El tío militar - parte final

Segunda y última parte de una de sus historias favoritas

EL TÍO MILITAR - PARTE FINAL.


  • Esta historia originalmente era de solo una parte, pero gracias a la acogida que tuvo estoy finalizandola con solo una segunda parte que espero sea de su agrado. SIn más que decir espero la disfruten

En el capítulo anterior:https://www.todorelatos.com/relato/164362/ (pueden ver el enlace para mayor entendimiento)

El pene de Ricardo tenia rastro de semen, de sangre y algunos rastros de heces, lo normal en una primera vez.

Quiero ver – dijo Nicky.

Bueno, pero no te asustes – dijo Ricardo.

Ricardo de levantó, y dejó a la vista de Nicolás su verga.

Bueno, supongo que es normal eso – dijo Nicolás.

Si cariño, lo más normal del mundo – dijo Ricardo cargándolo.

Espera a donde vamos – dijo el chico.

A bañarnos, estamos apestando.

Entraron al baño, el chico se sentó en el wáter y expulso lo que tenía adentro, una vez hecho eso, se metió a la ducha junto con Ricardo.

Nicolás, se puso a lavarle el pene con bastante jabón, sacaba bastante espuma de sus vellos púbicos los cuales se sentían muy bien en la palma de su mano, al mismo tiempo que Ricardo con cuidado le lavaba la cola.



Mientras se secaban el cuerpo con la toalla, sus manos rosaban por las pieles de ambos, sintiendo una gran diferencia en la textura de ellas; la piel de Nicky era suave y tersa al tacto, propio de un chico de su edad, la piel de Ricky se sentía un poco más firme y dura producto del ejercicio y su entrenamiento militar, además áspera por los vellos de su cuerpo.

Nicky se veía muy frágil ante la presencia de su tío, aun después de lo que habían hecho, el chico se intimidaba, pues Ricky era un hombre grande y de aspecto muy rudo.

Ambos seguían frotando las toallas contra sus respectivos cuerpos para secar hasta la última gota de agua, Nicky con suavidad y calmadamente mientras que Ricky lo hacía con firmeza, sus perfectas bolas y verga se balanceaban de un lugar a otro.

¿Señor que va a querer de cenar? – preguntó Nicky

¿Señor? – repreguntó Ricardo.

Nicolás miraba extrañado a Ricardo pues no sabía a qué iba eso.

Ósea ya no soy tu amor – dijo Ricardo.

Nicky sonrió y recién cayó en cuenta.

¿Qué vas a querer de cenar amor? – preguntó Nicolás

Ricardo dejo caer la toalla al piso y en un impulso cargó a Nicolás, lo rodeó con sus brazos y lo besó, perdidos en su caluroso beso se dejaron caer en la cama.

Ambos seguían besándose, Ricardo estaba acostado y Nicolás encima de él, aun siendo rodeado por un enorme y fuerte brazo, al mismo tiempo que con la otra el hombre acariciaba el cabello del chico.

Sabes, suena raro, pero me gusta que me digas así – le dijo el hombre.

Entonces de ahora en adelante te diré así – expreso Nicolás - Pero obviamente cuando estemos solos.

Ricardo lo volvió a besar.

Los penes de ambos volvieron a crecer.

Joder, bebé, me la has vuelto a poner dura – comentó Ricardo -Me encantaría hacerte el amor otra vez.

A mí también amor, pero aún me duele un poco – dijo Nicolás preocupado

Descuida amor, será solo cuando tú quieras hacerlo, lo menos que quiero es hacerte daño – dijo Ricardo dándole besitos por todos lados.

Hubo un silencio bastante profundo y ambos se miraron.

¿Qué sucede? – preguntó Ricardo.

No, nada – respondió Nicky con escasa convicción.

Vamos, campeón cuéntame – le animó Ricardo.

Es que me puse a pensar si en algún determinado momento piensas que esto es malo o asqueroso para ti, o si nos descubren, y te apartan de mí o tal vez conoces a alguien más– le dijo el chico un poco preocupado.

Nicky sabes que esto es completamente nuevo para mí, pero te juro mi vida, que no siento ni un poco de asco respecto a esto, me gusta lo que estamos comenzando, porque es contigo, y si te refieres a otro chico, pues eso no puede ser porque, solo me gustas tú – expuso Ricardo – Ha quedado claro.

El corazón de Nicolás palpitaba a mil por hora por la emoción de escuchar esas palabras, ambos estaban descubriendo una faceta que no sabían que tenían, y se sentían bien al demostrarse su cariño.

Se besaron por un momento más.

Bueno rey, ya me dio hambre, ponte algo porque salimos a cenar fuera – dijo Ricardo.

Enserio – dijo Nicky emocionado.

Si amor, ¿pero te importaría si llamo a unos amigos para que nos acompañen? – preguntó Ricardo - De paso te los presento.

No señ…. Digo amor – respondió Nicolás.

Ricardo rio.

Puedes llamarme como quieras campeón – le dijo .

Buscaron algo de ropa y salieron, Ricardo conducía, en el camino llamaron a Ayden para que los acompañaran.

Ricardo y Nicolás se reunieron con Ayden y Alonso quien era su follamigo y cadete en el ejército.

Hermano que bueno verlo – dijo Ayden.

Buenas noches comandante – dijo Alonso.

¿Qué tal chicos? – Preguntó Ricardo.

Muy bien señor – respondieron ambos.

Por favor muchachos estamos entre amigos, y además no estamos en el cuartel dejen los cargos para otro día – propuso Ricardo.

Bueno, Ricardo está bien – contestó Ayden.

Muchachos quiero presentarles a mi sobrino Nicolás – dijo Ricardo.

Mucho gusto chaval – dijo cortésmente Ayden.

Es bueno conocerte tío – dijo Alonso.

Gracias chicos, lo mismo digo, mi tío me ha hablado de ustedes – comentó Nicolás.

Ah si, ¿absolutamente todo? – cuestiono Ayden.

No, no todo – contestó Ricardo reprendiéndolo con la mirada

Bueno que vamos a ordenar – dijo Alonso desviando un poco el tema.

