El tiempo lo dice todo
Mi mujer, la oportunidad de oro de cumplir mi fantasia y la suya?
Necesitaba esas vacaciones, después de tanto estrés, llevar a tantas personas a mi cargo, esa contaminación de Barcelona y de hacer poco deporte en este ultimo año, por fin me fui de vacaciones con mi mujer.
Este año nos apetecia estar por Cataluña en hoteles rurales, a si que me decidí buscar por internet, encontré un par que me hicieron gracia, parecían tranquilos y rodeados de naturaleza.
Con mi mujer me llevo de maravilla, somos una pareja de 38 y 39(ella). Tengo que reconocer que llevamos mucho tiempo juntos y de vez en cuando nos imaginamos alguna situación morbosa con otra persona, y lo que es mejor, nos lo contamos sin mas disfrutando de nuestras relaciones.
Esto de comer todos los días lentejas, cuesta un poco y vamos variando con nuestra imaginación.
De vez en cuando quedamos con amigos respectivos y dejamos llevar nuestra imaginación a encuentros fortuitos con ellos, en nuestra imaginación, después de haber vuelto a casa y hacer el amor. Esto es lo máximo a lo que hemos llegado, y aunque le digo que podríamos correr alguna aventura, si bien es cierto que yo me he corrido
Alguna en nuestro matrimonio sin que ella lo sepa, no se atreve a ello ya que cree que podría terminar con nuestra relación. O por lo menos si lo ha hecho con alguien justo antes de estas vacaciones, yo ni me he enterado.
En el transcurso de la estancia en el primer de los hoteles rurales, cerca de la costa de Girona, todo estaba muy tranquilo, nada que comentar en este hotelito encantador.
Entrando en la historia, algo ocurrió que me dejó atónito y que quiero contarlo por que todavía me recorre por las venas un alto grado de testosterona.
Todo era muy tranquilo en el hotelito, apareció el segundo día un chico que trabajaba en la casa, un chico alto, apuesto, encantador, un poco despeinado pero tengo que reconocer que muy atractivo. Noté que a mi esposa le había hecho gracia y una vez salimos de la estancia le pregunté directamente en tono jocoso que el chico no estaba nada mal, verdad?. Ciertamente me dijo sin muchas dilaciones que hacia tiempo que no veía un chico tan atractivo. En realidad no es para tanto pero es que cuesta ver chicos que le entren a una de verdad, me contestó francamente.
Nos marchamos esa mañana para la playa y volvimos bien tarde al hotelito. Nos duchamos a eso de las 8 de la noche y decidimos descansar un rato en la cama antes de bajar a cenar.
Estábamos fresquitos después de una ducha ansiada por el calor del sol, desnudos y nuestros cuerpos fresquitos y perfumados, nos recostamos en la cama acercando bastante nuestros cuerpos, le empecé a tocar el culo y las piernas y sin intentar nada mas vi que abría las piernas afloradamente.
Veía su pubis y sus labios todavía humedecidos por la ducha, o eso creía yo, a si que me decidí a acariciarle lentamente sus labios. Esa humedad que percaté no era de agua, era más viscoso y noté que tenía el coñito bastante mojadito. Seguí acariciando su coño y como cada vez se abría más y se contorneaba, pensé que una comidita de su coño le gustaría más. A si que bajé lentamente mi boquita por su cuerpo mientras seguía tocando sus labios y clítoris con mis dedos, hasta que llegue después de darle un par de mordisquitos.
Como tenía el coñito de empapado, como muchas veces le pasé la lengua por su clítoris y en un par o tres de pasadas empezó a arquear un espalda, levantando su ombligo apuntando al cielo y despegándome rápidamente de su coño ante
la sensibilidad de su clítoris recién extasiado y se corrió mientras mi lengua jugaba y chupaba su chochito sin parar.
Después me puse encima de ella y sin dejarla descansar la penetré lentamente. Fue bastante fácil, estaba muy mojado, mientras me la follaba con mis golpes
sobre su pubis le pregunte por que estaba tan cachonda y me confeso que se estaba imaginando que el chico se la estaba follando salvajemente. JODER!!!!! se estaba volviendo a correr!!!!!
