El tenia 16 y yo 34

Esto que les voy a contar me paso hace como cuatro años.

El era un muchacho atractivo pero nunca lo habia visto más que como mi estudiante. Yo tenia 34 años. Fui a verlo al lugar donde vivia con otros jóvenes ya que se estaba integrando a ese grupo y sabia que tenia temor de vivir con ellos pues no los conocia. Quize decirle que se sientiera bien, que yo estaría cerca y pendiente de que todo le fuera bien y que se sintiera acogido.

Cuando lo vi, simplemente me dio un abrazo de alegría al verme, y después d eun rato me solto, le pregunte como se sentia y me dijo que asustado pero contento, hacia mucho que no estaba en la ciudad pues por mucho tiempo habia estado viviendo casi recluido en un lugar lejano para jóvenes de su edad. Me dijo que me mostraria la habitación que le habian dado y todo lo que daban para que este a gusto en ese hogar y yo lo acompañe.

Le dieron una habitación, grande, luminosa, espaciosa que compartiria con otros tres jovenes, y me mostro el armario con todas sus cosas bien organizadas, en la casa solo estaban tres jovenes en el piso de arriba viendo tele y yo con el, que llamaré Miguel para salvaguardar su identidad, estabamos en el piso de abajo solos.

Cuando mire su armario y lo bien organizado que estaba, el me puso una mano en la cadera a lo cual yo simplemente ignore.

Cuando voltee a ver su cama bien organizada lo felicite por el orden y la limpieza, cuando de repente me lanzo a la cama y se subio encima mio, me levanto rápidamente la blusa y bajo mi brassier y se quedo contemplando mis pechos, yo estaba simplemente paralizada ante ese espectaculo de tener a alguien tan joven sobre mi.

Senti que su pene endurecia debajo de sus pantalones y como se iba encajando sobre mis partes.

Hacia mucho que el no estaba con una chica y yo hacia mucho que no estaba con un hombre, por lo cual aunque yo estaba sorprendida empece a sentir cierto deseo, pero igual me contuve y lo saque de encima mio.

El me perseguia y queria un beso y yo simplemente lo bote de mi lado y le dije que si me tocaba yo gritaria.

Me fui rapidamente de ese lugar y llegue muy agitada a la casa.

Esa noche no podia dormir pensando una y otra vez en la escena de la tarde y me excitaba de solo pensarlo.

A los dos dias volvi a ese centro pues yo trabajaba ahi y el estaba y solo me miraba a cierta distancia.

En una de esas paso cerca mio y me dijo muy cerquita: estas veterana para mi pero igual vas a ser mia.

Yo voltee a verlo y me quede fria ante lo que dijo.

Yo pensaba: Por Dios, me está tentando un joven que podría ser mi hijo, eso no puede ser.

Yo trataba de borrarlo de mi mente pero no podia

Un día fui de nuevo al hogar a realizar como siempre mi trabajo y el se puso a hablar conmigo y dialogamos de muchas cosas de su vida sin tocar el tema que nos tenia tensos, cuando de repente me cogio la mano y me seguia hablando, yo quize retirarla pero me la retuvo más fuerte y me dijo: ¿De veras no quieres probar lo que es estar alguien tan joven con alguien como tu?

Yo le dije, que hacia mucho no estaba con nadie, además que el podia ser mi hijo.

Pero el acerco su mano a mi cadera y poco a poco a mi pierna y yo empece a temblar, entonces susurro a mi oido: Ven a la terraza, ayá te espero.

El se fue.

Y yo me quede en la oficina sin saber que hacer, sofocada por lo que me habia hecho temblar y en no se que momento se me nublo todo y fuia  la terraza, al entrar, el estaba escondido atrás de la puerta y la cerro, entonces me llevo al fondo de la terraza y me pego contra la pared, y me restregaba su cuerpo contra el mio, yo sentia que mi corazón se aceleraba.

Sus manos de nuevo se deslizaron por debajo de mi blusa y me la levanto y me bajo el brassier, se quedo contemplando mis pechos y aunque yo le dije que estaba muy mayor y algo gorda para el, el me dijo que callara y me estampo un beso en la boca, y sus manos apretaban y cogian fuertemente mis senos.

De repente el se los llevo a la boca y succiono y lamio y chupo lo que quizo, tomo mi mano y la metio en su pantalon, y ahi pude sentir lo duro de su pene, a lo cual no me contuve más y deje de ser la señora pasiva y asustada y pase a tomar iniciativa.

Lo empuje contra la pared, le baje los pantalones y casi le rompi el boxer, entonces le hice la mamada de su vida, se lo chupe, lo lami, me lo trage entero y cuando sentia que estaba a punto de llegar, lo dejaba y me alejaba de el.

Empeze a quitarme el calzón, lo cual era muy facil pues yo estaba con falda.

El quizo jalarme y le dije que no, entonces le levante la camiseta y le lami todo el pecho y mis uñas se clavaron en su espalda.

Tome sus labios con los mios y lo bese profundamente, lleve sus manos a mi cadera y una de ellas la guie hasta mi vagina y le ayude a masturbarme un poco.

Cuando senti que empezaba a temblar, el queria controlar la situación pero le dije que esta vez sería yo.

Entonces decidi voltearme y restregarle todo mi trasero en su pene y cuando senti que queria introducirlo, no lo deje.

Lo sente en el suelo y me lo monte y me movia con tal frenesi que el solamente ahogada gritos de placer en su garganta yt yo lo besaba para que se callara y no escuchara nadie lo que estaba pasando.

Cuando llego al orgasmo, lo disfrute y tuve el orgasmo más violento de mi vida, lo mejor de todo es que yo no puedo tener hijos, asi que disfrutamos de ese momento de sexo locamente.

Al terminar el exahusto y tirado en el suelo casi desnudo solo me observaba vestirme, y le dije: es casi una violación tu tan pequeño y yo tan grande, pero espero haya valido la pena.

El se paro de un salto y me cogio fuertemente de la cadera y me estampo un beso y me dijo que era el mejor sexo de su vida que nunca una de las jovencitas con las que habia estado le habia hecho un sexo de esa manera.

Entonces lo bese y le dije: quieres más de esto, el me dijo: claro que si, me muero por tenerte otra vez, entonces le dije: será nuestro secreto, te enseñare muchas cosas siempre y cuando tu estes dispuesto a guardar siempre silencio.

Y asi fue, me consegui un amante tan jovencito y lleno de energia, que aún me ruborizo cuando lo pienso y me humedezco de tan solo pensar en la proxima vez que lo tendré entre mis piernas.