Yo quiero una hamburguesa – exclamó Nicolas

Entonces hamburguesa para ti campeón – dijo Ricardo.

Posteriormente todos ordenaron de cenar, al terminar la comida salieron del restaurante poco antes de la media noche.

Tío me ha provocado una cerveza – comentó Ricardo.

No le has dicho a un sordo – dijo Ayden – Pero tu sobrino es menor de edad, no nos van a dejar entrar a ningún lugar.

Podemos comprar cerveza y tomarla en algún parque – propuso Ricardo.

Entonces no se diga más – asintió Ayden.

Hicieron lo planeado, manejaron cada uno es sus respectivos vehículos hacía algún parque para poder tomar tranquilos la bebida.

Ni bien llegaron Alonso y Nicolás se sintieron atraídos por una demostración de skaters en la plataforma del parque, ambos fueron a mirar de cerca dejando solos a Ricardo y su amigo.

Los dos hombres se tomaron juntos un six pack de cerveza y aún quedaban dos más.

Ricardo desde hace un rato quería hablar ciertas cosas con Ayden y por el alcohol se armó de valor.

¿Hermano cómo te va con Alonso? – Preguntó Ricardo.

¿En qué sentido? – preguntó confundido Ayden.

¿Su relación? – dijo Ricardo.

Él y yo solo somos muy buenos amigos, folla amigos , - dijo Ayden – si te refieres a eso, pues bien.

Entonces, ¿no te gusta? ¿no estás enamorado de él? – interrogó Ricky

Detente ahí un momento – dijo – Si me gusta por eso me lo follo y somos colegas, pero no estoy enamorado de él, ni él de mí.

¿Y nunca te has sentido atraído por un chico? – preguntó Ricky.

Sexualmente, sí, pero nunca sentimental – contestó sin problemas Ayden.

¿Y te has follado a alguien menor que tú,  por ahí? – preguntó un poco nervioso Ricardo.

A Ayden todo este interrogatorio le parecía muy raro.

Si, muchas veces – respondió - Pero oye hermano, detente un poco – exclamó – ¿Tú desde cuando te sientes interesado en mi vida sexual gay? – agregó Ayden

Ricardo tomó una lata de cerveza de golpe.

Hoy me follé a Nicolás – dijo rápidamente Ricky.

¿Qué? – preguntó Ayden arrojando toda la cerveza de su boca.

Como escuchas tío, me lo acabo de follar hoy – confirmó Ricardo.

Mierda, hermano no se que decir, pensé no te iban esas cosas – dijo Ayden.

Es verdad no me iban pero desde que conocí a Nicky todo cambió – comentó Ricardo.

Pero como fue tío, anda cuéntame – pidió Ayden.

Primero me gusto su rudeza, es decir no es el típico chaval consentido de papis– explicó – El chaval tiene perfil de militar y eso me agradó, es aguerrido, nunca se quejaba de nada y acataba ordenes sin replicar, ya luego empezó a nacer un cariño, pero con el pasar del tiempo comencé a desearlo sexualmente – terminó de explicar Ricardo

Ricardo le comentó todo respecto a lo sucedido, pero por respetó a Nicolás evitó darle detalles del momento en que le hizo el amor.

Joder tío, menuda historia – exclamó Ayden.

Ni me lo digas tío, ni yo me lo creo – agregó Ricardo.

Pero hermano, dime, ¿estás enamorado del crío? – preguntó.

No sé, yo creo que sí, es que no se, tengo como un sentimiento de padre a hijo, pero luego lo deseo, así como cuando deseaba a una mujer, pero está el plus de que a él quiero protegerlo y estar con él – contestó confundido el hombre.

Tío, te conozco, y nunca habías dicho eso por una mujer, tú solo te las follabas y ya, ni por tu ex decías eso – le dijo Ayden – Creo que sí, te estás enamorando.

La verdad también creo lo mismo, y siéndote sincero, no me siento mal por eso, ni siento que soy menos hombre ni nada o un marica como dicen – manifestó Ricky.

Eso es bueno – opinó Ayden.

Oye aquí entre nos, ¿qué tal culito tiene?, está lindo el chaval – preguntó Ayden pícaramente.

Ricardo miro de una manera inquisitorial a su amigo quien entendió el gesto.

Ya tío, no te enojes – dijo Ayden.

Solo no vuelvas a preguntar eso – le contestó – Pero tiene un culo precioso el condenado – dijo sonriendo.

Al poco tiempo llegaron Alonso y Nicolás, los amigos se despidieron y decidieron marcharse.

Mientras los dos recientes amantes se dirigían a casa, un maltratado Reynaldo que al parecer ya había sido liberado buscaba algo de ropa dentro de su armario, pero aún faltaba algo más; metió la mano al fondo de su ropero, en una parte hueca y sustrajo un papel, lo que parecía una carta.

Reynaldo la abrió y leyó su contenido, siempre lo hacía lo mismo desde hace muchos años, se rio de forma maliciosa y se fue.

Nicolás y Ricardo llegaron a los pocos minutos, y no se dieron cuenta que Reynaldo estuvo ahí.

Ni bien entraron se sentaron juntos al sofá, Ricardo rodeaba el cuello de Nicolás con su brazo.

Campeón, estaba pensado que mañana nos pasemos al cuarto de tu papá – comentó Ricardo.

Sería buena idea – expresó Nicolás – Pero que pasara con papá

Bueno él se quedará en tu cuarto, y si no le gusta se puede ir – soltó Ricardo.

Nicolás lo miró y asintió.

¿Pero no vamos a dormir en la cama de papá, o si? – preguntó Nicky

No nene, como crees, mañana mismo compramos cosas nuevas y cambiamos toda la habitación – dijo Ricky – Si quieres puedes decorarla a tu gusto

Eres genial – exclamó Nicolás.

Al contrario, campeón, tú eres genial – le dijo el hombre tocándole la mejilla con su mano.

Nicolás se estremeció al sentir la mano de su hombre en el rostro. Ricardo se acercaba más a él con la intensión de besarlo.

¿Puedo? – preguntó Ricardo con sus labios muy cerca a los de su sobrino.

Si Ricky – respondió dando permiso Nicolás.

