El taxista me hizo su puta
Vi de reojo que el guardia le paso dinero al taxista, y este a su vez le paso un preservativo, el guardia bajo su pantalón, se colocó el preservativo, separo mis piernas y coloco su verga en mi conchita
EL TAXISTA ME HIZO SU PUTA
Aquella noche, después de lo que pase con el taxista y su ahijado, situación que les comente en mi anterior relato (Ahora si perdí todo el control), cuando los dos salieron del apartamento, me metí a la ducha, y mientras me bañaba repase lo que había vivido ese día, y sobre todo esa noche.
Quede realmente sorprendida conmigo misma, mi vida en los últimos tiempos había cambiado de una forma que jamás me hubiese imaginado, recuerdo que cuando veía escenas de sexo "fuerte" en las películas, siempre me parecía que eso solo sucedía ahí, en las películas, y cuando empecé a leer relatos eróticos, le decía a mi esposo que esas solo eran fantasías, y que no creía que esas cosas pudiesen suceder en la realidad. Pero ahora no solo las entendí, no solo entendí que muchas de esas historias o relatos eran reales, sino que además yo era una de sus protagonistas, en poco tiempo me había convertido en una adicta al sexo.
Salí de la ducha y me acosté, estaba realmente cansada, me sentía partida, pero satisfecha, ni bien apoye mi cabeza en la almohada quede dormida, me despertó el teléfono, mire el reloj eran las nueve y media de la mañana, atendí, era mi esposo, para avisarme que lamentablemente las cosas en el campamento se habían complicado un poco y que solo retornaría al día siguiente, y que lo disculpe por no poder hacer ese día todo lo que habíamos planeado, le dije que no importaba y que no se preocupe, antes de colgar me pidió que compre unos repuestos, me dio la dirección de la empresa, me dijo que me quería mucho y colgó.
Me sentí mal por todo lo que viví el día anterior, mientras el estaba trabajando, yo me había entregado al placer sin límites, pero me tranquilice yo misma recordando lo que el siempre me decía, que hay que saber vivir la vida en cada momento, mientras se puede y se es joven, porque en unos años, ya nada de algunas cosas podríamos hacer aunque quisiéramos.
Me bañe, me vestí y salí al lobby del hotel para tomar un taxi, en la recepción estaban tres hombres, me saludaron e hicieron un comentario delicado y fino sobre mi figura, yo simplemente sonreí, el botones les indico que ya llegó su taxi, a lo que uno de ellos me pregunto si yo también estaba esperando taxi, le respondí que si, entonces casi a coro los tres me dijeron que me cedían el de el ellos y que tomarían el próximo, yo agradecí y salí para subir al taxi, quede paralizada, el taxista era el mismo de la noche anterior, quise volver, pero era tarde, el botones ya tenía abierta la puerta del taxi, me sentí empujada por las circunstancias, así que entre al taxi y me senté en el asiento de atrás.
El taxista me saludo con mucha cordialidad y fue respetuoso, le pase la dirección, y el me indico que conocía la dirección, pese a que la empresa donde íbamos era distante del hotel, camino al aeropuerto, no cruzamos una sola palabra, llegamos y le pague, me preguntó si deseaba que me espere, le dije que no, pero el insistió puesto que por allí no pasan muchos taxis, así que le dije que si, no demore mucho, sacamos las piezas y el taxista las coloco en el asiento de atrás, lo que me obligo a sentarme adelante, subí y le pedí que me llevara al hotel, en cuanto llegamos a la carretera, el saco su verga, tomo mi mano y con fuerza la llevo al encuentro de su verga, le dije que se estaba propasando, pero ya no era respetuoso, me dijo que yo era su putita, y que me encantaba su verga, y que no había podido dormir pensando solo en el momento de volver a culearme.
Colocó mi mano sobre su verga dura, e hizo que la agarrara, me obligo a empezar a masturbarlo, se salió a un lado del camino y paro, empezó a acariciar mis piernas con su otra mano, mientras que con la otra me obligaba a masturbarlo, le dije que me dejará que iba a gritar, el se rió, y me dijo que si nos llevaban a la policía, tenía a su ahijado como testigo de que yo follaba con el porque me gustaba, intente hacerle desistir, pero su mano en mis piernas y mi mano en su verga, rompieron en mi toda resistencia, el se fue abriendo paso hacia mi conchita, separe mis piernas, toco mi conchita por encima de mi tanguita, esto termino por excitarme, soltó su mano y ya mi mano masturbaba su verga como autómata, empezó a acariciar mi conchita así sobre mi tanguita, yo sentí su humedad, el taxista también, sin mas encendió su taxi y retorno al camino, sin dejar de masajear mi clítoris.
