El temor a perderlo todo vi

Mama, Fernanda es mi otra mama? Digo la que me tuvo en la panza?- esperaba la verdad, y la merecía, no podía engañarlo, el tenia mas entereza que sus dos madres juntas

Amigas/os: les pido mil disculpas por la demora, tratare de no demorarme tanto en el proximo, pero de verdad se me esta haciendo muy dificil este relato, espero no decepcionarlos y que sea de su agrado, como siempre digo, las criticas constructivas siempre son bien recibidas.  Saludos

PARTE 6

Escuchar las palabras de Fernanda me  helaron el corazón, no podía entenderla, me negaba a creer que la mujer de la cual me había enamorado, con la que había pasado el fin de semana, fuera capaz de sentir de esa forma. Acaso el amor no me había dejado ver el monstruo que se escondía debajo de su hermosa apariencia? No, me negaba a creerlo, pero como dolía, era tan intenso el dolor que no podía levantarme del suelo, donde me había quedado arrodillada. Empecé a sentir las voces de la loca de mi suegra que seguia  gritando y mi suegro que la calmaba. Me levante como pude y al mirar hacia mi casa vi a Nico en la ventana, lo había visto todo.

-Por favor Don Miguel, llévese a Doña María, no quiero hablar con ella hasta que se tranquilice- sin decir más, los deje en el jardín y entre a mi casa, lo peor estaba  por venir.

Nico me estaba esperando paradito en el medio de la sala, serio, sus enormes ojos verdes  se veían tristes, Dios  me desgarraba el alma verlo así, no podía soportarlo como tampoco podía soportar ver su imagen cada vez que miraba a mi hijo.

-Mama, Fernanda es mi otra mama? Digo la que me  tuvo en la panza?- esperaba la verdad, y la merecía, no podía engañarlo, el tenia mas entereza que sus dos madres juntas

-Si Nico, ella es la mama que te tuvo en su panza sentí  que el aire se fue de mis pulmones y quede vacía, pero liberada a su vez

-Porque se fue enojada? Ella no quiere ser mi mama? A mí me gusta mucho que sea ella, me cae súper bien, nos divertimos mucho-  a pesar de su apariencia seria, era tan solo  un niño,  que le caía bien su verdadera mama porque jugó con él a la play, Dios a esa edad los sentimientos son tan básicos, tan puros, es después cuando complicamos todo.

-No Nico, no digas eso, ella se enojo porque discutió con la abuela, pero yo voy  a hablar con ella, no te preocupes - no quería seguir mintiéndole, pero tampoco podía contarle la verdad, las últimas palabras de Fernanda todavía estaban clavadas en mi corazón

-Y porque la abuela le gritaba cosas feas, esas palabras que no se pueden decir? Fernanda es buena, porque la abuela se enojo con ella?-

-Pues porque la abuela no sabía la verdad, y le dio mucha impresión y miedo, pero ya se le pasara, tu vete a bañar que mañana tenes que ir al cole si?- me acerque y lo abrace fuerte, le di muchos besos y  comencé a correrlo, porque no quería bañarse, ya estaba sonriendo como siempre, Dios quien fuera niño!!!!!!

Esa noche apenas pude dormir,  no podía entender lo que había pasado, hace tan solo unas horas estaba con la mujer que amo más que a mi vida, pero temblando de miedo porque descubriera que mi hijo era en verdad suyo y quisiera sacármelo, y ahora el miedo a perder a mi hijo había sido reemplazado por el temor a creer que esa mujer era un monstruo sin corazón. Mañana hablaría con ella, aunque me despidiera y la perdiera para siempre, tenía que enfrentarla.

