El Técnico de mi Laboratorio
Esto me pasó con un chico que yo no conosía pero que lo conocí muy bien.
El Técnico de mi Laboratorio.
Hola soy yo de nuevo, para los que no me conocen me llamo Saúl y tengo 21 años. Les diré que soy trigueño, mido 1,75, ojos pardos, pelo negrísimo, y mi cuerpo lo mantengo mediante ejercicios diarios y esta fue mi experiencia con un joven que era técnico del laboratorio de computación del la Universidad donde estudio. Ahora les cuento como sucedió todo.
Regularmente frecuento el laboratorio para realizar los trabajos de clase y consultar Internet y casi siempre los técnicos del laboratorio no son los mismos puesto que ellos trabajan 24 horas rotan entre si. Cerca de la Universidad hay una escuela de instrucción básica de Informática y a los del último curso los ubican para realizar sus practicas laborales en los distintos laboratorios de aquí. Una noche al venir a consultar Internet noté que había un chico que nunca había visto y al parecer estaba de técnico. El joven debía tener unos 17 o 18 años y era rubio, ojos azules (que ojos), 1.70 mas o menos, fuerte sin exagerar, era todo un monumento (a mi entender) y aquello me impactó realmente pero no le di importancia por que no lo conocía y no podía arriesgarme a descubrirme de esa manera.
Yo estaba en lo mío, chateando por un Chat interno que tenemos aquí y estaba conversando con un tipo ( JorgeBi) que me tenía mis 21 cm. de verga al explotar cuando de pronto se me acerca el chico por detrás y me pregunta si yo estaba muy ocupado, yo le respondí que no y me dice que si le podía prestar mi flash un momento para pasar un trabajo de una máquina a otra y que si podía ir con él porque no sabía como utilizarla, eso me extraño un poco puesto que yo nunca había hablado con él y que para pasar un documento de una máquina a otra se utiliza el correo.
Le dije que se esperara un momento a que terminara y que yo le avisaba, esto era con el objetivo de que se me bajara la verga y él no se diera cuenta. Cuando ya la tenía normal me levanté a buscarlo y le hice una seña con la mano para que se acercara he ir a hacer el trabajo que él quería, se acerco a mí y me indico que lo siguiera hacia el local de los técnicos. Este local era adjunto al laboratorio pero independiente con una puerta, sin ventanas y aire acondicionado. Me extrañó no ver ninguna computadora encendida pero no dije nada, él entro y serró la puerta y me dijo:
-Yo soy JorgeBi y quisiera saber si eres capaz de hacer todo lo que me dijiste por el Chat -y comenzó a quitarse el pulóver dejando al descubierto su precioso pecho.
Al oír estas palabras y al verlo semidesnudo se me volvió a parar la verga y solo atiné a responderle:
-Mira para mis pantalones y saca tus conclusiones.
Y dicho esto el rubio de ojos azules se arrodilló delante de mí y comenzó a safarme el pantalón hasta conseguir dejar al aire libre toda la carne que había dentro. Cuando tuvo ese fenómeno delante de su boca me dijo:
-No me dijiste que la tenías tan grande pero no importa te la voy mamar y me la voy a meter aunque no pueda sentarme en dos días.
Comenzó a mamármela primero por el tronco y luego se la metió lo que le cupo en la boca chupándo indistintamente el glande de mi verga y tengo que reconocer que lo hacía muy bien. Por suerte soy un tipo que se demora en correrse porque con esas mamadas era casi imposible aguantarse. Él terminó de desvestirme y yo le hice lo mismo a él, lo tuve frente a mi y nos enredamos en un profundo beso, sentía su lengua en mi garganta al igual que él debió sentir la mía. Lo senté en la mesa que allí había y comencé a chuparle el cuello, los hombros, los pectorales, las tetillas, morderle esas tetillas rosaditas, chuparle el pecho, ese abdomen bien marcado y sin nada de bello (el chico se afeitaba completo al igual que yo). El con una mano se masturbaba y con la otra me masturbaba a mí.
Luego lo viré y lo puse con el pecho pegado a la mesa, con las manos comencé a separarle las nalgas que dejo al descubierto un precioso y serradito ano pero con unas ganas de ser rellenado por una verga como la mía. Comencé a mamárselo para dilatarlo un poco pero lo tenía bastante cerrado y yo ya no podía aguantar más y decidí metérsela así mismo. Me puse un condón (siempre traigo conmigo) y le presente la cabeza de mi falo en la entrada de su esfínter y empecé a empujársela poco a poco. Sentía como iba desgarrando su carne y por los gemidos que Jorge (que así se llamaba el técnico) daba podía constatar que le dolía pero yo seguía adelante con la penetración, en una de esas que le metí de una ves gran parte di mi verga a Jorge se le escapó un grito que si llega a ser porque el local es cerrado y no se escuchan los ruidos desde afuera nos hubieran descubierto. Todavía me quedaba un buen trozo de mi verga fuera de su ano y yo le dije que él había querido comprobar de lo que yo era capaz así que ahora que aguantara como un hombre. Con algo de trabajo termine de metérsela, los ojos de Jorge estaban llenos de lágrimas y decía que no se sentía las piernas. Yo le dije:
-Te la voy a dejar un rato adentro para que te acostumbres al tamaño y al grosor.
Pasado un rato y notando los movimientos circulares del joven sobre mi verga comencé el bombeo, sacándola poco a poco y metiéndola de un solo golpe logrando de Jorge un gemido con una mezcla de dolor y placer, sentía mis testículos chocando contra los suyos. Él continuaba jadeando y yo quería verle la cara así que se la saqué completa y lo coloqué boca arriba, le levante las piernas, las coloqué sobre mis hombros y su ano ya dilatado quedo justo frente a mi lista verga la cual metí de un solo golpe en la caverna de mi chico. Por los gestos de su cara sabía que le estaba gustando, ambos jadeábamos de placer y nos decíamos cosas excitantes, a pesar del frió del lugar los dos estábamos empapados de sudor pero eso no importaba, sabía que estaba al correrme y le dije:
-Coño me voy a correr.
Y automáticamente él me dijo:
-No me la saques. Quiero que me eches toda tu leche dentro de mí.
Y yo sin corto ni perezoso me dispuse a complacerlo, se la saque y me quité el condón para echársela adentro. Tuve una espectacular corrida que con mis movimientos mi lefa comenzó a salírsele a Jorge por el ano alrededor de mi verga. Terminé de venirme y cuando mi verga comenzó a perder erección se la saque a mi chico logrando ver lo abierto que la había dejado el culo mientras el también se corría. Él se incorporó y cuando vio que en la punta de mi glande quedaban restos de semen se agachó y empezó a mamármela nuevamente. En esta situación mi falo volvió a recuperar su dimensión y como Jorge era un experto mamador logró sacarme otra corrida (aunque esta vez menor), se paró frente a mí mostrándome como saboreaba mi semen para luego tragárselo completo. Luego nos sentamos los dos juntos, nos besamos para esperar refrescarnos un poco y poder salir de allí sin levantar sospechas. Pasado un rato nos vestimos y salimos como si nada hubiera pasado.
Cada cual se fue para su computadora y seguimos chateando y me decía que casi no podía estar sentado. Esa noche dormimos los dos en mi cuarto y en mi cama o bueno casi no dormimos porque nos dedicamos a hacer cosas más productivas
Si este relato que es totalmente verídico le ha gustado me lo pueden hacer saber a través de mi correo: hotman2005@muydivertido.com