Pasamos por un motel, pero al llegar al siguiente, el desvió su camino y entró al motel, le dije que por favor me lleve al hotel y que mas tarde podría ir a mi cuarto en el hotel y que me dejaría follar, pero el no me escucho, entro a una habitación, ni bien cerraron la puerta, quiso abalanzarse sobre mi y besarme, lo rechace haciendo mi boca a un lado.
El salió del auto, se dirigió a la puerta, me tomo del brazo y me condujo al dormitorio, se colocó el preservativo y me hizo inclinar hacia la cama, solo separo a un lado mi tanguita, sentí su verga con el preservativo rozar mi vagina, hasta que el empezó a meterme su verga, mi conchita se abría dándome placer, pero también cierto dolor por el grosor de su verga, yo empecé a gemir de placer, entonces el llevó sus manos a mis senos y empezó a acariciarlos, sentí en este mete y saca un orgasmo fuerte que me sacó un gemido de placer fuerte, el me dijo que era una putita, su putita.
Y repetía que yo era su putita mientras me follaba mas y mas fuerte, yo por el placer que esta recibiendo de su verga le decía que si, que era su puta, me pedía que le diga que era su putita, yo le repetía que si que era su puta una y otra vez, así estuvimos, hasta que el termino, saco su verga, se limpio, y me dijo que ahora podíamos continuar el viaje al hotel.
Llegamos al hotel, el se ocupo de bajar las cajas, le pregunte cuanto le debía, y me dijo que nada, que la carrera había sido pagada con mi trabajo de putita, que me diga eso, no se porque pero me excito, yo no le conteste nada, el se retiro, y yo subí a darme un baño.
Mientras me bañaba, comencé a recordar la follada en el motel, me volvió la excitación, quería mas, estaba nuevamente excitada, salí de la ducha y llame al taxista a su celular, le dije que si estaba con tiempo y si podía pasar por mi apartamento directamente por el garaje para llevar un sobre, el me respondió que estaba con un pasajero, pero que estaría por mi apartamento en unos quince minutos, y que el sobre me dejaría muy bien satisfecha, el entendió claramente lo que quería, me mire al espejo, me sentía especial, deseada, me coloque una tanguita de encajes y una bata blanca transparente, me estaba vistiendo para el, para el taxista, quería estar sexy, llame al restaurante y pedí un refresco.
Después de unos minutos tocaron la puerta, la abrí y entro Marco el camarero, me dijo que estaba hermosa como siempre y me preguntó si ya había regresado mi esposo, le conteste que no, que solo volvería al día siguiente, viéndome así con mi bata transparente y mi tanguita, quiso aproximarse, pero entonces tocaron el timbre del garaje, lo que lo obligó a salir del apartamento sin decir nada, me coloque un vestido encima y salí a abrir el garaje, el taxista entro, yo me dirigí al dormitorio, me quite el vestido y me quedé con mi tanguita y la bata, el taxista me miró y me dijo que estaba como la putita mas linda y sexy que había conocido.
Me miraba de arriba abajo, empezó a decirme que como yo era una perrita arrecha y caliente, conmigo el podría ganar mucho dinero haciéndome trabajar de putita por las noches, se me acercó y me quito la bata, se agacho y empezó a chuparme la conchita por encima de mi tanguita mientras que sus manos recorrían mi cuerpo, luego bajo mi tanguita dejándome desnuda, me hizo echar y continuó chupando mi conchita, me estaba enloqueciendo de placer, le pedí que pare que no aguantaba mas y que me meta su verga de una vez, no me hizo caso, continuó chupando mi conchita, pasaba su lengua de dentro de mi conchita y jugaba con mi clítoris, lo que me dejaba sin aliento de tanto placer, le pedí nuevamente que por favor me la meta que ya no aguantaba, el esta vez se paró, se coloco su preservativo y se subió encima mío, separo mas mis piernas, las coloco sobre sus hombros y empezó a meterme su verga, estaba tan excitada que le pedía mas y mas, el me metía con un ritmo que me estaba enloqueciendo de placer, luego paro y me dijo que era mi amo, le dije que si, luego continuaba metiéndomela, para parar nuevamente y hacerme decirle que yo era su puta, yo repetía una y otra vez que si, que era su puta mientras que su verga entraba y salía de mi conchita.