Pero  paso la semana y ella no se presento en la oficina, Stella aviso que estaba enferma, enferma un cuerno era una cobarde.  Intente por todos los medios averiguar su dirección pero era un secreto insondable, y Stella tenía todo guardado bajo 7 llaves, su celular estaba siempre apagado, ni siquiera permitía dejar mensajes. Y yo me estaba enloqueciendo, además Nico no pasaba día que preguntara por ella y como le dije que estaba enferma, quería ir a visitarla,  era un dulce mi hijo, pero ya no sabía que excusas inventarle

Finalmente llego el viernes, estábamos con los chicos trabajando sobre un proyecto, cuando se abrió la puerta del ascensor y salió ella,  vestida con un tailleur negro  y ocultando su mirada bajo los lentes de sol, venia acompañada por un hombre alto y elegante, apenas dijo buenos días y se metieron en su  oficina, obvio que ni volteo hacia donde estábamos nosotros. Al cabo de 1 hora, Stella nos  cito a todos en  el salón de juntas. Cuando la vi entrar mi corazón empezó a palpitar, pensé que iba a darme un ataque, seguia hermosa como siempre, o más aun, pero se la notaba mas fría y distante que nunca, totalmente inaccesible.

-Buenos días, quise reunirlos a todos para presentarles al Arquitecto Manuel Santos Valencia, el es una persona de mi absoluta confianza , tomara las riendas de la empresa por un tiempo, ya que voy a viajar por unos cuantos meses, obviamente voy a seguir al corriente de todo, pero a Manuel le sobra experiencia y capacidad para ocupar mi puesto mientras esté ausente. No tengo nada más que agregar. Muchas gracias- salió de la oficina dejándonos a todos mudos y a mi destrozada,  se cuido muy bien de no mirar a la dirección en la que me encontraba, cobarde era una autentica cobarde, como podía amarla tanto? Dios como me había equivocado tanto.

Salí rápidamente de la sala y fui a su oficina, Stella todavía no había llegado allí y Paulita tenía el día libre por estudio, entre sin anunciarme, sabía que  si lo hacía no me recibiría, ella estaba con Manuel  hablando mientras escribía algo en su notebook.  Levanto la vista  y clavo en mi los ojos mas fríos que vi en mi vida, yo todavía recordaba la mirada que me dio cuando desperté con ella en mi cama y me dijo que me amaba, era tan dulce, tan tierna, era como si fuera dos personas en una.

-Sra. Luciana, no le enseñaron  a anunciarse? Por favor retírese que estoy muy ocupada.- y siguió hablando como si yo no estuviera allí.

-Pues que pena Fernanda, yo necesito hablar  urgente contigo, quieres que te recuerde el tema, delante del arquitecto?- no sé de donde saque el valor, pero sabía que era ahora o nunca, sino hacia algo, ella se iría y quizás nunca más la encontraría. Manuel estaba evidentemente avergonzado, se disculpo y se dirigió  hacia la puerta.

Fernanda me miro con ira en sus ojos verdes, la había puesto en una situación súper incomoda, no estaba acostumbrada a perder.

-Luciana,  te recuerdo que Manuel es tu nuevo jefe, me parece que no tuvo una buena impresión de ti- me dijo fría

-Me importa un bledo Manuel, quiero hablar contigo, te estuviste escondiendo estos días, eres una cobarde- estaba perdiendo el control, tenía que serenarme.

Ella se levanto lentamente de su sillón , rodeo el escritorio y apoyo su hermoso trasero sobre él, mirándome de frente.

-Creo que no tenemos nada de qué hablar, fui muy clara el otro día- me miraba fijamente, no se movía un musculo de su cara.

-Dios, no puedo creerlo, como podes ser tan fría, tan indiferente, es que no te corre sangre por las venas, es tu hijo por dios, tu hijo, llegas a comprenderlo o tenes el cerebro tan congelado como el corazón?-  estába furiosa, decepcionada, quería hacerla reaccionar pero nada la conmovía.

