El tío alto y fuerte
Con un hombre así lo tenía dificil para competir y la única solución era ceder en su deseo.
EL TÍO ALTO Y FUERTE
Como cada viernes, mi mujer y yo acostumbrábamos a ir a una discoteca, lo hacíamos desde hace mas de 10 años, eso nos permitía pasar una noche sin hijos y disfrutando de algo que especialmente a Laura le encanta, el bailar.
Se perfectamente que no soy el tipo físico de hombre que le atrae a mi mujer, eso no quiere decir que no estemos muy enamorados ya que el físico no lo es todo, existen muchos puntos intelectuales de unión entre ambos, pero el hecho de que todos sus ex ligues sean tíos altos y fuertes ya da una pista, y considerando que yo no sobrepaso el 1.60 y 60 K, comprenderéis que la diferencia es abismal.
Vayamos a lo que quería relataros, aquel día no había mucha gente, seguro que el ser fin de mes influenciaba bastante, el ambiente, a pesar de ser agradable, era con menos gente de lo que solemos estar acostumbrados.
A ella le gusta mucho bailar, suele pasarse el 90% del tiempo en la pista moviendo su cuerpo, yo no aguanto tanto por lo que acostumbro a distribuir mi tiempo entre la pista y la barra, donde siempre encuentro algún amigo para charlar.
Aquel día, después de más de media hora moviendo mi esqueleto le dije que me iba a la barra, ella, como ajena a lo que hacía siguió bailando y desde allí la observaba. Pasados unos 5 minutos vi a un tipo alto y fuerte que se acercaba a ella y bailaban juntos, pero solo eso, sin nada que pudiera despertar ninguna alarma.
Cuando la música cambió por lenta (si, es de estas discotecas que por la noche ponen varias veces lento), Laura izo el gesto de abandonar la pista, seguro para venir a mi lado, pero el chico se acerca a ella y le dice algo al oído que ella acepta después de pensarlo un momento y se pusieron a bailar.
Tengo que decir que nunca fui un hombre celoso, quizás el que ella nunca me diera motivos ayudó ya que estoy segurísimo de su fidelidad.
Desde mi puesto en la barra seguí todos sus movimientos por que no es habitual que ella se ponga a bailar con un desconocido, pude ver que intercambiaban algunas palabras y que poco a poco se acercaban hasta acabar ella posando su cara sobre el pecho de este hombre que le sacaba mas un palmo, sin duda a ella lo atraía aquel chico que físicamente era su tipo.
No pasó nada mas, sus manos estaban muy decentemente colocadas por lo tanto no tenía nada que objetar.
Cuando se acabó el lento, Laura se despidió del chico y vino hacia mi, la vi muy nerviosa, nunca había visto aquella expresión, me dio a pensar que sintió una atracción por el chico y estaba nerviosa por lo que podía pensar, se sentó a mi lado y ni tan solo comenté nada, pensé que si quería tendría que ser ella la que sacara el tema, y después de darle vueltas al final me dijo que había pensado de verla bailar con aquel chico. Le dije que nada, que ella podía bailar con quien quisiera, sin darle la mas mínima importancia. Seguimos hablando de cosas cotidianas pero me daba cuenta de que su mente estaba en otras cosas, hasta que al final le dije:
Parece ser que este tío te ha gustado
Bueno, te diré la verdad, no estaba nada mal.
Jajaja, así que te ha gustado
Bueno, solo físicamente, seguro que no lo cambiaría por ti
Ni lo dudo, le dije riendo otra vez.
Después de un ratito hablando de otras cosas y dejando este tema aparcado decidió volver a la pista, el chico, que ahora ya sabía que se llamaba Juan apareció de la nada para colocarse a su lado, Laura lo vio enseguida y con la cabeza le hizo un gesto de saludo para continuar bailando juntos y de vez en cuando comentar cosas al oído y reían.
Para cortar posibles avances decidí salir a bailar y así el tío se diese cuenta de que estaba al acecho, me saludó muy educadamente e incluso me dijo cosas presuntamente graciosas al oído, yo me hice el simpático y estuvimos un buen rato bailando los tres.
Cuando de nuevo pusieron música lenta esperaba que Laura se echara a mis brazos para bailar, pero Juan se adelantó y me dijo que si no me importaba que me robara la mujer para bailar este lento, educadamente le cedí el derecho y se pusieron a bailar, yo me senté en una mesa en la esquina del local pero muy bien colocada para poder ver todo lo que pasaba, en principio no había mucho que objetar, quizás estaban algo mas agarrados que antes pero a medida que el tiempo pasaba vi como Juan bajaba mas las manos que tenía en su espalda hasta llegar al inicio de su culo, pero lo que mas me preocupaba sinceramente no era esto, si no los ojitos que Laura ponía que reflejaban su satisfacción.
