El Teléfono suena

Le he pedido a mi perrita que os cuente como fue su primer encuentro real conmigo. La verdad es que se ha esperado mucho asi que os recomiendo encarecidamente si sois dominantes que os lo leais y si sois sumis@s solo.......os lo ordeno.....

El teléfono suena, atiendo.

-Hola puta. Soy tu Ama Mónica.

-hola Ama

-ha llegado el momento

-el momento de que Ama

-el momento de que me conozcas, el momento de que me veas en persona y te pongas a mis pies en persona, que me veas tal cual soy y de verte como lo que eres, mi sumisa, mi puta, mi perra

-si Ama, es un honor para mi que ese gran momento haya llegado, hace meses lo aguardo con ansiedad e intriga

-bien puta, seguirás mis ordenes al pie de la letra

-si Ama

-escucha atentamente y si es necesario anota, no olvides nada, de acuerdo?

-si Ama, escucho

-te pondrás tu mejor ropa de puta, bragas y sostén rojos de encaje, las medias de red rojas, el minivestido dorado de lamé, tus tacos dorados altos, te peinaras con dos coletas hacia los lados y te maquillarás con un estilo recargado, como tu sabes, labios y uñas rojo fuego, tus pestañas postizas y los guantes largos de raso dorado.

Entendido?

-si Ama

-bien, son las dos de la tarde, a las cuatro tocará tu timbre mi chofer, Ricardo. El te pasará a buscar para traerte hasta mis aposentos. Estate preparada, no lo hagas esperar.

Súbete al auto con el, obviamente en el asiento delantero para el acompañante.

El trayecto hasta mi casa es de unos 30 a 40 minutos. Ni bien subas al coche aguardarás hasta llegar a la autopista, eso será en unos 8 a 10 minutos. En cuanto Ricardo tome la autopista tu comenzarás a trabajar para mi. Le bajarás a Ricardo el cierre del pantalón, sacarás su miembro y le comenzarás a hacer una mamada. El nada dirá pues está al tanto de la situación. El no hablará, tu tampoco lo harás, no hace falta, todo se desarrollará en silencio.

Suavemente se la chuparás y no pararás hasta que acabe en tu boca, no debes dejar que nada se derrame, y como buena zorrita lo tragarás con placer. El sabe que ante la excitación puede parar el coche en alguna banquina. Tendrás de 20 a 25 minutos para hacer que esa polla te de toda su leche, si logras que acabe antes, se la sigues chupando hasta dejársela muy limpita, si Ricardo no logra acabar significará que tu trabajo fue defectuoso, yo lo sabré y al llegar aquí serás irremediablemente castigada.

Comprendido??

-eh… si Ama, todo comprendido.

-alguna objeción?

-no Ama

-bien mejor así, pues si decides no hacerlo o te arrepientes, Ricardo te dejará a la vera del camino y nunca más sabrás de mi. Piénsalo. Esta es tu primer tarea real. Me despido, espero verte en breve y con tu boca con un rico aliento a semen fresco. Adiós.

Luego de eso cortó. Allí estaba yo, nerviosa, estupefacta casi sin poder creerlo.

Hacia varios meses conocí a Ama Mónica a través de un juego de Internet, allí ella es mi Ama, me da órdenes, me hace hacer tareas humillantes y hasta degradantes, tenemos sexo o más bien ella tiene sexo conmigo, me entrega a quien desea a cambio de nada, me dice como debo vestir para ir a trabajar y hasta que ropa usar para estar en mi casa. En definitiva, soy su sumisa esclava, me agrada mucho serlo y es un orgullo para mi, ese era mi objetivo cuando entré allí, hallar un ama a quien servir permanentemente y de manera fiel. La había encontrado y la verdad es que lo disfrutaba aunque me llevara a veces tiempo extra. Pero estoy feliz de servir a mi Ama.