Mientras me contaba la historia entre palabras que ya no podría ni escuchar bien, me vine dentro de ella dejando un reguero de leche increíble. No se, me había dado mucho gusto pensar que se estaba follando a aquel tio. Una sensación extraña se quedó en mi barriga y se mezclaba entre placer y temor.
Cuando la miré fijamente a su cara, le vi un rostro iluminado y sonriente, verdaderamente le había dado mucho placer. Le pregunté si le había gustado y no tardo
un segundo en responder un rotundo SI. Sabía que ese hombre le había gustado y en un entorno relajado en el que estábamos era un lugar muy propicio para dejar volar la imaginación.
Le comenté que estaría bien tener un desliz dentro de nuestra larga relación marital y me confeso de nuevo que estaría bien, pero como tantas veces siempre nos quedábamos en ese punto y nunca avanzamos mas.
Bajamos a cenar y como no, el chico estaba sirviendo la cena. Nos lo presentó nada mas verlo el dueño, la verdad es que era un hotel rural pequeño, acogedor y muy familiar, parece que estaba desde hace poco trabajando y ayudando a servir las cenas y los desayunos, entre otros menesteres de mantenimiento. Mi mujer bajaba con una vestidito sencillo y bastante corto, en el hotel había pocas habitaciones y eso nos daba la oportunidad de ir bastante normales vestidos.
Veía como mi mujer, cada vez que el chico le traería algún plato, le sonreía de una manera natural, pero a la vez podía entrever que si yo no hubiera estado, alguna palabra se hubiera cruzado.
Pude ver una sonrisa piadosa, nada corriente en la forma de ser de ella. El chico diría que lo captaba, y estoy seguro que se dio cuenta, no dejaba de venir a la mesa cada dos por tres para preguntar si faltaba algo.
A mi mujer le comenté.. Vaya con el niño de la casa, vayas sonrisitas que tienes con él.
No había nadie mas en el comedor, esa noche solo cenábamos nosotros, nos comentó el chico. Eso le dio alguna idea bastante mala a mi mujer, no se, creo que el vestido lo tenia bastante subido, no se si expresamente o a propósito. El chico se acercaba desde su espalda, supongo que habría algún momento en que le veía la puntita de las bragas, por que eso de venir tanto!!!!. No se, serán imaginaciones mías, pensé.
Después de la cena salimos a la terraza y estuvimos charlando y se apuntó el chico también, aparecieron otros clientes que venían y se recogían ya en el hotelito, estuvimos contando cosas banales, pero notaba como la voz de mi esposa había cambiado era mas dulce de lo normal, me deje llevar por esa situación y dejar disfrutar a mis esposa, me parece que estoy atontao, serán imaginaciones mías o es realmente lo que estoy viendo, seguía pensando!!.
Mi esposa, cuando estamos en casa en momentos íntimos de vez en cuando me comentaba que en su trabajo no hay ni un chico y siempre comenta que tengo mucha suerte de disfrutar en el trabajo con la cercanía de personas del sexo opuesto. Supongo que encontraba buenos momentos de relación social con las personas que allí se encontraban y supuse también quería explayarse un rato.
Bueno, después de tanto hablar, ya eran casi las doce y nadie se quería mover de su sitio, hacia buena temperatura y parecía que las conversaciones daban de sí.
Como me encontraba algo cansado del día y tenía ganas de ver las últimas noticias del día le dije a mi mujer que me subía a la habitación a leer un rato, que la esperaba allí. Me comentó que subía enseguida. (si hombre, dieron la una y media y fue cuando exactamente abrió la puerta de la habitación). Me desperté y mientras iba al lavabo miré el reloj de mi móvil que había dejado en la mesita. Yo me hacia el dormido, por su lado de la cama y por el espejo pude ver como se quitaba el vestidito, las braguitas y como iba sin sujetador, como muchas veces, se puso el camisoncito de tirantes, que solo le llega hasta la cintura y se metió en la cama.
Notaba como su respiración estaba alterada, no sabía por qué. Se me acercó para ver si estaba dormido, en ese momento me dio un pequeño empujoncito e hice como si despertara del todo, me di la vuelta y le di un besito en los labios.