-Por favor Luciana, no seas desagradable, no es propio de ti, y por eso es que prefiero irme, para  no tener que soportar este tipo de escena y olvidar este mal momento lo más rápido posible- pude notar que las venas de su cuello estaban más hinchadas, bueno al menos le corría sangre por el cuerpo

-Y que hay de mi? me dijiste que me amabas, eso también prefieres olvidarlo o tu rechazo a ese hijo es tan grande que supera lo que sentís por mi?- por primera vez evadió mi mirada y yo aproveche  para acercarme y tratar de seguir golpeando para que reaccionara

-Por favor Fernanda, confía en mi, que fue lo que te paso?, se que podes ser una mujer dulce, tierna, vulnerable,  que puede prepararme un desayuno delicioso  después de hacer el amor toda la noche y pasar toda una tarde jugando a la play con un niño muerta de risa,  este pedazo de hielo que queres mostrarme  no es la verdadera Fernanda- ella seguía con la cabeza  gacha, me acerque aun mas, y acaricie su rostro.

Ella reacciono, salió de su posición y se alejo de mí, me daba la espalda

-Luciana no lo hagas mas difícil para las dos,  yo no... yo no puedo y no quiero a ese niño, y tampoco te quiero a ti,   lo que paso fue solo una gran atracción, me gustabas mucho , lo pasamos bien y solo fue eso, no lo compliquemos mas- cuando se dio vuelta volvió a clavar sus fríos ojos en mi, pude notar que estaba nerviosa aunque hacia un gran esfuerzo por controlarse.

Me aleje de ella con el corazón destrozado, cuando estaba llegando a la puerta, me volví, y note la tristeza en sus ojos pero rápidamente la oculto.

-Sabes qué? La complicación ya existe, aunque tú seas tan cobarde para no enfrentarla,  tiene 10 años, se llama Nicolás y esta esperándome en casa, y seguramente cuando llegue me preguntara como todos los días si puede ir a visitarte porque le dije que estabas enferma y se preocupo por ti- tenía un nudo en la garganta y mi voz salía ahogada. -Sabes que es lo más gracioso? que él está feliz porque seas su madre y  no deja de preguntar cuando iras a jugar con él. La verdadera complicación es como le diré que esa persona es un fraude, una cobarde a la que la vida le da una oportunidad y tiene miedo de tomarla, como voy a explicarle que su madre, o sea yo!!!, soy una idiota que me enamore de alguien que no existe. No te preocupes, seguro no te va a costar, es lo que siempre hiciste- salí sin mirar atrás porque las lagrimas caían por mis  mejillas.

Tome mi cartera y sin siquiera despedirme salí como un rayo de la oficina, subí a mi auto y maneje unas cuadras hasta que tuve que parar porque el llanto me nublaba la vista, cuando me recupere lo primero que hice fue mandar el telegrama de renuncia, no podía seguir  trabajando allí, aunque ella no estuviera, siempre estaría presente y lo único que quería era olvidarla.

Llegue a casa y por suerte Nico no estaba, me tire en mi cama y llore hasta quedarme dormida.  Me despertó la bocina del auto de mis suegros que traian a Nico de la escuela, Miguel me había llamado para pedirme permiso, con María no hablaba desde ese fatídico día y ni ganas tenia de hacerlo, aunque en algún momento debería enfrentar la situación. Cuando Nico vino a abrazarme  se preocupo porque tenía la cara roja e hinchada de tanto llorar, pero trate de convencerlo de que estaba resfriada, por supuesto me pregunto si había visto a Fernanda, y le mentí, le dije que seguía enferma, que podía decirle?

Pasaron los días, mis compañeros no podían creer que hubiera renunciado, solo les dije que ya tenía una muy buena oferta de trabajo y encima  había tenido una fuerte discusión con la Lic. Uribe, así que eso me ayudo a tomar la decisión, nos prometimos encontrarnos  a almorzar todos juntos para despedirnos.

No le dije nada a Nico, así que lo dejaba en el colegio y salía como si fuera al trabajo pero en realidad iba a dejar Currículos por todos lados. Fernanda nunca me llamo y no lo esperaba, al día siguiente de mandar mi telegrama, me llamo Stella para que fuera a buscar la liquidación final, le pedí si podía ser bien temprano, antes de que llegaran todos, y así lo hice, por suerte no me cruce con nadie, pero entrar a la oficina fue una impresión  muy grande, fueron 10 años de trabajar allí, iba extrañarlo, mis ojos  ojos volaron hacia la puerta de su oficina y Stella captando mi mirada me dijo que no me preocupara, que no había vuelto desde aquel día.

