entonces hacia Pedro, miro su polla, y sin pensárselo dos veces se amorro comenzándola a engullir con auténtico desenfreno, ¡Y pensar que a mí nunca me lo había hecho!. Tomas le quito las bragas y comenzó a introducir sus dedos en el coño de mi mujer, esta sin dejar de chupar la polla se giro y le ofreció su culo a Tomas, él puso su polla en la entrada del coño y empujando suavemente se la metió hasta el fondo, después comenzó a follarsela lentamente, luego aceleró, entrándola y sacándola al completo, al mismo ritmo de la mamada que le estaba propinando a Pedro: - ¡Ah, que bien la chupas, como sigas así me voy a correr, tómate toda mi leche que aquí si que es fresca y te gusta no como la de tu casa! -. Pedro soltó toda su leche dentro de su boca y mientras ella sorbía y tragaba todo aquello, Tomas seguía follandosela acelerando el ritmo: - Ah, sigue follandome que yo también me voy yaaah -. Tomas saco su verga y colocándola entre las enormes tetas de mi mujer las empezó a apretar contra su polla hasta que se corrió. Yo seguía machacándomela sin importarme ya que otros se estuviesen follando a mi mujer, simplemente me limitaba a disfrutar del espectáculo. Ella se incorporo y entonces Tomas le dijo: - Ahora te toca chupármela a mí -. Sin contestar se agarro al pilón y comenzó meneársela y a chuparla, ésta no tardó mucho en reaccionar, volviendo a ponerse dura y con una erección enorme, teniendo que dejar un trozo de polla fuera de la boca ya que no podía tragársela entera. Mientras Pedro colocó su polla en la entrada del culo y comenzó a presionar. - No por favor, por ahí no, nunca lo he hecho por ahí, me dolerá, por Dios no que me dolerá -. - ¿Pero que dices? En serio que nunca te han dado por culo -. - ¡Nunca! -. Eso hizo que la polla de Pedro se pusiese aun más tiesa. - Pues ahora te la voy a meter por ese culo respingón, verás como te gusta -. Sin hacer caso a sus protestas la agarro por la cintura dispuesto a partirla en dos. En ese momento oí un portazo, me asome y vi que Benjamin había cerrado su despacho y venia a la oficina, sin saber bien que hacer me dirigí a la oficina que estaba a oscuras y me escondí. El jefe entro en la oficina donde se encontraban ellos y se tropezó con el trío. Lejos de escandalizarse escuche como decía: - Que haciendo horas extras - Pedro le contesto: - Si, además la socia tiene el culito virgen y se lo voy a estrenar -. - De eso nada - contesto Benjamin. Como no me había descubierto me acerque otra vez a la puerta y seguí observando. Benjamin aparto a Pedro se bajo los pantalones y saco su aparato. Mi mujer al ver semejante polla dejo de chupársela a Tomas se giro apartando su culo y chillo - ¡Noo, es demasiado grande, eso no por favor! - Benjamin lejos de cesar en sus intenciones le contesto: - Pero tonta, si con la de Pedro no sentirías nada ya veras como con esta te gusta más -. La cogieron entre lo tres y la apoyaron sobre la mesa de la oficina dejando su culo bien alto. Tomas se subió a la mesa y poniéndose de rodillas se la volvió a poner a la altura de su boca. Aurora dijo: - Vale pero ves con cuidado - y agarrando la polla de Tomas la volvió a chupar. Benjamin se echo saliva en la mano y la paso por el culo de mi mujer, a continuación hizo lo mismo con su polla y comenzó a presionar el ano; primero con un golpe seco metió el glande, Aurora chillaba pero no dejaba de chupársela a Tomas. El jefe pego un par mas de achuchones y se la metió toda dentro, comenzó a encularla lentamente. Ella gritaba de dolor pero al mismo tiempo daba gemidos de placer. Tenia que estar gustándole porque cada vez que su polla se echaba hacia atrás era ella la que llevaba el culo hacia atrás para tenerla toda dentro. Mientras iba mamando la polla de su compañero al ritmo con el que la otra polla entraba y salía de su culo; cesaron sus protestas y pasaron a ser gemidos y suspiros. Aurora empezó a decir barbaridades: - Venga cabron métemela bien dentro -, - Hijo de puta, no me empujes la cabeza que no me entra toda la tranca en la boca - a lo que Tomas replico - Calla perra que todavía vas a disfrutar mas - y apartándose llamo a Pedro para que se pusiera debajo de ella y se la metiese por el coño. Su polla entro con facilidad, la muy guarra estaba empapada, y siendo empalada por Benjamin y Pedro, volvió a cogérsela a Tomas y se la metió en la boca. Cual fue mi sorpresa al ver que esta vez si que le entraba toda. Aurora se movía para no desperdiciar ni un centímetro de los aparatos de sus compañeros. - ¡Ahora no te quejas, eh! -, - Sí, y decía que no quería -, - Calla y sigue follándome, que larga y gorda la tienes cabrón, como me rellenas, como me está gustando que me den por culo -. Entonces Tomas, cogiéndola por la nuca dijo: - Calla y sigue chupándomela -. - No aguanto más, me voy a correr como sigas meneando tu culo -, - Métemela toda que gorda la noto, me encanta estar llena por mi coño y por mi culo, fólladme bien, ¡me corro, me corroooooahh!! -, - Yo también me corro, toma mi leche -, - y la mía también -, - yo también lo voy a hacer - Y así, se corrieron los cuatro, descargando toda su leche en su culo, boca y coño. En ese momento yo soltaba mí leche contra la pared de la sala de espera. Despacio salí del bufete y me fui a casa pensando que iba a hacer con Aurora. Cuando llego a casa, se ducho y se metió en la cama. Mi polla estaba con una erección enorme, decidí actuar me arrime a ella y comencé a acariciarla, ella rechazo mis caricias así que cabreado le conté todo lo que había visto en la oficina. Ella no sabia que hacer, así que viéndose pillada me bajo el pijama y comenzó a chupàrmela, ¿Sentimiento de culpabilidad?. Yo me sentía muy excitado recordando como se la follaban aquellos hombres así que la gire y sin avisarle se la metí por el culo de golpe. Tarde poco en correrme y no me importo que ella lo hubiese hecho o no, ya había tenido bastante placer por hoy. Ahora no iba a divorciarme habiendo visto como era capaz de follar. Desde entonces lo hago cuando quiero y por donde quiero, aunque lo que de verdad me apetece es apuntarme a las orgías que ella se monta, sobre todo recordando el culo de Victoria. Algún día se lo propondré.