EL TEACHER: La joyita

Como había prometido en la anterior entrega, una historia que se convertiría en “una serie de no sé cuantos”

Una vez más, escrita en fin de semana, en un prolífico momento propiciado por el mundo real, les traigo el capítulo dos de la historia del Teacher.

Estoy muy agradecido por los comentarios recibidos en la primera parte tanto en el relato como a mi correo. Especialmente asombrado por la aparición de mi protagonista en uno de ellos.

Esperemos que este capítulo vaya con las expectativas y les guste de igual manera.

Aquí mi experimento de prepas y locuras:

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EL TEACHER:

La joyita.

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Después de un  viernes agitado y perturbador, varias pajas en nombre de mi ángel de mármol y avellana tostada, curiosear las fotos de Jahir y encontrar que era un Efebo de lo más colorido en sus tantas fotos de farra con ropa que le chupaba la sangre y marcaba un culito que se notaba prieto y fenomenal… Vaya alumno tenía. No imaginaba como con su voz grave y resonante podía lucir tan mariquito en las fotos… Aunque a la hora de reconocer, debía reconocer que ese cuerpecito 100% libre de grasa y de perfecto contorno masculino me hacía empalmar rápidamente. Adicional a eso, su descaro, su brazo en mi erección en la vida real y su boca abierta recibiendo mi semen en la imaginación, no me lo dejaban nada fácil… Por supuesto que debía cuidarme de él.

Empezado mi primer día de descanso me dediqué a sentarme en el ordenador con mi minúsculo interior gris y revisar correos, leer un poco, hacer ejercicio y terminando en esos absurdos vicios pero vicios al fin… Facebook y twitter… Hector me había enviado una solicitud de amistad y sin dudarlo la acepté ya con mi mano en mi entrepierna dura y mi rostro entorpecido por la belleza de ese hombresito.

Definitivamente hermoso, iba revisando una a una las fotos de su álbum y vaya que casi me muero. El muy reservado jovencito se había saltado mencionar su afición por la natación. Otro punto a mi favor y por supuesto que al suyo. Esa fotografía con su Brief de corte bajo y de ajuste perfecto me dejó verle hasta el alma abrazado a Laura quien también lucía un bonito cuerpo… Pensar por un pequeño momento que quizá eran novios no me impidió guardar la foto y observarla detalladamente con el mejor zoom que contaba. Que pecho tan hermoso, que cintura tan perfecta. Piernas bonitas y contorneadas, perfectamente depilado en todo su esplendor. Pero lo más, lo más, lo más era aquel bulto delicioso y regordete que se apreciaba orgullosamente campante entre sus piernas y debajo de su ingle completamente plana que mostraba unas ligeras venas hacia su estómago…

>HECTOR ROSALES DESEA INICIAR UNA CONVERSACIÓN<

- What da’ fuck???- Fue la expresión imaginaria que asaltó mi mente. Cuando noté que automáticamente con una euforia desaforada había pulsado aceptar.

-Buenas tardes profesor, disculpe el abuso-

-How are you Hector? Don’t worry-

-Exactamente profesor, inglés, quería saber si podía ayudarme un poquito con la tarea que dejó, para ser honesto nosotros tenemos muy mala base, todos los profesores que han llegado a ese liceo son unos locos y lo más que he aprendido es “pollo-chicken, gallina-hen”-

-jajajaja, O sea que no has entendido nada… have you?-

-eso es correcto. Si me pudiera explicar otra vez o no sé si usted da clases particulares. Ya mismo me voy donde usted diga y eso es dándole-

Dándole… Como me imaginaba de una vez “dándole” y más si lo tenía para mí solo en mi casa… Así que resguardado por mi instinto de preservación debí atenerme a darle un contundente no.

-Pues nunca he dado asesorías en inglés. Sería cuestión de organizarme. Por lo pronto puedo ayudarte con tus dudas. Dime que necesitas…-

-Pero por aquí. No profesor, si se pone a escribirme la clase entenderé menos. Ahh, ya sé, ¿Tiene Skipe?-

O Dios está de mi lado y quiere que sea feliz, o es belsebud quien está jugando con la tentación con sus mejores habilidades de titiritero. Y yo tan falto de voluntad y tan cargado de leche le acepté la propuesta ya imaginándome una web-paja. Y a los pocos segundos una maravillosa y torturadora imagen pixelada de su blanca piel de mármol me tenía infartado disimulando mi sorpresa y mi emoción. Se veía su rostro sonriente, su pecho duro y desnudo y esos hombros hermosos hechos de piedra.