Ya había pasado un mes y tenía dos perspectivas de trabajo bien interesantes, que seguro se definirían esta semana, con respecto a Nico, pobrecito,  le dije que Fernanda había tenido que salir urgente de viaje, su carita de desilusión me estrujo el alma, así que para animarlo lo lleve al centro comercial a comer y jugar. Pero a mi quien me aliviaba el dolor que tenía en el alma y el corazón? por las noches lloraba sin consuelo hasta dormirme, había adelgazado varios kilos y eso que casi ni iba al gimnasio, pero si  no tenía  fuerzas para comer, menos para correr.

-Mama, será que Fernanda no me quiere, por eso es que no vino mas, ni siquiera llamo por teléfono? Ya paso mucho tiempo no?- me quede dura, yo estaba preparando la cena  la cena y Nico hacia su tarea.  Tenia razón, habían pasado 2 meses, ya había empezado en mi nuevo trabajo hace 1 semana, y era lo único que me entusiasmaba un poco, aparte de Nico, obviamente. No sabía absolutamente nada de ella,  y ya no podía seguir postergando la charla con mi hijo.

-Ven aquí Nico,- le dije mientras lo sentaba en mis piernas y lo abrazaba, cuando me disponía a hablar sonó el timbre, rayos quien podía ser a esta hora?

-Quédate aquí precioso, veo quien es y seguimos hablando si?- asintió con su carita triste.

Abrí la puerta y me quede de una pieza.

-Hola, perdón por la hora,  sé que es tarde pero puedo hablar contigo?- vestía un sencillo jean y una camisa, tenía el pelo recogido en una coleta y no tenia maquillaje,  se la veía algo demacrada. Ella también estaba más flaca, pero seguía  siendo la mujer más hermosa para mi, volver a sentir su perfume  me hizo estremecer, sus ojos no tenían su brillo habitual, pero no podía dejarme engañar otra vez con su aspecto de niña vulnerable, era fría y dura, tenía que recordármelo constantemente.

-Creo que es tarde para todo, no lo crees? es tarde para venir, para hablar, para todo, por favor vete  y no vuelvas- empecé a cerrar la puerta pero ella apoyo con fuerza su mano y me lo impidió, - Por favor Fernanda, no lo compliques mas Ok- le dije esto con toda la ironía que pude imprimirle a la frase, la misma con la que ella me había alejado tiempo atrás.

-Luciana por favor, lo siento, de verdad lo siento, necesito hablarte, explicarte- sus ojos estaban llenos de lagrimas, y los míos luchaban por no seguir el mismo camino, de pronto sentí un movimiento detrás mío y con  certeza supe que había perdido.

-Fernanda, viniste!!!!!- la alegría en la voz de mi hijo era evidente, salió disparado como una flecha hacia nosotras, yo me hice a un lado para dejarlo pasar y Fernanda se arrodillo para recibir su abrazo y por primera vez pude ver las lagrimas correr por sus mejillas. Se fundieron en un abrazo largo y sentido, era increíble verlos juntos, tan parecidos y tan distintos a la vez. Ella se alejaba para mirarlo, acariciaba su cabello y volvía a abrazarlo con fuerza.

-Creo que es mejor que entres Fernanda- me di media vuelta y camine hacia la cocina mientras ella entraba con nuestro hijo, los dos sonriendo, con los mismos hoyuelos , los ojos verdes brillando y tomados de la mano.

-Fernanda te quedas a  cenar? Di que si por favor, quédate-  Nico tiraba de su mano para convencerla y ella me miro a mi, como pidiendo permiso, con la cabeza asentí,

-Nico porque no vas con Fernanda  a  jugar a la play un rato mientras yo termino de preparar la cena?- evite mirarla y sentí como se iban hacia la sala. Sentí sus risas juntas y los gritos de mi hijo cada vez que hacia un gol, lo que sucedía a menudo, al cabo de media hora los llame para cenar.