Ricardo comenzó besando tiernamente los labios del muchacho, primero unos picos, luego abriendo más los labios con pasión, ambos con los ojos cerrados se besaban hasta que Nicolás fue cediendo cayendo lentamente sobre el sofá y Ricardo encima de él.

El hombre grande pasó de la boca a besarle el cuello al chico, besaba cada rincón con pasión y lujuria, el roce de la barba con la piel del adolescente hacía que este se estremeciera, en el camino a su pecho Ricardo se encontró con la camiseta del chico cortándole el paso, el hombre se la quitó dejando el torso de Nicolás descubierto.

Inmediatamente comenzó a recorren el pecho del muchacho besándolo y lamiéndolo, Nicolás suspiraba estremecido; la temperatura subió y Ricardo se quito la chaqueta y el polo también quedando descubierto de la cintura para arriba pero cubierto por los pelos de su torso, uniéndose otra vez por sus labios, esta vez sus pieles rozaban.

Los penes de ambos estaban erectos aprisionados en sus pantalones, urgían por ser liberados, Ricky lentamente despojaba de sus pantalones a Nicky, su pene que no debía medir más de 12 cm salió como un resorte, el chico se avergonzó un poco y como acto reflejo llevo una mano cubriéndolo.

Tranquilo campeón – le dijo Ricardo retirando el mismo la mano de Nicolás.

El muchacho inmediatamente entro en confianza.

Ricardo también se quitó los pantalones y los tiró a un lado, lo mismo hizo con su bóxer, su verga salió rebotando y expulsando por todos lados hilos de presemen.

Nicolás sintió arder su cuerpo al ver la inmensa verga de Ricardo, toda peluda y con los webos gordos. Nuevamente el hombre se acostó sobre el chico, su verga grande aprisionaba la del muchacho y mientras los volvía a besar, se movía de arriba hacia abajo, masturbando los penes solo con el movimiento, Nicolás ya se sentía extasiado.

Ricky se separó y se dejó caer al otro extremo del sofá invitando a Nicky a que se colocara encima de él.

Nicolás no esperó más y se aventó al cuerpo de su hombre besándolo con extrema desesperación, buscando su boca pasando por sus pectorales velludos y así mismo bajando hasta su abdomen deteniéndose en el pubis para olerlo y luego meterse el rabo a la boca hasta donde pudo.

Ricardo bufaba y se estremecía cuando Nicolás intentaba meterse toda la verga, eso le dejaba muy sensible el glande al punto de querer eyacular así que detuvo la mamada y en un rápido movimiento tenía a su sobrino boca abajo levantando la cola para la lamida de culo que le iba a dar.

Ricky primero lamió toda la raja del chico comenzando desde el perineo, a la segunda vez se detuvo en el ano y lo chupaba, el hombre pudo sentir como el ano del muchacho palpitaba.

Ya no aguanto más, amor, quiero meterla – exclamó Ricardo acostado encima de su sobrino.

El pene de Ricardo que estaba perfectamente encajado entre las nalgas de Nicolás resbalaba producto de la saliva y el líquido seminal que emanaba.

Métemela, Ricardo, pero con cuidado – dijo Nicolás suspirando.

Ricardo se escupió la mano y se embarro todo el pene colocándolo en la entrada del chico, ejerció un poco de presión y comenzó a introducir la verga.

La sensación para Nicolás era como una estaca ardiendo, las pequeñas fisuras que le había dejado horas atrás en su primera vez quemaban intensamente, pero a la vez sentía un inmenso placer.

Nicolás gemía bastante fuerte como quejándose mientras era penetrado.

Ricardo con la mitad de su verga adentro se detuvo.

Amor, si te duele te la saco – dijo Ricardo.

No amor no la saques, si me duele, pero me gusta – respondió Nicolás con la respiración entrecortada.

Esas palabras le encantaron a Ricardo y le empezó a dar besos en la nuca, acariciándole toda la espalda, metiendo lentamente el resto de su verga.

Finalmente, cuando introdujo todo se detuvo, respirándole en la nuca a Nicolás y dándole instrucciones de que si le dolía, avisara.

Ricardo movía las caderas lentamente para no hacer daño a Nicolás quien gemía con cada suave embestida que recibía.

Ricky para no hacerle lo mantuvo en esa posición sin parar.

El pene de Ricardo hizo eyacular a Nicky pues le estimulo la próstata, Ricardo al sentir el apretón que le dio el ano del chico introdujo lo más que pudo y vació sus testículos depositando gran cantidad de esperma en lo más profundo del recto de Nicolás.

Ambos se quedaron en silencio jadeando.

Joder, estoy comenzando a descubrir que me encanta hacerte el amor – le dijo suavemente en el oído Ricardo.

Y a mí me encanta que me lo hagas – respondió Nicolás con dificultad.

Ricardo se dio cuenta, se levantó con cuidado y saco despacio su verga flácida, luego cargó al chico en brazos.

Hey ¿qué haces? – dijo el chico riendo.

Iremos a la ducha – contestó Ricardo dándole un beso.

Una vez dentro de la regadera Ricardo se jabonaba los pelos de su cuerpo dejando una capa blanca de espuma, en un momento se percató que el chico estaba haciendo muecas de dolor mientras expulsaba el semen que le había dejado adentro.

¿Te sientes bien? – preguntó Ricardo.

Si – contestó Nicolás con un gesto de dolor.

Nicolás no tienes porque mentir – dijo Ricardo – Soy un tonto, no debí, lo siento.

No digas eso, estoy bien, solo me arde un poco cuando sale es todo – dijo Nicolás – Además yo quise.

Pero yo soy más grande que tú, yo soy el que debo controlarme, soy un completo idiota – se dijo así mismo Ricardo molesto.

Nicolás ya había terminado de expulsar la leche y se paró enfrente de Ricardo.

Amor, estoy bien, a pesar de las molestias, esto me encantó y lo disfrute – dijo el chico tranquilizándolo

Enserio, ¿me lo aseguras? – interrogó Ricardo.

Sí, señor – le contestó Nicolás.

Inmediatamente el hombre atrajo al chico hacia él, y le dio un profundo beso bajo el chorro de agua.