-Muy Bien Héctor.-

-Ahora sí. Bueno, al grano. Discúlpeme otra vez por molestarlo con esto un sábado. Lo que me tiene confundido es lo de los sintagmas, son demasiados y de verdad profesor que así esto parece más castellano que inglés, además no entendí muy bien cuando es que debo usar los auxiliares.-

-Ok, te explico, ¿Tienes lápiz y papel a la mano? –

-Deme un momento profesor-

Me había hecho el día con el regalo que me acaba de dar. Cuando se levantó y gracias a la mala calidad de la conversación pude ver cuadro por cuadro como su cuerpo se erguía terminando en un bóxer ajustado blanco en el que se veía a la perfección su buen bulto que me llamaba con la boca abierta; se inclinó sobre su silla dejando el culo empinado frente a la cámara y yo no pude soportarlo más debiendo expresar mi gusto en mi cara.

-Listo profesor, dígame ahora-

Yo sin poder articular palabras aun seguía en shock por ese maravilloso regalo que había recibido pensando que difícilmente era intencional.

-Ok, fácil. Por los sintagmas no te preocupes, si alguna vez viste en primaria las partes de una oración podemos partir de ahí. Ubícate en Sujeto, verbo y predicado. Listo ahí tienes Sujeto-Sintagma Nominal, Verbo-Sintagma verbal, Y el predicado están los demás, adverbial, preposicional y demás… Para los auxiliares pues debes ubicarte en que persona y en qué tiempo estamos hablando, Do-Do not-Don’t para primera y segunda persona en presente y Does-Doesn’t not-Doesn’t para tercera persona en presente. Si es pasado cambia a Did-Did not-Didn’t y los usas para preguntas en las que no empleas verbo To Be y las respectivas respuestas a preguntas hechas con esos auxiliares. Lo demás lo veremos más adelante.-

-Umm, bueno, con eso de relacionarlo con el sujeto y esas cosas ya entendí mejor. Profesor, su imagen se ve como en negativo-

Me levante ajustando la cámara y los cables sin recordar mi casi desnudez y mi ya fastidiosa erección.

-Ehh, profesor, ya se ve bien. Lo dejo para que siga con sus cosas. Pues… Creo que estaba ocupado…-

Al sentarme caí en cuenta de que mi pene podía verse desde varios ángulos y sólo recé porque no haya visto más que la tela. Además mientras se desconectaba en el último minuto pude ver a Laura asomarse detrás de él.

Quería devolver el tiempo por un momento y evitar ese momento tan incómodo. Sabrá Dios que cosa habrá pasado por su mente… La próxima semana no podría verlo a la cara. Ni a Laura, por puta y tirarse a mi ángel.

Sin darme tiempo a pensar demasiado el icono de las notificaciones se iluminó y era Jordán quien me había etiquetado en una fotografía. En ella se le veía colgado de un par de anillos con una prenda ajustadísima que cubría sus miembros inferiores y unos brazos a estallar por la fuerza que se veían hacer. No lo reconocí al primer momento porque con semejante cuerpo parecía un hombre en potencia y su peinado era diferente totalmente engominado hacia atrás. El título decía “Última competición. Nos vemos pronto” Recordé entonces cuando mencionó que le gustaba la gimnasia. Había muchísimos etiquetados en la imagen así que procuré no tomarlo como un mensaje personal.

Por último un mensaje más me hizo la noche, en donde Jonás, un amigo me invitaba de disco esa misma noche y me prometía presentarme a un “amiguito” para que me desquitara el despecho y las ganas acumuladas de follar que él estaba en una situación similar y sólo quería ser cogido hasta que su culo perdiera la forma que le había dejado su ex. Mi amigo era el tipo más loco, descarado, divertido y abierto del mundo. Siempre me la hacía pasar jodidamente bien y reír hasta el cansancio. Había sido mi primer polvo en la vida, lo cual fue bastante desastroso porque ambos éramos vírgenes, teníamos 17 y estábamos como trenes sin saber qué hacer. Pero creo que gracias a ese encuentro nos debíamos lealtad por ayudarnos a descubrirnos mutuamente. En el par de años que me lo cogí casi a diario él se convirtió en un pasivaso de medalla de oro sin una sola pluma y de muy buen ver y yo en un completo activo con el oro entre mis piernas y el premio en mi vaivén.

