El taxista

La primera vez que mi esclava es observada por un taxista mientras la utilizo en su taxi

-          Cámbiate ponte una camisa blanca, una falda, medias y tacones que nos vamos a cenar. No te pongas ropa interior, quiero disponer de tu cuerpo cuando me apetezca. Hoy vas a continuar tu entrenamiento como mi puta esclava, te susurro al oído, mientras mi mano te coge del pelo y mi otra mano aprieta una de tus tetas.

-          Haré lo que me pides.

Antes de salir de casa compruebo que ms órdenes se han cumplido, noto tus pezones marcados por encima de la camisa y mientras te beso introduzco lentamente mi mano por encima de la falda hasta a acariciar tu coño. Muy bien cariño, estás preciosa, pero te falta un pequeño detalle que he comprado pensando en ti, cierra los ojos, recógete el pelo con la mano y date la vuelta. Saco el collar de perra que llevamos observando hace tiempo en una página y te lo coloco suavemente, pero como eres especial no quiero que lleves el mismo collar que el resto y te lo he personificado colocándole una placa dorada circular que cuelga de una de las hebillas, en esa placa se lee “soy propiedad de Jose” colgada justo al lado de la palabra que lo adorna BITCH. Ya eres de mi propiedad cariño, y eres mi propiedad más preciada, espero que no defraudes nunca a tu amo y me obedezcas sin pensarlo.

Son ya las nueve, mejor coger un taxi, nos sentamos en la parte de atrás, por favor a la Gran Vía. El taxista arranca, es un hombre de unos cuarenta años, moreno y bien parecido, me he fijado porque se te ha quedado mirando un buen rato por el espejo retrovisor,  mientras habla pone en marcha el taxi y comienza  a avanzar por esas largas calles, tú y yo cogidos de la mano, me acerco, te beso, mi lengua busca la tuya, nuestro pulso se acelera, me acerco a tu oído y susurro

-           Quiero que te desabroches un botón de la camisa, quiero ver el principio de tus tetas y  que tu mano acaricie mi pierna, quiero que me la pongas dura.

-          No, el taxista nos puede ver…………. Me dices con una voz entrecortada y nerviosa

-          Quiero presumir de ti y quiero que desee lo que es mío y tu cariño eres mía, eres mi esclava, no vuelvas a discutir mis órdenes, no quiero que dudes de mí, haz lo que te digo.

Tu mano nerviosa se desabrocha un botón de la camisa, que deja entrever ligeramente el canalillo que separan tus hermosas tetas

-           No es suficiente cariño, no se te ven lo suficiente, yo quiero que se te vean y el señor taxista no puede observar  tus bonitas tetas, te susurro de nuevo al oído asegurándome que sólo lo oyes tu.

-          Está bien me dices mientras te desabrochas otro botón que deja ver casi por completo tus tetas excepto tus pezones.

-          Ahora tócame y ponme cachondo, no dejes de tocarme en ningún momento, justo en ese momento en que tus tetas se mostraban casi por completo y tu mano acariciaba mi muslo, le pregunto al taxista dónde podríamos cenar , mira por el espejo retrovisor y nos observa con la boca abierta, ve tus tetas y tu mano acariciando mi pierna

-          Pues hay un bar de tapas muy bueno en el barrio de Chueca, seguro que os gusta dice sin dejar de mirarte descaradamente tus tetas.

-          Perfecto le digo yo mientras con mi mano empiezo a subir lentamente tu falda. En un semáforo observo como mueve descaradamente el retrovisor para poder enfocarnos bien a nosotros, eso es lo que quiero…..

-          Mira zorra, esta va a ser la primera vez que alguien que no conoces , que no te gusta y que no te importa te va a ver desnuda y se va a masturbar deseándote, es decir, deseando follarte y yo estaré orgulloso de que así sea, porque eres mía y me encanta que te deseen , esa sensación me hace sentir Dios y me provoca una excitación máxima, por tanto, ahora sólo quiero que hagas lo que yo te diga, pienses en que esto es por mí y para mí, y que deseo que disfrutes tanto como voy a hacerlo yo, te susurro al oído mientras beso tu oreja, escuchas mi respiración acelerada y mi mano se introduce por tu camisa buscando esas tetas que tanto me gustan.

-          ¿ Te gusta verdad?, le digo al taxista mientras sigo tocándote, se llama Lucía , es mí esclava y hoy es tu día de suerte, voy a dejarte que la observes mientras juego con su cuerpo, puedes mirar pero no te acerques o simplemente nos bajamos del taxi y se termina tu día de suerte.

