El testamento de Tatiana (2)

Continua la saga del personaje raptado por cuestiones del destino.

Esta es la continuación de mi historia producto del legado establecido por Tatiana mi exnovia, que fue el herrero, martillo y yunque forjador de mi destino,

Esa mañana, la felicidad irradiaba por mis poros y la idea de fugarme por minutos, tomaba mas fuerza, lo primero sería ganarme la aceptación y el aprecio de Maguila el Gorila para que ella bajara la guardia. Era necesario saber algunas cosas de mi enemiga para poder contar con herramientas suficientes que pudieran dominarla entonces utilicé mi primer arma, la hipocresía y falsedad con una sonrisa de oreja a oreja y voz dulce pregunté "si vamos a ser amigas es necesario que sepa algo de ti, ya que tu conoces absolutamete todo sobre mi, lo escrito y no escrito, el pasado, presente y porvenir, porque no me cuentas como te llamas y donde naciste, así como un poquito de tu pasado, ya que no puedo tener una amiga y confiar en ella sin saber siquiera quién es." Ella en silencio me miró fijamente "Me llamo María y soy Dominicana" "¿y tus padres?" repliqué, muy enojada contestó "eso a ti no te importa muchachita entrometida." "no es por eso María, es que me gusta saber con quién hablo y a quién le comento mis secretos" ella pareció comprender y mientras me acariciaba mi cabello con chaquiritas contestó "está bien te entiendo, mientras te vistes te comentaré un resumen de la historia de mi vida" ella tomó del armario un pequeño top y medias tobilleras rosadas mas una faldita de jean descaderara en tono aguamarina, como ropa interior seleccionó unos cucos cachetones blancos con pequeños corazones de un rosa muy pálido y un acostumbrador compañero. "pronto tendrás que escoger tu propia ropita, no puedo ser yo quién siempre la seleccione, hoy comenzará tu educación, para que aprendas a comportarte como una niñita bien educada" mientras yo comencé a vestirme poniéndome los cucos sin quitarme la toalla (como había visto hacerlo a mi madre muchas veces) ella comenzó su historia "Nací en República Dominicana hace no se cuantos años ya, a mi padre no lo conocí, el falleció en una riña de machete antes de que yo naciera, mi madre era lavandera y yo fui su única hija, cuando yo tenía como 3 años mi madre se volvió a casar con un maldito borracho que nunca levantó un dedo para trabajar y se apoderaba del poco dinero que mi madre ganaba lavando las ropas de la peonada de una plantación de caña, dos años después mi madre falleció y el viejo se dedicó cada vez mas a la bebida mientras yo con 5 años trataba de remedar el trabajo de mi madre, compensado por unas pocas monedas que la peonada me daba por compasión mas los alimentos que buenamente me regalaba la señora del patrón, una tarde que llegué con pocos centavos mi padrastro que se encontraba muy borracho me dijo: esto no alcanza ni pa’ media pinta de guarapo (jugo de caña fermentado) y luego de azotarme hasta que le dolieron las manos me rasgó mi único vestido y replicó: ya estás hecha toda una mujercita y es hora que te portes como tal, diciendo esto me obligó a arrodillarme sobre la tabla de picar la carne y abriéndome las piernas sin mediar palabra ensalivándose la punta de su miembro me introdujo su asqueroso miembro del grueso de un mango de hacha, por vagina y ano mientras escupía en ellos para lubricar la entrada, el desgarre y la perdida de sangre me hicieron gritar y llorar, mientras el me golpeaba hasta perder la conciencia, 4 días estuve con fiebre sin poder pararme de la cama, cosa que el aprovechó para continuar sus acometidas, casi dos meses duré recibiendo ese trato cada tarde que llegaba del trabajo, hasta que mis orificios parecieron comenzar a lubricar por si solos haciéndome menos dolorosa su actuación, a los ocho años, me mandó ligar las tropas en un hospital de caridad en la capital, dizque para que no fuera a quedar preñada y comenzó a venderme a los peones de las distintas haciendas por monedas o licor, el chisme se regó con rapidez y pronto el dueño de la hacienda se enteró, cuando el patrón lo supo, corrió a la choza donde vivíamos y sacando su revolver de 3 balazos despachó al viejo borracho, un amigo del patrón que estaba de visita en el ingenio y que era doctor se comprometió a cuidar de mi, trayéndome a la isla y luego de curar mis heridas me trató como a una hija, desde entonces nunca tuve nuevamente relaciones con ningún hombre y deseo tenerlas jamás. Esa es la historia de mi breve y feliz infancia".