Noté que me metía la lengua y dejé hacer, dudoso de lo que estaba haciendo, no entendía que tontería le pasaba. Como el que no quiere nada, medio adormilado, bajé mi mano a su culito y me volvió a abrir sus piernas, le puse la mano de seguida en el chochito y lo noté mojado, joder... pensé, que le pasa a mi mujer.
Quería de nuevo marcha a si que como me gusta comerme su coñito bajé hasta su cintura y percibí una vez allí un olor diferente, no se, raro, como a plástico, seguí bajando mas y justo a la entrada de su coñito olia a algo raro, se lo chupé y parecía que sabía como a condón, ese gusto plastificado del lubricante. Rápidamente me incorporé y le dije;
- parece como si oliera a preservativo no?.
Nooooo, me dijo ella, que estas diciendo, estas tonto o que?, anda, que estas dormido, si que tienes el olfato atrofiado, me comentó rápidamente.
A medida que le chupaba el coño, le iba saliendo sus jugos cristalinos pero con sabor a plástico. Alguna vez lo he probado de joven en eso de experimentar y conocer a que saben las cosas, poner la lengua en un preservativo o ver a que saben los de colores, en fin.
Me dediqué a chuparle y mi mente calenturienta se estaba imaginando que algo había entrado en ese coñito, se lo lamía de abajo a arriba, rozando el clítoris y sus labios sin parar.
En poco rato se estaba corriendo mientras me comentaba con voz baja, ya me lo he follado cariño, todita, me lo ha hecho, me ha follado y me he dejado...joder, se me estaba poniendo una tranca como un caballo, se corrió como una posesa. Estaba convulsa como en muy pocas ocasiones, los ojos los tenía como una hipnotizada, mirando al cabecero de la cama a la vez que tumbada, con la boca bien abierta, con la frente brillante indicios de haber sudado. Se que se corrió de maravilla.
Me incorporé cogí un pañuelito de papel y me limpié todas los jugos que tenía en mi boca, especie de sabor a coñito y a plástico.
Me puse al lado de ella, se recuperaba por momentos, le pregunté si le había gustado y me respondió que se había corrido con mucho gusto.
Que te estabas imaginando mientras te comía, le pregunté, dime la verdad, sabe tu coño a algo que no se que es.
Sonrió me puso su dedo índice en mis labios, haciéndome callar, bajó a mi polla que la tenía como un caballo y me hizo una mamada descomunal. Acabé en su boca, casi se atraganta, solté un buen chorro de semen. Me estaba imaginando que había follado con el chico. Caí rendido, con el corazón que me latía como con taquicardia, por mis venas corrían dosis de droga sexual, tan solo por mi imaginación?.
Nos pusimos a dormir... Un ruido en la cama a media noche me despierta, era mi mujer!!!! Se estaba masturbando bajo las sábanas!!!! Joder, esto es demasiado.
No quise decirle nada, quería dejarla hacer, nunca en los años que llevamos juntos la he visto masturbarse, el corazón me volvía a ir a mil, pero me quedé inmóvil, escuchando su respiración y sus movimientos. Se me puso de nuevo la tranca como un caballo.
Acabó con una apnea después de llegar a su éxtasis, se quedó sin aliento.
A la mañana siguiente, nos levantamos como si nada, bajamos a desayunar, no encontramos a nadie, solo al dueño, al parecer el chico le tocaba fiesta, una vez sentado y entablada la conversación de lo que íbamos a hacer ese día, le pregunté mirando a sus ojos,
Anda cariño, ayer si que tenías ganas, no?.
Oye, noté algo raro, no se, un olor en tu sexo que nunca lo había olido.
Después de un instante de silencio y de mirarme a los ojos (se que en ese momento, en que tan solo había pasado un segundo, muchas cosas pasaban por su cabeza), me sonrió y me dijo;
-¿Ahhhh? tuve una aventura con el chico.
-Si hombre, que mas quisieras tu. Le contesté.
- nooooo es broma hombre, imaginaciones tuyas maridito mío. ¿Como voy a hacer eso hombre?, ?estas tonto o que?.