El taxista se queda con la boca abierta, hacía tiempo que estaba deseando algo parecido y se ve en sus ojos que está deseando disfrutar de nuestro juego. No puedes creer lo que está pasando, la situación te supera por completo pero mi seguridad y mis palabras hacen que decidas dar ese paso, ese paso que hace años si te jura alguien que ibas a hacer no te lo hubieses creído, pero que en este momento te tiene enormemente excitada, prueba de ello son tus pezones que emergen duros como piedras deseando que los acaricie, los pellizque, los lama. El taxista aparca el coche en un sitio discreto, coloca bien el retrovisor mientras nosotros ajenos a todo empezamos a jugar, tu mano busca mi polla desesperada  pero te detengo y te ordeno que te dejes hacer, mi boca busca tus labios quiero besarte, quiero encontrar tu lengua, quiero recorrer  cada rincón de tu boca una vez te he comido a besos te digo, ven , siéntate entre mis piernas de espaldas a mí y pon tus manos sobre tus muslos, aprovecho para desabrocharte los pocos botones que faltan de tu camisa, tus tetas se liberan de la camisa y se muestran ante los ojos atónitos del taxista que no deja de mirar y que cada vez está más excitado. Meto dos dedos en tu boca y te ordeno que los lamas como si fuese mi polla, hazlo como si fueras la más cerda de las cerdas quiero que me los mames y los llenes de saliva, los meto hasta dentro , ya no caben más, los estás empapando y entonces los saco y los dirijo a tus pezones, el contacto con la saliva hacen que se endurezcan mucho más y tus gemidos empiezan a escucharse, mientras te los acaricio te susurro al oído que estoy orgulloso de ti, que me encanta que seas así de guarra, te ordeno que disfrutes como una zorra para mi, te pellizco los pezones, estiro de ellos levemente, eso hace que sueltes un suspiro, ufffffffff, ese dolor te encanta, te vuelve loca, te los retuerzo levemente y tu respiración se acelera, tras un rato jugando con tus tetas y tus pezones, mis manos comienzan a bajar por tu vientre y se dirigen al final de tu falda, mis manos deslizan la falda por tus muslos, a medida que sube la falda, se descubre tus piernas, mis manos se mueven lentamente , me encantan tus muslos duros, me encanta tocarte, sobarte, acariciarte,

-          Levántate quiero que tu falda suba totalmente y que abras bien las piernas para que vea bien como te acaricio el coño y como te lo follo con mis dedos y tú si quieres puedes sacarte la polla y hacerte una paja mientras la admiras.

En breves segundos nuestro taxista se saca la polla del pantalón, es una polla enorme y está impresionantemente dura, sus venas se notan llenas de sangre, su mano empieza a acariciarla y mientras tú observas como se hace una paja pensando en follarte, mi mano empieza a masturbarte, acariciando tu coño, lentamente de arriba abajo, abriendo los labios para notar tu excitación, estás empapada y eso me indica que aunque te mueres de vergüenza te estás volviendo loca por el morbo de la situación, escuchas mi voz en tu oído, diciéndote de todo, diciéndote lo que me gustas, diciendo lo zorra que eres, ordenándote que le mires la polla y que disfrutes viendo cómo se hace esa paja, diciéndote lo orgulloso que estoy de ti, diciéndote que es tu bautizo como mi esclava, diciéndote que ese es el principio de un sinfín de experiencias que te van a humillar y a excitar a partes iguales, diciéndote que quiero que gimas como una puta mientras te corres para ese desconocido, a la par que todo esto sucede notas en tu culo mi polla a punto de reventar, la excitación que siento es tal que creo que podría correrme sólo con rozarme, pero en este momento no quiero hacerlo, quiero hacer que te corras por lo que mis manos aceleran su movimiento acariciando tu clítoris, tu respiración se acelera , el taxista anuncia que se va a correr en el momento en que empiezan a salir chorros de semen contra su inmaculada camisa , tu placer aumenta te vas a correr y te digo, hazlo cariño córrete para mi, gimes, tu cuerpo sufre enormes convulsiones, gritas, aprietas tus manos contra mis piernas y al final te apoyas tu espalda sobre mi pecho y me dices:

-          Ha sido maravilloso mi amo, me encanta ser tu puta y ahora te voy a dar el placer que te mereces.

-          No , eso lo harás cuando yo te lo pida, de momento este Sr, ha tenido suficiente y ya va siendo hora de que nos vayamos a cenar.

El taxista se medio limpia con un trapo que tenía en la puerta  tú te abrochas los botones de la camisa, te sientas a mi lado, mi brazo pasa por encima de ti, te acerco contra mi pecho y te digo lo orgulloso que estoy de ti.

Al rato se escucha , ya hemos llegado señores muchas gracias por esta experiencia tan maravillosa, la carrera la paga la casa y si alguna vez me necesitan aquí tiene mi número de teléfono, será un placer poder acompañarles donde necesiten. Buenas noches.

-          Buenas noches respondemos, nosotros vamos a continuar que la noche todavía promete muchas experiencias nuevas. ¡Ah y límpiate bien la camisa que te la has puesto perdida con esa súper corrida jejejejejejej¡

Nota de los autores

Esperamos que os haya gustado nuestro relato, somos nuevos en este juego de la dominación y sumisión. Nuestros relatos son la expresión de nuestras fantasías que esperamos hacer algún día realidad. Os mandamos nuestra dirección por si queréis poneros en contacto con nosotros para comentarnos cualquier cosa o hacer cualquier tipo de proposición:

amoyesclava4228@hotmail.es