Yo aterrado no daba crédito a lo que oía y no pude resistir el llanto, cuando una gruesa lágrima rodó por su mejilla, precipitándome sobre ella abracé su gruesa cintura que recordaba lejanamente el cuerpo de una nevera General Electric de los años 50. "Siento mucho haber sido imprudente y intrometida, lamento de veras lo que te ocurrió y quisiera haber sido yo quién matara a ese HP" y tengo que confesar, lo dije de todo corazón mientras ensuciaba de lágrimas, mocos y babas su traje blanco. Luego de vestirme fijando con cinta mi pene en la entre pierna, ella seleccionó unas zapatillas tenis del mismo color de la falda y salimos de la habitación a mi primer día como nena educada, le dije que la cinta me molestaba un poco y ella respondió " tienes dos opciones, o la cinta y aprendes a esconder tus testes en el interior, o un par de anillos, uno en tu frenillo y otro al lado del ano, para que tengas tu aparatito donde debe estar" me quedé con la cinta, "que maravilla poder escoger" pensé.

Durante el siguiente mes se me instruyó en los quehaceres domésticos básicos como el lavado de mi propia ropa interior, clases de maquillaje, manicura y tratamiento del cabello, mientras yo a escondidas almacenaba botellas con agua, un cuchillo, agujas, cerillas, hilo y muchos otros pequeños objetos útiles en mi proyectada fuga.

Como a la semana de iniciada mi instrucción, María me comentó "en vista de tu buen comportamiento el Doc. Va a permitir que te masturbes 2 o tres veces a la semana, con dos condiciones: lo harás en privado guardando el semen en un frasquito que inmediatamente entregarás a uno de mis asistentes o a mi misma y segundo no podrás tocarte en público obedeciendo todas las reglas" me sonreí pensando que todas las noches me masturbaba en privado mientras fantaseaba con mis pijamas de seda y satín, pero si querían guardar mi leche, a mi me daba lo mismo, tenía carta blanca para poder realizar unos buenos pajazos sin sensación de culpa, me estaba ganando su confianza.

Comencé a entregar los frasquitos 2 veces a la semana.

10 días después noté frente al espejo que comenzaba a ganar algo de peso, producto de la buena alimentación y de mis famosas vitaminas que tomaba con la rigurosa puntualidad establecida, ya que de mis fuerzas dependería el éxito o fracaso de mi plan.

Como premio al finalizar este curso de glamour me regalaron varios collares, anillos y juegos de aretes y con permiso de María pude quitarme los que me habían puesto inicialmente, al observar los lóbulos de mis orejas, me di cuenta que ellos habían cumplido su cometido, los orificios, posiblemente nunca cerrarían y las marcas serían permanentes "que diablos pesé, muchos muchachos, los utilizan hoy en día, posiblemente nadie se dará cuenta, puedo argumentar que es una cuestión de moda". Escogí para ponerme ese día unos bonitos aretes de fantasía de cadenitas con estrellitas en las puntas y ganchillo de herradura, para descansar de las mariposas traseras que me incomodaban a la hora de dormir, elección que fue aplaudida por María, permitiéndome, ponerme ese solo juego en lugar de los 2 pares habituales.

Prepárate por que mañana comenzarán tus estudios en el colegio de la isla, así es que ten listo tu uniforme" me dijo, luego de darme mi primer beso de buenas noches y consentirme con sus manazas por un buen rato.

Estaba exitadísimo esa noche ¿ como sería el primer día, quienes serían mis compañeros, cual sería su actitud frente a la nueva estudiante? Hasta el momento, no había tenido contactos con personas de mi edad desde mi llegada a la isla.

Esa noche no dormí mucho preparándome para la nueva jornada.

Me levanté recién despuntada el alba y luego de ducharme arreglé mi cabello, que desde entonces había crecido un poco con una cola de caballo, para cambiar la monotonía de las chaquiras, o de tenerlo suelto, a gusto con el resultado me rasuré los pocos vellos que habían comenzado a crecer en las axilas y al notar desde unos días atrás el escozor en la parte baja del abdomen, que producía el crecimiento de los pelos, una rasquiña muy desagradable e incomoda, pensé en la conveniencia de realizar de nuevamente la tortura de la cera, ya que me estaba acostumbrando a la frescura que se sentía en mis bolas y pene, con la ausencia de los "antiestéticos bellos púbicos".