Finalmente llegada la noche, me vestí descaradamente con una camisa sin mangas a cuadros blancos y distintos rojos de Andrew Christian con el pecho descubierto mostrando un rosario de plata que me llegaba casi al ombligo, un pantalón de mezclilla bien ajustado n las pantorrillas y no tanto los muslos mas unas botas gamuzadas en color café rojizo por encima del ruedo de mi pantalón. Un brazalete de cuero café en la muñeca derecha y el cabello bien fijado y bien en punta. Si a ese “amiguito” de Jonás no le palpitaba el culo con sólo verme me tocaría mostrarle mis movimientos en la pista de baile. Aunque seguro no haría falta y menos si ambos buscábamos lo mismo.

Llegado a la Disco me ubico en la barra mientras espero a Jonás y al misterioso acompañante tomándome una cerveza… Luego de varias insinuaciones e invitaciones que debí rechazar esperando a mi acompañante veo a mi amigo abrirse paso entre la gente son su tumbao de latin lover que válgame Dios, me hizo recordar sus deliciosas cabalgatas. Sin embargo, detrás de él un jovencito de unos 19 años un poco más alto que yo, con un cuerpo grande y sexy más no musculoso ni definido vestido de niño bueno con camisa rosa pastel dentro un jean claro y ajustado, con zapatos lustrados cafés y cinturón igual. El milagro sin embargo estaba en su cara, un rostro precioso enmarcado por un fino candado unas cejas pobladas, ojos inexpresivos y cabello algo largo en la parte frontal peinado completamente hacia arriba en un estilo bastante “romántico” como si lo hubiese extraído de una revista.

-¡Amigo mío! ¡Venga un abrazo mal nacido papasote!- Me decía Jonás abriendo los brazos y acercándose a mí mientras yo le recibía igual.

- Cada día estás más bueno desgraciado. Deberías darme el secreto-

-jajaja no entiendo de que te quejas, sabes que tu también estás como quieres- Le dije palmeándole el trasero.

-Hey pero respeta… Mira que aquí tienes al que estoy seguro va a ser tu nuevo novio. Los dejo solos un momento. Voy a buscar a mi conquista de esta noche.- Dijo riéndose pícaramente y guiñándome un ojo mientras se retiraba.

Entonces ahí estábamos. Él que no quería soltar palabra y yo que creyendo que ya había mostrado suficiente simpatía pretendía dejar que él solito empezara alguna conversación; pero en vista de que nada pasaba… Me tocó comenzar queriendo ser no sé si hacer comedia o incomodarlo aún más, ya que en realidad su actitud apestosita me estaba irritando un poco.

-No estás obligado a hablar, pero por lo general antes de tener sexo hay que decir al menos cómo lo quieres-

-¿Sexo?-

-Entonces si puedes hablar. Mucho gusto, Francisco. Sí, Jonás me dijo que tenías ciertas necesidades esta noche-

-Entonces es un abusador, porque se suponía que eso era entre él y yo. Ya me extrañaba que estuviera tan urgido por presentarme a un amigo. Me llamo Hanniel.-

-Lo cierto es que ya lo sé, y hasta me lo has confirmado. Ahora Srto. Malhumorado ¿podría explicarme por qué se niega a mirarme?-

-No me niego, sólo  que prefiero no hacerlo-

Y entonces ya bastante irritado recurrí a mi lado prepotente y sujete su mano metiéndola por mi camisa y poniéndola en mi pecho mientras con la otra le sujetaba la cabeza y le susurré al oído

-¿Y si nos saltamos el protocolo y nos vamos para que puedas verme cómo quisieras sin tener la pena que tienes ahora?-

Me gustó mucho verlo algo asombrado  con sus ojos como platos, pero su reacción no fue la que esperaba cuando comenzó una canción y este me arrastró al centro de la pista comenzando a bailar mientras me respondía con mucha lascivia

