El taxista me hizo su puta 5

Empujando su verga desde atrás dentro mío hasta que sentí que ya la tenia casi toda dentro de mi trasero, ambos rítmicamente empezaron a moverse metiéndome las dos vergas al mismo tiempo.

EL TAXISTA ME HIZO SU PUTA V

La locura de la noche anterior había transformado totalmente todos mis valores y los resabios de pudor que aún tenía, había pasado la línea, y ahora estaba casi segura que tal vez había iniciado un camino en la búsqueda del placer sin retorno.

Desperté temprano, me aliste rápido porque tenía que hacer algunas gestiones y además quería salir a hacer algunas compras, quería comprarme ropa sexy, quería sorprender a mi esposo con ropa intima de encajes como a el le gusta.

Termine de hacer mi última gestión y me dirigí a una galería en el centro de la ciudad, como hacía calor, me había puesto un vestido suelto delgado, pero que si bien no es corto, es realmente sexy sin ser vulgar, mi esposo siempre me decía que era un vestido bastante provocativo.

Subí al piso de ropa de mujer, empecé a ver vestidos, prendas intimas y otras, el piso por la hora estaba casi vacio, excepto por dos vendedoras y tres hombres que mientras buscaban entre los colgadores y mostradores no dejaban de mirarme.

Después de ver varias prendas, escogí algunas y estaba lista para dirigirme a la caja para pagar, pero entonces se me acercaron los tres, tenían acento extranjero, se presentaron, me dijeron que se llamaban Robert, Mike y Orlando, me pidieron si podía ayudarles a escoger algunas prendas para sus esposas y novias, y que no sabían bien que tallas comprar y me llenaron de adulaciones respecto a mi figura y al gusto de la ropa intima que había comprado.

Como no tenía apuro, y los tres eran bastante educados y simpáticos, accedí a ayudarlos. Empezamos a ver ropa de noche, escogieron unos dos vestido y me pidieron si podia probarme para ver como se veía en el cuerpo y esas cosas.

Cuando me estaba probando uno de los vestidos, la puerta del probador se abrió, o no se si ellos la abrieron, pero me encontré frente a ellos solo en ropa interior y con el vestido en la mano, cerré rápidamente la puerta me coloque el vestido y cuando Sali a modelarles me dijeron que comprarían el vestido para mi porque a mi me quedaría mejor que en otra mujer.

De ahí pasamos a la zona de lingerie, entonces la charla empezó a subir de tono, sin dejar de ser respetuosos, empezaron a elogiar mi figura, y a decir que mis senos eran perfectos, y otro que esa tanguita no le quedaría bien a ninguna de sus esposas, y que se vería muy bien en mi, yo debo confesar que me hacían sentir muy bien con sus halagos, entonces uno de ellos me pidió que me probara una bata de seda, yo accedí, entre al probador y me coloque la bata encima el vestido.

Cuando abrí la puerta del probador, Orlando que era el mayor de los tres, me dijo que me quedaba muy bien, pero que no se veía bien así sobre mi ropa y que si no me ofendía, me pedía si podía probarme la bata sola, sin el vestido, que creía que se vería mejor si me la colocaba sin el vestido, no dije nada, cerré la puerta inicialmente molesta, pensé en tomar mis cosas ir directo a la caja, pagar mis comprar e irme, pero mientras cerré la puerta y estaba por hacerlo por hacerlo así, ellos comenzaron a hablar eningles, seguramente asumiendo que yo no entendía.

Entre ellos empezaron a hablar de mi cuerpo, de mi trasero de mis senos, decían que era super sexy y que con seguridad sería increíble en la cama, uno de ellos les dijo que era capaz de entrar ese mismo instante al probador y follarme ahí mismo.

Los comentarios y sobre todo este último, me provoco una inmediata reacción, mis senos se endurecieron, mi conchita se humedeció, y me nació un deseo de ser follada ahí mismo por estos tres extranjeros.

Mis deseos se impusieron una vez mas a mi razón, en silencio me quite el vestido y así solo con mi ropa interior, me coloque la bata, me mire en el espejo del probador, la bata era tan transparente que dejaba ver mi cuerpo como si estuviese desnudo, solo los detalles del encaje en la seda y mi tanguita cubrían una nada de mi cuerpo.

Abrí la puerta, los tres se acercaron, y me dijeron que estaba divina y empezaron a llenarme de piropos, entonces yo les conteste en ingles, los tres se miraron y comprendieron que había entendido todo lo que hablaron, Orlando, el mas moreno de los tres, se les adelantó, y sin darme tiempo a nada me agarro y me beso, mientras sentía que se cerraba la puerta detrás nuestro.

