El taxista me hizo su puta 2

El taxista paro de follarme, y me dijo que era hora de trabajar, me recostó sobre la cama, así desnuda, el guardia ya estaba en el dormitorio, el guardia le paso dinero al taxista

EL TAXISTA ME HIZO SU PUTA II

Después de la locura con el taxista de la noche anterior (Situación que les relate en mi anterior relato "El Taxista me hizo su puta"), desperté cuando sentí que tocaban la puerta, miré la hora, eran las nueve de la mañana, baje apresurada y me encontré con mi esposo que llegaba de su trabajo de inspección a un campamento, lo abracé, lo besé como si no lo hubiese visto un año. Subimos al dormitorio, el se dio una ducha rápida, y se hecho a mi lado, empezó a besarme y a acariciarme, mientras lo hacia, me dijo que disculpe el retraso y los contratiempos que tuvo debido a las complicaciones en su trabajo, y que intentaría que a partir de ese momento las cosas sean diferentes, y que haríamos todo lo que habíamos planeado hacer en este viaje, el continuó besándome mientras acariciaba mi cuerpo, si hay algo que mi esposo sabe hacer, es enloquecerme con sus manos, su boca, cada caricia me excita.

Después de acariciar mi cuerpo, descendió su boca desde mis senos hasta mi conchita, allí se detuvo y comenzó a chupar y besar mi conchita y mi clítoris, eso me llevó a las nubes, me hizo girar el cuerpo despacio, hasta que tuve su verga en mi boca, en un maravilloso 69, era una verdadera locura, me encanta que me chupen la conchita, pero a mi me fascina chupar la verga de mi marido, empecé a chuparlo con desesperación, y el hecho de que el me este chupando mi conchita aumento mi excitación y los deseos de chupar la verga de mi marido. Mi esposo empezó a decirme que pare que iba a hacerlo terminar, que pare de chupársela, pero estaba tan excitada chupándole la verga, que no pare, hasta que sentí su semen en mi boca, aún así no pare y empecé a tragarme su semen, no quería que su verga pierda su erección, por eso seguí chupándosela, quería sentirlo dentro mío, y lo conseguí, mi esposo me colocó al borde de la cama y empezó a follarme, sentir su verga, me dio un placer especial, ese placer que solo el sabe darme, mientras me metía su verga, acariciaba mi cuerpo, así me hizo tener mi primer orgasmo.

Luego me hizo echar de espaldas, levantó mis piernas sobre sus hombros y colocó la punta de su verga en mi conchita, empezó a masturbarme con su verga pasándola sobre mi clítoris, esto me encendió totalmente, le pedí que ya no siguiera, que quería sentirla toda dentro, el haciendo caso a mi pedido me la clavó de un solo golpe, esto arranco de mi un gemido mezcla de dolor y placer, le pedí que no pare que no la saque, pero el sabe hacerme llegar a las nubes, me metía su verga en un movimiento rítmico, para luego parar, obligándome a mover mi cuerpo al encuentro de su verga, era una delicia, una locura de placer sentir su verga toda dentro mío, así estuvimos disfrutando, mi esposo es un maestro al hacerme el amor, cambiamos varias veces de posición, hasta que terminamos juntos.

Estuvimos un tiempo abrazados en la cama, me pregunto si había desayunado, le dije que no, así que pedimos el desayuno al apartamento, mientras desayunábamos me comento de su viaje, y me preguntó si en su ausencia había hecho algo especial, pensé un instante antes de contestarle, y le dije que prácticamente no había salido del hotel, y que había estado en el apartamento casi todo el tiempo (No mentí).

Después de desayunar, me dijo que tenía que dejar los informes de la inspección en las oficinas de la empresa, y si quería podía acompañarlo, o esperarlo en el hotel, le dije que ya habíamos estado separados demasiado tiempo, así que lo acompañe.

No se si las circunstancias estaban jugando conmigo, pero el taxi del hotel que paso a recogernos era el mismo del taxista del relato anterior, nos saludo muy educado y respetuoso, mi esposo le dio la dirección, en el camino al hotel mi esposo me fue relatando como le fue en su viaje y me decía lo que haríamos en los siguientes días aprovechando nuestro viaje.