Resulta que hace dos meses comenzó a plantearme la situación de cómo sería si en la vida real ella fuera mi ama, si yo sería tan sumisa de ella como en el juego, si la obedecería y si acataría todas sus ordenes. Empezó a contarme las cosas que me haría y a preguntarme como reaccionaría yo. Finalmente un día me hizo la pregunta: deseas realmente ser mi sumisa en la vida real? Soportarías serlo? Te atreverías a conocerme personalmente?.

Yo respondí al instante: si Ama, no sólo me atrevería, sería un orgullo poder hacerlo y segura que haré mi mayor esfuerzo por satisfacer sus caprichos y cumplir sus órdenes.

Hoy creo que mi respuesta pudo haber sido algo acelerada, abrupta. Tal vez en unas cuantas horas me de cuenta de ello. Me pregunto, seré capaz de poder llevar a cabo todas y cada una de sus órdenes? Estoy dispuesta a perder mi independencia para pasar a pertenecer a mi Ama? Tal vez los nervios me estaban jugando una mala pasada, pero debía seguir adelante.

Ante mi afirmación ella respondió diciendo que estaba muy contenta de mi respuesta y que en su debido momento un llamado me llegaría para que nuestro encuentro se hiciese realidad, ya no a través de un monitor y personajes 3D sino en cuerpo presente.

Así es como por semanas nunca más tocó el tema, ni me lo sugirió y ante mis preguntas no emitía respuesta. Eso hasta hoy, hasta este llamado que acabo de recibir, este llamado que me pone ante la situación más excitante y morbosa que me haya tocado vivir, el conocer a Ama Mónica en persona y ponerme a sus órdenes para siempre y para lo que ella desee.

Mientras pensaba esto ya habían pasado 15 minutos de las 2 de la tarde y en un rato me pasarían a buscar. Ya sin conocernos me había dado mi primera tarea, chupársela a un total desconocido. No es que nunca hubiese chupado una verga, si la de novios y hasta la de un amigo, pero nunca la de un desconocido. Estaba dispuesta a hacerlo? Mi respuesta fue si. Por lo cual entonces debía prepararme.

Preparé la ropa que me solicitó mi Ama, me fui a bañar, ajusté mi depilado y hasta pasé crema en mi cuerpo. Mi cabeza no dejaba de pensar y mi cuerpo de estremecerse de morbo y excitación. Eran las 3. Tomé un té y comencé a maquillar mi rostro. Coloque mis pestañas, delinee mis ojos, y pinté mis labios. Un maquillaje recargado y muy marcado como una puta callejera, como a ella le agrada que use. Luego me comencé a vestir, el sostén y las bragas primero, las medias y tacos después para finalizar con el minivestido. El sólo ponerme ese atuendo ya me hacía sentir excitada y toda una puta, ella me lo había hecho comprar hacía 3 semanas. Me senté para peinar mi cabello con las coletas y finalmente colocarme los guantes largos. Listo, había terminado. Me miraba en el espejo, caminaba frente a el, miraba mis senos, mi cola, mi boca, me sentía una perra deseosa y deseada, una puta muy excitada y nerviosa a punto de estallar.

Acomodé algo del desorden y ordené el baño y a la espera de Ricardo me senté unos minutos en el sofá. Cinco minutos después sonó el timbre. Abro la puerta y encuentro a un hombre de contextura mediana vestido con traje azul.

-su coche señorita. Acepta el viaje?

-si señor, ya salgo.

El se retira al coche a esperarme mientras yo cierro con llave la puerta de mi casa.

Ingreso al auto. La radio suena baja, apenas audible. La temperatura es ideal aunque yo empiezo a transpirar.

-bienvenida, me dice. Partimos?

-si, gracias. Vamos ya.

Yo miraba atenta al frente, el también lo hacía. De repente, la autopista.

El giró brevemente su cabeza y me miró, como esperando mi reacción, yo casi no lo miré, solo puse mi mano en su pantalón y comencé a bajar el cierre. El permanecía casi inmutable, como acostumbrado, yo nerviosa y excitada.