-Primero tienes que convencerme con tus movimientos-

Me reí muy divertido. Su inexperiencia queriendo parecer un experto me tenía fascinado. Así que sin temor a sus peticiones le mostré lo que quería y bailamos un par de horas en las que él ya un poco más desinhibido por el alcohol me seducía con sus manos y roces descarados. Sin poder esperar más lo tomé de la mano y lo llevé a mi carro. Donde sin esperar a abrirlo le comí la boca con desespero desquitándome las ganas que me había dejado la escena de Héctor, la foto de Jordán y el descaro de Jahir. Él simplemente se dejaba hacer y abría sus fauces entregado a mi lengua salvaje y poderosa. Una vez dentro del carro y camino a mi casa yo sólo podía pensar en tenerlo ensartado. Estaba durísimo y mis ganas eran increíblemente descontroladas. Las sensaciones de perversión me poseían sin mi consentimiento y me llevaban a decirle cosas que ni en mis fantasías de actor porno se me habrían ocurrido.

-No puedo resistir probar tu culito, debes estar delicioso - Le decía acariciando su pierna gruesa y dura –Esta noche te quedas en mi casa. No te voy a dejar dormir. Te voy a taladrar hasta que me de la ganas-

Él sólo me veía con su sonrisa picara mientras me retiraba la mano lentamente. Vaya sorpresa me llevé cuando comenzó a sobar mi erección que se veía perfectamente aprisionada sobre mi pierna y se mordía los labios gimiendo como si su mano estuviera llena de terminales nerviosas.

-¿Te gusta? Sé que nunca has probado una así, te va a encantar y no sabrás si la quieres más en la boca o en el culo-

-Ya lo comprobaré-

Y con la maestría de un prestidigitador me sacó la verga y comenzó a mamarme lento y con fuerza mientras yo luchaba por no correrme, ni chocar, ni cerrar los ojos, ni llamar la atención ya que llevaba los vidrios sin polarizar. Hanniel la comía como nunca me la habían comido en la vida. En definitiva ese era el motivo de su actitud, el cabroncito si tenía de qué presumir al final.

No tuve reparo en bajarme del carro con la verga afuera y abrir el pórtico, una vez adentro lo recosté contra todas las paredes del garaje y subiéndolo sobre el capó caliente del carro lo empecé a morrear como un salvaje, mientras el enroscaba sus piernas en mí y yo simulaba penetrarlo mientras le iba desprendiendo de su camisa.

Sin parar de besarnos y tumbando todo a nuestro paso lo llevé adentro y lo tumbé sobre el sofá blanco de mi sala. Las luces que entraban por las ventanas eran perfectas para ver su cuerpo agitado y convulsionado. Mientras me veía con esa mirada infernal me saqué mis botas y calcetines, me quité la camisa y de un tirón me quité los pantalones quedando con mi traje de guerra (mi total desnudez) y mi armamento preparado (mi verga durísima viendo al cielo lista para penetrar) poniendo una rodilla entre sus piernas lo besé otra vez buscando la manera de quitar su pantalón. El me ayudó con sus zapatos y entonces se lo quité dejándolo con unos diminutos interiores negros que hacían juego con sus medias de vestir hasta las rodillas. Que imagen tan sensual… Quedándome con la rodilla entre sus piernas pero en realidad de pie frente a él, me tomé la verga blandiéndola y el tan inteligente entendió y se sentó continuando con su fenomenal mamada. Poco a poco fue acomodándose sin dejar de comerme la verga y se puso a cuatro patas y abriendo el culo que se veía delicioso en esa prenda que venía completamente descubierta por detrás…

-Como se nota que no estabas preparado para ser cogido esta noche…- Le dije.

Sin poderme resistir me incliné clavándole toda mi longitud en la boca mientras buscaba acariciar ese culito pálido y depilado. Sin poder resistir más, lo besé una vez más y lo cargué con mi verga rozando su entrada hasta tirarlo en mi cama. Allí con el mismo poder de la fuerza de gravedad me dedique de golpe a mantener sus piernas abiertas y a comerme ese culito que sabía a gloria. No pasó mucho tiempo para que lo sintiera palpitar mientras gimiendo me decía

-No hace falta que hagas todo eso. Cógeme de una vez. Me tienes dilatado desde que te vi en la disco-

