El testamento de Tatiana (3)

Continua la saga de Daniela, transformada en chica por cuestiones del destino.

La ropa de chico, creí yo, no me sentaba del todo mal y escondía según lo supuse mis incipientes curvas. Nos dirigimos entonces hacia la playa y yo crucé el rifle arpón sobre el antebrazo, para no hacer muy notoria mi presencia, parecíamos un grupo de personas que alegremente se disponen a pasar un día de camping.

Por fin estaba convencido del éxito de mi empresa, que se llevaba a cavo pero no precisamente como yo lo había planeado, nunca sospeché tener que amenazar a nadie, pero en fin, ya todo estaba jugado.

Al llegar a la playa que siempre había permanecido casi desierta, me llevé una gran sorpresa, en ella estaba reunido todo el consejo de ancianos y sus asistentes precedidos por el Doctor que llevaba una carpeta bajo el brazo; esperaban frente al flamante bote de vela.

"¡ que nadie se mueva, por que me lo cargo a usted primero viejo!" les dije gritando con voz histérica, no me iba a detener a pocos pasos de mi ansiada libertad.

El Doctor, guardando una impresionante calma exclamó: "No es necesario que hagas esto, tus planes de fuga los sabíamos hace mucho tiempo, pero a fin de cuentas, a partir de hoy eres libre y puedes escoger entre: irte de la isla y terminar tus estudios o regresar a tierra firme según prefieras."

"No trate de engañarme viejito HP que a mi no me la hacen tan fácil, esperan que baje la guardia parta caer sobre mi, yo me largo y punto ya veré que diablos hago después, por ahora me largo y me voy solo".

"Está bien", contestó "como prefieras, si eso es lo que quieres, que entregaré tu nueva documentación, mas las escrituras de todos tus bienes e inmuebles, entre los que se encuentran el 51% de las acciones de la Cervecería W... y el mismo porcentaje de acciones de la planta automotriz S...., tu bote está listo con todo el equipo necesario y los sistemas de navegación apropiados, todo esto según lo estipulado en el testamento de Tatiana, si lo deseas podemos otorgarte un capitán, que conoce bien esta agua para evitar que encalles, ya sabíamos de tu intento de escape pero nunca lo hicimos notorio hasta ahora, para no cortarte las alas y evitar que hicieras estupideces y te pusieras rebelde". "jaja, ya me comí el cuento" le dije en toso sarcástico "a mi no me meten los dedos en la boca, apártense de mi camino o hago una estupidez" y reafirme mis palabras sacando la pistola de señales con mi mano libre y esgrimiéndola en ademán amenazador, luego lo pensé mejor, la idea del capitán no era tan mala y además al estar yo armado y alerta tendría absoluto control " y déjenme al capitán y un marinero que le colabore, además quiero toda mi documentación de Camilo." Toda la documentación prometida me fue entregada al instante, o mejor dicho depositada en el suelo frente a mi y retirándose para que yo la recogiera, aunque me hicieron la advertencia, que la de "Camilo" no me sería de mucha utilidad ya que estaba muerto y sepultado. (bueno realmente incinerado)

Al mirar de cerca la embarcación me di cuenta que no era exactamente el pequeño bote, éste había desaparecido y en su lugar se encontraba un velero de poco mas de 40 pies de largo y finas líneas muy marinero y deportivo, se veía que era una embarcación veloz, estaba todo pintado de blanco y con grandes letras de oro se leía en proa y popa "TATIANA II", vaya, vaya, parece que a fin de cuentas si me esperaban.

Embarqué bajo la mirada vigilante del consejo que se había retirado a una distancia prudencial.

Iría a tierra firme por fin, ¿pero a donde? Pesé inmediatamente en la playa donde nos reuníamos Ramón, Nicolás y yo, si, ese sería mi destino, puede que se encontrara en la cabaña Ramón o su padre, que me reconocerían y prestarían ayuda pero de todos modos, a fin de cuentas no quedaba tan lejos de mi casa paterna y podría tomar algún transporte hacia la ciudad o en su defecto hacer autostop. Le ordené al capitán que tomara rumbo al veraneadero dándole las instrucciones sobre su ubicación, éste sin pensarlo 2 veces y un poco nervioso por mi armamento que constantemente le apuntaba, sin tardanza ordenó al marinero levar anclas y nos hicimos a la mar. Era libre al fin, yo era autónomo de elegir mi destino no habría condicionamientos ni castigos y además era inmensamente rico. Mientras el capitán maniobraba el timón y el marinero accionaba las velas, decidí echar un vistazo al equipo del bote, era maravilloso, radar, sonar, brújula, GPS, telefonía satelital, un computador portátil al lado de éste, se encontraba un sobre con US 10.000 y dos tarjetas de crédito acompañadas de una nota de María deseándome suerte, (no había duda, todo había sido preparado, yo no había elegido el día de mi fuga, ellos se me habían adelantado, lo sabían todo desde el comienzo, estaba escrito en mi destino)