Yo quise apartarlo, pero sus manos en mi cuerpo empezaron a romper mi resistencia, bajo su mano buscando mi conchita, instintivamente abrí mis piernas, entonces empezó a jugar con mi clítoris, eso me excito aún mas, me hizo girar y apoyarme en una de las paredes, empezó a frotar su verga dura contra mi traserito, escuchamos personas hablando en el salón, así que me dio miedo, le dije que ahí no, que vayamos a otro lado, el me dijo que me follaría ahí mismo, le pedí que no que podían sorprendernos y podíamos tener problemas.

El no me escucho, sentí que bajo el cierre de su pantalón, le dije que no, me dijo que siempre estaba preparado, lo vi de reojo sacar un preservativo y colocárselo, yo estaba presa contra la pared del probador, entonces sentí la verga de Orlando acomodándose entre mis nalgas, abrí mis piernas y levante mi trasero, Orlando dirigió su verga a mi conchita, hizo mi tanguita a un lado y empezó a meterme su verga, fue empujando despacio, mientras lo hacia empezó a acariciar mi cuerpo, sentí que su verga me estaba partiendo, realmente era bastante gruesa, le pedí que lo haga con cuidado, me dijo que no me preocupara, entonces fue aumentando su ritmo poco a poco hasta que sentí toda su verga clavada en mi conchita, Orlando paro un rato, luego empezó a moverse a un ritmo increíble, tuve que morderme mi mano paro no gritar de placer, la situación me excitaba aún mas y mas, y Orlando que me follaba a un ritmo increíble.

Estábamos así follando, entonces uno de ellos nos alerto que parecía que alguien del centro comercial estaba sospechando algo porque miraba de rato en rato con desconfianza, así que paramos, Orlando se arreglo, y en cuanto le dijeron salió rápido del probador, yo me vestí, y salí del probador, tome la ropa que había escogido y me dirigí a la caja, no quise mirar atrás.

Pague y salí, quise tomar un taxi, pero no había ninguno disponible, quise alejarme, empecé a caminar por la calle buscando un taxi, a los pocos pasos Orlando me alcanzó, me dijo que lo disculpara y que había comprado la bata y las otras prendas para regalármelas y que por favor las acepte, le dije que no que lo que había sucedido había sido una locura, mientras el intentaba convencerme, paró a nuestro lado una vagoneta, eran sus dos amigos, Orlando abrió la puerta de atrás y prácticamente me jalo adentró.

En cuanto subí, cerraron la puerta y partieron, les pedí que por favor me dejen, Orlando me dijo que no podíamos dejar las cosas así, y que sería algo sin perdón el dejarme a medio follar y que yo lo deje a el a medias, entonces delicadamente empezó a acariciar mi cuerpo, me hizo recostar y empezó a chuparme la conchita así encima de mi tanguita, esto termino de romper mi resistencia y empecé a pedirle que siga, que siga y no pare.

Entonces al verme así excitada, el cambio su actitud, y sin mas se echo encima mío, la vagoneta tenía los vidrios totalmente oscuros, así que Orlando sin perdida de tiempo saco su verga y me forzó a abrir las piernas, le pedí que se colocara un preservativo, el protestando así lo hizo, y ahora sin mas resistencia, separo mis piernas, las colocó sobre sus hombros y empezó a follarme, su verga era gruesa, fuerte, su follada paso de ser de delicada, a ser ruda, torpe, le pedía que lo haga despacio, pero no me hacía caso, sus embates eran fuertes, mas parecía que quería violarme que follarme.

Yo le pedía que pare que me estaba lastimando, pero el no me hacia ningún caso, continuaba follándome con violencia, sentí que entramos a algún lado, luego se abrieron las puertas y los otros dos me separaron de Orlando, al ver el garaje y el lugar, comprendí que se trataba de un motel.

En silencio fui conducida por los tres a la habitación del motel, entonces mientras Orlando me colocaba al borde de la cama para volver a follarme, los otros dos se ocuparon de quitarme toda la ropa, ya desnuda, Orlando volvió a clavarme su gruesa verga con la misma violencia anterior, no tardo mucho en terminar.

Luego Robert que era el mas joven, me hizo echar en la cama y empezó a besar mi cuerpo, asta que llego a mi conchita y empezó a besarla y a lamerla, esto me encendió totalmente, yo empecé a gemir de placer, Mike entonces paso a acariciar mi cuerpo y a concentrarse en mis senos, yo gemía y gemía de placer.