Prométeme que cuando no quieras tener relaciones, me dirás que no – dijo Ricky – No quiero que te sientas obligado.

Está bien te lo prometo – respondió Nicky – Además no te preocupes que yo se aguantar.

Bueno, aguantas golpes como todo un campeón y no vas aguantar mi verga – soltó Ricardo riendo.

Eres un tonto – dijo Nicolás riendo.

Ambos se siguieron besando.

Al día siguiente comenzaron a remodelar la habitación en la que se iban a mudar, sacaron las cosas de Reynaldo y las amontonaron en el antiguo cuarto de Nicolás.

Compraron absolutamente todo nuevo, desde la cama hasta todo el baño completo, definitivamente no querían nada que ver con Reynaldo, pero definitivamente el desagradable padre de Nicolás estaba a punto de planear su propia venganza.

Pasó algún tiempo, Ricardo volvió a su trabajo, Nicky seguía como siempre en la escuela todo iba bien, mientras estaban en la casa tenían una relación de pareja, en la calle una relación fraternal, se habían olvidado de Reynaldo completamente, pero él no de ellos, desde la vieja granja de su abuelo esperaba con ansias su venganza.

Después de un tiempo y ya un poco restablecido, Reynaldo volvió a entrar a la casa con el fin de instalar cámaras y micrófonos en la habitación principal, le había parecido muy sospechoso solo encontrar una cama matrimonial siendo que la otra habitación era usada como almacén. Decidió aprovechar y con un poco de suerte conseguiría algo útil.

Era bastante evidente lo que Reynaldo iba a encontrar, desde el primer momento obtuvo lo que él quería, la cámara y los micrófonos de la habitación habían comenzado a captar el trato que ellos se daban mientras estaban juntos.

Reynaldo reía como loco.

Después de que mi hermanito lea esta carta, se arrepentirá por el resto de su vida – dijo exaltado tirando todo a su alrededor.

Día tras día Reynaldo miraba la convivencia diaria de su hijo y su hermano, no con placer, sino con asco y con odio, imaginándose después las peores cosas que deseaba hacerle a ellos.


Nicky, ¿qué te parece si este sábado hacemos algo aquí en casa e invitamos a los muchachos desde la tarde? – preguntó Ricardo.

Mmmm claro, sería estupendo – respondió Nicolás metiéndose a la cama.

Perfecto entonces – dijo Ricardo.

Ricardo estaba sentado en la cama con el torso descubierto pero el resto del cuerpo tapado.

¿Qué así piensas dormir? – preguntó Ricardo.

Nicolás que estaba vestido con un pijama que nunca utilizaba se sonrió.

Claro hace mucho frio – respondió.

Pero yo te puedo calentar – dijo Ricardo maliciosamente.

¿Ah sí? Y ¿cómo? – preguntó Nicolás maliciosamente siguiéndole el juego.

Levanta la colcha – le sugirió Ricardo.

Nicolás levantó despacio la colcha dejando al descubierto la verga de Ricardo que había comenzado a erectarse. Ricardo se la quitó tirándola a un lado.

El pene del chico también se paró haciendo una pequeña carpa en su pantalón del pijama.

Ricardo con velocidad atrajo hacia el al chico y lo besó, apasionadamente.

Esta noche quiero hacértelo duro – le avisó Ricardo al chico.

Rómpame el culo señor – respondió Nicolás jadeando.

Aquellas palabras encendieron a Ricardo e inmediatamente colocó a Nicolás en cuatro y el detrás suyo inclinándose para chuparle el culo.

Nicky aún estaba con su pijama puesto, Ricardo aspiraba el olor por encima de la tela y sobaba su rostro.

Chúpamelo ya – ordenó el chico jalando el pantalón hasta por debajo de sus nalgas.

El hombre comenzó a chupar el culo del chico con desesperación, abriéndolo bien, para la follada que le iba a meter.

Mientras su culo era trabajado, el muchacho se deshizo de su ropa, quedando completamente desnudo como su amante.

Tras unos minutos, Ricardo no pudo esperar más, incluso obvió la rica mamada que el chico le daba, y se la clavó entero. Nicolás gritó con dolor y placer.

El hombre incorporo a Nicolás pegando su pecho peludo a la espalda del chico, y haciéndolo girar la cabeza para poder besarlo. El ano de Nicolás aun dolía, pero tras pocos segundos ya estaba listo para ser atravesado una y otra vez.

Ricardo lo volvió a poner en cuatro y comenzó a taladrar fuertemente el agujero de Nicolás, el chico solo gemía extasiado.

Todo esto era captado a tiempo real por la cámara espía de Reynaldo. Su venganza estaba muy cerca.

Nicolás se esmeraba porque Ricardo le destrozara las entrañas con su enorme pollón, había aprendido a mover las nalgas y eso volvía loco a su macho tanto al punto de hacerlo eyacular abundantemente dentro de él.

Agitados los dos se dejaron caer para posteriormente dormir en forma de cuchara.


Maricones hijos de puta, su felicidad les va a durar poco – grito Reynaldo a la pantalla donde estaba viendo todo.


Llegó sábado y todo estaba listo para la reunión que se llevaría a cabo, se compraron bebidas y comida, Ayden y Alonso llegaron como a la una de la tarde con más cosas, con trago, sobre todo.

Se pusieron todos muy cómodos conforme la tarde transcurría, todos en buen plan sentados en el sofá viendo películas, luego charlando, bebiendo alcohol, ya en la noche el trago comenzaba a hacer lo suyo, y cada uno con su respectiva pareja comenzaban a encenderse, provocándose, el uno al otro.

¿Hermano, serias tan amable de prestarme tu habitación? – preguntó Ayden mientras Alonso le besaba muy apasionadamente el cuello.

Estás loco – exclamó Ricardo – Mi cuarto no se toca, además dentro de poco lo necesitaremos – decía mientras se besaba con Nicolás.

Pero pueden ir a mi antigua habitación – mencionó Nicolás separándose de Ricardo.

Perfecto – dijo Ayden levantándose junto con Alonso.

Las erecciones de los hombres ya querían salir de sus pantalones, cuando se fueron Ricardo y Nicolás se pusieron más cómodos aun, sus camisetas habían salido disparas al piso.