-Te puedo ayudar en algo?- sentí su voz suave detrás de mi

-No gracias- fue mi seca respuesta mientras serbia la comida

Por suerte Nico estaba súper excitado y hablaba hasta por los codos, así que no fue tan evidente que no nos dirigíamos la palabra, en realidad yo la evitaba, sentía su mirada sobre mí, y permanentemente me buscaba.

-Bueno Niki, ya es tarde, mañana nos toca madrugar, así que despídete de Fernanda, amor-

-No mama, por favor, no es tan tarde, por favor- me rogaba triste

-No, Nico, ya te pasaste de tu hora y mañana me va a costar mucho levantarte, yo también estoy muy cansada y supongo que Fernanda también no?- la mire buscando ayuda , ella me sonrió con  los ojos y se agacho para hablar con Nico

-Es verdad Nico ya es muy tarde, hey no hagas pucheros, que voy a venir otro día- busco mi aprobación con su mirada.

-En serio vas a volver, no te vas a ir de viaje otra vez? yo pensé que no me querías, que por eso volviste a dejarme- lagrimitas salían de sus ojos, y de los míos.

-No mi amor, no voy a irme nunca más, te doy mi palabra, es solo que a veces los adultos cometemos errores y muy grandes sabes,  y yo necesitaba  despejar un poco mi cabeza, eso es todo, no  quiero que pienses eso sí, yo te quiero y mucho, y voy a estar siempre para ti, confías en mi? - mientras le decía esto, sus ojos también se llenaron de lagrimas, pero intento mantenerse serena y sonreír para transmitirle seguridad a Nico, que la abrazo fuerte por el cuello.

En ese momento no pude evitar sentir celos de mi hijo, si por mas infantil y descabellado que suene, no podía evitarlo, celos porque mi Nico la prefiriera a  ella,  porque él podía abrazarla y besarla, mientras yo me moría de ganas por hundirme en su cuello, por sentir el perfume y la suavidad incomparable de su piel, estaba tan absorta en mis estúpidos pensamientos que no escuche que me hablaba

-Luciana, me voy- se me quedo mirando extrañada, mientras abrazaba a Nico por los hombros

-Ehhh, si, es mejor, te acompaño hasta la puerta, Nico por favor ve subiendo a cambiarte-

Volvieron a abrazarse y besarse mientras ella le prometía que iba a volver, la acompañe hasta la puerta, ninguna hablo, cuando estaba saliendo, se dio vuelta y quedo muy cerca de mí, podía sentir su respiración en mi rostro

-Luciana, tenemos que hablar, por favor cuando  te sientas lista, me gustaría que hablemos sobre Nicolás, no quiero ser un problema en tu vida y mucho menos complicártela pero  quiero tener la oportunidad de pasar tiempo con él, de que nos conozcamos mas y  quizás con el tiempo podamos tener una relación de madre e hijo, ya sé que esto quizás te altere un poco, por eso es que quiero que hablemos tranquilas, para evitar los roces y que todo fluya de la mejor manera, no quiero que pienses que quiero sacarte tu  lugar, eso lo tengo bien claro, tu eres su madre, pero yo también quiero un lugar en la vida de mi hijo y estoy dispuesta  a hacer todo lo posible por conseguirlo -  sin decir mas salió y se alejo hacia su auto.

Un lugar en la vida de su hijo, es lo único que buscaba, y era lógico, pero como dolía que yo no estuviera incluida en sus planes, tragándome las lagrimas, subí a acostar a Nico, y volví a dormirme llorando como casi todas las noches, pensando en ella.