Entonces Mike, hizo a un lado a mi chupador y se acomodó entre mis piernas y empezó a follarme, mientras Mike me follaba, Robert no dejaba de acariciar mi cuerpo y besar mis senos, así estuvimos, hasta que Robert se echo a mi lado con su verga dura apuntando hacia arriba, y Mike se levanto y me hizo acomodarme sobre Robert, entonces empecé a clavarme la verga de Robert de a poco, hasta que en un movimiento me la clavo toda de una vez, esto me hizo lanzar un gemido de dolor, pero también de placer, luego el empezó a moverse con un ritmo delicioso, lo que me excito tanto que empecé a gemir de placer.

Al rato Mike se colocó detrás mío y Robert me hizo inclinar hacia delante dejando mi trasero a disposición de el, quise levantarme, pero Robert me sujeto, entonces Mike me dijo que me relajara, que era mejor y menos doloroso, y llevó su verga a la entrada de mi anito, sentí que previamente me paso una crema o vaselina y empezó a meterme. Al sentir su verga abriéndose paso en mi anito, lance un gemido de dolor, les pedí que pararan, pero no me hicieron caso, el de abajo empezó a moverse con su verga en mi conchita, mientras que Mike continuó empujando su verga en mi culito, yo sentía que no iba a aguantar, les pedí que pararan, entonces ambos pararon y empezaron a acariciar mi cuerpo.

El que estaba detrás mío, saco suavemente su verga de atrás, y el que estaba debajo empezó a moverse lentamente en un mete y saca cadenciado que fue devolviéndome el deseo poco a poco.

Una mano empezó a masajear mi clítoris esto y la situación de tener la verga clavada en mi, hicieron que la excitación vuelva a mi cuerpo, empecé a gemir bajito, al escucharme el que estaba abajo empezó a moverse cada vez mas rápido, yo pase a pedirle mas y mas, entonces paro, y aprovechando mi excitación, el que estaba detrás de mí empezó a empujar su verga en mi anito.

Estuvo empujando su verga desde atrás dentro mío hasta que sentí que ya la tenia casi toda dentro de mi trasero, ambos rítmicamente empezaron a moverse metiéndome las dos vergas al mismo tiempo, yo a estas alturas ya estaba totalmente excitada, empecé a pedir mas y mas, les decía que no paren, era un ritmo loco, increíble, mi cuerpo temblaba de placer.

Mientras uno empujaba dentro, el otro sacaba su verga casi totalmente, llegaron a moverse de tal forma que podía sentirlos inundándome toda completamente, sentía a momentos que llegaría a partirme en dos, pero el placer era tan grande, tan increíble que yo solo gemía de placer y les pedía mas y mas, estuvimos follando asi hasta que primero sentí que termino el que me follaba el culo, tuve un orgasmo que me hizo temblar de la cabeza a los pies, y luego de unos minutos sentí que lo hacía el que follaba mi conchita y tuve un nuevo orgasmo, ambos se levantaron, yo tome mi ropa y asi quebrada, adolorida me fui directo al baño, me bañe rápidamente y acomode mi ropa, quería salir de ahí.

Salí del baño y no encontré a nadie, sobre la cama estaba la ropa que habíamos comprado y junto a la ropa mi cartera y al lado dinero y una servilleta escrita en la que decía: La pasamos muy bien, gracias…y unos teléfonos.

Abrí la puerta y vi que en el garaje ya no estaba su vagoneta, cerré la puerta y me vino un temor, no sabía exactamente donde estaba, y no sabía como irme ahora de ahí. Al ver que la vagoneta no estaba me entro un temor, me arrepentí por lo que había hecho, cerré la puerta, me senté en la cama, estaba llena de miedo, no sabía que hacer, busque en el dormitorio, entonces vi el menú y la información del Motel, recupere el aliento y me sentí mas tranquila, mire nuevamente la ropa y el dinero junto a mi cartera, un morbo extraño recorrió mi cuerpo, tome el dinero y lo conté, me sentí una puta, me mire al espejo de la pared, empecé a recorrer mi cuerpo con la mirada, me parecía increíble que pueda despertar tanto deseo en los hombres.

