El taxista nocturno
Mi novio se enoja conmigo porque se imagina que ando de puta, lo dejo con sus amigos y tengo una rica noche con un taxista
Esta historia es de cuando tenía 23 años. Mi novio me habló a mi casa, y me dijo que sus amigos lo habían invitado a un antro, que irían todos los de su salón, que si iba con el, que pasaba por mi, que me pusiera bonita. Me metí a bañar, lave todo mi cuerpo a la perfección porque quería terminar la noche en un hotel con mi novio, me vestí toda de negro desde la ropa interior hasta una blusa que hacía que mis tetas se vieran mas grandes, y un pantalón muy apretado que levantaba en exceso mi de por sí ya grande culo, y como siempre tacones de aguja, como me diría mi tío Rodolfo estaba super cogible.
Paso por mí, mi novio Lalo, el era un chico simpático y muy educado, en la cama no era un toro, pero al menos me sacaba las ganas. A Lalo le era infiel con quien se pudiera pero sin que el se enterara ya que no merecía ser humillado de esa forma.
Cuando llegó a casa, me vió y me pidió que diera una vuelta, me agarró el culo y me dijo lo bien que me veía.
Y-Nos vamos, quiero divertirme y acabar con una buena sesión de sexo.
L-Mis amigos se pondrán como locos al verte y sus novias se pondrán celosas.
Y-Pero yo solo soy tuya, que vean lo que quieran, solo te pertenezco a ti.
Pensé si supieras cuantas vergas entran en mí, le sonreí y nos fuimos al lugar donde nos quedamos de ver con sus amigos. Cuando llegué todos me vieron, ninguno pudo evitar verme las tetas y el culo, a muchos sus novias les reclamaron de forma discreta su actitud. Entre los amigos de Lalo hubo uno que con solo mirarlo me empecé a mojar, se llamaba Claudio, un moreno alto y muy fuerte, como me daban ganas de cogérmelo ahí mismo.
Nos fuimos al antro y estaba completamente lleno, durante un rato bailamos y bebimos, ya todos estábamos un poco pasados.
Mi novio no dejaba de agarrarme el culo, y yo le agarraba la verga, un amigo de Lalo grito cambio de parejas, y me acerque a Claudio, empezamos a bailar, todo normal, pero yo con ganas de verle la verga, de sentirla. Pusieron una música muy movida, y yo movía mi cadera de la forma más sexy posible, en uno de estos movimientos le dí la espalda, y le frote la verga con mi culo, sentí como se le paraba, se acercó a mí oído y me dijo –que buenas nalgas tienes-, yo le dije- alcánzame en la salida, te la quiero mamar- Me despegué de el y me salí, mi novio al parecer no se dio cuenta.
Lo esperaba afuera, llegó lo tome de la mano y me lo lleva a donde estaban los carros, le baje el cierre del pantalón, saque su verga y lo empecé a masturbar, se le iba poniendo dura y más grande debía de medir como 20 cm.
C-Ya chupamela.
Me la metí a la boca y así le pase la lengua por la cabeza, me la saque, y le pase la lengua por todo el largo de la verga, después me seguí con sus testículos, todo sabía muy rico, salió liquido preseminal, estaba salado, me la volví a meter y la chupe con todas mis ganas, mi lengua golpeaba la cabeza de esa verga, y el solo gemía, me encanta chupar la cabeza de la verga, se la chupaba primero lento y aumente el ritmo, se le hincho demasiado hasta que no agunto mas y se vino en mi boca, con dificultad pero me lo tragué todo, me limpie los labios y le dije:
Y-Tenemos que regresar, sino Lalo se va a dar cuenta.
C-No me puedes dejar así, te la quiero meter.
Y-Otro día, hoy tenemos que ir con nuestras parejas.
C-Mi novia sabe que salí contigo.
Y-Y si le dice algo a Lalo?
C-No te preocupes, no dirá nada.
Regresamos al antro, me dijeron que Lalo me estaba buscando y que estaba muy enojado porque no me encontraba. Despues de 5 minutos lo ví, me jalo del brazo y me pregunto que donde estaba, le dije que me soltara que me lastimaba, me dijo que de seguro andaba de puta, me hice la ofendida, le di una cachetada, y me fui del antro.
Pedí en la puerta del lugar que me pidieran un taxi, así lo hicieron, mientras esperaba al taxi, salió Cluadio.
C-Cuando cogemos.
Y-Pronto, yo te hablo, dame tu teléfono.
Llego el taxi y me subí adelante, el taxista me pregunto que a donde me llevaba, no le puse atención solo le indique el lugar y fui callada, como a los 10 minutos de camino, voltee a verlo, y me gusto, era delgado blanco de ojos aceitunados, como de 30 años, el me volteo a ver, y me preguntó si todo estaba bien, le dije que no, que me acababa de pelear con mi novio, el me dijo, que era increíble que alguien se peleara con una mujer tan bonita como yo, le di las gracias y le pregunte su nombre, se llamaba Benito, le dije mi nombre, y fuimos platicando en el camino sobre mi novio.