Punto para mí. Sin embargo queriendo comprobarlo le metí un dedo sin contemplaciones a lo que él soltó un alarido. Luego dos, luego tres y todos entraron sin oposición de parte de su culito. Me puse un condón rápidamente, de los “extra-slim” y “extra-safe” ya que nunca me ha gustado la sensación, pero hay que hacerlo en pro de la seguridad. No hizo falta que le quitara su prenda. No me interesaba su verga en ese momento y efectivamente a él tampoco. Así que deslizándome lamiendo su abdomen sus piernas se depositaron sobre mis hombros y sin necesitar ayuda de mis manos lo ensarté de golpe pero con suavidad, como cuando un cuchillo caliente corta mantequilla…

Lo cogía a ritmo frenético donde él más que gemir gritaba pidiendo más, más fuerza, más rapidez. Arañándome la espalda. Mordiéndome la oreja. Cambiándolo de posición lo dejé a cuatro patas y lo empecé a meter completo de golpe, y como un rebote a sacarlo también completo una y otra vez, el se quejaba y jadeaba con cada repetición. Por último me dejé llevar un poco por él, cuando tomó la iniciativa de recostarme y montarse sobre mí. Ya en ese entonces no recordaba a ninguno de mis alumnos. Este chamo me tenía en el cielo. Me cabalgó como un experto, a un ritmo desaforado, hasta que sentándose de golpe y ensartándose hasta el fondo lo sentí contraerse y llenar todo la tela de su prenda de su semen… Yo no supe si por la buena jornada, la escena o las contracciones de su culo también me empecé a correr formando un coro de gemidos y respiraciones agitadas. Dejándose caer completamente exhausto sobre mi pecho nos comimos la boca por un rato más mientras yo le sobaba la espalda y las nalgas hasta quedarnos dormidos en esa posición.

Nos despertamos el domingo con un súper polvo, donde le regalé una breve mamada en una verga que sin ser grande era bellísima, como un premio por su buen comportamiento en la madrugada. Luego lo cogí en la ducha, en el piso, en la cocina, en la sala, en el garaje, en el carro y un par de veces más en la cama.

-Eres maravilloso. Ya no siento el culo de tanto que me has dado. Mañana no podré sentarme-

-Hoy no has podido sentarte- Le dije volviéndolo a coger.

Era increíble como aguantaba mi ritmo, no decía nunca que no. Para las últimas dos veces ya casi no tenía municiones pero el placer seguía siendo de otro mundo. Al final debimos despedirnos agradeciendo el buen sexo liberador. Lo acerqué hasta unos edificios en el centro y me devolví a mi casa. Ya me quedaban pocas horas para dormir y volver a mi nueva vida de profesor. Que ahora que me sentía saciado pretendía llevar de la mejor manera posible sin dejarme perturbar por aquel Ying - Yang o el imprudente…

Ese lunes, con mis primeras secciones y hasta con corbata pero siempre muy moderno y con la ropa como me gusta, todo volvió a ser de la mejor manera. Hasta que en el momento de ir con la directora a darle el resumen del día escuche una incómoda conversación

-Valerianni, no crea que por su apellido o su cara bonita Ud. Puede venir cuando se le dé la gana. Faltó toda la semana y hoy se presenta como si nada y sin justificativos. Ya la matrícula de profesores está completa Valerianni. Tendrás sólo este periodo para conseguir quedarte, y ya sabes que te han botado de todos los liceos respetables.-

-Está bien directora. Yo veré que hago. Ahora con su permiso me retiro a recibir más regaños en otro lado- Dijo levantándose de la silla con cierta dificultad

Yo esperaba pacientemente de espaldas al muchacho poder hablar con la directora mientras ella le decía

-Aprovecha y conoce al Profesor Francisco Sanz, es el nuevo profesor de inglés-

El mundo casi se congela con el frío que sentí en mi estómago en ese momento, lo que creo que él también sintió.

-Mucho gusto profesor. Hanniel Valerianni-

En qué embrollo me había metido. Yo preocupado por las fantasías con mis alumnos y resulté cogiéndome de mi lado más pervertido a uno de ellos. Ahora si era verdad que no duraría en ese trabajo… Porque al final ese Hanniel terminó siendo toda una joyita que estoy seguro no dejará pasar la oportunidad de decir que se tiró al Teacher.

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Gracias por leerme. Espero lo hayas disfrutado. Vaya que yo lo disfruté, creo que nunca había permanecido excitado durante todo el proceso de escritura de un relato.

Por favor no olviden comentar, en esta serie me interesa saber que tal va, les recuerdo que es un desafío personal, ya que lo mío es lo onírico y lo poético.

Un abrazo grande desde Venezuela!