Así llegamos a la puerta de la Empresa, me pidió que lo esperará en el taxi que no tardaría, ni bien se bajo mi esposo, el taxista empezó a recordarme que la noche anterior yo había trabajado como su putita, y que desde esa noche yo era la esposa de mi marido, pero era su puta y su esclava sexual, le pedí que se calle que no continúe, que mi esposo podría escucharlo, no termine de decir eso y vi a mi esposo acercarse al auto, me dijo que había dejado unos CD´s con información en el hotel por descuido, y que por favor en el mismo taxi vaya a recogerlos, así el podía ganar tiempo reuniéndose con los técnicos y así nos liberábamos antes.

El taxista sin esperar ninguna orden, le dijo a mi esposo que iría de inmediato, pero que tal vez demoraríamos un poco porque ya era medio día y a esa hora el tráfico era lleno de embotellamientos, mi esposo le dijo que no había problema, que de cualquier forma, el también iba a demorar un poco y así además yo no me aburriría en el estacionamiento de la Empresa, y que después iríamos a almorzar.

Salimos camino al hotel, llegamos la avenida y después de un kilómetro, el taxi giro entrando por unas calles desiertas y sin asfalto, el taxi iba corriendo, le pregunte al taxista que porque había tomado ese camino y no estaba yendo directo al hotel, me dijo que esa era su ruta rápida de emergencia, y como se trataba de una emergencia, así llegaríamos rápido al hotel. Entre lo que el auto saltaba, y yo le pedía que disminuya la velocidad, llegamos nuevamente a la avenida que pasa por el hotel, respire aliviada.

El taxista se dirigió directo al garaje del apartamento, paró, le pedí que me esperará unos minutos mientras recogía los CD´s y documentos para mi esposo, baje, abrí el garaje, pasé el garaje y ni bien abrí la puerta del apartamento, el taxista me empujo dentro de el y cerró la puerta.

Quise correr hacia la puerta que da al patio interior del hotel desde el apartamento, pero el taxista me sujeto de mi mano y la llevó a su verga, le dije que por favor no intente nada, que ahora ya estaba mi esposo, y que yo vería la forma de complacerlo en otro momento, pero no me escucho, simplemente me dijo que había corrido por esas calles para poder culearme, y que lo haría por las buenas o las malas, aún sujetando mi mano, saco su verga ya dura, y me obligó a agarrarla, mientras con su otra mano empezó a masajear mi clítoris por encima de mi tanguita. Me llevó al sillón de la sala, y me hizo echar así aún vestida, y me dijo: anoche aquí has sido la putita de los guardias y ahora quieres hacerte a la difícil?, le dije que la situación era diferente, porque ahora estaba mi esposo, entonces, el me dijo: "El es tu esposo, pero yo soy tu amo y tu eres mi puta."

Dicho esto, simplemente arranco mi tanguita, se agachó y empezó a chupar mi conchita, quise aún intentar pararme, detenerlo, pero para el tamaño y la fuerza del taxista, yo no representaba ningún obstáculo, hizo que me mantuviera echada, y volvió a meter su cabeza entre mis piernas, el contacto de su lengua con mi conchita y mi clítoris empezaron a hacer que todo cambie, empecé a excitarme, al sentir mi excitación en su boca, el taxista cambio un poco su posición y sin dejar de chuparme la conchita, llevo mi mano hasta su verga, estaba dura, firme, gruesa y grande, ese contacto termino por romper con toda la resistencia que aún me quedaba, y empecé a gemir.

El escucharme gemir de placer, le dio al taxista la seguridad de que ahora estaba lista para ser follada, se incorporo, bajo su pantalón se abrió su camisa y me dijo que mejor me quitaba el vestido para no estropearlo, así lo hice, me recosté en el mismo sillón donde la noche anterior el mismo taxista me había entregado al guardia por dinero, el taxista se puso su preservativo, sonrió, y se acomodo entre mis piernas, las colocó sobre sus hombros, puso la punta de su verga en la entrada de mi conchita y me dijo que le pida verga, me calle, entonces, empujo su verga dentro de mi conchita y empezó a moverse, esto me excito aun mas, yo empecé a gemir de placer, la verga del taxista por su tamaño me enloquece de placer, entonces el taxista paro y me dijo que si quería le pida mas verga, nuevamente calle, y nuevamente el taxista volvió a moverse con un mete y saca alucinantemente excitante, esta vez paro…no necesito decir nada, yo le pedí, y le pedía una y otra vez que no pare que siga.