Luego el se hecho de espaldas, y me hizo cabalgarlo, manejaba mi cuerpo a su gusto, el controlaba el ritmo, era a veces un poco rudo, pero siempre sabia como hacerme sentir placer en esa posición me sentía clavada, partida en dos, lo sentía tan dentro mio que el placer era increíble, tuve un segundo y tercer orgasmo en esa posición, luego me colocó al borde de la cama y nuevamente volvió a meterme su tremenda verga, empezó a moverse de tal forma que me hacía pedirle mas y mas, le pedía que no pare, estuvimos así hasta que terminamos juntos.
Me recosté en la cama, me vino un sentimiento de culpa, pero estaba satisfecha, cubrí mi cuerpo con las sábanas, el taxista mientras se vestía y se arreglaba, me dijo que nunca olvide que era su puta y su esclava, y que esa noche volvería para enseñarme a ser de verdad su putita, y que sería mi examen, y sin mas el bajo a la sala y se retiro.
Me quede unos instantes así, luego me levante y me dirigí al baño, tome una ducha ya mas serena, salí de la ducha y me recosté, ya satisfecha me quede dormida. Desperté a eso de las tres de la tarde, como no tenía nada concreto que hacer me puse a ver una película, la película estaba realmente interesante, y como no almorcé, me dio hambre, así que para no perderme la película pedí al restaurante que me trajeran unos emparedados y refrescos, baje a la puerta y le quite el seguro y volví rápido al cuarto a ver la película.
Llamaron a la puerta, mire por el balcón, eran mis emparedados, desde el balcón por la ventana le indique al garzón que entrara, que la puerta estaba sin seguro, cuando sentí que entro le dije que deje todo en la mesita de la sala y que su propina estaba sobre la mesa.
Continué viendo la película, pero me sentí observada, gire mi cabeza a las gradas y vi a Marco el camarero ya desnudo y agarrando su verga, el no me dio tiempo a nada, prácticamente se lanzo a la cama y se metió entre las sábanas, casi como un loco abrió mis piernas y empezó a chupar mi conchita, esto encendió de inmediato mi excitación, me enloquece que me chupen la conchita, al sentir mi humedad, Marco pasó a besar y a acariciar todo mi cuerpo hasta llegar nuevamente a mi conchita, se detuvo ahí y me hizo tener mi primer orgasmo, el no paraba de lamer y besar mi clítoris y conchita, eso me enloquece, le pedí que pare que quería sentirlo dentro mío, el se levanto, coloco mis piernas en sus hombros, no se como en medio de la excitación saque de mi neceser preservativos y se los pase, el se lo coloco y empezó a meterme su verga con una fuerza increíble, sentía que me entraba no se hasta donde, estuvimos así unos minutos, luego cambiamos de posición, el camarero me estaba dando un placer increíble que mezclado a las circunstancias, todo hacia que mi placer sea mayor, entonces hizo que me colocara al borde de la cama y volvió a meterme su verga en mi conchita, el me metía y sacaba, y mientras lo hacia tocaba mis senos y bajaba su mano a mi clítoris, me metía y sacaba, hacia una pausa y luego continuaba, no paraba de decirme que solo conmigo sentía placer, sentí que levanto el teléfono, y hablo con alguien respecto a que todavía estaba sola y que en ese instante me estaba culeando, intente preguntarle que estaba haciendo, pero aumentó el ritmo de su verga y solo me salieron gemidos de placer, mientras estábamos en esa situación creí escuchar la puerta del apartamento, pero estaba tan excitada que no preste mayor importancia, entonces Marco aumento su ritmo y lo sentí terminar. Levante mi cabeza y me encontré con el otro camarero, prácticamente no tuve tiempo de reaccionar, Marco le paso un preservativo, el camarero me hizo echar nuevamente en la cama y sin mas empezó a follarme, lo hacía casi con desesperación con un ritmo tan rápido que terminamos juntos.
Los dos camareros se retiraron, veía mi vida sexual pasar a una velocidad que era una locura, me sentía deseada, pero al mismo tiempo me sentía mal por todo lo que estaba pasando conmigo y lo que había hecho desde que llegue en este viaje a Santa Cruz. Me bañe, quise escapar del hotel para evitar estas situaciones, me sentía presa de los que alguna vez me habían follado por dar rienda suelta a mis deseos, me sentía usada, pero también deseada, y eso hacia que me sienta en el fondo bien conmigo misma y hacia que olvide mis remordimientos.