Vamos a la habitación – decía Nicolás mientras seguían besándose.

Hay que hacerlo aquí – sugirió Ricardo .

Y si tus amigos nos ven – replicó Nicolás.

No importa, es más excitante – contestó el hombre.

No dio tiempo a que Nicolás dijera nada y lo atacó a besos.

Chúpame la pinga – ordenó Ricardo a Nicolás.

El sobrino obedeció y se arrodillo entre las piernas para hacerle la mamada, ritmo lo dirigía el hombre mayor, no lo dejaba respirar más que cuando ya se le iba el aire, los hilos de saliva resbalaban lubricando toda la verga y mojando los webos peludos.

Ricardo aprovechaba para meterle un dedo en el culo a Nicolás y así dilatarlo un poco.

Sube al sofá y ponte en cuatro – le dijo Ricardo.

Nicolás obedeció y casi al instante Ricardo lo ensartó con su tremenda verga por el culo, haciendo gritar al chico de placer.

Ricardo le daba unas sonoras nalgadas mientras le bombeaba el culo. Nicky había aprendido muy bien a aguantar y disfrutar de la verga de su tío.

Pasado unos minutos pasaron del sofá a la habitación, Ricky lo llevó cargado con la verga metida en el culo y besándose, para cuando se acostaron en la cama, Ricardo lo follaba de piernas al hombre mirándolo fijamente mientras el sudor recorría su cuerpo.

Desde su escondite Reynaldo miraba todo lo que sucedía en la habitación, estaba ultimando detalles para lo que sería su venganza.


Estuvo demasiado bueno – le dijo Ricardo recuperando el aliento después haber eyaculado.

Nicolás reafirmo el comentario de su amante.

El hombre comenzó a sacar la verga lentamente del culo del chico dejando un agujero bastante grande que después volvería su lugar.

Y así pasaron el fin de semana, encerrados en casa y follando cuando les daban ganas.

Llegó lunes y todo comenzaría a cambiar, a primera hora Ricardo se presentó al trabajo, no sin antes dejar a Nicolás a la escuela.

El hombre al llegar nada más a su trabajo le hicieron llegar un sobre que no tenía remitente, solo un mensaje grabado en el mismo disco que decía:

“Cuando veas el contenido de este CD llama al número que está escrito”

Ricardo extrañado lo reprodujo en un dvd, y se quedó desconcertado al verse el mismo follando con su sobrino, ni bien observó los primeros segundos y llamó casi de inmediato al número que indicaba.

Hola hermanito, por lo que veo ya viste el video – dijo Reynaldo respondiendo la llamada.

Maldito hijo de puta – le grito Ricardo por el teléfono.

Recuerda que mi madre también era la tuya.

¿Cómo hiciste eso?

La próxima vez, cambien las cerraduras de la puerta.

Ricardo lamentó haberse olvidado de ese detalle.

¿Qué piensas hacer con eso? – preguntó Ricardo.

Por ahora nada hermanito – dijo Reynaldo – ¿Ya leíste la carta?

¿Qué carta? – se preguntó Ricardo volviendo a tomar el sobre.

Al tomar el sobre y revisarlo bien se pudo dar cuenta de una carta que estaba bien pegada dentro, abrió el sobre con cuidado y empezó a leer.

“No sabes el alivio que tengo al escribir esta carta, por haberme decidido abandonarte, si, Reynaldo tal como lo lees, ya no estoy más, ya no me lastimaras, toda esta vida de terror ya se acabó para mí. Te dejo a mi hijo, pues tanto daño me has hecho que no pienso en nadie más que en mí, hasta el amor de madre me mataste, lo más grave es que no espero que lo cuides pues sé que no lo harás, pero no me importa, tú eres el responsable de ello. No pienso extenderme más en estas líneas pues no vales nada como para merecerte una explicación, solo quiero terminar diciendo que Nicolás no es hijo tuyo, es hijo de tu hermano Ricardo, a quien por cierto le tenía un inmenso cariño, pero nuevamente tú te encargaste de matar la capacidad de amar que tenía. ¿Qué se siente que un chico de catorce años sea mucho más hombre que tú?” Con todo el odio del mundo Karina”

Ricardo al terminar de leer la carta se quedó frío, la voz de Reynaldo en el celular lo volvió a la realidad.

¿Leíste la carta hermanito? – le preguntó sarcásticamente Reynaldo.

Mal nacido todo esto es un truco tuyo.

Afortunadamente no lo es, gracias a dios que ese maricon no es hijo mio.

Ricardo solo dio un fuerte gritó y tiro el teléfono contra la pared cortando la comunicación de la llamada.

Lágrimas de los ojos de militar recorrían por sus mejillas, no podía creer que Nicolás en realidad era su hijo, y lo peor de todo que se lo estaba cogiendo. Pero no se quedaba conforme con lo que leyó hace unos momentos.

Ricardo regresó a casa, tomó del peine de Nicolás unos cabellos y fue a un laboratorio para realizar la prueba, el resultado saldría en diez días.

Ese mismo día Ricardo puso de cabeza todo y encontró las pequeñas cámaras y lo micrófonos y los destruyó. Decidió también despejar el antiguo cuarto de su sobrino para que vuelva a ser utilizado por él, de un momento a otro decidió cambiar la relación y el trató que tenía con el muchacho.

Esa misma tarde Nicolás regresando de la escuela se encontró con el primer cambio ya que al acercarse a Ricardo para saludarlo con un beso, este se negó.

¿Pasa algo amor? – preguntó Nicolás.

No pasa nada – respondió fríamente.

¿Entonces?

He estado pensando y será mejor que no sigamos con la relación que teníamos.

Con la cara desencajada Nicolás se acercó a Ricardo para intentar tocarlo.

Pero ¿por qué? ¿Hice algo mal?

No tú no, pero yo sí, nunca debí dejarme llevar – dijo Ricardo sosteniendo los brazos de Nicolás.

Por favor amor, no me digas eso.

Y ya no me llames amor, volveremos a tener el trato de antes.

Nicolás vio que su tío hablaba enserio y no preguntó más, se secó las pocas lágrimas que estaban saliendo y se alejó de su tío.