Ahí quedó todo, y pasamos el día como cualquier otro...
Fue pasando el tiempo, de vez en cuando, cuando volvemos a hacer el amor, algunas veces me cuenta una historia, que todavía no se si es fantasía o totalmente cierta, a la cual mi esposa nunca me acaba de decir que si se lo inventa o no, el caso es que muchas veces se moja cuando me lo cuenta y me dice que le entra no se que por la barriguita.
Siempre me cuenta que mientras hablaba en la terraza con todos, entró un momento a coger un panfleto de esos que están en los hoteles rurales, que te dan propaganda de las cercanías. El chico le cogió la mano y la llevó a una sala colindante.
Le tapó la boca y le susurró al oído que sabía lo que estaba buscando, que no era la primera que se lo insinuaba.
Vamos, yo no creo sinceramente que alguien se abalance de esa forma, mas bien se le insinuó mi esposa, pensaba, por que no era normal que alguien quien regentaba un hotel hiciera esas cosas.
Me comentó que le besó el cuello y le mordía el lóbulo de la oreja, se lo chupaba, al ver que no ofrecía resistencia le empezó a sobar los pechos, y le metió la mano bajo la falda. Le sobaba sobre las bragas y le metía el dedo en la raja de dejaba sus labios, le apartó al lado la poca tela que tenía las bragas y la empezó a masajear el coñito. Me decía que en ese momento no estaba mojada, que había ido muy rápido y que no sabía como reaccionar.
Se apartó un momento aun metro de ella y le dijo, espera aquí un momento, mi mujer quedó medio desnuda, con la respiración muy agitada y con una duda, --indecisa, sin saber que hacer, pero al fin y al cabo no salió corriendo, a si que creo que se dejaba hacer.
El chico volvió con algo en la mano, era un condón!!!!!. Le hizo que se lo pusiera, en una gran tranca, de unos 20 cm según ella. Le volvió a mover las bragas y fue introduciendo la punta de su rabo en el coño de mi mujer. El condón lubricado fue entrando poco a poco y empezó un vaivén de muy señor mío, ella respiraba a la son de sus golpes, no lo miraba a la cara, tan solo le cogía la nuca y ponía su boca en el hombre de él.
Con tanto detalle, no sabía si se lo estaba imaginando o si lo había vivido de verdad. Pero insistía siempre en los mismos tan precisos.
Se corrió mientras le caía a mi mujer una baba de su boca, quedando mojado el hombro del chico, le daba unas sacudidas de escándalo. Me comentó que noto por un momento un pollón bastante duro y que apretó sus abdominales hacía afuera, apretando en una increíble corrida dentro del coñito de mi esposa.
Siempre era la misma historia, siempre la misma, después de algún tiempo se ha desvanecido un poco. Le pregunto a mi esposa si puedo ser yo ahora quien se invente una historia tan real como la que me cuenta.
En una mirada cómplice siempre me dice que le debo una historia como la suya y que la cumpla como y cuando quiera. Vamos, en pocas palabras, que se folló seguramente a aquel chico y ahora me deja a mí, en un pacto no hablado.
Pienso de vez en cuando como hacerlo, es fácil, me puedo ir de fulanas, pero no me hace gracia, más bien, no me da mucho morbo, me gustaría contarle una historia, de aquellas que he imaginado cientos de veces con ella.
Como la que me acerco a una pareja donde el marido quiere ver a su mujer con otro, donde nadie tiene experiencia, donde ella se ha preparado para la ocasión, con un buen conjunto y a la espera de ser tocada por su amante, me imagino que ella espera dudosa que le toque, deseosa de probar cosas nuevas, esa primera experiencia donde la mujer nunca ha estado en una situación similar, si mas no, en un encuentro donde el marido sepa que su mujer va a follar con otra persona diferente a él por primera vez y su deseo se va a hacer realidad. Eso es lo que me imagino algunas veces con mi esposa.
Quien sabe.. tal vez un día de estos, el destino conspire. Mientras tanto, sigo teniendo buenas sesiones de sexo con mi esposa.