Tome la bata y una tanguita sexy, me vesti con ellas, empecé a mirarme en el espejo nuevamente, instintivamente lleve mi mano a mi conchita y empecé a acariciarme, luego pase otra mano por mis senos, sin mas empecé a masturbarme, y pese a que recién había sido follada locamente por estos tres extranjeros, nuevamente estaba con deseos de ser follada, nuevamente fuera de mi, tome mi celular y llame al taxista, le indique el nombre del motel y el número de pieza, y le dije que mi esposo llegaría por la noche y que estaba dispuesta a hacer lo que el quiera hasta las cinco de la tarde.

Mientras esperaba, me coloque mi vestido encima de la bata, a los pocos minutos llegó el taxista, me dijo que estaba muy linda y que ya tenía dos clientes para que trabaje y que iríamos de inmediato, y me dijo que tenia que decirle porque estaba sola en ese motel, no dije nada, simplemente subí, no me importaba nada, solo quería ser follada.

Llegamos a un hotel por la Av. Cañoto, el taxista estaciono, y me dijo que lo acompañara, yo le seguí sin decir nada, pidió una habitación, el encargado le dijo que teníamos que firmar el registro y presentar nuestra identificación, entonces el taxista se acerco a el y le dijo algo al oído, entonces el encargado del hotel le entrego la llave.

Ni bien entramos al cuarto, el taxista me hizo echar en la cama, al levantar mi vestido y ver la bata transparente me dijo: Así que estabas ya lista para trabajar no putita, me quito el vestido, la bata y la ropa interior, así desnuda, levanto mis piernas y colocó su verga en la entrada de mi conchita, me preguntó si quería su verga, le dije que si, me dijo que le diga que yo era su puta, le dije que era su puta, entonces bajo su cabeza y llevo su boca a mi conchita y empezó a chupármela sabiendo que eso me enloquece de placer, después de un rato me dijo que si iba a trabajar de puta, le dije que si pero que de una vez me la meta.

Se acomodó entre mis piernas, le pedí que use preservativo, nuevamente me dijo que eso era para los clientes y que como mi dueño el me culeaba como quería, acomodó su verga y sin mas el taxista empezó a meterme su gruesa verga, no se porque pero su verga me enloquece, le pedí que siga que no pare, que iba a hacer lo que el quiera pero que no pare, estábamos follando así, yo en la cúspide del placer, entonces tocaron a la puerta.

Le dije al taxista que no abra que siga follándome, pero el taxista se levanto y me dijo que era hora de trabajar y que después me culearía todo lo que yo quiera.

Abrió la puerta, entraron dos hombres, uno ya bastante mayor y el otro también bastante maduro, ambos estaban vestidos con overoles de trabajo, el mas viejo le paso dinero al taxista y le dijo que realmente al principio no le creía, pero que estaba contento de que no había mentido y que era cierto que yo era su putita, me quede helada, entonces los reconocí, eran los que hacían mantenimiento en el hotel.

No tuve tiempo de nada, el mas viejo ya estaba desnudo y con la verga dura, listo para follarme, el taxista le paso un preservativo, y sin perdida de tiempo subió a la cama y cubrió mi cuerpo con el suyo, y acomodo su verga a la entrada de mi conchita, quiso besarme, hice a un lado mi cara, apoyo su mentón en mi hombro y sentí su verga abriéndose paso al interior de mi conchita, mientras iba metiéndome su verga, me decía que siempre había soñado con culearme desde que el taxista le contó que yo era su puta, y empezó a decirme que era la mujer mas sexy del hotel, y que no se había imaginado que algún día podría culearse una mujer como yo, así empujó hasta que me metió toda su verga.

Entonces empezó un mete y saca de su verga a un ritmo que me gustaba, mientras me follaba agarraba mi trasero y lo apretaba de tal forma que empezó a excitarme mas y mas, yo empecé a gemir de placer.

El hombre al escucharme gemir aumento el ritmo de su follada, eso me encendió totalmente de deseos, y yo le decía que siga que no pare, que continúe, el me decía que era una mujer muy rica y caliente, y que sería mi cliente permanente sin importar cuanto cueste culearme, aumento el ritmo de su follada, me pregunto si podía darme por la cola, le dije que no, volvió a meterme con mas fuerza y mas rápido, nuevamente su ritmo me enloqueció, le decía que siga, que siga, que no pare, el aumento aún mas su ritmo, hasta que sentí que termino.