Gracias al mes largo de permanencia en la isla aunado al uso continuo de minifaldas y pequeños shorts, mis piernas completamente depiladas habían adquirido un bonito tono caramelo, y para mis adentros pensé que muchas niñas y muchachos las envidiarían, ya no eran los miembros flacuchos del mes anterior y se veían bien torneados y redondeados casi femeninos, nada musculosos, sería necesario ejercitarlos en la escuela, al ponerme el acostumbrador noté unos pequeños endurecimientos en mis pezones y al tocarlos, un corrientazo, recorrió todo mi cuerpo forzando mi pene a un intento de erección a pesar de la cinta que lo aprisionaba, al ponerme mi blusa blanca se notaba una pequeñísima protuberancia, que también fue notada por María al ingresar a mi cuarto, luego de sus golpecitos acostumbrados en la puerta y de esperar un rato.

Al notarlos me dijo "no te preocupes, eso es normal, es por la dieta y la falta de ejercicio, pronto verás que desaparecen" ok. Asentí no muy convencido, ella prosiguió "hoy antes de ingresar al cole, tendrás una nueva prueba de múltiple escogencia, como no hay chicas de tu edad sin senos y tu vas a ir vestida de niña, es necesario que escojas entre estas tres opciones, un par de pearlsing en tus pezones para hacerlos mas notorios, unas prótesis de silicona que se te implantarán mediante una cirugía menor o unos senos postizos, que se fijarán con pegamento especial, y no podrás retirarte sin nuestro consentimiento, nuevamente me impactaban las ofertas, el terror a las agujas y las cirugías hizo que descartara las dos primeras posibilidades de plano, me tocaba optar por la tercera, a fin de cuentas, con el tiempo y su consentimiento, me las podría retirar "las prótesis falsas", le respondí " buena elección" contestó ella sonriendo,

"desde hoy como ya eres grandecita, no necesitarás el acostumbrador y tendrás tu primer sostén de verdad yo creo que una tasa A te quedaría bien, así sea para aguantar tus imposturas pero si quieres pueden ser B" "me da lo mismo, A esta bien, igual se van a notar" dicho lo anterior, me ayudó a desvestirme el torso nuevamente y a fijar las tetas de caucho huecas por dentro con un pegamento especial a prueba de agua, curiosamente habían logrado una tonalidad idéntica a la de mi piel, se sentían muy blandas y fofas, al hacer yo el comentario, ella replicó "a fin de cuentas no son de verdad, son solo para disimular mas tu apariencia masculina, es posible que con el tiempo las sientas mas duritas y rellenas, es un efecto que tiene este caucho al contacto con el agua y su exposición posterior al aire, pero solo se logra con el tiempo. Aunque me disgustaba mucho lo que me hacían no quería que mis adelantos en el intento de ganarme su confianza se vinieran abajo por culpa de una rabieta, ya había visto yo; a esos pobres eunucos deambulando por la isla vestidos como versiones porno de Alicia en el país de las Maravillas, humillados por todos los demás habitantes y destinados a los quehaceres mas denigrantes.

Al finalizar la postura, noté que a pesar de ser huecos e increíblemente delgados (casi como un guante de caucho) no se deformaban moviéndose muy poco pero en una forma bastante natural. "con esto, no te podrás molestar esos pequeños inconvenientes que tienes en los pezones, que con el tiempo ni notarás" argumentó María.

Al mirarme en el espejo, no podía creer lo que veía una vez puesta la blusa y un bra blanco perla con una pequeña flor en satín que se trasparentaba levemente por debajo de mi camisa blanca de colegio, observé frente a mi a una adolescente de unos 13 a 14 años con la piel ligeramente bronceada y unos senos de buen tamaño (falsos) vestida para su primer día de colegio, con aquella falda escocesa lisa por el frente con su primoroso ganchillo metálico y plisada por detrás, cuatro dedos por encima de la rodilla. Sin que ella me sugiriera, cambié mis aretes por dos pequeñas perlas, mientras ella sonreía.

"eres mi pequeña y estás muy guapa, serás bien recibida en la escuela y si alguien te hace algún comentario desagradable me lo haces saber inmediatamente".

Fui presentada como Daniela de 13 años, estudiante muy avanzada que llegaba de intercambio, para realizar mi último semestre de secundaria antes de ingresar a la universidad, era en teoría la mas pequeña del salón.