Cuando noté que su mano estaba justo a la altura de la goma del tanga de Laura, Juan jugó con ella resiguiéndola por encima de los finos pantalones y le dijo algo al oído, ella que respondió con una sonrisa para volver a colocar su cara en el pecho, mientras tanto Juan seguía resiguiendo la goma, primero por los costados pero se acercaba al centro sin que Laura se opusiera.
En este punto se acabó la música lente, se separaron y Laura, como desencajada me buscó con la mirada, levanté la mano para que me viese y vino hacia la mesa, no comenté nada de lo que había visto, pero ella estaba muy nerviosa y no se atrevía a mirarme a los ojos, además estaba totalmente ausente, quedaba claro que su cuerpo estaba allí pero su mente la tenía en otras cosas.
No había pasado ni cinco minutos cuando vemos a Juan que está muy cerca de nuestra mesa, seguro que Laura lo había visto antes que yo ya que le venía de cara pero no dijo nada, me levanté para hacer que viniese a nuestra mesa, quise tensar la cuerda hasta saber donde la situación podía llegar, como yo estaba sentado en una silla unitaria y Laura en una especie de butaca de dos plazas, tuvo que sentarse a su lado, nos invitó a unas cervezas y estuvimos hablando de cosas intrascendentes, pero poco a poco vi como Laura tomaba mas interés de lo que era debido en su conversación, supongo que ella era consciente de que me había dado cuenta de todo y al no intentar cortarlo le daba alas, cuando Juan posaba la mano en su pierna para enfatizar algún comentario, ella no la rehusaba, lo tenía clarísimo, Laura estaba atraída totalmente por aquel chico, o lo cortaba o daba el paso, era mi decisión, entonces me levanté y les dije:
Me voy al lavabo, y tardaré 10 minutos, después regresaré y aquí no ha pasado nada, ok?
Pueden ser 15?, me dijo Laura suplicándome
Ok, 15
Diciendo esto me fui, evidentemente primero entré en el lavabo pero enseguida salí para esconderme, lo primero que vi es que ya estaban morreándose, no esperaron ni el tiempo necesario para que no pudiera pillarlos, supongo que ambos sabían que era un margen que les dejaba de libertad, no desaprovecharon el tiempo, durante estos 15 minutos se besaron, se metieron mano, incluso por dentro de la ropa, no solo los pechos de Laura que por debajo la blusa era fácil, también por dentro de los pantalones, vi perfectamente como le desabrochaba los pantalones y metía su mano dentro, y su cara de placer cuando los dedos de llegaron al coño o como Laura lo masturbaba por dentro de los pantalones, por cierto que la cara de sorpresa que puso al tocar la polla me hizo pensar que su cuerpo y su miembro eran proporcionados directamente, y todo lo hacían sin importarles demasiado que los vieran otras personas.
Yo no perdía de vista el reloj, pero ellos tampoco ya que a los 14 minutos empezaron a recomponerse, Laura se abrocho los pantalones y vi como Juan le ayudaba a abrocharse el sujetador, se arregló el pelo y esperaron a que yo me acercara, cuando llegué aparentemente no había sucedido nada.
Juan dijo que tenía que irse y muy cortésmente se despidió de Laura con un par de besos en la mejilla y de mi con una fuerte encajada de manos.
Quedamos ambos en silencio, un silencio muy tenso, hasta que ella me dijo:
No me preguntas que ha pasado?
No, ni quiero saberlo, supongo que has satisfecho un deseo tuyo y me parece muy bien
Gracias cariño, me dijo mientras nos dábamos un beso
A pesar de que yo pensé mucho en lo sucedido, el tema ni tan solo lo mencionamos, el pacto de silencio era eficaz y nuestra vida continuó como siempre, quizás el único cambio fue que aquella noche, cuando hicimos el amor ella estaba más excitada de lo normal, pero eso no suponía un problema, todo lo contrario.