Tampoco dormiremos juntos, puse todas tus cosas en tu antigua habitación, y la arreglé para ti.

De acuerdo – dijo Nicolás fríamente.

Tal vez ahora no lo comprendas, pero cuando llegue el momento lo harás y me darás la razón – le dijo Ricardo .

Nicky no lo escuchó, subió las escaleras para encerrarse en su cuarto y llorar.

Ricardo una vez que se quedó solo comenzó a hacer lo mismo, lloraba como un niño con una botella de wiski en la mano.

La duda y la culpa lo carcomían mientras esperaba los resultados de los análisis de ADN, la respuesta de aquel papel cambiaría su vida para siempre.

"99.9% de compatibilidad” – mostraban los resultados.

A Ricardo se le cayó el mundo encima, enterarse de que el chico con él que estaba viviendo un romance es su hijo y desde ese momento todo cambio.

Ricardo volvía a tratar al muchacho mucho más estricto que cuando lo conoció sin embargo se moría por abrazarlo nuevamente y tenerlo en sus brazos para luego hacerle el amor, pero no podía.

Muchas mujeres desfilaban por la casa, Ricardo de alguna u otra manera tenía que saciar sus ganas, lo conseguía por un momento, pero nuevamente volvía a desear a su hijo.


Cierto día saliendo de la escuela Nicolás fue interceptado por Reynaldo.

No intentes escapar o te meto un balazo justo en la frente – amenazó Reynaldo.

Papá, no me hagas nada – pidió Nicolás.

No soy tu maldito padre, así que cállate y sube al auto.

Reynaldo obligó a entrar al coche a Nicolás, llevándolo hasta la granja de su abuelo, donde golpeándolo y maniatándolo en una silla.

Nicolás no entendía tanta crueldad de quien pensaba que era su padre.

Al llegar a casa Ricardo notó la ausencia de su hijo, lo cual le pareció extraño pues Nicolás siempre llegaba antes, pero no se preocupó, pensó que estaría en casa de algún amigo.

Pasó el tiempo y el chico no llegaba, Ricardo comenzaba a estar intranquilo, miraba su celular a todo momento para ver la hora, ya era de noche, no podía esperar más, marcó al celular del chico.

Tras unos segundos de espera, una voz conocida respondió.

Se formó un nudo en la boca del estómago de Ricardo.

Vaya, hasta que por fin te acuerdas de llamar a tu pequeña putita – dijo Reynaldo a través del celular.

Como le hayas hecho, te juro que te mató – respondió Ricardo.

Yo que tú me ahorraría las amenazas, por el bien de ya sabes quién. Por cierto ¿Ya le dijiste la noticia?

Ricardo trató de calmarse.

¿Dónde lo tienes?

Primero respóndeme, ¿Nicolás ya lo sabe?

No aún no, te prohíbo que se lo digas.

Tú no estás en condiciones para prohibir nada.

Te lo pido por favor.

Bueno hermanito para que veas que no soy bueno no se lo diré.

De acuerdo, por favor dime ¿dónde lo tienes?

No cantes victoria Ricky, yo no se lo diré, se lo vas a tener que decir tú, estamos en la graja del abuelo, ven dentro de 30 minutos o lo corto en pedacitos – Reynaldo cortó la comunicación.

El alma se le salió del cuerpo al saber que su hijo estaba en esa situación, de manera veloz y tomando su arma de fuego, Ricardo condujo su auto hasta la vieja cabaña de su fallecido abuelo, entró sigilosamente a la casa apuntando con su arma, pero no encontró a nadie, finalmente fue al granero y Reynaldo ya lo esperaba con una pistola en la cabeza de Nicky.

Haces algún movimiento en falso y disparo – amenazó Reynaldo – Tira tu arma a un lado y acércate lentamente.

A Ricardo no le quedó más que obedecer y se detuvo a dos metros de distancia de ellos, Nicolás. El chico al verlo comenzó a balbucear bajo la mordaza que tenía en la boca.

Nicolás – dijo Ricardo.

Reynaldo le sacó la mordaza a la fuerza y Nicolás tomó aliento.

Señor, ayúdeme por favor – dijo Nicolás casi rogando.

Reynaldo con ánimos de seguir lastimando emocionalmente a ambos dijo:

_ ¿Señor? y que paso con “mi amor”, “mi cielo” y todas esas mariconadas que se decían mientras cogían.

_ Cállate, Reynaldo – dijo Ricardo.

_ ¿No me digas que es por la noticia que te enteraste hace poco?

_ ¿Qué noticia? ¿De qué habla? – dijo Nicolás.

_ Ah de veras el pequeño Nicky no lo sabe.

_ ¿Saber qué? – interrogó Nicolás desesperado.

_ Díselo – ordenó Reynaldo apuntando a su hermano.

_ Reynaldo, no le destroces de esa manera la vida a un niño.

_ ¿Niño? Pero si te lo coges peor que a una maldita puta, y ¿dices que es un niño?

Reynaldo amenazó otra vez presionando el cañón de su arma en la cabeza del muchacho.

_Si no se lo dices tú, se lo voy a decir yo y luego le vuelo los sesos.

_ Reynaldo, si estás haciendo todo esto por mí, solo mátame, pero deja a Nicky en paz.

Desde su sitio Reynaldo se envolvió en ira y grito:

_ ¿Crees que es por ti? ¿De verdad piensas que eres el centro de atención como para hacer todo esto por ti?

Nicolás temblaba muy asustado por la presión de la pistola en su cabeza.

_ ¿Entonces por qué haces esto?

_ Lo hago por mi maldita sea, porque quiero tener mi venganza, porque te odio. ¡Vamos dilo! 3, 2, 1

Y antes de que su hermano terminara de contar, Ricardo manifestó:

_ ¡Nicolás, yo soy tu verdadero padre!

Nicky no creía lo que estaba diciendo Ricardo.

_ No lo creo, él te está obligando.

_ Es verdad Nicky, soy tu padre.

_ Si no crees, te voy a leer la carta que la prostituta de tu madre me dejo cuando te abandonó – dijo Reynaldo sacando la carta original y comenzando a leerla.

Nicky terminó por convencerse de una manera muy confusa.