Rápidamente bajé el cierre y metiendo mi mano por su bragueta y corriendo su slip saqué su verga. Era grande, un poco más que el normal. Me agaché y la metí en mi boca casi sin pensar, empecé a chupar suavemente, pasaba mi lengua por su glande una y otra vez, y una y otra vez se la chupaba con mayor énfasis. Esa hermosa polla crecía, y al crecer me gustaba más, me excitaba más; me sentía más puta, me sentía más perra, más sumisa. El comenzó a sentir mis caricias, comenzó a estremecerse pero sin decir nada tal la orden de mi Ama. Yo chupaba y chupaba… los minutos pasaban, su polla crecía pero no eyaculaba. De repente siento que baja la velocidad del coche y que su mano se posa en mi cabeza y fuertemente me empuja contra su miembro. Casi me ahoga, casi no podía respirar, sentía su verga en mi garganta, estaba excitada sintiendo como su pene crecía. Mmmm, chupaba más y más hasta que de repente siento una explosión caliente en mi garganta, su polla explotó dentro de mi boca con toda furia, varias embestidas hacían que saliera mas semen, tragué cada gota, nada salió de mis labios. Con su mano me empujaba y separaba a su antojo y sólo esbozó gemidos al vaciar su polla en mi garganta. El aceleró el coche. Yo seguí chupando hasta dejarla limpia y lista para otra acabada. No dejaba de manejar mi cabeza y de empujarme contra su polla. Me sentía una puta, una callejera, una total sumisa, pero me gustaba, me excitaba.

Cuando levanto mi cabeza entrábamos a una casa con jardín, algo grande, no era una mansión pero era bastante más grande que el común de las casas. Estaciona y acomoda su polla.

-llegamos. Aquí vive Ama Mónica. Me gustó tu mamada, seguramente otro día la debas repetir, es parte de mi sueldo. Eres buena puta.

-gracias, tienes buena polla Ricardo.

-Vamos, no hagamos esperar a la señora Mónica.

Bajamos del coche y nos dirigimos a la entrada de la casa. Ricardo tiene llave y abre la puerta. En mi se confunden las sensaciones, excitación por la verga que acababa de comer e intriga por lo que estaba por ocurrir.

Entramos.

-siéntate en el sillón y aguarda allí, avisare a la señora que hemos llegado y como ha sido tu comportamiento.

-bien. Gracias.

La casa parecía grande, de muy buen gusto, poca luz natural ya que las cortinas eran pesadas y estaban cerradas. Nada era raro, todo estaba muy ordenado y limpio. Al final del living una escalera llevaba a Ricardo a un segundo piso. Aguardé por unos cuantos minutos, imagino que 15 aunque parecieron muchos más, mi excitación ya había cesado un poco pero ahora la intriga y un fuerte cosquilleo recorrían todo mi cuerpo.

De repente la veo comenzando a bajar la escalera, detrás de ella Ricardo. Con cada escalón puedo ver más, está de negro, es alta, se la nota seria y de porte elegante, pasos seguros la conducen hasta mi.

Finalmente aquí está. Viste un corset negro brillante que le hace una figura muy elegante y distinguida, medias negras con fantasía, botas altas de hule, obvio que negras y brillantes, guantes largos de raso negro y un peinado recogido en una cola hacia atrás que le da un porte firme y muy señorial. Adornada con aros colgantes y un hermoso collar plateados. Un sueño, una imagen sublime, casi lo que imagine, casi igual a su avatar en el juego donde la conocí.

Ama Mónica se sienta en el otro sofá. No dice nada, yo tardo unos segundos en reaccionar por los nervios del momento, me arrodillo a sus pies y la saludo.

-buenas tardes Ama Mónica, es un placer conocerla, es un placer estar aquí.

-buenas tardes Sofía, te ves muy….puta, eso me agrada.

-gracias Ama

-ponte de pie y desfila, quiero verte

-si Ama

Me levanto y comienzo a cumplir la orden. Hago mi mayor esfuerzo tratando de impresionarla, tratando de acentuar cada movimiento sacando la perra que hay en mi.