Definitivamente el velero estaba muy bien equipado, tenía un camarote propio magníficamente amoblado y otro independiente para la tripulación, en el cuarto de máquinas había 2 poderosos motores diesel que ayudaban en las maniobras de puerto y en casos de emergencia; no dudaba que esa maravilla bien dirigida sería capaz de darle la vuelta al mundo, su velocidad era considerable al ser impulsado por el viento. Y al salir nuevamente a cubierta, la brisa refrescó mi rostro dándome la sensación de libertad absoluta. El sol era abrasador, definitivamente mi pantalón largo y los vendajes de mi pecho, no ayudaban para nada, tenía que hacer algo, además no podía vigilar a mi tripulación día y noche, temía que al descuidarme y bajar la guardia fuera sorprendido y quién sabe que destino me depararían entonces, si bien la carta de María inspiraba confianza y ternura, no me sentía completamente tranquilo.

Entonces me dirigí al Capitán: "Es bueno pensar en hacer algo al respecto, yo no puedo vigilarlos constantemente" Él me respondió: " No se preocupe señorita Daniela, yo soy su empleado y empleado de la fundación, mi familia vive en la isla y yo estoy a cargo de su seguridad, respondiendo por mi y por el marinero que nos acompaña, no quisiera saber las consecuencias que mis malos actos, pudieran acarrear a mi familia y mi persona, puede usted estar tranquila, que yo respondo por nuestro comportamiento". Esas palabras hicieron que me relajara un poco, pero sin embargo permanecí alerta y armado para por si acaso, eso formaba parte de las maquinaciones de mis excaptores.

La otra gran preocupación que tenía eran mis pechos pequeños blancos que definitivamente, desentonaban con el resto del color de mi piel, me dirigí a mi cabina y cerrando la puerta, procedí a desvestirme y quitarme la faja que los aprisionaba, el contacto de mis dedos sobre los pezones, hizo que me estremeciera, eran realmente muy sensibles, el contacto luego de un rato me generó una muy buena erección tanto en los pezones como en mi miembro, sensación que pronto desahogué en un tremendo y frenético pajazo, luego de limpiarme en el baño privado de mi cabina, tomé la determinación de broncearlos un poco, me vestí con el único short que llevaba, producto de mi precipitada fuga, me quedaba muy apretado y por detrás se metía levemente entre mis nalgas, la impresión al verme en el espejo no era muy masculina, ya no tenía las estrechas caderas, estas se habían ampliado un poco, conservando, eso si una cintura delgada y la pérdida de masa muscular, hacía que mis hombros parecieran mas pequeños también, para no levantar malos pensamientos en mi tripulación, opté por cubrir los pechos con la parte superior de un bikini de colores muy vivos y sobre éste, una amplia camiseta que encontré en el armario, toqué los lóbulos de mis orejas, si, allí estaban esas como dos bolitas en cada uno, quién sabe si los huequitos se cerrarían algún día, curiosamente, añoré el contacto de los largos aretes y casi instintivamente, me puse un par de candongas medianas de plata, que llevaba entre mis joyas, definitivamente se veían bonitas y opté por dejármelas puestas, me gustaba su sensación al golpear el nacimiento del cuello. Tomé nuevamente mi rifle de arpones y una toalla, subiendo nuevamente a cubierta, como el timón se encontraba popa, y allí se encontraban los 2 miembros de la tripulación, me dirigí a proa, extendiendo la toalla, puse el rifle al lado, me quité la camiseta que enrollé a manera de almohada y desabroché el cierre delantero del bikini (que en este caso era solo monokini, ya que en la parte inferior tenía mis poco masculinos shorts, pero al fin y al cavo era lo que tenía a mano) disponiéndome a tomar un baño de sol, mientras la brisa marina despeinaba mis cabellos, a pesar de estar recogidos hacia atrás, desde la mañana, como el lazo trasero me molestaba un poco me lo solté, la sensación contra el viento era fabulosa, pero para evitar que el cabello se me metiera en los ojo, decidí, que la mejor forma de llevarlo, era posiblemente una trenza y sin tardanza comencé la labor, mientras esperaba que el sol diera un mejor color a mi pecho.