Rápidamente fui bien acogida por las demás alumnas que me involucraron en su grupo y pude notar la mirada lujuriosa de mis compañeros masculinos de quienes pronto intenté alejarme, mi reacción natural, fue conversar con ellos como muchacho que soy e incluso intenté jugar football (cogiendo mi falda con el gancho de metal como si fuera un pañal, para evitar que se me viera mi ropa interior) pero luego de varias y repetitivas manoseadas a mis piernas, nalgas y senos de caucho, sin querer queriendo, pero que denotaban claramente sus intenciones morbosas, así como dos intentos de quitar el gancho a pesar de mis protestas, hicieron que tomara la determinación tajante de mandarlos a la mierda, determinación que fue acompañada de dos excelentes puñetazos y varias patadas en las bolas al mas osado de ellos, comentando la historia de mi nana María, (sin mencionar su nombre) dije que no había nacido el HP que tratara de abusar de mi, para lo cual inventé la historia de que reservaba mi virginidad hasta que se me diera la regalada gana.

Desde ese día, las opiniones sobre mi se dividieron: algunos muchachos pensaban que era una marimacho, otros que era una niña de armas tomar que no se dejaba manosear de cualquier aparecido con ínfulas de galán de cine y para mis compañeras, era la heroína que le enseñaba a los mal nacidos y aprovechados cual era su lugar.

Transcurridos varios días comencé a notar que mis caderas se ensanchaban un poco y mis nalgas tomaban contextura, pero no así mis brazos, no le di mayor importancia, ya que me molestaba muchísimo mas el cosquilleo que sentía esporádicamente en mis pezones, cubiertos de látex, pensaba en lo delgado que había estado meses atrás y me dije que por fin recuperaba algo de carnes y mi físico.

Al comentarle a mi nana sobre la molestia en mi pecho, ella concluyó que podía ser una reacción alérgica al caucho y le comentó al doctor que me recetó unas nuevas píldoras antialérgicas.

Caminando por la playa observé por varios días una pequeña embarcación a vela que no parecía moverse nunca, y que no tenía un dueño aparente y me dije, "con este bote puedo volarme, siempre y cuando no sea capturado en flagrancia".

Como mi nana me daba permiso de llegar tarde luego del colegio, ya que salíamos con las chicas de compras (como yo no tenía dinero, las elevadas facturas eran transmitidas al Dr. Que escrupulosamente pagaba sin preguntar por el contenido de mis compras), eso me permitió comprar una brújula, bengalas, buena provisión de enlatados y un chaleco salvavidas, que escondía en una pequeña gruta que encontré en el acantilado sobre es que descansaba mi ventana y que había descubierto días atrás en mi primera expedición, para ver la factibilidad del descenso que parecía juego de niños comparada con las pendientes que escalábamos con Nicolás y Ramón.

Una tarde pedí permiso a mi nana para bañarme en el mar y escogí la playa donde estaba el bote, luego de ponerme un vestido de baño de una sola pieza, cuidando de esconder bien mis genitales para no ser pescado por imprudente, volví a mirarme al pequeño espejo del vestier de la playa mi cuerpo lampiño se veía fabuloso y me dije a mi mismo "pareces una niñita pero es por la pinta, esto cambiará con el tiempo y mas ejercicio". Escogí como deporte la natación y el buceo con aletas y esnórquel, cosa que le pareció natural a mi nana, compré un rifle arpón y dije que siempre me había gustado la pesca submarina, era tal la confianza de mis captores que no tuvieron ninguna objeción al respecto, posiblemente el contacto con el agua de mar hizo que el pecho de látex pareciera mas duro, pero como me habían advertido sobre los efectos que sufría este al contacto con el agua, pasé este detalle por alto sin darle ninguna importancia.

Las conversaciones con María día a día eran mas familiares y sus mimos y caricias eran frecuentes. Con mis compañeras, trataba que no me hablaran de chicos, o sea que se reducían a las compras, probarnos vestidos, tomar onces, hacer tareas, para evitar el tema de los chicos de la escuela, inventé un novio en mi lejano país, que me quería mucho y al cual adoraba etc, etc, etc. Para no equivocarme en su descripción física, escogí como modelo la imagen de Camilo es decir, yo mismo, o por lo menos la imagen que tenía de mi. Al imaginarme a mi con migo mismo me ponía calentísimo y me sirvió de fantasía para unos fantásticos pajazos que cuidadosamente embotellaba y entregaba a mi nana.