Mi temor estaba en que pasaría si volvíamos a encontrarnos a Juan en la discoteca, pero eso no ocurrió, al cabo de un mes se me ocurrió comentarle que era raro no haberle visto nunca mas, Laura me comentó que vivía fuera de la ciudad y que normalmente venía cada Jueves y se quedaba hasta el viernes, pero aquella semana tuvo que quedarse hasta el sábado y por eso coincidimos, pero que era altamente improbable que le volviera a ocurrir, y que era cliente habitual de los jueves. Como quien no quiere la cosa le dije que algún día podíamos cambiar el viernes por el jueves, así lo veíamos, y sonriendo me dio un beso.
Yo dejé que pasaran las semanas, esperaba su reacción pero ella no comentaba nada hasta que un día, después de hacer el amor me dijo que cuando pensaba cambiar el viernes por el jueves, le dije que cuando ella quisiese y me propuso aquella misma semana.
Así fue, aquel jueves nos dirigimos a la discoteca, ella se paso toda la tarde arreglándose, pensaba que yo no lo sabía, pero las mujeres siempre dejan rastro de estas cosas, además se puso muy sexy con una falda muy corta y una blusa casi transparente que dejaba adivinar el sujetador, pero yo no comenté nada.
A los pocos minutos de estar allí dentro apareció Juan, nos saludó muy contento y nos fuimos los tres a bailar rápido, por su expresión entendí que ya sabía que vendríamos, lo que quería decir que estaban en contacto. Cuando pusieron lento fui yo mismo quien le ofreció a Laura para que bailase y me dirigí a la barra, desde allí vi como Juan jugaba con el culo de mi mujer por encima la corta falda acariciándolo directamente mientras se besaban sin ningún pudor a que los pudiera ver.
Cuando acabó el lento se dirigieron a la mesa en la que me había sentado, la misma que aquel viernes, ellos estaban muy poco cortados ya que vinieron cogiditos de la mano y se sentaron en el sillón de dos plazas. Mientras conversábamos, cada uno tenía su mano en la pierna del otro, entonces les dije:
También queréis que me vaya 15 minutos al lavabo?
Te lo agradeceremos, dijo Laura
Me levanté e hice lo mismo que la otra vez, cuando pude observarlos ya se estaban morreando y no perdieron el tiempo, en pocos segundos la mano de Juan estaba dentro de la falda tocando el coño de Laura, la otra bajo la blusa acariciando sus pechos, ella, por dentro de los pantalones jugando con su polla, y todo eso sin separar la boca, vi que un momento se separaron, ella se incorporó un poco y vi claramente como Juan le bajaba el tanga, lo sacaba de entre sus piernas y se lo metía en el bolsillo, continuaron igual hasta que noté, por la cara de Laura que se estaba corriendo sin dejar de tocarle la polla por dentro de los pantalones, después, cuando ella se calmó Juan se concentraba en lo que Laura le hacia en su polla y su expresión me dejó claro que también se corría, además al sacar la mano Laura cogió un pañuelo y se limpió la leche, todo esto pasó en el minuto 14, justo el tiempo para que tuviera tiempo de recomponerse, y cuando llegué todo estaba en su sitio y tranquilo.
Me senté muy tranquilo aparentemente, ellos ya no estaban tan cariñosos el uno con el otro, seguro que el haber disparado sus pasiones los había calmado, hablamos de cosas triviales hasta que les dije que teníamos que irnos, al día siguiente tocaba trabajar. La despedida fue muy correcta, un par de besos para ella y una encajada de manos para mi.
Salimos del local hasta llegar al coche en total silencio, ella era consciente de que sabía perfectamente todo lo que había pasada, es mas, sabía que lo permitía, pero ninguno de los dos se atrevía a hablar.
Legamos a casa, la situación era extraña ya que solemos hablar mucho y llevábamos mas de media hora uno al lado del otro sin dirigirnos la palabra, cuando entramos en la habitación la agarré por la cintura y le dí un beso en la boca, se dio cuenta de que no sentía ningún enfado ni rencor así que este beso se convirtió en pasión. Nos fuimos desnudando mutuamente y cuando le saqué la falda apareció sin el tanga, le pregunté:
Y tu tanga?
Si no quieres saber la respuesta, no preguntes
Cerré el tema con un beso, el sexo fue muy explosivo, no se cuantas veces se corrió, pero yo lo hice dos veces, y esto hacía mas de dos años que no me pasaba, en este momento me di perfecta cuenta de que la situación me gustaba y excitaba, pero ella también.
Nuestra relación continuaba igual a excepción de lo que al sexo se refiere donde se intensifico y mucho, pero por nada tocábamos el tema ni comentábamos nada de Juan, era como un paréntesis en nuestra vida conyugal y de fidelidad que no había enturbiado nuestra relación.