Por las noches, dejaba la puerta de mi recámara cerrada con llave y trancada por dentro, por seguridad, en los dos días siguientes de la travesía marina, había logrado un bronceado parejo, y mis pezones, parecían un poco mas oscuros, el roce permanente con la camiseta, que los hacía excitarse, me resultaba un poco incómodo y noté que al utilizar un bra o la parte superior del vestido de baño, esa sensación desaparecía casi por completo, motivo por el cual, su empleo era si no obligatorio, casi permanente, las cejas se habían poblado un poco, ya que había dejado de depilármelas 2 meses atrás, pero seguían innegablemente femeninas y ni rastro de mi barba, ella al parecer, no volvería a crecer, con el láser, me habían quemado los folículos de raíz "bueno, existen hombres lampiños" pensé.

La relación con los marineros, se hizo menos tensa y mas cordial, al tercer día de navegación de divisó tierra y fondeamos en la bahía frente a la playa del veraneadero, era el único velero que se veía en centenares de metros, la rada estaba vacía.

Le pregunté al capitán a que día estábamos y el respondió que viernes, decidí hacer una inspección previa a la costa, ya que posiblemente Ramón y Nicolás no llegarían hasta el día siguiente me puse una sudadera azul oscuro, muy holgada y zapatillas tenis, el capitán preparó un bote "Zodiac" inflable con motor fuera de borda y en su compañía llegué a la playa, una vez desembarcado, le pedí que me recogiera en 2 horas, durante esas 2 horas caminé hasta la cabaña, parecía no haber nadie, luego me dirigí a una tienda que se encontraba como a 4 cuadras de ésta, y con mi dinero, compré un pantalón corto de muchacho y alguna otra ropa, para vestirme para el día siguiente, no teniendo por el momento mas que hacer en tierra, me volví a embarcar, regresando al día siguiente. El corte de cabello a capas, me pareció muy femenino y pedí al capitán que me lo cortara, el accedió ante mis reiteradas súplicas, recortándolo en forma de hongo, dejándolo muy corto a los lados y atrás pero no en la parte superior, al verme al espejo, muy contento, le manifesté mi agradecimiento frente a su excelente trabajo y como premio les di 2 botellas de ron y les pedí que se tomaran el resto del día libre.

Esa noche, la esperanza del reencuentro con mis amigos me animó, estaba eufórico y no pude pegar un ojo, aproveché mi desvelo para arreglar un poco el desorden, que tenía en mi cabeza y se reflejaba en mi habitación, con ropa botada por todas partes, como no tenía mucha ropa de hombre todavía, aprovechando que estaba solo, me puse un vestido de arabescos, sin mangas que me daba por arriba de la rodilla, por encima del bikini completo, era realmente muy cómodo y fresco, entrada la noche, oí llegar el bote pequeño y salí corrí a saludarlos desde babor, ellos me manifestaron que hacía varias horas, se notaba movimiento en la vivienda que yo había visitado, decidí sin embargo realizar mi visita al día siguiente, le pedí al capitán que me despertara hacia las 8 am.

Al día siguiente, cuando el capitán llamó ya me encontraba perfectamente vestido con pantalón amplio de dril verde oliva con cinturón grueso de doble hebilla, camiseta blanca y camisa de manga larga, recogida hasta el codo muy holgada del mismo tono del pantalón, todo estratégicamente seleccionado para esconder mis curvas, me calcé unos mocasines y tomando la documentación en la que aparecía como Camilo me dispuse a mi segundo desembarco, al mirar la foto de mi documento de identidad, por primera vez noté, los grandes cambios operados en mi rostro, producto de las hormonas, mis pómulos eran menos aguzados, y mis mejillas mas rellenas, pero todavía conservaba un aire familiar, el capitán, un hombre correcto, me manifestó: "la señorita, está muy bonita, casi parece un señorito" eso me llenó un poco de alegría, posiblemente, Ramón y Nico, no notarían mi cambio, después de todo, había pasado mucho tiempo desde mi misteriosa desaparición. Por fin Camilo volvería a la vida, pensé.

