El Teniente
Mi inicio de pasivo, en mi adolescencia.
Soy un cuarentón, atlético, 1.85, 80 kg, morocho de ojos verdes, ex comando de las FF AA de mi país, experto en artes marciales, armas, explosivos y electrónica. Laburé en el ejercito hasta que descubrieron que me cogia a quien podía y nunca le hice asco a ningún culo sea de quien sea, de allí que me dieron la elección o te vas o missing.
Anduve como mercenario por distintos países y me aburrí de todo y en mi mente comenzó a rondar la fantasía de probar una pija de macho, los sentía gozar a los que me cogía y pedían mas, de allí que me entró la duda de probar. Por supuesto que me gustan las hembras pero también ellas gustan que les des por el culo, así que la duda me carcomía la mente.
De adolescente una vez un oficial en el ejercito me vio en un puesto y se me arrimó, yo me estaba pajeando, de allí que me había bajado los pantalones y el calzón, el tipo se me vino por detrás y me dice
-Pajeate Pedro, pero no descuides la guardia, mas con ese culito grande y blanco que puede ser el blanco de alguna pija caliente-
Me cacheteo la nalga y de ordenó
-Levantate el pantalón y seguí atento-
El mismo teniente me pidió de chofer y solíamos hacer las rondas de control. El teniente era un lindo tipo, muy mujeriego, pero la faceta de bisex no se la conocía, hasta que en un recorrido en un camino boscoso, me dice metete allí, entre esos matorrales, creí que estaba por mear, cosa que yo también quería bajamos del vehículo y pelamos las pijas, los chorros dorados no se hicieron esperar y el me dice
-Pedro no solo tenés buen culo, de pija estas mejor aun-
-Ud. mi teniente, no se queda corto, tiene ya casi 20 cm, no me diga que mi pija lo calentó hoy-
-Bajate bien el pantalón y veremos cual es mejor de las 2-
Hice lo ordenado y el también, así que quedamos en empate.
Arrimamos las pijas para medir mejor y nos la agarramos para comprobar tamaños. En eso el tipo me agarra, me planta un beso y con la otra mano de me aprieta la nalga. Girate a ver que lindo culo tenés.
-Mi teniente no me va a coger-
-Cumplí la orden Pedro, así te lo veo bien, la noche que lo descubrí, había poca luz-
Me saco bien las botas, el pantalón, el calzón y me agacho orgulloso de mi culo.
El teniente me lo entra a lamer y me gustó.
-Mi teniente a ver su culo que tal está-
El se desnuda completo y es una maravilla de tipo, que lindo físico, musculoso y velludo, gira y su culo también esta lleno de pelo, me gusta el tipo, pero no para cogerlo, prefiero lampiños.
Estoy recaliente y con ganas de que me den. Me quito la camisa y ambos en bolas quedamos.
El teniente me abraza y quedamos pija contra abdomen, me mete un beso de lengua y con sus manos en mis nalgas me entra a dedear el ano.
Esa fue la única vez hasta hoy que claudiqué.
-Mi teniente estoy recaliente y Ud también-
El me entra mamar la pija y yo gustoso.
Trae una manta y tirala en la hierba Pedro te voy a coger-
Obedezco, extiendo la manta, el me pone en 4, las manos apoyadas en un árbol y me entra a lamer el culo otra vez, se lubrica con una crema la pija y mi ano y me mete poco a poco, me duele.
-Relajate Pedro, no te contraigas, abandonate-
Me entra la cabeza y hasta la mitad, el se detiene allí y me pajea desde atrás, en eso culeo y me la meto toda, el dolor es menor que el placer.
Así el teniente me coge y yo colaboro en las embestidas, siento que esa verga adentro me da gozo pleno. Pasa el tiempo y mi placer es total.
Antes de acabar el teniente saca su pija de mi culo roto y me dice
-Bebé mi leche Pedro-
Me agacho, el de pie, me largo leche como un animal, me llenó la boca y tragué mi primer semen.
Vestite rápido y maneja vos que te chupo la pija en el jeep así acabas vos también.