Me vestí, comí los emparedados, y salí al cine para hacer hora, ya no quería permanecer en el hotel sola, después del cine, retorne al hotel casi a las diez de la noche, entre directamente por el garaje, no quería ser vista, solo quería descansar y esperar a mi esposo al día siguiente tranquila.
Me acosté, encendí el televisor, lo programe para unos 45 minutos, y me dormí viendo un programa de música.
No se cuanto tiempo dormí, y fui despertada por el timbre de mi celular, mire la hora, era la una de la madrugada, conteste y del otro lado me hablo el taxista, me dijo que estaba a una cuadra del hotel y que salga por el garaje, que esa noche me tenia una sorpresa aún mayor que la de la mañana, aún medio dormida le dije que no, que estaba loco y que deje de llamarme, colgué, pero el nuevamente llamo, le dije que estaba cansada y que me deje descansar y colgué, nuevamente llamó, pero el no conteste, apague mi celular, y me acomode para volver a dormir, estaba conciliando el sueño, cuando sentí que tocaron a la puerta del apartamento.
Baje a ver quien era, era el taxista, no se como entro al hotel, pero estaba ahora ahí en la puerta, cuando le dije que quería, me dijo que estaba con los medicamentos de la farmacia, le pedí en voz baja que por favor se marche, que los otros alojados podrían darse cuenta de su presencia, entonces nuevamente esta vez mas fuerte dijo: Señora le he traído los medicamentos que ha pedido, le pedí que se marchara, que el personal del hotel podría darse cuenta, entonces nuevamente toco la puerta y volvió a repetir lo mismo, pero mas fuerte.
Para evitar más ruidos a esa hora, no me quedó más que abrirle la puerta con la esperanza de convencerlo de que se marche.
El entro y sin decirme nada, aprovechando que estaba solo con mi salto de cama, empezó a manosearme, le pedí que se retire, y le prometí que al día siguiente haríamos lo que el quisiera, comprendió que por no hacer ruido yo estaba ese instante prácticamente a su merced, me colocó de espaldas a el, y continuaba tocando todo mi cuerpo, luego llevo mi mano al encuentro de verga, que a esta altura ya estaba fuera de su pantalón, el contacto de mi mano con esa verga que me daba tanto placer, provocó un cambio en mi cuerpo, mis pezones se pusieron duros, y mi conchita cobró vida, empezó a mojarse, el llevo su mano a mi trasero y empezó a pasar su verga por encima de mi piel, esto hizo que mi excitación vaya aumentando.
Llevo su mano a mi conchita y comprobó mi excitación, ahí mismo en la sala, me quito la bata y mi calzoncito, ahora estaba desnuda para el, hizo que me incline para empezar a follarme, iba a hablar y me dijo: Mi putita no se preocupe, que su amo ya esta con su condoncito, sentí la punta de su verga en mi conchita, abrí un poco mis piernas para facilitar la penetración, el taxista me metió tan fuerte que no pude evitar un gemido de dolor, pero luego ese inmenso placer, sentí ese loco placer que me daba su verga, luego el empujo una vez mas y su verga termino de entrar a mi conchita, no se como, pero el sentir esa verga en mi conchita, hizo que me entregue por completo al placer, el empezó un mete y saca increíble, a ratos el se detenía, yo me movía hacia atrás para sentir su verga entera dentro mío, luego el la saco y solo metió la punta, quise moverme atrás para tenerla toda dentro, pero el no me dejó, me dijo que le pidiera que me la meta, eso hice le pedí que me la meta, me dijo que le diga que por favor me la meta, que no podía vivir sin su verga, así lo hice, me la metió, volvió a ese mete y saca con su verga que tanto placer me da, pero luego paro nuevamente.
Me dijo que le diga que era su puta, su esclava, le dije que era su puta su esclava, me pregunto si quería mas verga, le dije que si, entonces me dijo que esa noche yo iba a ser la puta del hotel, y que el iba a cobrar a los guardias de seguridad para que me culeen, yo le dije que haría lo que el quiera, pero que no pare, entonces saco su verga, así desnuda me agarro con fuerza de la mano y me dijo que yo era su puta, me dijo que me eche ahí en el sillón de la sala, yo así lo hice, creí que quería continuar follándome en esa posición, yo estaba tan excitada, que lo único que quería era continuar con esa verga en mi conchita, mientras me echaba, vi. que el se acerco a la puerta y luego entro un guardia de seguridad.
