El Tío Tom, mi hermanastro y yo (traducción)

Dos hermanos pasan el fin de semana con su Tío y descubren los placeres del sexo gay.

Cuando mi papá se volvió a casar no esperaba tener un hermanastro. Como cualquier chico de 19, me había acostumbrado a tener mi propia habitación, pero Jake resultó ser un buen tipo. Jake y yo conectamos al instante. Tenía un gran sentido del humor y una buena actitud ante la vida.

Compartimos una habitación desde el principio. Recuerdo que esa primera noche no podía esperar a mostrarme su enorme polla. He visto unas cuantas pollas con los años en las duchas de la escuela y en la universidad, pero la de Jake era la más gruesa que jamás haya visto. Con una polla como aquella no era sorpresa que Jake fuera un chico decidido, y rara vez sin una chica entre brazos.

Había ratos en los que no tenía novia. Era entonces cuando me miraba y preguntaba:

—¿Me harías un favor, Stuart?

Esas eran las palabras secretas para "¿Me harías una paja?". Me gustaba jugar con su polla, se sentía gruesa y poderosa. Ninguno de los dos pensó que eso fuera gay, era solo un favor que le hacía a mi hermanastro. Quería chupársela, pero ni en sueños se lo pediría.

Una vez el Tío Tom vino a ver a papá. Nos dimos cuenta de que estaba molesto. Sabíamos que él y la Tía Alice estaban pasando por dificultades. Papá nos pidió que subiéramos para poder hablar con su hermano. El Tío Tom se quedó cerca de una hora, y después bajamos para enterarnos de lo que había sucedido.

Papá nos contó que se había separado de la Tía Alice. Nos explicó que era culpa de sus hermanos, ya que habían animado a la Tía Alice a tener sexo con otros hombres y ahora se había marchado con un tipo afroamericano.

Papa nos preguntó si podríamos visitarlo el fin de semana en su cabaña de madera para animarlo. A los dos nos agradaba el Tío Tom, así que estábamos más que felices de hacerle una visita.

El viernes después del trabajo tomamos prestado el auto de papá y nos dirigimos a la cabaña del Tío Tom.  El Tío Tom se encontraba fuera, pero sabíamos que había dejado una llave escondida en una maceta para poder entrar. El Tío Tom es un artista que trabaja con la madera. Todo lo que hay en su cabaña había sido construido por él. Jake fue a ver las cosas nuevas que el Tío Tom había estado fabricando, y yo descargué nuestras cosas en la habitación de huéspedes.

Nos traje una cerveza de la nevera, y fui en busca de Jake. Lo encontré en la habitación del Tío Tom sentado en la cama leyendo una revista.

—¿Qué tienes ahí, Jake? —pregunté.

—¡Es una jodida revista porno! —respondió.

Le pregunté a Jake dónde la había encontrado, y me dijo que debajo del colchón. Regañé a Jake por invadir la privacidad del Tío Tom, pero después me senté en la cama junto a él para echarle un vistazo.

—Oye, Jake —dije—, mira aquellos remates de madera que elaboró el Tío Tom para la cama. Tienen la forma de una polla.

—¿Qué es un "cuckhold"? —Jake me ignoró y preguntó.

Para ser honesto no lo sabía, así que lo busqué por Google.

Leí la definición: "Un hombre a la que su esposa le es infiel sexualmente, a menudo considerado objeto de burla".

—Eso es a lo que se refería papá. El Tío Tom estaba animando a la Tía Alice a tener sexo con otros hombres —dijo Jake.

Hojeamos la revista y Jake se sacó la polla. No era algo nuevo, Jake siempre estaba sacándose la polla, jajaja.

Y entonces nos topamos con un libro de dominación femenina y otro de dibujos a lápiz.

—A la mierda, Stuart. Mira esto.

Jake abrió el libro de dibujos a lápiz y ahí había un dibujo de Jake y yo.

Le quité el libro de la manos a Jake y no podía creer lo que estaba viendo.