Me gusta hacerlo, Ricardo no me saca los ojos de encima, Ama tampoco.

-bien, dice Ama. Me gusta lo que veo y Ricardo me contó que cumpliste tu tarea muy bien. No esperaba menos de ti.

-gracias Ama

-Ricardo, puedes retirarte. Hoy ya no necesitaré tus servicios.

El responde al saludo y se marcha con algo de desgano.

-hoy comienza una nueva vida para ti, ya no solo no veremos en un juego, ahora me servirás en persona, en carne propia. Mis reglas son las mismas que ya conoces del día en que fuiste aceptada por mi en el juego y espero de ti lo mismo que allí sólo que ahora esto es real.

-bien Ama, lo se y lo acepto y espero satisfacerla tanto como desde aquel momento. Mis límites son pocos y usted ya los conoce. Seguramente no soy su primera sumisa pero usted será mi primera Ama real.

-Así es no eres la primera bajo mis órdenes, pero si seré tu primera y última ama, a partir de este momento eres mía, sólo mía todo el tiempo que yo quiera, lo sabes, verdad? Si tienes alguna objeción este es el momento, más adelante no acepto quejas.

-no Ama, no tengo nada que objetar y si Ama Mónica, acepto sus condiciones. Gracias

-bien, me parece bien.

Sentía y sabía que a partir de ese mismo momento algo cambiaba en mi vida y no sólo algo, sentía que mi vida era la que cambiaba. Pero la excitación, la emoción, mi inclinación sumisa y servil le ganaban al miedo, al temor y a la incertidumbre de cualquier pacto.

-bien Sofía, esto de hablar me ha dado sed y ganas de fumar pero esta mañana fume mi último cigarrillo. A dos cuadras de aquí hay un kiosco, ve y me traes una gaseosa lima y un paquete de cigarrillos de mentol.

-si Ama. Pero así vestida?

-tu que crees? Obvio que si!!! Rápido.

-si Ama.

Salí de la casa y enfilé hacia la vereda. No era aquel atuendo el propio para las 5.30 de la tarde. Seguramente todos me verían como una puta de calle y eso era lo que mi ama deseaba que sintiera, la humillación de todas las miradas hacia mi, la humillación de sentirme puta en todo momento.

Caminaba y todo el que pasaba me miraba, sentía todos los ojos sobre mi espalda; mi espalda, mis senos, mi cola, mi rostro y todo mi cuerpo. Dos cuadras y llego al kiosco, un hombre de unos 40 años me atiende.

-buenas tardes

-buenas tardes…. Señorita

-una gaseosa lima y un paquete de cigarrillos de mentol

-como no

Vi sus ojos recorriendo mi cuerpo, como no pudiendo creer lo que veía. Una puta a las cinco de la tarde entrando a su kiosco y mostrando todos sus atributos.

-aquí tienes… linda!!

-gracias, cuanto es?

-50 pesos. Que hace una belleza como vos en esta zona y a estas horas? Acaso quieres algo mas que los cigarrillos y la gaseosa?

-no señor, sólo estoy de paso, atiné a responder. Sabiendo a lo que se refería y que viéndome así vestida era difícil de creerme.

-tu vuelto. Y piénsalo, estaré hasta las 10.

Tomé el vuelto y bastante avergonzada y hasta humillada por lo puta que debía verme a sus ojos, me retiré haciendo nuevamente el camino de regreso. Otros tantos peatones que pasaban me miraban de pies a cabeza y hasta un grupo de chicos desde un auto me gritaron “puta, mamita” entre otras cosas. Nunca había sentido esto!!! Me estaba sintiendo una cualquiera, seguro que era lo que mi Ama deseaba que ocurriese.

Al ingresar a la casa entrego a Ama Mónica su recado y ante su pregunta le cuento lo que sentí y me pasó. Ella escuchaba con agrado y hasta esbozando una mueca de alegría en su rostro.