El taxista volvió a moverse y me decía que yo era su puta y su esclava, yo por la excitación le decía que si, entonces me dijo que esa noche tenía que llamarlo algún rato para que me folle, y que había hablado con su amigo y que esa noche tenía que trabajar de su puta, yo estaba tan excitada que a todo le decía que si, así con ese ritmo terminamos juntos. Recuperé la cordura, y le dije que teníamos que volver donde estaba mi esposo, me dijo que llegaríamos volando, subí rápido al baño y me duche rápidamente, me vestí y salí para ir a recoger a mi esposo llevándole su encargo.

Subí al taxi, tenía un sentimiento de remordimiento que hubiese preferido tomar otro taxi, o ir a otro lado y no donde estaba mi esposo, me sentía mal por los días anteriores y peor aún por lo que acababa de pasar con el taxista, pero el taxista estaba satisfecho y empezó a elogiarme, como mujer, me decía, que era hermosa, sexy, y que el sabía que si no fuese por el tamaño de su verga, yo nunca me hubiese dejado culear con el, le pedí que por favor no diga nada, entonces me dijo que solo me dejaría tranquila si esa noche cumplía con llamarlo para ser su puta y dejarme culear con el y después con su amigo.

Yo me sentía tan mal por todo lo que había pasado minutos antes en el hotel, y al placer que había sentido, me sentía culpable, no quería hablar mas con el taxista, así que le dije que si, que lo llamaría para que dejara de insistirme.

En silencio, llegamos hasta la empresa, al rato salió mi esposo bastante molesto, subió al taxi, y le pidió al taxista que nos llevara al hotel, me comento que debido a que no siguieron a detalle las instrucciones, ahora tenían que hacer mayores cambios en esos planos, y que lo peor de todo era que tenían que volver a viajar al proyecto en una media hora, y que no sabia si volverían al día siguiente o aún demorarían mas.

Llegamos al hotel, entramos, y mientras mi esposo alistaba sus cosas para ir a su proyecto, me decía que lo disculpe, pero que las cosas estaban un poco mal por culpa de la gente del campamento, yo le dije que no se preocupe, y que lo mejor era que yo vuelva ese mismo día a nuestra casa, llamamos para cambiar mi pasaje, pero solo tenían espacio para los vuelos del día siguiente, así que confirme mi pasaje para volver a mi casa al día siguiente, a medio día. Entre llamadas y alistar las cosas, paso la media hora, tocaron la puerta que da al garaje, era el vehículo de la empresa para recogerlo, nos abrazamos, me beso, y me dijo que me llamaría a su llegada al campamento.

Yo me quede molesta, no con el, sino con las circunstancias, todo había complotado para separarnos, y nosotros que habíamos planificado tantas cosas para hacer juntos en este viaje. Pasaría una media hora de lo que mi esposo se fue de viaje, y entonces sonó mi celular, conteste, y era el taxista, me dijo que como ahora estaba nuevamente sola y mi esposo había viajado, me aliste, porque a las siete pasaría por el apartamento solo para darme mi primera culeada de la noche, y que mas tarde trabajaría de puta.

Le dije que estaba equivocado, y que mi esposo en ese mismo instante se estaba bañando, el taxista me cortó el comentario, me dijo que había estado esperando a media cuadra del garaje del apartamento, y que lo vio salir en la vagoneta de viaje como lo había escuchado decir en el taxi de retorno al hotel, no quise seguir hablando, y simplemente corte, el volvió a llamar una y otra vez, pero no le conteste.

Para evitarme mas sorpresas, salí a hacer algunas compras, eso me entretuvo hasta cierta hora, entre a un snack para comer algo ligero, mientras comía, recibí la llamada de mi esposo diciéndome que ya estaba en el campamento, lo que me dejó mas tranquila, porque el camino es un poco peligroso, mire la hora, eran las nueve y media de la noche, así que decidí volver al hotel.