Y-Mi novio ya me tiene cansada, es muy tonto.
B-Si fueras mi novia, jamás te haría enojar, lástima que estoy casado.
Y-Pero eso no es pretexto para pasar un buen rato conmigo.
B-Si no tuviera que trabajar nos íbamos por ahí a divertirnos.
Y-Vamos a divertirnos a un hotel.
B-No puedo, necesito ganar dinero.
Me voltee en el asiento y le puse el culo enfrente.
Y-Crees que estas nalgas no valen la pena para que dejes de trabajar esta noche.
El toco mis nalgas.
B-Eso dices, pero a la hora buena, solo veré tu culo pero de metértela por ahí nada.
Y-Te voy e dejar que me cojas por el culo, que sientas lo apretadito de mi ano.
Me dio un beso en las nalgas, y siguió manejando, llegamos a un hotelito viejo, pero limpio, bajamos del carro pedimos una habitación, fuimos hacia ella, y ahí me dio un mega faje, nos besamos con mucho deseo, me quito la ropa, y él se desnudo tenía una verga de unos 24 cm, y muy gorda, la tome con mi mano y le chupe la cabeza, así estuve hasta que estaba dura, después pase mi lengua por todo su tronco, el me veía con autoridad, eso me excitó, me jaló del cabello hacía atrás y me dijo:
B-Métetela en la boca puta.
Obedecí y me la metí, parecía que él me quería atravesar con su pene, como pude se la chupe, así estuvimos unos 5 minutos, y ya me dolía la boca, me saco la verga y me dio una cachetada.
B-Ahora vas a saber que es ser cogida.
Y-Cabrón me estás haciendo que te desee como a nadie.
Me cargo y me aventó a la cama, caí boca abajo me jalo, y me puso de perrito, me metió 3 dedos en la concha y me hizo gritar, me masturbo de una forma muy rápida y me arrancó un orgasmo.
Y-Me vengo cabrón.
B-Y falta que te meta la verga.
Y-Pues ya clávamela cabrón, que mi vagina pide verga a gritos.
De un solo golpe me la metió toda, grite de dolor, casi me parte en 2.
B-Era lo que quería puta, que te la clavara.
Y-Sácamela por favor, me duele mucho.
B-Cállate puta.
Siguió moviéndose, su verga entraba y salía de mí, sentía como separaba mis paredes vaginales, mi concha se abría al máximo, pensé que me la rompería, me dolía muchísimo, y él seguía moviéndose rapidísimo, hasta que mi concha se acostumbre y empecé a sentir un enorme placer, mi concha, no quería dejar salir aquella verga.
Y-Más, dame más, no dejes de cogerme.
Me empecé a mover en círculos y eso le gusto.
B-Muévete así puta.
Mi vagina no aguanto más y me vine en un orgasmo largo y delicioso.
De repente, mientras yo recobraba el aliento después de esa embestidas me la saco, se paró y fue al baño regreso con shampoo en la verga y un poco en las manos, se embarro bien el shampoo en los dedos y metió 3 dedos en el culo, me empecé a reír.
B-De que te ríes puta.
Y-Como coges, mi culo se va a convertir en una lavadora y de mi ano va a salir espuma.
Se rió, y me dio dos nalgadas, tomo su verga y me puso la punta en el ano.
Y-Déjamela ir toda.
Así lo hizo, su verga entró por completo, pensé que se me rompía el ano, pero sabía que al final iba a gozar, antes de que él se moviera yo empecé a mover mi culo, de atrás hacia adelante.
Y-Te gusta como aprieto.
B-Si, que buen par de nalgas tienes.
Seguí moviéndome, de atrás a adelante, y viceversa, apretaba su verga todo lo que podía con mi ano, me encantaba sentir toda su verga en mis nalgas, después me moví en círculos, quería que ese taxista supiera que estaba con una mujer de verdad. Sentía su verga bien caliente en mi ano, mis nalgas botaban al igual que mis tetas mientras aquella verga me tenía a su disposición, él ya no aguanto y me grito:
B-Me vengo, que buen culo.
Me la saco y eyaculo en mi espalda, todo su semen quedo en mi espalda me recosté boca abajo mientras el trataba de jalar aire y recobrarse, pensé en mi novio que estaría haciendo, el solo en el antro y su noviecita acababa de darle las nalgas a un desconocido. Le pedí a Benito que me llevara a mi casa, en el camino quedamos en vernos otra vez.
Ya me iba a acostar cuando llegó un mensaje a mi celular, era de Lalo, decía que lo sentía que me amaba y que no me quería perder, que había sido un tonto, que lo perdonara, acabe de leer su mensaje, y toque mi ano, estaba muy abierto, me reí y pensé que me encantaba ser una puta.