-mírate perra! Todos los pretendientes que has levantado! Algún día te presentaré a Silvio el dueño del kiosco, pero será más adelante. Ese lamé dorado te hace ver realmente muy zorra!!! Jajajajaja!!!!! Ya estás empezando a sentir lo que eres y lo que deseo que seas!!! Jajajaja!!!.

Sígueme.

-si Ama

Subimos la escalera, yo la seguía por detrás como corresponde hasta que ingresamos en una habitación. Un placard, una cama grande, luz artificial y cadenas que caían del techo. Abre el placard y saca de allí una caja como de zapatos. En ella un consolador, que después comprobaría que era un vibrador a control remoto, de un tamaño intermedio.

-Inclínate sobre la cama apoyando tu cabeza y manos en ella, pero dejando tu colita en alto. Esa era la orden.

Hoy comprobaremos cuanto resiste tu colita de zorra!

-si Ama

Inmediatamente me coloque en posición. Obviamente no podía ver lo que ella hacía.

Me levantó la parte baja del vestido y bajó mis bragas hasta las rodillas, como las putas. Algo frío comenzó a untar en mi ano y me di cuenta que era lubricante, suavemente comencé a sentir sus dedos ingresando en mi colita, primero uno, luego otro y finalmente un tercero.

-que hermosa colita tienes!! Una colita de puta de verdad!! Ya han pasado otros dedos por aquí, no es cierto?? Vamos, no chilles!!!

-yo me estremecía, me excitaba, me calentaba, ya venía excitada desde la mamada a Ricardo y ahora aparte de sentir mi culo penetrado mi coño se empezaba a mojar. Gemía, trataba de gozarlo. De repente siento que saca los dedos y me da un beso en cada nalga seguidos de una nalgada por cada lado. El vibrador comienza a entrar e mi ano, lentamente se va abriendo camino y el lubricante ayuda a que ingrese por completo. Lo entra y lo saca un par de veces hasta que lo deja allí definitivamente.

Me mira a la cara.

-te gusta? Verdad que si? Se te nota. Ponte de pie.

-si Ama

-veo que tu coño se ha comenzado a mojar!!! Realmente te agrada esto!!! Eres más zorra de lo que creía!!

-si Ama, estoy excitada y caliente, permítame correrme.

-que??? Estás loca?? Nunca te correrás sin mi permiso!! Nunca te tocarás sin mi permiso!! Está claro?? Lo haces y te castigaré a más no poder!! Eres mía, me perteneces y que eso te quede claro, PUTA!!!

-Si Ama, perdón Ama. Noté enfado y severidad en sus palabras, eso me aterro un poco.

Se dirige hacia atrás donde está la caja y saca unas correas que coloca en el vibrador y ajusta alrededor de mi cintura y piernas haciendo que aquel intruso no pudiera salirse bajo ninguna circunstancia.

-acomódate puta! Levanta tus bragas

-si Ama

Mientras levantaba mis bragas aquel vibrador comenzó a moverse, a lanzar vibraciones a lo loco, mi culo se estremecía con cada movimiento y mis piernas se aflojaban que casi no podía mantenerme en pie.

-parece que funciona a la perfección! Este control remoto me permite activarlo cuando lo desee. Jajajaja!!! Deberías verte la cara de zorrita caliente, jajajaja!!!!

No supe que decir, era mucho lo que sentía, acomodé mi vestido y la mire a los ojos. Me sentía suya, era suya, esto recién comenzaba. Volvió a activar el vibrador un par de veces y en cada caso lo mismo, mi culo explotaba, mi calentura aumentaba, mis piernas temblaban y me retorcía de placer, excitación, morbo, humillación y muchas cosas más.

A esa altura de la tarde sólo quería correrme pero sabía que no sería posible al menos por un buen rato.

Salimos de la habitación y frente a la escalera me ordena bajarla lentamente y desfilarle en la planta baja para su goce. Me dispongo a hacerlo y al bajar nuevamente comienza a hacer andar el vibrador. No podía más, era lento al principio pero de a poco aceleraba el ritmo hasta casi no dejarme seguir.

-Vamos zorra!!, quiero verte! Vamos! Baja esa escalera y desfila!