Entre al apartamento, tome una ducha ligera y me acosté, estaba entretenida con un programa de variedades en la televisión, entonces sonó el teléfono, conteste, era el taxista, me dijo que por mi culpa su verga estaba dura por reventar desde las siete de la noche y que necesitaba culearme para tranquilizarse, le dije que me dejara en paz y que mi esposo estaba en la ciudad y que llegaría cualquier rato, entonces colgué.

Nuevamente sonó el teléfono, era el taxista nuevamente, me dijo que su verga estaba dura como a mi me gusta, que iba a chuparme la conchita como a mi me gusta, y que me iba a excitar hasta enloquecerme y luego iba a clavarme su verga hasta hacerme gritar de placer, lo escuche, empezó a decirme que el me respetaba, pero que mi cuerpo lo enloquecía, empezó a describir mi cuerpo y cuanto le gustaba tocarme, sus palabras me recordaban el placer que siento cuando el me folla, y empezaron a hacer efecto en mi, mis pezones se enduraron, e instintivamente lleve mi mano a mi conchita, el continuaba hablando de todo el placer que me daría con su verga grande y gruesa, mi conchita reaccionó y empezó a humedecerse, me estaba excitando, deseando de verdad sentir su verga dentro mío.

No quería volver a caer en este loco placer que los últimos dos días habían dominado mis actos, así que colgué. Sonó nuevamente el teléfono, no conteste, yo estaba debatiéndome entre dar rienda suelta a mis deseos, y entre la racionalidad, mi mente me decía que lo mejor era mantenerme tranquila y mi cuerpo me pedía a gritos disfrutar del placer.

Llamaron a la puerta, era el taxista, nuevamente había entrado al hotel y estaba en la puerta de mi apartamento, le pedí que se retirara, pero nuevamente me dijo en voz alta que estaba con mi pedido como llamando la atención, le pedí que se marchara, entre abrí la puerta dejando la cadena seguridad puesta, el me dijo que estaba solo, y que me daría su verga que tanto me gustaba, y sin mas ahí en la puerta la saco, su verga estaba dura, grande, lista, le pedí que no haga eso, tenía miedo que alguien en el patio lo vea así con su verga afuera y erecta, entonces le dije que estaba bien, que lo dejaría entrar, pero sería un momento y nada mas, porque mi esposo iba a volver dentro de unos minutos, así que era mejor que se arregle y se vaya.

El taxista entro, me tomo por la cintura y llevo mi mano a su verga, en cuanto la sentí, mi conchita palpitó de deseo de tenerla dentro mío, pero aún así quise rechazarlo, pero en cuanto metió su mano entre mis piernas, estas automáticamente se abrieron, mi cuerpo ya no respondía, ya no era racional, el deseo estaba por encima de mis reservas morales.

El taxista me dijo que yo mentía, y que sabía que mi esposo no volvería hasta el día siguiente, así que me dijo que esa noche yo haría lo que el quiera, y no a la fuerza, sino porque yo era una putita arrecha deseosa de tener su verga, y sin mas, me tomo de la mano y me subió al dormitorio.

Allí me quito la bata, la tanguita, me hizo echar y empezó a chuparme la conchita, esto me empezó a excitar de una forma tal que le pedí que por favor me la meta de una vez, el taxista no se hizo repetir, sin mas, empezó a follarme, lo estaba haciendo con demasiada fuerza le pedí que parará, me dijo que estaba demasiado excitado por mi culpa, por no haberlo esperado a la hora que me dijo, paro, y me hizo colocar al borde de la cama, empezó a meterme nuevamente su verga, yo empecé a pedirle que no pare, entonces me decía que le diga que yo era su puta y su esclava, no le dije nada, y para obligarme, el paro, le pedí que continuara, entonces me dijo que le diga que era su puta y su esclava, le dije, una y otra vez, cada vez que le decía, el aumentaba su ritmo enloqueciéndome de placer.