_ Ahora que lo dije, por favor deja ir a Nicolás.

_ Eso tendrá que esperar, primero tú y yo tendremos que arreglar cuentas.

_ ¿Qué piensas hacer? – preguntó Nicky.

_ Lo voy a matar – dijo Reynaldo disparando en la pierna a Ricardo.

_ ¡Papá! – Gritó Nicolás.

Ricardo se quejó del dolor.

_ Reynaldo, no me mates delante de mi hijo por favor, déjalo ir.

_ Pero si no te voy a matar primero, lo último que veras antes de morir será el cerebro de tu hijo regado por todo el granero.

_ Si quieres te lo pido de rodillas, por favor, déjalo ir.

_ Que buen padre te has convertido, si mamá estuviera viva estaría muy orgulloso de ti, claro exceptuando el hecho de que te follas a tu propio hijo, se volvería a morir.

_ Si mamá estuviera viva, se volvería a morir de la decepción por verte haciendo esto.

_ Cállate, a mamá nunca le importé, toda la atención te la daba a ti.

_ No es cierto Reynaldo, mamá siempre trato de estar contigo, de cuidarte, pero tú nunca te dejaste, porque te importaba más agradar a papá.

_ Silencio, todo lo que dices no es verdad, tú siempre fuiste el hijo favorito de mamá.

Ricardo, vio que Reynaldo estaba teniendo un comportamiento psicótico y continuó con su plan.

_ Cuan equivocado estas, mamá te amaba.

_ No, mi mamá nunca me amó, porque todo el tiempo antes de morir estaba contigo.

_ Si eso es verdad, pero acaso no recuerdas ¿por qué?

_ ¿No entiendo? ¿A qué te refieres?

_ ¿Ahora no recuerdas Rey? No te acuerdas cuando tú y el cerdo de tu padre violaron a nuestra pequeña prima.

_ Pero que tienes que ver eso con mamá.

_ Mi mamá los vio – le gritó Ricardo.

_ No, mi mamá no pudo habernos visto, no mi mamita no.

_ Si los vio, y le rompiste el corazón enormemente, pero aun así decidió callar.

_ Por eso mi mamá me dejo de querer – dijo en voz baja Reynaldo esta vez moviendo la pistola de un lado al otro.

_ Si así es hermanito, y sabes, cuando mi madre por fin se decidió ir y contar todo a la policía, el maldito de tu padre, la mató, la obligó a tomar veneno, amenazándola con matarnos.

_ No es verdad, tú me estás mintiendo, tú no estabas ahí.

_ Si, si estaba, ¿te acuerdas el accidente que tuve y me fracturé las costillas? Yo estaba en casa todo el tiempo, papá gritaba tan fuerte que yo escuche todo.

Reynaldo comenzó a llorar.

_ Mamá murió por tu culpa – le dijo Ricardo.

Reynaldo se tocaba la cabeza, tratando de procesar todo, luego apuntó directamente con el arma a Ricardo quien se estaba poniendo de pie lentamente, pero su psicosis le jugó una mala pasada, comenzó a confundir a su hermano Ricardo con su madre fallecida.

_ Todo eso es verdad Reyi, acuérdate – dijo Ricardo.

_ ¿Mamá? Eres tú – dijo Reynaldo llorando.

Ricardo se dio cuenta que su hermano había alcanzado el punto máximo de su psicosis, su realidad se había distorsionado, así que siguió con su plan.

_ Si hijo soy yo.

_ Mamá lo siento, lo siento tanto, no sabía.

_ No te preocupes hijo, ya todo está hecho.

_ Soy malo, ¿Cómo puedo hacer para que me perdones?

_ Hijo, tan solo hay una cosa.

_ Dímela mamita, haré lo que sea.

_ Dispárate en la cabeza, solo la muerte puede limpiar tus culpas.

_ Enserio mamá, ¿me lo aseguras?

_ Así es mi Reyi, yo puedo tomar tu mano mientras lo hagas.

_ ¿Reyi?, hace tanto tiempo que no me dices así – dijo Reynaldo poniéndose el arma en la cien.

La mente de Reynaldo se había distorsionado tanto que para él no estaba nadie más que su madre en el lugar

_ Pero y mi padre, está ahí contigo – preguntó antes de presionar el gatillo.

_ No mi amor, ese monstruo esta en otro lugar, no puede hacernos más daño.

_ Gracias mami, te quiero mucho – dijo Reynaldo extendiendo la mano para unirla a la de su madre.

Finalmente, después de esa conversación Reynaldo se colocó el arma en la cabeza, y con lágrimas en la mejilla, pero con una sonrisa de oreja a oreja, se disparó, saliendo la sangre en algunas direcciones.

Ricardo cojeando fue directo hacía su hijo y lo desató, Nicolás había entrado en shock.

_ Hijito, perdóname por favor, perdóname – le imploró abrazándolo.

Nicolás no podía articular palabra alguna.

_Por favor dime algo, mi amor, mi vida.

_ Soy tu hijo, soy tu hijo – solo repetía el muchacho.

_ Si mi amor, eres mi hijo – le afirmó Ricky besándolo por todos lados.

Uno de esos besos cayó en los labios de Nicky haciéndolo reaccionar.

_ Papá, es un alivio saber eso, no sabes cuándo feliz estoy por eso – dijo Nicky abrazándolo.

_ Mi hijo, mi precioso hijo, lo siento, te amo – le decía Ricardo dándole más besos.

Nicolás se advirtió de la pierna a su padre, y Ricardo se rompió un pedazo de tela y se la ajustó presionando la herida.

_ Papá tenemos que salir de aquí.

_ Si hijo, pero no podemos dejar esto así.

_ Entonces ¿Qué hacemos?

Ricardo sacó su celular y llamó a su mejor amigo, dándole algunas indicaciones y algunas cosas que necesitaría, Ayden no hizo preguntas y llegó de manera muy rápida al lugar.

_ Joder tío que pasó aquí – dijo Ayden entrado al lugar.

Ricardo le contó abreviadamente lo que había pasado.

_ Qué no me lo creo tío

_ ¿Ayden te comentó más a detalle luego, trajiste lo que te pedí?