Al desembarcar, me dirigí a la casa rápidamente pidiéndole al capitán que regresara al velero, o si prefería comprara algo de licor y volviera a el, para lo cual, le di algo de dinero, hecho que realizó en el acto dirigiéndose hacia la tienda, muy contento con mi generosidad y colmándome de bendiciones.

Era hora de presentarme, al golpeé suavemente la puerta y me abrió Ramón, el no estaba solo, adentro se encontraba Nicolás y otros dos muchachos que no conocía, el me miró extrañado y yo sin darle tiempo de hacer algún comentario le dije: "No me recuerdas, no me reconoces soy Camilo tu amigo" y diciendo lo anterior, en mi emoción le di un fuerte abrazo. El debió notar algo raro, pero rápidamente lo disimuló y me dio la bienvenida, Nico, con una sonrisa irónica, me saludó, "bienvenido Camilo sigue y te tomas una cerveza, tiempo sin verte, te creíamos muerto".

Yo ingresé en la casa despidiéndome del capitán que esperaba todavía en la playa luego de comprar su ron.

Sin mayor tardanza los otros chicos, me abrieron espacio en el sofá, quedando entre Nicolás y uno de los muchachos nuevos, Ramón me entregó una cerveza W... y para mis adentros pesé "que maravilla es de mi propia cervecería" luego les relaté una historia que apresuradamente había inventado, diciéndoles que yo realmente no había muerto en el accidente, si no que había quedado en coma y perdido la memoria, hasta hacía muy poco tiempo, pero que ya nuevamente estaba entre gente conocida.

Tomamos una cerveza, tras otra y ya al medio día nos encontrábamos todos bastante bebidos, sacaron unas cartas y nos pusimos a jugar poker, juego que yo dominaba y por consiguiente, rápidamente tenía casi todas las fichas, con el dinero que les había ganado, compramos mas cerveza y algo de comer, siguiendo la parranda sin interrupción, yo hablaba mas que un perdido cuando lo encuentran y ellos manifestaban un grave interés en mi charla.

Al rato uno de los muchachos nuevos, sugirió que nos bañáramos en el mar ¡problemas!, pensé ¡van a ver mis tetas y el cuerpo lampiño! "no gracias muchachos", comenté, "prefiero descansar un rato, vayan ustedes, yo los espero"

"Si es por falta de bañador, no hay problema, yo presto uno" se ofreció Ramón, yo muy turbado, reiteré mi negativa, ellos se encogieron de hombros y procedieron a cambiarse en frente mío, al ver sus cuerpos musculosos y sus buenos miembros, pensé "como han crecido, o yo me había empequeñecido, NO, seguramente habían crecido", al comparar sin querer mi miembro y bolas con los de ellos, se manifestaba realmente chiquito e infantil. "si realmente ellos habían crecido en todo sentido". Ellos al mirar que los observaba un poco atónito y fijamente, se sonrieron y me picaron el ojo, dirigiéndose a la playa, mientras yo me quedé bebiendo una cerveza tras otra.

Como hacía mucho calor, aprovechando que me encontraba solo en la casa, me quité la camisa, dejándome la camiseta, y al poco rato, con la frescura del ventilador, me quedé dormido. Me desperté sobresaltado al oír cerrar la puerta, rápidamente agarré mi camisa para cubrirme con ella mientras preguntaba como les había ido, Nico sonriendo, dijo que muy bien, mientras me miraba fijamente. Volvió a sentarse a mi lado con un nuevo par de cervezas, al rato uno de los nuevos sugirió que jugáramos "prendas" o "la verdad o penitencia" yo a pesar de estar bastante tomado me negué de plano, Nicolás, me pasó un brazo por encima del hombro, tomándome por sorpresa mientras me decía que no fuera gallina, su mano cayó sobre mi seno izquierdo, haciéndome brincar instintivamente, rápidamente quité su brazo mientras el sonreía, ¡ había descubierto algo que no era normal! Mientras yo hacía esto, el otro muchacho nuevo me puso su mano en mi muslo derecho subiendo la mano a mi entrepierna, ¡Esto ya era el colmo! Bruscamente lo rechacé mientras le dije ¡No me toque bobo HP, conmigo no son esas confiancitas, Usted puede ser amigo de Ramón y Nicolás, pero no mío, así que tenga cuidadito, donde pone sus garras" Nicolás y los 2 muchachos nuevos soltaron la carcajada y el que estaba mas alejado de éstos en tono irónico respondió " la niñita, nos resultó gallito fino, o mejor gallinita fina, Camilo sabemos que murió, y preguntamos al marinero del yate que a quién le pertenecía bote y el dijo que a Usted señorita, así que no se haga la santa, usted vino aquí por algo y le vamos a dar lo que está buscando". En un ataque de histeria e indignación traté de incorporarme pero fue imposible los dos muchachos nuevos y Nicolás se me abalanzaron encima sin darme tiempo de nada, Ramón trató de defenderme pero fue brutalmente rechazado, saliendo de la pelea con la nariz rota y molido a golpes muy molesto, salió de su propia casa y antes de cerrar la puerta dijo "yo con esos juegos si no me meto, sedo ante la fuerza bruta, pero que quede constancia que deploro y rechazo la actitud de Ustedes a quienes consideraba mis amigos, de aquí en adelante, no lo son mas."