Quise levantarme, pero el me dijo que los guardias lo habían dejado entrar y que sabían que yo era su putita, y que era mejor continuar disfrutando por las buenas.
Vi de reojo que el guardia le paso dinero al taxista, y este a su vez le paso un preservativo, el guardia bajo su pantalón, se colocó el preservativo, separo mis piernas y coloco su verga en mi conchita, empezó a empujar su verga, colocó sus manos en mis nalgas, obligándome a levantarlas, lo que ayudo a que su verga entre casi de un solo golpe, empezó a moverse con un ritmo y una delicadeza que me provocaron mi primer orgasmo, empecé a gemir, el al escucharme aumentó el ritmo y paso a acariciar mi cuerpo mientras continuaba follándome, quiso levantarse para hacerme colocar en otra posición, pero el taxista le dijo que con pose era otro precio, el guardia volvió a clavarme su verga y continuó follándome, hasta que termino y se levanto agarrando su preservativo.
Mientras el taxista lo despedía, yo me levante y subí pensando refugiarme en el dormitorio, pero el fue mas rápido y me corto el paso, así aún desnuda me llevo al cuarto y me hizo echar, no me dio tiempo a nada, se colocó un preservativo y empezó nuevamente a follarme. Debo reconocer que su verga me produce un placer tan loco que pierdo el control de mis actos, mientras me follaba nuevamente me pregunto que si yo era su puta y su esclava, le dije que si, me pregunto si me había gustado ser culeada por el guardia, y saber que el había cobrado para que me follen.
Los movimientos de su verga en mi conchita me estaba enloqueciendo de placer, ya sin control propio, a todo le decía que si, el taxista aumento el ritmo y al ver que empecé gemir y gemir de placer, mas y mas fuerte, comprendió que el tenia control total sobre mi, entonces paro, paro, yo le pedí que continuara, me dijo que solo si le decía que yo era su puta y su esclava, le dije que si, que era su puta y su esclava, pero que continúe, el se levanto, y me dijo que permaneciera así echada y con las piernas abiertas como la puta que era, entonces dijo: Puedes subir, y vi que entro al dormitorio otro guardia, le pedí que por favor no, que ya no aguantaba mas, el recibió el dinero del guardia y le paso un preservativo, le dijo tienes máximo cinco minutos, el guardia no perdió tiempo, simplemente bajo su pantalón, se coloco el preservativo y empezó a follarme, sentí que su verga me llegaba hasta no se donde, no era gruesa, pero era larga, el sentirlo tan dentro mío me provoco una excitación mayor, empecé a acompañar sus movimientos, el taxista me decía que era una verdadera putita, el guardia me follaba con desesperación, me decía que era rica, que era linda, que era la mejor hembra que se había culeado, así termino, ni bien se levanto el guardia, el taxista ocupo su lugar y nuevamente empezó a follarme, esta situación y el sentir esa verga gruesa y grande me provoco un nuevo orgasmo.
Me decía que yo siempre iba a ser su puta, yo le contestaba que si, pero que no pare, que siga follándome, el continuó follándome hasta que terminamos juntos, se levanto, yo cubrí mi cuerpo rápidamente con las sábanas, el me miró mientras se arreglaba la ropa y me dijo que había pasado mi examen de puta.
Le dije que porque me había hecho eso con los guardias, entonces me contesto que porque no le había hecho caso en salir, entonces le comente que me preocupaba que comenten algo con el personal del hotel, el me dijo que no me preocupe, que si alguien se enteraba que lo habían dejado entrar a el a esa hora y sin autorización de la recepción, se iban a quedar sin trabajo, así que nunca dirían nada.
Antes de irse me dijo que era una puta de calidad y además arrecha, que era como una perrita en celo, y que me prepare para mañana porque habría más sorpresas.
El taxista se retiro, cerré las puertas con seguro, tenia miedo de que alguno de los guardias decidiera volver, me recosté sobre la cama, aún desnuda, tapada solo con las sabanas, no quería moverme, estaba arrepentida de haber abierto la puerta, y adolorida en todo el cuerpo y en mi conchita, por todo lo que había vivido, las escenas pasaban una y otra vez por mi mente, me decía a mi misma que nada de eso u otra cosa volvería a pasarme, así quede dormida hasta el día siguiente.
AUTOR: DOSXDOS E Mail: dospordos2006@yahoo.com