_ Si claro, pero primero déjame ver esa herida.

_ No te preocupes, la bala solo me rozó la pierna.

_ Bien, ¿entonces?

_ A desaparecer el cuerpo – contestó Ricardo.

_ ¿Puedes ayudarme a cargarlo? - preguntó Ayden.

_ Si claro – respondió Ricky - Nicolás no puedes ver esto, será mejor que vallas al auto.

_ Quiero quedarme papá.

_ ¿estás seguro?

_ Si.

No se dijo más y Ricardo dejo que Nicolás viera todo, total, el muchacho había demostrado ser de carácter fuerte en muchas ocasiones.

Los hombres armando una pequeña hoguera quemaron el cuerpo de Reynaldo para finalmente quedar los huesos y luego enterrarlos, desapareciendo cualquier rastro de él.

Luego entraron a la cabaña y eliminaron todo rastro de los videos que tenía su retorcido hermano. Antes de entrar al auto y dirigirse a casa Ricardo hizo jugar que nunca tocarían el tema y se olvidarían de eso para siempre.

En el camino como Ricardo lo prometió le contó con más detalle, y Ayden aún no terminaba de creerlo.

Una vez llegaron a casa, Ayden se despidió y los dejó solos, no sin antes ponerle unos puntos en la herida de Ricardo que afortunadamente solo era una rozadura de bala.

Se asearon completamente, por separado, se pusieron los pijamas, y se encontraron en la sala.

Una vez que se relajaron ambos se abrazaron y se miraron fijamente a los ojos en medio de la sala.

El lenguaje corporal era obvio y los dos sabían lo que querían.

_ Nicky soy tu padre, esto que sentimos no puede ser, es incorrecto.

_ ¿Pero si era correcto cuando creías que era tu sobrino?

_ No pero no te vi crecer, no estuve presente en tu crecimiento.

_ Ya ves, ahí está la respuesta, nunca estuviste presente, no tenemos el sentimiento de padre e hijo, no existe, yo te veo como hombre, no como padre.

_ Hijo aun así esto es demasiado.

_ Papá solo déjate llevar, yo también te deseo tanto como tú a mí, además lo prohíbo es más tentador.

Dicho esto, la frágil barrera que se estaba colocando Ricardo fue destruida y se besaron, con lujuria y amor.

_ Necesito que me hagas el amor – dijo suspirando Nicolás.

_ Yo también lo necesito – respondió Ricardo.

Fueron tomados de la mano hacia la habitación principal y de quitaron la ropa, para concretar el acto en la cama matrimonial.

Ricardo olvido el dolor de su herida, y penetro a su hijo, haciéndolo volver a sentir todas las sensaciones de la primera vez.

Nicolás con las piernas levantadas y puestas en los hombros de su padre suspiraba de placer y emoción pues la penetración era suave y con amor, Ricardo acariciaba cada centímetro del rostro de su hijo con ternura.

Luego Nicky sugirió ponerse a cuatro patas y así continuaron, por largo rato, hasta que Ricardo comenzó a sentir una pequeña molestia por lo que decidieron terminar de costado, con esa posición el pene de Ricardo chocaba directo con la vejiga de su hijo, haciéndolo gemir un poco más alto.

Sin embargo, varios minutos después ambos eyacularon, Ricardo dentro de su hijo y Nicolás en la cama, manchando las sabanas.

Ricardo dejo su verga adentro y abrazo al muchacho suspirándolo y besándolo.

_ Te amo papá – dijo Nicolás.

_ Yo también te amo hijo – respondió Ricardo – Pero es muy raro, después de haberte hecho el amor, y me llames papá y yo hizo, es complicado de asimilar.

_ Lo sé, pero sabes, desde que te conocí siempre te vi como una figura paterna y deseaba que fueras mi papá, y afortunadamente ahora es verdad.

_ En algún momento Nicky, también desee lo mismo, siempre me dije que seria demasiado bueno que tu fueras hijo mio, o que mi hijo fuera como tú, y aquí estamos.

_ Sé que es raro, pero por favor dejemos que fluya, en la calle podemos ser padre e hijo, pero aquí, en estas cuatro paredes, podemos ser novios, amantes, todo lo que tú quieras mi amor.

_ Es algo muy loco esto, pero está bien, tenemos que mantener todo en secreto, con el resto seremos una familia normal, pero en esta cama, te haré el amor como nunca nadie jamás te lo hará.

La verga de Ricardo volvió a crecer dentro del ano de su hijo.

_ Te amo papito – manifestó Nicky .

_ Te amor demasiado hijito – respondió el hombre.

_ Hazme tuyo toda la noche – le suplicó Nicolás.

_ Tus deseos son ordenes amor – respondió.

Ricardo y Nicolás hicieron el amor toda la noche, sin descanso, y se durmieron poco antes del amanecer.

Nota:

-Tiempo después Ricardo reconoció legalmente a Nicolás como su hijo.

-Ricardo reportó la desaparición de su hermano y como nunca lo encontraron se declaró legalmente muerto, instituyéndose Ricardo como único dueño de algunas propiedades que tenían.

-Nicolás después decidió terminar su último año de la secundaria en un colegio militar y cuando termino se enlisto en el ejército.

-Ricky y Nicky vendieron la casa y otra propiedad, para comprase un departamento que pusieron al nombre de los dos, conformando un hogar de un padre soltero con un hijo para la gente, pero adentro eran más que eso.

-Después de algún tiempo Susana, la ex mujer de Ricardo, apareció con su hijo de un año en brazos y se lo dejó, renunciando a todo, la pareja lo crio como si fuese hijo de ambos, pero con la promesa de aclararle las coas cuando creciera .

Fin…


MUCHAS GRACIAS POR LEERME Y COMENTAR.

DENTRO DE POCO, ESTARE PUBLICANDO MÁS DE HOMBRE LOBO QUE NO SE PUEDEN PERDER, TRATARÉ DE PUBLICAR MÁS SEGUIDO, TENGAN PACIENCIA POR FAVOR. ADEMAS RETOMARÉ TAMBIÉN BAJO MUNDO, ESPERANLA CON SU REEDICION.

MI CORREO sexualesr@gmail.com