Pasaban los días y  ella casi no fallaba nunca en venir a ver a Nico, o si no lo llamaba por teléfono, nuestra relación era prácticamente nula.  Cuando venia, yo los dejaba solos, y me iba a cocinar o me iba a mi estudio y seguía trabajando, pero había veces en las que Nico quería jugar con las dos, esos momentos eran terribles, pero  fingía  con mi mejor sonrisa,  no quería demostrar que me estaba muriendo por dentro. Pasaron los primeros días en los que sentía la mirada de Fernanda sobre mí, ahora parecía que no existiera y cuando me hablaba era como si fuera una persona cualquiera, ese increíble fin de semana juntas en el que hicimos el amor hasta dormirnos agotadas por el cansancio, se había desvanecido.

Una tarde en la que Nico se había ido con sus abuelos, ella apareció en mi puerta:

-Que haces aquí? Te avise que Nicolás se iba con sus abuelos o lo olvidaste? -

-No, por supuesto que no lo olvide, pero vine a hablar contigo, necesito que aclaremos la situación, me vas a atender en la puerta?- estaba enfadada, se le notaba en los ojos, me corrí y la deje pasar

-Creo que ya estas ocupando un lugar en la vida de Nico, lo ves casi todos los días, que mas queres?- le dije cruzándome de brazos apoyada en la mesa, ella me acaricio  con la mirada como hacía mucho no hacía, y mi corazón palpito aun mas fuerte

-Esa puede ser una pregunta muy peligrosa Luciana, estas preparada para escuchar la respuesta? me dijo sugestiva, estaba jugando conmigo,  y lo peor es que yo caía en su hechizo como una adolescente

-Estoy ocupada,  no me hagas perder el tiempo- la mire con impaciencia, escondiendo mis emociones, volví a notar la cólera en sus ojos.

-Estoy harta de esconderme con mi hijo, solo nos vemos aquí porque nadie sabe nada, hasta le miente a sus abuelos, quiero que eso termine, quiero llevarlo a pasear, a la plaza, al cine, poder caminar de la calle tomada de su mano, creo que no es mucho lo que te pido, solo quiero que me des el lugar que merezco en su vida- me dijo enojada

-Eso lo hubieras pensado hace 10 años cuando lo abandonaste - no pude contenerme, no termine de decirlo que ya me había arrepentido, pero mi orgullo no me dejo retroceder. Fernanda me miro con odio, por primera vez la vi realmente enfadada, respiraba profundo tratando de calmarse.

-Sabia que en algún momento me lo reprocharías, seguí, saca toda la mierda  que tenes para decirme- se acerco, quedo a un paso de mí, yo no podía emitir palabra, eso la enfureció mas, estaba desconocida, descontrolada.

-No tenes la mas puta idea de lo que paso, solo sos la típica niña bien, que se caso con su compañero de la secundaria y querían un hijo para formar su familia perfecta, con la casita, el auto y el perro, pero algo salió mal no es así?  Todo salió mal, no pudieron tener hijos, así que tuvieron que adoptar uno , luego el marido murió y finalmente la esposa modelo se da cuenta que no le van las pollas, que vivió su vida perfecta engañada y le van los coños,  tu vida es   tan mierda como la mía, nada más que  teñida  de rosa- me dijo esto ultimo gritándome en la cara.

No pude aguantar más y le di una bofetada tan  fuerte  e inesperada que cayó al piso, su labio sangraba. Quise acercarme para ayudarla, pero no me dejo, me aparto bruscamente y se dirigió a la salida y dando un fuerte portazo se fue.

Pasaron 2 días en los que no apareció por la casa, solo llamaba por teléfono, y como tenia identificador de llamadas, le avisaba a Nico para que hablara, seguía furiosa, yo no tenía derecho a juzgarla pero ella tampoco a mí, Dios era realmente eso lo que pensaba? tanto me despreciaba?. Pero en un punto tenia razón,  ya no podíamos seguir ocultando la situación, así que decidí hablar con mis suegros, hacia casi 3 meses que no los veía. Ese viernes por la mañana la llame por teléfono

-Hola Fernanda, soy Luciana- fui seca

-Que necesitas?- me respondió de igual modo, estaba muy enfadada todavía.