Pasados tres meses de esto decidí un día, como quien no dice nada, sugerir ir otro jueves a la discoteca, la reacción de Laura no me la esperaba, me dijo:
Podemos pasarnos la vida sin hablar de este tema y de Juan, pero sabes perfectamente lo que pasó, estoy segura de que nos estabas viendo y ocultarlo es una tontería, ahora que podemos hacer ya?, yo ya he realizado mi fantasía, como dijiste tu, seguir con esto puede acabar siendo peligroso.
Claro que te vi, el primer día, el segundo en la pista donde ni tan solo te escondiste, y especialmente después en la mesa, pero no pasa nada, entendí que buscabas un poco de aventura y excitación, la obtuviste, para mi eso es todo
Claro que es lo que buscaba, pero ya la tengo, la disfruté, lo pasé genial y ahora lo recuerdo así, como algo genial, sencillamente, y puedes entender que a partir de aquí las cosas se pueden complicar solamente
Que entiende por complicarse?
Pues que él querrá llegar más lejos y la verdad no estoy muy segura de que sea capaz de resistirme, por lo tanto no voy a tentar la suerte.
Me estas diciendo que si Juan te pide follar tu no serás capaz de resistirte?
Si, exactamente esto, su atracción sexual para mi es muy alta, y no quiero que esto suceda, lo mejor es mantenerlo a distancia y ya está.
Dejamos la conversación en este punto, los días iban pasando y todo seguía como siempre, buena relación y buen sexo.
Una noche, cuando tuvimos los niños dormidos y en la tele no daban nada bueno nos pusimos a jugar a un juego de mesa de lo más normal de preguntas y castigos (nada sexual), a mí me salió una pregunta que tenía que hacerle que decía:
Dime un deseo secreto
Se puso colorada y nerviosa, no sabía que decir, entonces intervine:
Puedes decirme la verdad, no pasa nada, después de lo que hemos vivido creo que no puedo asustarme por nada.
Me da miedo que te enfades, me dijo
No lo haré, sabes que no me enfado por esas cosas
Es que tiene que ver con Juan
Pues dímelo, sabes que lo se y lo vi todo
Es que . Dijo titubeando..
Responde, sin cortarte
Mi deseo secreto es follar con Juan.
Ves como no pasa nada, le dije, me encanta que seas tan sincera
No te molesta?
Me molestaría si me lo ocultaras, pero si me lo dices, no
Seguimos jugando haciendo que aquello fuera algo sin importancia, sabía su deseo secreto, a pesar de que ya lo intuía.
Cuanto mas pasaban los días mas era consciente de que aquel deseo de mi mujer era muy profundo, incluso llegué a la conclusión de que si no hacía nada podía desencadenar algo peor, así que decidí, con la excusa del trabajo, ir el siguiente jueves a la discoteca solo, allí le encontré como esperaba y le plantee lo que pensaba, sin duda él sentía mas o menos lo mismo y decidimos prepara la estrategia.
Al llegar a casa le dije a Laura que el siguiente jueves tenía que ponerse muy guapa ya que habíamos quedado con unos clientes para ir a cenar, a ella le encantan estas veladas, me preguntó su perfil, para ver que ropa ponerse, le dije que la otra mujer era muy sexy y que solía llevar ropa atrevida y que ella no podía ser menos, se que le gusta siempre estar a la altura en estos casos.
La semana pasó tranquila para ella que no sabía nada, pero nervioso para mi, no estaba muy seguro de donde podía llevarnos lo que íbamos a hacer, pero ya estaba decidido.
El jueves por la mañana le recordé a Laura la cita, me dijo que no lo había olvidado y que tenía hora en el salón de belleza para aquella tarde. Llegue a casa hacia las 7, ella estaba acabando de preparar su ropa, para la ocasión había escogido un vestido negro que le quedaba como una segunda piel, además muy corto, me dijo que se pondría una falda debajo pero le hice desistir alegando que con lo sexy que le gustaba vestir a la otra mujer, le haría parecer mojigata. También tenía mi ropa preparada, me dirigí a la ducha para avanzar, cuando salí ya estaba vestida, realmente estaba sexy y preciosa, le sugerí que se sacara el sujetador, ella primero no quiso pero alegué que aquel vestido quedaba mucho mejor sin, después de insistir un poco lo conseguí, al darse la vuelta vi que la tira del tanga se le marcaba perfectamente, lo que le daba un toque muy sensual.