Mientras me follaba en esa posición, tomo las llaves del apartamento, abrió la puerta del balcón y las lanzó al garaje, le dije que, que estaba haciendo, entonces me contestó que tenía que pagarle al guardia que lo dejó entrar, dejando que me follará, le dije que no, que no lo haría, entonces me contestó que era mi culpa por colgarle el teléfono y no contestarle, así que tenía que pagarle, le dije que no, pero por respuesta, volvió a meterme su gran verga de la forma que a mi me enloquece, mientras me metía y sacaba su verga, empezó a masajear mi clítoris, lo que me hizo tener mi primer orgasmo, estaba loca por mas y mas placer, sentí la puerta, ya nada me importaba, solo quería disfrutar del placer que estaba sintiendo.

El taxista paro de follarme, y me dijo que era hora de trabajar, me recostó sobre la cama, así desnuda, el guardia ya estaba en el dormitorio, el guardia le paso dinero al taxista, este a su vez le entrego un preservativo, y este sin mas se lo colocó y se subió a la cama, ahora era consciente que el guardia estaba pagando para follarme, no se porque, pero el saber que me deseaba y pagaba por follarme me excito, se acomodo entre mis piernas, las subió sobre sus hombros, colocó su verga en la entrada de mi conchita y empezó a meterla, la fue metiendo despacio, hasta que la metió toda, luego apoyo su cuerpo sobre el mío, y empezó a moverse, empecé a excitarme mas, y mas a medida que aumentaba el ritmo de su follada, en la posición que estaba, sentía que su verga me atravesaba dándome un placer increíble, tener su verga clavada en mi conchita en esa posición, podía sentir todo el tamaño y potencia de su verga dentro de mi

El guardia me follaba de una forma diferente, se movía en su mete y saca con una cadencia rápida, y luego paraba, yo empujaba mis caderas al encuentro de verga, eso lo incentivaba y nuevamente reanudada su ritmo frenético que me gustaba y me daba placer.

Estuvimos follando así hasta que sentí que el guardia termino, yo quería mas, aún no había terminado como me gusta, ni bien se levantó el guardia, y se retiró, el taxista pidió a alguien que subiera, era una persona mayor, corpulento como el taxista, me dijo que era su primo. Yo estaba ahí en la cama, desnuda, indefensa, pero excitada, no me importo mucho su aspecto, todo lo que quería era sentir una verga para satisfacerme, el primo del taxista se saco el pantalón, y vi que su verga era tan o mas grande y gruesa que la del taxista, se coloco su preservativo, separo mis piernas, las colocó sobre sus hombros y empezó a metérmela, era tan gruesa que tuve que pedirle que me la meta despacio, su verga empezó a entrar a mi conchita, cuando estaba a la mitad, hizo una pausa, y luego me la clavo toda de una sola vez, esto me encendió de placer, le pedí que siga que me meta toda, que me parta como a una perra, yo ya estaba totalmente descontrolada, le pedía mas y mas, el, no se hizo rogar, me decía, toma, toma putita, casi grite de placer con un orgasmo increíble que me hizo tener, todo mi cuerpo tembló de placer, y volví a pedirle mas y mas.

Aumento el ritmo y me dijo que se iba a venir, yo le decía aun no, aun no, entonces lo sentí terminar, creí que el preservativo iba a reventar por la potencia de su semen, el sentirlo terminar de esa forma tan vigorosa, me hizo tener un nuevo orgasmo, estaba satisfecha. El primo del taxista se levantó y me dijo que era una mujer muy caliente, y que la próxima vez pagaría lo que sea para poder volver a culearme.

El taxista me dijo que llevaría a su primo, y que me prepare para mas, porque el aún no había terminado y quería hacerlo en mi conchita, y que volvería en máximo una media hora. Mientras ellos salían, yo prácticamente me desvanecí así desnuda sobre la cama, estaba cansada, pero también satisfecha, sentía que mi conchita había sido abierta toda, pero tenía una satisfacción sexual increíble, estuve unos instantes así, luego entre a darme una ducha, ya no tuve remordimientos, me había gustado esta vez que me desearan, y que pagaran para follarme, y me sentí una verdadera mujer deseada, una hembra, al haber sentido y dado placer de la forma que lo hice, mientras me duchaba, miraba mi cuerpo en el espejo del baño, me sentí, linda, sexy, deseada.

AUTOR: dospordos

E Mail: dospordos2006@yahoo.com