-Necesito pedirte un favor, podes quedarte con Nico a la salida del colegio, tengo unos trámites que hacer- no pensaba decirle a donde iba, no sabía cómo iban a  salir las cosas con mis suegros y tampoco quería darle el gusto, primero tenía que pedirme disculpas.

-Está bien, hasta que hora?

-Un par de horas supongo- le conteste evasiva.

-Ok,  a las 5 estoy ahí- y me corto sin despedirse, haaaaaaaaa detestaba a esa mujer, mentira,  pero me sacaba de quicio.

Hable con mis suegro y le avise que iba a pasar, salí antes del trabajo, retire a Nico del colegio y  justo a las 5 llegamos a casa, en ese mismo momento Fernanda estaciono su auto. Literalmente me escaneo con la mirada, como si esperara que estuviera vestida de alguna forma especial, quizás se imaginaba que tenía un cita.  Como siempre se dirigió a Nico, ya eran buenos amigos y se llevaban estupendamente, a mi me ignoro. Los dos abrazados se encaminaron hacia la casa y yo me dirigí a mi auto, cuando me voltee para llamar a Nico.

-Mi amor- dije casi gritando, los dos se dieron vuelta, los ojos de Fernanda brillaron, pero enseguida esa luz se apago.

-Bomboncito, te espero dentro de la casa- le dijo y se fue sin mirarme, yo  le di a Nico todas las recomendaciones que las madres dan  a sus hijos inútilmente, porque sabemos que nunca nos escuchan, lo bese y me fui.

Tres horas después salí de la casa de mis suegros, agotada, consumida emocionalmente, pasamos del tono elevado, a los gritos, insultos,  a los intentos de agresiones por parte de mi suegra, menos mal que Miguel trataba de calmarla. No había forma de explicarle a esa mujer que Fernanda no quería sacarnos a Nico, que solo  quería ocupar un lugar en su vida, que lo compartiéramos y así seria lo mejor para todos. Amenazo con ir a la justicia, con  sacarme la tenencia de mi hijo y no sé cuantas pavadas mas, después de 2 horas y un ansiolítico mediante, logro empezar a entender la situación, que no existía tal amenaza y que Nico era feliz, y que nunca iba a perderlo pero todavía no estaba muy convencida.

Camino a casa llame a Nico y le pedí que encargara una pizza, ya estaba anocheciendo y no tenía ganas de cocinar, lo único que quería era acostarme, me sentía fatal.

Apenas abrí la puerta se escuchaban las risas, estaban los dos tirados sobre los almohadones en el piso,  habían armado tipo una tienda de campaña con una sabana vieja, y  Fernanda le contaba chistes mientras Nico se moría de risa. Me resultaba tan raro a veces ver a Fernanda con esa actitud, era tan cariñosa y dulce con su hijo, se notaba que lo adoraba.  Que le pudo haber pasado para tomar semejante decisión? No podía entenderla.

En cuanto me vio, Nico vino a abrazarme, yo estaba tan sensible que se me llenaron los ojos de lagrimas, y ella me miraba con curiosidad.

-No te preocupes por el lio que armamos, yo lo arreglo- me dijo y clavaba su mirada en mí, pero ya no la notaba tan enojada, podía ver su labio todavía hinchado, producto de mi cachetada y tuve que contener mis ganas de acariciarla.

-No importa, llego la pizza?

-No, todavía no, no cenaste? me pregunto curiosa.

-Disculpa ya sé que es mucho pedirte pero podrías quedarte a cenar con Nico, la verdad es que no me siento muy bien y quisiera recostarme un rato- estaba pálida, demacrada, literalmente me habían chupado la energía.

-Si, no te preocupes, pero te sentís bien, te puedo ayudar en algo?- su preocupación era genuina, se acerco a mí, mientras observaba con detenimiento mi rostro.