-si Ama, si Ama, eso intento

-deja de intentar, sólo hazlo bien! Acaso creías que esto sería fácil?? Así es la vida de mis putas!! Vamos!. Y no te quejes que es más lo que te gusta que otra cosa.

-si Ama

Y era verdad, me gustaba la sensación de lo que sentía, mi cuerpo ya no era mío, era de Ama Mónica y eso es algo raro de explicar pero para una sumisa eso es lo máximo que puede sentir.

Bajé las escaleras, desfile varias veces en la planta baja y regresé al primer piso. El vibrador casi no dejó de funcionar y mi coño ya era pura humedad. Todo esto ante su atenta mirada y sus risas y burlas.

Volvimos a la habitación, pasa su mano por mi coño y claramente se da cuenta de lo mojada que estoy. Toma una de las cadenas que caen del techo, en su extremo una muñequera de cuero que ajusta a mi mano, lo mismo hace con otra cadena y mi otro brazo. Saca del armario una barra de metal que coloca entre las dos muñequeras haciendo que mis brazos queden abiertos. En el suelo ganchos con otros dos brazaletes que son colocados en mis tobillos haciendo que literalmente quede como una x suspendida del techo y sin poder cerrar mis extremidades. Vuelve a activar el vibrador, ya no puedo retorcerme! Ya no puedo aguantar! Me correré! Por dios que deje correrme!

Me da dos nalgadas y se va. Se fue! Me dejó allí  y con el vibrador encendido!!!

Juro que explotaré, pero cuando estaba por hacerlo… se para. Ella controlaba los tiempos, ella controlaba todo. Varios minutos pasaron y la veo regresar ya no esta sola, ahora esta acompañada por un pene a modo de consolador colocado con un arnés a su cintura y en su mano de un mordillo.

-bien, ahora si, ahora el momento de sacar todos esos juguitos de tu coño. Pero antes pondremos esto en tu boquita.

Coloca el mordillo en mi boca, lo ajusta con precisión y nuevamente enciende el vibrador. No podía retorcerme, casi no podía moverme y ahora ya no podía gritar!!!

Puso lubricante en aquel falo de entre sus piernas y luego de correr mis bragas hacía el costado comienza a meterlo en mi coño. MMMM, dios!! Que momento!! El vibrador que funcionaba a mil revoluciones, mi cabeza que lo hacía a otras tantas, y ahora mi coño era invadido por un grueso falo y fuertes envestidas que no hacían más que volverme loca!!!

-vamos puta!, ahora si! Ahora estás completa! Ahora si córrete!

Menos mal que me lo dijo, no podía aguantar más… y me corrí en un orgasmo único, sin igual, infernal, sublime.

-esto querías! Esto mereces por zorra! Y es solo tu comienzo!!

A pesar de mi corrida ella seguía metiendo ese falo en mi coño y bombeando más y más. Quería que acabara otra vez y así lo hice, un nuevo orgasmo me sucumbió y estremeció por completo. Ella se dio cuenta y paró el vibrador. Me miró a los ojos, pasó su lengua por mis labios y finalmente sacó el pene de mi coño.

-mírate, eres mía, te corres cuando quiero y como quiero y si que te has corrido!!!

Sacó el mordillo de mi boca, y se retiró de la habitación. Yo estaba exhausta, no tenía fuerzas ni para pararme, era para un día mucho lo vivido. Mi cabeza daba vueltas entre sensaciones y morbo entre humillación y excitación, entre incertidumbre y placer.

Minutos pasaron, varios, 10, 15, tal vez 20, no lo sé a esa altura perdí noción del tiempo.

Ama Mónica regresa. Ya sin su acompañante. Suelta mis ataduras, primero los pies luego las manos pero el vibrador seguía allí inmutable.

-estás toda mojada! Ve al baño al lado de la escalera y aséate, acomódate y regresa.

Ordenes que llevé a cabo de inmediato. Retorné a la habitación, allí no estaba, pero escucho que me llama desde el living. Bajo las escaleras y me arrodillo a sus pies.