Yo mordía, pataleaba, golpeaba, escupía, mientras con llanto en mis ojos y voz temblorosa pedía que me dejarán tranquilo, mis palabras cayeron en oídos sordos, entre mas me resistía, mas parecían ellos disfrutar, estrujaron mis seños, me arrojaron bruscamente al suelo haciéndome perder el aire, rasgaron mi camiseta y desabrocharon los pantalones, quitándomelos a viva fuerza al igual que mi ropa interior, al ver mi miembro uno de ellos, exclamó, "la muchachita, tenía una sorpresita, es una pequeña puta travesti, esto va ha estar muy rico muchachos". Yo lloraba de indignación e impotencia al verme descubierto y contemplar como me espichaban y comprimían mis incipientes senos, me sentía realmente ultrajado, se turnaron para sujetarme entre dos mientras el tercero se desvestía, " no sea HP Nicolás, yo soy su amigo, no sea HP no me haga esto, yo soy su amigo Camilo" El completamente borracho contestó " Tu eres una pequeña puta, que se parece a Camilo, pero mi amigo Camilo murió y tu con ese cuerpo de hembrita, ahora vas a ser mi diversión"concluido lo dicho, me levantó las piernas por encima de sus hombros y me ensalivó el ojito de mi ano a la vez que se ensalivaba su miembro, los otros dos HPS se arrodillaron sobre mis brazos, sujetándome las piernas en alto con sus fuertes manos y para evitar que gritara me metieron los restos de mi camiseta entre la boca, estaba completamente inmovilizado. Yo apretaba mis nalgas, lo que aumentó la alegría de los perros esos.

Un fuerte dolor me estremeció mi espina dorsal, "¡me habían violado, el maldito, de un solo golpe me había penetrado!", luego empezó a bombearme rápidamente, al cabo de un rato, lo sacó, volvió a ensalivarlo y nuevamente me lo introdujo de un golpe, esta técnica de sacarlo y volverlo a meter la repitió muchas veces, hasta que consideró que estaba suficientemente bien lubricado, de un brinco, cambió de posición mientras otro tomó su posición, el que todavía no había participado, comenzó a refregarme su pene por mi cara mientras se masturbaba me quitó de un tirón la camiseta de la boca y encajó fuertemente el índice y el pulgar entre mis mandíbulas impidiéndome cerrarla y comenzó a rozar mis labios con su miembro, Nicolás, hacía lo mismo tapándome la nariz para obligarme a respirar por la boca, luego me lo metió en la boca, pero la posición de sus dedos hacía imposible que pudiera morderlo, nuevamente, cambiaron de posición tocándole el turno al que faltaba, mi culo estaba realmente dolorido y dilatado, sentía como empujaban mi vejiga a cada envión haciéndome contraer para su deleite, mientras este último terminaba dentro de mi, el otro acabo sobre mi pecho, pasándome luego las manos por todo el cuerpo y apretándome los senos. estaba completamente untado Nicolás decidió terminar dentro de mi boca y me obligó a metérmela hasta el fondo yo no veía por tener empañados mis ojos en llanto, ya no podría aguantar mas ese maltrato.

En ese momento, de un fuerte golpe llegó a mis oídos, la puerta es derribada violentamente y un ser enorme como un tanque de guerra se precipita en medio de la sala agarrando por el cuello a dos de mis atacantes, Nicolás se descuida un momento y yo muerdo con todas mis fuerzas, él lanza un terrible y agónico alarido mientras se lleva las dos manos a la entrepierna, con un gesto de asco escupí y vomité el inerte miembro que aun palpitaba, me incorporé y limpié mis ojos, No había entrado un tanque, era toda una división blindada ¡ERA MARÍA!

Continuará

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