-Si, solo quiero acostarme, por favor cuando quieras irte, que Nico me despierte así te acompaño, toma la plata para la pizza- intente sacar la plata de mi cartera pero me corto tajante y no me lo permitió. Bese a Nico, subí a mi cuarto, y así como estaba vestida, me tire en la cama y me dormí al instante.

Me despertaron los rayos del sol, mire el reloj, eran las 6 de la mañana, estaba desorientada, hasta que recordé que me había acostado apenas llegue de la casa de mis suegros, pero me había echado vestida y ahora no tenia puestos mis zapatos ni mi pantalón. En seguida vino a mi mente Fernanda, pero seguro ella ya se habría ido, me levante, me di una ducha rápida y fui a la habitación de Nico, estaba dormido, baje a la cocina, mi estomago crujía por el hambre.  Cuando llegue a la sala, quede dura, Fernanda estaba acurrucada en el sillón, tapada con una manta, su rostro se veía sereno y descansado, me acerque lentamente y me puse de cuclillas frente a ella, moría por acariciar su rostro, delinear con mis dedos sus pómulos, sus labios, no pude reprimir un suspiro que nació de lo más profundo de mi. En ese instante ella abrió los ojos, esbozo una leve sonrisa, con mis dedos roce su labio hinchado

-Lo siento-  le dije suave, apenas respirando, no pude decirle que en realidad sentía todo, su ausencia, su indiferencia, que cada día que la veía y no era mia,  me sentía morir poco a poco

-Yo también lo siento- sus ojos verdes brillaban como esmeraldas, yo me perdía en ellos, estaba a centímetros de sus labios,  ya no pensaba coherentemente,  roce sus labios , ella comenzó a responder el beso y...

-Mami tengo sed, me das agua?- de la impresión me aleje como si tuviera un resorte y me levante tan bruscamente que casi me caigo, Fernanda se hizo nuevamente la dormida.

-Si mi vida, vamos- lo tome de la mano y lo lleve a la cocina,  le di su agua, y me pidió que lo llevara a la cama, así que lo agarre entre mis brazos, se estaba durmiendo otra vez

-Niquito ya estas grande para que mama te cargue, vamos a la cama- suspire llena de frustración, pasa por la sala y Fernanda estaba parada  con su bolso en la mano.

-Tengo que irme, podes abrirme- evito mirarme

Sin hablar, lleve a Nico hasta el sillón que ella había ocupado, y lo acosté ahí, estaba durmiéndose parado,  tome mis llaves y le abrí la puerta, ella  beso a Nico y paso a mi lado, note cierta decepción en su rostro

-Fernanda, tenemos que hablar,  es sobre Nico, cuando tú puedas, pero que no pase mucho tiempo, puede ser? Tenía que contarle lo que paso con mi adorada suegrita.

-Ok esta noche nos vemos, preferiría que Nico no estuviera en casa, tenemos muchas cosas de que hablar, no solo de Nico, espero que estés lista- me miro desafiante,  se acerco a mí, rozo mis labios con los suyos, y salió cerrando la puerta.

Muchas gracias a todos pero en especial a :

Mishka ,Braguitas, lolis, martha4, aguasd, saray,kristy, labrys28, karina, marie,shane valentine, swallow66,chatyka,virginia,hombrefx, patylove, chapis, alanna, aurora la diosa, forchue,

Quiero agradecerles a todos por la paciencia,  por tomarse un minuto y comentar mis relatos, de verdad es muy importante,  es mas me sube el ego hasta el tope cuando me comentan autoras que yo admiro y tambien comento. Sin la devolucion de ustedes, esto no tendria mucho sentido.  A los que leen y no comentan, tambien les agradezco su tiempo, quizas son tan timidos como yo,  y les cuesta expresarse, asi que todo bien,  los entiendo

Especialmente quiero agradecerles a :  Maria, Elia, Adelai, Aika y  Guadalupe, mi fan numero 1, segun ella jajaj, que se tomaron el trabajo de escribirme por mail, y presionarme solo un poquito jajajaaj.  En breve subire la continuacion, que si sera el final, besos y buen fin de semana para todas/os