El trabajo

Ayudando a una amiga con su trabajao fin de carrera.

Llego la hora y yo me puse en camino hacia su casa. Iba a ayudar a una amiga mía con su trabajo final de carrera. Durante toda la carrera la había ayudado a sacar numerosas asignaturas y para rematar la faena casi le había hecho el proyecto. La verdad es que se podía decir que era un poco matado pero la verdad es que a mi me valía para poder pasar tiempo a su lado. De otra manera un marginado social como yo apenas podría haberme acercado a ella. Algunos de mis pocos amigos sospechaban mis intenciones pero yo siempre me defendía diciendo que solo era una amiga y que al ayudarle yo de paso ya estudiaba las asignaturas.

El caso es que llegué a su casa y me recibió muy contenta en la puerta y me dio un fuerte abrazo. Iba vestida con unos vaqueros muy ajustados y una camiseta blanca con los botones superiores desabrochados dejando ver un generoso escote. Como ya he dicho yo no tengo muchas relaciones sociales así que nunca he tenido novia ni ninguna experiencia sexual, por lo que su abrazo hizo que mi miembro se alegrase. No se si ella se dio cuenta o no pero la verdad es que actuó como si no se diese la más mínima cuenta. Yo estaba convencido de que ella jamás se plantearía una relación conmigo ni nada por el estilo. Sencillamente se aprovechaba de un tímido chaponcete para que le ayudase a sacar la carrera. Había rumores de que en otra carrera que hizo antes había conseguido sacar grandes notas gracias a su ex-novio. Para mí que si era cierto al menos el otro se la había beneficiado a cambio.

Tras la recepción charlamos un rato sobre diversos asuntos intranscendentes y nos pusimos a trabajar en su trabajo. Así estuvimos un buen rato concentrados en el trabajo hasta que me di cuenta de que ella estaba muy pegada a mí, cosa que me excitó algo y me quede callado en medio de una explicación.

¿Te pasa algo? – me preguntó sonriendo.

No, solo es que perdí un momento el hilo.

Seguimos con el trabajo, aunque yo ya no estaba muy centrado en ello si no en notar como ella se apoyaba en mi para ver la pantalla de ordenador. Me gire ligeramente un momento y pude ver su pecho al lado de mi cara. Al tener varios botones desabrochados pude ver que no llevaba sujetador y pude ver uno de sus pezones lo que me puso a cien. Intenté tirar del teclado para disimular mi erección pero ella se dio cuenta.

Me parece que ya se lo que pasa – dijo sonriendo ampliamente.

Lo siento, no he podido evitarlo – intenté disculparme.

Lo que pasa es que te someto a mucha presión e intentas disminuirla. Deja que te ayude- En ese momento apartó el teclado y me tocó por encima de la bragueta.

Yo estaba mas que sorprendido y no sabía muy bien que hacer o decir, así que me quede quieto. Ello movió la silla hacia atrás, se arrodilló delante de mi y me abrió los pantalones. Me los bajo ligeramente y retiró mis calzoncillos y empezó a masturbarme suavemente. Yo no podía pensar nada. Como ya dije no tenía ninguna experiencia sexual previa y aquello me superaba.

Ella siguió recorriendo mi pene una de sus manos lentamente mientras que con la otra me frotaba los testículos. Entonces note como empezaba a besarme ligeramente en el tronco de mi pene que no paraba de echar liquido preseminal. Si previo aviso se metió mi pene en la boca y empezó a metérselo y sacárselo cada vez más rápidamente, hasta que se convirtió en un movimiento frenético. Apenas pude aguantar sin correrme y estallé llenando su boca con mi semen. Se lo tragó todo mientras yo seguía dando espasmos del tremendo orgasmo que había tenido.

Que rica está tu leche – Me dijo con una sonrisa pícara en la boca. Me limpio bien con la boca y me vistió - Ahora que ya he rebajado tu presión ya podemos seguir con el trabajo ¿no?

Yo asentí con la cabeza. Y así seguimos con el trabajo, como si no hubiera pasado nada. Después de un buen rato acabamos con lo que teníamos que hacer. Estuvimos otro rato hablando de cosas intranscendentes yo ya empezaba a pensar si no habría soñado todo porque ella actuaba como si no hubiese pasado nada. Yo ya me disponía a irme convencido de que lo había soñado cuando me dice:

Yo también estoy presionada con este trabajo ¿me ayudas? – Y se empieza desabrochar la camisa.

Yo en principio me quede un poco sorprendido pero reaccioné me acerque a ella y empecé a darle besos por el cuello y fui bajando hasta legar a sus pezones. Ahí me detuve un rato, se los bese y luego empecé a mordisqueárselos. Ella mientras me estaba desnudando. Yo seguí un rato jugueteando con sus pezones que ya estaban muy duros y ella jadeaba. Cogió mi mano y la llevó a su entrepierna, abrí sus pantalones y se los baje junto con sus bragas. Me agache y le devolví la sesión de sexo oral que ella me había brindado poco antes. Pese a ser un inexperto no debía dárseme demasiado mal pues ella cada vez respiraba más agitadamente hasta que finalmente se corrió en mi boca. Yo me levanté, me bajé los pantalones e introduje mi polla totalmente erecta dentro de ella. Empecé a follarla frenéticamente hasta que note como se corría de nuevo. Entonces me quitó de dentro de ella, se agacho e hizo que volviese a terminar en su boca.

No me podía creer lo que había ocurrido aquella tarde. Por suerte el trabajo duró mucho tiempo y nos presionó muchas veces.