El segundo hombre me llevó al borde de la cama, y empezó a pasar su verga por la entrada de mi culito, yo le dije que por ahí no, entonces el taxista se acomodo delante mío y colocó su verga en mi boca, tomo mi cabeza y la dirigió hacia su verga, abrí mi boca y empecé a chupar su verga, el taxista le dijo al hombre que chupe mi conchita, después de unos minutos al tener la verga gruesa y dura del taxista en mi boca, y al tipo chupando mi conchita, mi excitación aumentó, el taxista me sujeto contra su verga, y le dijo al otro que podía comerme el culo, quise retroceder, pero el taxista me sujetó con fuerza sin lastimarme, entonces el tipo paso una crema por mi culito, se colocó su preservativo y colocó la punta de su verga en mi anito, fue empujando lentamente abriéndose paso con dificultad, me dolía.

Pese a que no era la primera vez ese día, sentía como si fuese la primera vez, solté la verga del taxista y le pedí que pare, pero el me dijo que había pagado el doble por romperme el culo y que lo haría quiera o no, y continuó metiéndome su verga lentamente hasta que en determinado momento me la metió con fuerza.

Sentía un gran dolor en mi trasero, el hombre paro entonces entre el taxista y el pasaron a acariciar mis senos, eso me tranquilizo, entonces nuevamente el empezó a mover su verga dentro de mi trasero, poco a poco el dolor fue cambiando por placer, solté la verga del taxista nuevamente y empecé a gemir de placer, entonces el hombre aumentó el ritmo de sus movimientos, yo estaba al borde de la locura, tuve un orgasmo increíble que me hizo temblar y pedir mas y mes, el tipo empezó a jadear y empezó a follarme con violencia hasta que termino.

Yo me cubrí con la sabana mientras los dos se retiraban, entonces el taxista subió a la cama, separó mis piernas las colocó sobre sus hombros y empezó a meterme su verga, yo estaba loca de deseos por tener su verga dentro mío, así que empecé a pedirle que no pare que siga, le decía que quería que me llene con su semen, empecé a pedirle mas y mas, casi descontrolada, entonces el taxista se paro y me dijo que tenia que pagarle en genero al encargado del hotel, sin mas abrió la puerta y estando así desnuda con las piernas abiertas lo dejó entrar.

El encargado del hotel entró, el taxista le pasó un preservativo, el hombre se lo colocó, subió encima mío y empezó a follarme, fue una follada rápida, termino y se retiro.

Ni bien se retiro el encargado del hotel, me acomode al borde de la cama para recibir la verga del taxista, el se acomodó detrás mío y empezó a follarme, su verga volvió a encender mi loco deseo por placer, empecé a pedirle nuevamente que quería sentirlo terminar, que quería sentir su semen inundándome, el aumento su ritmo, empecé a pedirle mas y mas, entonces me dijo que iba a darme por el culo, le dije que no, que su verga era muy grande, pero me empujo contra la cama para que no me mueva, paso crema por mi anito y empezó a meterme su gran verga, el dolor era realmente fuerte, le pedí que no, que no siga, pero me dijo que yo era su puta y que no tenía derecho a reclamar nada, y volvió a metérmela mas y mas, empecé a transpirar por el dolor, entonces el paro y empezó a acariciar mi clítoris y mis senos, mi anito empezó a acostumbrarse al tamaño de su verga, el manoseo en mi clítoris y mi cuerpo empezaron a excitarme nuevamente mas, entonces el taxista volvió a meterme su verga en mi anito, pese al dolor yo estaba como drogada de placer, el dolor en mi trasero ya no me importaba, le pedí que me meta fuerte, le decía que me parta, que me haga su perra su puta, el taxista me follaba como le pedía, luego aumentó aún mas su ritmo.

Ahí paro un rato y después volvió a moverse metiendo y sacando su verga cada vez mas fuerte y rápido, eso me provoco un orgasmo increíble, y luego al sentirlo terminar llenándome mi culito con su semen volví a tener otro orgasmo.

Entre al baño, me duche, salimos del hotel, me costaba caminar, las folladas en mi traserito me dejaron totalmente adolorida, me dijo donde me llevaría, le pedí que me dejara en el hotel porque mi esposo tenía que llegar mas tarde.

Mi esposo llegó esa noche, llegó bastante cansado, así que ni bien se baño y se recostó en la cama quedó dormido, menos mal, porque yo estaba con la conchita y mi trasero realmente adoloridos por tanta follada.

Al día siguiente me despertaron las caricias de mi esposo, lleve mi mano a su verga y estaba dura, el sentirla asi me excito, baje a la altura de su verga y empecé a chupársela, eso lo excito aún mas y me coloco de frente y empezó a follarme, estuvimos follando de una y otra forma hasta que juntos terminamos.