-bien perrita, parece que estas aprendiendo muy pronto, parece que realmente disfrutaremos de esto, ambas.

-si Ama, es un placer estar a sus órdenes.

-bien putita, por hoy casi hemos terminado. Aún debes regresar a tu casa pero tendrás el gran orgullo que yo te acompañaré

-gracias Ama, muchas gracias, estoy realmente exhausta

-aguárdame aquí, voy por un abrigo.

Cuando regresa trae puesto un tapado negro muy hermoso que solo deja ver sus pies, ocultando su corset y medias.

Vamos entonces, me dice. La sigo por atrás, cierra la casa y nos dirigimos a la calle. En el portón de la entrada me mira y me dice:

-como te darás cuenta no iremos en coche, ni en taxi, iremos en autobús. Subiremos como dos desconocidas, cada una por su lado. Tu no te sentarás, quedarás parada al lado de algún caballero que este sentado, has comprendido?

-si ama

Nos dirigimos a la parada. Esperamos unos minutos y llegó nuestro transporte. Como debe ser Ama Mónica sube primero, abona su boleto y se sienta en uno de los pocos asientos vacíos del fondo del vehículo. Yo subo detrás de ella, todos me miran, el chofer me parte con su mirada, abono y busco posición. Hay sentado cerca del medio un hombre de unos 38 años, moreno, de tez blanca, de gesto adusto. Me acerco y allí me quedo parada. El se percata y girando su cabeza me mira, me recorre toda observando mi atuendo y deteniéndose en lo corto de mi vestido.

Cual sería mi sorpresa cuando el vibrador de mi ano comenzó a moverse!! Ama Mónica lo manejaba desde el fondo con su control. Por dios!! Cada vez subía la velocidad para después bajarla de repente. Yo me estremecía, trataba de disimular lo que me pasaba pero no podía. El hombre sentado y los otros me veían! Para ellos era una puta por ir a sí vestida en el autobús y una loca por moverme como lo hacía. Al fondo mi Ama se reía, lo disfrutaba.

Mi culo explotaba, ya casi me ardía de tanta vibración continuada y por tantas horas, pero mi coño se mojaba y comenzaba a emanar su perfume a sexo que por lo visto el hombre del asiento empezó a notar. Varias veces me miró con ganas de comerme. Fueron 40 minutos tremendos!! No sólo placer, fue lo más humillante que me tocó hacer en mi vida, sentí el ridículo y la sumisión total a flor de piel, sentí que yo no era yo, que era una puta barata a las órdenes de Ama Mónica y que esto era un comienzo con final completamente incierto.

Ya me tocaba bajar, me acerco al timbre y lo toco. El autobús se detiene, yo bajo y atrás mío Ama también desciende.

En la parada ella me saluda con un beso en la boca, me dice que está feliz de mi decisión y que quedó satisfecha con mi trabajo en nuestra primera reunión.

-vete a tu casa, ya te llamaré, a partir de ahora siempre sabrás de mi.

-si Ama, gracias Ama, respondí.

Rápidamente paró un taxi, se subió a el y se marchó. La vi retirarse con placer y deseo, con satisfacción por ser suya. Cuando comenzaba a caminar hacia mi casa me di cuenta

que aún llevaba el vibrador en mi culo, pero no me lo iba a sacar en medio de la calle. Caminé las tres cuadras que me separaban de mi hogar, abrí la puerta e ingresé. Estaba muy cansada, pero muy feliz. A los dos minutos de entrar suena el teléfono.

-Puta, soy tu Ama. No creas que me olvide de tu colita. Ve a tu habitación y sácate el vibrador, guárdalo para cuando te diga que lo uses nuevamente y si es necesario tienes permiso para ponerte alguna crema.

-gracias Ama.

-quedas libre por ahora hasta un nuevo llamado. Que descanses. Adiós.

Obedecí su última orden del día y me fui a dormir. En mi sueño soñé con teléfonos sonando y vibradores moviéndose al compás.