Con el tiempo la sensación de molestia en mis pezones pasó a la historia, y aunque a veces sentía corrientazos al contacto con el caucho que cubría mi parte superior dejé de sentirme incómodo.

El uniforme, que al comienzo era brutalmente erótico, el hecho de llevarlo durante toda la semana resultó por volverse monótono pero no por ello menos sexy. Durante ese tiempo compré mucha ropa incluidos pantalones de hombre y claro está algunos descaderados para no hacerme sospechoso.

Pasados tres meses de estudio en el colegio, un día mi nana me dijo: "Como te has portado bien todo este tiempo voy a retirarte los senos de caucho y nunca tendrás que volverlos a utilizar a no ser que tu quieras" " si nunca los volveré a utilizar que dicha" exclamé. Ella me vendó los ojos, cosa que yo identifiqué con alguna clase de placer erótico.

Cuando terminó de retirarlos con el disolvente especial, me aplicó varias cremas suavizantes en las zonas que habían tenido pegamento, sin tocarme los pezones.

"ahora puedes abrir los ojos me dijo al retirar la venda" cuando observé hacia abajo, ví los mismos pechos pequeños y bien torneados talla de copa A, pero esta vez eran muy pálidos, casi blancos, con unos pezones rosados paraditos y unas entre roscas del tamaño de medio Dollar de plata levemente mas oscuras. Mirando fijamente a mi nana me le enfrenté, "como que me los ibas a quitar, claro los otros por lo menos salían con el color de mi piel, pero estas mierdas blancas se ven horribles, quítamelos, si he de usar algo prefiero los otros, no esta porquería paliducha".

Ella me miró con ojos compasivos y me dijo "esta vez no puedo quitártelos por que son tuyos y están pálidos por que nunca les ha dado el sol".incrédulo los toqué y noté que eran firmes y sensibles "la puta madre, tenía tetas, pequeñas pero tetas, esto no era un chiste, los malditos locos no solamente me vestían de nena me estaban transformando en una" no continuaría con su juego me largaría la noche siguiente luego de recuperar mis tesoros escondidos y juntar toda la joyería que una vez en tierra firme podría vender. Le pedí que me dejara solo que quería pensar que por favor me complaciera y ella calladamente aceptó retirándose de mi habitación.

Comencé a llorar como pocas veces en mi vida y maldije una y mil veces a Tatiana, en ese momento lo comprendí todo, le habían estado proporcionando hormonas con el pretexto de complementos multivitamínicos, malditos locos, y yo ingenuamente había seguido su juego, pensando que ellos seguían el mío, que estúpido había sido. La sensación de sentir unos senos reales en mis manos era emocionante ¡PERO NO LOS MIOS! Intente fajarlos, hundirlos, desaparecerlos, pero allí estaban, turgentes y orgullosos sobresaliendo de mi pecho, noté que al fajarlos fuertemente los hacía casi desaparecer y procedí a hacerlo.

Al día siguiente me vestí completamente como muchacho fajando los pechos y peinándome con goma me volví a coger el pelo con cola de caballo, sin maquillarme y sin pendientes esperé la llegada de María armado con mi cuchillo que escondía en la espalda.

"maldita, hoy me largo sin importar las consecuencias, no intenten detenerme, porque poco me importa ya si alguien se me atraviesa lo mato o hago que me maten pero aquí acaba esta película de desquiciados mentales, no mas juego" reafirmé mi determinación echando mano al rifle arpón y apuntando con el a uno de sus seculares acompañantes negros. Ella cautelosamente viendo mi determinación se hizo a un lado.

Guardando mis joyas en todos los bolsillos de pantalón y camisa le dije a los dos negrazos "ustedes carguen el equipaje que tengo bajo la cama con eso tienen las manos ocupadas y no piensan pendejadas al primero que haga el mas mínimo movimiento en falso es hombre muerto y al que quede, le disparo con mi pistola de bengalas, que a esta distancia estoy seguro le hará visita muy rápido y con pasaje solo de ida, a su compadre Satanás". Estaba decidido a morir peleando.

"Ya me mandaría quitar esas tetas en tierra firme con el producto de la venta de parte de las joyas, después de todo era tejido adiposo y se podía remover sin mayores complicaciones" pensé.

Dicho lo anterior y lleno de valor, les ordené que nos dirigiéramos rumbo a la playa, calladitos y a paso rápido.

Continuará

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