El Tío Tom se encontraba sentado desnudo entre los dos. Asomándose de su ancho y peludo pecho había dos enormes pezones. Jake y yo estábamos chupando sus pezones mientras jugábamos con su polla. Di vuelta  a la página y estaba a horcajadas sobre el Tío Tom, mientras Jake guiaba la gran polla del Tío por mi culo. En la página siguiente Jake follaba al Tío Tom, mientras él y yo hacíamos el 69.

Miré a Jake y su polla aún seguía dura.

—Creo que necesito un favor, Stuart —dijo.

—Está bien —respondí—, pero no aquí, pon el libro de nuevo bajo el colchón y vamos a nuestra habitación.

Jake deslizó los libros bajó el colchón y nos dirigimos a nuestra habitación.

Jake se tumbó en la cama y cerró los ojos, y yo comencé a masturbarlo. La polla de Jake era como una barra de metal, no recordaba haberla visto así de dura jamás. Me encantaba masturbar a Jake, la sensación de su polla gruesa y caliente en mi mano era bastante excitante.

—¿Quieres chuparla? —me preguntó despacio Jake.

—Disculpa, ¿qué dijiste? —respondí.

—Carajo, Stuart. Te estoy pidiendo que me la chupes —respondió Jake.

No necesité pensarlo dos veces. Me arrodillé ante la polla de Jake y la metí en mi tibia boca. En seguida pude saborear su esencia masculina, y empecé a lamerla y chuparla.

—Mierda, Stuart, eres bueno.

Parecía salirme de forma natural. Nunca había chupado la polla de un chico antes, pero sabía qué hacer por instinto.

No tomó mucho antes de que las piernas de Stuart comenzaran a temblar. Sabía que estaba a punto de correrse, pero no dejé que su polla saliera de mi boca.

—¡Me voy a correr! —Jake dejó escapar un grito.

—Mmmm —fue mi única respuesta.

Jake se corrió en mi boca. Me atraganté y sofoqué un poco, escupiendo algo de su esperma, pero tragándome bastante al mismo tiempo.

—¿Era demasiado? —Jake comenzó a reír.

—¡Sí que lo era! —respondí.

—Ahora es tu turno, nene —dijo.

No podía creer lo que Jake estaba diciendo. Nunca me había ofrecido una paja antes, y mucho menos chupármela. Aún así, me acosté en la cama y Jake se arrodilló frente a mi polla. No tardé mucho tiempo en correrme, y pronto estaba vaciándolo todo en la boca de Jake.

—¡Ajá! —dijo—, ¡te tragaste una buena cantidad!

Jake saltó a la cama a lado mío y me apretó la mano.

—¿Te encuentras bien, nene? —me preguntó.

—Sí —respondí—, va a ser nuestro pequeño secreto.

—Bueno, no le voy a contar a nadie más, imbécil —respondió.

No quedamos ahí en silencio unos minutos, y entonces Jake dijo:

—¿Y qué hay del Tío Tom?

Le dije que no estaba seguro, pero aquellos dibujos realmente me habían excitado. Jake también estuvo de acuerdo. Le conté a Jake que siempre había admirado la forma en que los pezones sobresalían de la camisa del Tío Tom. Jake asintió, y dijo que eran como la punta de un paraguas.

Hubo un silencio corto, y entonces me pregunto si alguna vez había fantaseado con tener sexo con un hombre. Le regresé la pregunta un poco asustado de admitirlo. Jake dijo que tenía algo por los hombres mayores en traje de negocios. Le pregunté si le gustaba el sitio gay llamado Men at Play y Jake dijo que le encantaba.

Miré a Jake y le pregunté:

—¿Esto nos hace gay entonces Jake?

—¡Joder, no! —respondió— ¡Solo somos dos chicos hetero a los que les gusta la polla!

Asentí.

Y entonces oímos al Tío Tom estacionar su camioneta, así que nos arreglamos y fuimos a la puerta para recibirlo.

Continuará...

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Original: Uncle Tom, my Stepbrother and I por Shy Stuart. Traducción sin fines de lucro.