El día paso tranquilo, y esa noche fuimos a una reunión de la Empresa, estaban celebrando algún nuevo contrato por lo que todos estaban animados y mi esposo era el centro de todas las atenciones, ya que decían que era gracias a su propuesta que habían ganado el contrato.

Como todos se preocupaban de mi esposo, ya a la una de la madrugada el quedo totalmente embriagado, por lo que una pareja de amigos se ofrecieron a llevarnos al hotel, llegamos al hotel, mi esposo estaba tan borracho que no podía pararse. Fuimos directo por el garaje, cuando llegamos, al vernos parar dos guardias se acercaron y nos ayudaron a bajarlo del auto, así levantado por los guardias mi esposo fue depositado en la cama del dormitorio, la pareja entonces se despidió, cuando baje para agradecer a los guardias y cerrar la puerta, fui tomada por el guardia negro (el mismo del que les comente en un anterior relato), quise hacerme soltar les dije que era peligroso que mi esposo estaba arriba, pero el me dijo que no había problema porque por lo borracho que estaba no iba a escuchar nada.

Me quito el vestido, y me hizo echar en el sillón de la sala, saco su verga negra ya dura y lista, me quitó la tanguita, separó mis piernas, las colocó sobre sus hombros y empezó a meterme su verga, el hecho de estar siendo follada por este negro con su gran verga me encendió de placer, sin mas me abrace a el y decidí disfrutar de su follada, no me importaba que mi esposo estuviese en el dormitorio a unos pasos de nosotros, el negro empezó a follarme con mas y mas fuerza, luego me colocó al borde del sillón y empezó nuevamente a follarme en esa posición, yo a no era dueña de mis actos, empecé a pedirle mas y mas, entonces al sentirlo terminar tuve un orgasmo increíble. El negro se separo, entonces el otro guardia me tomo de la mano y agarrando mi vestido en una mano, me saco asi desnuda al jardín llevándome al dormitorio de los guardias, allí me hizo echar en una cama, se desnudo y empezó a follarme, yo quería mas y mas, estaba controlada por mis deseos, ya no razonaba, mientras me follaba me dijo que si quería que me culeen todos los guardias del turno de la noche, yo estaba tan excitada que sin pensar le dije que si, y le decía que no pare que continúe.

Me hizo girar, se acomodo a mis espaldas y volvió a meterme su verga, esa posición me excitó aún mas, yo gemía de placer, hasta que lo sentí terminar, cuando se levantó, vi que en la puerta del cuarto estaba otro de los guardias del hotel ya sin su pantalón. El guardia se acercó a la cama y aprovechando que estaba de espaldas, se colocó sobre mi, dirigió su verga a mi conchita y empezó a follarme, mientras me metía su verga empezó a acariciar mis senos, besaba mi espalda y mi nuca, y paso a acariciar mi traserito sin dejar de follarme, yo seguía como drogada de deseos de placer, creo que mi excitación hizo que el guardia terminara.

Me pare, quise vestirme para volver a mi apartamento, pero entonces entraron dos guardias, estos eran los mismos que ya me habían follado en anterior ocasión, sin mas, uno de ellos se me acerco, me tomo del brazo, se quito la ropa y me llevó a un cuarto junto a la puerta, colocó el colchón en el piso, el se echo de espaldas y me hizo cabalgarlo, después de unos instantes en esa posición, se acerco el otro guardia y empezó a acariciar mi cuerpo y a masajear mi clítoris, eso me hizo gemir de placer, uno me follaba y el otro me metía mano y masajeaba mi clítoris, eso me volvió a encender, entonces empecé a decirles que no paren que sigan.

Al ver mi excitación el guardia que me estaba acariciando, se colocó detrás de mí y puso su verga a la entrada de mi anito, le pedí que lo haga con crema, el se levanto y luego sentí que me pasaba una crema por la entrada de mi culito, después el empezó a meterme su verga en mi anito.

La verga en mi conchita y ahora sentir esta otra verga entrando en mi anito, me hicieron tener un orgasmo de locura, les pedía que me metan, que me partan entonces los dos empezaron a moverse acompasadamente dándome un placer increíble, así estuvimos hasta que los tres terminamos casi al mismo tiempo.

Me levante, me coloque mi vestido y volví a mi apartamento, mi esposo estaba totalmente dormido, entre a bañarme, mientras lo hacia, me decía a mi misma que ahora no había duda que yo era la puta del taxista.

AUTOR: DOSXDOS

EMAIL: dospordos2006@yahoo.com