Esperamos impacientes a que "los clientes" nos vinieran a recoger a las 9 en punto, y justo a la hora sonó el timbre, fuimos ambos a abrir, y la gran sorpresa para ella, era Juan. Laura no entendía nada, quedó desencajada y sin saber que decir, pero hice que pasáramos al salón, Laura no decía nada por que no lo entendía, serví una cerveza a cada uno y le dije:
Hoy es el día de cumplir tu deseo secreto.
Juan se acercó a elle y le dijo:
No te preocupes, lo pasaremos bien, creo que ambos nos tenemos ganas, ahora tu y yo solos nos iremos, no te preocupes por tu marido, el lo sabe todo y lo ha planeado con todo detalle.
Laura me miró, no sabia como responder a aquello, se levantó acercando sus labios a los míos y me dijo simplemente "gracias"
Les dije que se fueran ya, vi por la ventana como salían cogidos de la mano, Juan le abrió la puerta del coche en una de aquellas cortesías ya poco usuales, Laura entró, Juan puso en marcha el coche y se alejaban.
El tiempo no pasaba, sonaron las 10, 11, 12 ., y Laura no regresó hasta las 4, yo estaba en el salón esperándola, se echó a mis brazos y le dije:
Como ha ido?
Maravillosos, ha sido maravilloso, como en mis sueños
Sabes, he pensado que mejor no me lo cuentes, esto será tu secreto, estas de acuerdo?
Claro que si cariño.
A pesar de lo tarde que era tardamos poco en estar desnudos y follar, el notar mi polla en aquel coño que seguro poco antes había sido follado por otra polla me excitó mucho, además, notaba que estaba mas dilatado de lo habitual, y muy cerca de su pezón tenía una marca inconfundible que la había hecho él.
Con esto que pasó ganamos mucha pasión y complicidad, nunca hablábamos directamente del tema pero ligeras insinuaciones y dobles sentidos si había.
Yo no estaba tan seguro de que ella se conformara con una sola noche, pero nunca comentaba ningún deseo de repetir, cosa a la que no me hubiese negado en absoluto.
Una noche de las que salimos encontramos a unos amigos y bebimos más de lo que solíamos hacer, cosa que hizo que nos volviéramos muy abiertos, de vuelta a casa, cuando la estaba desnudando para follar le dije que si lo hacía tan bien como Juan, ella me dijo:
Con Juan solo follé una vez, con tigo hago el amor
Y no te gustaría repetirlo?
Claro que me gustaría
Creo que fue algo que le salió del corazón y que dijo por la carga de alcohol, pero entendí que su deseo era continuar con aquel hombre y se frenaba por que entendía que no estaba bien.
Al día siguiente, tranquilamente le dije:
Quisiera hablarte de Juan
Creo que es un tema pasado, y además pactamos no hablar de ello.
Pero es que se que te gustaría repetir
No estoy segura de que lo que desee es repetir otra vez
Ahora no te entiendo
Mira, lo que realmente deseo es repetirlo periódicamente, aquel día alcancé unas metas de placer que no creía ni que existieran, si quieres te contaré que me corrí mas de 10 veces en una hora, y se que si repito me será mas difícil de lo que me resulta en este momento haber renunciado a este placer.
Contéstame solo a una pregunta, si pudieras, cada cuanto te gustaría repetirlo?
Una vez al mes.
Y si se lo propones a Juan?
Él seguro que quiere, el problema eres tu
Yo?, su tu lo deseas, por mi no hay problema
Entiendo bien?, quieres que tu mujer, una vez al mes se folle a otro hombre?
No lo has entendido bien, quiero que mi mujer, una vez al mes cumpla un deseo que tiene, si eso es lo que acabas de decir, no tengo inconveniente.
Y si te digo que mañana Jueves quiero hacerlo?
Pues queda con él y lo haces
Te quiero más que nunca.
Pues si, al día siguiente vino Juan a buscarla y regresó hacia las 4, totalmente satisfecha según ella, y eso lo vienen haciendo una vez al mes sin faltar ni uno, en este tiempo, ya hace mas de cuatro años, las únicas cosas que han cambiado es que:
El Jueves que toca ya ni viene a casa, cuando sale de trabajar se va directamente a su hotel y se queda toda la noche, saliendo de allí para ir a trabajar, es decir, no la veo desde el jueves por la mañana hasta el viernes por la noche
Ya no usa condón, me pidió permiso y yo accedí
Y especialmente:
Ella está siempre muy caliente
¿ Quien puede decir que no he salido ganando también yo ?